Y para completar el "Trío" de las chicas que más han comentado (y blasfemado) en el Blog... no podíamos dejar de lado a una que, a pesar del poco tiempo que estuvo entre nosotros (principios de 2015) dejó una profunda huella entre los comentaristas del Blog.
Y no es otra que E. Amores.
Brillante, lógica, amena, intrépida, enérgica... ella nos ha legado una defensa magnifica de lo que significa ser mujer en un mundo religioso donde el tener genitales femeninos es sinónimo de inferioridad y sumisión.
Al final he seleccionado 5 comentarios donde su faceta de "Amor" se ve afectada ante tanto absurdo y falta de lógica dejando escapar unos ingeniosos insultos.
Y a pesar de que su frase seleccionada (que colocamos enmarcada al final de la publicación) es una oda al sentido común y la sensatez... me mató de la risa una de sus geniales frases dedicadas a un pobre y desprevenido creyente que osó sacarla de sus casillas:
- ¡Qué te folle el péndulo de Rolex!
Ojalá que algún día E. Amores lea ésta su publicación y sienta que la extrañamos y esperamos sus geniales e irreverentes comentarios.
Nombre: E. Amores
Y no es otra que E. Amores.
Brillante, lógica, amena, intrépida, enérgica... ella nos ha legado una defensa magnifica de lo que significa ser mujer en un mundo religioso donde el tener genitales femeninos es sinónimo de inferioridad y sumisión.
Al final he seleccionado 5 comentarios donde su faceta de "Amor" se ve afectada ante tanto absurdo y falta de lógica dejando escapar unos ingeniosos insultos.
Y a pesar de que su frase seleccionada (que colocamos enmarcada al final de la publicación) es una oda al sentido común y la sensatez... me mató de la risa una de sus geniales frases dedicadas a un pobre y desprevenido creyente que osó sacarla de sus casillas:
- ¡Qué te folle el péndulo de Rolex!
Ojalá que algún día E. Amores lea ésta su publicación y sienta que la extrañamos y esperamos sus geniales e irreverentes comentarios.
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Historia de Desconversión de
E. Amores
E. Amores
Nombre: E. Amores
Sexo: Mujer
Edad: ...ta y tantos
Estado Civil: Casada
Hijos: 1
Nacionalidad y Residencia: España
Historia de desconversión:
Nací del vientre de mi madre, desconocedora de la existencia de dioses y de todo lo demás. Y en ese estado me bautizaron, sin pedirme permiso ni opinión, como católica, pasando a ser una más de los que engrosan sus listas de creyentes.
Conforme fui creciendo y aprendiendo el lenguaje, mi madre, que por aquel entonces era católica practicante, al igual que mi padre, pero reconozco que fue ella la culpable, no él, me inculcó la idea de la existencia del niño Jesús, los angelitos y los reyes magos, a la par que del coco y del hombre del saco.
Yo a esa temprana edad, me creía todo lo que me decía mi madre. Mi madre era Dios. Cuando me decía que Dios todo lo ve, yo me figuraba a mi madre mirando por alguna rendija sin que yo la viera. Sus palabras eran mi "biblia" y sus órdenes mi religión.
A los 6 años, mi hermana de 5 me dijo que los reyes magos eran los padres. Yo no la creí, ya había escuchado esos rumores en el colegio y le había preguntado a mi madre y mi madre me había asegurado que no, que los regalos los traían los reyes magos. Pero mi hermana me mostró una evidencia, me condujo hasta el armario donde estaban guardados los paquetes y los vi. Aun así no podía creerlo, debían ser otros paquetes, aguardé hasta la mañana del 6 de enero y comprobé con estupor que se trataba de los mismos paquetes del armario.
Mi madre, mi Dios, me había engañado, me había mentido, me había hecho creer durante todo ese tiempo una mentira. Los reyes magos no existían, eran los padres. No tenía motivos para creer que existiera todo lo demás relaccionado con ellos como el niño Jesús, ni los angelitos y por extensión ninguna otra cosa que yo no hubiera visto con mis propios ojos. En ese mismo momento decidí no volver a creer nada que no pudiera comprobar. Se me antoja que fue mi primera desconversión.
Pese a todo, y aunque iba a un colegio público, me veía obligada a rezar el padrenuestro, el ave María y el gloria al padre cada día al entrar y al salir del mismo. Eran esos tiempos de la España rural y católica de Franco en los que la letra con sangre entraba. Así que los recitaba como un papagayo sin pararme a pensar siquiera lo que estaba diciendo.
Luego cumplí los 8 años y era obligatorio acudir a la catequesis, para hacer la primera comunión. Allí es donde recibí el gran lavado cerebral. Me volvieron a inculcar la existencia de un dios amoroso, que nunca nos engaña, que nos ama a todos, te aprendes nuevas oraciones, te hablan del pecado y del mayor pecado que es no creer, del infierno, del demonio.
Ya no era mi madre solamente, eran muchos adultos que lo afirmaban, los curas, las catequistas, las maestras, otros padres, todo el mundo a mi alrededor. Empecé a dudar y al final me convencieron, básicamente porque tenía mucho miedo de quemarme en el infierno.
Por otra parte en la catequesis se hacían también juegos, dibujábamos, era bastante divertido tampoco lo percibía como algo malo o perjudicial, así que me entregué a la fe y a la participación en sus ritos.
A los 9 años, llegó el fatidico día que tuve que confesarme por primera vez. Yo no sabía que decirle al cura. Realmente no sentía que hubiera cometido ningún pecado, al menos ninguno de la lista de pecados, así que tuve tanto miedo y tanta vergüenza que me los inventé. Recuerdo que confesé haber desobedecido a mi madre, lo cual no era cierto, hasta confesé que había faltado un día a la misa, que tampoco era cierto, y ya por último que había dicho mentiras, que era cierto en parte, porque las mentiras que había dicho fue en el mismo confesionario para decir algún pecado al cura. Este me absolvió, me mandó rezar 3 padre nuestros y yo me fui con un reconcome que no podía con él.
