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¿Pruebas de la existencia de Jesucristo? Siete pruebas en debate

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¿Pruebas de la existencia de Jesucristo?

Siete pruebas en debate


Puede que Jesucristo sea el hombre más famoso que haya vivido jamás, pero ¿Cómo sabemos que lo hizo?

Por Natalie Wolchover

Publicado 8 de julio de 2013


La mayoría de los historiadores teológicos, tanto cristianos como no cristianos, creen que Jesús realmente caminó sobre la Tierra. Sin embargo, llegan a esa conclusión a partir de la evidencia textual de la Biblia, en lugar de a partir de la extraña variedad de reliquias que desfilan como evidencia física en las iglesias de toda Europa. Esto se debe a que, desde fragmentos de texto escritos en trozos de pergamino hasta abundantes astillas de madera supuestamente rescatadas de su crucifijo, ninguna de las evidencias físicas de la vida y la muerte de Jesús resiste el escrutinio científico.


Sabana santa

Fotografía en negativo de cuerpo entero del Santo Sudario de Turín.

Muchos creen que el Santo Sudario de Turín, que es quizás la reliquia religiosa más famosa del mundo, es el sudario de Jesús. El manto de lino de 4,2 x 1,2 metros, que lleva la imagen fantasmal del cuerpo de un hombre, ha sido venerado por millones de peregrinos en una catedral de Turín, Italia. Pero, científicamente hablando, el Santo Sudario de Turín es falso.

La datación por radiocarbono del sudario ha revelado que no data de la época de Cristo, sino del siglo XIV; casualmente, esa es la fecha en la que apareció por primera vez en los registros históricos. En un documento escrito en 1390, el obispo francés Pierre d'Arcis afirmó que la imagen de Jesús en el lienzo estaba "pintada con astucia", un hecho "atestiguado por el artista que la pintó".

En la actualidad, la Iglesia Católica no reconoce oficialmente la autenticidad del Santo Sudario de Turín, aunque muchos fieles, incluido el Papa Benedicto XVI, han indicado que creen personalmente en su santidad.


Astillas de madera

En la misma línea que los abundantes clavos, por toda Europa se encuentran astillas de madera de la «Verdadera Cruz» –la cruz en la que fue crucificado Jesús– suficientes para llenar un barco, según esta famosa observación del teólogo del siglo XVI Juan Calvino: «No hay ninguna abadía tan pobre que no tenga un ejemplar. En algunos lugares hay grandes fragmentos, como en la Santa Capilla de París, en Poitiers y en Roma, donde se dice que se hizo un crucifijo de buen tamaño. En resumen, si se juntaran todos los trozos que se pudieran encontrar, formarían un gran barco. Sin embargo, el Evangelio atestigua que un solo hombre fue capaz de transportarlo».


Clavos sagrados

Una estatua de Jesús en la cruz en la Basílica Catedral de San Francisco 

en Santa Fe, Nuevo México.

En un documental titulado "Los clavos de la cruz", emitido en 2011 en History Channel, el cineasta Simcha Jacobovici cuenta la historia de dos clavos supuestamente descubiertos en una tumba de 2.000 años de antigüedad en Jerusalén. Presenta pruebas circunstanciales que parecen sugerir que las reliquias oxidadas alguna vez clavaron a Jesús en la cruz.

Algunos creen que la tumba en la que se encontraron los clavos es la del sumo sacerdote judío Caifás, quien preside el juicio de Jesús en el Nuevo Testamento.

En su cobertura de la nueva película, Reuters informó que la mayoría de los expertos y académicos con los que se pusieron en contacto descartaron el caso del cineasta por considerarlo exagerado y lo calificaron de truco publicitario. Resulta que los trucos publicitarios abundan cuando se trata de objetos sagrados. En 1911, el erudito litúrgico inglés Herbert Thurston contó todos los clavos que en ese momento se creía que se habían utilizado para crucificar a Jesús. Aunque se supone que sólo tres o cuatro clavos (el número exacto está en debate) habían clavado a Cristo en la cruz alrededor del año 30 d. C., en 1911 se veneraban 30 clavos sagrados en tesoros de toda Europa.

En una entrada de la Enciclopedia Católica, Thurston, un jesuita, ofreció esta explicación para el excedente de ferretería: "Probablemente la mayoría comenzó por afirmar que eran facsímiles que habían tocado o contenían limaduras de algún otro clavo cuya afirmación era más antigua. Sin fraude consciente por parte de nadie, es muy fácil que imitaciones de este tipo lleguen en un espacio de tiempo muy breve a ser consideradas originales".


El plomo miente

El texto que aparece en los códices contiene 

numerosas inconsistencias y anacronismos.

Setenta libros de metal supuestamente descubiertos en una cueva de Jordania fueron aclamados como los documentos cristianos más antiguos. Los estudiosos los dataron apenas unas décadas después de la muerte de Jesús y los calificaron como el descubrimiento más importante de la historia arqueológica.

Los cristianos tomaron los libros como prueba de la existencia real de Jesús, porque en una página aparecía una imagen de él. Cerca de allí, un fragmento de texto que decía "Andaré con rectitud" fue interpretado por muchos como una referencia a la resurrección de Jesús, una prueba contundente de que realmente ocurrió, tan poco después del hecho.

Pero los códices de plomo son falsos: una mezcla de dialectos anacrónicos e imágenes prestadas, probablemente falsificadas en los últimos 50 años. "La imagen que dicen es la de Cristo, el dios del sol Helios, de una moneda que vino de la isla de Rodas", dijo a la prensa el arqueólogo de Oxford Peter Thonemann. "También hay algunas inscripciones sin sentido en hebreo y griego". El principal erudito que había respaldado su autenticidad resultó ser más tarde un pensador marginal sin credenciales reales.


Pergaminos sagrados

Uno de los Rollos del Mar Muerto, el rollo de Preceptos de la Torá, proporciona instrucciones religiosas a los miembros de la fe judía e incluye un calendario hebreo, leyes religiosas (llamadas halajot) e información sobre el Templo y sus rituales.

Uno de los hallazgos arqueológicos más importantes que datan de la época de Jesús puede o no proporcionar evidencia de su existencia, dependiendo de a quién le preguntes. Los Rollos del Mar Muerto, un vasto tesoro de documentos en pergamino y papiro encontrados en una cueva en Israel en la década de 1940, fueron escritos en algún momento entre el 150 a. C. y el 70 d. C. En un lugar, los rollos se refieren a un "maestro de justicia". Algunos dicen que ese maestro es Jesús. Otros sostienen que podría ser cualquiera.


La corona de Cristo

Según la creencia cristiana, los soldados romanos se burlaron de Jesús 

con una corona de espinas.

Antes de que Jesús fuera crucificado, dicen los Evangelios, los soldados romanos colocaron una corona de espinas en su cabeza en una dolorosa burla a su soberanía. Muchos cristianos creen que el espinoso instrumento de tortura todavía existe hoy, aunque en pedazos esparcidos por toda Europa. Una corona casi completa se conserva en la Catedral de Notre Dame en París. La historia documentada de la Corona de Espinas de Notre Dame se remonta al menos a 16 siglos atrás (una procedencia impresionante), pero no se remonta exactamente al año 30 d. C. Además, como señala Nickell, la corona de Notre Dame es un círculo de pincel y está completamente desprovista de espinas.


La Biblia

El Evangelio de Judas, un texto que data aproximadamente del año 280 d.C.,

cuenta la historia de Judas como colaborador de Jesús en lugar de un traidor.

El mejor argumento a favor de que Jesús vivió en un tiempo es, por supuesto, la propia Biblia. Los estudiosos creen que los evangelios sinópticos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan fueron escritos por cuatro discípulos de Cristo en las décadas posteriores a su crucifixión. Hay otros evangelios que nunca fueron canonizados, pero que fueron escritos por casi contemporáneos de Jesús. Muchos detalles difieren entre los diversos relatos de su vida y muerte, pero también hay una gran cantidad de coincidencias, y a través de siglos de análisis cuidadosos, los estudiosos bíblicos han llegado a un perfil general de Jesús, el hombre.

"Sabemos algunas cosas sobre el Jesús histórico, menos de lo que creen algunos cristianos, pero más de lo que creen algunos escépticos", dijo Marcus Borg, un destacado erudito bíblico, autor y profesor jubilado de religión y cultura en la Universidad Estatal de Oregón. "Aunque algunos libros han sostenido recientemente que Jesús nunca existió, la evidencia de que existió es convincente para la gran mayoría de los eruditos, ya sean cristianos o no cristianos".


Natalie Wolchover fue redactora de Live Science de 2010 a 2012 y actualmente es redactora senior de física y editora de Quanta Magazine. Tiene una licenciatura en física de la Universidad de Tufts y ha estudiado física en la Universidad de California, Berkeley. Junto con el personal de Quanta, Wolchover ganó el Premio Pulitzer 2022 de escritura explicativa por su trabajo sobre la construcción del telescopio espacial James Webb. Su trabajo también ha aparecido en The Best American Science and Nature Writing y The Best Writing on Mathematics, Nature, The New Yorker y Popular Science. Fue la ganadora del Premio Evert Clark/Seth Payne de 2016, un premio anual para jóvenes periodistas científicos, así como la ganadora del Premio de Comunicación Científica de 2017 del Instituto Americano de Física.

Traducido del original:

https://www.livescience.com/38014-physical-evidence-jesus-debated.html


Ver:



Y de dónde salen los Ateos ?

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Y de dónde salen los Ateos ?


Por Amado Martinez Lebron

Octubre 15, 2024


- Dios con minúscula.

Este verano fui invitado a participar en el XXII Congreso Internacional sobre Nuevas Tendencias en las Humanidades, celebrado en La Sapienza, Universidad de Roma. Aprovecho la oportunidad, para agradecer nuevamente a familiares, colegas y amigues, por haber hecho posible con su apoyo, mi asistencia a este congreso. Me invitaron a La Sapienza, para reseñar una investigación que, además de haberme permitido obtener un grado doctoral, me llevó virtualmente hasta la Ciudad de México, convocado por la XXIII Jornada del Libro Caribeño, y a un popular programa de la radio puertorriqueña, en el que participé como invitado en una respetuosa conversación sobre mi trabajo. Esto, a primera vista, no parecerá mucho según los estándares del éxito académico o de cualquier otro tipo, pero al sopesar lo controvertido del tema que discuto, podría considerarse un logro significativo.

Para muchos de los participantes del congreso, mi objeto de estudio provocó reacciones que, aunque trataron de ser corteses, estaban alineadas con la tradición y se reducían a un rechazo visceral sin miramientos. La mayoría de les colegas humanistas nunca se había encontrado con la necesidad de hablar sobre la ciencia ateísta, hilo conductor de mi trabajo, y mucho menos en el contexto de la cultura hispana. Algunos reconocen, una vez lo piensan, que jamás se les hubiera ocurrido hacerse preguntas sobre la descreencia, porque la tradición religiosa pone un velo sobre el asunto. Más veces de las que estamos dispuestos a aceptar, la razón es la coacción, o, dicho de otro modo, el temor irracional a dios, que la cultura dominante nos ha inculcado durante siglos.

En Roma, a pocas millas del Vaticano, presenté mi ponencia ateísta en un congreso que reunió a más de 400 intelectuales de 55 países, y no coincidí con otro ateo. No encontré a nadie que, al conocer mi ponencia, confesara su propio ateísmo o al menos mostrara simpatía por el tema. Dudo mucho que no los hubiera, pero no me topé con nadie. Eso sí, escuché a decenas de personas referirse a la humanidad como “el hombre” o “mankind”, conocí a otro ponente nacido en la Isla, ahora radicado en Texas, y dos parejas de amiguos puertorriqueños coincidieron en estar en la ciudad durante las fechas del congreso.

Mi presentación la titulé “Olvidando a dios: el abandono de la hipótesis de dios en la cultura intelectual que ayudó a construir a Puerto Rico, 1769-1812”; y me veo obligado a empezar señalando, que en la versión publicada por los organizadores, editaron el texto y aparece dios escrito con mayúscula. El cambio se hizo sin ningún tipo de advertencia o espacio para el debate y así está en todo el material del congreso, tanto digital como impreso. No busco debatir sobre esa decisión, porque, si acaso, agradezco la oportunidad que tuve. Mi objetivo en este ensayo es, más bien, hablar de algunos puntos claves del trabajo de investigación en historia cultural crítica que presenté en Roma. A eso llegaré pronto, pero antes quisiera explicar mi decisión de escribir dios con minúscula, ya que se ha convertido en un problema recurrente.

Cuando me corrigen por escribir dios con minúscula, por lo general, usan argumentos de carácter ortográfico o incluso semántico. Eso es de esperarse en el ámbito de lo consuetudinario y no me sorprende. Por costumbre, igualmente, dios se escribe con mayúscula cuando se busca hacer referencia a una de las divinidades de las tres principales religiones monoteístas del mundo. Con esto resultaría ya más que evidente que la imposición ortográfica ha funcionado históricamente como un intento de afirmar la existencia de los dioses que se describen, pero todavía no nos cuestionamos como cultura esa convención, ni su relación con la coerción religiosa. Más adelante esbozaré algunos aspectos históricos del dios impreso, occidental y dominante, que en mi trabajo de investigación discuto a fondo, así como alguna evidencia de su negación en el pasado, que espero arroje más luz sobre estos temas. Sin embargo, adelanto que todo se podría resumir a que se practica escribir dios con mayúscula porque la tradición le atribuye existencia a ese personaje. Nuestra cultura se formó bajo el peso de una comunidad católica que acuñó la grafía de dios creyendo fervientemente en él, pero también sintiendo miedo de su Iglesia. Las primeras traducciones de la Biblia al español en el siglo XVI, hechas tras sus gestores haber renunciado al catolicismo, entre otras publicaciones impresas en el periodo, definieron siempre a dios como existente, al mismo tiempo que la Iglesia autorizaba a esclavizar a los no-católicos y condenaba ateos a la muerte.

Para la Real Academia Española (RAE), “Dios se escribe con mayúscula inicial cuando funciona como nombre propio y con minúscula cuando es un nombre común.” (1) Algunas fuentes añaden que dios en minúscula puede llevar artículo, pero cuando está en mayúscula, no debe. Bajo esas reglas parecería que me veo obligado a decir que escribo dios con minúscula porque hablo del dios común, pero en realidad, lo hago porque entiendo que es imposible que exista el propio. Dios como personaje literario de la Biblia, podría parecer merecedor de un nombre con mayúscula, pero tendría que pasarse por alto la multitud de caracterizaciones que compiten por él. Porque, aunque lean el mismo libro no es lo mismo el dios católico que el protestante. El dios cristiano es diferente al del islam o el judaísmo. Incluso el dios del Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo, y el de apenas hace un siglo no es igual al dios de hoy. Pienso que esos matices se ignoran deliberadamente, porque aceptar que dios cambia es como reconocer que no existe. Todavía parece ser más difícil aún, admitir como cultura, que muchos de los cambios que han experimentado las caracterizaciones históricas de los dioses, han sido espoleados por la producción de conocimientos científicos.

Cuando escribo dios con minúscula y lo defino como una hipótesis que se abandona, me refiero a todos los dioses, vivos o muertos, así como a cualquier sistema metafísico, libro sagrado, autoridad imaginaria, planteamiento especulativo, y sus variaciones culturales en el tiempo. No me limito a los dioses de las principales religiones monoteístas, aunque los tome de ejemplo, por lo que el uso de la mayúscula si algo, restringe el alcance de mis planteamientos. Retar el convencionalismo de escribir dios con mayúscula tiene la virtud adicional de provocar en algunos lectores una respuesta espontánea que suele ser reveladora. Cuando nos corrigen con toda la seguridad del mundo haber escrito dios con minúscula, manifiestan un vínculo personal con la tradición religiosa que de otra manera hubiera sido invisible. La corrección, además, demuestra la necesidad que aun tenemos, de debatir los principios religiosos que, muchas veces, pasan como certezas, amarrados a diferentes costumbres y tradiciones.


- La descreencia

En el primer diccionario de la RAE, que se empezó a publicar en 1726, dios, además de aparecer escrito con mayúscula, se definió incluyendo el detalle de que existía. Así mismo, quedó establecido en el texto impreso, que el Papa tenía el título de “Vice-Dios”. En los diccionarios contemporáneos a este ensayo, como era de esperarse, el Papa ya no se menciona entre las definiciones de la divinidad, pero tampoco dios se escribe con mayúscula, ni se anota que existe. Estas son señas claras de la secularización histórica de nuestra cultura, pero no necesariamente ayudan a explicar el proceso, ni hacen visible el rol que jugó en él la ciencia que abandonó la hipótesis de dios.

Mi propuesta investigativa sostiene como premisa general que la ciencia que se empieza a definir como materialista al menos desde el siglo XVI, es decir, la que se basa en la experimentación, la evidencia, el escrutinio de los pares y la aplicación rigurosa de un método, tiene como uno de sus elementos fundamentales el abandono de la hipótesis de dios. Entiendo, asimismo, que esa cualidad de la ciencia ha promovido la secularización de las culturas dominantes de occidente. Plantear que la ciencia promueve la secularización de las culturas no constituye una novedad, ha sido expresado de esa forma antes, pero, la historia de ese proceso no se había contado. Mi trabajo es precisamente, un intento por comenzar a narrar esa historia en la cultura hispana, como una cualidad intrínseca de la ciencia en desarrollo.

El abandono de la hipótesis de dios en una cultura, además de por su producción científica, se puede medir por su trato al ateísmo. El término ‘ateísmo’, usado para referirse a la descreencia en dios, aparece también en el primer diccionario de la lengua española, aunque su uso se remonta a la Grecia presocrática y se encuentra en la literatura hispana al menos desde el siglo XVI. En los diccionarios concurren “atheos”, “ateísta” y “atheísmo”, manteniendo en la ortografía las señales de sus orígenes griegos: a-theos (sin dios). Estas palabras se escribieron conservando la referencia al sonido de la “theta” (θ) hasta entrado el siglo XIX. La definición de ateísta incluyó, además, la cualidad de impío o necio (“ignorante” o “el que no sabe”), por la misma razón que dios tenía como parte de su definición las cualidades de “…primer y supremo Ente necessario [sic], eterno y [sic] infinito…” (2)

La Inquisición Española (1478-1834) identificó el ateísmo temprano en su fundación y los intelectuales cristianos lo definieron con claridad, vinculándolo a la tradición materialista griega que incluyó al atomismo de Demócrito (460 a. C. – 370 a. C.), la filosofía de Epicuro (341 a. C. – 270 a. C.) y la de Sócrates (470 a. C. – 399 a. C.). Más tarde se convirtieron en ateos emblemáticos, tanto en la cultura inglesa como en la hispana, el filósofo nacido en Ámsterdam, Baruch Spinoza (1632-1677) y Voltaire (1694-1778) nacido en París. La cultura cristiana fue sin duda una de las primeras en definir el ateísmo formalmente, incluyendo su relación con el materialismo, como lo demuestra Jerónimo Gracián de la Madre de Dios (1545-1614) cuando en 1611, publicó un tratado dedicado exclusivamente al “miserable estado de los ateístas” en su tiempo.(3) Jerónimo Gracián asoció el ateísmo con Ámsterdam, el capitalismo mercantilista y la filosofía griega. La inquisición perseguía con prominencia a los practicantes de religiones no católicas, pero siempre reservó un espacio especial para la descreencia de los ateístas descritos como los que negaban la existencia de dios y la inmortalidad del alma desde premisas materialistas.

Los ateos fueron definidos propiamente por el poder religioso hispano que germinó en el humus de las guerras de cristianos contra musulmanes y judíos, en la península Ibérica, durante el siglo XV. Los intelectuales católicos que describieron con precisión el ateísmo fueron devotos de una tradición que usó como excusa la descreencia en el dios católico para esclavizar a los pobladores de las regiones conquistadas en África. La bula Dum Diversas (1452) y la bula Romanuse Pontifex (1455) del Papa Nicolás V (1397-1455), por ejemplo, pretendían ser autorizaciones que le otorgaba el Vice-Dios, al reino de Portugal, para que esclavizara a todos los infieles, paganos, incrédulos y “sarracenos” (musulmanes) que encontraran.(4) Los no-católicos, entendidos como pecadores, además de ser objeto de persecución y castigo, se clasificaron como judíos, musulmanes, protestantes (en sus diferentes denominaciones), herejes, impíos, paganos, incrédulos y ateos. El “atheísmo”, como una forma especial de la descreencia, y como término usado en la literatura impresa por la cultura intelectual hispana, e inglesa, es una categoría de pecado independiente, al menos desde el siglo XVI.

En 1550, Virgilio Polidoro (1470 – 1555) denunció el ateísmo de las tradiciones filosóficas griegas, como amenazas al cristianismo. Así describió a Epicuro, a Protágoras (490 a. C. – 420 a. C.), y a Theodoro Cirenaico (340 a. C. – 250 a. C.), como filósofos que no creían en dioses. De Diágoras de Melos (siglo V a. C.), dijo: “…llamado atheo por sobre nombre (porque ningún dios admitía)”.5 Diágoras, en otros textos posteriores aparece mencionado simplemente como el “Atheo”.(6) Polidoro también citó a Lucrecio (99 a. C. – 55 a. C.) y a Virgilio (70 a. C. – 19 a. C.) para acusarlos de promover a un dios que al igual que el de Epicuro, no se involucraba con el mundo.

En 1588, Cipriano de Valera (1532-1602) español protestante que después de Casiodoro de Reina (1520-1594) produjo una de las primeras y más populares traducciones de la Biblia al castellano (1602), esgrimió el concepto de “atheísta” como una espada. Lo definió como “hombre sin ningún dios, ni religión”, “que ni pensó haber cielo, ni infierno tras esta vida” y “que tiene por fábula la historia del evangelio”(7). Todo lo dijo para referirse a los papas católicos, a quienes también llamó anticristos, pero cuando escribía el incumbente era Sixto V (1521-1590).

Desde el siglo XVI se describe al ateo, al ateísta y el ateísmo con precisión, pero nadie hubiera podido declararse abiertamente como tal y preservar su vida o mínimamente su libertad. Que la censura convirtiera en pecado mortal la identidad del ateísta no es prueba de su existencia tampoco. Pese a ello, la definición que le dio la cultura católica dominante sentó las bases para encontrar a ese individuo y a su comunidad imaginaria con el tiempo, porque entre muchas otras razones, solo pueden existir ateos en una cultura que quiera imponer la creencia en dioses.

Lucilio Vanini (1585-1619) es, sino el primero, el más citado de los individuos acusados y condenados por ateísmo en la cultura católica. En 1619 al médico, naturalista y librepensador se le imputó pervertir a la juventud y ser ateísta, como había ocurrido con Sócrates en Grecia, alrededor de 400 años antes de Cristo. La historia del castigo ejemplar de Vanini, quien pensaba que los humanos compartían ancestros con los demás simios, y fue autor de De admirandis naturae…,(8) se repitió por siglos en la literatura hispana como un escarmiento, se copiaba casi idéntica, generación tras generación. A Vanini le colocaron un letrero que decía: “Ateiste et blasphemateur du nom de Dieu”(9), le cortaron la lengua, lo colgaron, y finalmente lo quemaron en una hoguera. Le confiscaron todas sus riquezas y le hicieron confesar que fue parte de un grupo de ateos que se había propuesto propagar la descreencia por el mundo.(10) El llamado de los administradores del poder fue parte crucial en la creación del sujeto ateísta, porque el término se usó literalmente para sujetarlo: asirlo, doblegarlo, escarmentarlo, o disuadirlo de expresarse libremente, según fuera necesario. El ateísta, como otras identidades culturales, no se definió a sí mismo. Asumió la identidad que ya le tenía bosquejada la autoridad religiosa como antagonista. Hasta el momento, la comunidad cristiana es la primera, en la cultura hispana, en haber dejado evidencia impresa en donde se explica cómo el ateísmo se relacionaba a la ciencia y cómo esto podía hacer caer el andamiaje ideológico que justificaban los privilegios del Papa y el Rey.(11)

En 1548, en la Bibliotheca Eliotae publicada por Thomas Berthelet,(12) aparece una de las primeras menciones al ateísmo que he podido ubicar en la obra impresa por la cultura inglesa. Esta incluía en su definición la palabra “infidel” que se traduce al español como infiel, y significa “aquel que no tiene fe”.(13) Al infiel se le veía como a un traidor de la “fe verdadera”, que en ese momento se entendía como una forma de conocimiento: “…una especial y sobrenatural lumbre del Espíritu Santo, infundida en el entendimiento del Cristiano…”.(14) En la edición del 1583, de la Bibliotheca Eliotae, ya no se usa “infidel” para definir a los ateos, pero las razones para el cambio al momento me son desconocidas.

En la cultura hispana el “atheísmo” incluyó la incredulidad y la ignorancia, como parte de su definición hasta finales del siglo XIX. En 1884 el diccionario de la RAE todavía definía el ateísmo como: “Opinión impía de los que niegan la existencia de Dios”. El término aparece a través de miles de libros desde el siglo XVI, y entre otras cosas revelan su relación histórica con la ciencia porque para la cultura cristiana dominante la ciencia era una filosofía materialista que conducía al ateísmo. Más adelante, en el siglo XVIII se acuñó incluso el término “Spinozism”, para referirse al panteísmo como ateísmo.(15)

Del ateo conceptualizado como una expresión del pecado y como antagonista del poder, es que salen las bases para lo que será la identidad ateísta como afirmación comunitaria que se empezará a definir a partir del siglo XIX en la cultura intelectual de occidente, pero igualmente para su ubicación irreductible bajo las filas del materialismo científico en el XX y XXI. Definirnos como ateístas todavía carga con mucho del estigma histórico, por lo que continúa siendo bastante peligroso. En más de una docena de países islámicos todavía ser ateo es causa para la pena de muerte. En muchas otras partes se ha dejado de perseguir abiertamente la descreencia, pero aún se margina cuando se desestima el reclamo del ateísmo cultural, o asumen la tradición cristiana como un consenso. Esto ocurre en parte, porque no se ha reconocido todavía o cuando se reconoce se encubre, que la ciencia ha desplazado con su éxito la hipótesis de dios, en incontables espacios culturales. Por lo mismo, aspiro a promover con el balance histórico que hago sobre la ciencia y su descreencia, que no será rápida proveyendo certezas, o su comunidad perfecta, pero funciona mejor que la religión, al momento de administrar recursos y organizar esfuerzos colectivos.


- La ciencia atea

Todavía en la mayoría de los debates relacionados al sexo, derechos reproductivos y roles de género, por dar solo algunos ejemplos, se insiste en defender la tradición o la costumbre, predominantemente cristiana, por sobre la evidencia científica. Se asume la autoridad de la cultura religiosa por encima de la prueba, y hasta de las prácticas generalizadas por las personas, cada vez que alguien siente la urgencia de llamarle al sexo consentido o a la expresión de género que se prefiera enarbolar, una perversión, un desvío antinatural, una enfermedad, o un pecado. La resistencia a los nuevos postulados sexuales o a los roles que han reclamado las mujeres entre otras comunidades oprimidas, por más de un siglo, tienen una importante raíz en la definición del sexo que han leído los administradores históricos del poder en la Biblia. Cuando se les prohíbe el cambio a las prácticas culturales relacionadas al sexo y a los roles sociales que proponen, se empuja el colectivo a la violencia y se promueve la inestabilidad social.

La ciencia por otro lado es consciente del cambio como parte central de la existencia comunitaria y si bien produce teorías e imagina leyes, persigue partículas indivisibles y se impone la meta de descubrir cómo nace un universo, respeta la diversidad y habita en el foco mismo de las transformaciones culturales. El cambio de la ciencia es su historia, pero también la nuestra, y cuando habla de dios es solo para derrotarlo. En su trayectoria ha producido de todo, incluso, comunidades que han empezado a plantearse lo que podría definirse como una vida eterna secular cuando aspiran a curar la muerte, a superarla sin el cuerpo, o cuando tratan el envejecimiento como una enfermedad.(16) ¿Cómo pasamos de la vida eterna del alma a la posibilidad de sobrevivir la muerte, sin tener que hablar de dios? Mi objeto de estudio es precisamente, las transformaciones que causa en la humanidad el conocimiento basado en la evidencia que se va acumulando gracias al trabajo de sus comunidades históricas. Porque entre los cambios culturales que provoca la ciencia, cambios de paradigma como diría Thomas Kuhn (1922 – 1996), es que se encuentra la posibilidad de un ateísmo que no solo existe como la negación de los dioses, sino también como la afirmación de las hipótesis materialistas.

El tema del abandono de la hipótesis de dios, en su forma más simple se refiere a toda aquella instancia cultural en donde una explicación derivada de observaciones objetivas sustituye la idea de dios. En mi trabajo de investigación ilustro este proceso con varios ejemplos, pero me parece paradigmática la historia de la inoculación de la viruela. En resumen las primeras campañas de inoculación de la viruela a principios del siglo XVIII en la cultura inglesa promovieron la secularización porque derrotaron todas las objeciones religiosas al procedimiento. La cultura religiosa se negaba a la inoculación, un método precursor de la vacuna descubierta en 1798 por Edward Jenner (1749- 1823), porque entendía que la viruela (y las enfermedades en general) era una de las formas en que dios administraba los castigos en la Tierra. Remediar la viruela era considerado retar a dios. Por lo tanto, la comunidad científica que promovió la inoculación secularizó con su éxito la cultura, porque consiguieron que dios ya no postulara entre los discursos relacionados con la enfermedad.

Si bien se intuye el abandono de la hipótesis de dios en la ciencia desde el siglo XVII y más tarde se habla del ateísmo y de la “teoría de la secularización” como producto de la modernidad, asociándolo con Mijael Bakunin (1814-1876), Carlos Marx (1818-1883), y Max Weber (1864-1920), entre otros intelectuales europeos y decimonónicos, no había sido un asunto que la historia occidental hubiera podido abordar, porque entre otras razones no existió una identidad comunitaria e independiente que la encarnara, al punto de necesitar hacer su genealogía, hasta finales del siglo XX.

En Boston, EE. UU., surgieron varios movimientos efímeros en el siglo XIX que se declararon ateístas, en el contexto de candentes luchas de Poder con los evangélicos del avivamiento.17 Pero en la mayoría de los casos cuando las instituciones religiosas dejaron de tratar de imponerse por la fuerza, ya no fueron necesarios sus esfuerzos secularistas y desaparecieron del ojo público dejando rastros en la prensa, y en algunas leyes. Incluso en Puerto Rico, Nemesio Canales (1878-1923) llegó a identificarse como ateo a principios del siglo XX, dentro de una comunidad imaginaria más amplia, que se autodenominó librepensadora. Sin embargo, el ateísmo de Canales estaba, más que por sus reflexiones científicas, motivadas por su lectura del socialismo, sus posturas anticlericales y la libertad de culto impuesta tras la invasión estadounidense. La identidad de científico ateísta no se galvanizó hasta finales del siglo XX, pero siempre ha ido de polizonte en la nave histórica de la ciencia.

Han existido marxistas ateístas, anarquistas ateístas, feministas ateístas, activistas afroamericanos y de la comunidad LGBTTQ plus que fueron ateístas, pero apenas hubo quienes se identificaran con el ateísmo producido por la ciencia hasta la década de 1990. En esta fecha despunta el ateísmo científico con una serie de intelectuales que comparten muchos objetivos generales sin haberse puesto de acuerdo y que algunos han agrupado bajo la consigna del Nuevo Ateísmo. En conjunto, los intelectuales reaccionaban a tendencias culturales anticientíficas motivadas en gran medida por el reavivamiento religioso que se disparó con fuerza a finales del siglo XX. Este reavivamiento respondía en parte a la caída del Bloque Comunista, emblemático bastión ateísta por casi un siglo, que sufre su primer gran embate con la caída del Muro de Berlín en 1989. El derrumbe de los estados comunistas representó una apertura a los nuevos mercados capitalistas, en donde tomaron un papel de vanguardia las iglesias expansionistas. Los ateístas reaccionaron intelectualmente al ambiente triunfalista de las religiones capitalistas y entre otras cosas, empezaron a explicar el conocimiento histórico producido por sus respectivas disciplinas haciendo explícito que las ideologías religiosas han sido objetoras históricas de la ciencia. Entre estos intelectuales destacan Richard Dawkins (1941), Howard Bloom (1943), Christopher Hitchens (1949-2011), y Sam Harris (1967), entre otros. Stephen Hawking (1942-2018) se une a la tendencia de forma sobresaliente cuando en su libro The Grand Design (2010), hace explícita su postura de que el universo no necesita de un creador. Del físico británico tomo, además, la idea de la ciencia como un ejercicio intelectual que descarta la hipótesis de dios.

Una de las principales conclusiones de mi trabajo, sería que la secularización cultural es visible al menos en la obra producida por los miembros de las élites económicas hispanas, a partir del siglo XVIII. Esto incluye textos creativos, material impreso por corporaciones privilegiadas de accionistas, revistas y libros publicados por la comunidad médica, en especial la relacionada a la inoculación de la viruela, así como la propaganda impresa de las juntas revolucionarias durante la guerra de independencia española entre 1808 y 1812. Mi acercamiento secularista debate con muchos elementos de nuestras tradiciones historiográficas, pero entre ellas disfruto enfatizar que se puede demostrar que la cultura hispana que promovió las primeras versiones de una identidad imaginaria arraigada al territorio de Puerto Rico y que incluso usó por primera vez el gentilicio de “puertorriqueños” en la obra que imprimió, contó con importantes elementos secularistas.

Cuando finalicé mi presentación en la universidad de Roma, rompió el silencio uno de los presentes, para decir que la ciencia se ha convertido en una nueva religión. En el marco de un espacio académico de ese nivel, la expresión me resultó burda y simplista, pero puedo entender que se haya dado como un reflejo defensivo. La ciencia no puede ser una religión, riposté, porque no acepta como respuesta a dios. La ciencia, además, tiene con su método, un sistema de operación bastante flexible y no una verdad absoluta. El método incluye la verificación comunitaria de los postulados que se presenten al foro con evidencia objetiva y se orienta por el cuestionamiento constante. La comunidad científica también parte de la premisa de que solo basta un contraejemplo para descartar una teoría y por lo mismo, entiende que toda certeza es contingente.

Contrario a las religiones, en donde se veneran ideas inmutables y hay cierto orgullo en no cambiar, la ciencia se debe ver como un modelo para el reto constante del status quo y sus autoridades. Porque depende de la rebeldía suficiente como para enfrentar la tradición y no aceptar nada por fe, aunque se inculque con violencia. Para finalizar, quisiera subrayar que mi investigación permite argumentar con evidencia un asunto adicional que me parece urgente exponer. La ciencia nos ayuda a descartar la hipótesis de dios en la cultura, y cuando dios pierde relevancia e influencia, las instituciones religiosas que lo representan quedan expuestas como groseros esquemas cleptocráticos de los que deberíamos prescindir.


Octubre, 2024.


Notas:

1Real Academia Española, Diccionario panhispánico de dudas (Madrid: Espasa, 2005), s.v. «Dios.»

2Real Academia Española, Diccionario de Autoridades (1726-1739): https://apps2.rae.es/DA.html

3Jerónimo Gracián de la Madre de Dios, Diez lamentaciones del miserable estado de los ateístas de nuestro tiempo, Edición, introducción y notas de Emilia Navarro de Kelley (Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 1999) https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmckw5b1

4Romanus Pontifex (Granting the Portuguese a perpetual monopoly in trade with Africa) January 8, 1455: https://www.papalencyclicals.net/nichol05/romanus-pontifex.htm

5Polidoro Virgilio, Libro de Polidoro Vergilio, que tracta de la inuencion y principio de todas las cosas: agora nueuame[n]te traduzido y trasladado en lengua castellana para nuestra doctrina y exemplo… y dirigido al illustrissimo Senor Don Luys Christoual Ponce de Leon … por Francisco Thamara catedratico en Cadiz interprete y recopilador desta obra (en casa de Martin Nucio, 1550).

6Marek Winiarczyk, Diagoras of Melos: A Contribution to the History of Ancient Atheism. (Berlin, Boston: De Gruyter, 2016): https://doi.org/10.1515/9783110448047

7Cipriano de Valera, Dos tratados. El primero es del Papa y de su autoridad. El segundo es de la misa (Londres: Ricardo del Campo, 1588), 182, 259, 275: https://www.google.com.pr/books/edition/Dos_tratados_El_primero_es_del_Papa_y_de/FvfjRGQZcnoC?hl=en&gbpv=1&dq=%22atheista%22&pg=PA183&printsec=frontcover

8Versión digitalizada del libro en latín, aquí: https://play.google.com/books/reader?id=YnE5AAAAcAAJ&pg=GBS.PA32&hl=en

9“Ateísta y blasfemo del nombre de Dios” (mi traducción) Constance E Plumptre, “Lucilio Vanini.” Chapter. In General Sketch of the History of Pantheism, 367–95. Cambridge Library Collection – Religion. (Cambridge: Cambridge University Press, 2011).

10Benito Jerónimo Feijoo, Teatro critico universal: Ó discursos varios en todo género de materias, para desengaño de errores comunes. (Madrid: Imprenta real de a Gaceta, 1765), 207.

11Fernando de Zevallos, La falsa filosofía o el deísmo convencido de crimen de estado. Tomo VII (Lisboa: Oficina de Juan Procopio Correa da Silva, 1801), 13.

12D. T. Starnes, “THOMAS COOPER AND THE ‘BIBLIOTHECA ELIOTAE.’” The University of Texas Studies in English 30 (1951): 40–60. http://www.jstor.org/stable/20776028.

13Thomas Berthelet, Bibliotheca Eliotae (1548): < https://acortar.link/i3w5Es >

14https://apps2.rae.es/DA.html

15“…la doctrina de Spinoza; o, ateísmo y panteísmo propuestos a la manera de Spinoza.” (Mi traducción). Ephraim Chambers, Cyclopædia: or, an universal dictionary of arts and sciences; F.R.S. The seventh edition corrected and amended vol 2 (1751).

