Nota Inicial:
La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog. Este artículo NO fue escrito por el habitual escritor y responsable de este sitio Noé Molina. (*)
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Diálogos con el Dios Judío-Cristiano
Es aquí una conversación muy apropiada con el personaje conocido, pero no visto, del denominado Dios judío-cristiano, al que se le hacen una serie de preguntas relacionadas con los polémicos libros sagrados de la Biblia y los Evangelios, pero que resulta no serlos tanto. El aquí creyente, pero por lo que parece no lo era tanto, por el hecho de plantearse esta conversación con el todo poderoso, eso sí, podría haberlo realizado en la más recóndita capilla de una vetusta iglesia y arrodillado ante su imagen bendita, pero fue no fue así. Entonces lo mejor es imaginárnoslos como aquella serie de películas italianas antiguas en que el personaje principal de las mismas, Fernandel, hablaba a una imagen de Jesús clavado en la cruz. Pero aquí la palestra es realizada con su soberano Padre, (que en realidad es él mismo) el todo poderoso y único Dios verdadero en el que sale mal parado. Veamos lo que sucedió:
-Señor, ¿me podrías responder a algunas preguntitas ya que tengo una serie de dudas?
-Claro, soy omnipotente y omnisciente, sé el fin desde los principios y ya sé hasta todo lo que tu vas a preguntarme, hijo mío.
-Señor, ¿por qué escribiste en aquellas tablas de piedra y diste a Moisés prohibiendo hacer imágenes de lo que hay en las aguas debajo de la Tierra, cuando la Tierra no queda en cima de las aguas?
-Hijo, es cierto, pero no quedan ahora. Antes era exactamente como está escrito. Fui yo el que reformé el sistema al final de la Edad Media. ¿Tu crees que si la Tierra no fuese plana en cima del mar, Satanás no hubiese podido enseñar “todos los reinos del mundo” para mi hijo Jesús desde la cima de aquel “monte?”
-¡Ah! Señor, lo he entendido. Pero el David dijo que el Sol camina por el cielo “de una extremidad..., a la otra”, y eso no es verdad. ¿Por qué tú lo engañaste?
-No. Eso no es así hoy. Sin embargo, en aquel tiempo sí lo era. ¿No recuerdas que yo dije que había hecho unas reformas astronómicas? Antes la Tierra era el centro, y el Sol estaba caminando por el cielo para iluminarla. Posteriormente yo coloqué al Sol en el centro, y a todo el mundo le pareció bien. Las iglesias cristianas fueron las únicas que tardaron un tiempo en entender los arreglos, pero ahora ya está todo aclarado.
-Sí, lo entiendo... Pero me gustaría también saber, ¿por qué si como dices que lo puedes todo, en aquella época del diluvio mataste a la humanidad entera, no salvándose ni los infantes, que no tenían ningún pecado?
-¡Eso es lo que tu piensas! ¿No oíste hablar del refrán que dice: “hijo de pez es pececito?” Yo que soy omnisciente sabía que todos ellos, desde el vientre de sus madres, serían unos bandidos y asesinos, por lo que no podían quedar impunes.
-Sí..., ¿quién soy yo para cuestionar al todo poderoso...? Pero hay otra cosa que no entendí: ¿Por qué el Señor mató a todos los animales de la Tierra, salvando solamente una pareja de cada, si ellos no eran pecadores? ¿O va a resultar que sí lo eran?
-¡Ah! Tú eres el que no entiende casi nada y aún estás queriendo cuestionar lo que yo hago. ¿Tu as pensado en el desequilibrio que habría sido si yo hubiese dejado millones de cada especie de animales cuando los humanos eran solamente una familia? Yo los destruí a todos como un camino más fácil para preservar el equilibrio del medio ambiente.
-Bueno, intentaremos entenderlo. Pero cuando ocurren esos terremotos en los cuales mueren miles de personas, ¿por qué también mueren los buenos y malos juntos? ¿Por qué, Señor, no preservas a los buenos?
-En primer término, tú no tienes capacidad como YO de saber quienes son los malos y quienes son los buenos. En segundo, yo dejé que algunos buenos muriesen porque si ellos quedasen vivos, irían sufrir mucho durante el resto de sus vidas en aquellos lugares de desolación. De esta manera yo los beneficié evitándoles todos esos sufrimientos.
-¡Es verdad, yo no tenía pensado en eso...!
-Tú eres, en realidad, un pobre de espíritu. Y aún crees estar a las alturas de pensar que YO estoy equivocado en todo lo que hago.
-Señor, perdóname, lo que ocurre es que nosotros los pecadores queremos saber de todas las cosas...
-Sí, claro... ¿Ya leíste lo que les pasó a Adán y más aún a su compañera Eva por querer conocer el bien y el mal? ¿O va a resultar que eso no lo llegaste a leer?
-Es verdad. Pero Señor, yo quiero saber mas una cosita. Aquella viejecita, vecina mía, que era tan religiosa, tan buena; nadie reclamaba nada de ella; en mi pobre manera de ver y pensar, hasta parece que ella no cometía pecados. Ella sufrió tanto y durante largos años con aquel cáncer en los pulmones que se le complicó con un enfisema; fue trágico su fin. ¿Por qué, ¡Oh, Señor!, dejaste que ella sufriese tanto de esa manera?