Me habían enseñado que para recibir el perdón verdadero hay que estar arrepentido de corazón, pero yo no estaba arrepentida de las mentiras que había contado el cura, eran necesarias en ese momento para mí. Por tanto no podían haberme perdonado el único pecado de la lista que había cometido.
Esa noche tuve hasta pesadillas.
A la mañana siguiente hice mi primera comunión. Después de tomar la hostia me sentí fatal. Había comulgado teniendo pecados sin perdonar. Había tomado el cuerpo de Cristo siendo una impura pecadora. Había cometido sacrilegio. El sacrilegio no tenía perdón, iba a ir al infierno de cabeza. Viví con esa culpa y ese miedo al menos 4 años más. Años que dediqué a ser una buena católica a ver si así conseguía el perdón divino. Seguí asistiendo a las catequesis del llamado "Junior" donde te van preparando para la confirmación. Tampoco era tan malo, básicamente era hacer juegos, dibujos, murales, excursiones, canciones que luego cantabamos en el coro de la iglesia, pero yo tenía mi espina clavada porque no estaba segura que con todo aquello consiguiera el perdón por mi sacrilegio y evitar así el infierno.
Por si las moscas, cometía algún que otro pecadillo de la lista a propósito para tener qué confesar al cura cada semana antes de comulgar.
Esos 4 años de fe religiosa, viví atormentada por el temor y el remordimiento y cometiendo alguna que otra maldad para tener algo que confesar.
Afortunadamente, a los 13 años en una reunión de catequesis alguien sacó a colación el tema de la bula. Y ahí nos explicaron que si se pagaba un dinero a la iglesia, eran perdonados algunos pecados, por ejemplo podías comer carne en cuaresma.
Ahí ya sí que me desarmaron. Resultaba que había estado sufriendo 4 años por un pecado, cuando lo podía solucionar con unos poco cuartos.
Pero eso no tenía sentido. También me habían enseñado que el dinero es una invención del diablo. Mientras que por otra parte me decían que con esa invención del diablo podrían perdonarme un pecado imperdonable.
Me sentí más estafada que con lo de los reyes magos.
Al menos con lo de los reyes magos vivía con una ilusión por los regalos. Pero esto ya era canallesco, me habían hecho vivir 4 años de sufrimiento con otra mentira.
Ese día renegué de la hipócrita religión. Renegué de su perverso pecado inventado. Renegué de los curas y toda su parafernalia. Y renegué de su dios.
Pero la idea de Dios la tenía tan arraigada que no era tan sencillo desprenderse de ella. Entonces comencé a leer la biblia para encontrar al dios verdadero, fuera de la religión. Donde nadie me engañara más con sus estúpidas normas y mentiras.
Y cuanto más leía más entendía que si un ser tan cruel existiera, no podía llamarse Dios. Eso sería cualquier cosa menos el Dios que yo me imaginaba.
Entonces busqué a otros dioses, busqué en las mitologías, en otras creencias.
Estuve buscando hasta los 20 años apróximadamente. Esos fueron mis 7 años de agnosticismo.
La que más me gustó fue la mitología griega, me divertía leer como los dioses se peleaban entre ellos, aunque no por eso dejaban de ser igual de déspotas que el bíblico o el islámico. Pero también me iba dando cuenta de que a lo largo de la historia, las personas han puesto nombre a algún dios para explicar fenómenos cuya explicación es de escuela elemental.
Y al final entre tanto revoltijo de dioses, la idea de dios se fue diluyendo.
Había tantos que era difícil elegir y ninguno terminaba de convencerme.
Aunque eligiera uno, no dejaba de ser un personaje de fábula. Pues de haber existido se me hubiera revelado después de tanta búsqueda, y no fue así.
Al tiempo, cuanto más aprendía en ciencias, más ridículos se me antojaban aquellos hombres de la antigüedad que oraban y hacían sacrificios para que saliera el Sol, o para que lloviera, o para tener buena cosecha o para que se curara una enfermedad. Por comparación, tan ridículos como los actuales.
Llevaba tanto tiempo sin pensar en ningún dios concreto, sin necesitarlo, sin orarlo, sin pedirle nada, y no me había sentido mal, ni había tenido que fingir, no me había hecho ninguna falta. Ya no tenía miedo. El infierno era otra fábula. No existía, como no existía el hombre del saco. Ya era adulta y libre. No necesitaba personajes imaginarios para vivir una vida feliz.
Ya era atea.
FIN.
Fuente:
1)
E. Amores
4 de enero de 2015, 0:54
Hola Noé Molina.
Felicitaciones por tu blog.
Lo descubrí casualmente hace un par de días, y he podido leer algunos artículos con sus respectivos comentarios.
Me gusta mucho el estilo claro y sencillo con que trasmites tus ideas que para mayor regocijo son acordes con las mias. Sin menospreciar a algunos comentaristas que parecen habituales y que no se quedan atrás.
Como mujer, casi me he sentido en la obligación de iniciar aquí mis comentarios, indicando que lo más satisfactorio de este artículo en cuestión ha sido comprobar que afortunadamente existen hombres que saben valorar y respetar a la mujer como a una igual, poniendo en evidencia a esa lacra de "fenáticos" machistas que siguen creyéndose el ombligo del mundo.
Hace un tiempo yo también me indignaba bastante con las féminas que se consideraban devotas creyentes en un ser (aunque fuere imaginario) que las denigra de esa manera, hasta que comprendí que para ser idiota da igual el sexo con el que se nazca. Llegué incluso a comprender que esa es la razón fundamental por la que tras la serie de aberraciones narradas en el mamotreto bíblico, siguen afirmando fervientemente que dios es amor.
La parte positiva de todo esto es que queda demostrada, una vez más, la igualdad entre ambos sexos. Hombre idiota o mujer idiota, no hay ninguna diferencia.
