Nota Inicial:
La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog. Este artículo NO fue escrito por el habitual escritor y responsable de este sitio Noé Molina. (*)
___________________
La paradoja de la inteligencia,
omnisciencia y omnipotencia divina.
La inteligencia se puede definir escuetamente como la capacidad para resolver problemas. Para ello, la inteligencia interactúa de forma sinérgica con el conocimiento que, a su vez, otorga poder para saber las causas de los problemas y darles una solución. El poder del hombre se basa en sus descubrimientos que le permiten desarrollar, a su vez, tecnología y ésta es el brazo ejecutor que le otorga todo el poder que hasta ahora tiene el ser humano.
La inteligencia surge en los seres vivos que, llenos de necesidades, se ven forzados a satisfacerlas bien a través de instintos, bien a través de una inteligencia que se desarrolla por evolución en la misma proporción tanto a la cantidad de necesidades como a la categoría de las mismas.
El hombre, como poseedor de una inteligencia sin parangón, ha ido evolucionando a partir de dicha inteligencia hallando conocimientos y experiencia que le han permitido superar muchas dificultades. Los conocimientos incorporados han sido a base de estudiar la materia en todas sus vertientes, tanto la exclusivamente física, como la orgánica. De ahí, surgen todas las disciplinas científicas como las ciencias naturales, las psicofísicas, las neurológicas, etc. por medio de las cuales, el hombre se ha abierto camino hacia la resolución de sus necesidades. Todo el estudio, por tanto, es sobre la materia y sus emergencias entendidas como los productos derivados de la materia que no son propiamente materiales, pero sí dependientes de ella.
Donde no hay materia, no hay posibilidad de que haya necesidades ni problemas, ni tampoco la posibilidad de estudiar y conocer elementos que no pueden ser observados ni analizados. ¿Qué objeto de ser tiene la inteligencia en un ser inmaterial como Dios? ¿Qué tipo de conocimiento puede ser la supuesta omnisciencia divina si no hay nada que estudiar? ¿Qué finalidad puede tener la omnipotencia en un mundo en el que el poder no puede tener ningún significado?
Atribuir a Dios inteligencia, omnisciencia y omnipotencia, implica, necesariamente, que Dios tiene necesidades o problemas que resolver. Pero la paradoja es más que evidente. Si no hay materia, no hay nada que estudiar ni saber. Y el poder es el resultado del estudio y de la obtención de conocimiento. ¿Sobre qué se tiene poder si no hay materia?
Los antropomorfismos en los que se basa la definición de “Dios” son, además de evidentes, fruto de la invención humana que, en su afán por magnificar a un ser al que se sometía, le atribuyó todos los poderes que el hombre desearía para sí constituyendo un verdadero “desiderata”, pero esa apresurada elaboración y construcción de un ser divino produjo esas paradojas irresolubles y que hoy lo desmontan y lo convierten en un simple ser quimérico al mismo nivel que la mitología griega.
_______________
Excusas Cristianas: Nº 12
“Estás equivocado; pero no tengo tiempo de explicarte”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 13
“¡Los Ateos También...! (Tu quoque)”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 14
“Amenazas e Insultos a los Ateos”
Ver:
Excusas Cristianas: Nº 15
“Muchas más Absurdas Excusas sin Sentido”
Ver:
Top 10 Versículos Bíblicos usados como Excusas en los debates con Ateos
Ver:
Carta Abierta a los Creyentes
(Colaboración)
Ver:
Buenas Razones para No Creer
(Colaboración)
Ver:
Los "Milagros" de Jesús
(Colaboración)
El Misterio de la Trinidad
(Colaboración)
Ver:
Ateísmo… ¿Eso qué es?
(Colaboración)
Ver:
Quien es Dios?
Ver:
¿Existió Jesús?
¡Claro, existieron muchos!
Ver:
Top 10 “Metidas de Pata” de la Biblia.
Ver:
Top 10 Características Indeseables de Dios
Ver:
Ver:
"Yo no creo en nada. Para mí la fe es algo tan odioso como lo es pecado para los creyentes. El que sabe, no puede creer. El que cree, no puede saber. El término "fe ciega" es una redundancia, pues la fe es siempre ciega"