16Amenazo con discutir estos temas en otro turno. Ver Laura D. Herndon, «The Ethics of Immortality: Biogerontology and the Challenge of Prolonging Life,» Hastings Center Report 38, no. 3 (2008): 35-45 y Aubrey de Grey y Michael Rae, Ending Aging: The Rejuvenation Breakthroughs That Could Reverse Human Aging in Our Lifetime (New York: St. Martin’s Press, 2007).

17James Rogers, “Preaching Unbelief: Freethought in Boston, 1825–1850” (Disertación doctoral, University of New Hampshire, 2013).


Fuente:

https://claridadpuertorico.com/y-de-donde-salen-los-ateos/


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Medio Oriente: Estoy harto

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Medio Oriente: Estoy harto


Me cae pésimo el actual Gobierno de Israel, una coalición de ultraderechistas que expande los asentamientos en Cisjordania, inflamando así la pradera aún más. Si yo viviera allá, estaría manifestándome en su contra, como muchos israelíes lo hacen a diario.

26 octubre, 2024

Por: Mario Waissbluth


¿Desde qué óptica escribo esto?

Parto por clarificar mi origen étnico y cultural. Por nacimiento y familia, soy judío por los cuatro costados, pero… militante convencido del ateísmo. Para mí –con respeto, eso sí– la palabra “agnóstico” es una suerte de ateísmo aguachentado, usado por algunos “por si acaso, cuando me llegue la hora”. Simplemente no creo en la figura de Dios. No asisto a la sinagoga ni a sus festividades, salvo por alguna obligación social o familiar. Mi autor favorito en esta materia es Richard Dawkins (La Ilusión de Dios). Ahí fue cuando terminé de convencerme.

Por cierto, tengo una gran admiración por los muchos cristianos, judíos e islamistas que creen en la paz, la democracia y la convivencia pacífica de todas las religiones, y una gran falta de respeto por los fanáticos e intolerantes de esas tres religiones, originadas en el Antiguo Testamento. Tengo además un hijo rabino ortodoxo con una maravillosa familia, con quien he firmado un tratado de no agresión en esta materia.

Además, me cae pésimo el actual Gobierno de Israel, una coalición de ultraderechistas que expande los asentamientos en Cisjordania, inflamando así la pradera aún más. Si yo viviera allá, estaría manifestándome en su contra, como muchos israelíes lo hacen a diario.


Mi creciente ira

1) 

Estoy harto de las actitudes antijudías (sí, antijudías y antisemitas, no solo antisionistas) que veo crecer a velocidad dramática en diversas partes del mundo, incluyendo el Gobierno de Chile y su Presidente.

2) 

Estoy harto de que cierta fracción del “progresismo” mundial y chileno guarde silencio hasta hoy frente a lo que fue objetivamente una matanza feroz, incluyendo a mujeres, bebés y la toma de rehenes hace un año, en aquel infausto 7 de octubre en Israel. Como comparación numérica, el impacto de la matanza en dicho país de ocho millones de habitantes es equivalente a que, en una invasión desde la frontera de Canadá o México, se hubiera asesinado, torturado y violado a 30 mil norteamericanos, incluyendo mujeres y niños, divulgando el “éxito” con atroces videos, y tomado –proporcionalmente– seis mil rehenes, un impacto diez veces peor que las Torres Gemelas en términos comparativos. Estados Unidos habría arrasado con el país invasor sin miramiento alguno en pocas semanas, y nadie lo hubiera tildado de “genocida”.

3) 

Estoy harto de la “izquierda woke”, por su cultura de la cancelación en torno a este tema, y estoy harto también con las feministas de pacotilla, que no dijeron una sola palabra acerca de las violaciones y asesinatos de mujeres y niños al día siguiente de esta atroz matanza. Quienes la celebraron y celebran hasta hoy son tan sicópatas como los nazis en su época.

4) 

Estoy harto de que, al día siguiente de esta matanza, sin siquiera comenzar las hostilidades militares, se la festejara en muchas universidades del mundo avanzado. Ignorantes neonazis, que por cierto reciben generosas donaciones de algunas fundaciones antisemitas dotadas de muchos recursos.

5) 

Estoy harto de que se guarde silencio frente a los 101 rehenes que, un año después, mantiene Hamás en sus túneles, vivos o muertos.

6) 

Estoy harto de que se guarde silencio frente al diario bombardeo con cohetes que hace Hamás desde sus depósitos, ubicados preferentemente en escuelas, mezquitas y hospitales de Gaza, donde guardan sus explosivos y armas, y además con acceso directo a su enorme red de nada menos que 500 km de túneles construidos a lo largo de muchos años, con los recursos de la ayuda externa que supuestamente estaba destinada a desarrollar la economía, la educación y la salud de la zona.

7) 

Estoy harto de que se guarde silencio frente a los bombardeos de cientos de cohetes desde Yemen, Irán y el Líbano, país donde igualmente esconden los sitios de lanzamiento y todos sus explosivos en medio de la población civil, al igual que en Gaza. Usan a mujeres, niños y enfermos como escudos, una inmoralidad por donde se la mire. La autodisculpa es que son mártires que se van al paraíso.

8) 

Estoy harto de que, cuando Israel se defiende bombardeando los sitios desde donde salen esos cohetes, con la precisión más quirúrgica posible y avisando previamente a la población civil, frente al inevitable daño colateral, se lo trate de genocida. ¿Qué pretenden que hagan las Fuerzas Armadas de Israel? ¿Permanecer cruzados de brazos mientras continúan los lanzamientos de cohetes?

9) 

Estoy harto de que los ignorantes progresistas woke desconozcan el hecho de que Israel es un país democrático y tolerante, en que nada menos que 21% de sus habitantes son árabes y 6% drusos, con un partido político con asientos en el Parlamento, e incluso con algunos de ellos combatiendo en sus Fuerzas Armadas. Israel es un baluarte de la cultura, la ciencia y los valores occidentales en medio de un mar de fanatismo y países antidemocráticos.



Siete bases para una tregua larga

Soy ingenuamente positivo y lo reconozco, pero… igual lo intento. ¿Qué se necesitaría para lograr una tregua larga, no de semanas sino de algunos años, poniendo así paños fríos al conflicto? Aventuro siete elementos:

1) 

Hamás, Hezbolá, Irán y los Houtíes de Yemen suspenden indefinidamente sus lanzamientos de cohetes y drones.

2) 

Hamás devuelve los 101 rehenes que aún quedan en los túneles –o sus cadáveres, para un justo entierro– e Israel devuelve un número proporcional de presos palestinos, que por cierto no son rehenes, sino prisioneros por haber violado leyes, cometido atentados o ingresado ilegalmente.

3) 

Israel suspende la injusta creación de nuevos asentamientos en Cisjordania, y devuelve los asentamientos creados en los últimos dos años.

4) 

Israel suspende hostilidades pero mantiene patrullas militares en Gaza y el sur del Líbano, hasta asegurar que Hamás y Hezbolá, organizaciones cuyo ideario fundacional es la aniquilación de Israel y los judíos, no vuelvan a tener el control de esas zonas y queden neutralizadas militarmente. Ofrece amnistía a los combatientes que entreguen las armas. Después, elecciones libres y apoyo en el desarrollo económico, social y productivo de Gaza.

5) 

El ejército israelí debe desmantelar la capacidad de agresión de Hezbolá y Hamás, ojalá con la colaboración de Estados Unidos. Ambas son organizaciones sicarias de Irán, país gobernado por ayatolas que usan los recursos de dicho país para sus enormes gastos militares en lugar del bienestar de su paupérrima población, y que maltrata a sus mujeres, matándolas cuando protestan, cosa que a las feministas chantas de Occidente y de Chile no les gusta escuchar. ¿Con quiénes están? ¿Con los valores de Occidente o con los del fundamentalismo islámico con sus burkas, la prohibición de estudiar más allá de la primaria, y su subyugación total? Vayan definiéndose, por favor.

6) 

Se revitaliza el tratado entre los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán, Marruecos e Israel –los así llamados Acuerdos de Abraham– firmado en la Casa Blanca en 2020. Ese tratado había normalizado las relaciones entre dichos países, al mismo tiempo que Israel había acordado suspender los planes para nuevas anexiones en Cisjordania. De hecho, la invasión de Hamás se hizo justo antes de la inclusión de Arabia Saudita en este tratado, con lo cual lograron abortarlo, y esto no fue mera casualidad.

7) 

Se aproxima un cambio tecnológico militar que puede poner un gran freno al conflicto del Medio Oriente: el Iron Beam que Israel pondrá en marcha durante 2025. Cada “disparo” –casi infalible– de rayos láser, con una potencia de 100 KW, y con alcance de 10 km, es casi gratuito. Esta megainnovación dificultará en la práctica el actual estado de hostilidades y hará estériles los ataques con cohetes o drones, convirtiendo así a Israel en una fortaleza mucho más difícil de atacar.


¿Traerán estas propuestas la paz definitiva en el Medio Oriente?

No lo creo. Los odios ancestrales, el antisemitismo resurgente una vez más en el mundo (y que sufro a diario en lo personal en redes sociales), la estupidez en que ha caído Occidente y la izquierda woke, la persistencia de los fundamentalistas en el enorme país de Irán y sus sicarios de la zona, no van a terminar de un día para otro.

Pero en una de esas, este respiro parcial puede dar un espacio para la colaboración constructiva de algunos países del Medio Oriente con Israel, generando una cultura incipiente de paz, prosperidad e intercambios en la región, permitiendo el llamado a elecciones en Israel para librarnos del maléfico Netanyahu, y en Irán para librarnos de los maléficos ayatolas mediante el levantamiento de su gente subyugada.

Ya lo dije… soy ingenuo.


Mario Waissbluth

Ingeniero civil de la Universidad de Chile, doctorado en ingeniería de la Universidad de Wisconsin, fundador y miembro del Consejo Consultivo del Centro de Sistemas Públicos del Departamento de Ingeniería de la Universidad de Chile y profesor del mismo Departamento.

Fuente:

https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/columnas/2024/10/26/medio-oriente-estoy-harto/

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Ver: 
Ver Articulo: Países con más Ateos

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"La ignorancia como la religión, cuanto más lejos mejor"

Anónimo.






¿Está el Universo creado con un “Ajuste fino” de Dios?

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¿Está el Universo creado con un

“Ajuste fino” de Dios?


Recientemente ha habido un resurgimiento de las noticias sobre aparentes “pruebas” científicas de la existencia de un dios. Estos informes son, como mínimo, muy exagerados.


Por Jarred Cinman

02 de febrero de 2015

Una serie de artículos (como el que está más abajo) ha provocado un resurgimiento de la idea religiosa de que el universo está demasiado “finamente ajustado” como para ser el resultado de un accidente o un fenómeno natural. Estos artículos afirman además que la “ciencia” “ahora respalda” que esto sea así.

He puesto entre comillas las palabras ambiguas de la frase anterior. ¿Qué científicos? ¿Cuántos? ¿Qué respaldan? ¿Han llegado todos exactamente a las mismas conclusiones?

Esto sin mencionar la ironía de que las personas religiosas invoquen a los “científicos” cada vez que parecen estar de acuerdo con ellos, y rechacen grandes porciones del pensamiento científico (por ejemplo, la evolución) cuando plantea un problema.

Entonces, ¿de qué se trata este “nuevo” argumento sobre la existencia de Dios?

Para empezar, no es algo nuevo. La idea de que el universo está “finamente ajustado” para la vida data en gran parte de mediados de la década de 1980 y del trabajo de Barrow y Tipler. En su trabajo, defienden el Principio Cosmológico Antrópico: en esencia, la idea de que el universo está perfectamente ajustado para la vida.

Lo nuevo es que conocemos mejor muchas de estas variables cósmicas y cómo parecen sustentar la vida tal como la conocemos. Hay muchos detalles sutiles que, si cambiaran, incluso levemente, anularían la vida y tal vez toda la materia del universo tal como lo conocemos.

Como reflejo, esto puede parecer que sugiere un creador. ¿Cómo, se preguntarán, pudieron todas estas fuerzas y parámetros minúsculos terminar así? Seguramente las probabilidades de que eso suceda son asombrosamente altas. El hecho de que estemos aquí nos compromete a aceptar que alguien, alguien inteligente, nos puso aquí.

Hay tres razones por las que este argumento aparentemente racional es en realidad basura irracional. Las explicaré a continuación.

Antes de terminar, quiero hacer una última observación sobre los científicos que aparecen entre comillas. El hecho de que algunas personas de la comunidad científica tengan creencias religiosas no significa, en sí mismo, que esas opiniones sean creíbles. Su trabajo no es más relevante para la veracidad de sus creencias que el de un sacerdote para las suyas. No tienen un acceso especial a la verdad.

Lo que sí pueden hacer es presentar pruebas científicas que respalden sus creencias, en cuyo caso podemos ponerlas a prueba e intentar demostrar que son correctas (o no). Si no hay pruebas, sean científicos o no, simplemente están expresando una cuestión de creencia personal que es irrelevante para esta discusión.


Razón 1: Lo no aleatorio no es Dios

Imaginemos por un momento que el universo fue ajustado de la manera que les gusta argumentar a los defensores del diseño inteligente: se establecieron las fuerzas atómicas, se inventó la gravedad, etcétera. ¿Qué permite eso que entre en el mundo?

Algún tipo de fuerza, ser, entidad u otro proceso inimaginable que puso en movimiento el universo. Eso es todo. Se llama “deísmo” y es el tipo de “creencia en Dios” que muchos intelectuales sostenían en los siglos XVII y XVIII . No tiene nada que ver con los dioses cristianos, judíos, hindúes u otros que los religiosos intentan introducir con este argumento.

Es, si existe alguna, la única clase de creencia que tenía el pobre Einstein, y la que le permite ser continuamente malversada por personas religiosas.

Incluso si esto fuera cierto –y, como argumentaré, no hay razón para pensar que lo sea–, no debería brindar ningún consuelo a los fundamentalistas. De hecho, no debería brindar ningún consuelo a nadie. Este pionero que puso en movimiento el universo podría estar, y estaría, tan desinteresado en tu vida y tan inaccesible para ti como la fuerza de la gravedad o la Vía Láctea.

Hasta aquí llega Dios.


Razón 2: Antrópico, sí; diseñado, no

El argumento más ampliamente aceptado contra la vinculación del principio antrópico a un creador es simplemente señalar que cualesquiera que fueran las probabilidades en contra de que el universo se creara, este universo claramente las superó. Porque aquí estamos.

Si alguien gana la lotería, podemos argumentar que sus probabilidades de ganar eran ínfimas. Lo cual es cierto. En términos de probabilidades, participar en la lotería es irracional. Pero cuando tienes el boleto ganador, eso ya no te importa. Desde el punto de vista del vencedor, todo es posible.

De la misma manera, todo lo que necesitamos decir es que sí, que estamos de acuerdo. El universo parece particularmente hospitalario para que nuestra forma de vida viva en planetas hechos del tipo de materia que consideramos tan propicio. Menos mal que así es, de lo contrario no estaríamos aquí para tener esta discusión.

¿Necesitamos explicar cómo superamos las probabilidades? Sería bueno. ¿El hecho de que no podamos explicarlo exactamente significa que tuvo que haber un diseñador –un contacto en la compañía Lotto– que lo hizo posible? Por supuesto que no. La única conclusión que podemos sacar de nuestra existencia es que el universo, de hecho, cumple las condiciones necesarias para que estemos aquí.

El deísmo puede ser cierto, pero, de hecho, no lo requerimos y ciertamente no se desprende de los hechos de la naturaleza.


Razón 3: El Multiverso

A pesar de que creo que la segunda razón es suficiente para derribar el argumento del “ajuste fino”, ofreceré una tercera razón por si acaso. En cierto sentido, es un refinamiento de la segunda razón, uno de los intentos científicos actuales de averiguar qué podría haber sucedido.

A los religiosos les encanta crear un argumento falso contra los ateos y los naturalistas: o bien el universo fue diseñado y creado por Dios, o bien fue un accidente fortuito. Si pueden demostrar, según imaginan, que no es casualidad, entonces tienen a su creador.

Para romper el dilema, veamos algo un poco más cercano: la forma en que la vida inteligente surgió en la Tierra mediante el mecanismo de evolución a través de la selección natural.

Para formular la teoría de la selección natural en su forma más simple: la vida evolucionó en respuesta a las condiciones en las que se encontraba después de millones de ensayos y errores llamados mutaciones. Las mutaciones exitosas sobrevivieron porque permitieron que el organismo tuviera un mayor éxito en su entorno.

En esta idea simple pero devastadora, Darwin y generaciones de biólogos evolucionistas explicaron cómo cuerpos y órganos aparentemente “diseñados” pudieron surgir sin diseñadores que los guiaran.

Lo único que se necesita para que funcione esta teoría es demostrar que un organismo pasa por muchos “intentos” antes de tener éxito. A partir del registro fósil de la Tierra podemos afirmar como un hecho probado que esto ha sucedido a lo largo de millones de años. Tenemos los restos de criaturas que no pudieron adaptarse y se extinguieron. Y tenemos ejemplos de las etapas intermedias, por ejemplo, del ojo, que demuestran claramente que el progreso incremental por selección natural puede ocurrir y ocurrió.

Expandirnos hasta el tamaño del universo entero y permitir que ocurra algo similar. Muchos “intentos” para que surja un universo con los parámetros adecuados. Habrá muchos fracasos, en los que el universo colapsará inmediatamente o se expandirá demasiado rápido para formar materia. Pero de vez en cuando resultará un universo estable. Esos universos, por definición, tendrán las variables “ajustadas” del título del artículo.

No pretendo comprender esta “selección natural” cósmica, y nadie más debería hacerlo por el momento. Algún día podremos hacerlo. O tal vez supere para siempre nuestra comprensión intelectual. Pero en este “multiverso”, en el que coexisten muchos universos diferentes con diferentes leyes y fuerzas científicas, nuestro universo no es inesperado, es inevitable.

No requiere ningún diseño, solo muchos intentos y un "éxito".

El argumento del ajuste fino no es más que una reformulación del antiguo “argumento del diseño”, que era atractivo hasta que Darwin demostró su puerilidad e irrelevancia. Todos podemos estar de acuerdo en que el universo es increíblemente complejo, hermoso y al menos parcialmente hospitalario. Todos podemos expresar nuestra gratitud por las leyes de la naturaleza que nos permiten existir, pero no queda ningún argumento válido para sugerir que un creador sea la explicación más razonable de cómo llegó a existir. DM

Jarred Cinman es el director ejecutivo de la agencia de marketing VMLY&R Sudáfrica.

Traducido del original:

https://www.dailymaverick.co.za/opinionista/2015-02-02-is-the-universe-fine-tuned-by-god/

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Eric Metaxas – Cómo la ciencia respalda la existencia de Dios


31 de diciembre de 2014

Por Alec Hogg

A mediados de diciembre, la primera ministra de Cabo Occidental, Helen Zille, se vio envuelta en un vibrante debate en Twitter con ateos. Su delito fue opinar que el peor tipo de fundamentalistas son los ateos que no aceptan que otros puedan creer en Dios. Es una lástima que no haya podido señalar a los críticos el artículo del autor Eric Metaxas en el Wall Street Journal publicado, apropiadamente, el día de Navidad. Porque, como escribe Metaxas, los científicos que han reelaborado la información más reciente dicen que cualquier mente racional debe concluir que simplemente tuvo que haber un diseño inteligente detrás de la creación de la Tierra. Metaxas dice que, en contraste con el pensamiento antiguo, la ciencia ahora apoya el concepto de Dios: las probabilidades de que el universo haya surgido por accidente son demasiado altas. Con el amable permiso del autor, aquí está el artículo que sacude el ateísmo hasta sus mismas raíces. Y apoya a todos aquellos que intuitivamente, o a través de su fe, creen en la existencia de un Poder Superior. – AH

Nos han informado de que ha habido un malentendido entre Eric Metaxas, el autor del artículo en cuestión, y el Wall Street Journal, donde se publicó su artículo la semana pasada. Aunque Eric dio permiso a Biznews para volver a publicar su artículo, el WSJ le ha informado de que conserva los derechos de autor exclusivos durante 30 días. Este artículo estaba originalmente protegido por el muro de pago del WSJ. Sin embargo, la publicación ha abierto el acceso a él para que pueda leer el artículo completo y original en el WSJ haciendo clic aquí . El artículo de Metaxas provocó un debate fascinante entre la comunidad de Biznews. Se ha sugerido que volvamos a trabajar en el artículo. Esto se ha hecho a continuación.

Por el reportero de Biznews


El artículo de Eric Mataxas publicado en el Wall Street Journal la semana pasada sugiere que la ciencia está pasando de dudar del concepto de un diseño inteligente detrás del universo a respaldarlo.

Cita al defensor de SETI Peter Schenkel , quien escribió en un artículo de 2006 para la revista Skeptical Inquirer: “A la luz de los nuevos hallazgos y perspectivas, parece apropiado poner fin a la euforia excesiva... Deberíamos admitir con calma que las primeras estimaciones... pueden ya no ser sostenibles”

Metaxas afirma: “A medida que se fueron descubriendo factores, el número de posibles planetas llegó a cero y siguió aumentando. En otras palabras, las probabilidades se volvieron en contra de cualquier planeta en el universo que albergara vida, incluido este. La probabilidad decía que ni siquiera nosotros deberíamos estar aquí. Hoy en día hay más de 200 parámetros conocidos necesarios para que un planeta albergue vida, y cada uno de ellos debe cumplirse perfectamente o todo se desmorona. Sin un planeta masivo como Júpiter cerca, cuya gravedad atraería a los asteroides, mil veces más chocarían contra la superficie de la Tierra. Las probabilidades en contra de la vida en el universo son simplemente asombrosas”.

Lo que más ha llamado la atención de su argumento es su afirmación de que las probabilidades de que el universo se haya creado de manera aleatoria son tan altas que lo hacen imposible. Metaxas explica que las cuatro fuerzas fundamentales (la gravedad, la fuerza electromagnética y las fuerzas nucleares “fuerte” y “débil”) necesarias para crear el universo “se determinaron menos de una millonésima de segundo después del Big Bang. Si se modifica cualquiera de sus valores, el universo no podría existir”. Y las probabilidades de que eso ocurra, sostiene, son las mismas que si una moneda lanzada al azar sale cara 10 trillones de veces seguidas.

En el artículo del WSJ, Metaxas cita a Fred Hoyle, el astrónomo que acuñó el término “big bang”, quien dijo que su ateísmo se vio “muy sacudido”. Hoyle es citado escribiendo “una interpretación de sentido común de los hechos sugiere que un superintelecto ha manipulado la física, así como la química y la biología… Los números que uno calcula a partir de los hechos me parecen tan abrumadores que ponen esta conclusión casi fuera de toda duda”. Apoya esto con citas similares del físico teórico Paul Davies y el profesor de Oxford Dr. John Lennox.

Metaxas concluye: “El mayor milagro de todos los tiempos, sin comparación posible, es el universo. Es el milagro de todos los milagros, el que apunta ineludiblemente con el brillo combinado de todas las estrellas hacia algo —o Alguien— más allá de sí mismo”.

* Eric Metaxas es el autor, más recientemente, de “Miracles: What They Are, Why They Happen, and How They Can Change Your Life” (Dutton Adult, 2014).

Traducido del original:

https://www.biznews.com/thought-leaders/2014/12/31/eric-metaxas-wsj-article-showing-how-science-now-supports-the-existence-of-god

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“Prácticamente cualquier cosa, por absurda, tonta o ridícula que sea, ha sido creída o afirmada como cierta en un momento u otro por alguien, en algún lugar en nombre de la fe”

James T. Houk




Agustín Squella: Un Ateo que muestra el camino a la Iglesia

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Un Ateo que muestra el camino a la Iglesia


Desafiando críticas malsanas, Agustín Squella irrumpe en el debate sobre la crisis que sacude a la Iglesia Católica con un mensaje que se asemeja al de un profeta


2018/06/19 AT 2:11 AM

Por Raúl Gutiérrez V., periodista retirado

(Aunque Gutiérrez es miembro de la Iglesia Luterana en Valparaíso sus opiniones revisten un carácter estrictamente personal)


Dice el antiguo refrán que “de todo hay en la viña del señor”. ¿Y también en el campo de los ateos y agnósticos, que al menos en Occidente exhiben un sostenido incremento?

Aunque suene políticamente incorrecto porque ahora abundan las razones para emprenderlas contra tanto clérigo hipócrita y abusador, la verdad que también hay de todo en las filas de los no creyentes. Junto a gente admirable y querible, hay individuos poco recomendables: farsantes, flojos, sinvergüenzas y hasta acosadores y, ¡también!, pedófilos. Entre los más desagradables figuran quienes asumen cómicos aires de superioridad intelectual o ética ante los creyentes. Se dicen tolerantes porque en verdad sería impresentable que expresaran en voz alta su desprecio por quienes creen en seres superiores, en el poder de la oración o en la vida eterna. Pero esa tolerancia disimula apenas un profundo desprecio por las personas de fe.

En general estos individuos exhiben una extrema pobreza en materia de cultura religiosa. Se quedaron, si es que, con la lecciones básicas de un catecismo obsoleto, y piensan que los creyentes en general disponen de ese mismo raquítico patrimonio intelectual. Así el diálogo con ellos, en el caso de que se dignen a entablarlo, es de un nivel deprimente. Esa ausencia de interacción ahonda en tales individuos la percepción de que la creencia religiosa es propia de retardados mentales, cuando no de inescrupulosos que explotan la estupidez de ciudadanos de pocas luces.


UN ATEO EJEMPLAR

No es el caso, claro, de Agustín Squella, uno de los intelectuales más respetables de nuestro país. Su curriculum es elocuente: ex Rector de la Universidad de Valparaíso, ex Ministro de la Cultura, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, columnista periodístico. Habría que agregar que es un hombre que revela un constante interés por el fenómeno religioso y sus exponentes, al tiempo que un profundo respeto por las personas con las que polemiza.

Se diría que Squella pertenece a la estirpe del escritor italiano Humberto Eco, otro ateo de fuste, cuyos intercambios epistolares con el cardenal de Milán, el jesuita Carlo Martini, fueron recogidos hace algún tiempo bajo el título de “En qué creen los que no creen”, una joya de la literatura de ideas. El famoso autor de “El nombre de la rosa” incursiona en terreno ajeno al manifestar su rechazo a la exclusión del sacerdocio de que son objeto las mujeres dentro la Iglesia Católica, precipitando una de las diversas polémicas que lo enfrentan con rigor y respeto a la vez con el cardenal Martini.

En la misma línea, Agustín Squella “se ha dado autorización” para, desde su condición de “orgulloso ateo”, como él se ha proclamado, opinar acerca de la grave crisis que vive la Iglesia Católica a causa de la seguidilla interminable de abusos sexuales de muchos de los miembros de su jerarquía, léase sacerdotes y obispos.

Tengo conciencia de que a los católicos suele no gustarles que personas ajenas opinen sobre los problemas que les afectan” señaló en carta a El Mercurio. Y tras esa prevención, una interrogante crucial: “¿No dependerá la recuperación de esa iglesia de un pronto y genuino retorno a la religión de la que ella proviene, a saber el cristianismo?” La osadía de Squella llega al punto de proponer una estrategia pastoral sintetizada en la consigna: “Menos catolicismo y más cristianismo, menos estructuras y más evangelios”.

Algún feligrés amoscado por esta intrusión respondió de manera destemplada, recordando, como si el intelectual lo ignorare, que la iglesia católica es cristiana. En rigor, puntualizó el aludido, es una de las tantas iglesias que tienen su origen y fundamento en las enseñanzas de Jesús hace 2000 años. Pero los dardos más filudos del feligrés apuntaron a la supuesta intención de “separar tajante y absolutamente al cristianismo del catolicismo”.

Squella replicó que él ha sostenido algo muy diferente. “Como es visible para cualquiera, el catolicismo, muy especialmente en sus cúpulas cardenalicias y obispales, se ha ido alejando del mensaje cristiano. De manera que no soy yo quien separa, sino esos personajes los que se han ido separando del mensaje del fundador de su religión y defraudando gravemente a la base social de su iglesia”.

El intelectual ateo asevera que muchos de sus amigos católicos reprueban el desempeño de los jerarcas eclesiales. “Creen ellos que si su iglesia quiere recuperarse del mal momento que vive, no tiene más que volver a ser fiel al mensaje de su fundador, es decir a los evangelios”.

Es como si hubiésemos retrocedido 500 años y escucháramos a Martín Lutero, rebelándose contra la corrupción de la corte papal y el negocio de las indulgencias. Pero al fin y al cabo el teólogo alemán era un hombre que había abrazado la vida monacal y que, violentado ante la incongruencia de su Iglesia con las enseñanzas del Evangelio, había decidido reaccionar. Mayor es el mérito de Squella, pues impelido solo por su amor a la verdad y sin vacilar ante incomprensiones y ataques descalificadores ha decidido expresar su pensamiento frente a una iglesia que le es ajena.

La postura de Squella interpreta seguramente el sentir de otras iglesias cristianas, cuyos representantes, sin embargo, han preferido por cálculo o comodidad guardar silencio ante la crisis que agobia al catolicismo.

Jesús enseñó que igual que el viento el Espíritu de Dios sopla por donde quiere. A veces habla por boca de los ateos.

Fuente:

https://www.granvalparaiso.cl/pulpito-luterano/un-ateo-que-muestra-el-camino-a-la-iglesia/

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Profesor Agustín Squella asegura que Dios no existe


¿Cree usted en Dios? Yo no, pero…” se titula su última obra, que no ha estado exenta de polémica y debate público.


07 Julio 2011

Como un testimonio, personal y subjetivo, que da cuenta de su paso por al menos cuatro estados acerca de la cuestión de la existencia de Dios, calificó Agustín Squella, profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, su último libro, “¿Cree usted en Dios? Yo no, pero…”, recientemente presentado en Santiago y que próximamente se lanzará en Valparaíso.

En la obra, se declara abiertamente ateo, explicando que actualmente “instalado no en la duda, sino en la negación de la existencia de Dios, no veo la falta de fe como un empobrecimiento, sino como expresión y precio de la lucidez”.

Asimismo, el profesor Squella explica en su libro que la pregunta ¿cree usted en Dios? no solamente admite dos respuestas —las clásicas sí o no—, sino que al menos abarca unas seis posturas diferentes y válidas, que es lo que quiere graficar el “pero…” del título del texto. Agrega que esta parte final del título está allí “no porque se pretenda debilitar el carácter negativo de la respuesta, sino para indicar al lector que siempre hay algo que agregar cuando alguien responde sí o no a la pregunta de la existencia de Dios”.

A continuación, reproducimos la entrevista efectuada a Agustín Squella por Cristián Guerra, de editorial Lolita, a cargo de la edición de esta obra del académico de la Escuela de Derecho UV.


Desde su perspectiva como no creyente y con el derecho de hacerse cargo de una idea tan importante como lo es Dios, ¿cree usted que en Chile —un país conservador y autodefinido como católico— los ateos se han atrevido a “salir del clóset” para hacerse cargo públicamente de esta gran idea llamada Dios?

En Chile, y probablemente no sólo aquí, hay resistencia de parte de algunos ateos a reconocerse como tales, prefiriendo declararse agnósticos, un término este último que no suena tan políticamente incorrecto. No digo que no haya agnósticos que vivan sinceramente ese estado que, distinto del ateísmo, no niega la existencia de Dios y considera que se trata de un asunto que no se puede saber, pero también hay personas que no creen en Dios y que temen usar la palabra “ateo”. Se trata de un acto de insinceridad, sin duda, aunque provocado también por cierta incomprensión e incluso beligerancia que muestran algunos creyentes ante las personas que se declaran ateas.


En ese sentido, y tomando en cuenta su experiencia atea frente a sus amigos creyentes, ¿cómo vislumbra la integración de los “no creyentes en Dios” en la sociedad chilena de los próximos años? ¿O seguirá prevaleciendo ese mandamiento que dice que sólo son buenas personas las que creen en Dios?

Hace rato que las cosas empezaron a cambiar y, salvo los creyentes más duros, los “no creyentes en Dios” —y subrayo esto porque los ateos sólo no creemos en Dios, aunque creemos en muchas otras cosas— estamos perfectamente integrados, aunque a menudo se nos someta a la prueba de tener que dar explicaciones al respecto. El mayor abuso de parte de algunos creyentes, sin embargo, consiste en considerar que basta creer en Dios para ser una buena persona, o para tener más probabilidades de serlo, mientras que los ateos seríamos sospechosos de ser malas personas o de hallarnos más cerca de convertirnos en tales.


Después de ponerle punto final a este libro, en ese café de Apoquindo, ¿ese punto final podría entenderse como el cierre de una etapa, o aún existirán, según pasen los años, nuevas inquietudes, preguntas o dudas frente a su estado actual de ateísmo?

Yo he pasado por cuatro estados acerca de la cuestión de la existencia de Dios —fe, duda, agnosticismo y ateísmo—, y, atendida la edad que ya tengo, veo altamente improbable un nuevo estado o la vuelta a la fe que tuve alguna vez. Con todo, el tema seguirá interesándome siempre, según creo, porque algo pasa en ti cuando nueve de cada diez de los seres con quienes compartes la condición humana creen en algo que tú no puedes creer y que incluso te parece supersticioso creer.


En la misma línea, ¿qué representa para usted, luego de los diversos estados frente a la existencia de Dios, el haber publicado un libro como “¿Cree usted en Dios? Yo no, pero…”?

Representa una suerte de sinceramiento, y es por eso que digo que el libro es antes un testimonio que un ensayo.


—“¿Cree usted en Dios? Yo no, pero…” ¿es su propia manera de “salir del clóset”? O como bien lo dice usted, ¿es la forma metafórica de “mirar las cosas a la cara y no emplear la palabra ‘misterio’ para lo que es tan sólo nuestra ignorancia”?

Yo salí del clóset hace rato. Hoy, y desde hace bastante tiempo, advierto que cuando crees en Dios hipotecas tu lucidez y dejas de mirar la realidad a la cara. Nadie se pone muy contento cuando lo descubre y asume, pero la verdad es que estamos completamente solos en el universo. Como decía Heidegger, somos seres arrojados al mundo y destinados a la muerte, o, mejor, destinados a morir, porque la muerte —a la manera de un estado en que puedas encontrarte luego de haber vivido— tampoco existe. De quienes murieron no debería decirse que están muertos, sino que murieron, o sea, que pasaron ya por el acto de morir.

Fuente:

https://uv.cl/archivo-noticias-uv/3712-profesor-agustin-squella-asegura-que-dios-no-existe-3712

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Agustín Squella: “He pasado por la fe, la duda y el agnosticismo, para rematar en un ateísmo firme”


El intelectual chileno publica a sus 80 años un libro-ensayo sobre la vejez y sus más diversas aristas, guiado por su propia biografía


Antonia Laborde

Santiago de Chile

09 NOV 2024 - 01:00 ART

El intelectual chileno Agustín Squella celebró el pasado abril sus 80 años volcado en un tema que lo atañe hace un tiempo: la vejez. El Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales nacido en Santiago, pero moldeado en la ciudad portuaria de Valparaíso, se zambulló en textos, películas y sus propios recuerdos para escribir el libro-ensayo La vejez. Tiempo contra el tiempo (Universidad Diego Portales). El escrito aborda desde sus orígenes de “niño malo” hasta sus reflexiones sobre los cuidados paliativos o la inteligencia artificial. El proceso del envejecimiento, sobre todo en su parte final, plantea el abogado y filósofo del Derecho entre las páginas, se parece a ir en un tren sentado de espaldas a la dirección que este lleva: “Ante nuestros ojos va apareciendo el paisaje que dejamos atrás y no el que va pasando a nuestro lado y menos el que se avecina más adelante”.


Pregunta. ¿Cuántos años tendría si no supiera el día en que nació?, como preguntaba el cantante estadounidense Toby Keith.

Respuesta. Tendría muchos menos años, desde luego. La edad cronológica de toda persona es implacable. Basta con mirar la cédula de identidad. Pero la edad fisiológica —aquella que calculan los gerontólogos— suele ser menor, y ni qué decir de la psicológica, que es la que uno siente tener y que, a menudo, se confunde con la que se querría tener. Está también la burocrática, aquella en que nos jubilan. E imagino también una edad existencial, que vendría siendo el promedio de las anteriores.


P. ¿Recuerda cuando se sintió identificado con el término viejo?

R. La verdad, hace solo un par de años. Aunque mientras fui bien joven, solía vitrinear en las farmacias, y un par de amigos me apodaron la Vieja. Entraba y salía de las farmacias preguntando qué novedad tenían.


P. Dice que abandonar todos los trabajos a la vez no es lo más recomendable. ¿Qué le pasó a usted con eso?

R. Pasó que me cansé de dar clases —que fue el trabajo por lejos más exclusivo y permanente que tuve durante más de medio siglo—, y desde que cumplí 80 voy algo perjudicado de salud. Pero ahora hago lo que más me gusta: leer, escribir, ver cine, caminar, y pasar algún tiempo cada mañana en un café.


P. ¿Cómo ha sido envejecer en pareja? En el libro habla de la diferencia entre la relación y la convivencia.

R. No estando en pareja —concretamente con mi mujer—, la vejez sería muy aburrida y por momentos insoportable. Las parejas mayores terminan poniéndose muy nerviosas entre sí y los ripios de la vida en común pueden llegar a ser muy frecuentes. Algo así afecta la convivencia, pero no tiene por qué dañar la relación. Lo que importa en una pareja es la relación y no tanto la convivencia. Si has pensado en dejar alguna vez a tu pareja, piensa bien qué es lo que anda mal: la relación o solo la convivencia.