Un saludo.
Fuente:
_________________
2)
E. Amores
5 de enero de 2015, 18:28
Estoy de acuerdo en que para que exista objetividad ha de haber más de un individuo.
Para determinar la objetividad del BIEN y del MAL, no hay que basarse en opiniones mayoritarias, ni en culturas, tradiciones, dogmas o leyes.
La objetividad del bien y del mal viene determinada por las acciones en otros aplicadas a uno mismo. Explico esto.
A NADIE nos gusta que nos roben, que nos maltraten, que nos amputen miembros del cuerpo, que nos torturen, que nos hagan daño, que nos violen, que nos impongan por la fuerza, que nos maten, que nos engañen, etc, etc. Todo eso que no queremos para nosotros mismos (subjetivamente) aplicado al resto de la humanidad sería OBJETIVAMENTE MALO.
Por contra, TODOS queremos ser felices, vivir en paz, estar alegres y tranquilos, sentirnos queridos, que nos ayuden si lo necesitamos, poder confiar, estar sanos, mantener relacciones sexuales consentidas, tener libertad de decisión etc, etc.(subjetivamente) aplicado al resto de la humanidad eso sería lo OBJETIVAMENTE BUENO.
Cuando alguien tiene dudas sobre si algo es objetivamente bueno o malo, sólo tiene que pensar si le gustaría que ese algo le sucediera a sí mismo, y obtendrá la respuesta.
La única frase del mamotreto bíblico que vale la pena, asimilar, comprender y tratar de llevar a cabo a lo largo de nuestra vida es la de:
"Ama al prójimo como a ti mismo", no en el sentido de amor físico o sentimental, sino en el sentido de tratar al prójimo como nos gustaría ser tratados a nosotros mismos.
O lo que es lo mismo: "No hagas para otro lo que no quieras para ti".
Y para seguir esa máxima no son necesarios dioses castigadores, creadores ni milagrosos a los que alabar, rogar o hacer ofrendas. No hace falta mantener la opulencia de templos jerarquizados, ni dogmas que impongan lo que puedes o no hacer o que te den permiso para hacer o deshacer.
Cualquier creyente que asumiera y llevara a cabo esa práctica, sin duda alcanzaría esa gloria eterna o paraíso celestial que tanto ansía. Y para los que no creemos en esas cosas, pues también tendríamos nuestro propio paraíso en esta vida, la única que conocemos.
5 de enero de 2015, 18:28
El problema de la humanidad es que somos EGOÍSTAS por naturaleza. Por eso somos incapaces de actuar siempre con objetividad ante el bien y el mal. Anteponemos nuestros deseos y necesidades y dejamos al prójimo en segundo lugar. Y gran culpa de que seamos así la tienen las propias religiones. ¿Por qué?, dirán algunos. Pues porque en primer lugar te inculcan un modelo jerarquizado, ya no somos todos iguales, hay alguien superior, que para colmo tiene una personalidad EGOÍSTA, pues aun siendo superpoderoso EXIGE nuestras ofrendas y alabanzas, IMPONE sus reglas o mandamientos, CASTIGA por cosas absurdas, OBLIGA a la sumisión, CONTRADICE sus propias normas y para colmo es el EJEMPLO a seguir. Eso vuelve loco a cualquiera, ¿Cómo puede ser un pobre ser humano bueno y malo al mismo tiempo? Todas las religiones tienen en común menospreciar a la mujer como ciudadana de segunda, tercera o hasta cuarta categoría, pero la mujer es prójimo. Las religiones estan hechas por hombres y para hombres, pero las mujeres han de ACATAR esas religiones igualmente, ¿en qué quedamos?. Entonces ya vienen las interpretaciones, pero claro, para gusto los colores y cada cual interpreta a conveniencia (egoísmo otra vez).
Tal vez hace 2000 ó 3000 años tuviera sentido, hoy en día son un obstáculo para lograr una BUENA sociedad. Han tratado a la mujer como un animal, objeto o posesión obviando que la mujer PIENSA, y no sólo piensa, es parte fundamental del MOTOR de la sociedad. Afortunadamente también hay hombres que PIENSAN y se han dado cuenta de esta realidad, por eso las religiones dejan de cobrar sentido.
Ahora volvamos a nuestra premisa. "No hagas lo que no quieras que te hagan a ti" o "Ama a tu prójimo como a ti mismo". Bien, ahora yo pregunto al hombre (individualmente). ¿Te gustaría que la religión dijera que has de obedecer a tu mujer en todo, permanecer callado y sumiso, que sólo eres necesario en esta sociedad para que la mujer procree y satisfacer sus deseos sexuales, que tus hijos varones pueden ser vendidos como exclavos sexuales y domésticos, que si miras a otra mujer que no sea la tuya te maten a pedradas, y que tu obligación es ser casto y puro y mantenerte en casa lavando bragas? Si la respuesta es NO, (que es no) entonces la religión es OBJETIVAMENTE MALA.
Bueno, no me quiero extender más en este comentario, porque me lío, me lío y este es el cuento de nunca acabar.
Saludos.
Fuente:
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3)
E. Amores
8 de enero de 2015, 23:50
esceptico ® 11.b
Jajajajaajaja, me mataste de la risa.
No me importa que no creas que soy mujer, como si quieres creer que soy un extraterrestre, si eres capaz de creer en un diseñador inteligente, puedes creer cualquier cosa. Lo ridículo es que alguien crea que puede determinar el sexo del interlocutor por lo que comenta.
Siento defraudarte, pero la sorna y la ironía me son innatas, de no ser así no comentaría en este blog.
No me da la gana de callarme, los años de la inquisición ya pasaron. Puedo decir abierta y libremente que dios no existe sin necesidad de probar nada. El paranoico que afirma que sí existe es el que debería guardárselo para él mismo antes de reunir esas "supuestas" pruebas, si no quieren que lo tomen por loco o por estúpido las personas sensatas.
