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Volver a las Indulgencias (Colaboración)

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Nota Inicial:

La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog. Este artículo NO fue escrito por el habitual escritor y responsable de este sitio Noé Molina. (*)

 

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 Volver a las Indulgencias

 

Allá por el 1521 el sacerdote agustino y disidente Martín Lutero recibió la bula papal que lo excomulgaba Decet Romanum Pontificem. En aquella época recibir eso era como una sentencia de muerte, hoy, ya no sirve ni para lo que estamos pensando…, pero fue el principio de una guerra que duraría hasta hoy día, aunque las apariencias sean otras. Con ese acto comenzó uno de los mayores cismas contra la iglesia católica por lo que el protestantismo ha alcanzado la cuota de algunos millones de adeptos.  

Sin embargo, tanto católicos como protestantes no saben, o mejor decir no les interesan saber las cuestiones que llevaron a que Lutero diera ese paso tan grande dentro de las religiones, llamémosla modernas, si las comparamos con la egipcia, hititas, griega, romana, etc.

La cuestión viene a colación pues resulta que, concretamente en Brasil, existe un gran movimiento en relación con las sectas denominadas protestantes o “creyentes”. Ellas están acaparando el poder que aún tiene el catolicismo, pero no saben éstos el tiempo que les pueden durar ese chollo… Resulta que todas estas sectas, venidas mayormente de USA, aquí han encontrado tierra fértil para expandirse. Por otro lado, si no han llegado a substituir al catolicismo es porque ellas se han dividido tanto que por el momento al clero papista no les pueden hacer mucha sombra, pero tampoco se han de dormir en los laureles si quieren hacer realidad su poderío insecular seculorum…   

Cabe resaltar y habiendo hecho referencias a ese país tan católico, que los actuales papas, como lo hicieron en su momento otros por el mundo, han venido a Brasil precisamente por esos motivos, el de que está perdiendo protagonismo el catolicismo en beneficio del protestantismo, por lo que el clero papista no está dispuesto a perder esos tremendos privilegios y perdería las ganancias que tienen desde el “descubrimiento” por los católicos portugueses.

Por supuesto, que esto no se comenta en los medios de comunicación. El pretexto, además de canonizar al primer santo brasileño, el realizar la conferencia Latinoamericana de obispos y todas esas chorradas, resulta que el protestantismo también tiene mucha influencia en todo el continente. Pero el raciocinio es obvio: ¿Qué pinta una potencia extranjera, el Vaticano, el hacer esa “reunión” en la que se ventilan las influencias políticas-religiosas fuera de casa…? Eso es una ingerencia en la política de esos países como ocurre con los USA norteamericanos… Pues por ahí anda la cosa.    Antes de entrar en materia y la finalidad del artículo veamos un escueto relato del porqué surgió el protestantismo y sus motivos. Ocurrió como con el catolicismo, sus seguidores no tienen ni idea del como surgió el mito de Jesús y todo el montaje que desde hace 2 mil años lleva al mundo por “la calle de la amargura…”.

Todo comenzó allá por el 1511, cuando Lutero fue enviado a Roma. Él quedó muy escandalizado por el lujo y las inmoralidades de la corte papal y el alto clero. Algunos años posteriores el entonces papa León X decidió demoler la basílica Celestina, en Roma, que tenía unos 12 siglos de antigüedad y construir otra nueva, la actual basílica de san Pedro. Pero ocurrió que, no teniendo dinero suficiente para continuarla, decidió conseguirlo vendiendo indulgencias por toda la cristiandad, que en aquella época era mucha a pesar de las epidemias y guerras.

Se llama indulgencia (o perdón) a la facultad dada a los fieles de redimirse (librarse), mediante una cuantiosa limosna de las penitencias que habían cometido por sus pecados. En el caso concreto, pues había otras, se redimían para la construcción de la basílica. Y para ser preciso, hoy aún continúa dando sustanciosos beneficios después de tanto tiempo, solo que no con indulgencias y sí con el turismo… ¿quien lo iba a pensar?

El efecto de las indulgencias o el librarse de los pecados, podían aplicarse tanto a vivos como a las almas de los difuntos castigado por Dios en el purgatorio. Por cierto, cabe recordar que ese “purgatorio” ya ha sido eliminado por parte del papa y jerarquía, pues parece que ya no hace efecto ni es necesario para la entrada en el cielo o infierno, según se mire.  

El encargado de predicar las indulgencias en Alemania, el entonces Sacro Imperio Romano Germánico, fue el fraile dominico Johann Tetzel, que llegó a Wittenberg en 1517.

El asunto de las indulgencias desató en Lutero un fenomenal cabreo e indignación que le llevó a fijar en la puerta de su localidad las 95 famosas razones impugnando su venta. Él prosiguió con sus ataques en los años sucesivos contra todo el sistema de gobierno y las creencias católicas, por lo que el papa lo excomulgó.

Lutero no fue el primero en esta lucha. Juan Wyelef, (1323-1384), en Inglaterra y Juan Huss (1369-1415) en Bohemia. Pero ninguno de estos y otros ataques al papa y curia romana obtuvo éxito. En general los hombres de aquella época no estaban preparados para imponer nuevas innovaciones. Juan Huss, terminó en la hoguera. Por supuesto, Lutero sí se halló en una situación mucho más favorable. En Alemania existía por aquel entonces un descontento casi general contra el poder de Roma, es por lo que él recibe apoyo, auxilio y protección de los príncipes alemanes. El único que hubiera podido sofocar la “revolución luterana” era el archi-católico emperador Carlos V de Alemania y I de España, pero estaba muy atareado con sus enemigos, Francia y los turcos para preocuparse del movimiento Reformista. Cuando Carlos pretendió contenerla, era demasiado tarde, el protestantismo había triunfado entre el pueblo alemán y otros países europeos. No obstante, empezó las guerras de religiones que llevo a Europa a ser un “infierno”, incluyendo las persecuciones por ambas partes de herejes.