P. ¿Ha cambiado su relación con la religión?

R. Reconozco haber pasado por cuatro estados: fe, duda y agnosticismo, para rematar en un ateísmo firme, pero no beligerante. Así de complicadas pueden llegar a ser las cosas. Ha sido algo extraño pasar por esos cuatro estados, y no faltan los que se detienen en el agnosticismo solo para no utilizar una palabra estigmatizada por la historia: ateísmo.


P. Sobre los recuerdos… ¿Cuáles son los que más lo visitan estos días?

R. Los de mis padres, ambos muertos, lo mismo que los de dos hermanos mayores que ya no están en este mundo y seguramente en ningún otro. Recuerdo también el fútbol de mi niñez y las memorables y muy frecuentes jornadas hípicas en el hipódromo de Viña del Mar. Lo mismo digo de bañarse en el mar. Estando ellas y ellos vivos y muy cercanos, me gusta recordar también a mis tres hijas y a los nueve nietos que circulan por allí.


P. ¿Cómo califica el rol solidario de las instituciones públicas para garantizar una vejez libre y digna?

R. Mal andamos en eso. La vejez nos cae ahora encima a casi todos, y suele prolongarse por varios años. ¿Vejez libre, dice usted? Difícil. ¿Digna? Esto sí, a como dé lugar, porque lo que llamamos dignidad es el igual valor que damos a cada persona, cualquiera su edad o la condición en que se encuentre. Schopenhauer decía que la vejez en la pobreza era una desgracia, y son muchos los que la viven en medio de condiciones materiales de existencia muy deplorables para sí y sus familias. Tiene que haber cuidados, y el Estado no puede desentenderse de esto.


P. En su libro advierte los recientes guiños de la economía a los de mayor edad. “Lo que se quiere y se respeta es el mercado”.

R. El incremento de la vejez y el mayor tiempo de permanencia en ella, ha ensanchado un cada vez más amplio y lucrativo mercado: nuevos fármacos de precios muchas veces inalcanzables, alimentación especial, gimnasios, dientes de reemplazo, entrenadores y paramédicos. En una de estas, ese cada vez más poblado mercado está siendo visto como una tabla de salvación para el capitalismo y los inversionistas. Pero vuelvo a que la mayoría no tiene acceso regular a esos bienes.


P. ¿Por qué cree que la filosofía ha tratado poco el tema de la vejez?

R. Porque se le ha quitado el cuerpo al problema del envejecimiento como proceso y a la vejez como resultado de ese proceso. Por mucho tiempo se creyó, erróneamente, que era solo un asunto médico. Muchos filósofos de la antigüedad, la mayoría de ellos ricos, poderosos, prestigiosos e influyentes, cantan loas a la vejez como si se tratara de la edad dorada de la plenitud y la sabiduría. La vejez es siempre biográfica, de manera que lo que hay son vejeces —así, en plural—, y desconocer eso puede resultar muy penoso y agraviante para quienes envejecen en malas o incluso pésimas condiciones materiales de existencia. Independientemente de que se tenga en tal sentido una mala, tolerable o buena vejez, una constante de esta es la soledad.

Fuente:

https://elpais.com/chile/2024-11-09/agustin-squella-he-pasado-por-la-fe-la-duda-y-el-agnosticismo-para-rematar-en-un-ateismo-firme.html

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Agustín Squella: 
"No hay nada que podamos llamar con propiedad Dios"

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Laicismo y pensamiento Libre - 
Charla de Agustín Squella

(Espectacular charla que vale la pena escuchar 
completa y desde el inicio)



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Warren Jeffs: La secta que proponía rezar y obedecer, pero escondía promiscuidad y pedofilia

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La oscura secta que proponía rezar y obedecer, pero escondía una trama macabra de promiscuidad y pedofilia


Sus sedes principales estaban en Arizona y Utah, en Estados Unidos. Sus miembros practicaban la poligamia, pero no podían ir al mundo exterior ni saber nada sobre él. El líder obligaba a nenas de 14 años a casarse y tener sexo con sus seguidores más fieles.

Ricardo Canaletti

16 de noviembre 2024, 06:36hs


Rulon Jeffs, el octavo profeta de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un desprendimiento de la Iglesia Mormona, murió en 2002, a los 92 años. La Iglesia Fundamentalista, o FLDS en sus siglas en inglés, acepta y promueve la poligamia, incluso las uniones entre varones adultos y chicas que no han llegado a los 18 años, circunstancia esta que los mormones tradicionales prohibieron en 1890 (antes la aceptaba). Por tal motivo, cuando Rulon murió, hubo muchas lágrimas: dejó al menos a 20 esposas, 60 hijos y una cantidad de nietos que supera la centena.

Este “profeta” alentó a sus seguidores varones a tomar múltiples esposas, inspirando la práctica, concretada por su hijo y sucesor, Warren, de “regalar” nenas como esposas.

Warren Jeffs fue digno hijo de su padre. Asumió como “presidente y profeta” de la FLDS. Tuvo numerosas esposas y tomó el control de las finanzas de los miembros de la comunidad, a quienes esquilmó sin miramientos y ante la absoluta pasividad de las víctimas (que no se sentían tales). Para cumplir sus planes, los aisló del mundo exterior. Hizo más: violó a chicas y entregó a muchas a sus seguidores masculinos, mayores, para que se “casaran” con ellas a cambio de su lealtad incondicional. Todos obedecían, rezaban y obedecían, de lo contrario el destierro sería seguro.

En 12 años, Warren dio el ejemplo y se casó 78 veces; 24 de sus esposas estaban muy lejos de cumplir los 18 años. La menor de sus mujeres tenía 14 años. Al igual que su padre, no era un líder espiritual sino un explotador de mujeres, pedófilo consumado, escondido detrás del disfraz de líder espiritual de una congregación a cuyos convirtió en adictos más que en fieles.


Parejas a discreción

Elissa Wall, una exintegrante de la organización, contó que fue obligada a casarse con su primo hermano cuando tenía 13 años. Y Rebecca, la hermana de Elissa, fue constreñida a casarse con el mismísimo Rulon Jeffs cuando este tenía 83 años y ella 19. “Hacía lo que fuera para que se durmiera y me dejara de tocar”, relató.

A su vez, cuando Warren Jeffs sucedió a su padre, forzó a Briell Drecker a casarse con él. Ella tenía 18 años. “Estaba aterrorizada -dijo la joven-. Tuvimos nuestra ceremonia y me pidió que viniera y me sentara en su regazo”. Warren le dio “algunos malos entrenamientos celestiales”, un eufemismo que se repetía en la secta, que solía incluír actos sexuales perversos que según los líderes eran ordenados por Dios.

Charlene Wall Jeffs fue la esposa de Lyle Jeffs, hermano de Warren. Su matrimonio fue arreglado cuando ella tenía 17 años. Charlene y Lyle tuvieron 10 hijos. Se escapó de su marido y contó que la vida en la comunidad empeoró desde que su cuñado Warren asumió el liderazgo. Una de las primeras medidas que tomó fue prohibir que marido y mujer tuvieran relaciones sexuales. Los hombres y las mujeres debían estar separados y él era el que decidía cuándo podían tener sexo, pero no siempre con sus cónyuges.

Formaba parejas para una noche o para una período entre varones y mujeres que no habían sido esposos. Warren usaba este mecanismo para castigar a los varones que no se le sometían completamente (obligando a sus mujeres a acostarse con otros) y para premiar a aquellos de fe inquebrantable, a quienes llamaba “portadores de la semilla”. A estos les permitía copular con la mujer que Warren les indicaba.

En la FLDS, se creía que con cuantas más mujeres se casara un hombre, más se acercaba a Dios. Dentro de la secta, las mujeres eran obligadas a vestir igual: vestidos largos y el cabello recogido en un moño. Ellas debían orar cada hora (el ladrillo de uno de los edificios principales de las sedes en Arizona y Texas, tiene escrito “orar y obedecer”) y a todos los miembros se les prohibía completamente ir al mundo exterior o saber algo sobre él.


Un líder millonario y una investigación en curso

Warren Jeffs se convirtió en millonario especialmente por sus inversiones en bienes raíces. En 2006, tenía 100 millones de dólares en propiedades en ciudades de Arizona y Utah. También obtuvo mano de obra gratuita o de bajo costo de sus propios seguidores, incluidos hombres y chicos que los ponía a trabajar en sus proyectos de construcción. Además, los miembros de la comunidad polígama pagaban cuotas mensuales de 500 a 1000 dólares. Todos estaban bajo la amenaza de perder su trabajo, su hogar y ser expulsados de la secta si no complacían a Warren Jeffs.

El líder comenzó a ser investigado por el gobierno de Arizona por estafas con el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, que tenía por finalidad ayudar a que los más necesitados puedan comprar alimentos por medio de una tarjeta de crédito que les proporcionaba el gobierno estatal. La fiscalía general de Utah tenía pruebas de que Jeffs envió a personas que no eran beneficiarias del plan a retirar dinero para alimentos con tarjetas falsas. Una vez realizadas las compras, la mercadería era guardada en un depósito y luego distribuida a comercios por empresas administradas por la propia secta. A su vez, los fieles eran obligados a comprar en esos negocios, es decir que Warren obtenía alimentos gratis y los vendía, sea a miembros de la comunidad o a otros compradores, a precios de mercado para no despertar sospechas.


La acusación formal

En 2005, la fiscalía general de Arizona acusó a Warren Jeffs de violar a una nena y de planear el abuso de otra. Las averiguaciones derivaron en dos cargos de violación contra una de sus hijas de 14 años. En Utah, tenía una causa abierta por arreglar el matrimonio entre una nena de 14 años y de su prima de 19. Jeffs, entonces, desapareció.

En mayo de 2006, Warren fue incluido en la lista de los diez fugitivos más buscados del FBI y se ofrecía una recompensa de 100.000 dólares por información útil que permitiera su arresto. Tres meses después, Warren fue detenido por la policía caminera del estado de Nevada (vecino de Utah). Llevaba en su automóvil varios teléfonos celulares, pelucas, disfraces y 55.000 dólares en efectivo. Iba acompañado por Isaac Steve, uno de sus hermanos, de 32 años, y por Naomi, una de sus tantas esposas.

Después de tantos recursos y apelaciones dilatorias, recién en 2011 y en San Angelo, Texas, se realizó el juicio porque en San Angelo se asentaba la comunidad a la época de los delitos que le atribuían. Warren, soberbio, se defendió a sí mismo. Así le fue. El jurado de diez mujeres y dos hombres lo encontró culpable de agresiones sexuales contra una nena de 12 años y otra de 14, que eran consideradas en la secta como sus “esposas espirituales”. La condena fue de 99 años de cárcel por uno de los hechos y de 20 por el segundo.

La justicia ha llegado para Warren Steed Jeffs”, dijo luego del veredicto el fiscal Eric Nichols. “Esperemos que pase el resto de su vida en prisión”.


Warren Jeffs hoy

Según Rachel, una de sus hijas, Jeffs todavía tiene el control total de Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Dias. Se le permiten visitas de miembros de la familia y enviar cartas a contactos aprobados. Sin embargo, las autoridades creen que podría estar enviando mensajes codificados a sus seguidores. También sospechan que podría estar usando las visitas con sus muchos hermanos para instruirlos sobre cómo mantener unida la organización.

Actualmente se cree que el número total de miembros de la secta podría ascender a 10.000 personas.

Los fieles que siguen creyendo en Warren Jeffs, están convencidos de que esa “locura” de sexo, dinero y poder tiene un sentido. Los miembros más antiguos quieren quedarse en la iglesia y seguir las tradiciones religiosas de sus padres, abuelos y bisabuelos. Ellos y los novatos sostienen firmemente que los espantos que han ocurrido en la secta no son cosas horribles sino una prueba que se les está imponiendo Dios.

Warren Jeffs tiene ahora 70 años.

Fuente:

https://tn.com.ar/policiales/2024/11/16/la-oscura-secta-que-proponia-rezar-y-obedecer-pero-escondia-una-trama-macabra-de-promiscuidad-y-pedofilia/


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El líder del culto polígamo que tenía 25 esposas menores de edad: secuestros, abusos atroces y violaciones


Warren Jeffs era el líder de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, un culto derivado de la iglesia mormona con sede en Utah. El hombre que se hacía llamar profeta, que les hacía creer a sus fieles que transmitía la palabra de Dios es un peligroso delincuente sexual condenado a prisión perpetua por violar a niñas y adolescentes y por facilitar decenas de abusos sexuales

Por Matías Bauso

02 May, 2024 00:56 a.m. AR


Un hombre delgado, de mirada hueca, con la piel traslúcida pegada a los pómulos. Se lo podría confundir con un empleado bancario, con un escribano, con un burócrata gris. Pero él se hacía llamar profeta. Era el líder de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (IFSUD), un culto derivado de la iglesia mormona con sede en Utah. Dominaba la vida de decenas de miles de fieles. Decidía casamientos, podía quitarle la esposa y los hijos a un hombre y asignárselos a otros. Manejaba su comunidad mormona con mano dura. También manejaba millones de dólares. Tomaba como esposa a cada mujer, sin importarle la edad, que le gustara. Llegó a tener 78 esposas, 25 de ellas menores de edad.

También llegó a ser uno de los 10 hombres más buscados por el FBI. Compartía la lista con Osama Bin Laden

Warren Jeffs, el hombre que se hacía llamar profeta, que les hacía creer a sus fieles que transmitía la palabra de Dios, es un peligroso delincuente sexual condenado a prisión perpetua por violar a niñas y adolescentes y por facilitar decenas de abusos sexuales.

La IFSUD surgió a fines del Siglo XIX a raíz de un cisma en la iglesia mormona. La principal diferencia no fue de dogma. La principal causa de la separación fue que los miembros de la IFSUD no aceptaron el fin de la poligamia. Cada hombre podía tener muchas esposas, al menos tres. Y el profeta cuántas quisiera.

Sus miembros se mantuvieron aislados del resto de la sociedad, de sus avances tecnológicos, del relajamiento paulatino de las costumbres. Regidos por los mandatos del líder máximo, el profeta, porque su palabra era infalible, Dios hablaba a través suyo.

Las mujeres son relegadas. Deben ser sumisas y aceptar su destino. No se les permite elegir una vocación, ejercer un oficio o una profesión, ni siquiera pueden aspirar a la curiosidad. Su misión es procrear y satisfacer a su marido. Ir, a la edad que sea (aún antes de convertirse en mujeres), con quien el profeta indique. La poligamia como una herramienta de dominación.

Sin contacto con el exterior, en un aislamiento casi perfecto, detenida en el tiempo, la sociedad de la IFSUD tiene dos guías: el temor a la divinidad y la palabra irrefutable del profeta.


Una sociedad cerrada, injusta, distópica.

Rulon Jeffs, padre de Warren, fue ungido profeta en 1986. Construyó su poder con buenos modales y un hablar suave. Cada frase salida de su boca parecía una plegaria, como si en ningún momento dejara de predicar. El lema que dirigía a su comunidad, el mandato que bajaba, era Keep Sweet. Les pedía que actuaran con suavidad, gentilmente, reclamaba docilidad.

Lo suyo no eran sólo modos amables. Llegó a acumular 80 esposas y tuvo 62 hijos. También forjó una gran fortuna y le proporcionó a su iglesia, a través de promover enormes donaciones y arriesgadas inversiones, una fortuna.

Desde muy chico Warren se dio cuenta que se tenía que hacer notar, de alguna manera destacarse del resto, sobresalir y diferenciarse de sus 61 hermanos. Lo logró. Muy pronto se convirtió en el favorito de su padre. Saliendo de la adolescencia, Jeffs empezó a aparecer muy cerca de su padre, en cada una de sus apariciones. Cuando a fines de los noventa Rulon tuvo un ACV, Jeffs se convirtió en su reemplazo natural. Se puso al mando y continuó usando los modos suaves del padre aunque endureció algunas reglas de conducta. Todo cambió cuando en 2002 murió Rulon tras una larga agonía y su hijo Jeffs pasó a ser su sucesor, el líder máximo de la iglesia, el profeta. A partir de ese momento, además de ejercer la jefatura adquirió status divino (al menos para sus seguidores). Parece un típico caso de sucesión obvia y pacífica, un nepotismo suave e inevitable, pero lo de Jeffs tiene su mérito. Logró imponerse a otros 61 hermanos.

Su primera medida fue alejar a todos los hombres que acechaban a la veintena de esposas del padre que subsistían. Descartó a dos mujeres muy mayores y al resto las convirtió en sus esposas. A partir de ese momento comenzó a alimentar su harén con desenfreno. Muchas de sus nuevas esposas eran niñas.

El profeta, ya sea Rulon o sus antecesores, siempre impartió directivas a sus seguidores, siempre impuso las normas de conductas de la comunidad. Pero a partir de Jeffs las órdenes fueron cada vez más terminantes, restrictivas y arbitrarias.

Jeffs prohibió las películas, la música pop, la televisión, los libros de ficción. Las normas de conducta eran muy estrictas. Lo mismo sucedía con la vestimenta. Todas las mujeres debían vestirse y peinarse del mismo modo.

El Keep Sweet, esa docilidad exigida, significaba en realidad que las mujeres suprimieran sus emociones, que no expresaran sus sentimientos, que obedecieran siempre a sus maridos pero en especial a Jeffs, el profeta infalible.

La única emoción que le estaba permitida a las mujeres era la dulzura y dirigida sólo hacia quien Jeffs señalara.

Jeffs era mucho más enérgico y rígido que el padre. Ya la docilidad no bastaba. Ahora la regla era rezar y obedecer. La obediencia, ciega y sin resistencia, pasó a ser la norma; tanto que la frase estaba tallada en la entrada de la sede de la IFSUD. El profeta era un dictador, un déspota a la luz del día. Sus seguidores debían temerle no sólo a Dios.

Tener múltiples esposas era una orden de Dios. Y de las tres permitidas inicialmente se pasó a un número indefinido, sólo fijado por Warren Jeffs. Él fue generoso consigo mismo ya que llegó a tener 78.

El dogma de la IFSUD indicaba que cuantas más esposas más cerca se estaba del cielo: las mujeres como peldaños de la ascensión. Sostenía que mantener relaciones con menores era un entrenamiento celestial, una actividad que lo acercaba a la divinidad.

Aquellos que se le oponían perdían a sus esposas y a sus hijos y eran relegados a trabajos ingratos, una especie de ostracismo dentro de la comunidad. A Warren no le temblaba el pulso. Convencía a las familias que entregar una hija a él, a su harén, era un halago, un honor, una disposición divina. Pero sólo se ocupaba de él.

Elissa Wall, una joven que tiempo después logró escapar de la comunidad y lo denunció ante la justicia lo acusó de haberla obligado a casarse con un primo suyo cuando ella tenía 14 años. Fue violada durante años. En el medio tuvo dos embarazos espontáneos. Warren Jeffs determinó que eso había sucedido porque era impura, porque se resistía y desafiaba a la divinidad y le impuso severos castigos por impía.

Construyó Yearning For Zion Ranch, un lujoso complejo en Texas, cerca de El Dorado, de más de cuarenta habitaciones en el que vivía junto a sus esposas, sus hijos y unos pocos elegidos. 700 hectáreas para 700 elegidos. Allí tenía amplias comodidades y él se permitía gustos fastuosos y hedónicos que estaban completamente vedados para cualquiera de sus seguidores.

La excusa para la mudanza la encontró ante la cercanía de los Juegos Olímpicos de Salt Lake City. Dijo que ellos implicaría un aceleramiento de la destrucción del mundo que era inminente (anunció el fin del mundo en más de una oportunidad; ya en prisión dijo que acaecería en 2013: por lo visto el presagio fue errado); que el mundo centrara su atención en Utah iba a traer, afirmaba, muchos males a sus habitantes y ellos debían salir de allí para evitarlo. En realidad utilizó la gran cita deportiva como excusa para dejar Utah en la que los grupos contra la poligamia eran muy activos, los investigadores policiales lo acosaban y los vecinos miraban mal hacía tiempo a los integrantes de la IFSUD.

Las denuncias por abusos, matrimonios obligados, violaciones e incestos se acumulaban sobre él. La primera que tuvo gran repercusión fue la de Brent, un sobrino de Jeffs, que lo acusó de abusar de él y de varios de sus hermanos desde que tenían 5 años. Brent contó que debido a esos abusos uno de sus hermanos se había suicidado. Luego muchos más se presentaron ante la justicia.

La historia de Warren Jeffs cautivó a periodistas y documentalistas. Se han escrito varios libros y se han filmado varios documentales que narran la vida en la IFSUD y los crímenes cometidos por Warren Jeffs; el más célebre tal vez sea la serie documental que hace unos años estrenó Netflix, Keep Sweet: Pray and Obey.

Tras la fuga de alguno de sus miembros y la pesquisa implacable de Jon Krakauer y otros periodistas, Warren Jeffs supo que la policía iría tras él y de madrugada escapó de Yearning For Zion Ranch. Vivió varios meses en la clandestinidad. A pesar de su poderío económico y de la larga red de cómplices y encubridores, la fuga no podía ser eterna. La policía, después de semanas de seguimiento, lo encontró a mediados de 2006 en el estado de Nevada. En su auto encontraron una valija repleta de pelucas y bigotes falsos, disfraces, varios anteojos oscuros, gorras y maquillaje para modificar su apariencia y desorientar a sus perseguidores. Llevaba también casi 60.000 dólares, 4 computadoras y 16 celulares.

En un primer juicio, en el originado en la denuncia de Elissa Wall y otras jóvenes que acusaban de entregarlas para ser violadas cuando eran menores de edad, fue condenado a 10 años de prisión. Los testimonios de varios miembros que se escaparon de su iglesia y de varios arrepentidos fueron estremecedores. Sin embargo, la condena fue declarada nula en 2010. No importó. Al año siguiente recibió otra cadena a prisión perpetua por la violación de dos niñas de 12 y 15 años. De una de ellas había una grabación de audio en la que se escuchaba a Warren Jeffs afirmando que de esa manera la chica expiaría sus pecados y diciéndoles a las otras esposas (presentes mientras él violaba a la chica) que debían someterse a las prácticas que él les requería porque se trataba de una actividad sanadora y espiritual, virtuosa ante los ojos de Dios.

Warren Jeffs, durante sus primeros años de reclusión, intentó suicidarse dos veces. Trató de colgarse y también quiso lastimarse fatalmente al golpear con fuerza y reiteradamente la cabeza contra la pared.

Desde la prisión siguió manejando la IFSUD. Todavía quedan más de 10.000 fieles que creen en él y que se convencieron de que el juicio fue una patraña de algún poder para perjudicar a su líder; los que aún persisten, los que cierran los ojos ante las pruebas y las condenas contundentes, ahora además de un profeta, ven en él a un mártir. Mientras el resto de la sociedad considera a Warren Jeffs como un peligroso delincuente.


Fuente:

https://www.infobae.com/historias/2024/05/02/el-lider-del-culto-poligamo-que-tenia-25-esposas-menores-de-edad-secuestros-abusos-atroces-y-violaciones/

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Jordan Peterson ¿Refuta al Ateísmo?

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¿Refuta el Ateísmo este argumento de Jordan Peterson?


El psicólogo canadiense Jordan Peterson apela a una identificación entre Dios y el bien para sugerir que el Ateo no tiene manera de encontrar sentido en el mundo

Por: Emilio Novis

- 01/31/2024


Jordan Peterson, el popular y polémico psicológico que inspira a millones de jóvenes, sobre todo hombres, ha regresado a la mesa de discusión la idea de la importancia de tener una creencia en un poder superior y tener una orientación trascendente. Peterson es seguidor de Jung en mucho sentidos y fue el psicólogo suizo quien entendió que el hombre moderno estaba en una crisis de sentido y que muchos de sus problemas psicológicos, especialmente de aquellos que llegaban a la mitad de la vida. podían explicarse por la falta de una "relación con algo infinito", con un ente proveedor de sentido más allá de lo contingente. Jung criticaba la visión materialista secular por imponer su modelo de manera arbitraria y un tanto dogmática por sobre el entendimiento tradicional de la realidad que se encuentra en las grandes religiones y del cual, de manera modificada, se alimentan los modelos de la llamada "espiritualidad no religiosa", a la cual tanto a contribuido el pensamiento de Jung.

Peterson en un podcast reciente sostuvo desmantelar "el argumento ateísta" con las siguientes proposiciones:

- Creo que puedo desmantelar permanentemente el argumento ateo, y es en parte algo extraño porque no es como si de repente la gente fuera a postrarse a los pies de Dios en adoración. Más bien, requiere una reconsideración de lo que entendemos por creencia. He reflexionado sobre esto y es como preguntar: "¿crees en el bien?" La diferencia entre creer en el bien y creer en Dios es muy estrecha. Ahora bien, hay diferencias importantes, pero sigue siendo una diferencia estrecha. Y lo cierto es que si no crees en el bien, careces de rumbo, y si careces de rumbo, careces de esperanza. Si estás desorientado y sin esperanza, te sientes ansioso y fragmentado, y la gente no puede unirse en su creencia. El hecho es que la alternativa a no creer no es nada buena.

Este "desmantelamiento" proviene de una discusión filmada y delata que no está perfectamente formulado, como lo estaría quizá si fuera escrito. Asimismo, Peterson no refuta realmente al ateísmo en tanto a que no comprueba de ninguna manera la existencia de Dios. Lo que en todo caso podría refutar o desmantelar es la utilidad y la sanidad de no creer en Dios, sugiriendo que creer en Dios -o tener una noción rectora del bien- es esencial para tener un rumbo y por lo tanto tener una experiencia de sentido e integración. Sin ello, lo que existe es claramente el nihilismo, que se postula sobre la idea de estar "más allá del bien y el mal".

La idea de que el bien depende en gran medida de la existencia de Dios es un tema que ha sido discutido a lo largo de la historia de la filosofía y forma parte del dogma cristiano, pero se encuentra incluso en el fundamento de la filosofía platónica. Platón identificó a la idea del Bien con el Uno y con Dios en su más alta acepción. El razonamiento por el cual es difícil creer en el bien si no se cree en Dios es el siguiente: el bien supone un principio metafísico ordenador del universo, una cualidad moral que no se halla de ninguna manera en los ciegos procesos de la materia que no obedecen propósito alguno. Contradice totalmente el modelo materialista del mainstream científico pensar que los procesos de la materia tienen un telos o una fuente bondadosa que los orienta hacia un destino -como la reintergación con una unidad absoluta- o que las intenciones con los que se realizan las cosas tienen un efecto en sus resultados, de esta manera mostrando el imperio de la mente por sobre la materia. En realidad la idea del bien no supone un Dios, pero sí supone una realidad espiritual o mental que moldea el mundo material, como es el caso de la idea budista del karma. El argumento de Peterson sería reformulado, desde la perspectiva budista, en términos de desmantelar el extremo del nihilismo (ucchedavada, en sánscrito), de considerar que la conciencia es un producto de la materia y que no existe un componente mental (cetana, "intención", en sánscrito) que, al imbuir cada acción, determina nuestra existencia futura. Los budistas considerarían a Dios -como creador y fuente absoluta del universo- como otro extremo que es refutable, si bien una creencia mucho más provechosa para el futuro del individuo que el nihilismo.

El problema del ateísmo y del materialismo sobre el que se encarama, es que no tiene la capacidad de proveer un argumento que tenga poder de persuasión para la moral. Pues no logra de ninguna manera idear un universo moral sin la existencia de un principio espiritual -Dios o la conciencia inmaterial-, y por lo tanto la existencia de la moralidad, en un universo enteramente inmoral en su constituyente básico, es sumamente débil. La vida ética, el hacer el bien, en todo caso, se vuelve una decisión humana, una especie de fuerza heroica que no se monta sobre un una realidad moral, y por lo tanto es una excepción, un débil clamor de bien, en un mundo que no solo no lo recompensa sino que ni siquiera tiene la capacidad de dialogar, pues solo el humano es consciente. Asimismo, la capacidad de sostener este noble impulso de moralidad en un universo desdiosado, fácilmente se desarticula pues carece del refuerzo y la vitalidad que proveen existir en un universo esencialmente consciente, al cual estamos estrechamente conectados, en el que todo lo que hacemos tiene significado y afecta a todo lo demás. Así pues, más allá del abstruso argumento de la existencia o inexistencia de Dios, el universo del hombre religioso o espiritual, es en todo caso un universo más rico, bello y bueno y por lo tanto tiene más posibilidades producir hombres buenos y de sustentar una vida moral.

Fuente:

https://pijamasurf.com/2024/01/refuta_el_ateismo_este_argumento_de_jordan_peterson/

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Jordan B. Peterson, de psicólogo azote de la izquierda a divulgador cristiano tras abrazar la fe


Su mujer dice haberse curado de un cáncer terminal gracias a su fe católica, en cuyo viaje la ha acompañado su marido, que acaba de anunciar una nueva gira, 'We who wrestle with God' ('Nosotros que luchamos con Dios'), y un libro con el mismo nombre.

María Serrano

Madrid 02/02/2024


«Me complace anunciar mi nueva gira para 2024: 'We who wrestle with God' ('Nosotros que luchamos con Dios')». Así ha anunciado el psicólogo clínico y «azote de la ideología woke» Jordan B. Peterson su nuevo tour de charlas, conferencias y encuentros, que se alargarán durante todo el año y le llevarán a recorrer, de momento, todo Estados Unidos entre el 4 de febrero y el 11 de junio.

A continuación, en su vídeo de promoción cita un capítulo del Génesis; en concreto, el capítulo 3, versículos 11-13: «Él replicó: '¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?'. Dijo el hombre: 'La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí'. Dijo, pues, Yahveh a la mujer: '¿Por qué lo has hecho?'. Y contestó la mujer: 'La serpiente me sedujo, y comí'».

«Me voy a concentrar en las ideas que he trabajado para mi próximo libro We who wrestle with God (Nosotros que luchamos con Dios)», explica Jordan Peterson, que se remonta a sus lecciones sobre la Biblia, en las que indaga en las explicaciones psicológicas que contienen libros como el Éxodo o el Génesis. Entre ellas hay prédicas tituladas «Dios y la jerarquía de la autoridad» o «Adán y Eva - La consciencia, el mal y la muerte», algunas de las cuales alcanzan los cuatro millones de visualizaciones.

«Me concentraré en temas bíblicos y en cuestiones de narrativa general, pero todo lo que diga tendrá una aplicación más amplia y genérica», continúa, algo misterioso. Lo cierto es que mientras la «cultura de la cancelación» intenta expulsar a Dios de la esfera pública, Jordan Peterson y su mujer, Tammy, tratan de situar el tema en el centro de la conversación en un mundo cada vez más secular.


Un camino de fe

Tanto Jordan Peterson como su mujer han luchado con las cuestiones de la fe y están labrando sus propios caminos hacia la verdad y la comprensión. De hecho, Tammy ha hablado públicamente sobre su camino de conversión católica. Por su parte, tendremos que esperar a que el renombrado psicólogo y azote de la ideología woke comience sus charlas o publique su libro para conocer hasta qué punto ha emprendido un camino de fe.

«Recorro varias de las principales historias bíblicas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, y hago un comentario sobre su significado psicológico, práctico, social y posiblemente filosófico y teológico. Es una explicación de, por ejemplo, lo que significa vivir en una relación de establecida por una promesa», ha expresado al explicar esta próxima publicación.

Sin embargo, cuando le preguntan abiertamente por su religiosidad, él invita a que compren su libro o acudan a sus conferencias (por supuesto): «¿No dicen que 'por sus frutos los conoceréis'?». Uno de esos frutos ha sido, según él, su largo matrimonio de 35 años, que capeó las tormentas de la enfermedad terminal de su mujer y la atención de los medios, particularmente desde que Jordan Peterson saltó a la fama al luchar contra la ideología de género como profesor en la Universidad de Toronto. «Se contrae matrimonio como un acto de fe. Te enamoras de alguien, lo cual es una gracia, un regalo de Dios en un sentido real», explica Jordan Peterson en un video de DailyWire+.

Los Peterson fueron invitados por su amiga, Queenie Yu, numeraria del Opus Dei y directora de Educación del Carácter de la Escuela para Niñas de Hawthorn, a hablar en un evento en el Kintore College de Toronto con estudiantes, padres y estudiantes de Hawthorn. Allí, Tammy Peterson confirmó de nuevo que sería bautizada en el rito católico en Semana Santa, algo para lo que preparaba «con espíritu fervoroso».


Una carrera a contracorriente

Peterson, profesor emérito de la Universidad de Toronto, es autor de tres libros: Beyond Order, 12 Rules for Life y Maps of Meaning, y colabora con el grupo de comunicación conservador The Daily Wire.

Pero es igualmente conocido por sus podcasts y declaraciones controvertidas en las redes sociales. Saltó a la fama después de impugnar una ley canadiense que, según él, criminalizaría el uso de pronombres incorrectos para una persona transgénero, y fue suspendido temporalmente de Twitter por una publicación sobre un actor transgénero.

A pesar de esto, ha acumulado un gran número de seguidores, en su mayoría jóvenes que aprecian sus «reglas de vida» y de sentido común, sus puntos de vista conservadores y lo que algunos llaman su «estilo Don Draper».

Jordan Peterson es psicólogo clínico, es canadiense y una celebridad en redes sociales, donde acumular un total de ocho millones de seguidores en Youtube y casi cinco millones en Twitter. Durante los últimos años el especialista ha ido ganando fama al convertirse en un azote recurrente al criticar a la izquierda 'woke'

Fuente:

https://www.eldebate.com/cultura/20240202/jordan-b-peterson-psicologo-azote-izquierda-divulgador-cristiano-abrazar-fe_171509.html



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El papel de la Biblia en el daño a la fe Cristiana

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El papel de la Biblia en el daño a la fe Cristiana


Quizás por eso los devotos evitan leerla

David Madison

15/11/2024


Mark Twain planteó una vez este dilema:“No son las cosas que no entiendo de la Biblia las que me preocupan, sino las cosas que sí entiendo”. ¿Cuántos laicos de la cristiandad han hecho este mismo descubrimiento inquietante? Y Twain también tenía razón cuando dijo que“la fe es creer en algo que sabes que no es verdad”. ¿Cuántos fieles cierran los ojos, cierran la mente, reprimen la curiosidad y deciden confiar en lo que su clero enseña sobre Dios? Muy pocos clérigos, desde el púlpito un domingo por la mañana, les darán esta tarea: “Por favor, cada uno de ustedes, lea el evangelio de Marcos, todo, esta semana. Léalo con atención, con espíritu crítico, y escriba las preguntas que se le ocurran al respecto. Sea valiente, incluso las preguntas más difíciles son bienvenidas”.

Hace unos años publiqué algunos artículos sobre cada capítulo del evangelio de Marcos, por la sencilla razón de que contiene tantos problemas y absurdos. Cualquier persona con capacidad de pensamiento crítico puede detectarlos; cualquier persona devota con tales capacidades puede ver cómo su fe está en peligro. Leerlo de forma critica es una tarea obligatoria, especialmente para aquellas personas devotas cuyo clero las ha instado a leer el evangelio de Marcos. La conclusión es obvia: ¿cómo puede alguien tomar en serio este evangelio? No logra calificar de divinamente inspirado. Hay demasiados errores y fallas en la trama, demasiadas tonterías; existen abundantes detalles. Marcos (quienquiera que haya sido el autor real) escribió una teología torpe, sin ninguna prueba de que poseyera las habilidades de un historiador.

Debido a la disposición tradicional de los evangelios, es común no darse cuenta de que Marcos fue el primer evangelio en ser escrito —probablemente al menos cuarenta años después de la muerte de Jesús— y que grandes porciones del mismo fueron copiadas tanto por Mateo como por Lucas, quienes cambiaron la redacción como les pareció conveniente, incluyendo el supuesto texto de Jesús.


Echemos un vistazo a sólo algunos de los defectos.

En Marcos 1, leemos que Juan el Bautista proclamó “un bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados…” (v. 4). Jesús se presentó para ser bautizado, después de lo cual vino una voz del cielo: “Tú eres mi hijo amado; en ti tengo complacencia” (v. 11). Una creencia cristiana favorita es que Jesús no tenía pecado, pero este texto parece sugerir que Dios estaba complacido con él después de que sus pecados habían sido limpiados por el bautismo. El autor del evangelio de Mateo no estaba contento con esto, por lo que agregó un texto de Jesús dando a entender que el bautismo era solo para aparentar: “Juan se lo impedía, diciendo: “Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”. Pero Jesús le respondió: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Entonces consintió” (vv. 14-15). En el evangelio de Juan, con su teología altamente inflada, Jesús no es bautizado en absoluto.

Pero los lectores críticos también deberían quedar perplejos ante la afirmación de que Dios habló desde el cielo. Esto refleja la ingenuidad antigua de que Dios reside en un reino por encima de las nubes y por debajo de la luna, por lo que solo tiene que hablar para ser escuchado. En la historia de la transfiguración en el capítulo 9, encontramos la misma tontería: “Entonces una nube los cubrió, y desde la nube se oyó una voz: “Este es mi Hijo amado; a él oíd” (v. 7). ¿Dios habla desde el vapor de agua? La agenda de Marcos, como propagandista del culto de Jesús, es clara: quiere afianzar la afirmación de que Jesús es el hijo de Dios. Este tipo de fanfarronería no era poco común en los cultos de la época.

Pero los lectores escépticos pueden ver el mayor fallo de la trama aquí: ¿el dios cristiano puede hablar desde el cielo, desde las nubes? Si es así, ¿por qué no ha hecho un buen uso de esta habilidad a lo largo de los siglos? Durante la Peste Negra del siglo XIV, cuando millones de personas murieron horriblemente y la iglesia culpó al pecado, ¿por qué Dios no gritó desde el cielo: "No, no es el pecado! Son las pulgas, son las ratas que propagan la pulga!". Cuando Adolf Hitler despotricaba sus odios a miles de personas en los estadios, ¿por qué Dios no gritó desde el cielo: "No escuchen a este malvado loco, desháganse de él!"?