Tú no expusiste varios puntos. Tú dijiste un montón de barbaridades.
Si yo sólo te he puesto en evidencia con una de ellas es porque no tenía ganas de debatir más imbecilidades.
Retírate si quieres, pero no temas, la idiotez no es contagiosa. Llevo ya un buen rato departiendo contigo y todavía no me has pegado nada.
De nada.
Fuente:
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4)
E. Amores
15 de enero de 2015, 19:15
Los de la ICAR actúan como las compañías telefónicas. Ellos te llaman a horas intempestivas, cuando estás medio dormido diciéndote que si quieres tal o cual oferta especial, tú dices no, ellos insisten, repites que no, siguen insistiendo, hasta que ya por agotamiento y para que te dejen dormir de una puñetera vez, les dices que hagan lo que quieran y ¡zas! te la meten doblada.
Eso sí, si quieres anular el contrato es casi misión imposible. Tienes que enviar fotocopias, certificados, cartas juradas, esperar su aprobación y en el mejor de los casos pagar una sanción por inclumiento del contrato de permanencia.
Los de la ICAR te pillan en plena lactancia y mientras duermes te arrean un jarro de agua fría. Pero anular ese "contrato" te cuesta dios y ayuda papal y por supuesto un montón de pasta.
Saludos.
Fuente:
_________________
5)
E. Amores
23 de enero de 2015, 21:11
Hola Anónimo 28.b
Tranquilo, los comentarios malos sólo denotan su falta de educación. Son víctimas de su propia mentalidad. No me afectan, no te preocupes.
Sólo quisiera aclararte un pequeño detalle de tu comentario.
Cuando un científico dice que ese puntito lejano es un planeta, es porque ya se ha comprobado científicamente que es un planeta. No es una suposición. Existe suficiente tecnología como para confirmar esa afirmación.
Es posible que se equivoque en las mediciones, pero para ello ya hay otros equipos de científicos que siguen trabajando en ello hasta que confirman con seguridad si se trata de un planeta o de otro tipo de cuerpo celeste.
Creo que sé a lo que te quieres referir. A veces los científicos se han equivocado, pero cuando alguien los ha refutado con pruebas, han rectificado sin problemas su error.
La diferencia con los creyentes, es que por más argumentos en contra que les plantees, nunca van a rectificar su error. Tergiversarán lo que haga falta para concluir en su falsa afirmación una y otra vez.
Los científicos rectifican sus errores, los creyentes no. Eso es la gran diferencia.
Me alegro de leerte de nuevo, espero que estés mejor que el otro día.
Un saludo.
23 de enero de 2015, 22:00
Hola Miguel Fernandez 28.e
Entiendo perfectamente lo que quieres decir.
Tocarlos no podrás ni tú, ni yo, ni el científico que los descubrió por vez primera, pero verlos sí, tal vez no en vivo a no ser que te acercaras a la NASA jajaja, pero sí puedes verlos en las fotografías que toman de ellos.
Es lo bueno de internet, puedes encontrar cualquier cosa que busques.
Todos no podemos comprobar personalmente todas las pruebas científicas, no tenemos ni los laboratorios ni los instrumentos apropiados para ello. Pero confiamos en la veracidad de las pruebas que aportan los que si disponen de esos medios.
Pero eso no es fe. La fe es creer en algo que nunca nadie jamás ha demostrado, ni hay prueba de su existencia de ningún tipo.
A fuerza de hablar con todo tipo de creyentes, concluyo que muchos se refieren al mismo dios, pero cada uno habla del suyo personalizado. Y es que las fantasías que cada persona puede crear en su mente, sólo le son propias a sí mismo.
Fuente:
E. Amores
7 de febrero de 2015, 13:41
Que desaparecieran todas las religiones, sin duda sería un gran avance para la sociedad y una mejora para el mundo, pero es algo tan utópico como que desaparezca todo tipo de delincuencia. Siempre habrá avispados narcisistas con pocas ganas de doblar el lomo, pero sí dispuestos a atraer a las masas para tenerlas a su servicio y estafarles el dinero, y por desgracia, también habrá un gran número de borregos ávidos de un lider que los someta y a quien servir.
Algunas personas no saben vivir sin mangonear a los demás y otros muchos no saben vivir si no son mangoneados.
Fuente:
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7)
E. Amores
14 de enero de 2015, 21:43
Sí se puede acusar a la religión de que hayan algunos religiosos que cometen aberraciones, cuando esa religión les ordena que las cometan.
El ateísmo carece de instrucciones a seguir, no impone nada, ni bueno, ni malo. Si alguien comete crímenes, es un asesino, sea ateo o no.
Se asesina por envidia, por odio, por celos, por poder, por avaricia, por maldad, por locura o por ser el soldado de un dios o profeta. No se asesina por no creer en la existencia de ningún dios de la larga lista de dioses, como no se asesina por no creer en la existencia de batman.
saludos.
Fuente:
_________________
8)
E. Amores
26 de enero de 2015, 6:49
Miguel Fernamdez 4.f
Jajajaja, ahí si que diste en el clavo. Justamente eso es lo que se creen los estúpidos creyentes.
Cada vez que leo a alguno de ellos preguntar lo de "¿quieres que me crea que venimos del mono?" puedo ver la burbujita como en los comics del creyente pensando "un mono con una mona y salio un humano... eso es imposible" jajajaja.
Nunca van a leer libros de ciencia, si no leen ni la biblia la mayoría, a lo más que llegan es a leer foros religosos o de magufadas y a colocar estampitas en el facebook para que todos digan "AMEN". xD
Un saludo.
26 de enero de 2015, 6:49
Miguel Fernamdez 4.f
Jajajaja, ahí si que diste en el clavo. Justamente eso es lo que se creen los estúpidos creyentes.