-¡Parece ser que tu definitivamente no entiendes las cosas! Aquella imbécil sabía que el tabaco le hacía mal y estuvimos que estar soportándola durante 30 largos años echando humos apestosos por la boca contaminando el ambiente donde trabajaba junto a sus compañeros, inclusive sus familiares. Tú no te imaginas cuantos sufrimientos ella llegó a causar. Lo tuve que hacer, para así no perjudicar mas la vida de sus compañeros y familiares fue darle un cáncer pulmonar.
-Estoy empezando a entender aquella frase bíblica que es muy popular donde dice: “el Señor escribe cierto pero con renglones torcidos”. Aún así yo tengo algunas preguntas más para hacer. Señor, tu hijo Jesús dijo y sus representantes, que cuando les conviene nos lo recuerdan, que él un día volverá aquí para buscar a sus amigos y llevarlos a los reinos celestiales. Pero resulta que antes de eso las estrellas caerán. ¿Cómo eso será posible si las estrellas son tantas y cada una de ellas, aún las menores, son muchas veces mayores que la propia Tierra? ¿Cómo se explica ese fenómeno?
-¡AH! ¡Tú te olvidas, una ve más, de lo que ya dije sobre la reforma astronómica! Sucedió que además de darle a la Tierra la forma redondeada y quitarla del centro del universo, puse a ese planeta lleno de gentes perversas que no lo merecen, yo aumenté el tamaño de las estrellas. Ocurre que mi hijo Jesús dijo aquello antes de que yo hiciese las reformas. Ahora ya no van a caerse las estrellas. Yo lo he mudado todo porque veía que nada estaba dando resultados. Mas aún, yo ya hablé con Jesús para que no vuelva a la Tierra, porque si él lo hiciera, esos que están ahora predicando un montón de tonterías y mentiras en su nombre, son capaces de quererlo crucificar nuevamente, para así continuar engañando a los pueblos dos o tres mil años más; o como ellos dicen: insecular seculorum.
-¡Señor! ¡Señor! Hablaste a través de uno de tus muchos profetas y doctores de iglesias diciendo: “Yo, el Señor, no mudo...”. ¡Y ahora estamos sabiendo que has hecho tantas mudanzas que ni parece ser el mismo Planeta del Génesis...!
-¡Hijo, olvida eso! Es la fuerza de la expresión. Yo llegué a decirlo solamente para aquellos pueblos rebeldes pudieran entender que lo que cumplo es lo que prometo. Yo no necesito de todos esos radicalismos. ¡Yo soy el Señor! “Yo formo la luz y creo las tinieblas; yo hago la paz y creo el mal y las guerras. ¡YO soy el Señor, el que hace y deshace todas estas cosas!
-¡Ah! Yo estaba pensando más bien que tú serías el propio Diablo. Ahora sé que el Señor es el que estaba instigando al Bush, Bin Laden, Blai, Aznar, Berlusconi, al actual Trump, Bolsonaro y no olvides aquellos otros del pasado que mandaron matar a tantas gentes en tu santo nombre y el de tu hijo Jesús. Aún con el agravante de que prometes un puñado de vírgenes a los terroristas islámicos cuando llegan al paraíso... ¿Todo eso eres tú, el mismo Señor, Dios de Dioses quien lo provoca? Pero Señor, según tu, está escrito que nada ocurre contra tu voluntad, que el Señor sabe el fin desde el principio; que el Señor tuvo que andar arreglando un buen puñado de cosas que te salieron erróneamente; y que hasta te has arrepentido de haber creado al hombre a tu imagen y semejanza... ¿Todo eso no está así como medio contradictorio...?
-¡Escucha, tú hombre! ¡Te estás pasando de los límites! ¡Por mucho menos yo acostumbro a mandar un rayo exterminador! Me estoy arrepintiendo de haber aceptado habla contigo. Yo he resuelto accionar el “rayo y que te parta” y así acabo de una ves con todo esto. Trrrrrraaaaaaaa...
- ¡Hostias! ¡Coño! ¡Me vale...! ¡Ahhhhhhhh! ¡Más que bien, todo ha sido un mal sueño...! ¡Ya estaba pensando yo que ahora estaría fulminado…!? Pero como voy a estar fulminado si ese dios de dioses no existe?
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(*) Nota Final:
El autor de esta publicación es "Zerimar Ilosit", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo.
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Ver:
Carta Abierta a los Creyentes
(Colaboración)
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Buenas Razones para No Creer
(Colaboración)
Ver:
Los "Milagros" de Jesús
(Colaboración)
El Misterio de la Trinidad
(Colaboración)
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Ateísmo… ¿Eso qué es?
(Colaboración)
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Quien es Dios?
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¿Existió Jesús?
¡Claro, existieron muchos!
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Top 10 “Metidas de Pata” de la Biblia.
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Top 10 Características Indeseables de Dios.
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Excusas Cristianas: Nº 12
“Estás equivocado; pero no tengo tiempo de explicarte”
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Excusas Cristianas: Nº 13
“¡Los Ateos También...! (Tu quoque)”
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Excusas Cristianas: Nº 14
“Amenazas e Insultos a los Ateos”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 15
“Muchas más Absurdas Excusas sin Sentido”
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Top 10 Versículos Bíblicos usados como Excusas en los debates con Ateos
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"Yo no creo en nada. Para mí la fe es algo tan odioso como lo es pecado para los creyentes. El que sabe, no puede creer. El que cree, no puede saber. El término "fe ciega" es una redundancia, pues la fe es siempre ciega"
Ernest Bornemann