En Marcos 4:1-12, Jesús explica a sus discípulos que el propósito de enseñar en parábolas es engañar a la gente, para que no se arrepientan y sean perdonados. Los eruditos devotos han estado angustiados por este texto durante mucho tiempo, porque no tiene ningún sentido. Él asegura a sus discípulos que el secreto (o misterio) del Reino de Dios ha sido entregado a ellos, no a extraños. Una vez más, Marcos se dirige aquí al culto de Jesús: ellos poseen el secreto para ganar el Reino.


De hecho, la venida del Reino es el enfoque principal del evangelio de Marcos, por lo que hay tan poca enseñanza ética en esta descripción de Jesús. El mensaje principal aquí es prepararse para la llegada del Reino. De hecho, uno de los peores versículos del evangelio es 14:62: Jesús afirma que él es en verdad el Mesías. Promete a quienes lo están juzgando que “… verán al Hijo del Hombre [es decir, a él mismo] sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del cielo”. Obviamente esto nunca sucedió.

En Marcos 5 encontramos la historia de un enfermo mental que vivía entre las tumbas, vociferando y maltratándose a sí mismo. Como los demonios lo poseen (así lo supone Marcos), reconoce a Jesús de lejos, porque Jesús también es del reino espiritual. Los demonios convencen a Jesús de que los transfiera a una piara de 2.000 cerdos. Presumiblemente, Jesús realiza el truco con un hechizo mágico, y los cerdos se precipitan por un acantilado y se ahogan en el mar. No sorprende que, al final de la historia, la gente de la región le pida a Jesús que se vaya. Desde la perspectiva de una comprensión moderna de cómo funciona el mundo, no hay forma de que esta historia califique como algo más que folclore mágico. ¿Podemos presionar el botón de borrar?

En su artículo sobre las cosas fantásticas en Marcos, Richard Carrier afirma en la Introducción:

Hay al menos un acontecimiento imposible narrado en cada capítulo de Marcos. De hecho, el recuento es mucho más de uno. Por lo tanto, Marcos es mucho más mitológico en su composición que cualquier historia o biografía genuina de la época. Y Marcos se parece solo a la ficción y la mitología antiguas en este sentido. Y, sin embargo, Marcos es la primera narración de un Jesús histórico y la fuente principal (y la única realmente conocida) de todas las demás”.

He mencionado sólo algunas de las cosas extrañas que aparecen en el evangelio de Marcos.

Cualquier persona devota que desvía su atención de estas realidades para seguir creyendo sabe de qué estaba hablando Mark Twain: “ La fe es creer en algo que sabes que no es verdad”.

David Madison fue pastor de la Iglesia Metodista durante nueve años y tiene un doctorado en Estudios Bíblicos de la Universidad de Boston. Es autor de dos libros.


Traducido del original:

https://www.debunking-christianity.com/2024/11/the-role-of-bible-in-damaging-christian.html


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Querido Cristiano: Es posible que estés adorando al Anticristo

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Querido Cristiano:

Es posible que estés adorando al Anticristo


En los últimos años he tenido una revelación: los cristianos están adorando al Anticristo.

27 de noviembre de 2022

Por Richard Carrier


En los últimos años he tenido una revelación: los cristianos están adorando al Anticristo. No todos, por supuesto. Pensemos, por ejemplo, en los jóvenes cristianos que se acercan a mí después de una presentación ante un grupo de la iglesia para explicarme su decepción con sus líderes y cómo desprecian todo lo que predican sus iglesias, obsesionados con el aborto y los derechos de los homosexuales y todo el régimen político conservador, mientras que ellos sólo quieren hacer “cosas de Jesús”, como acabar con la pobreza y aliviar el sufrimiento. Están adorando a Cristo. Todos los demás, todos los que expulsan a gente como ellos de las iglesias en todo el mundo por ser, básicamente, herejes indeseados, están adorando al Anticristo. Y creo que eso afecta a la mayoría de los cristianos del mundo; pero especialmente a los estadounidenses conservadores. ¿Todo cardenal y predicador que conduce un coche de lujo, viaja en aviones privados o vive en una casa de un millón de dólares? Anticristo; Obviamente. Pero me refiero a algo mucho más generalizado y sustancial que eso. Tengan paciencia. Pronto se les abrirán los ojos.

No necesitamos creer en Jesús o en Dios para que mi conclusión sea cierta. Podemos adoptar una verdad simple que tanto creyentes como no creyentes están de acuerdo: ya sea de manera sobrenatural o simplemente un memeplex, las personas pueden “encarnar” a Cristo como un ideal, haciendo lo que predica y hace el personaje de las primeras cinco novelas del Nuevo Testamento; y en este sentido se puede decir que uno está adorando verdaderamente a Cristo: en lugar de simplemente torpemente realizar rituales y dar un sermón, en cambio es literalmente como Cristo. Esto es lo que significa encarnar el Espíritu de Cristo: llegar a ser como él es y hacer lo que enseñó. Vivir la vida de Cristo. Eso es lo que significa realmente adorar a Cristo. Y no es necesario que exista una persona así para que ese sea el caso.

Ahora bien, aquí viene la patada en los testículos. La palabra “Anticristo” significa, literalmente, lo opuesto a Cristo. En otras palabras, si encarnas el Espíritu que es lo opuesto a lo que Cristo enseñó, estás encarnando el Espíritu del Anticristo. Por lo tanto, en realidad, en verdad, no estás adorando a Cristo, sino al Anticristo. Literal o figurativamente, el Anticristo ha reclamado tu alma y te ordena que le obedezcas. Enseñas lo que enseña ese monstruo oscuro; haces lo que hace ese monstruo oscuro; vives como ese monstruo oscuro viviría en tus mismas circunstancias. Por lo tanto, puedes encarnar el espíritu de Cristo o el espíritu del Anticristo. ¿Cómo puedes saber la diferencia? y en qué medida, enseñas, haces y vives lo que es exactamente lo opuesto a lo que el carácter de Jesucristo enseña y hace en los Evangelios y en el libro de los Hechos (donde, a veces la gente olvida, Jesús también aparece y habla, y anima las acciones y decisiones de su rebaño; solo que con menos frecuencia).

Hay muchas cosas que son realmente horribles acerca de Jesús el Cristo. De ninguna manera estoy respaldando la vida “totalmente” cristiana. Jesucristo es en realidad un mal ejemplo a seguir; y sus enseñanzas no son tan sabias ni sostenibles para una sociedad. Pero incluso con eso dicho, hay muchas cosas sobre las que el personaje del Nuevo Testamento de Jesús es bastante inequívoco que están al menos más cerca del Lado Luminoso de la Fuerza, del cual la mayoría de los cristianos ahora hacen, creen y enseñan exactamente lo opuesto, abrazando así inequívocamente el Lado Oscuro de la Fuerza.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos quieren orar en público, incluso luchan por el privilegio de hacerlo ante un público reticente en partidos deportivos, escuelas, reuniones del Congreso y del gobierno; pero aún más en general, frente a familiares y compañeros, incluso en la televisión nacional.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, porque ellos aman orar de pie en las sinagogas”, es decir, incluso en las iglesias , “y en las esquinas de las calles para ser vistos por los demás”. Cristo advierte: “En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”. Pero, Jesús ordena: “Cuando ores, entra en tu aposento, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Entonces tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”. ¿Qué es lo opuesto a esto? Toda oración pública, incluso voluntaria, incluso en casa o en la iglesia, es el camino del Anticristo. Si oras en público, incluso delante de tu familia en casa o de tus compañeros en la iglesia, y ciertamente si apoyas que se imponga la oración pública a las personas en eventos, en escuelas, en tribunales de justicia, en concilios y legislaturas, eres del Anticristo. Porque con ello estás encarnando lo opuesto a Cristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos aprueban, de hecho a menudo incluso insisten en, todo tipo de violencia en defensa propia, imaginaria o real. Por esa razón apoyan la posesión de armas. Perros guardianes feroces. Bates de béisbol junto a la mesita de noche. Violaciones en prisión y todo tipo de otras formas de sufrimiento para los encarcelados. La pena de muerte. La guerra. Las palizas y asesinatos policiales. Incluso ondean banderas azules que anuncian su apoyo a la violencia policial. Apoyan que se gasten cantidades extraordinarias de dinero público para mantener toda una maquinaria de violencia global, mientras que se oponen a desviar cualquier centavo a la salud nacional. Muchos no dudarían en matar a tiros a un intruso. Ni se sentirían mal por ello. La mayoría, que se abstienen sólo por ser aprensivos, todavía darían palmaditas en la espalda a cualquiera que lo hiciera. Sus demandas de crueldad violenta contra inmigrantes y refugiados se pueden escuchar incluso en todo el país.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: «Ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo y diente por diente”. Pero yo les digo: No resistan al que los maltrata. Si alguien los abofetea en la mejilla derecha, preséntenle también la otra mejilla. Y si alguien quiere ponerte pleito para quitarles la túnica, entréguenle también la capa. Si alguien los obliga a llevar carga por una milla, acompáñenla dos. Al que les pida, denle y al que quiera tomar de ustedes algo prestado, no se lo vuelvan a dar.»

Jesús os ordenó, pues, no resistir a un atacante, ni siquiera a un ladrón o a un esclavista. Ni siquiera debéis defenderos en los tribunales contra demandas judiciales. Es tan absoluto que debemos concluir que quiere decir que ni siquiera debéis resistiros a un violador, a un invasor en tiempos de guerra o a un intruso en casa. Debéis absteneros de toda violencia, incluso en defensa propia. Ni siquiera debéis permitir que el sistema legal intervenga y os proporcione violencia protectora, como implica directamente su cita de la ley de la Torá, como también su mandato de que no os defendáis ni siquiera contra demandas judiciales. Por tanto, cualquier cristiano que no sea un pacifista absoluto está encarnando al Anticristo en algún sentido medible. Pero todos los belicistas y los que se jactan de la violencia, los promotores de las armas y de la violencia policial, están totalmente al servicio del Anticristo, porque están encarnando exactamente lo opuesto de Cristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos desprecian a los inmigrantes y a los sin techo, y se esfuerzan por rechazarlos, rechazarlos y quitarles todo refugio o asistencia social que se les brinda. Quieren que los sin techo sean arrestados o expulsados ​​de la vista; algunos incluso quisieran que los mataran. Aúllan ante cualquier ayuda o hogar que se les brinde a los refugiados. Consideran y tratan a los inmigrantes como poco más que ladrones o alimañas, una amenaza invasora que debe ser aborrecida y literalmente aislada de su hogar o ayuda.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me acogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis”. Y los condenados, nos dice Cristo, le preguntarán entonces: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?”. Y Él les responderá: “En verdad les digo que todo lo que no hicieron con uno de estos más pequeños, tampoco lo hicieron conmigo”. Cada persona sin hogar, cada refugiado, cada inmigrante en busca de una vida mejor es Cristo mismo. Su Cristo les dijo esto.

Incluso Juan el Bautista dijo, de hecho, para anunciar el camino de Cristo: “El que tenga dos túnicas, que las dé al que no tiene, y el que tenga qué comer, que haga lo mismo”. Y esto se refleja en la parábola de Cristo del Buen Samaritano, que era el equivalente moral de un refugiado: atacado y despojado de sus medios de vida y abandonado para sobrevivir en una tierra extranjera. Cristo os ordena que lo ayudéis , no que lo rechacéis. Los sin techo están esencialmente en el mismo aprieto, y merecen esencialmente la misma recompensa; como Cristo ordena, debéis acogerlos, vestirlos, alimentarlos y darles alojamiento. Así que si tomáis la posición opuesta en estas cosas, si no hacéis todo lo que está a vuestro alcance para dar hogares a los sin techo, comida a los hambrientos, para dar refugio a los refugiados y a los inmigrantes (los “extranjeros”) por igual, si os oponéis a las políticas sociales que hacen estas cosas, estáis sirviendo al Anticristo. Porque estáis sirviendo al espíritu opuesto al de Cristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos conservadores en Estados Unidos se oponen a la atención sanitaria pública (es el último país del mundo desarrollado que no ha creado y disfrutado de una atención sanitaria universal). Quieren gastar miles de millones en una máquina de guerra, pero no en ninguna máquina de bien público. Quieren que los ejércitos y las armadas se extiendan al extranjero, pero no quieren curar a sus propios enfermos en casa, y menos aún ayudar a los enfermos mentales.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: “Sanad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad fuera demonios. De gracia recibisteis, dad de gracia”. Dad de gracia. Así como recibiréis de gracia. Sanad enfermos . Cristo os lo manda. Resucitad muertos. Cristo os lo manda. Limpiad enfermos. Cristo os lo manda. Expulsad demonios. Cristo os lo manda. Si tomáis la posición opuesta, de oponeros en lugar de actuar para proporcionar todas estas cosas de gracia a todos, de oponeros en lugar de apoyar la atención sanitaria física y mental universal, habéis tomado la posición opuesta a la de Cristo. Estáis sirviendo al Anticristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos promueven el odio hacia sus enemigos, a menudo incluso hacia las minorías, y el amor sólo hacia los suyos. Su apoyo verbal al amor cristiano no oculta sus verdaderas creencias y conductas. Su odio ha llevado a muchos a cometer crímenes de odio, a sumarse a insurrecciones, a amenazar a sus iguales con violencia; a ondear banderas azules en apoyo de golpear y matar a las minorías; y muchos más que hacer estas cosas, las respaldan o defienden, o miran para otro lado, simpatizando secretamente con ellas en su corazón. Actuar con odio. Pensar con odio. Esto se ha convertido en una norma cristiana.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos. Si ustedes [solamente] aman a quienes los aman, ¿qué recompensa tendrán? ¿No hacen eso también los publicanos? Y si saludan sólo a los suyos, ¿qué hacen de más? ¿No hacen eso también los paganos? Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”. Cualquier cristiano que exprese o sienta odio o desdén por alguien, ya sea vecino, minoría o enemigo político, y no se castigue por ello y cambie más su actitud hacia Cristo, cuanto más se entregue a su odio y desprecio, más estará encarnando lo opuesto de Cristo y, por lo tanto, estará sirviendo al Anticristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos defienden su derecho a la propiedad y a la riqueza, a ser más ricos que otros, a tener más dinero, bienes y propiedades que otros, y con este fin incluso se oponen a los impuestos o a cualquier otra redistribución de la riqueza (y mucho menos a la ayuda extranjera).

Pero el Espíritu de Cristo dijo : “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y los insectos destruyen, y donde los ladrones minan y roban. Acumulen más bien tesoros en el cielo… Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Porque “Nadie puede servir a dos señores. O odiarás a uno y amarás al otro, o te apegarás a uno y despreciarás al otro. No se puede servir a Dios y al dinero”. Jesús ordena así a cada uno que no se preocupe por acumular posesiones, sino que cuente con su comunidad, su sociedad, para asegurarse de tener todo lo que necesita; en otras palabras, nos ordena que encarnemos el socialismo. Este es de hecho uno de los temas más claros y repetidos que definen al Espíritu de Cristo.

Según relata Mateo , cuando un hombre rico le preguntó cómo podía asegurarse un lugar en el cielo, Jesús respondió:

«Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme.» Al oír esto, el joven se fue triste, porque tenía muchas riquezas. Jesús dijo a sus discípulos: «Les aseguro que es difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos. Les repito que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios.»

De la misma manera, en la parábola de Lázaro, un hombre rico es condenado a las llamas eternas del infierno, explícitamente sin ninguna posibilidad de perdón o indulto, simplemente porque no compartió su riqueza con los pobres y necesitados. Y nuevamente, Jesús aprueba el socialismo de Zaqueo, quien jura dar la mitad de su riqueza a los pobres y devolver a cualquiera a quien estafó cuatro veces más de lo que tomó; y Jesús dice que de esa manera ha seguido bien las enseñanzas del Señor y, por lo tanto, se salvará. De muchas maneras como estas, Jesús condena repetidamente a los ricos, y de hecho a cualquiera que se oponga a compartir y redistribuir sustancialmente la riqueza. En cambio, ordena compartir, redistribuir, vender sus bienes y propiedades para poder dar a los pobres lo que necesitan.

Jesús también apoyó plenamente el pago de impuestos (que incluso entonces financiaban programas de bienestar social como el gasto en infraestructura, el suministro de agua municipal y la ayuda alimentaria: véase Los cristianos no inventaron la caridad y la filantropía). De hecho, nunca se opuso a los impuestos en ninguna forma. Su comunidad inspirada ideal, de hecho, adoptó el credo marxista: de cada uno según sus posibilidades, a cada uno según sus necesidades (solo lea Hechos 2 y Hechos 4). Un gobierno cristiano haría lo mismo; y Jesús ya respaldó el uso de impuestos obligatorios para hacerlo. Jesús también ordenó que compartiéramos nuestra riqueza sin alardear de ella o incluso mencionarla. Así que, nada de poner tu nombre en los edificios, ni esperar ningún retorno personal de la inversión, ya sea gloria o favor.

Si no apoyas lo mismo, si en cambio te opones a todas estas cosas que Jesús enseñó: socialismo, impuestos, redistribución sustancial de la riqueza, si persigues lo opuesto (aferrarte a tu dinero, no dejar que nadie lo grave, acumular capital, disfrutar de lujos, votar por impuestos más bajos, hacer contribuciones caritativas meramente simbólicas; recuerda, Zaqueo dio la mitad, y se esperaba que el hijo rico diera todo, mientras que típicamente los cristianos dan trivialmente, y eso en su mayoría solo a las arcas de sus propias iglesias ricas en lugar de a alguien genuinamente necesitado: si vives inconscientemente sin hacer nada por cada Lázaro que podría beneficiarse de tu compartir, cada extraño necesitado (recuerda los mandamientos de Jesús sobre ese asunto; los acabamos de repasar), entonces estás encarnando lo opuesto de lo que Cristo enseñó. De ese modo estás adorando al Anticristo. Estás realizando en tu comportamiento y acciones no el mundo deseado por Cristo, sino el mundo deseado por el Anticristo. Por lo tanto, sois servidores del Anticristo. El hecho de que los llaméis Cristo no es más que otro disfraz satánico. En verdad, habéis elegido construir y servir al mundo del Anticristo en lugar del de Cristo.

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Evidencia: La mayoría de los cristianos no sólo juzgan a los demás, sino que incluso utilizan esos juicios como excusa para quitarles derechos a los demás (ya sea por ley o por presión social), en lugar de regular su propia conducta. En lugar de limitarse a seguir su propia religión y abstenerse de tener relaciones sexuales (gays o heterosexuales) o de abortar, o sólo adherirse a sus propias normas de género, tratan de empoderar a la sociedad para que suprima y reprima la sexualidad humana en todo momento (gays y heterosexuales) e imponga sus propias normas de género a todos los demás, y obstaculice el acceso de los demás al aborto. Bloquean la educación sexual. Su objetivo es impedir que la gente conozca la historia del racismo. Obstaculizan el acceso a los métodos anticonceptivos. De innumerables maneras utilizan su juicio sobre los demás para controlar a otros, a personas que ni siquiera son cristianas, o a cristianos que no comparten sus juicios.

Pero el Espíritu de Cristo dijo: “No juzguéis, para que no seáis juzgados también vosotros. Porque con la misma manera que juzgáis, seréis juzgados, y con la misma medida con que medís, se os medirá”. Y: “No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados. Dad, y se os dará”, porque “con la misma medida con que medís, se os medirá”. Cristo condenó la lapidación de los pecadores, literal y figurativamente. Manda a amar, no a condenar; a tratar a los demás como querríamos ser tratados, lo que, llevado a su sentido completo, solo puede significar: “si fuerais ellos”. Si actúas de manera opuesta a esto, si piensas de manera opuesta a esto, si juzgas en lugar de perdonar, e incluso utilizas tu juicio para oprimir y controlar a otras personas en lugar de regularte tú solo, de cualquiera de estas maneras u otras, entonces estás encarnando lo opuesto de Cristo. Estás sirviendo al Anticristo.

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Incluso los cristianos que aceptan el divorcio, o no se mutilan o castran cuando simplemente experimentan lujuria, se están inclinando hacia el bando del Anticristo. Pero las ideas retrógradas y tóxicas de Jesús sobre el matrimonio y el sexo (e incluso los gérmenes) son viles de todos modos, así que aquí preferiríamos tener al Anticristo entre nosotros. Menos el resto. Y en cualquier caso, los mandatos de Cristo de amar a tus enemigos y pecadores por igual, de perdonar todas las cosas, de tratar a los demás como te gustaría que te trataran si estuvieras en su lugar, de hecho de no juzgar en absoluto, o de juzgar como te gustaría que te juzgaran -en todos los casos, de una manera u otra, no hacer daño- cuando se combinan con el conocimiento científico moderno sobre la psicología y la sociología humanas, obligan a cualquier persona cristiana a abandonar esas enseñanzas retrógradas y sin hechos atribuidas a Jesús, así como cualquier otra cuyo seguimiento violaría de hecho todos esos mandamientos superiores. Como admitir que debemos recurrir al uso de la fuerza, legal y física, pero solo cuando sea legítimamente necesario y nunca con alegría; o perdonar a las personas tóxicas sólo cuando se han reformado legítimamente y han enmendado sus errores. Pero eso es filosofía. Y aquí estoy hablando de una religión.


De todas estas maneras, hay cristianos y cristianismos que tienden a parecerse más a Cristo que aquellos que persiguen una servidumbre fanática al Anticristo. Pero son en su mayoría progresistas liberales (sólo un número diminuto, en proporción, son conservadores política o incluso socialmente). Y son la minoría, tanto numéricamente como en lo que respecta a su cuota de poder político y social. Si no fuera por los votantes no cristianos que respaldan a candidatos y políticas progresistas, literalmente nunca tendríamos ninguno. En promedio, en el mundo desarrollado, los no cristianos son más parecidos a Cristo que la mayoría de los cristianos. Hoy en día, la cristiandad se enorgullece de hacer el bien al mundo, pero una gran parte de ella condena todo lo que haga eso, desde las vacunas hasta la asistencia social, oponiéndose incluso a los condones en medio de una epidemia de SIDA, o defendiendo a los pedófilos en lugar de proteger a los niños de su depredación. De este modo, el cristianismo se está convirtiendo en un culto global al Anticristo. Satanás ha capturado y plantado su bandera ideológica en casi todas las iglesias del mundo. Los cristianos, en su mayoría, lo obedecen ahora.

La lucha por recuperar el cristianismo para Cristo existe, pero no me parece que tenga muchas posibilidades de éxito: quienes abogan por el espíritu genuino de Cristo tienen más probabilidades de ser expulsados ​​de la iglesia y del cristianismo en su totalidad, y sólo quedarán sirvientes del Anticristo para poblarla.


Se podría decir que Isaías 32 predijo esta captura del cristianismo por el Anticristo:

5 El necio ya no será llamado noble,

ni el malvado será muy respetado.

6 Porque los necios hablan necedades,

su corazón está inclinado a la maldad;

practican la impiedad

y difunden el error contra el Señor;

a los hambrientos dejan vacíos

, y a los sedientos les quitan el agua.

7 Los malvados usan métodos perversos,

inventan planes perversos

para destruir a los pobres con mentiras,

aun cuando la oración de los necesitados sea justa.


Entonces.

Querido cristiano:

Tu propia Biblia te advierte que juzgues a las personas por sus frutos, no por sus palabras; que tengas cuidado con los falsos Cristos y aquellos que predican a “otro” Jesús, que tengas cuidado con los espíritus engañadores (1 Juan 4:1 y 1 Timoteo 4). ¿Cuáles son los frutos del Anticristo? ¿Cuáles son los frutos de quienes le sirven? ¿Qué es el Espíritu engañador? ¿Qué es el “otro” Jesús? Todas las cosas opuestas a Cristo. Sabes que esto es verdad. No necesitas confiar en mí en esto. Puedes confirmarlo tú mismo. Las cosas del Anticristo son todas ideales conservadores despiadados, desde la oposición al socialismo y los impuestos para el bien común, hasta el apoyo a la violencia y el salvajismo, ya sea en casa, por parte de la policía o en el extranjero en la guerra. Convierten los arados en espadas. Se enfurecen con ira y odio. Insisten en la oración pública en lugar de la privada. Se oponen tanto al acceso al conocimiento como a la responsabilidad pública (rechazando tapabocas, vacunas, incluso a los contaminadores que pagan el costo de contaminar). Se oponen a la asistencia sanitaria y a los hogares para los sin techo. Incluso defendieron la tortura humana en la irónicamente llamada “guerra contra el terrorismo”. Incluso blasfeman el nombre de Dios, utilizándolo en vano contra la propia Ley de Dios, insistiendo en que se estampe en su dinero. Donan trivialmente a la caridad, y casi nada de eso realmente a los necesitados. Desprecian el compartir. En cambio, acumulan riqueza y defienden a quienes acumulan aún más. El anticristismo ha ganado. Ha reclamado el mando dominante de la cristiandad.

Hasta aquí llegan los verdaderos cristianos, aquellos que quieren encarnar al verdadero Cristo, hacer “cosas de Jesús”. En cambio, en casi todas las iglesias se enfrentan a una masa de cristianos que sirven al Anticristo, que condenan a los homosexuales, que no les aplican ninguna regla de oro a ellos ni a nadie, e incluso buscan alegremente atrapar a las mujeres en embarazos no deseados que no pueden permitirse, en lugar de ayudarlas a evitarlos o a permitírselos. Así que les importa más el sufrimiento inexistente de las personas hipotéticas que el sufrimiento real de las personas reales. Cristo ni siquiera dijo una palabra en contra del aborto o de la homosexualidad, pero los cristianos dedicarán más esfuerzos y preocupación llenos de odio a esos asuntos que al amor, al perdón, al bienestar social o a cualquiera de las cosas que Cristo ordenó. Éste es el fin de la iglesia cristiana. El diablo ha engañado a sus devotos para que lo sigan bajo el mero nombre de “Cristo” y se olviden del verdadero Cristo y de todo lo que realmente enseñó.

Como escribí en respuesta a observar que el mismo triste destino le sucede al hinduismo hoy:

En efecto, el cristianismo ha sido reestructurado para que cumpla esa misma función de opio sobre los exitosos en Estados Unidos, y ese puede ser uno de los factores que sustentan una alta religiosidad entre los miembros exitosos de las clases media y alta de Estados Unidos. Por lo tanto, no se trata sólo del miedo a la muerte, o de la pérdida de sentido, o de la pérdida de control sobre la sociedad o los vecinos o los hijos, o de la necesidad de justificar los propios prejuicios (todas las cuales son funciones obvias de la religión estadounidense; todos podemos señalar ejemplos, sin importar cuánto nieguen algo de ello los creyentes).

[El cristianismo de hoy] también trata de resolver la disonancia cognitiva sobre el deseo de ser egoísta, mimado y privilegiado sin sentir esa terrible culpa (que surge cuando alguien se da cuenta de que se ha convertido en el mismo villano que antes despreciaba [y que el mismo Jesús condena repetidamente]). Parece inverosímil que una religión inventada originalmente para enfatizar esa culpa y su alivio mediante el abandono de la riqueza y el privilegio propios y su compartimiento con los desfavorecidos, se haya convertido en una religión que enfatiza exactamente lo opuesto. Y, sin embargo, por inverosímil que parezca, esto ha sucedido innegablemente. Los cristianos ahora adoran al Anticristo. Y aparentemente su Dios “ les ha enviado un poderoso engaño ” para que ni siquiera se den cuenta.

Los cristianos ahora creen falsamente que son los justos, cuando en realidad son los condenados. Y esto es así por la descripción que hace su propio Libro, por las palabras de su propio supuesto Cristo, cuyas enseñanzas han abandonado por exactamente lo opuesto. Han repudiado a Cristo y lo han escupido; ahora sirven al Anticristo.

Así que aquí estamos.

He demostrado abundantemente que la mayoría de los cristianos conservadores en realidad se están comportando de acuerdo con los ideales del Anticristo. A los cristianos se les advierte que incluso Satanás se disfraza de ángel de luz; el Anticristo, de igual manera. Es simple matemática. Adorar y seguir a Cristo significa encarnar en tus creencias, enseñanzas y acciones el espíritu de Cristo, viviendo según esos ideales. Y el “Anticristo” significa “lo opuesto a Cristo”. Por lo tanto, si encarnas un espíritu opuesto al de Cristo, si tus creencias, enseñanzas y acciones se ajustan a ese espíritu, si vives según los ideales de ese espíritu, los ideales opuestos a los de Cristo, entonces estás encarnando al Anticristo. Por lo tanto, estás siguiendo al Anticristo. Así que cada vez que piensas que estás adorando a Jesucristo como el que respalda esos valores, valores en realidad opuestos a los de Cristo, en realidad estás adorando al Anticristo. Es entonces al Anticristo al que has abrazado con tu alma y has dejado que gobierne tu corazón. Por lo tanto, estás en connivencia con el Anticristo. Eres agente del Anticristo. Ustedes son los engranajes que crean su mundo, porque están haciendo realidad los sueños e ideales del Anticristo, no los de Cristo.

Quizás quieras reconsiderarlo.


Richard Carrier es un autor y orador de renombre mundial. Como historiador profesional, filósofo publicado y destacado defensor del movimiento estadounidense de librepensamiento. Sus libros y artículos han recibido atención internacional. Con un doctorado de la Universidad de Columbia en historia antigua, se especializa en la historia intelectual de Grecia y Roma, particularmente la filosofía antigua, la religión y la ciencia, con énfasis en los orígenes del cristianismo y el uso y progreso de la ciencia bajo el imperio romano. También es un experto publicado en la filosofía moderna del naturalismo como cosmovisión.


Traducido del original:

https://www.richardcarrier.info/archives/21092

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“El panteísmo es un ateísmo sazonado. El deísmo es un teísmo suavizado”


Richard Dawkins



Trump y el Nacionalismo Cristiano

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¿Qué es el Nacionalismo Cristiano exactamente?

Si te alarma el ascenso del nacionalismo cristiano, lo peor que puedes hacer es darle una definición muy general.

27 de febrero de 2024

Opinión

David French


Si te alarma el ascenso del nacionalismo cristiano, lo peor que puedes hacer es darle una definición muy general. Si lo defines de manera muy abierta, le estás diciendo a millones de ciudadanos de a pie que van a la iglesia que el simple hecho de que trasladen los valores religiosos a la esfera pública de alguna manera los pone en la misma categoría o en el mismo bando de los verdaderos supremacistas cristianos, los autoritarios iliberales que quieren transformar a Estados Unidos a su propia imagen fundamentalista.

Aquí viene a colación el nuevo documental God and Country, el cual explora el papel del nacionalismo cristiano en la política estadounidense. Incluso antes de enterarme de que Rob Reiner (director de Cuestión de honor) había participado en el proyecto, accedí a que me entrevistaran los cineastas por dos motivos importantes: en primer lugar, quería asegurarme de poder dar una definición sensata del nacionalismo cristiano, una que no pusiera en entredicho a los cristianos simplemente por llevar sus valores a la esfera pública. En segundo lugar, me interesaba describir con exactitud los motivos por los que el verdadero nacionalismo cristiano representa un peligro real para nuestra Constitución.

Para comprender qué es el nacionalismo cristiano, es importante saber qué no es. Nacionalismo cristiano no se refiere a que la fe cristiana de una persona le dé forma a sus valores políticos. De hecho, muchos de los movimientos sociales más importantes de Estados Unidos han tenido una buena dosis de teología cristiana y activismo cristiano. Muchos de los abolicionistas de nuestra nación condenaron la esclavitud desde los púlpitos del norte. En cuanto al movimiento de derechos civiles, aunque no fue solo cristiano, sí fue un movimiento cristiano en general: Martin Luther King Jr., se sabe, era un ministro bautista.

Cualquiera puede estar en desacuerdo con los postulados cristianos en torno a los derechos civiles, la inmigración, el aborto, la libertad religiosa o cualquier otro punto de conflicto político. Los cristianos están en desacuerdo entre sí en estos temas todo el tiempo. Pero no es más ilegítimo ni más peligroso que un creyente someta a debate público su perspectiva del mundo a que una persona laica debata su propio razonamiento moral laico en el ámbito político. De hecho, en lo personal, he aprendido gracias a creencias distintas de la mía y lo cierto es que nuestra esfera pública se empobrecería si no tuviera acceso al pensamiento y las ideas de los estadounidenses creyentes.

El problema con el nacionalismo cristiano no tiene nada que ver con la participación cristiana en la política, sino con la creencia de que los valores cristianos deberían tener prioridad en la política y el derecho. Puede manifestarse en la ideología, la identidad y las emociones. Además, si llegara a arraigarse, cambiaría por completo la Constitución y fracturaría nuestra sociedad.

Los sociólogos Samuel Perry y Andrew Whitehead definen al nacionalismo cristiano como un “marco cultural que difumina las distinciones entre la identidad cristiana y la identidad estadounidense, pues considera que entre ellas hay una relación estrecha y, por lo tanto, intenta mejorar y preservar su unión”. El escritor y pastor Matthew McCullough define el nacionalismo cristiano como la “forma en que los cristianos conciben la identidad estadounidense y el sentido de lo estadounidense, una noción según la cual la nación desempeña un papel central en los propósitos históricos en el mundo del Dios cristiano”. Ambas definiciones son excelentes, pero ¿Cómo es en la práctica el nacionalismo cristiano ideológico?

En 2022, una coalición de escritores y líderes de derecha publicaron un documento titulado: “Conservadurismo nacional: declaración de principios”. En la sección dedicada a Dios y la religión pública, señala: “Si existe una mayoría cristiana, la vida pública debe centrarse en el cristianismo y su visión moral, misma que debe ser honrada por el Estado y otras instituciones públicas y privadas”. Esta declaración ideológica es extraordinaria —y siniestra—, pues su aplicación relega de inmediato a las personas que no son cristianas a una posición de segunda categoría. Va totalmente en contra de la Primera Enmienda y equivaldría a imponerles una especie de deferencia obligatoria hacia el cristianismo a las minorías religiosas y a las personas que no son creyentes.

Pero el nacionalismo cristiano no solo está arraigado en la ideología, sino que también tiene raíces profundas en la identidad, la creencia de que los cristianos deben mandar. Es el núcleo central del Mandato de los siete montes, movimiento dominionista surgido del pentecostalismo estadounidense que es, dicho sin rodeos, una política de identidad cristiana con esteroides. Paula White, la asesora espiritual más cercana de Donald Trump, es una adepta a este movimiento, al igual que el magistrado Tom Parker, presidente de la Corte Suprema de Alabama, quien redactó una opinión concurrente sobre la decisión reciente del tribunal en el tema de la fecundación in vitro. El movimiento sostiene que los cristianos están llamados a gobernar siete instituciones sociales clave: la familia, la Iglesia, la educación, los medios, las artes, los negocios y el gobierno.


No obstante, tampoco hace falta ahondar en la teología de los siete montes para encontrar ejemplos de política de identidad cristiana. El uso del cristianismo como requisito no oficial pero sí necesario para ocupar un cargo público forma parte rutinaria de la política en las áreas de Estados Unidos en las que es más generalizada la asistencia a la iglesia. Es más, uno de los argumentos republicanos comunes a favor de Trump es que, aunque no sea devoto, sí puede colocar a muchos cristianos en el gobierno.

Entonces, ¿Qué es la política de identidad cristiana sino otra forma de supremacía cristiana? ¿Qué hace a una persona, por el simple hecho de identificarse como cristiana, una mejor candidata para ocupar un cargo? Después de todo, muchos de los peores actores en la política estadounidense se presentan como creyentes. Los escándalos y la corrupción son tan generalizados en la Iglesia que cuando una persona dice “soy cristiana”, eso no me dice casi nada sobre su sabiduría o virtud.

Por último, no podemos olvidar las emociones intensas que provoca el nacionalismo cristiano. La mayoría de los creyentes no siguen muy de cerca los argumentos ideológicos y teológicos. En palabras del historiador Thomas Kidd: “El verdadero nacionalismo cristiano es más una reacción visceral que una postura adoptada racionalmente”. En otras palabras, se relaciona con un sentido visceral de que el destino de la Iglesia está estrechamente ligado con el resultado de cada competencia política.

Ese fervor puede hacer muy ingenuos a los creyentes e incluso potencialmente peligrosos. Su dinámica de combate entre el bien y el mal puede hacer que los cristianos crean que sus opositores políticos son capaces de cualquier cosa, incluso de amañar las elecciones. Esto hace parecer que hay más en juego en las elecciones, a tal punto que perder representa una catástrofe inconcebible, pues están en riesgo el futuro de la Iglesia y del Estado. Como vimos el 6 de enero de 2021, esta creencia propicia acciones violentas.

Los nacionalistas cristianos comprometidos constituyen tan solo el 10 por ciento de la población, según una encuesta sobre nacionalismo cristiano del PRRI/Brookings realizada en 2023. Pero incluso los miembros de una minoría tan pequeña pueden obtener un enorme control cuando logran mezclarse con el electorado cristiano más numeroso al presentarse con un “somos como tú”. Por esta razón no podemos confundir el activismo cristiano con el nacionalismo cristiano. Es posible acoger la participación cristiana en la esfera pública y también resistir la dominación, de cualquier fe o credo.


David French es columnista de la sección de Opinión del The New York Times y escribe sobre derecho, cultura, religión y conflictos armados. Es veterano de la Operación Libertad de la guerra en Irak y fue litigante constitucional. Su libro más reciente es Divided We Fall: America’s Secession Threat and How to Restore Our Nation.

Fuente:

https://www.nytimes.com/es/2024/02/27/espanol/opinion/nacionalismo-cristiano-que-es.html


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Trump, alentado por el peligroso Nacionalismo Cristiano


El atentado al aspirante presidencial Donald Trump beneficia su posicionamiento para asumir un segundo mandato

Miércoles 17 de julio de 2024

Bernardo Barranco V.