Cada vez que leo a alguno de ellos preguntar lo de "¿quieres que me crea que venimos del mono?" puedo ver la burbujita como en los comics del creyente pensando "un mono con una mona y salio un humano... eso es imposible" jajajaja.
Nunca van a leer libros de ciencia, si no leen ni la biblia la mayoría, a lo más que llegan es a leer foros religosos o de magufadas y a colocar estampitas en el facebook para que todos digan "AMEN". xD
Un saludo.
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9)
E. Amores
24 de enero de 2015, 9:37
No sé si esto que voy a decir va a aclarar el tema en discusión o lo va a avivar más si cabe, pero mi propuesta es la siguiente:
Siguiendo el razonamiento filosófico de Dazz, el diálogo sería de la siguiente forma.
Yo. No existe dios
Tú. No puedes probar que no existe dios, es una falacia.
Yo. No puedes probar que yo no puedo probar que no existe dios, es una falacia.
¿Se entendió algo?
Saludos.
24 de enero de 2015, 9:56
Dazz 79.b
El caso es, que la mayoría de los ateos, no somos eruditos filosóficos. Nos regimos por algo que se llama sentido común.
El sentido común nos dice que las fantasías imaginarias no existen, que los seres ficticios no existen. Que porque alguien se invente un personaje, éste no cobra existencia en algún punto del Universo real.
Nadie normal va por ahí diciendo, no creo que exista Papá Noel, o no creo que exista Batman. Las personas normales decimos, Papá Noel no existe, Batman no existe. Y lo decimos con total seguridad.
Los ateos normales también decimos dios no existe. Y con la misma seguridad.
Saludos.
_________________
10)
E. Amores
15 de enero de 2015, 20:45
Hola Lidia.
Cuando tienes a un ser querido con una enfermedad o lesión incurable y ves como su vida se va apagando ante tus ojos sin poder remediarlo, lo que todos sentimos es dolor, rabia e impotencia, independientemente de que lo haya causado un error genético, un agente externo o la voluntad divina. Cuando ese ser querido fallece, cada cual buscará el consuelo donde lo pueda encontrar. Un creyente tal vez lo encuentre pensando en la "otra vida", yo como atea lo encontré pensando en que al fin dejó de sufrir.
El problema de la idea de la "otra vida".
Mi abuela, a la edad de 34 años sufrió una embolia cerebral. Estuvo al borde de la muerte pero sobrevivió, aunque le quedaron secuelas. Vivió 35 años más con una parálisis del lado derecho de todo su cuerpo que le impedía caminar, usar la mano derecha que quedó atrofiada y también perdió la capacidad de hablar, pero siguió en plenitud con sus facultades mentales y se comunicaba por señas que todos aprendimos a interpretar.
A pesar de esa desgracia, tenía un marido y dos hijos que la amaban con locura, siempre pendientes de sus necesidades. Vio casarse a sus hijos y vio nacer y crecer a sus cuatro nietos. ¿Sufría o era feliz? Sólo ella lo sabía, un poco de todo supongo, como el resto de nosotros.
En sus últimos años de vida le detectaron un cáncer de mama. Inoperable en aquel tiempo dada su edad y condición física. El riego de no salir de la anestesia era muy elevado. El mes de vida que le pronosticaron se convirtieron en dos años de lenta agonía, el cáncer se extendió a otras partes de su cuerpo.y entre dolores y dormitadas por la medicación vimos impotentes como su vida se apagaba como la luz de una lamparita. ¿Cómo se supone que yo la encontraría en "otra vida"?¿A la edad de 34 años cuando aún estaba "sana" o como yo la conocí y vivió la mayor parte de su vida, paralítica y sin habla? Imaginármela en una "vida eterna!" en esas condiciones, más me parece una condena, prefiero pensar que por fín dejó de padecer.
Cuando uno pierde a un ser querido completamente sano y en plena flor de la vida, puede parecer más rentable la idea de "otra vida", pero también eso tiene sus inconvenientes. Y pongo una supuesto ejemplo.
Una pareja de enamorados, jóvenes y hermosos sufren un accidente y uno de ellos muere. El que queda puede consolarse imaginando que se reunirán en la "otra vida" y "vivirán" juntos y felices por toda la eternidad... pero...
Pero la realidad es que el tiempo pasa y cura todas las heridas, y la vida sigue y tiempo después esa persona conoce a otra y se vuelve a enamorar y forma con ella una familia y viven felices muchos años hasta que envejecen y mueren. ¿Con quién "vivirá" eternamente en la "otra vida"? ¿Con la persona que compartió la mayor parte de su vida y la familia que formó con ella o con aquel primer amor de su vida?
Los seres vivos nacemos y morimos. Es una ley natural. El cuándo, el cómo y el porqué es lo menos relevante cuando asumimos que ocurrirá tarde o temprano irremediablemente. Y de nosotros quedará, a lo sumo, el recuerdo en aquellos que nos conocieron durante el efímero tiempo que dure su vida en este mundo y las obras que leguemos durante el tiempo que se conserven.
Vivir la vida que nos toca con libertad, rodearnos de seres queridos y aportar al mundo lo mejor de nosotros mismos es la mejor manera de perdurar en el tiempo que dure la "eternidad".
Un saludo.
15 de enero de 2015, 20:45
Hola Lidia.
Cuando tienes a un ser querido con una enfermedad o lesión incurable y ves como su vida se va apagando ante tus ojos sin poder remediarlo, lo que todos sentimos es dolor, rabia e impotencia, independientemente de que lo haya causado un error genético, un agente externo o la voluntad divina. Cuando ese ser querido fallece, cada cual buscará el consuelo donde lo pueda encontrar. Un creyente tal vez lo encuentre pensando en la "otra vida", yo como atea lo encontré pensando en que al fin dejó de sufrir.
El problema de la idea de la "otra vida".