Volviendo a las indulgencias, el quid de la cuestión consistía era que Roma estaba concediendo perdón para los pecadores que hiciesen donaciones para la iglesia. Estaba vendiendo el cielo, aunque eso lo continúa haciendo en la actualidad. Para los católicos no era necesario ya tener fe, ni dejar de pecar. Cuanto mayor eran las donaciones, mayores los privilegios y posibilidades de conseguir un lugar preferente “a la derecha del Padre”. Todo esto garantizado por el papa de turno.

Lutero, para combatir a la iglesia romana recurrió a la “Teoría de la Predestinación”, basada en la Biblia, por lo que la salvación sería obtenida, no por las buenas acciones y obras, pero sí por unos privilegios unilaterales de Dios. (Epístola a los Efesios 2:8: “Porque por la gloria seréis salvados, por medio de la fe, y eso no viene de vosotros, es el don de Dios”). Defendiendo esta teoría, Lutero ponía al descubierto la monstruosa corrupción que enriquecía a la iglesia católica de entonces. Por supuesto, también a la de hoy, pero eso ya es tratable en otro artículo.

Desde entonces y durante estos siglos esta teoría ha tenido tremenda repercusión económica. Mientras los países católicos continuaban (y continúan) preocupados en no pecar, pensando en la vida eterna, los protestantes, por efecto practico, abolieron el pecado. Como lo demostró el sociólogo Max Weber, de que ese espíritu del protestantismo fue la chispa que detonó el capitalismo y dio paso al progreso y desenvolvimientos científicos (no sin luchar, caso de Darwin), que benefició mayoritariamente a los países protestantes.

Esa fue la gran diferencia entre católicos y protestantes por cerca de siglos. No hace mucho la iglesia romana capituló, pero eso sí, en el papel. Veamos. El obispo católico Edward Cassidy firmó una declaración conjunta con el obispo protestante Christian Krause, en la misma ciudad donde Lutero lanzó las bases del protestantismo, declarando que “la salvación viene de la fe y no de las buenas obras”. ¡Fantástico! ¡La iglesia católica también abolió el pecado (a su manera), con unos 500 años de atraso!

Claro es que “de lo dicho a lo hecho, va mucho trecho”. Lo sorprendente es que la historia dio un colosal giro. Los católicos, mansamente, continuaron llenando “los cepillos”, como siempre lo han hecho. Inclusive conviene mencionar los millones de €uros que el estado español regala todos los años mansamente sin que sepamos cuando parará esa catarata de dineros que beneficiaria a muchos españoles.

Pero es aquí donde Lutero al igual que el supuesto Jesús quedaron burlados. Los protestantes, principalmente en los países sudamericanos y por conocimiento en Brasil, en que especialmente las sectas evangelistas tienen unas grandes campañas agresivas de captación de adeptos y los exigentes diezmos. Algunos llegan a tener ventanillas para recibir las contribuciones de los fieles y aún pidiendo los comprobantes del contra cheques, para que el “Señor” no sea engañado, o como acostumbran ellos a decir: “el no contribuir con el diezmo es robarle a Dios”.     

Concretamente en Brasil y desde hace bastante tiempo los protestantes están abriendo salones (iglesias) por todas partes. Compran antiguos cines, cabarés, emisoras de radio y TV; utilizan técnicas de persuasión de masas; convierten los “días del diezmo” en verdaderas orgías de captación de dineros… Ellos exigen el diezmo de todas las rentas de sus fieles, hasta de las herencias y ventas de coches, casas, etc. Si el creyente, por una de esas “tentaciones” llega a ocultar el diezmo, entonces el Diablo estará tras él y su vida será destruida. Ese es el método que los pastores protestantes les inculcan a sus “borregos”. Y por supuesto, los muy imbéciles, ya que no tienen otro calificativo, se los creen, llenando las cuentas bancarias de esa gentuza. En ese punto nada nuevo ni envidiable con el catolicismo.   

En realidad, aquella “Teoría de la Predestinación” fue arrojada a la basura, como tantas otras, pero habitual en todas las religiones. Los protestantes al igual que los católicos van para el cielo todos aquellos que hagan las donaciones más sustanciosas hacia las respectivas sectas, esas mismas que proliferan más que la mala hierba.

Es aquí la vuelta triunfal de las indulgencias plenarias, pero esta vez por parte de los “corderos” incitados por los pastores de Martín Lucero, pues en relación con el catolicismo lo venimos padeciendo, y sin podernos escapar desde hace mucho, mucho tiempo. ¿Será que surgirá otro Lutero? Lo dudamos, en esta secta, al igual que en cualquier otra, sea de la fe que quieran inventarse, no se ve a corto plazo el dejar este fabuloso negocio de engañar a los pueblos y enriquecerse a costa de ellos.  



(*) Nota Final:

 

El autor de esta publicación es "Zerimar Ilosit", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo.


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Carta Abierta a los Creyentes 
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Buenas Razones para No Creer
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Los "Milagros" de Jesús 
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Ateísmo… ¿Eso qué es? 
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Quien es Dios?

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¿Existió Jesús? 
¡Claro, existieron muchos!


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Top 10 “Metidas de Pata” de la Biblia.

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Top 10 Características Indeseables de Dios.




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