El atentado al aspirante presidencial Donald Trump beneficia su posicionamiento para asumir un segundo mandato. Malas noticias para México. Detestables augurios para el progresismo social latinoamericano. Trump representa el odioso supremacismo blanco, se puede presentar como una ideología política o una religión. La supremacía de la raza blanca es un conjunto de dogmas que se sustentan como superiores a todas las otras razas y etnias. Sin embargo, hay que decirlo, los protestantes evangélicos blancos representan sólo 14 por ciento del país y constituyen un tercio de la base del Partido Republicano.

Debemos prepararnos para el potencial regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. En Europa están divididos, mientras los grupos de derecha y ultraderecha en el poder lo festejan, otros, en cambio, le temen.

Sorprende que políticamente, Estados Unidos esté dominado por ofertas presidenciales gerontocráticas. Joe Biden, de 81 años, ya no parece tener energías para dirigir el país. Sin duda, los continuos olvidos y desorientaciones serán usados como parte de la campaña sucia de los republicanos. Mientras, Trump está convertido en un héroe, sobreviviente de un temerario atentado, goza ahora de una popularidad épica. El extremismo ultraconservador de Trump, tan histriónico como impredecible, vincula su rol en la historia estadunidense como un mandato divino. Esta elección promete ser diferente de las demás.

Es un hecho que la ultraderecha secular, fascista o supremacista tiene en la Iglesia católica a una gran aliada. El reconocido teólogo Juan José Tamayo, autor del libro La internacional del odio, denomina al cristianismo de Trump cristoneofascismo. El autor explica en el libro su concepto: el cristoneofascismo es esa alianza entre la ultraderecha legitimada por el capitalismo y los movimientos cristianos integristas que encuentran el apoyo de importantes jerarcas de la Iglesia católica y evangélicas. Casi todos los adversarios del papa Francisco, crítico implacable del neoliberalismo.

En Estados Unidos, los expertos en derechas y religión hablan de nacionalismo cristiano. Nosotros también le podríamos denominar nacionalismo evangélico. Es una ideología de la derecha subalterna. Desmesuradamente influyente entre los creyentes conservadores. Se basa en la idea de que Dios mandata que Estados Unidos es el nuevo país elegido. Que debe ser un Estado etnorreligioso controlado por protestantes europeos. Sostiene que las leyes estadunidenses deberían basarse en interpretaciones evangélicas del texto bíblico y que los cristianos estadunidenses deberían ejercer dominio religioso sobre los otros discursos de la sociedad.

Los nacionalistas cristianos en Estados Unidos creen que el país fue fundado como una nación cristiana y que los valores cristianos deben ser prioritarios en todo el gobierno y la vida pública. A medida que el país se ha vuelto más diverso y secular, Russell Vought, ex funcionario del gobierno trumpista, ha aceptado la idea de que los cristianos están siendo atacados y ha hablado de que podría implementar respuestas punitivas.

La agenda del nacionalismo cristiano es antimigratoria o, en el mejor de los casos, de migración restrictiva, es decir, las personas inmigrantes deben aceptar las enseñanzas bíblicas: el Dios de Israel, sus leyes y su comprensión de la historia.

Russell Vought está involucrado en el llamado Proyecto 2025, plan conservador liderado por la Fundación Heritage que busca remodelar el gobierno federal. Vought fue nombrado director de políticas del comité de plataforma del Comité Nacional Republicano en mayo de 2024. Tiene una estrecha afiliación con el nacionalista cristiano William Wolfe, otro ex funcionario de la administración Trump que ha abogado por revocar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Coordinado por la Fundación Heritage y escrito por una serie de organizaciones conservadoras, incluidas algunas lideradas por nacionalistas cristianos, el Proyecto 2025 se sincroniza estrechamente con una agenda evangélica para hacer cumplir una definición binaria de género y al mismo tiempo poner fin al acceso al aborto, la anticoncepción y los cuidados al final de la vida. Entre sus innumerables recomendaciones políticas, el documento que tiene más de 900 páginas exige al próximo presidente republicano: 1) prohibir la ideología transgénero como la pornografía y encarcelar a los maestros y bibliotecarios escolares que eduquen a los estudiantes sobre ella; 2) exigir que las clínicas de salud reproductiva financiadas con fondos federales proporcionen información sobre la importancia del matrimonio; 3) reconocer el domingo como día de descanso según la tradición judeocristiana y exigir a los empleadores que paguen a los trabajadores tiempo y medio si trabajan en sábado; 4) despojar a toda la legislación, regulaciones federales y subvenciones del lenguaje que cubra el aborto, la salud reproductiva, la orientación sexual, la identidad de género, la diversidad y otros auxilios rechazados por la derecha.

El trumpismo sostiene que la mayoría de partidos de derecha latinoamericanos son blandengues y no representan el nacionalcristianismo, por lo que es necesario que endurezcan sus posiciones. Dios debe imponerse sobre las débiles ideologías del poder. Eduardo Verástegui, en México; Javier Milei, en Argentina; Jair Bolsonaro, en Brasil; Nayib Bukele, en El Salvador, entre otros, saldrán fortalecidos con el probable triunfo de Trump. Hay que decirlo, el nacionalcristianismo con que coqueteó Xóchitl Gálvez durante su campaña, es discrepante con la democracia, el nacionalismo cristiano va a contramano de los valores democráticos modernos.

Fuente:

https://www.jornada.com.mx/2024/07/17/opinion/018a2pol

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“Prácticamente cualquier cosa, por absurda, tonta o ridícula que sea, ha sido creída o afirmada como cierta en un momento u otro por alguien, en algún lugar en nombre de la fe”

James T. Houk




Sí, Dios existe (Publicación Cristiana)

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Sí, Dios existe

(Publicación Cristiana)


La creación del Universo plantea la existencia de Dios.

Víctor Pérez Velasco

Psicopolitólogo.

21 de diciembre de 2024 (07:25 CET)


Me apetece compartir con ustedes esta reflexión personal que espero no consideren en absoluto ociosa, y la realizo desde la inevitable incertidumbre humana. Efectivamente, se trata de afirmar que Dios existe. No es fácil comprometerse con este aserto, ni mucho menos tildarle de frívolo, ya que me ha tomado muchos años poder asimilar racionalmente esta aseveración. También debo constatar que en absoluto es una idea original, pero sí se ha de reconocer que es un posicionamiento que demanda superar abundantes interrogaciones y son muchas las personas con esta tarea pendiente, de ahí la razón de mi tardía decantación.

Sin duda que una de las últimas pulsiones para cerrar este proceso de clarificación personal se lo deba agradecer a Anthony Flew(1923-2010), filósofo británico, exmarxista y durante décadas personaje de referencia del ateísmo europeo. Lo paradójico es que al final de su carrera, en 2004, en una entrevista primero y con una publicación reveladora después, confirmó que renunciaba a su anterior trayectoria atea para afirmar que Dios existía. Pero no lo hizo recurriendo al formato que las religiones tradicionales proponen, no, sino desde su visión de filósofo consecuente representante del racionalismo crítico.

No se trataría de un Dios revelado por profetas ni mesías, sino fruto de la racionalidad, del pensamiento filosófico riguroso y de la toma consecuente en consideración del potente argumentario científico. Su conversión al teísmo no procede de un acto de fe, ni de un rayo de luz divino, no. Su renuncia al ateísmo deviene de un pensamiento racional, madurado, coherente y exento de dogmatismo, a la luz que se desprende de los estudios acumulados sobre las leyes de la naturaleza.

Pero Flew nunca ha estado solo en esta lucha sana por encontrar a Dios desde la racionalidad científica y filosófica, le han acompañado todos aquellos investigadores que hicieron posible la Teoría de la Relatividad Espacial y General, la teoría del Big Bang, la Teoría del Ajuste Fino y la Teoría de la Mecánica Cuántica, por resumir. Implicaría a autores como Einstein, Hoyle, Friedman y Lemaitre, Penzias y Wilson, Max Plank, etc. En esencia, lo que se refuta es que el cosmos haya sido fruto del azar, sino causado por una voluntad inteligente, intencionada y que creó este Universo regido por leyes físicas y químicas deliberadamente proyectadas. Detrás quizás quede cuestionado el evolucionismo, que no la evolución.


También deben tenerse en consideración los argumentos filosóficos de los clásicos, helénicos y latinos, que precedieron a los autores mencionados. Pero de la existencia de este Dios, compatible en parte con ciertos contenidos de los libros sagrados de las religiones clásicas, no se puede deducir automáticamente la eternidad de la vida material o inmaterial, ni la certeza de los dogmas que estas religiones defienden a propósito del mesianismo, redención, resurrección u otras propuestas sobre la vida humana post mortem. Estas serían cuestiones tangenciales y, de momento, ni se aceptan ni se rechazan, simplemente siguen ahí, pendientes de dilucidar.

La idea de que Dios está en nuestro interior no es nueva y la desarrolló Matthew Alper, en un trabajo titulado Dios está en el cerebro (2008). También Kant ubicó en nuestro cerebro sus “a priori”, el tiempo y el espacio. Ambas aportaciones nos abren a una perspectiva psicologista que nos posibilita hallar una conexión del tema divino con la psicología humana. Por ejemplo, desde otra óptica, la motivacional, podríamos conectar la Motivación Intrínseca y Extrínseca con la Vivencia Intrínseca y Extrínseca de la experiencia religiosa, todo ello a través de un hilo conductor: la espiritualidad.

¿Pero qué sería la espiritualidad? De una forma funcional, podría definirse como la expresión de ese “pegamento” que conecta la psique humana con la obra intencionada de ese diseñador superinteligente que aquí estamos definiendo como nuestro Dios. Veamos.

Ese Dios ha querido, representado en las leyes naturales que definen el funcionamiento del Cosmos, estar presente en este reducto o pequeña parcela de su obra, los humanos, a través de la espiritualidad, como una expresión de nuestra mística, que desborda el pensamiento y sentimiento religiosos. La espiritualidad no es privativa de los humanos que viven apegados a una fe, sino que es consustancial a todas las personas que viven al amparo de las leyes físicas que rigen la vida que conocemos y se expresará de forma singular y genuina según qué casos.

Tenemos abundantes materiales a desplegar sobre la espiritualidad, ya que un importante número de estudios tienden a confirmar su carácter heredado y genético. Dean Hamer, en su obra El gen de Dios, realiza un profundo estudio sobre la relación entre la religión, la espiritualidad y la genética, concluyendo que “la espiritualidad es una intensa actividad personal. Implica sentimientos, pensamientos y revelaciones íntimas que, a menudo, son difíciles sino imposibles, de describir y mucho más de compartir”.

Hamer conecta la espiritualidad y uno de sus rasgos, la autotrascendencia, con nuestro ADN, y en especial con un nuevo gen llamado VMTA2, descifrado por un genetista llamado George Uhl. Concretamente este gen con la variable C (o alelo espiritual) predispone a las personas que lo poseen a la espiritualidad. Este hallazgo vendría a suponer dos cosas: la primera, que la espiritualidad era genética y la segunda, que es heredable, aunque solo en torno al 50%. Además, la espiritualidad puede medirse con cuestionarios como el ITC (Inventario de Temperamento y Carácter de Robert Cloninger).

Este cuestionario, ITC, permite detectar que hay variaciones en la intensidad de la espiritualidad de unos individuos a otros. Para ello usa la escala de Autotrascendencia, que mide tres dimensiones: Auto-olvido, Identificación transpersonal y Misticismo. La variabilidad individual en las puntuaciones obtenidas en espiritualidad permite afirmar que este rasgo psicológico puede ser entrenable y desarrollable. En consecuencia, nuestra hipótesis según la cual la espiritualidad es “un pegamento” o un hilo conductor de carácter genético de la vida humana con el resto de nuestro universo adquiere más visos de verosimilitud.


Matthew Alper, en su publicación ya mencionada, (2008:118), converge con Hamer sobre la conexión de la espiritualidad con la genética, al asumir que “nuestras cogniciones, percepciones, sensaciones y conductas espirituales son la manifestación de impulsos heredados genéticamente que se originan en las conexiones neuronales del cerebro y que, por tanto, no suponen la existencia de una realidad espiritual”. Este autor solo afirma la existencia de la espiritualidad en nuestro cerebro, pero ni niega ni afirma la existencia de una divinidad, como un hecho real exterior a nuestra mente.

Pero hay también detractores y antagonistas a propósito de la existencia de Dios. Esto nos obliga a citar a Dawkins, el biólogo y autor del Gen egoísta, quien entiende que la genética no tiene nada que ver con las creencias espirituales, además de considerar a la religión, como un “virus de la mente”, creadora de mitos, irracionalidad y falsedades, que no desempeña ninguna función biológica ni aporta ningún tipo de ventaja. Según este autor, “no hay razón para creer que exista dios alguno y sí muchas para creer que ni existen ni han existido nunca. En este desatino hemos malgastado cantidades inmensas de tiempo y vida. Si no fuera tan trágico lo consideraría una broma de proporciones cósmicas”.

Tenemos razones tanto para afirmar como para negar la existencia de Dios. Pero en ejercicio de mi libre albedrío y aplicando la navaja de Ockham a esta reflexión, ya he tomado partido: Dios existe. Mi decisión no se debe a ningún acto de fe, conversión súbita o emocional, sino que es el fruto de un proceso de análisis, lógico y racional. Dios es un estado de la dimensión espiritual de nuestro cerebro, que demanda de forma insoslayable una respuesta personal, ya sea afirmativa, creyente; negativa, ateísmo; o de duda, agnosticismo. Sin respuesta, nos quedará un tema abierto en nuestra mente, que esta nos “forzará” a responder.

Finalmente, remarcar que fui socializado desde mi infancia hasta la adolescencia en el catolicismo; en la juventud me deslicé hacia un ateísmo suave; con la madurez descendí a un agnosticismo expectante, y ahora septuagenario, me he convertido en el defensor de un Dios filosófico, no vengativo y supuesto creador del Universo en que habitamos. A mí, de momento, el hallazgo de este Dios metafísico me satisface. Mientras tanto, la posibilidad de un Dios revelado prevalece como otro tema abierto, pero sin apremios.


Fuente:

https://www.escudodigital.com/expertos/opinion/si-dios-existe_61653_102.html


Ver:


Los Primeros 15 Años de "Ateísmo para Cristianos"... Y Feliz 2025!!!

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Los Primeros 15 Años de 

"Ateísmo para Cristianos"

... Y Feliz 2025!!!


15 años


Ya son tres lustros que nuestro querido blog tiene de existencia


Un 30 de diciembre de 2009 comencé a teclear lo que fueron las primeras palabras que darían forma y vida a lo que hoy es ateísmo para cristianos. Jamás imaginé no solo haber mantenido al día un proyecto como este durante tanto tiempo, si no, la proyección y el alcance que tendría. A principio de la década de los 10 “Ateísmo para Cristianos” fue el blog y sitio web en español más leído y visitado sobre la temática de Ateísmo y religión. Hoy en día las cosas han cambiado un poco. El público actual casi no lee páginas web. Se han desviado más hacia lo audiovisual, videos, debates, shorts, imágenes, tweets, memes, etcétera. Al parecer estamos tan apresurados y con tan poco tiempo que nos cuesta detenernos un rato para leer un artículo en internet. A pesar de esto “Ateísmo para Cristianos” sigue siendo un baluarte en la web para aquellos que tienen todavía un momento de su vida y sentarse a leer repasar y reflexionar sobre el ateísmo y las posiciones incrédulas.


Tenemos un nicho de lectores muy particular y fiel que nos han seguido durante todos estos años y a los cuales nunca alcanzará mi eterno agradecimiento. Quiero creer (de hecho estoy completamente seguro) que muchos de los lectores tanto ocasionales como permanentes, han crecido en conocimientos y experiencias al leer este sitio web. También quiero creer (Muy ingenuamente en este caso) que muchos lectores han mejorado y se han hecho mejores personas luego de leer las líneas de este blog independientemente si han cambiado no su posición religiosa o si más bien la han reafirmado. El solo hecho de evaluar y sopesar las ideas que tienen firmemente anidadas en su mente desde la infancia ya hizo que valga la pena este proyecto.


Por lo tanto quiero agradecer infinitamente y en primer lugar a todos aquellos que han tenido una pequeña pausa en su día a día y han leído algo de lo aquí expuesto. Pero sin duda mi más profundo agradecimiento es para aquellos colaboradores y comentaristas que afortunadamente este blog ha tenido. La contribución de ustedes ha sido infinita e invaluable. Hemos crecido todos y y nos hemos convertido en mejores personas luego de leer y participar en tan interesantes debates y conversaciones. No tienen idea de la enorme influencia que tienen en los lectores al compartir sus ideas y conocimientos en la sección de comentarios. De hecho muchos lectores pasan directamente a los comentarios para leer los interesantes, divertidos y amenos debates que suelen ocurrir con frecuencia en esta sección. De verdad son geniales y la permanencia del blog en espacio tiempo se debe gracias a ustedes.


Cuánto tiempo más estará “Ateísmo para Cristianos” en el aire y actualizándose? No tengo idea. Podría ser un año o 15 más. Ganas y ánimo siempre habrá porque curiosamente es una temática que siempre trae novedades y actualizaciones; para bien o para mal. La religión siempre nos ha acompañado y dudo que deje de hacerlo durante mucho tiempo por lo tanto siempre será un tema de actualidad.


De nuevo, Gracias a quien lee estas líneas. Todo el trabajo, esfuerzo y tiempo dedicado a este proyecto es usted, amigo lector.

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Y el día de mañana comienza un nuevo año. Termina el primer cuarto de este siglo que nos ha tocado vivir, sufrir y disfrutar.


Que vengan 25 años más!, y ojalá quien lee esto y quién lo escribe, podamos estar presente para celebrar la mitad del siglo XXI.


Salud a todos ustedes y a sus seres queridos.

"Que lo mejor de éste año sea lo peor del siguiente"


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Y como ya es costumbre todos los años, vamos colocar las 10 publicaciones más visitadas durante el año 2024.


1)

Los Cristianos no se dan cuenta de lo mucho que están en desacuerdo con Jesús

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2)

Por qué no existe Dios: Respuestas rápidas a los 10 argumentos teístas más comunes


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3)

Los dos únicos buenos argumentos a favor del Ateísmo (Publicación Cristiana)


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4)

¿Cómo sabríamos que Jesús existió?


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5)

Por qué el Nuevo Testamento es un desastre: 

- Una guía práctica y concisa


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6)

Jordan Peterson ¿Refuta al Ateísmo?


___________________

7)

¿Pruebas de la existencia de Jesucristo? Siete pruebas en debate


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8)

Pablo se equivoca en tantas cosas,

¿Por qué crees todo lo que dice?


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9)

12 Razones Pablo de Tarso es un Falso Apóstol (Publicación Judía)


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10)

Actitudes ante Dios

(Publicación Cristiana)


________________________


Ver:
Publicaciones de Colaboradores




Ver:
De cómo el Autor de este Blog blasfemó contra el Espíritu Santo y se condenó al Infierno

Ver:
Top 10. Los Misterios de la Biblia

Ver:
Top 10 Amenazas Cristianas




   
Ver:
De por qué Dios odia a los Ateos


Ver:
De por qué Dios odia a los Blasfemos

Ver: Lo Sobrenatural Hoy... 
¿Está presente Dios en el Mundo Actual?


Ver: Curaciones milagrosas. 
Punto de vista Ateo

Ver: La Probabilidad de Escuchar a Dios. 
Las Comunicaciones Sobrenaturales Divinas.

Ver: Guía para el Cristiano novato que desea convertir Ateos en Creyentes



Ver Artículos sobre: 
Los 10 Mandamientos 

Ver Artículos sobre: 
Oraciones Cristianas

Ver: ¿Nadie ha visto a Dios?


                          

ARTICULOS RELACIONADOS




“Enero 1. Hoy no es el primer día del año para los mayas, los judíos, los árabes, los chinos y otros muchos habitantes de este mundo. La fecha fue inventada por Roma, la Roma imperial, y bendecida por la Roma vaticana, y resulta más bien exagerado decir que la humanidad entera celebra este cruce de la frontera de los años. Pero eso sí, hay que reconocerlo: el tiempo es bastante amable con nosotros, sus fugaces pasajeros, y nos da permiso para creer que hoy puede ser el primero de los días, y para querer que sea alegre como los colores de una verdulería.”


Eduardo Galeano



La hipocresía de la Iglesia Católica. Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago (PARTE I)

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Nota Inicial:

La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog.

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La hipocresía de la Iglesia Católica

Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago

 (PARTE I)



Una manera muy eficaz de desacreditar la religión católica es mediante la risa: reírse de su "autoridad", que nadie le ha concedido, reírse de las "verdades eternas y reveladas", que no son eternas, ni reveladas, y ni siquiera son verdades. Reírse de su hipocresía, de sus continuas mentiras y hasta de sus tradiciones

Fernando de Orbaneja, "Lo que oculta la Iglesia"


Hay dos maneras de dejarse engañar. Una es creerse lo que no es cierto. La otra, negarse a creer lo que es verdad

Søren Kierkegaard


Bajo muchos aspectos la Iglesia no es democrática porque en ella el poder proviene de Cristo

José Vidamor Yu, Profesor de Teología, Manila


Es difícil encontrar un solo escritor de la Edad Media o del Renacimiento que no dé por supuesto que la mayoría de los religiosos, desde los principales prelados hasta el más humilde fraile, estaban podridos hasta la médula

Aldous Huxley


La hipocresía es uno de los rasgos característicos del cristianismo. Junto a su poder criminal, sus guerras y sus explotaciones, forma la parte principal de su fisonomía, constituye su misma esencia

Karlheinz Deschner


La hipocresía es el miedo a decir abiertamente la verdad, es fingir o aparentar para quedar bien a los ojos de los demás. La hipocresía en la Iglesia es particularmente detestable, y por desgracia la hay, y hay muchos cristianos y muchos ministros hipócritas

Papa Francisco



El catolicismo es una de las mayores escuelas de hipocresía individual y social que se conocen. Para que quede claro desde un principio, aunque sea bastante obvio, según el Diccionario de la Real Academia Española, hipocresía es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o realizan. Y esto le calza a la perfección a la Iglesia católica.

Pido disculpas al lector si retomo aquí los conceptos que escribí en el capítulo Historia de vida de un ateo, pero vienen muy bien como introducción al tema. Una de las mayores perversidades de la Iglesia católica desde sus comienzos históricos, y que engloba la totalidad de sus crímenes, atrocidades y disparates, es la HIPOCRESÍA. Así, con mayúscula. Asesinar, torturar, perseguir, despreciar, a quienes no comulgan con sus ideas, pero rasgarse las vestiduras diciendo que se debe amar al prójimo y respetar toda vida desde su concepción. Permitir, encubrir y justificar las conductas sexuales del clero, pero que ellos mismos definen como aberrantes y contrarias a la ley de Dios. Ser una de las Instituciones más ricas y fastuosas desde hace casi 2000 años, pero alabar la pobreza y los pobres "porque de ellos será el reino de los cielos". Funcionar bajo un sistema férreamente totalitario, dictatorial y absolutista (cuya legitimidad no proviene del pueblo sino de Dios), plasmado en el sagrado juramento de obediencia en la ordenación sacerdotal, en el "dogma" de la infalibilidad del Papa en temas teológicos por inspiración divina (que desde el Cardenal más encumbrado hasta el último curita de pueblo deben acatar y obedecer)(1), pero ensalzar y defender la democracia y la libertad de los pueblos. Segregar y despreciar desde sus orígenes a la mujer, una historia de persecución, menosprecio, muerte, dolor y misoginia, relegando aún hoy su papel dentro de las estructuras cristianas, machistas y patriarcales, pero al mismo tiempo ensalzar la dignidad y la misión de la mujer cristiana, preconizando su igualdad con el hombre.

El propio Papa Francisco denuncia la hipocresía de la Iglesia. Además de la frase que encabeza este capítulo, en un sermón pronunciado en San Pablo Extramuros, en Roma, poco tiempo después de su elección en 2013, dijo: La incoherencia de los fieles y los pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye de nuestros labios.

Pero vayamos paso a paso, tratemos de analizar cada situación, cada idea, encarando los dogmas, las doctrinas y las prédicas eclesiásticas, ayer y hoy, según lo que se dice... y lo que se hace. Por razones de espacio, abordaremos solo seis (tal vez las principales) de las tantas hipocresías desarrolladas a lo largo de los siglos: la violencia, la riqueza, las mujeres, el sexo, el racismo y los derechos humanos.


Guerra, paz, violencia, asesinatos

Haz lo que yo digo...

El Catecismo de la Iglesia católica en 2258 dice: La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente”(Congregación para la Doctrina de la Fe(2), Instr. Donum vitae,  intr. 5). En 2261 dice: "La Escritura precisa lo que el quinto mandamiento prohíbe: “No quites la vida del inocente y justo” (Ex 23, 7). El homicidio voluntario de un inocente es gravemente contrario a la dignidad del ser humano, a la regla de oro y a la santidad del Creador. La ley que lo proscribe posee una validez universal: obliga a todos y a cada uno, siempre y en todas partes". Y en 2307 y siguientes, bajo el título "Evitar la guerra", dice: "Toda esta reflexión está enmarcada en el quinto mandamiento que condena la destrucción voluntaria de la vida humana. La Iglesia invita a todo cristiano a orar y actuar para que no seamos presa de la antigua servidumbre de la guerra. Nos recalca que todo ciudadano y todo gobernante están obligados a trabajar para evitar las guerras".

En la actualidad, el pensamiento de la Iglesia ha avanzando hacia la idea que toda guerra es injusta, y considera la guerra de agresión como el mal mayor. Por eso, desde hace algunas décadas, los papas han insistido en la necesidad de una instancia mundial con suficiente autoridad para resolver mediante el diálogo los conflictos entre pueblos y naciones. El Papa Francisco, en su Encíclica Fratelli tutti, afirma lo siguiente: La posibilidad de alguna forma de autoridad mundial regulada por el derecho [...] debería incluir la gestación de organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad para asegurar el bien común mundial, la erradicación del hambre y la miseria, y la defensa cierta de los derechos humanos elementales”. Y añade que ante el potencial mortífero y destructivo de las armas actuales, es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible guerra justa”. Y ha repetido en varias oportunidades, que la guerra es una falta de diálogo y entiende que se debe reconsiderar el concepto de guerra justa.

La Doctrina Social de la Iglesia ha puesto límites muy estrictos no sólo al inicio de una guerra, sino también al uso de las armas una vez que ésta ha estallado. Se requiere que no hayan tenido éxito todas las medidas posibles para evitar la necesidad de utilizar las armas, también en la defensa. No hay derecho a una guerra de agresión, e incluso una guerra de defensa está sujeta a limitaciones muy exigentes. El uso de armamento por razones defensivas no debe tener lugar mientras se descuida el deber de buscar enérgicamente acuerdos internacionales para un desarme equilibrado y progresivo. De acuerdo con el derecho internacional humanitario, los civiles deben ser preservados, tanto por el agresor como por quienes se defienden. Se debe evitar el uso de milicias civiles y de la resistencia civil, especialmente el uso de mujeres y niños. Según Juan Pablo II, hay que volver atrás, mirar el pasado, aclararlo a la luz de la razón y perdonarlo a la luz de la fe. Las ideologías políticas ateas e inhumanas han sido y son grandes causas de guerras. Revisar y purificar el pasado también implica liberarse de él, para lo cual el cristianismo y la Iglesia nos iluminan con su reflexión nacida del evangelio.

Según el Concilio Vaticano II (1962-1965), "la fuerza no crea el derecho" y "la violencia no es digna del ser humano". La violencia destruye el tejido social, atenta contra los valores básicos, la libertad y la vida. De allí surge el discurso actual de la Iglesia, que presenta una doctrina fundamentada acerca de la guerra, de la no violencia y de la construcción de la paz.


...pero no lo que yo hago

La Biblia dice (Mt 10:34) que Jesús no vino a traer la paz, sino la espada(según Reina Valera y otras versiones), o ...sino la guerra(según la Biblia de las Sociedades Bíblicas Unidas o la de Dios Habla Hoy y otras versiones). Esto se pasa por alto en las homilías domingueras de las misas, es difícil de explicar, aunque los privilegiados intérpretes de las escrituras dicen que espada o guerra son imágenes literarias que indican división o conflicto, cosa de suavizar convenientemente la frase. Aún aceptando esta interpretación, Jesús vino a provocar enfrentamientos para imponer sus ideas. Violencia en nombre de Dios en la Biblia hay mucha, demasiada, atroz. Ya he citado muchos ejemplos en el capítulo "La bondad de Dios según la Biblia". Solo menciono aquí el episodio en que el profeta Elías conduce a 450 sacerdotes de Baal al arroyo de Cisón, en el Monte Carmelo, y allí los degüella (1Reyes, 18:20-40). No es una carnicería sanguinaria, es un justo castigo para los enemigos del verdadero Dios, magnífica forma de banalizar el genocidio calificándolo de "violencia al servicio de Dios". 

Durante los tres primeros siglos de cristianismo, los cristianos se oponían radicalmente a la guerra. Atenágoras, un apologista cristiano de mitad del siglo II, prohibía a los cristianos acudir al circo romano a presenciar las luchas entre gladiadores, porque “ver matar es casi como matar”. Tertuliano, otro gran escritor de casi la misma época, insistía en que no se podía ser soldado y ser cristiano, dado que el soldado tiene el oficio de matar. El pacifismo cristiano fue una de las fuentes permanentes de conflicto con el Imperio romano en los primeros siglos. Pero con la llegada del Emperador Constantino todo cambió. El cristianismo se hizo oficial, la religión del Imperio romano, adquirió poder y buscó su feroz expansión en el mundo antiguo. Y empezaron las guerras cristianas de conquista.No creo necesario recordar aquí todas las matanzas perpetradas en nombre de Dios a lo largo de las épocas.

La historia de la humanidad está plagada de injusticias, de venganzas, de ambiciones, de guerras, de crueldad. Si se analizan sus motivos, se llega a la conclusión de que, en la mayoría de los casos, son las religiones las causantes, en especial las religiones monoteístas. Estas son la razón primera y la justificación de casi todas las guerras de conquista. En su libro El espejismo de Dios, el biólogo británico Richard Dawkins plantea que "las personas devotas han muerto por sus dioses y han matado por ellos; han azotado sus espaldas hasta sangrar, se han jurado a sí mismas una vida de celibato o de silencio, todo al servicio de la religión. ¿Para qué sirve todo esto? ¿Cuál es el beneficio de la religión?". Las masacres genocidas perpetradas en nombre de la religión son los episodios de las acciones humanas que más resalta la historia. Principalmente en lo que se conoce como civilización occidental y cristiana. Sobre este punto, John Hartung señala que "la Biblia es una guía para la moralidad de grupo, completada con instrucciones para el genocidio, para la esclavización de los grupos ajenos y para la dominación del mundo".

Si nos enfocamos en la conquista de América, las masacres, torturas y asesinatos de los nativos a manos de los ejércitos españoles y portugueses (denunciados valientemente por el fraile Bartolomé de las Casas), es innegable que se hacían en nombre de la Iglesia católica y con su autorización y bendición. Los conquistadores españoles leían en forma pública (¡en castellano!) y certificado por un notario, el llamado "Requerimiento", frente a los monarcas indígenas y sus pueblos que iban a conquistar, del cual copio un extracto:

"Os hacemos saber que Dios nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quienes todos los hombres son descendientes... Por ende, como mejor puedo os ruego y requiero que reconozcáis a la Iglesia por Señora y Superiora del universo mundo y al sumo pontífice llamado Papa en su nombre y al Rey y la Reina nuestros señores como Superiores y Señores y Reyes... Si no lo hicieres o en ello dilación maliciosamente pusieres, os certifico que con la ayuda de Dios entraré poderosamente contra vosotros y os haré guerra por todas las partes y maneras que tuviere y os sujetaré al yugo y obediencias de la Iglesia y de sus Altezas y tomaré vuestras personas y las de vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos y como tales los venderé... y tomaré vuestros bienes, y os haré todos los males y daños que pudiere como vasallos que no obedecen y que no quieren recibir a su Señor y le resisten y contradicen y protesto que las muertes y daños que de ello se registraren serán a culpa vuestra y no de sus Altezas ni mía, y de como lo digo pido alpresente Escribano que me lo dé como testimonio firmado y a los presentes ruego que de ello sean testigo"

Y acto seguido saqueaban sus reinos y asesinaban o esclavizaban a la población.

Pero vengamos a los tiempos actuales, contemporáneos con las bellas palabras e intenciones indicadas en "Haz lo que yo digo...". En los primeros veinte años de este siglo hay una buena media docena de conflictos religiosos en el mundo. La religión amplifica y exacerba la división histórica entre muchas naciones, como está ocurriendo en nuestros días en India y Medio Oriente. La masacre en Irlanda del Norte, si bien con un componente geopolítico importante, estuvo plagada de conflictos religiosos entre protestantes y católicos durante 30 años (1968-1998), y las atrocidades étnico-religiosas en la ex-Yugoslavia durante 10 años (1991-2001) no necesitan de ningún recordatorio, por citar solo los escenarios donde la violencia religiosa ha sido extrema. Como expone el historiador Ángel García García, no son sólo diferencias étnicas y lingüísticas, sino también religiosas las que han favorecido el proceso balcánico, pues la coexistencia de diferentes religiones hace que las creencias operen como definidoras de grupo. Dejando de lado la religión islámica, demonizada por el cristianismo, muchos conflictos explotaron allí entre iglesias cristianas, católicos y ortodoxos. La Iglesia católica mostró una conducta discriminatoria de exclusión frente a las Iglesias de la Europa del Este, en especial durante el papado de Juan Pablo II. Por su parte, el manifiesto de la Iglesia ortodoxa al respecto es clarísimo: en marzo de 1992, en pleno conflicto, su obispo Banat dijo "La Iglesia ortodoxa no es una organización política [...] pero en este momento intervenir en política es una lucha por la existencia misma de nuestro pueblo". Estas son las formas de entender la espiritualidad y la identidad que en suelo yugoslavo se enfrentaron a vida o muerte (El componente religioso en los conflictos étnicos de la ex-Yugoslavia, Á. García García, Anales de Historia Contemporánea, 18, 2002).

Todo ciudadano puede profesar el credo que más le acomode, pero no puede admitirse que, en nombre de sus dioses, coaccione el derecho de los demás a tener su fe o proclamarse ateos o agnósticos, y menos que se llegue a su eliminación física como ocurrió (y ocurre) en los lugares citados. No me voy a extender sobre estos, son hechos muy difundidos y bien conocidos. Pero sí me referiré al genocidio tutsi de 1994, tal vez no tan presente en nuestra memoria. En abril de 1994 y durante tres meses, más de un millón de personas de la etnia tutsi fueron asesinadas en Ruanda, por no pertenecer a la "raza buena" hutu. El objetivo declarado del "Hutu Power" era el exterminio de la minoría tutsi, con violaciones y torturas incluidas. Jean-Paul Gouteux, periodista especializado en el genocidio ruandés, lo describe en su libroApología de la blasfemia. En peligro de creer(Ed. Syllepse, Paris, 2006):

Escribe François Schlosser (le Nouvel Observateur, n° 2056, 1/4/2004): "Ningún crimen del siglo XX responde tan exactamente a la definición moderna del genocidio (aparte del exterminio nazi de los judíos), como la masacre de los tutsi de Ruanda, realizada de abril a julio de 1994". Allí se alcanzaron excesos de crueldad sin precedentes. Y ese genocidio fue apoyado por los seguidores cristianos del Hutu Power, indudablemente basado en la banalización bíblica de esas matanzas. Este racismo proviene directamente de los textos bíblicos. ¿No es significativo que uno de los más difundidos textos que exhortan al asesinato de los tutsi se titule "Los Diez Mandamientos del Hutu"? El mismo título se encuentra en un documento, hallado por las autoridades británicas en 1919, perteneciente al movimiento de los Jóvenes Turcos, exhortando a la guerra santa o yihad, justificando el exterminio de los armenios. En Ruanda, donde el 95% de la población es cristiana, la propaganda genocida estaba llena de referencias e invocaciones a la voluntad divina de Dios.

En 1950 la élite tutsi manifestó sus deseos de independencia, impugnando la omnipresencia de la Iglesia. Esto era intolerable para las autoridades eclesiásticas, en un país convertido en una teocracia católica, un reino dedicado al "Cristo-Rey". La Iglesia católica idealizará a los hutu como un pueblo creyente, honesto y trabajador, sometido por "crueles feudales tutsi". Se desató así en la prensa católica, el catecismo y las escuelas, una fuerte propaganda anti-tutsi, estableciendo una doctrina racial institucional. Los Padres Blancos(3)instalados en el país controlaron la interpretación racial de la realidad sociológica ruandesa, y la difundieron en amplia escala a través de varios libros escritos por sacerdotes, de sus discursos y de manuales escolares. Promotores del fratricidio ruandés desde sus inicios, los Padres Blancos continuaron con su demagogia racista en su boletín, incluso durante el genocidio.

Los religiosos y el gobierno ruandés hutu inventaron apariciones de la Virgen María respaldando la masacre, principalmente en Kibeho, al suroeste del país. Una de esas videntes místicas, entrevistada por Radio Rwanda mientras el genocidio se llevaba a cabo, y presentada como una médium que se comunicaba con la madre de Dios, dijo:"Por supuesto que a Cristo no le gusta que se mate. Pero la Virgen María va a interceder ante su Hijo para que nos comprenda". La frase fue simbólica y terriblemente eficaz. El abad Maindron, organizador del proyecto "Lourdes de Ruanda", se dedicó a canalizar la cándida fe de la población para apoyar incondicionalmente al régimen. Expresa haber visto durante el genocidio a asesinos llevando rosarios "para que la Virgen los ayudara a encontrar los tutsi sobrevivientes" y que muchos se recogían delante de la estatua de la Virgen antes de lanzarse a la más abominable de las carnicerías. Estas apariciones marianas serán oficialmente reconocidas (Nuestra Señora de Kibeho) en 2001, por las autoridades del Vaticano. Muchos sacerdotes católicos participaron directamente en las matanzas machete en mano. La implicación de las jerarquías en el genocidio, y el apoyo dado por ellas a los religiosos acusados de asesinato, resultan verdaderamente increíbles para los que sostienen la idea que la religión es algo puro y moral. La Iglesia en general, y los Padres Blancos en particular, ayudan, defienden y financian a criminales capaces de semejantes atrocidades.