Mi abuela, a la edad de 34 años sufrió una embolia cerebral. Estuvo al borde de la muerte pero sobrevivió, aunque le quedaron secuelas. Vivió 35 años más con una parálisis del lado derecho de todo su cuerpo que le impedía caminar, usar la mano derecha que quedó atrofiada y también perdió la capacidad de hablar, pero siguió en plenitud con sus facultades mentales y se comunicaba por señas que todos aprendimos a interpretar.
A pesar de esa desgracia, tenía un marido y dos hijos que la amaban con locura, siempre pendientes de sus necesidades. Vio casarse a sus hijos y vio nacer y crecer a sus cuatro nietos. ¿Sufría o era feliz? Sólo ella lo sabía, un poco de todo supongo, como el resto de nosotros.
En sus últimos años de vida le detectaron un cáncer de mama. Inoperable en aquel tiempo dada su edad y condición física. El riego de no salir de la anestesia era muy elevado. El mes de vida que le pronosticaron se convirtieron en dos años de lenta agonía, el cáncer se extendió a otras partes de su cuerpo.y entre dolores y dormitadas por la medicación vimos impotentes como su vida se apagaba como la luz de una lamparita. ¿Cómo se supone que yo la encontraría en "otra vida"?¿A la edad de 34 años cuando aún estaba "sana" o como yo la conocí y vivió la mayor parte de su vida, paralítica y sin habla? Imaginármela en una "vida eterna!" en esas condiciones, más me parece una condena, prefiero pensar que por fín dejó de padecer.
Cuando uno pierde a un ser querido completamente sano y en plena flor de la vida, puede parecer más rentable la idea de "otra vida", pero también eso tiene sus inconvenientes. Y pongo una supuesto ejemplo.
Una pareja de enamorados, jóvenes y hermosos sufren un accidente y uno de ellos muere. El que queda puede consolarse imaginando que se reunirán en la "otra vida" y "vivirán" juntos y felices por toda la eternidad... pero...
Pero la realidad es que el tiempo pasa y cura todas las heridas, y la vida sigue y tiempo después esa persona conoce a otra y se vuelve a enamorar y forma con ella una familia y viven felices muchos años hasta que envejecen y mueren. ¿Con quién "vivirá" eternamente en la "otra vida"? ¿Con la persona que compartió la mayor parte de su vida y la familia que formó con ella o con aquel primer amor de su vida?
Los seres vivos nacemos y morimos. Es una ley natural. El cuándo, el cómo y el porqué es lo menos relevante cuando asumimos que ocurrirá tarde o temprano irremediablemente. Y de nosotros quedará, a lo sumo, el recuerdo en aquellos que nos conocieron durante el efímero tiempo que dure su vida en este mundo y las obras que leguemos durante el tiempo que se conserven.
Vivir la vida que nos toca con libertad, rodearnos de seres queridos y aportar al mundo lo mejor de nosotros mismos es la mejor manera de perdurar en el tiempo que dure la "eternidad".
Un saludo.
E. Amores
3 de enero de 2015, 23:52
Hacía tiempo que no me reía tanto con un comentario.
Me imagino la escena:
Un pastor de cabras del año 2000 aC, papiro y carbón en mano y dios explicandole, lo de los cromosomas X e Y.
- Verás pastor judío, soy dios, te voy a enseñar como os creé, cogí un cromosoma X y un Y e hice un hombre, luego el hombre le dio el X a otro X y se hizo la mujer, alguna vez me equivoco y pongo algún que otro cromosoma X de más sin querer, pero no es algo habitual.... ejem... bueno, déjalo, mejor pon que del barro hice a un hombre y luego lo anestesié le rajé le arranqué una costilla que después le volvió a crecer para que no le faltara ninguna y con ese hueso hice a la mujer, así lo entenderán mejor tus paisanos.
El pastor judío le replica, ¿ y no es mejor que coja otro trozo de barro y haga a la mujer?
A lo que dios contesta, - No, no, de ponerlo así nadie entendería en un futuro la alegoría de los cromosomas.
Fuente:
_________________
12)
E. Amores
21 de enero de 2015, 5:25
Hola anónimo 162.
¿Tu crees que existe Horus? ¿Tu crees que existe SinU?
Si tu respuesta es no, yo te preguntaría ¿por qué no crees en Ellos?
La respuesta a esa pregunta, sería la respuesta a la pregunta que formulas a los ateos.
Si tu respuesta es sí, yo te preguntaría ¿por qué crees en Ellos? y quedaría a la espera de tu contestación.
Cuando te refieres al diluvio, no sé a que pruebas te refieres que encontraron, para dilucidar si estás bien o mal informado.
En cuanto a los milagros, existe una tendencia a denominar "milagro" a aquel suceso del que no encontramos explicación, pero que no encontremos explicación no significa que no la tenga.
Cuantas más cosas sabemos, y más fenómenos podemos explicar, menos cosas se nos antojan milagros.
Vivimos en una etapa, en la que la humanidad adquiere conocimientos de forma exponencial, pero saber muchas cosas no es indicativo de ya saberlo todo, todavía nos quedan muchas más cosas que aprender. Nuestro propio cuerpo nos presenta muchas incógnitas, el cerebro es uno de los órganos más complejos que poseemos y queda mucho por aprender acerca de su funcionamiento. No está todo dicho en Ciencia, queda un largo camino que se encargarán de recorrer las generaciones venideras.
Un saludo.
Fuente:
Diluvio Universal. Pruebas geológicas de que NO ocurrió.
E. Amores
6 de febrero de 2015, 22:04
Javier 25.a
Allan es un no ateo y no cristiano que cree que Jesucristo no existe, pero sigue sus enseñanzas aunque no exista, porque para el, que está enmarihuanado hasta el culo, los seres inexistentes enseñan mucho.
En el espíritu santo sí cree, y luego tiene un dios diseñador que es igualito que el bíblico, sólo que el no cree en las religiones.
Vamos, que lo tiene tan claro como el espacio interneuronal de su cerebro de gelatina.