Muchísimos otros detalles de la complicidad de la Iglesia católica en este genocidio son presentados en el libro de Jean-Paul Gouteux, pero no creo necesario mencionarlos aquí porque no agregarían nada a esta macabra historia. Recomiendo sí, su lectura. ¿Qué dijo el Vaticano sobre el genocidio de los tutsi? Nada. La utilización de temas religiosos en la incitación al genocidio, no obtuvo reacción por parte de las todopoderosas autoridades católicas de Ruanda. La Asociación African Rightsinformó a Juan Pablo II de las acciones criminales cometidas por sus sacerdotes reciclados en Europa, pero jamás recibió respuesta. En otra carta abierta a Juan Pablo II, en ocasión de la décima conmemoración del genocidio, la Asociación expresa: "No logramos comprender por qué la Iglesia católica no ha realizado aún un examen de conciencia, ni ha tratado de identificar a los miembros del clero que faltaron a sus deberes como cristianos". El Cardenal Etchegaray, enviado del Papa a Ruanda en 1994, pronunció las palabras bíblicas "La sangre de los mártires es simiente de cristianos", cuando aún chorreaban sangre las iglesias transformadas en mataderos por el Hutu Power. Esa frase cínica indica claramente que el Vaticano niega toda implicación y responsabilidad en esa masacre de dimensiones bíblicas. Aberrante, monstruoso, despiadado, brutal, sanguinario, no encuentro calificativos suficientemente fuertes para esas palabras.

La religión es responsable, en buena parte, de las grandes diferencias culturales y de toda la desconfianza que separan grupos cuyos orígenes son sin embargo comunes (israelitas y palestinos, indios y paquistaníes). Muchos historiadores (por supuesto independientes, no apologéticos) concuerdan en que la Iglesia católica sostuvo a la Alemania nazi. La Iglesia alemana abrió sus archivos genealógicos al Tercer Reich para permitir identificar a quienes tenían ascendencia judía. Ningún católico alemán fue excomulgado, ni siquiera Hitler, por haber cometido crímenes contra la humanidad. El Führer pretendía servir a Dios, como lo dice su libro Mein Kampf.

¿Podemos hablar de hipocresía?



Riqueza, pobreza, caridad

Haz lo que yo digo...

La web “World Population Review” calcula que alrededor de 700 millones de personas viven en situación de pobreza. Frente a ello, la Iglesia denuncia esa situación injusta y el pecado que la engendra. El Papa Francisco se ha pronunciado multitud de veces denunciando la situación de los pobres. En 2013 mencionó que entre nuestras tareas, como testigos del amor de Cristo, está la de dar voz al clamor de los pobres”. “No amemos de palabra sino con obras”. La Iglesia católica siempre se ha preocupado por las personas que viven en situación de pobreza. Por ello, cada año celebra la Jornada Mundial de los Pobres. En la de 2023, el Papa Francisco escogió como lema “No apartes tu rostro del pobre”, expresado en el mensaje publicado para esta jornada.

La Iglesia católica, consciente de que los actos importan, tiene multitud de iniciativas para hacer frente a la pobreza. Una de ellas, quizá la más conocida, es la organización Cáritas(ONG católica). Es un servicio a la comunidad. Como indica su página web, Cáritas responde a las catástrofes, promueve el desarrollo humano integral y busca disminuir la pobreza y los conflictos. Entre sus diversos proyectos está la asistencia en las zonas dañadas por los desastres naturales y la guerra, el reparto de alimentos, la atención médica en todo el mundo, la acogida a los inmigrantes y la promoción de programas para el desarrollo de sistemas justos que permitan escapar de la pobreza. Seguramente existirán otras organizaciones similares en distintos países.

El Catecismo de la Iglesia católica nos ilustra diciendo:

2443 Dios bendice a los que ayudan a los pobres y reprueba a los que se niegan a hacerlo: “A quien te pide da, al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda” (Mt 5, 42). “Gratis lo recibisteis, dadlo gratis” (Mt 10, 8). Jesucristo reconocerá a sus elegidos en lo que hayan hecho por los pobres (Mt 25, 31-36). La buena nueva “anunciada a los pobres” (Mt 11, 5; Lc 4, 18)) es el signo de la presencia de Cristo.

2444 “El amor de la Iglesia por los pobres [...] pertenece a su constante tradición”. Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas (Lc 6, 20-22), en la pobreza de Jesús (Mt 8, 20), y en su atención a los pobres (Mc 12, 41-44). 

2445 El amor a los pobres es incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta: «Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros. Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están apolillados; vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos. Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis entregado a los placeres» (St 5, 1-6).

Hermoso, ¿no? Son las loables enseñanzas que la Iglesia inculca a los niños y los jóvenes que buscan formarse con sus lecturas y asistiendo a sus reuniones dominicales. Que poco tiempo después conocerán la verdadera realidad...


...pero no lo que yo hago

Tal vez este sea el tema en que la hipocresía sea más flagrante y a la vista de todo el mundo, por ser no solo histórica sino de una actualidad innegable. Lo que sigue es un resumen de la publicación de agosto del 2023 Cristianos libres por el Cristo del Sermón de la Montaña, Información Nº 3, La riqueza de la Iglesia es dinero manchado con sangre (Hiltrud Beil, M.-Braun-Straße 4, 97828 Marktheidenfeld, Alemania),basada en 35 referencias documentales, y que se puede leer in extenso en http://www.freie-christen.com/riqueza_ de_la_iglesia.html.

En la revista italiana Oggi en 1952, se ubicó al tesoro del Vaticano como el segundo más grande del mundo, detrás del de los EE.UU. En el 2012 se le calcularon unas 8.100 toneladas de oro, o sea 410 mil millones de euros. Una contraposición a Jesús de Nazaret, puesto que él enseñó: "No debéis acumular tesoros en la tierra". Las reservas financieras exteriores del Vaticano se encuentran concentradas principalmente en Wallstreet. El patrimonio de la Iglesia en acciones y otras participaciones en capitales, debe representar hoy más de 100 mil millones de euros. El Vaticano es hoy el consorcio económico-religioso más grande del mundo y está sólidamente asociado con innumerables empresas. Los rubros son variados: inmobiliarias, plástico, electrónica, acero, cemento, textiles, química, alimentos, construcción, hierro, destilerías, agua potable, hornos a gas, hornos industriales, entre otros. Además, es dueño de muchos de los bancos más influyentes de Roma y participa en Europa, Norte y Sudamérica, de una abrumadora cantidad de poderosas empresas, algunas de las cuales pertenecen mayoritariamente al Vaticano, como por ejemplo Alitalia y Fiat. 

La Iglesia es el mayor terrateniente del mundo occidental, siendo dueña de miles de millones de hectáreas de terrenos agrarios en todo el mundo. El Vaticano es el mayor propietario de inmuebles, en tal cantidad que hay que hablar de ciudades o barrios. Según Paolo Ojetti, en la revista L´Europeoel 1/7/1977, la cuarta parte de Roma pertenece al Vaticano. Registró miles de palacios, que en parte pertenecen a las 325 congregaciones de monjas católicas y órdenes de monjes. En el plano de Verona constató que casi la mitad de las propiedades son de la Iglesia, y en otras ciudades italianas la situación es similar (el Vaticano calificó el artículo como confuso, irresponsable, escandaloso, anticlerical e inculto y el director de la revista fue despedido). En 1998, Max Parisi en el periódico La Padaniaconstató que 1/3 de todos los inmuebles de Roma están en poder del Vaticano.

¿Cómo llegó el Vaticano a estas inconmensurables riquezas? Hagamos una lista de las principales fuentes, desde los orígenes del cristianismo hasta nuestros días.

- Posesión y tráfico de esclavos (ver el item Derechos humanos..., cf. infra).

- Bendiciones y títulos. La venta de bendiciones, títulos, audiencias, sigue aumentando hoy la fortuna de la Iglesia. El Vaticano tiene una "lista de precios" bastante onerosa: por una bendición firmada personalmente por el Papa (con certificado), por una audiencia privada con el Papa (incluye video), donación por un título de Doctor Honoris Causa, por una condecoración eclesiástica, por misas especiales, por procesos de beatificación o santificación. Sólo por los innumerables procesos de canonización hechos por Juan Pablo II (más que en los últimos 400 años) deben haber ingresado en las arcas vaticanas ceca de 116 millones de euros. 

- Tráfico de indulgencias.Con el invento del purgatorio, millones de euros (o monedas de distinta época y lugar) han fluido a Roma por concepto de indulgencias. También los monasterios reciben dinero por servicios de rezos, para que los fallecidos se quemen menos tiempo en el purgatorio. El Vaticano decidió que quien no estaba en condiciones de viajar a Roma para obtener la indulgencia, podía obtenerla si pagaba 1/3 del costo del viaje del representante papal hacia su domicilio. Miles de personas hicieron esto.

- Oro robado. Una considerable cantidad de oro y plata sangrienta fluyó al tesoro eclesiástico, principalmente proveniente de la conquista de América. Entre otras cosas, con ese oro el Papa Alejandro VI hizo decorar el cielorraso de Santa María Maggiore en Roma, y  el Cardenal Cisneros hizo construir una custodia de casi tres metros de alto con el oro “que Colón había encontrado en sus viajes”

- Las Inquisiciones y la caza de brujas. Una de las maneras más infames del Vaticano para amontonar dinero sangriento y riquezas, fue mediante las Inquisiciones. En el Concilio de Tours en 1136, el Papa Alejandro III ordenó a príncipes y gobernantes encarcelar a los que tenían otra creencia, los herejes, y confiscarles sus bienes. La Inquisición aplicó "justicia y castigos", robando y asesinando en nombre de la “fe verdadera". En 1486, Inocencio VIII aprobó el "Malleus maleficarum"("Martillo de brujas"), donde se ordenaba confiscar los bienes de las brujas, apropiárselos y desheredar a sus hijos. Los bienes de los acusados eran inventariados e iban a parar al Vaticano. Se asesinaba preferentemente a herejes que poseían dinero y fortuna. En España eran perseguidos y despojados los ricos “conversos”, o sea, judíos cristianizados. A veces, y mediante el pago de cifras astronómicas, se podían liberar por algún tiempo. También los muertos podían ser acusados de herejía y los bienes del fallecido podían ser incautados a los herederos. Especialmente perverso y cruel era que la alimentación de los torturadores y cada acción de las brutales torturas, las debían pagar las víctimas o sus parientes, según una lista de precios para cada tortura(4). 

- Falsificaciones. Si un alto dignatario eclesiástico o un convento querían aumentar su propiedad, muchas veces se confeccionaba una falsificación, que luego era “encontrada” en el archivo y que demostraba que personas ricas habían legado el terreno correspondiente. Había monjes que habían aprendido el arte de falsificar y que recorrían el país de convento en convento para ejercer su oficio(5).

- Herencias fraudulentas. En el siglo IV, el apoderarse fraudulentamente de herencias por el Papa Dámaso fue tan terrible, que incluso tuvo que intervenir el Emperador. Para no entrar en sospecha de herejía y comprometer a su familia, cada terrateniente o arrendatario al morir, dejaba una parte de sus propiedades a la Iglesia. Las herencias testamentarias valían para reducir el tiempo en el purgatorio. El Padre de la Iglesia Salvien de Marseille predicaba en el siglo V: Aquel que deja su fortuna a sus hijos, en vez de entregarla a la Iglesia, actúa en contra de la voluntad de Dios. Mientras cuida por el bienestar terrenal de sus hijos, defrauda su propio bienestar en el cielo". Pero el negocio de las herencias se practica hasta en la actualidad. Adultos mayores que están solos en hogares de ancianos, son especialmente receptivos al consejo de los sacerdotes.

- El diezmo. En la Edad Media, los propietarios de tierras estaban obligados a entregar una décima parte de su producción o de sus ingresos a la iglesia local. El que no pagaba se arriesgaba a una condenación y excomunión. Los curas salían a recaudar las deudas sin conmiseración, mientras predicaban hipócritamente contra intereses y usuras. El Papa Pío V les daba las siguientes instrucciones: Un hombre común que no puede pagar su multa en dinero, deberá permanecer durante un día con las manos atadas a la espalda frente a la puerta de la Iglesia, la segunda vez será flagelado por las calles. La tercera vez le será perforada la lengua y enviado a las galeras“. Por rehusar pagar el diezmo, en algunos lugares (Stedinger, Alemania) se llegó al asesinato en masa y al saqueo por parte de la Iglesia. Y el diezmo sigue con total vigencia al día de hoy, principalmente en muchas sectas e iglesias cristianas.

- La simonía.La simonía (venta de cargos) trajo a los papas mucho dinero y propiedades. Según los historiadores, Inocencio III creó más de 50 nuevos secretariados, que vendió por 79.000 florines de oro. León X creó 39 nuevos cargos cardenalicios y se embolsó 511.000 ducados. El caso más sonado fue el de Rodrigo Borges (luego Borgia), para transformarse en el Papa Alejandro VI: para obtener los votos de los cardenales ofreció sobornos fastuosos, abadías ricas, villas lujosas, castillos, enormes sumas de dinero y ascensos muy lucrativos.

- La prostitución.Hubo papas y obispos que se enriquecieron manteniendo prostíbulos propios. Para poder financiar una guerra contra los turcos, Sixto IV construyó en Roma un elegante prostíbulo para ambos sexos, que le aportaba unos 26.000 ducados anuales. El Papa Julio II dispuso en una bula papal en 1510, la instalación de un burdel donde mujeres jóvenes podían ejercer su profesión. La prostitución en los templos fue reestablecida en Roma en el siglo XIII: las prostitutas locales fueron enviadas a trabajar a la capilla subterránea de la Iglesia de Santa María. Los siguientes papas, León X y Clemente VII, consentían igualmente este establecimiento, bajo la condición de que un cuarto del total de los bienes de las mujeres que allí trabajaban pasaran, después de su muerte, a las monjas de Sainte-Marie-Madeleine. 

- Subvenciones del Estado.Históricamente y hasta el día de hoy, la Iglesia católica se ha visto beneficiada con innumerables privilegios fiscales, exoneración de impuestos, aporte de dinero estatal para sueldos eclesiásticos, subsidios para escuelas religiosas y seminarios, y varios otros tratamientos especiales. Estas ventajas fiscales reducen los montos que ingresan a las rentas generales del país, con el consiguiente detrimento de la disponibilidad de fondos estatales para obras públicas y emprendimientos sociales y culturales. El dinero eclesiástico proviene de los aportes de los ciudadanos, voluntarios o involuntarios, creyentes o no. Musulmanes, practicantes de otras religiones, ateos o indiferentes, tienen que pagar los sueldos de los obispos católicos, ya que el dinero es tomado del arca común de los impuestos. En España, los datos de Hacienda para el año 2023 cifran la asignación recibida del Estado por la Iglesia católica en el último trienio en 1.059 millones de euros, un monto que supera el de periodos anteriores. Sin embargo, en las últimas negociaciones en 2024, estos privilegios han comenzado a disminuir. En Argentina también ha habido un retroceso en los gigantescos aportes del Estado a la Iglesia católica y, desde el comienzo del 2024, los arzobispos y obispos no reciben más la asignación mensual. En Alemania se han estimado estas "colaboraciones" en centenares de millones de euros anuales(6).

También Fernando de Orbaneja (Lo que oculta la Iglesia. El Credo a examen, Brand Editorial, S.L., Madrid, 2001, p. 136) se explaya sobre el tema:

La Iglesia llegó a ser dueña de la tercera parte de las tierras de Europa y hoy día es la mayor terrateniente privada del mundo. A comienzos del siglo XX controlaba en España un 40% del capital. El Vaticano es actualmente una de las primeras potencias financieras del mundo, con evidentes e íntimos contactos con el mundo de la mafia. La inmunidad de que goza le permite realizar toda clase de negocios, lícitos e ilícitos. Los lujos, las malversaciones del patrimonio eclesiástico o estatal, la simonía, el negociado de dignidades eclesiásticas y políticas, las ventas de vino, cerveza, obras de arte, preservativos, píldoras abortivas o reguladoras, las bulas, las colectas, la captación de herencias, figuran entre otras fechorías. Sin olvidar los ingresos económicos por la milagrería, las reliquias, las peregrinaciones, las donaciones pías, las exequias y otros.

Si nos referimos a los antecedentes históricos del cristianismo, las cosas eran sensiblemente peores. Nada mejor que recurrir a Karlheinz Deschner, tal vez elcrítico más destacado de la religión y la Iglesia, autor de la monumental obra Historia criminal del cristianismo”, publicada en 10 volúmenes (Ed. Martínez Roca S.A., Barcelona, 1990-1998). En las páginas 53 y 54 de su tomo 9 (Siglo X: Desde las grandes invasiones normandas hasta la muerte de Otón III), nos dice:

Los prelados nadaban en la abundancia y en un lujo desenfrenado, como el que Gregorovius describe a finales del Siglo IX. Los obispos de toda Italia vivían en residencias suntuosas, que resplandecían de oro, púrpura y terciopelo; comían como príncipes en vajilla de oro; bebían su vino en cálices o cuernas costosísimas. Dormían en brazos de sus concubinas sobre cojines de seda en lechos recamados en oro, mientras que sus vasallos, colonos y esclavos cuidaban de su residencia principesca. Jugaban a los dados, cazaban y disparaban con arcos. Cuando viajaban les rodeaba el enjambre de sus cortesanos y lo hacían en carros lujosos con corceles de los que ningún rey se habría avergonzado.

Y volviendo a nuestros días, Julio Boffano (ob.cit., 2021) denuncia:

Juicios abiertos contra el Vaticano por estafas, malversación de fondos, lavado de activos, están pendientes en los tribunales italianos. Inversiones internacionales, empresas off shoreen Luxemburgo y Panamá, entre otras, son negocios cuya ética social está en las antípodas de lo que promulga la Santa Sede... Hay gastos millonarios, residencias palaciegas, cardenales que se visten y viven como reyes, con súper autos, con religiosos y religiosas a su servicio, secretarios y mucamas que los atienden.

Y cita el libroAvaricia. Los documentos que revelan las fortunas, los escándalos y secretos del Vaticano de Francisco(E. Fittipaldi, Ed. Foca, Buenos Aires, 2015), realizado a partir de los documentos filtrados del Vaticano (Vatileaks II), a los efectos de presentar hechos concretos y bien documentados:

La Fondazione del Bambino Gesú, nacida para recaudar donaciones destinadas a niños enfermos, ha pagado parte de las obras realizadas en la nueva casa del cardenal Tarcisio Bertone. El Vaticano posee casas en Roma que valen 4000 millones de euros. Dentro de ellas no hay refugiados, como quería el Papa Francisco, sino un montón de enchufados y vips que pagan alquileres ridículos.

En los Museos Vaticanos se atesoran enormes riquezas. Muchas piezas son obsequios y donaciones de familias adineradas, artistas o Jefes de Estado, pero la mayoría son símbolos del fasto y el despilfarro que hizo la Iglesia de los pobres durante siglos: cálices, cruces, mitras, báculos, monedas, cuadros, esculturas, tapices, carruajes. En eso se iba la plata en vez de a los pobres, para impresionar a los feligreses. Valor incalculable, no solo como objeto de arte de una época sino por el material: oro, diamantes y piedras preciosas. El Vaticano no vende sus obras de arte, ya que forman parte del patrimonio cultural de Italia y el derecho internacional se lo impide. Nadie pretende su venta, pero sí son símbolos y pruebas del lujo y la fastuosidad en que vivía el clero, con el dinero robado a la gente, crédulos o incrédulos.

Y ya que más arriba nos referimos a la ONG Cáritas, mencionada como importante contribución de la Iglesia para la lucha contra la pobreza, veamos cómo se financia. Lo esencial de los fondos que permiten el accionarde Cáritas no es provisto por las arcas del Vaticano, sino por contribucionesprivadas de empresas y cooperativas, a través de donaciones y otras propuestas relacionadas con su actividad, y de donaciones realizadas en testamento o por personas u organizaciones filantrópicas. Como dato ilustrativo, en el 2012 el Director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Jordi Roglá, recuerda que"la Conferencia Episcopal Española (CEE) aporta sólo 5 de los 270 millones de las 68 Cáritas que hay en España, menos de un 2% del presupuesto anual de la organización. El resto proviene de contribuciones de las organizaciones miembros y donativos privados: el 70% de los gastos de Cáritas son financiados por aportes particulares y entre un 15% y un 20% proviene de los fondos que las diócesis recogen en las colectas de Navidad y del Corpus. El aportede la CEE a las diferentes Cáritas se acordó hace cuatro años, ante al aumento de las necesidades de atención a las personas, pero se trata "de un donativo extraordinario temporalizado".

En el colmo de la desfachatez, leemos en la página católica ømnes(https:// omnesmag.com/foco/pobreza-iglesia-catolica-iniciativas/):

Es muy conocido que Francisco impulsa personalmente varias iniciativas para ayudar a las personas que carecen de los recursos necesarios. El Papa organiza varias veces al año almuerzos con personas pobres en el Vaticano. El Santo Padre atiende a miles de personas a las que acoge en el Aula Pablo VI. Francisco también ha pedido que el centro sanitario del Vaticano amplíe su horario entre el 13 y el 18 de noviembre. Durante esos días, en ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres, el personal sanitario atendió gratuitamente a las personas sin recursos. La agencia Zenit informa que se ofrecieron exámenes de medicina general y especializada, vacunas y medicamentos. Además, el Dicasterio para la Evangelización se ha encargado de pagar las facturas de algunas familias con ingresos mínimos. Por otro lado, la Limosnería Apostólica dispone de duchas abiertas todos los días (salvo los días de audiencia general o de grandes celebraciones) para las personas que pasan necesidad. Los pobres que acuden reciben ropa interior limpia, productos de higiene personal y una toalla. Al servicio de duchas se añade una peluquería gratuita que abre todos los lunes de nueve de la mañana a tres de la tarde.

¡¡Impresionante el aporte del Vaticano en la lucha contra la pobreza!!

La Iglesia católica jamás ha acudido, ni como Institución ni como el Estado más rico de la Tierra, a ayudar económicamente a los pueblos damnificados por catástrofes naturales o producidas por el hombre. La caridad del Vaticano, que dice "si no tengo caridad nada soy", parece que se refiere a los medios y el dinero de los demás, pero no a sus propios recursos. Pero no solo no concurre con fondos propios en ayuda de los más necesitados, sino que desvía en su provecho el dinero recaudado para atender la pobreza, aportado por los incautos creyentes bienintencionados. Esto ya es más que hipocresía, es derivación ilícita de fondos, o sea robo, pillaje, estafa. 


Homosexualidad 

Haz lo que yo digo...

Si bien para la Iglesia católicalos actos y conductas homosexuales(y la sodomíaen particular) constituyen un grave pecado mortal,debido a que atentan contra el orden naturalde la sexualidad creado por Dios, no es así con la condición homosexual. El Papa Francisco, en enero del 2023, precisó que la inclinación homosexual es desordenada, pero no objetivamente pecaminosa, invitando por ello a estas personas a la castidad, agregando que toda discriminación injusta contra personas homosexuales debe ser condenada. En el mismo sentido, el Catecismo (párrafos 2357 a 2359) distingue entre homosexualidad y actos homosexuales. La homosexualidad en sí misma no es considerada incompatible con el catolicismo, pero es definida como "objetivamente desordenada", razón por la cual las personas homosexuales deben mantenerse castas. El catecismo ordena también que los homosexuales "deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará todo signo de discriminación injusta. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana". No obstante, el catecismo católico desaprueba los actos homosexuales: apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (Gn19, 1-29; Rm1, 24-27; 1Co6, 10; 1Tm1,10). Los actos homosexuales son contrarios a la ley natural, no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual, no pueden recibir aprobación en ningún caso.

La Congregación para la Educación Católica,junto con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, prohíbe que sean admitidas a las sagradas órdenes las personas que practiquen la homosexualidad o sostengan la llamada cultura gay. Afirma que tales personas no están en condiciones de relacionarse correctamente con los demás al modo de Cristo. Si se trata en cambio de tendencias homosexuales que son expresión de una dificultad transitoria, los candidatos podrían ser admitidos a los ministerios, siempre y cuando lleven al menos tres años de superación de esa condición. En 2008 el observador de la Santa Sedeen las Naciones Unidas, Celestino Migliore, comentó que la Iglesia católica se opone a una proposición de Francia en la ONU, para legalizar la homosexualidad en todos los países.

En el 2009, el Cardenal Varkey Vithayathil, Presidente de la Conferencia Episcopal católica de la India, afirmó, en una verdadera "joya dogmática" que no tiene desperdicio:

El gobierno no debería dar la impresión de que la homosexualidad está autorizada. Hay individuos con una orientación hacia su mismo sexo que es adquirida por las circunstancias, y en una pequeña proporción de ellos es innata. En ambos casos es una condición patológica, de las que la adquirida puede ser revertida por métodos terapéuticos [...] Sin embargo, esto no significa que los actos homosexuales sean morales; son intrínsecamente malvados. El llamado matrimonio homosexual es inmoral en cualquier contexto [...] «Derechos gays» es un término equivocado, al igual que no hay «derecho» para una minoría de personas que son cleptómanas o asesinos en serie, que dicen que tienen tendencias innatas a robar o matar. Incluso todas las personas heterosexuales no tienen derecho a casarse si son impotentes, dementes o personas con enfermedades peligrosas incurables. Dar la impresión de que la homosexualidad es moral traerá la anarquía sexual, incluyendo el abuso de menores en la sociedad.​

En 2016, la Conferencia Episcopal de Malawi emitió una carta pastoral que complementa los dichos anteriores. En ella se considera que:

La homosexualidad es uno de los principales problemas del país. Coincidimos con todos aquellos que han reprochado al Gobierno la imposición de una moratoria en las leyes que rigen los actos homosexuales. Ello significa que los culpables de actos o uniones homosexuales no pueden ser procesados. El Gobierno se ha inclinado ante la presión de la comunidad de donantes, los organismos internacionales y los activistas locales de derechos humanos. Como pastores, encontramos este camino muy desafortunado. Es un acto de traición por parte de quienes tienen el poder de vender por dinero nuestro país a prácticas extranjeras y a tendencias contrarias a la voluntad de Dios.


...pero no lo que yo hago

Julio César Boffano, un ex-cura gay uruguayo, publicó en el 2021 "Conocerme me hizo libre"(Ed. Planeta, Montevideo), donde da testimonio de primera mano de quien ha formado parte de la institución y hoy se ha separado. Veamos algunos párrafos:

Dentro de la Iglesia católica abunda la mentira, la avaricia, los privilegios y el silencio que encubre, en una red de complicidad, las peores aberraciones. El sexo es moneda corriente y a partir de esos vínculos uno puede ascender y asegurarse una vida de privilegios. Mi gran sorpresa al llegar a Roma fue ingresar al centro católico del mundo gay. Descubrí que en el Vaticano la gran mayoría de los obispos y cardenales son homosexuales, y muchos son practicantes. Me acosté con obispos y cardenales que de la boca para afuera eran homofóbicos. En los alrededores de Termini, la estación central de trenes de Roma, curas, obispos y cardenales, van a contratar trabajadores sexuales, muchas veces jóvenes inmigrantes indocumentados que proponen sexo por unos euros. Martel (cf. infra) entrevistó a más de sesenta inmigrantes que se prostituyen en la capital italiana. Muchos tienen clientes en el Vaticano y cuentan que con el SMS y el whatsapp de los últimos tiempos, los contactos son más fáciles y menos arriesgados. Los curas no quieren italianos, quieren inmigrantes porque es más discreto, no denuncian en la comisaría. Y si están en situación irregular mucho menos. Hay saunas, parques, playas y lugares de encuentro para homosexuales, muy frecuentados por los curas de todo rango.

Nunca tuve tanto sexo como en Roma. Mi primera pareja fue un cura. En Roma, al no conocer a nadie, la sexualidad de los religiosos y curas se vive de forma más libre, pero sin duda de forma mucho más hipócrita. Podía tener sexo en todos lados, sobre todo en el Vaticano. Conocía al obispo y al cardenal con quienes ir, qué puertas tocar, las orgías, todo. Los jesuitas están llenos de gays. Puedes hacer lo que te dé la gana siempre que no te descubran. Y si te pillan, los superiores hacen la vista gorda. No importa con quién te acuestes, lo que importa es que no se sepa. En la Universidad Pontificia de San Anselmo la mayoría del profesorado es gay. Pero mientras reine la discreción no pasa nada. Pero es muy difícil ser un homosexual asumido dentro de la iglesia: por un lado es un mundo cerrado lleno de hombres y de gays, pero al mismo tiempo se es parte de una institución que condena la homosexualidad como una práctica aberrante. Paradójicamente, es el entorno más fácil y permisivo para tener prácticas homosexuales sin jamás hacerlo explícito. Sobre esa gran mentira se funda nuestra iglesia.

Pero mucho más grave, porque hace temblar los fundamentos de la multinacional, es la denuncia de Boffano que la mayoría de los obispos y muchos cardenales, no creen en la religión que dicen profesar, aunque predican y la defienden a ultranza, porque la Iglesia les proporciona poder y un nivel de vida inalcanzables fuera de ella.

Yo tenía que dar misa, administrar pecados y castigos, administrar una justicia divina, pero horas más tarde podía estar desnudo en la cama con un cardenal en su apartamento rodeado de todos los lujos, y escucharlo reírse de los evangelios, del amor y de Dios. Algunos de ellos manifestaban no creer en nada.

Es explosivo, brutal, increíble, lapidario, tiemblan los cimientos, pero es dramáticamente cierto. Y no es uno solo el que denuncia, sino muchos. El periodista francés Frédéric Martel publicó en 2019 una muy seria investigación sobre los intereses y las pujas de poder en el Vaticano (Sodoma:Poder y escándalo en el Vaticano, Ed. Robert Laffont, Francia). Encontró que la proporción de homosexuales aumenta a medida que se asciende en la jerarquía católica, y en el colegio cardenalicio esta es la regla, la heterosexualidad es la excepción. Y esto es así por lo menos durante los últimos cuatro papados. Esos papas, conociendo la realidad y rodeados de tantos homosexuales, mantuvieron un fuerte discurso homofóbico. La Iglesia intenta, y por fortuna lo logra cada vez menos, que la homosexualidad, el lesbianismo (que abunda en los conventos de monjas) y la pedofilia sean percibidos por la sociedad como una excepción(7). Martel sostiene que:

En la mayoría de los casos de abusos sexuales aparecen sacerdotes, obispos y superiores religiosos que han protegido a los agresores debido a su propia homosexualidad y por miedo a que esta saliera a relucir si estallaba el escándalo. La cultura del secreto, necesaria para guardar silencio sobre la fuerte prevalencia de la homosexualidad en la Iglesia, ha propiciado el ocultamiento de los abusos sexuales y la actuación de los depredadores.

Boffano no es el único sacerdote que tiene el valor de denunciar. Krysztof Charamsa, secretario adjunto de la Comisión Teológica Internacional Vaticana y oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue expulsado del Vaticano en 2015 por asumir públicamente su homosexualidad. En su libro La Prima Pietra(Ed. Rizzoli, 2016) emitió un feroz ataque a la Iglesia católica, contando detalles de su hipocresía y su regla de ocultamiento. En una carta al Papa Francisco, acusó a la Iglesia de convertir "en un infierno" la vida de millones de católicos gays en el mundo. Criticó lo que llamó la hipocresía del Vaticano al prohibir los sacerdotes homosexuales cuando, según dijo, "el clero está lleno de homosexuales". Este teólogo de 43 años indica que, a pesar de ello, el clero es "frecuente y violentamente homofóbico". Y pide a "todos los cardenales gays, obispos gays y sacerdotes gays que tengan el coraje de abandonar esta Iglesia insensible, injusta y brutal". Afirma que ya no soporta "el odio homofóbico de la Iglesia, la exclusión, la marginalización y el estigma de personas como yo, cuyos derechos humanos son negados por la institución" (https://www.bbc.com/mundo/noticias/ 2015/10/151028_iglesia_catolica_sacerdote_gay_men). Otro que se reconoció abiertamente homosexual fue el cardenal de Edimburgo Keith Patrick O'Brien, fanático predicador contra el matrimonio gay y todo lo que pudiera facilitar o promover las relaciones del mismo sexo. Tuvo que dimitir al ser acusado de "acercamientos inapropiados" a sacerdotes jóvenes, y reconoció que su conducta sexual "había caído por debajo de los estándares que se esperaban de él", no solo en los días de joven sacerdote sino más recientemente... como arzobispo y cardenal.

A lo largo del tiempo se ha registrado una considerable cantidad de sacerdotes y monjas homosexuales. Y no solo de las bajas jerarquías. Está bien documentado que algunos papas fueron homosexuales o tuvieron compañeros sexuales varones: Benedicto IX, Paulo II, Sixto IV, León X, Julio II, Julio III, y algunos otros de los que hay sospechas pero no pruebas fehacientes. En el año 2000, el padre jesuita Donald Cozzens estimó el porcentaje de sacerdotes homosexuales entre 23 y 58 %, considerando que su proporción es mayor que en la sociedad civil.En 2013 el Papa Francisco reconoció la existencia de un "lobby gay" y de una "corriente de corrupción" en el Vaticano, según informaciones publicadas en medios católicos que no han sido desmentidas por el Vaticano. "En la Curia hay gente santa, pero también hay una corriente de corrupción. Se habla del 'lobby gay', y es verdad, está ahí, …hay que ver qué podemos hacer". Después que el informe inicial fuera recogido y traducido por varias páginas web católicas, el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi dijo convenientemente: "Fue una reunión privada, por lo tanto no tengo comentarios que hacer sobre los contenidos de la conversación".

Se sabe de muchos casos actuales en que personas de la comunidad LGBT han sido despedidas de sus trabajos en organizaciones católicas. Algunos grupos de apoyo a católicos LGBT han sido expulsados de parroquias. Para información, basta recorrer la web. En particular, la opinión de un católico gay,  Michael O’Loughlincorresponsal de una organización de noticias católica, autor de Hidden Mercy: AIDS, Catholics, and the Untold Stories of Compassion in the Face of the Fear, que se puede leer en https://www.nytimes.com/es/2021/11/16/espanol/opinion/iglesia-catolica-gay.html.


Pedofilia

Haz lo que yo digo...

La Iglesia católica reconoce hoy la pedofilia de sus clérigos, imposible de ocultar dada la enorme cantidad de casos denunciados y su extensión geográfica. En el encuentro "La protección de los menores en la Iglesia", en febrero 2019, el Papa Francisco pronunció un alegato del que extraigo algunos pasajes:

La inhumanidad del fenómeno a escala mundial es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética.  El consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás. En los abusos, nosotros vemos la mano del mal que no perdona ni siquiera la inocencia de los niños. Humildemente y con valor debemos reconocer que estamos delante del misterio del mal, que se ensaña contra los más débiles porque son imagen de Jesús. Por eso ha crecido actualmente en la Iglesia la conciencia de que se debe no solo intentar limitar los gravísimos abusos con medidas disciplinares y procesos civiles y canónicos, sino también afrontar con decisión el fenómeno tanto dentro como fuera de la Iglesia. La Iglesia se siente llamada a combatir este mal que toca el núcleo de su misión: anunciar el Evangelio a los pequeños y protegerlos de los lobos voraces. No se puede, por tanto, comprender el fenómeno de los abusos sexuales a menores sin tomar en consideración el poder, en cuanto estos abusos son siempre la consecuencia del abuso de poder, aprovechando una posición de inferioridad del indefenso abusado que permite la manipulación de su conciencia y de su fragilidad psicológica y física. ¿Cuál es, por tanto, el “significado” existencial de este fenómeno criminal? Teniendo en cuenta su amplitud y profundidad humana, hoy no puede ser otro que la manifestación del espíritu del mal. Si no tenemos presente esta dimensión estaremos lejos de la verdad y sin verdaderas soluciones. Hermanos y hermanas, hoy estamos delante de una manifestación del mal, descarada, agresiva y destructiva. Detrás y dentro de esto está satanás, que en su orgullo y en su soberbia se siente el señor del mundo y piensa que ha vencido. Así pues, el objetivo de la Iglesia será escuchar, tutelar, proteger y cuidar a los menores abusados, explotados y olvidados, allí donde se encuentren. La Iglesia se centrará en las siguientes dimensiones:

La protección de los menores: el objetivo principal de cualquier medida es el de proteger a los menores e impedir que sean víctimas de cualquier abuso psicológico y físico. Por lo tanto, es necesario cambiar la mentalidad para combatir la actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Institución, en beneficio de una búsqueda sincera y decisiva del bien de la comunidad, dando prioridad a las víctimas de los abusos en todos los sentidos. 

- Seriedad impecable: deseo reiterar ahora que la Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes. La Iglesia nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso. 

- Una verdadera purificación: se necesita imponer un renovado y perenne empeño hacia la santidad en los pastores [...] continuando, con toda su fuerza, en el camino de la purificación.

- Acompañar a las personas abusadas: El mal que vivieron deja en ellos heridas indelebles que se manifiestan en rencor y tendencia a la autodestrucción. Por lo tanto, la Iglesia tiene el deber de ofrecerles todo el apoyo necesario, valiéndose de expertos en esta materia.

En el 2022, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó el "Vademécum. Sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos". El objetivo es "responder a las numerosas cuestiones sobre los pasos que han de seguirse en las causas penales de nuestra competencia... y aplicar de forma concreta la normativa canónica referida a estos casos [...]El presente Vademécum no es un texto normativo, no modifica legislación alguna en la materia, sino que se propone clarificar el itinerario. No obstante, se recomienda su observancia, con la certeza de que una praxis homogénea contribuye a hacer más clara la administración de la justicia"(se puede leer íntegramente en https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/ ddf/rc_ddf_doc_20220605_vademecum-casi-abuso -2.0_sp.html).


...pero no lo que yo hago

A pesar de las loables intenciones y disposiciones tomadas por la Iglesia católica, que acabamos de leer, la realidad es muy diferente. La pedofilia sacerdotal es un tema muy actual que figura en los primeros puestos de los medios en todo el mundo. No presentaré ningún caso particular de las decenas de miles que hay, por más escalofriante que sea. No pretendo hacer aquí una crónica policial. El sufrimiento de las víctimas muchas veces afectó su vida de tal modo que se documentan algunos casos de suicidios. Pero me permito reproducir lo expresado por Michael Kerrigan, en su libro Historia negra de la Iglesia católica(Edimat Libros S.A., Madrid, 2015), por considerarlo elocuente, brutal y lapidario:

"Dame un niño de hasta siete años y te devolveré un hombre". Este conocido dicho se atribuye a los jesuitas... Pero cada vez menos padres confiarían su hijo a un miembro del clero católico. Durante la década de 1990, empezaron a salir a la luz historias de brutalidad física y abuso sexual en un sinfín de orfanatos, escuelas y otras instituciones, sin control durante algunas décadas. De forma gradual, creció la comprensión que el abuso fue brutal y generalizado, que implicaba a casi todas las áreas de la vida de la Iglesia y a todas las órdenes religiosas. En algunos contextos era más que frecuente, era sistemático... Para los críticos de la Iglesia, la amable complacencia de las jerarquías ha sido tan impactante como el abuso. Al conspirar para ocultar estas agresiones sexuales que salieron a la luz, la Iglesia permitió que se llevaran a cabo nuevos delitos. Más que eso, se podría decir que los fomentó: la política de trasladar un sacerdote pedófilo a una nueva parroquia sin indicar las razones, una vez que se sabía del delito,  le garantizaba un rebaño fresco en el que nadie estaba prevenido.

Y nuevamente recurro a Boffano:

La institución católica ha multiplicado los casos de abusos sexuales hacia niños y niñas, haciendo de este comportamiento aberrante una práctica y, aunque intente que la gente crea que fueron excepciones, todo el mundo sabe, gracias a la gran difusión mediática de estos tiempos, que en la Iglesia ha sido y continúa siendo una práctica cotidiana. Toda esa maraña de silencios, protecciones e influencias que hay dentro de la iglesia, que oculta todos los vínculos amorosos y sexuales, permite silenciar abusos y, cada vez menos, la pedofilia. Los curas, obispos y cardenales que se callan conociendo la realidad, lo hacen principalmente para evitar que estalle un escándalo. Reconocer que ese mundo de encuentros sexuales existe dentro de la iglesia y de la Compañía de Jesús (Jesuitas) es muy grave, porque dejaría de ser un comportamiento excepcional. Esta conducta debe permanecer en las sombras, esa es la ley. Importa más el prestigio y la credibilidad de la institución y de las personas que la representan, que las víctimas y los sobrevivientes. Mantener la imagen del sacerdote y de la iglesia es más importante que el sufrimiento de sus propios hijos. Abusar desde una posición de poder y desde la confianza en quien debería ser ejemplo de ética y moral, destruye a la víctima, en muchos casos para toda la vida. El abusador delinque con total impunidad y somete a aquél que confía y no puede defenderse.

Cultura de secretismo, política de la Santa Sede a pesar de palabras y documentos bienintencionados, dedicados a convencer a los incondicionales. Como denuncia el documental de la BBC, narrado por Paul Kenyon (lamentablemente ya no disponible en la web), existe un decreto poco conocido del Vaticano, relativo al tratamiento de los sacerdotes pedófilos y para silenciar los alegatos de abusos sexuales, invocando en muchos casos el "secreto de confesión". Es una Directiva redactada en 1962 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, enviada a todos los obispos del mundo. El Instructivo "Delito de solicitación", marcado como "confidencial", con ámbito de aplicación mundial, impone la obligación de guardar estrictamente el secreto por parte de la víctima, del sacerdote abusador o de cualquier testigo, so pena de ser excomulgado (política explícita y escrita). El documento nunca habla de ayudar a las víctimas. El hombre encargado de hacer cumplir este decreto durante 20 años fue el Cardenal Ratzinger, hasta que fue elegido Papa. En el 2001 redactó una modificación de esa directiva, que no cambió gran cosa, y ordenó que todas las denuncias se dirigieran al Vaticano, quien tiene competencia exclusiva... pero que nunca responde. Esto resultó muy frustrante para la policía y los trabajadores sociales, que intentan procesar a los sacerdotes pedófilos en el marco de la justicia civil. El instructivo de la Congregación es para su uso interno y no para colaborar en las investigaciones. No es solo un tema de pasividad, es una clara obstrucción para impedir el trabajo de las autoridades civiles. Incluso se sabe que varios sacerdotes acusados y buscados por la justicia, están refugiados en el Estado Vaticano, que los protege y niega su extradición.

En algunos países, caso de Canadá, existía hasta hace poco tiempo una ley que prescribía los delitos sexuales luego de cierto tiempo, cosa de la que se sirvió la Iglesia para no tratar los abusos que salían a la luz muchos años después, con la víctima ya adulta. Recientemente, ante la avalancha de casos, el gobierno canadiense abolió esa ley. El inmenso poder económico del Vaticano le permite estar pagando cientos de miles de millones de dólares por indemnizaciones a las víctimas de abusos sexuales. En 1996 pagaron en USA 4,5 millones de euros para silenciar a las víctimas y su entorno. Pero en general hacen todo lo posible para evitar los pagos. En muchos casos solo ofrecen oraciones. El Vaticano no tiene ninguna política mundial de protección a los menores de los abusos de sus sacerdotes o de ayuda a los abusados. La única política que tiene es proteger al delincuente y a sí mismo, mediante el secretismo.

Es cierto que la pederastia no es privativa de la Iglesia católica. Hay casos de abuso sexual de menores en distintas instituciones públicas y privadas, guarderías, centros de albergue, jóvenes equipos deportivos y otros lugares especialmente creados para recibir a niños y adolescentes de ambos sexos. Pero es necesario tener en cuenta dos cosas:

1. Debido a que la pedofilia es extremadamente hermética y muy poca gente está dispuesta a admitirla en una encuesta, aunque se mantenga el anonimato, no hay un método apropiado para obtener una estimación fiable del número de adictos.  Por tanto hay que basarse solo en los casos denunciados y comprobados, en relación con la población total estudiada, sacerdotes en un caso y hombres en general en el otro. Aún así, las cifras no serán perfectas, tanto para el clero católico como para la población en general. También es preciso recordar, para estas estimaciones, que la Iglesia oculta sistemáticamente a sus pedófilos en beneficio propio, por lo que los casos comprobados suelen ser muchos menos que los reales (essabido que miles de sacerdotes pederastas permanecen sin identificar). En cambio, en la sociedad civil no hay motivos para el ocultamiento, por lo que es más fácil llegar a una estimación más ajustada.

En un artículo que causó revuelo en el Vaticano recientemente, el diario italiano La Repubblica citó al Papa Franciscodiciendo que alrededor del 2% de los curas católicos son pedófilos. Existe un conocido estudio sobre pedofilia entre el clero católico, realizado por el Colegio John Jay de Justicia Criminal en Nueva York. Sus investigadores fueron a todas las diócesis en USA y recogieron todas las historias creíbles de abuso que involucraban a sacerdotes que sirvieron entre 1950 y 2002. Encontraron que el 4,2% había sido plausiblemente acusado de abuso de adolescentes y preadolescentes. En contrapartida Michael Seto, un psicólogo clínico y forense del grupo Royal Ottawa Healthcare, estimó recientemente que la prevalencia de la pedofilia en la población general no va más allá del 1%. Todo lleva a pensar que la pedofilia está significativamente más presente en el clero católico que en lasociedad en general.

2. La Iglesia católica predica lo contrario. Es tal vez el caso de hipocresía más abyecto, ya que se basa en actuaciones consideradas delito en la mayor parte de los países.Priman los intereses del Vaticano por encima de la seguridad y la protección de niños y adolescentes.


Celibato, abusos sexuales

Haz lo que yo digo...

Hasta el día de hoy, una de las reglas más inflexibles de la ortodoxia católica occidental, es el celibato sacerdotal obligatorio (estado no casado ni en pareja y sin mantener relaciones sexuales). La iglesia primitiva no imponía a ningún clérigo el celibato. Es más, la inmensa mayoría del primer clero católico eran hombres casados, con familia, incluso se practicaba el concubinato y la poligamia. El celibato se empezó a considerar en el siglo IV, con un particular impulso durante el papado de Gregorio VII en el siglo XI, pero sería oficialmente instituido en los dos Concilios de Letrán (1123 y 1139) y confirmado en el Segundo Concilio de Trento (1545-1563). No es un dogma de fe sino una norma establecida por la Iglesia, por lo que es pasible de ser modificada.

Pablo de Tarso fue el primero en abrir el camino al decir que "el soltero se preocupa de las cosas de Dios; el casado se ocupa de las cosas del Mundo, de cómo agradar a su mujer; está, por tanto, dividido", y esto ha sido ampliamente utilizado por las jerarquías católicas para fundamentar el celibato sacerdotal. La Iglesia dice hoy, en términos más elaborados y conceptuales, que el celibato está justificado porque sus ministros "deben ser mediadores entre Dios y los hombres, deben estar siempre libres y dispuestos para asumir misiones y cargos, la labor de Cristo exige dedicación pura y total hacia los seres humanos y sus ministros deben ser puros a nivel sexual". Pablo VI declaraba en 1965: "Tenemos el propósito no solo de conservar esta antigua ley, santa y providencial, sino además de reforzar su observancia. Gracias a esta ley, los sacerdotes pueden consagrar todo su amor únicamente a Cristo y donarse total y generosamente al servicio de la Iglesia y de las almas". Benedicto XVI reafirmó que "con el voto de castidad los religiosos y religiosas no se consagran al individualismo, sino que prometen consagrarse plenamente al servicio del Reino de Dios".


...pero no lo que yo hago

Ningún monje o sacerdote debe entrar en tu habitación,

evítalos pues no hay peor peste... andan en público con

rameras o, en secreto, con muchachas y mujeres casadas

P.A. Manzolli, poeta humanista cristiano, 1500-1551, entregado a la Inquisición


En Roma la sexualidad de los religiosos y curas se vive

de otra forma, más libre, pero sin duda de forma mucho más hipócrita

Julio Boffano, 2021

No pocos historiadores y teólogos críticos consideran que la verdadera razón subyacente al discurso que acabamos de leer, es muy distinta, es de índole económica. Un caso más de hipocresía. A partir del siglo X la Iglesia se enriquece con el celibato, ya que los bienes de los prelados (que los tenían, y enormes, como detallamos más abajo) permanecen a su muerte en las arcas de la Iglesia, evitando que pasen a sus hijos o a su familia. Se impide con esta medida que los sacerdotes, cualquiera sea su jerarquía, tengan vínculos financieros extraclericales: están casados con la Iglesia, a la que pertenecen su riqueza y las posesiones acumuladas. Además, colateralmente no se generan gastos vinculados al mantenimiento de una familia, que deberían ser asumidos por la institución: los religiosos solteros resultaban más baratos a los obispos que los que tenían mujer e hijos.

Muchos ejemplos concretos abonan esta hipótesis. Nos ilustra Karlheinz Deschneren su Historia sexual del cristianismo(Ed. Yalde, Zaragoza, 1993):

En el año 528, el emperador Justiniano dispuso que quien tuviera hijos no podía llegar a ser obispo. La razón era, sin duda, de naturaleza presupuestaria. Solo dos años después, Justiniano arremetió contra quienes se casaban tras ser ordenados y engendraban hijos. Declaró nulos todos los matrimonios celebrados tras la ordenación sacerdotal y a toda su descendencia ilegítima, infame y sin derecho de sucesión. A mediados del siglo VI, el Papa Pelagio I consagró obispo de Siracusa a un padre de familia, pero estableciendo que sus hijos no podrían heredar ningún bien eclesiástico. Conforme la cristianización progresaba, se tendió cada vez más a desheredar a la descendencia de los sacerdotes. En el año 655, el noveno sínodo de Toledo estableció que todos los hijos de sacerdotes "no deben heredar de sus padres". En el siglo XVIII, frente a una propuesta que los sacerdotes que solicitaran permiso para casarse pagaran por ello, de modo de sanear las finanzas curiales, el Papa la rechazó aduciendo que los clérigos solteros garantizaban los negocios del Señor más efectivamente que si tuvieran familia... ¡aunque pagaran por ello! No hay peor enemigo del Papa que quien reduce su patrimonio, pues el patrimonio garantiza el poder, el poder dominio feudal y el dominio feudal lo es todo. Y el Papa Juan XXIII se permitió incluir esta normativa entre las realizaciones "gloriosas" de la Iglesia, proclamando que la abolición del celibato estaba fuera de discusión,  cosa que años después reafirmó vehementemente Pablo VI (cf. supra).

En el Concilio de Trento, Sesión XXIV (año 1563) Canon X se resolvió: Si alguno dijere, que el estado del matrimonio debe preferirse al estado de virginidad o de celibato y que no es mejor ni más feliz mantenerse en el celibato que casarse, sea excomulgado.

El celibato contribuye, aunque no parece ser la causa principal, a los abusos sexuales y la homosexualidad, aunque sí es la principal razón de las relaciones heterosexuales encubiertas, ya que la prohibición de estas es una norma claramentecontra natura. La abstinencia sexual no es en absoluto imprescindible para un óptimo desarrollo personal (más bien es lo contrario desde el punto de vista fisiológico) y es imposible mantenerla toda la vida. El desenfreno sexual de los clérigos, sus promiscuidad y sus orgías, que no es mi intención abordar aquí, desde épocas remotas y hasta hoy en día, es cuidadosamente ocultado por la Iglesia (obligatoriamente desde la Ilustración): "lo que sucede en secreto no ha sucedido, solo lo que grita es pecado" (Panizza, citado por K. Deschner).

Nadie se salva, ni los más renombrados, respetados e idolatrados representantes del catolicismo. Como ejemplo de último momento está el caso del Abbé Pierre, el por todos conocido fundador de EMAÚS, que salió a luz en julio del 2004. Los detalles de su desenfreno sexual han sido ampliamente difundidos por la web, no creo necesario reproducirlos aquí (https://www.vidanuevadigital.com/2024/09/07/caso-abbe-pierre-17-victimas-mas-y-un-de predador-sexual-en-serie/). Es muy significativo que el Papa Francisco haya asegurado que el Vaticano tuvo conocimiento, después de la muerte del abate en 2007, de las acusaciones de violencias sexuales cometidas por élentre los años 1950 y 2005,calificando de "feo pecador" al hasta ahora icono de la caridad en Francia.

Con la imposición del celibato y la férrea reglamentación de las relaciones sexuales en los creyentes laicos, la religión católica reprime los instintos, perjudicando la vida sexual y, por tanto, la salud mental y nuestra vida toda. La preservación de la castidad es y fue siempre el más elevado ideal del cristianismo, hostil a los más elementales instintos. La ciencia moderna sabe que la represión sexual enferma y aumenta el deseo. La Iglesia ha pervertido casi todos los valores de la vida sexual: llama al Bien mal y al Mal bien, trata lo positivo como negativo, lo honesto como deshonesto, dificulta los deseos naturales y obliga al cumplimiento de mandatos antinaturales. Dice Deschner: "Con el cristianismo, con la Iglesia, el mundo tiene que estar enfermo". Lichtenberg dice: "No puedo decir si mejorará cambiando, pero puedo decir que tiene que cambiar para mejorar". En la Biblia el adulterio, el incesto, la homosexualidad y la zoofilia son castigados con la muerte.

Submundo infecto, pero no por las diferentes orientaciones y actos sexuales, que siempre respeté y comprendí gracias a mi formación biológica, sino infecto por la hipocresía.

(continúa) 

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(1)"Tienes que obedecer, tienes que acostumbrarte a obedecer. Si lo dice el superior, esa es la palabra de Dios. Los Jesuitas exigen en la obediencia la completa negación del amor propio, les exigen a sus discípulos que estén dispuestos a recibir y acatar el mandato de sus superiores como si fuese directo de Cristo. No hay discusión, no hay cuestionamiento" (Boffano, p. 148-149, cf.infra).

(2)Debe recordarse que la Congregación para la Doctrina de la Fe, creada en 1967 por Pablo VI, es la continuación de la Congregación del Santo Oficio, creada en 1908 por Pío X, a su vez heredera de la Santa Inquisición, que tantos horrendos crímenes cometió a lo largo de sus casi 8 siglos de existencia.

(3)La Sociedad de los Misioneros de África, más conocida como Padres Blancosen razón del color de sus hábitos, es una sociedad de vida apostólica católica fundada en 1868 en Maison Carrée, Argelia. La Sociedad fue aprobada por la Santa Sede en febrero de 1908, y con ella se inició la evangelización de muchos países africanos. Los Padres Blancos no son una orden religiosa en el sentido estricto, sino un instituto misionero de derecho pontificio.

(4)Ejemplos de la ciudad alemana de Darmstadt: descuartizar a un vivo, 15 coronas; preparar la hoguera, echar las cenizas del quemado a agua corriente, 30 coronas; quemar viva a una bruja, 14 coronas; degollar a una persona con la espada, 10 coronas; colgar a una persona, 18 coronas; estirar violentamente un cuerpo, 5 coronas; cortar nariz y orejas, 5 coronas; el suplicio del potro, 8 coronas; por cordeles para tensar sobre el potro, izar y colgar pesas, colocar torniquetes a las piernas, 30 coronas.

(5)En su lecho de muerte, el monje Gueron reconoció que había recorrido toda Francia para confeccionar falsos documentos para monasterios e iglesias. En el sur de Alemania, el convento benedictino de Reichenau, en el lago de Constanza, se hizo cargo de este trabajo criminal.

(6) En los países laicos libres de culto, caso de mi país Uruguay, la exoneración de tributos a la Iglesia católica y otras se justifica sobre la premisa de que hacen obras sociales, educativas y de beneficencia. Y esto en muchos casos es así. Aparecen como organizaciones sin fines de lucro y como tales no pagan impuestos. Claro, a cambio de un adoctrinamiento más o menos encubierto (nada es totalmente desinteresado). El capital pasivo (iglesias, edificios, monasterios, casas parroquiales, seminarios, terrenos y otros inmuebles) no es considerado generador de lucro. Pero a lo largo y ancho del mundo, muchas organizaciones religiosas, como órdenes, monasterios, centros de peregrinación, entre otras, desarrollan emprendimientos que generan ganancias muy lucrativas, capitales activos, y estos sí deberían ser imponibles. A la Iglesia le sobra el dinero para pagar impuestos como cualquier multinacional. En algunos países laicos los ciudadanos no deben contribuir con sus impuestos a financiar las necesidades económicas de las iglesias cristianas y de otras creencias. Sólo lo hacen voluntariamente aquellos que adhieren a la fe. Pero sí es cierto que esas organizaciones, al no contribuir al erario público con los fondos que derivarían de sus enormes propiedades, reducen los montos disponibles para obras del Estado.

(7)Boffano recomienda No se lo digas a nadie, en Internet, un documental polaco sobre el abuso sexual de la Iglesia católica en Polonia, en el que los obispos plantean que todo es una conspiración contra la ICAR. También recomienda en Netflix Examen de concienciay la película chilena El Club(recomendación a la que me sumo por haberla apreciado en toda su descarnada crudeza), que relata la historia de un grupo de sacerdotes criminales a los que la Iglesia confinó y ocultó en un remoto pueblo.


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(*) Nota Final:

El autor de esta publicación es "Alberto Cirio", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo. El mismo "Alberto" se encargará de responder las dudas de los lectores a través de los comentarios.
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Ver: 
Ver Articulo: Países con más Ateos

Ver Sección: Actualidad y Noticias


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"Los seres humanos nunca hacen el mal de manera tan completa y feliz como cuando lo hacen por una convicción religiosa"

Blaise Pascal




La hipocresía de la Iglesia Católica. Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago (PARTE II)

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Nota Inicial:

La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog.

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La hipocresía de la Iglesia católica

Haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago 

(PARTE II)




Las mujeres en la Iglesia católica


Haz lo que yo digo...

Ninguna religión o visión del mundo ha apreciado y honrado tanto a la mujer como el cristianismo

Berhnard Häring (1912-1998), clérigo alemán, 

Profesor de Teología Moral en la Pontificia Universidad

Lateranense, inspirador del Concilio Vaticano II


La mujer cristiana le debe a la Iglesia católica su auténtica dignidad. Por ello es justo que se muestre agradecida a la Iglesia

Cardenal Julien Ries (1920-2013),

Profesor de Historia de las Religiones,

Universidad Católica de Lovaina 


Fragmentos de la Encíclica Mulieris Dignitatem, Juan Pablo II, 1988:

Ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, en que adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar mucho a que la humanidad no decaiga. Pablo VI decía: "En el cristianismo, más que en cualquier otra religión, la mujer tiene desde los orígenes un estatuto especial de dignidad, del cual el Nuevo Testamento da testimonio en no pocos de sus importantes aspectos (...) El mensaje de Cristo, contenido en el Evangelio, que tiene como fondo toda la Escritura, tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, ¿no puede quizá decir mucho a la Iglesia y a la humanidad sobre la dignidad y la vocación de la mujer?... Ambos, hombre y mujer, son seres humanos en el mismo grado, ambos fueron creados a imagen de Dios".  El texto bíblico proporciona bases suficientes para reconocer la igualdad esencial entre el hombre y la mujer. Lo mismo se repite en el curso de los siglos, generación tras generación, como lo demuestra la historia de la IglesiaEn efecto, la Iglesia defendiendo la dignidad de la mujer y su vocación, ha mostrado honor y gratitud para aquellas que —fieles al Evangelio— han participado en todo tiempo en la misión apostólica del Pueblo de Dios. Así pues, una atenta lectura del paradigma bíblico de la «mujer» —desde el Libro del Génesis hasta el Apocalipsis—nos confirma en que consisten la dignidad y la vocación de la mujer y todo lo que en ella es inmutable y no pierde vigencia. La Iglesia pide que estas inestimables «manifestaciones del Espíritu» (cf. 1 Cor 12, 4 ss.), sean reconocidas debidamente, valorizadas, para que redunden en común beneficio de la Iglesia y de la humanidad. 


Fragmentos de la Carta del Papa Juan Pablo II a las mujeres, 1995:

A cada una de vosotras me dirijo con objeto de compartir y manifestar gratitud, en la proximidad de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer. La Iglesia quiere ofrecer su contribución en defensa de la dignidad, papel y derechos de las mujeres. Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas. Pero dar graciasno basta, lo sé. Por desgracia somos herederos de una historia de enormes condicionamientosque, en todos los tiempos y en cada lugar, han hecho difícil el camino de la mujer, despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada frecuentemente e incluso reducida a esclavitud. No sería ciertamente fácil señalar responsabilidades precisas, considerando la fuerza de las sedimentaciones culturales que, a lo largo de los siglos, han plasmado mentalidades e instituciones. Pero si en esto no han faltado, especialmente en determinados contextos históricos, responsabilidades en no pocos hijos de la Iglesia, lo siento sinceramente. Es urgente alcanzar en todas partes la efectiva igualdadde los derechos, el reconocimiento de todo lo que va unido a esos derechos y deberes en un régimen democrático. Cuánto reconocimiento merecen las mujeres que, con amor heroico por su criatura, llevan a término un embarazo derivado de relaciones sexuales impuestas con la fuerza. En semejantes condiciones, la opción del aborto, que es siempre un pecado grave, antes de ser una responsabilidad de las mujeres, es un crimen imputable al hombre y a la complicidad del ambiente que lo rodea. Hago una llamada apremiante, a fin de que los Estados y las instituciones internacionales, hagan lo necesario para devolver a las mujeres el pleno respeto de su dignidad.


Cardenal Antonio Cañizares, La Razón, 2022:

Las mujeres han de participar en la vida de la Iglesia sin ninguna discriminación, en las consultas y en la elaboración de decisiones. Su aporte es, sin duda ninguna, una grandísima contribución de sabiduría y moderación, de valentía y entrega, de espiritualidad y fervor para el bien de la Iglesia y de la sociedad. Tanto la sociedad como la Iglesia necesitan de manera vital del «genio propio» de la mujer, de su contribución, ya que sin esta contribución la sociedad es menos viva, la cultura menos rica y la paz más insegura (https://www.ucv.es/actualidad /opinion/artmid/5834/articleid/8385/la-mujer-en-la-iglesia-cardenal-antoniocanizares-la-razon#:~: text=Las%20mujeres%20han%20de%20participar,de%20la%20 Iglesia%20y%20de).

Para Benedicto XVI, en su discurso inaugural de Aparecidam, el cristianismo reconoce y proclama la igual dignidad y responsabilidad de la mujer respecto al hombre”. El Papa Francisco dijo en un vuelo de Brasil a Roma: "El papel de la mujer en la Iglesia no es sólo la maternidad, sino que es más fuerte: es como el icono de la Virgen, Nuestra Señora; ¡aquella que ayuda a crecer a la Iglesia! ¡Piensen que Nuestra Señora es más importante que los Apóstoles! La Iglesia es femenina: es Iglesia, es esposa, es madre. No se puede entender una Iglesia sin las mujeres, pero mujeres que estén activas en la Iglesia". El alto clero sostiene que la Iglesia está cada vez más comprometida en la defensa de los derechos humanos y de la justicia social, y, por tanto, en la defensa de los derechos de la mujer, por lo que se puede decir que en lo esencial, la mujer ha encontrado en la Iglesia una defensora de su dignidad fundamental. Según la Iglesia actual, explica la página católica Scielo (https://www. scielo.org), la mujer ha recobrado su dignidad con la aparición del cristianismo, que le devolvió todas las virtudes, todas las libertades, todos los derechos, elevándola a la categoría en que Dios la colocara al crearla, como compañera y no como esclava del hombre.



Repasemos algunas de las reflexiones de los últimos Pontífices:

Pío XII: La mujer, coronación suprema de la creación, esta dulce criatura, en cuyas delicadas manos Dios parece haber confiado gran parte del futuro del mundo, como ayudante del hombre; la mujer, expresión de todo lo que hay de más bueno, amoroso y bondadoso en este mundo, sigue siendo, a pesar de una engañosa apariencia de exaltación, a menudo objeto de desprecio.

Juan XXIII:Al comienzo de los dos milenios cristianos, el mundo, con pocas excepciones, estaba sumido en las tinieblas de un paganismo corrupto y corruptor. Las mujeres suspiraban en busca de la dignidad perdida. Y la costumbre empezó a cambiar, con la gracia de Dios, a través de la oración, el ejemplo y el sacrificio de aquellas heroínas.

Pablo VI, 1975, Año Internacional de la Mujer: Este año celebramos en todo el mundo el Año de la Mujer, al que también la Iglesia, como es debido, se adhiere positivamente, deseando de buen grado un progreso de la función de la mujer en la vida profesional y social, y protegiendo al mismo tiempo su dignidad y su misión, de la mujer cristiana especialmente, a la que el plan de Dios ha destinado, como Hija dulce, como Virgen pura y fuerte, como Esposa amorosa, como Madre ante todo, siempre sagrada y digna, y también como Viuda piadosa, dolorosa y trabajadora. Estamos convencidos de que en la concepción cristiana de la mujer hemos de encontrar el reconocimiento de sus derechos humanos y civiles, y la defensa de sus superlativas prerrogativas naturales. 

Juan Pablo II, 22/6/1994, Audiencia General, Dignidad y misión de la mujer cristiana: En las catequesis sobre la dignidad y el apostolado de los laicos en la Iglesia, hemos expuesto el pensamiento y los proyectos de la Iglesia válidos para todos los fieles, tanto hombres como mujeres. Pero ahora queremos considerar más en particular el papel de la mujer cristiana, no sólo por la importancia que siempre han tenido las mujeres en la Iglesia, sino también por las esperanzas que en ellas se ponen para el presente y para el futuro. Muchas voces se han elevado en nuestro tiempo para pedir el respeto de la dignidad de la mujer y el reconocimiento de una efectiva igualdad de derechos con respecto al hombre, a fin de brindarle la plena posibilidad de desempeñar su misión en todos los sectores y en todos los niveles de la sociedad. 

Benedicto XVI: La fecha de hoy – 8 de marzo 2009– nos invita a reflexionar sobre la condición de la mujer y a renovar nuestro compromiso, para que siempre y en todas partes cada mujer pueda vivir y manifestar plenamente sus capacidades, obteniendo el pleno respeto de su dignidad. Sin embargo, más valiosos que los propios documentos son los testimonios de los santos; y nuestra época ha tenido el de la Madre Teresa de Calcuta: una humilde hija de Albania, que se convirtió en un ejemplo para el mundo entero en el ejercicio de la caridad y el servicio a la promoción humana. ¡Cuántas otras mujeres trabajan cada día, a escondidas, por el bien de la humanidad y por el Reino de Dios!

Francisco:En el Día Internacional de la Mujer, pienso en todas las mujeres: les agradezco su compromiso con la construcción de una sociedad más humana, gracias a su capacidad para captar la realidad con una mirada creativa y un corazón tierno. ¡Este es un privilegio exclusivo de las mujeres!


...pero no lo que yo hago.


Tus anhelos se dirigirán hacia tu marido y él será tu señor (...) Rebájate hasta la sumisión (...) Sé una de las subordinadas

Juan Crisóstomo (347-407), Padre de la Iglesia


La premisa de que la mujer es portadora del pecado, artículo de fe

para el cristianismo, influyó muy negativamente en su posición social y legal

Julián Marcuse (1862-1942), médico y ensayista alemán 


Como este capítulo comenzó invocando los textos bíblicos y el rol histórico del cristianismo en beneficio de la mujer, empecemos por la Biblia y la historia.

Resulta incongruente y hasta insultante que la Iglesia afirme ahora que "el hombre y la mujer tienen la misma dignidad" y que "la mujer ha recobrado su dignidad con la aparición del cristianismo", después de todas las barbaridades antifeministas que han realizado y propalado. Está perdiendo cada vez más seguidores, especialmente entre las mujeres, y es necesario presentar "una nueva cara". La mujer en el Génesises simplemente un pedazo de hueso del hombre, es la que comete el pecado original e induce a Adán a pecar. En el Levíticose ubica a la mujer al mismo nivel que los animales y en los tiempos de Jesús sigue estando a la misma altura que el niño y el siervo. La mujer es la que apedrean por adúltera, es la que matan por bruja, la que seduce y lleva al hombre a la lujuria, la que tiene que servir al hombre y obedecerle por orden divina. Las niñas vírgenes son las que dios ordena que se mantengan para el placer sexual de los hombres. A la mujer se le prohíbe predicar en la iglesia. Pablo de Tarso, en la primera Carta a los Corintos ordena el uso del velo en la mujer durante los oficios divinos, como signo de su inferioridad y para "avergonzarse del pecado que trajo al mundo". Si queda viuda y no tiene hijos varones, está obligada a que el hermano del difunto la deje embarazada. ¿Por qué es que Jesús no tuvo ni una sola mujer como discípula?

La Biblia está repleta de ejemplos de odio, repulsión y aversión hacia las mujeres. Es un libro típico de la misoginia ignorante y abusiva que existía en los tiempos de sus autores. El cristianismo surge de ella como un movimiento clara y expresamente anti-feminista, intolerante y radical, discriminando, persiguiendo y asesinando decenas de miles de mujeres, degradando las relaciones sexuales como prácticas pecaminosas, con las graves consecuencias que eso ha causado en la mente y la personalidad de hombres y mujeres. El Dios bíblico aborrece y desprecia a las mujeres. Desde Eva (esa vil pecadora que hundió a toda la humanidad en el oscuro pozo del pecado y quiso comer del prohibido árbol del conocimiento) hasta la virgen María (que solo fue utilizada para ser inseminada por la paloma que mandó Dios y después olvidada y hasta humillada por el mismo Jesús), las mujeres han sido blanco de la ira divina. La Biblia está repleta de versículos donde la mujer es vejada, maltratada y humillada de forma sistemática y constante. Puede que haya un par de versículos donde sea medianamente alabada, pero en general no le simpatizan mucho a Dios. Veamos solo algunos ejemplos. Se lee en distintas secciones de la Biblia (todas ellas inspiradas por Dios, por supuesto, y veneradas, como corresponde a tan sacra autoría, por la Santa Madre Iglesia):

- Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre (Gén 2, 22). La mujer no es más que un pedazo del cuerpo del hombre, por lo tanto es de "su" propiedad. 

- A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti(Gén 3:16). Por supuesto, el hombre no es culpable y, por tanto, no se le impone ningún padecimiento físico directo.

- Habla a los hijos de Israel y diles: La mujer cuando conciba y dé a luz varón, será inmunda siete días, igual a los días de su menstruación. Y permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta cuando sean cumplidos los días de su purificación. Y si diere a luz hija, será inmunda dos semanas, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre(Lev 12,2-5). 

- Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos (Éx 21:7). Esclavitud y venta de mujeres, que no podrán ser liberadas como los siervos varones.

- Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego(Lev 21:9).De los hijos fornicadores de los sacerdotes no dice nada.

- Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, así quitarás el mal de en medio de ti (Deut 22:20-21). 

- Yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol (2 Sam 12:11). Dios utiliza la violación de mujeres para castigar a los maridos que no le obedezcan.

- Toda malicia es poca junto a la malicia de mujer, ¡que la suerte del pecador caiga sobre ella! (Ecles 25,19)Porque de los vestidos sale la polilla, y de la mujer la malicia. Vale más maldad de hombre que bondad de mujer, la mujer cubre de vergüenza y oprobio(Ecles 42,13-14).

En el Imperio Romano, antes del empoderamiento del cristianismo, la mujer tenía los mismos derechos que el hombre, permitiéndosele una autosuficiencia personal y social: derecho a heredar, a solicitar la separación conyugal, la virginidad y la fidelidad conyugal no tenían ningún significado relevante. Incluso el amor libre era aceptado y ensalzado por los filósofos de la época. No es sino con el Emperador Constantino, que oficializó el cristianismo, que todo cambió y comenzó la denigración de la mujer. El poder y la enorme influencia de los sacerdotes cristianos, imponiendo los principios de su religión, tuvieron para el sexo femenino nefastas consecuencias jurídicas, económicas, sociales, educativas y hasta para el mismo derecho a la vida. Durante toda la Edad Media, la Iglesia sostenía que el hombre tenía derecho de azotar y hasta matar a su esposa, por ser él el único juez que decidía de sanciones y castigos. Esta histórica misoginia católica se debe, en gran parte, al marcado antifeminismo de su verdadero fundador, Pablo de Tarso, que en varias de sus epístolas dice: 

"Bueno sería al hombre no tocar a la mujer", "La mujer no tiene la potestad de su propio cuerpo, sino el marido", "Las casadas deben estar sujetas a su marido en todo", "La mujer aprenda callando, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar ni tomar autoridad sobre el varón, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, luego Eva. Y no fue Adán el seducido, sino Eva quien incurrió en la transgresión", "Las viudas jóvenes que se quieran casar no deben ser admitidas en los oficios de la Iglesia", "El hombre no fue creado para la mujer, sino la mujer para el hombre".

Pero la verdadera segregación de la mujer se produce a partir del siglo II, con los Padres de la Iglesia. Para Agustín, el más ilustre de ellos, "la mujer es un ser inferior y no está hecha a imagen y semejanza de Dios. Corresponde al orden natural de la humanidad que las mujeres sirvan a los hombres. Las mujeres no deben ser educadas en forma alguna, deberían ser segregadas ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones". Para Tertuliano, otro Padre de la Iglesia, la mujer "es puerta de entrada para el diablo y deberían vestir trapos y prendas de luto en reconocimiento por su crimen", "no está permitido que una mujer hable en la iglesia, ni enseñar, ni bautizar, ni ofrecer la eucaristía, ni ejercer el cargo sacerdotal". Y todos los Padres y Doctores de la Iglesia son categóricos: "las mujeres están hechas esencialmente para satisfacer la lujuria de los hombres... las mujeres son más dañinas que cualquier bestia salvaje... ¡qué otra cosa es la mujer sino un mal necesario, una calamidad deseable, un peligro doméstico, un mal de la naturaleza pintado con alegres colores" (Juan Crisóstomo), "la mujer solo es fuerte en el vicio y daña la valiosa alma del varón" (Ambrosio), "la mujer es un defecto de la naturaleza... si nacen mujeres se debe a un defecto del esperma... solo es necesaria para la reproducción... los regaños e intimidación de la esposa por parte del marido, así como pegarle, permiten obtener créditos en el cielo...la mujer se relaciona con el hombre como lo imperfecto y defectuoso con lo perfecto" (Tomás de Aquino), "nada más impuro que la mujer con el período, todo lo que toca lo convierte en impuro" (Jerónimo), "sois la puerta del diablo... la sentencia de Dios sobre vuestro sexo vive aún en esta época; la culpa, necesariamente, vive también" (Irineo). En el Sínodo de Macon (585) se debatió si, en el momento de la resurrección de la carne, la mujeres deberían convertirse en hombres para poder ir al Paraíso, y un obispo llegó a decir "las mujeres no son seres humanos". En 1591, una serie de teólogos luteranos discutieron en Wittenberg sobre si las mujeres eran seres humanos.