Luego tiene la certeza asumida, de que el ateísmo es una escuela filosófica que se aprende en alguna parte, al parecer intentó una vez leer a Nietzsche, y se le hizo un cortocircuito entre sus dos neurona trifásicas, una se le fundió y la que le queda ya se encarga él de tenerla adormilada con el cannabis. Jajajajajaja.
Llegó a este blog, una soleada tarde y encontró a su alma gemela, el esceptico sin tilde de marca registrada. Son tal para cual. Tienen en común que ven los mismos videos de magufadas, y como los dos creen en el dios relojero se han hecho amiguetes, pero el escéptico apunta más alto, creo que se ha enamorado de él. Allan debería tener cuidado, porque el esceptico tiene malos modales y una obsesión con el sexo que raya la demencia, y cualquier día lo encula mientras esté despistado haciendose un canuto.
En sus delirios de grandeza, Allan cree que en los libros de historia aparece su biografía. El enigmático Allan Rojas, que no es ateo, ni cristiano.
El exámen psicológico de ambos, denota una sexualidad reprimida y unos elevados tintes de narcisimo. Tanto es así, que cuando critican a los creyentes, ellos (que no son cristianos) se dan por aludidos y arremeten sin ton ni son. Pero no queda ahí la cosa, en ocasiones, cuando critican a los ateos, ellos (que no son ateos) también se dan por aludidos y arremeten con los mismos argumentos una y otra vez como loros encolerizados, jajajaja.
¡Ah! se me olvidaba...
El esceptico tiene la costumbre de ponerse diferentes nombres para autocomentarse sus payasadas, o para hacer el indio.
El Allan, no sé si su neurona dará para tanto, no es capaz ni de responder un comentario. Suele utilizar un comentario nuevo para cada frase que se le va ocurriendo, por lo que aumenta la dificultad de descifrar sus mensajes.
En fin, así son las cosas y así te las he contado.
Y este es el resumen de este par de cómicos personajes fumetas.
Saludos a los cuerdos.
Fuente:
Nueva Religión en Eslovenia: “Los Zombis Indignados” (Noticia)
E. Amores
7 de enero de 2015, 22:15
Que alguien diga que existe un dios de amor y paz todopoderoso ofende mi inteligencia. Y lo perdono.
Que los creyentes impongan sus dogmas en la sociedad, en las leyes y en las escuelas transgrede mi libertad. Y eso no lo perdono.
Que los creyentes se burlen de los ateos, me da risa, pues suelen confirmarme su propia estupidez. Como no me ofende, no tengo nada que perdonar.
Que los creyentes asesinen a otros creyentes o a ateos por burlarse de ellos me da náuseas, asco, repugnancia. Es mucho más que una ofensa. Y eso no tiene perdón, ni humano, ni divino.
Fuente:
Arte, Blasfemia y Ateísmo. La controversia de las caricaturas de Mahoma.
21 de enero de 2015, 5:25
Hola anónimo 162.
¿Tu crees que existe Horus? ¿Tu crees que existe SinU?
Si tu respuesta es no, yo te preguntaría ¿por qué no crees en Ellos?
La respuesta a esa pregunta, sería la respuesta a la pregunta que formulas a los ateos.
Si tu respuesta es sí, yo te preguntaría ¿por qué crees en Ellos? y quedaría a la espera de tu contestación.
Cuando te refieres al diluvio, no sé a que pruebas te refieres que encontraron, para dilucidar si estás bien o mal informado.
En cuanto a los milagros, existe una tendencia a denominar "milagro" a aquel suceso del que no encontramos explicación, pero que no encontremos explicación no significa que no la tenga.
Cuantas más cosas sabemos, y más fenómenos podemos explicar, menos cosas se nos antojan milagros.
Vivimos en una etapa, en la que la humanidad adquiere conocimientos de forma exponencial, pero saber muchas cosas no es indicativo de ya saberlo todo, todavía nos quedan muchas más cosas que aprender. Nuestro propio cuerpo nos presenta muchas incógnitas, el cerebro es uno de los órganos más complejos que poseemos y queda mucho por aprender acerca de su funcionamiento. No está todo dicho en Ciencia, queda un largo camino que se encargarán de recorrer las generaciones venideras.
Un saludo.
Fuente:
Diluvio Universal. Pruebas geológicas de que NO ocurrió.
_________________
13)
E. Amores
6 de febrero de 2015, 22:04
Javier 25.a
Allan es un no ateo y no cristiano que cree que Jesucristo no existe, pero sigue sus enseñanzas aunque no exista, porque para el, que está enmarihuanado hasta el culo, los seres inexistentes enseñan mucho.
En el espíritu santo sí cree, y luego tiene un dios diseñador que es igualito que el bíblico, sólo que el no cree en las religiones.
Vamos, que lo tiene tan claro como el espacio interneuronal de su cerebro de gelatina.
Luego tiene la certeza asumida, de que el ateísmo es una escuela filosófica que se aprende en alguna parte, al parecer intentó una vez leer a Nietzsche, y se le hizo un cortocircuito entre sus dos neurona trifásicas, una se le fundió y la que le queda ya se encarga él de tenerla adormilada con el cannabis. Jajajajajaja.
Llegó a este blog, una soleada tarde y encontró a su alma gemela, el esceptico sin tilde de marca registrada. Son tal para cual. Tienen en común que ven los mismos videos de magufadas, y como los dos creen en el dios relojero se han hecho amiguetes, pero el escéptico apunta más alto, creo que se ha enamorado de él. Allan debería tener cuidado, porque el esceptico tiene malos modales y una obsesión con el sexo que raya la demencia, y cualquier día lo encula mientras esté despistado haciendose un canuto.
En sus delirios de grandeza, Allan cree que en los libros de historia aparece su biografía. El enigmático Allan Rojas, que no es ateo, ni cristiano.
El exámen psicológico de ambos, denota una sexualidad reprimida y unos elevados tintes de narcisimo. Tanto es así, que cuando critican a los creyentes, ellos (que no son cristianos) se dan por aludidos y arremeten sin ton ni son. Pero no queda ahí la cosa, en ocasiones, cuando critican a los ateos, ellos (que no son ateos) también se dan por aludidos y arremeten con los mismos argumentos una y otra vez como loros encolerizados, jajajaja.
¡Ah! se me olvidaba...
El esceptico tiene la costumbre de ponerse diferentes nombres para autocomentarse sus payasadas, o para hacer el indio.
El Allan, no sé si su neurona dará para tanto, no es capaz ni de responder un comentario. Suele utilizar un comentario nuevo para cada frase que se le va ocurriendo, por lo que aumenta la dificultad de descifrar sus mensajes.
En fin, así son las cosas y así te las he contado.
Y este es el resumen de este par de cómicos personajes fumetas.
Saludos a los cuerdos.
Fuente:
Nueva Religión en Eslovenia: “Los Zombis Indignados” (Noticia)
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14)
E. Amores
7 de enero de 2015, 22:15
Que alguien diga que existe un dios de amor y paz todopoderoso ofende mi inteligencia. Y lo perdono.
Que los creyentes impongan sus dogmas en la sociedad, en las leyes y en las escuelas transgrede mi libertad. Y eso no lo perdono.
Que los creyentes se burlen de los ateos, me da risa, pues suelen confirmarme su propia estupidez. Como no me ofende, no tengo nada que perdonar.
Que los creyentes asesinen a otros creyentes o a ateos por burlarse de ellos me da náuseas, asco, repugnancia. Es mucho más que una ofensa. Y eso no tiene perdón, ni humano, ni divino.
Fuente:
Arte, Blasfemia y Ateísmo. La controversia de las caricaturas de Mahoma.
_________________
15)
E. Amores
19 de enero de 2015, 20:50
Vale, a ver si con mi blasfemia, yo también consigo que dejen de intentar convertirme a sus sectas crisitianas.
Para ello hago constar que los fariseos se quedaron cortos. El Espíritu Santo que preñó a María era en realidad el mismo Lucifer transformado en palomo, ya sabemos de su afición de disfrazarse de animales para engañar a las mujeres. Por tanto, Jesús en realidad era un hijo de Satanás. Sus proezas sólo pretendían la captación de fieles para el Reino de su padre. Los seguidores de ese falso Cristo, autodenominados cristianos son por consiguiente seguidores de Satán y cuando mueran sus almas corruptas acabarán en el Infierno.
La guerra entre los dos dioses comenzó antes de la creación del hombre, y de momento Beelzebú va ganando por una amplia goleada.
No insistan más, no quiero pertenecer a ninguna de sus sectas satánicas.
Fuente:
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1)
E. Amores
11 de febrero de 2015, 19:18
11 de febrero de 2015, 19:18
Pues has de ser idiota supremo al ser incapaz de identificar a quien escribe.
Aunque sinceramente, me da lo mismo que pienses que soy o dejo de ser quien tanto te jode. Sea quien sea cuenta con mi total aprobación.
Pero si hay alguien aquí con esas características que describes, ese eres tú.
Atea y a mucha honra. Por lo menos tengo bien claras mis ideas, cosa que de ti no es posible decir lo mismo. Que tan pronto crees en el dios bíblico como en el karma de los tibetanos, como en DI, como en todos a la vez. Eres más fanático que ningún otro creyente de los por aquí llegados, pues tú asumes cualquier tipo de creencia aunque sea la mayor de las magufadas. Pues sigue así creyente de mierda, sigue consumiendo tu vida entre dioses y espíritus y reúnete con ellos lo antes que puedas.
Fuente:
_________________
2)
E. Amores
27 de enero de 2015, 16:48
No puedo, ni quiero imaginarme otra vida ETERNA rodeada de tantos subnormales.
Fuente:
_________________
3)
E. Amores
13 de enero de 2015, 1:46
Sí Anónimo, pasé una niñez de mierda por culpa de la religión.
Qué cosas.
Suerte que maduré y lo superé.
No como otros :D
Fuente:
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4)
E. Amores
21 de enero de 2015, 2:23
Anónimo 32.b
Haces bien en temerme.
Por muchos nombres que te inventes al final de tus estólidos comentarios, sé quien eres. ¡Patán!
¿Y sabes? Disfruto capando patanes.¡Ojito!
Fuente:
_________________
5)
E. Amores
21 de enero de 2015, 4:09
Esperpéntico de marca registrada 121
¿Dudas a caso, que ya todos sabemos que usas mil nombres anónimos para incordiar? Te reconocí desde el primer momento, solo un esperpento inculto como tú se pondría de nombre anibal en minúsculas y sin tilde.
También sabemos que tú eres el mismo que responde tus comentarios sin respuesta, el que te autohalagas y vitoreas.
El ridículo lo haces cada vez que escribes, cuando te autorrespondes ya resultas irrisorio sublime.
Chapero subnormal, te voy a aclarar algo, sigo pensando lo mismo que el primer día. Sólo eres una mierda porcina apestosa.
La diferencia estriba en que hasta hoy no me habías dado la oportunidad de decirtelo tan abiertamente. Me imagino lo que habrás tenido que morderte la lengua esa llena de semen que tienes para no sacar a la luz tu repugnante misoginia. Pero al fin todos hemos podido conocer una nueva faceta de la gran mierda que eres.
Un cacho carne con ojos tiene más categoría que tú. Tú eres peor que un desecho humano, eres un desecho animal, apestoso y tóxico.
¿Quieres más evidencias? Pues toma otra: Antes te paseabas por aquí como un payaso estúpido, narcisista, maltratador de animales y cobarde, a partir de ahora te vas a pasear como el payaso estúpido, narcisista, maltratador de animales, cobarde y misógino repugnante que eres.
Tú ya no das lástima, tú ya das asco.
¡Qué te folle el péndulo de Rolex, so mierda!
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