Unanimidad de criterios ¿no? Estos Padres son los que consolidaron los cimientos de una religión machista. ¿Hasta qué punto la Iglesia de hoy puede dejar de lado las enseñanzas de sus venerados, santificados e inspirados Padres y Doctores? ¿O acepta algunas y rechaza otras según su conveniencia para perdurar en el mundo actual? Es muy difícil de entender por qué todavía hay muchas mujeres cristianas que alaban y bendicen este tipo de humillantes versículos. Dios es misógino. Y no lo digo yo... lo dice su Santa Biblia. Obviamente, estos conceptos no son manejados por la Iglesia actual (por lo menos no públicamente), pero se grabaron a fuego en la mente de eclesiásticos y fieles durante más de 1500 años, y eso es muy difícil de modificar. Pío X, declarado santo, decía en 1903 que "las voces femeninas están prohibidas en los coros de las iglesias y solo las voces de niños podían ser usadas como sopranos". En 1919, Benedicto XV se pronunció a favor del voto femenino, solo porque creía que la mujer era más conservadora y clerical que el hombre. En 1965, el Osservatore Romanosostenía que "la primacía del hombre ha sido querida por Dios", sin que hasta hoy la Iglesia lo haya enmendado. La sumisión de la mujer se ve también cuando la Iglesia designa congregaciones de religiosas como sirvientas de obispos y cardenales, convenciéndolas de que Dios las eligió para eso.

El antifeminismo de los Padres de la Iglesia, de muchos clérigos y no pocos teólogos, el celibato y la prohibición de la ordenación femenina, son consecuencia del desprecio y, desde luego, del miedo a la mujer. El potencial sexual de la mujer hace esclavo al hombre que sucumbe a sus encantos e insinuaciones, respondiendo al instinto de reproducción y preservación de la especie fijado en nuestros genes, el más fuerte después del instinto de conservación individual. Así lo ha determinado la evolución en toda la escala zoológica, especialmente en los vertebrados superiores. Y la Iglesia ha intentado desde siempre, y por supuesto hoy en día, yugularlo y reducirlo al intercambio conyugal, cosa que jamás ha funcionado en ninguna época ni lugar.

La emancipación y la igualdad de las mujeres con respecto al hombre son avances que comenzaron a darse en Occidente, aunque muy lentamente y siempre en forma parcial, entorpecidos por el legado judeo-cristiano. La liberación femenina comienza a partir de mediados del siglo XlX, cuando el poder de la Iglesia empieza a decaer. No hay duda que la situación de la mujer en la sociedad de hoy ha tenido un gran avance en el respeto y la igualdad de derechos y oportunidades, a pesar de la Iglesia que, a regañadientes, ha dado su brazo a torcer. Y, como hemos visto, muchos ministros católicos con total desfachatez, celebran a la Iglesia como liberadora de la mujer y denuncian  "las mezquindades y vulgaridades que ha dicho el paganismo antiguo y moderno sobre la naturaleza y posición de la mujer".¿Con qué derecho puede la Iglesia de hoy dar clases de moralidad y de respeto a los derechos de las mujeres? ¿Qué piensan las feministas de la sociedad de hoy sobre el Nuevo Testamento y el legado de los Padres de la Iglesia, todos ellos declarados santos? ¿Cómo puede la Iglesia desconocer hoy los mandatos divinos, que ella misma se ha encargado de decir, una y mil veces, que son "palabra de Dios"? Dice Deschner: Muchas grandes religiones relegaron o menospreciaron a la mujer (mazdeísmo, brahmanismo, judaísmo, islam), pero el cristianismo perfeccionó el antifeminismo hasta el más pérfido de los extremos, intensificándolo hasta casi lo insoportable, más que cualquier otra religión misógina, cosa que los teólogos protestantes admiten pero que los católicos han negado y siguen negando en la actualidad.

El Código de Derecho Canónicoes el conjunto ordenado de las normas jurídicas que regulan la organización de la Iglesia latina. A través de los siglos y hasta 1916, contenía fuertes prejuicios contra las mujeres, basados en razones teológicas o de las escrituras. Aceptaba todas las discriminaciones y prohibiciones que hemos venido mencionando. El Código vigente actualmente fue promulgado por Juan Pablo II en 1983. Si bien la mayoría de las aberraciones han sido corregidas, aún hoy contiene discriminaciones directas e indirectas hacia la mujer. El ejemplo más flagrante está en su Libro VI, que trata sobre las sanciones, infracciones y penas en la Iglesia, en el canon 1379 §3 que dice: "Tanto el que pretenda conferir un orden sagrado a una mujer como la mujer que pretenda recibirlo, incurre en la pena de excomunión 'latae sententiae' reservada a la Santa Sede; el clérigo responsable también puede ser castigado con la exclusión del estado clerical". Es de hacer notar que ese canon dice "orden sagrado", término que incluye el diaconado, el sacerdocio y el episcopado. Agnes Wuckelt, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Católicas de Alemania, reacciona: "Es una gran decepción y otra bofetada para nosotras las mujeres". Como hecho muy actual, en mayo de 2019 las mujeres católicas de la ciudad alemana de Münster convocaron a una semana de huelgas y acción y miles de ellas siguieron su llamado. El punto de partida fue el horror de la violencia sexual y el encubrimiento de la misma en la Iglesia, debido al manejo del poder, la moral sexual y el modo de vida sacerdotal. Se hizo evidente que las asociaciones masculinas clericales promovían el encubrimiento de los actos y la protección de sus autores. La motivación para manifestar contra estas estructuras de poder y abuso proviene del hecho de que las mujeres ya no pueden y no quieren involucrarse en una iglesia donde las leyes son hechas exclusivamente por hombres. En su libro El levantamiento de las mujeres – Por qué las mujeres de la Iglesia Católica necesitan más poder (2017), Christiane Florin se pregunta sobre el poder en la Iglesia y cosecha incomprensión por parte del clero. Sólo los hombres consagrados pueden ocupar posiciones decisivas e influyentes. A las mujeres se les niega la ordenación, por lo tanto no tienen poder. La igualdad de acceso de las mujeres a todos los oficios y ministerios es una de las demandas centrales, pero sólo se puede pensar en ella con una nueva orientación integral en las áreas centrales de la Iglesia católica. Esta no puede esconderse detrás de formas de gobierno absolutista-monárquicas si quiere sinceramente evitar el abuso de poder. (Catholic Women’s Council (CWC), fundado en 2019 con sede en Roma, https://www.catholic womenscouncil.org/es/women-in-ministry).

La existencia de Eva como primera mujer según la Biblia, sintetiza el sufrimiento y el menosprecio generalizados de las mujeres hasta las épocas actuales. Sin embargo, desde el siglo pasado el feminismo ha alcanzado importantes logros que tuvieron como más férreos detractores a los representantes de la Iglesia. Destaco:

- La Educación. En algunos países del mundo occidental, a finales del siglo XIX se empieza a entrever un progreso en la educación para la mujer. Recordemos que en esa época la influencia de la Iglesia en el ámbito educativo era todavía muy amplia: la educación femenina estaba orientada a enseñarle su misión en la vida, el cuidado de su familia, el funcionamiento del hogar y sus deberes domésticos. No era el objetivo de la Iglesia educar a mujeres libres y académicas.

- La píldora anticonceptiva. En la década de 1960, cuando se generaliza el consumo de la píldora anticonceptiva, la Iglesia condenó su uso, señalándolo como inmoral. Es uno de sus mayores desaciertos, ya que atenta contra el libre desenvolvimiento de la vida sexual de la mujer. Pablo VI, en su Encíclica Humanae vitae, solo reconoció como lícito la abstinencia durante los períodos fértiles de la mujer.

- Despenalización del aborto:La misma Encíclica considera que el aborto debe eliminarse de manera absoluta, aún cuando sea por fines médicos, ya que va en contra de las leyes morales cristianas. Niega a la mujer el derecho a decidir sobre su propio cuerpo(8). Es bueno recordar aquí, como nueva perla de hipocresía, lo que dice Deschner: "...han habido pocos lugares donde el aborto fuera una práctica tan sistemática como en los conventos de monjas"

Cuando comenzó el sufragio femenino, no fue una sorpresa ver la resistencia del cristianismo, basado en sus escrituras. Sin embargo, a medida que se produjo el cambio social, más y más cristianos progresistas reinterpretaron la Biblia para adaptarse a la igualdad de los sexos. Muchos cristianos que nacen en los tiempos actuales no tienen ningún problema con la igualdad de sexos, porque fueron criados para creer que es una norma moral. Sin embargo, muchos todavía protestan contra esta ideología porque va en contra de su interpretación de la Biblia. Pero llegará un día en que la idea de la inferioridad de las mujeres será tan mal vista como lo es hoy la esclavitud. Los versículos que disminuyen el estatus de la mujer serán convenientemente reinterpretados y no será necesario tomarlos literalmente. 


Derechos humanos, libertad, democracia, obediencia, esclavitud 

Haz lo que yo digo...


Pío IX: Encíclica Quanta cura (8 de diciembre de 1864):

La libertad de conciencia y de cultos es un derecho propio de todo hombre, derecho que debe ser proclamado y asegurado por la ley en toda sociedad bien constituida; los ciudadanos tienen derecho a la libertad de manifestar y declarar públicamente y sin rebozo sus conceptos, sean cuales fueren, de palabra, por impresos o de otro modo, sin traba ninguna por parte de la autoridad eclesiástica o civil.

Los fragmentos que siguen provienen de la web católica Scielo (https://www. scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732011000100007) y su autor es Ángel Galindo García,Sacerdote y Catedrático de Teología Moral de la Facultad de Teología de la de la Universidad Pontificia de Salamanca (España).

Junto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, Juan XXIII en Pacem in terris realiza un análisis muy favorable al tema de los derechos humanos tal como son concebidos y proclamados por las diversas declaraciones internacionales. Tales derechos, entre los que incluye el de libertad religiosa, se basan en la dignidad que todo ser humano tiene por ser persona, es decir, inteligente y libre, y son por tanto universales, inviolables e inalienables. En  diciembre 1965, el Concilio Vaticano II aprobó un texto sobre la libertad religiosa:Dignitatis humanae (DH)Con esta declaración, la Iglesia abre un nuevo horizonte, una nueva manera de ver el mundo. La DH fue el elemento decisivo para que cambiase una cierta imagen de la Iglesia poco atractiva y hasta rechazable. La DH supone que la Iglesia, de manera definitiva, rechaza cualquier tipo de totalitarismo de signo racista, fascista, marxista o capitalista. Así, trata de integrarse en el grupo de luchadores por la libertad y por la desaparición de cualquier género de esclavitud. El documento afirma que la libertad religiosa es un verdadero derecho de la persona, fundado en su dignidad humana y que debe ser reconocido como derecho civil en la sociedad civil. La persona humana tiene una natural tendencia a buscar la verdad para vivir de ella y en ella. Pero esa verdad no puede ser conocida sino a la luz de la verdad misma. Es decir, no puede ser impuesta. Esa imposición directa o indirecta, abierta o disfrazada, destruye y deforma la verdad misma. La verdad debe buscarse de modo apropiado a la dignidad de la persona humana y a su naturaleza social, es decir, mediante una libre investigación, sirviéndose del magisterio o de la educación, de la comunicación y del diálogo, y una vez conocida hay que aceptarla firmemente con asentimiento personal.

El derecho de la persona humana a su propia identidad presupone no traicionar nunca sus convicciones más íntimas y bien fundamentadas. La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. Todos los hombres deben estar inmunes de coacción, tanto por parte de personas particulares como de grupos sociales y de cualquier potestad humana, de modo que no se obligue a nadie a obrar contra su conciencia ni se le impida que actúe conforme a ella en privado o en público. 


En la oficialista web católica Catholic.netleemos:

Mientras en una nación democrática se destaque la libertad del individuo, siempre debería prevalecer el bien común. La Encíclica Quadragesimo Annode Pío XI nos recuerda, cuarenta años después de la Rerum Novarumde León XIII, que la justa libertad de acción debe ser dejada a los ciudadanos individuales y las familias, pero con la condición de que sea preservado el bien común e impedida toda injusticia hacia cualquier individuo (cf. QA 25). La democracia comprende también una atención especial hacia los desposeídos y los débiles, cuyos derechos deben ser salvaguardados y reconocidos por el Estado (cf. QA 25).

La Iglesia asegura que la sociedad debe ser estructurada de manera que pueda ofrecer a los individuos recursos abundantes. El acceso del individuo a la verdad y la información indica que goza de la libertad de formarse una opinión. Para que una sociedad pueda ser considerada como bien ordenada, creativa y conforme a la dignidad humana, debe basarse en la verdad.

La Iglesia promueve la democracia auténtica, basada en un concepto correcto de la persona humana. La naturaleza y la dignidad de la persona son un criterio importante porque se trata de verdades fundamentales. Pero, a este respecto, es menester observar que, si falta una verdad última que guíe y dirija la actividad política, entonces las ideas y las convicciones pueden ser fácilmente manipuladas por razones de poder. La Iglesia tiene el concepto de una sociedad democrática que proteja los derechos basados en la vocación trascendental de la persona humana, comenzando por el derecho a la libertad de profesar y practicar las convicciones religiosas. La Iglesia condena toda forma de totalitarismo pues niega la "dignidad trascendental de la persona humana" y expresa, en cambio, gran estima por los sistemas democráticos que reconozcan el papel esencial de los individuos, las familias y los distintos grupos que constituyen la sociedad y den, asimismo, a los ciudadanos amplias posibilidades de participar en el desarrollo de las comunidades políticas y religiosas. La democracia es un valor humano que la Iglesia valora y aprueba, y se esfuerza para que se llegue a una libertad basada en la verdad. No puede haber libertad sin verdad, así como no puede haber una democracia verdadera sin libertad auténtica (https://es.catholic.net/op/articulos/ 40013/cat/604/la-iglesia-y-la-democracia.html#modal).

Pío XII, en su radiomensaje pontificio de la Navidad de 1944, se comprometió con la democracia porque, por falta de ésta, se desencadenó la guerra. Para que la democracia sea sana propone un contacto estrecho entre los ciudadanos y el gobierno: un alto grado de participación, el respeto de los demás, una amplia aceptación de diferencias e inclusive de desigualdades, aunque no de injusticia, y el asegurar el ejercicio de la autoridad. La democracia es, en fin, la garantía práctica de derechos y de libertades esenciales.


...pero no lo que yo hago

La relación de la Iglesia católica con la democracia debe ser observada con mucha suspicacia y levanta muchas sospechas, por usar un término bastante suave. Todo lo antedicho sobre la libertad religiosa es evidente que solo apunta a la propia defensa del cristianismo, frente a regímenes totalitarios de distintas épocas, principalmente Rusia y la extinta URSS, que buscan eliminar la creencia en el Dios cristiano y que propenden al ateísmo. Pero esa tan alabada y defendida libertad religiosa, así como la dignidad humana, que acabamos de ver, no fue aplicada por la Iglesia en toda su historia, cuando durante 1500 años estaba en posición absolutamente dominante e intransigente. Impuso su religión y su doctrina como única ley y a su Dios como el único verdadero, casi siempre por la fuerza, la amenaza, el terror... y castigos y premios eternos. Ahora habla de los derechos humanos, de dignidad humana, pero solo de puertas para afuera. Reprime internamente toda idea que no sea la oficial. Predica "todos los hombres están obligados a buscar la verdad", pero persigue y acosa a todo aquel que busque y encuentre verdades que se oponen o no coinciden con "su" verdad. Los moralismos, el miedo, la culpa, la discriminación hacia las mujeres y hacia la diversidad sexual, en aras de legitimar leyes morales, tienen como consecuencia (u objetivo?) reprimir y anular la libertad de las personas.

Si bien con Pío XII, el Concilio Vaticano II e incluso los primeros años de Juan Pablo II, la Iglesia ha llamado a conformar sistemas políticos que garanticen el pleno goce de los derechos humanos y de los ideales democráticos, desde mediados de la década de los 80, se ha notado en sus jerarquías un claro retroceso respecto de los valores sociales y culturales. Las acciones y dichos de Juan Pablo II reivindican el pensamiento social pre-conciliar (cf. infra). El Papa polaco, si bien no habla exactamente del origen divino del poder, sostiene argumentos en los que la Iglesia vuelve a quedar como poseedora de la "verdad objetiva", con lo que pretende posicionarse por encima del poder político. Es lo que algunos autores consideran involución en la Iglesia, una clara vuelta al modelo que prevaleció antes del Concilio.

 

 La propia Catholic.net, en la cita indicada más arriba, dice:

A pesar de que la Iglesia tiene una estructura jerárquica que limita la práctica de la democracia, todos los miembros de la Iglesia participan de una responsabilidad común en el ejercicio de la misión de la Iglesia. Aunque el Papa sea elegido por el colegio de cardenales y la selección del clero quizá no sea democrática, la Iglesia respeta la libertad de expresión por medio de la consultación. Los consejos presbiterales y el colegio de consultores son buenos ejemplos de estructuras participativas necesarias para el gobierno de la Iglesia. Bajo muchos aspectos la Iglesia no es democrática porque en ella el poder proviene de Cristo.


Gore Vidal (1925-2012), ensayista y periodista estadounidense, subrayaba:

El gran mal de nuestra cultura es el monoteísmo. Surgidas de la bárbara Edad de Bronce, evolucionaron tres religiones antihumanas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Han matado y matan para proteger y expandir sus creencias. Son religiones con dioses en el cielo, literalmente patriarcales —Dios es el Padre omnipotente—, de ahí el aborrecimiento de las mujeres durante dos mil años en los países afligidos por el Dios celestial y sus terrestres delegados masculinos. Aparte de su dosis de superstición, el monoteísmo genera intolerancia y persecución, buscando el establecimiento de teocracias, evidenciando la tendencia de pervertir el sentido de la democracia y de la moral, amenazando todo lo que implica la libertad humana. En su historia, la Iglesia católica consideró lícito segregar y atacar a grupos de otras religiones o creencias, obligándolos a su conversión, como la lograda en España con judíos y musulmanes y, tiempo más tarde, con los pueblos originarios de nuestra América. Quienes se comportan de acuerdo con este tipo de fe imperialista y absolutista -interpretando en forma literal el contenido de sus libros sagrados, sin posibilidad de error- no muestran un ápice de aceptación de pluralismo en la sociedad o país que aspiran dirigir, lo que los empareja, sin duda, con quienes quisieron hacer del fascismo la nueva religión de Europa.

Las religiones suelen resistirse a practicar los derechos humanos en su seno, alegando que ellas deben obedecer los preceptos emanados de sus respectivos textos sagrados, que expresan la voluntad de su Dios, y no tienen por qué someterse a declaración humana alguna de derechos,por muy universal y consensuada que sea. No es así sorprendente que el Estado Vaticano aún no haya firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos, proclamada en 1948 en la Asamblea General de Naciones Unidas, cuyo Artículo 1 dice: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Tampocoel Vaticano, ha suscrito los Pactos sobre derechos humanos aprobados por la ONU en diciembre de 1966, ni la gran mayoría de los convenios y protocolos que las Naciones Unidas han propuesto para la aplicación de los derechos humanos a los crímenes contra la humanidad, la tortura, los delitos de genocidio o las abundantes discriminaciones que hacen imposible la igualdad de derechos de todos los seres humanos. Y no puede justificarse diciendo que no es miembro de pleno derecho de la ONU, pues sí que ha suscrito otras Convenciones como la de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, la del Estatuto de los Refugiados, la de los Derechos del Niño, contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares y los principales tratados de desarme, entre otras. Sin embargo, desde el papado de Juan XXIII, la Iglesia católica, que ya mostró una fuerte oposición a los postulados de la Ilustración en su propuesta de los derechos del hombre y del ciudadano, defiende y predica los contenidos de la Declaración Universal y demás pactos y protocolos que no ha firmado. Pero no pone en práctica tales derechos. Este comportamiento contradictorio resulta comprensible desde el momento en que el Pontífice romano no sólo es un líder religioso, sino también un Jefe de Estado. Si firmase esos textos debería inmediatamente acabar, entre otras cosas, con la estructura no democrática que ha mantenido durante siglos, con la discriminación por la orientación sexualy hacia las mujeres, y permitir la libertad de expresión en su seno. Son metas y objetivos que la Iglesia demanda para otros pero no los aplica para sí:su hipocresía hace que exija hacia afuera lo que ella misma no cumple. En realidad, el Vaticano no es un Estado de derecho, definiéndose éste como "régimen propio de las sociedades democráticas en el que la Constitución garantiza la libertad, los derechos fundamentales, la separación de poderes, el principio de legalidad y la protección judicial frente al uso arbitrario del poder". Su doctrina moral y los intereses políticos, son el mayor obstáculo para que el comportamiento de la Iglesia resulte coherente en lo que se refiere a la aceptación y puesta en práctica de los derechos humanos y la democracia.

La democracia es gran enemiga del cristianismo. Otorga libertad para investigar la historia y los mitos de esa religión, para publicar sus conclusiones sin censura, sin represiones inquisitoriales, con plena independencia de conciencia, permitiendo que la verdad salga a la luz. Cosa que no podía ocurrir cuando la Iglesia tenía el poder absoluto, espiritual y físico. Se lee por ahí una definición muy oportuna para justificar la estructura jerárquica de la Iglesia católica:Democracia religiosa​ es el régimen político, nominalmente democrático, en donde los valores religiosos de una religión concreta, son la fuente de la legitimidad y se expresan en los poderes del Estado.O sea, resulta que hay dos tipos de democracia: una laica y otra religiosa. La ambigüedad del enunciado es más que evidente: apoya a la autoridad –y obviamente, a la obediencia a la misma– siempre y cuando ésta esté inspirada en valores religiosos, o por lo menos no se oponga a ellos. Por esto, a veces estará a favor de la sumisión al poder por parte del pueblo, y en otras ocasiones acotará ese mismo poder buscando su sumisión a las leyes divinas.


Un claro ejemplo de esta dualidad remonta a los tiempos de León XIII, que plantea:

Si la autoridad de los que gobiernan es una derivación del poder de Dios mismo, enseguida y por eso mismo adquiere una dignidad más que humana. Los ciudadanos deberán impedirse la indocilidad y la revuelta, persuadidos por los verdaderos principios de que resistir al poder del Estado es oponerse a la voluntad divina, que rechazar el honor a los soberanos es rechazar a Dios (...). Sólo existe una razón válida para rechazar la obediencia; es el caso de un precepto manifiestamente contrario al derecho natural o divino (Inmortale Dei, 1885).La libertad humana supone la necesidad de obedecer a una regla suprema y eterna, y esta regla no es otra que la autoridad de Dios que nos impone sus mandamientos y sus prohibiciones (Libertas Praestantissimum, 1888).

Otro ejemplo es la propuesta de la Iglesia de una "alternativa en torno a la autoridad", cuando los bolcheviques ateos ejecutaron al cristianísimo ortodoxo Zar Nicolás II y su familia. Otra perla antidemocrática, siguiendo con León XIII, es que bajo el argumento del origen divino de la autoridad, la Iglesia también debe oponerse al poder de la mayoría ya que, como ésta está conformada por hombres y éstos no poseen la verdad, existe el peligro de que se violen los derechos de las minorías. A León XIII no le gusta el "poder dado al número" ni "las mayorías que crean ellas mismas el derecho y el deber”.

El conflicto con la noción de democracia social se dio fundamentalmente debido a la confrontación permanente con el marxismo. Esta ideología prescinde de Dios, y con ello de la autoridad de la Iglesia. Por tanto, una de las críticas al socialismo será su pretensión que los hombres sean capaces de implantar un sistema justo al margen de la religión. Téngase en cuenta que, en los tiempos de León XIII y de Pío X, el igualitarismo radical es percibido como un peligro que amenaza a la democracia misma en el sentido del respeto mutuo, lo cual conducirá a la Iglesia a respaldarla, como la vía que permitirá superar la situación de malestar social causada por el autoritarismo socialista. En teoría, se puede o no preferir la democracia, pero en la práctica se debe aceptar, como un poder estable que es en todo caso necesario: aceptarla no es solamente algo permitido sino exigido e incluso impuesto por la necesidad del bien social”(León XIII, Au Milieu des Sollicitudes, febrero de 1892).

Aconsejo leer en su totalidad el estudio crítico y ampliamente documentado, Iglesia católica y democracia un debate históricosocial y teológico que no encuentra solución, de Raquel Pastor y José Guadalupe Sánchez, investigadores del Centro Nacional de Comunicación Social, México, 2000 (chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindm kaj/https://biblioteca.itam.mx/estudios/revista/062/000173162.PDF). Algunos pasajes:

La batalla de la Iglesia contra el socialismo ateo, la llevará también a criticar los ideales de igualdad. “La libertad... se transforma en una pretensión tiránica de dar libre vuelo a los impulsos y a los apetitos, con daño del otro; la igualdad degenera en una nivelación mecánica, en una uniformidad sin matiz alguno: el sentimiento del honor verdadero, la actividad personal, el respeto de la tradición, la dignidad, todo aquello que, en una palabra, da a la vida su valor, se hunde poco a poco y desaparece. No hay más que, por una parte, víctimas engañadas por la fascinación aparente de la democracia, que en su ingenuidad confunden con lo que es su espíritu, con la libertad y la igualdad, y, por otra parte, los que se aprovechan, más o menos numerosos, que han sabido, gracias al poder del dinero o de la organización, asegurarse por encima de los demás, una condición privilegiada y el poder mismo.” (Pío XII, Benignitas et humanitatis, 24 de diciembre de 1944) (En contraposición con su discurso de Navidad de ese mismo año, que cité en "Haz lo que yo digo...").

Las Encíclicas recientes de Juan Pablo II, las de comienzos de los noventa (Centessimus Annus, Veritatis Splendor, Evangelium Vitae), han resonado en los oídos de parte de la opinión pública como una especie de declaración de guerra a la democracia, que rechaza las exigencias de la verdad. Todo esto se traduce ad extrade la Iglesia, en intolerancia y, más aún, rechazo del mundo. En palabras de G. Arbuckle, “si el proceso continúa, la Iglesia se convertirá en una organización cada vez más sectaria, en un refugio para las personas asustadas y a la defensiva, con un mensaje cada vez más irrelevante".

¿Sigue la Iglesia católica siendo creíble cuando reconoce el valor de los principios democráticos para la sociedad, pero no los aplica en su seno? La Iglesia católica tiene tantas dificultades para situarse en un universo democrático porque, esencialmente, es una institución autoritaria. Lo quiera o no, su lógica interna la lleva a no compartir las reglas del debate democrático. El pontificado de Juan Pablo II no se ha destacado por el avance en el ejercicio de los derechos al interior de la Iglesia. Al interior de la Iglesia no se respetan los siguientes derechos: a la información, a la libre expresión de las opiniones, a ser juzgado por un tribunal imparcial, a un juicio público, a la participación en la preparación de las decisiones de la autoridad. La Iglesia sigue siendo sustancialmente lo que era antes del Concilio Vaticano II. La jerarquía eclesiástica de este tiempo no desea una comunidad de personas libres porque, “una comunidad de ese tipo es muy difícil de gobernar: hay que dialogar mucho y es difícil llegar a acuerdos”. En una sociedad de ese tipo, es normal que se pretenda silenciar a los que piensan y se expresan con libertad. Es el caso de algunos teólogos y teólogas, tanto clérigos como laicos, que han sido acallados porque sus ideas no concuerdan con la mentalidad de la alta jerarquía católica (Hans Küng y Leonardo Boff, la teóloga feminista brasileña Ivone Gebara, la religiosa norteamericana Lavinia Byrne, expulsada de su orden, hasta llegar al caso más reciente de Marciano Vidal). Se da una verdadera ‘caza de brujas’ por parte de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el cardenal Ratzinger, prototipo viviente de la involución e intolerancia eclesial. La jerarquía prefiere para la Iglesia la imagen del rebaño o de los peces en la red. El jerarca se identifica a sí mismo con el pastor o con el pescador. No queda más remedio que seguir a los jerarcas, iluminados por la presencia del Espíritu. Lo más grave es que en la estructura eclesial de hoy, el poder sigue centrado de forma plena y absoluta en un solo hombre. El Papa es soberano absoluto y sus decisiones son inapelables. El clero acapara y monopoliza el poder de pensar, de decir y de decidir.

Desafortunadamente, la vivencia real y no sólo formal de la democracia en la Iglesia es una utopía.


Esclavitud y servidumbre

En épocas recientes la Iglesia católica pergeñó mentiras cuidadosamente estudiadas, con las que pretende convencernos que tuvo un rol importante en la abolición de la esclavitud, cuando en realidad es todo lo contrario. Ejemplo de ellas es lo que se lee en Catholic.netdonde, con unos pocos ejemplos puntuales, se intenta demostrar la oposición histórica del cristianismo contra la esclavitud. En realidad, los argumentos allí presentados hablan de cómo deben tratarse a esclavos y siervos y de su relación con el cristianismo, pero ninguno contra la esclavitud en sí como lacra social. (https://es.catholic.net/op/articulos/60054/cat/279/esclavitud-e-iglesia.html). Compare el lector lo que allí se argumenta con lo que sigue a continuación. 

La Iglesia promovió la esclavitud, la agudizó en muchos aspectos, hizo todo lo posible para mantenerla y nada para eliminarla. Y de esto hay innumerables ejemplos. Comenzando con la Santa Biblia, ella fue usada para justificar la esclavitud. Ya desde los sacrosantos "Diez Mandamientos" la cosa está muy clara. El décimo mandamiento dice: No codiciarás la casa de tu prójimo, ni la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna que sea de tu prójimo(Éx20, 17, Sociedades Bíblicas Unidas, 1994, o Biblia del Jubileo u otras). En otras versiones aparece convenientemente reducido a "No codiciarás los bienes ajenos" o sustituyendo esclavo por siervo o criado. Dios acepta que la gente tenga esclavos, solo se opone a que se codicien los ajenos.

Decenas de pasajes están dedicados clara y explícitamente a enseñar, con gran detalle, cómo debemos tener y administrar los esclavos. Dice como puedes evadir la regla de tener que dejar ir a tus esclavos judíos después de 7 años: dale una mujer para que tenga esposa e hijos, y cuando se cumplan los 7 años tendrá que escoger entre su libertad o dejar olvidada a su familia. Si escoge quedarse, su amo le hace un agujero en la oreja y queda esclavo para siempre. También indica como puedes vender a tu hija como esclava. Muy sabiamente dice que cuando apalees a tu esclavo, si se muere en menos de 2 o 3 días, tienes que pagar una multa, pero si se muere después a causa de la paliza, no hay problema alguno pues es propiedad tuya. Todo eso en Éxodo 21:1-25. La Biblia insiste claramente en que los esclavos son tu propiedad y puedes hacer con ellos lo que quieras y los puedes dejar de herencia a tus hijos. Y obvio, los hijos de esclavos le pertenecen al amo igual que los cachorros de un perro le pertenecen a su dueño. Pero el hipotético Jesús, tan jurado y publicitado por el cristianismo, predicó el amor al prójimo. Aunque cuando supuestamente caminaba por este mundo, con esclavos por todos lados, nunca se le ocurrió decir “Yo, Dios encarnado, prohíbo que un humano sea dueño de otro humano”. ¿Qué tan difícil hubiera sido eso? En distintos pasajes de sus Epístolas Pablo dice: "El que se opone a la potestad resiste la orden de Dios", "Los siervos obedeced en todo a vuestros señores", "Todos los que están bajo el yugo de la servidumbre, tengan a sus señores por dignos de toda honra", "Siervos, obedeced a los señores con temor y con temblor", "Orad por los reyes y por todos los que mandan, para que vivamos quieta y reposadamente". En resumen, los textos bíblicos, mal que le pese a la Iglesia, siempre ampararon la esclavitud y son, lamentablemente para ella, aceptados como divinos, infalibles y base de su doctrina, sin posibilidad de enmienda ni de reconocer errores.

Giovanni Lerda, político socialista y escritor italiano (1853-1927), en su libro Influencia del Cristianismo en la Economía, publicado en 1898, dice: "La esclavitud perpetua por ciertos delitos figura entre las penas eclesiásticas". En el Tercer Concilio de Letrán en el año 1179, se aprobó que los prisioneros del vencedor sean esclavos. Muchos papas poseían esclavos. Gregorio I tenía centenares en sus haciendas y consintió las leyes que prohibían a los esclavos casarse con cristianos libres. La esclavitud perduró en las haciendas y en las propiedades papales hasta el siglo XI.En 1452 el Papa Nicolás V, en su lucha contra sarracenos y paganos, legitimó el comercio de esclavos en las bulas Dum diversasy Divino amore communiti, dirigidas al rey de Portugal Alfonso V, cuando éste se proponía conquistar el Norte de África en poder de los musulmanes. Dum diversasdice textualmente:

Le otorgamos por estos documentos presentes, con nuestra Autoridad Apostólica, permiso pleno y libre para invadir, buscar, capturar y subyugar a sarracenos y paganos y otros infieles y enemigos de Cristo dondequiera que se encuentren, así como sus reinos, ducados, condados, principados, y otros bienes [...] y para reducir sus personas a la esclavitud perpetua.

Algunos consideran esto como el comienzo de la trata de esclavos de África Occidental, y su comercio se tornó legal sin causar escrúpulos en los participantes. La Iglesia trataba a los esclavos como bienes propios, y tasaba las propiedades eclesiásticas no según su valor monetario, sino según el número de esclavos. Niños abandonados y niños ilegítimos de sacerdotes fueron hechos esclavos eclesiásticos de por vida. También los conventos tenían esclavos, tanto para el servicio del monasterio como para el de los monjes: miles de presos, eslavos y sarracenos fueron repartidos a los conventos en calidad de esclavos. Es justo reconocer que bulas posteriores de otros Papas modificaron esta situación e incluso se opusieron a la esclavitud, aunque bastante tímidamente y con muchos matices.

El protestantismo siguió desde su comienzo el mismo camino, después que Lutero había justificado teológicamente el vasallaje y la esclavitud. Hasta muy avanzado el siglo XIX, naciones evangélico-protestantes, bajo el consentimiento de los misioneros, salían a la caza de esclavos y comerciaban con ellos. Colón envió varias veces una gran cantidad de indígenas a España para el mercado de esclavos: tan sólo en febrero de 1495 mandó cuatro barcos con 500 indígenas cada uno, entre 12 y 35 años de edad. Como hábil comerciante, estaba muy al tanto de la teología moral de su Iglesia, según la cual "esclavizar a no cristianos se justifica con el argumento de que los paganos de todos modos están destinados a la condenación eterna”. La política de los conquistadores católicos fue cristianización y esclavitud

Los más de 1500 años de esclavitud impuesta por cristianos de todas las denominaciones, se basaron en la interpretación de las escrituras. Cuando las sociedades comenzaron a darse cuenta que esto era horrible e inmoral, movimientos para abolirla fueron apareciendo en diferentes países. Las iglesias fueron una de las últimas instituciones en renunciar a su postura, sobre todo por influencia de los clérigos más conservadores. Al desaparecer estos, la Iglesia pasó a sumarse fervientemente a esas iniciativas. Pero hoy mismo el Ku Klux Klan y sectas como el Reconstruccionismo Cristiano y la Identidad Cristiana, siguen pensando que la esclavitud no solo es justificable sino que está perfectamente acorde con el cristianismo.


Racismo, antisemitismo

Haz lo que yo digo...

Las relaciones entre la Iglesia católica y el Pueblo Judío han experimentado grandes cambios desde la Declaración del Concilio Vaticano II, Nostra Aetate.Sobre las relaciones de la iglesia con las religiones no cristianas (1965). Dicha Declaración resaltó las raíces judías del cristianismo y el rico patrimonio espiritual compartido por judíos y cristianos, repudió la acusación de deicidio contra los judíos, reafirmó las raíces judías de la Cristiandad y rechazó el antisemitismo. En los últimos tiempos, los sucesivos papas  han promovido el diálogo entre ambas comunidades de fe. 

En la 18ª Reunión del Comité Internacional de Enlace entre Católicos y Judíos, que se llevó a cabo en Buenos Aires en julio del 2004, se realizó una declaración conjunta de ambas religiones. En ella se dice, entre otras cosas, que los últimos cuarenta años de diálogo fraternal contrastan sustancialmente con casi dos milenios de la “enseñanza del desprecio” y todas sus dolorosas consecuencias. Tomamos nuestra energía de los frutos de los esfuerzos colectivos que incluyen el reconocimiento de la relación única y continua entre Dios y el Pueblo Judío y el total rechazo al antisemitismo en todas sus manifestaciones, incluyendo el antisionismo como una expresión más reciente del antisemitismo. El Papa Juan Pablo II manifestó que el antisemitismo es un pecado contra Dios y la humanidad (https://es.catholic.net/op/articulos/19461/cat/703/las-relacio nes-entre-la-iglesia-catolica-y-el-pueblo-judio.html#modal).

"Los católicos no deben tratar de convertir a los judíos y deberían trabajar con ellos para combatir el antisemitismo. Un cristiano nunca puede ser antisemita, especialmente por las raíces judías de la cristiandad" (Documento del Vaticano, 2015). "Nosotros los católicos estamos muy preocupados por el terrible aumento de los ataques contra judíos en todo el mundo. La Iglesia católica rechaza toda forma de antijudaísmo y antisemitismo; las manifestaciones de odio hacia los judíos y el judaísmo son pecado contra Dios" (Papa Francisco, 3/2/2024). 


...pero no lo que yo hago

...aunque el hipotético Jesucristo era judío!

Por más que hoy la Iglesia se rasgue las vestiduras proclamando su "hermandad" con el judaísmo, algunos hechos actuales muestran resabios de antisemitismo. El propio Juan Pablo II, en el año 2000, beatificó a Pío IX, un Papa abiertamente antisemita. Otro dato muy actual es el intento de beatificación del cura Léon Dehon, un sacerdote abiertamente antisemita, que dijo de los judíos: "...tienen sed de oro y a Cristo por enemigo ... tienen el espíritu de la disimulación y de la dominación ... el dinero es un instinto de raza ... el Talmud es el manual del perfecto israelita, del ladrón, del corruptor, del destructor social"(Catéchisme Social, 1898, citado en Le Monde, 10 de junio 2005).La ceremonia estaba prevista para abril del 2005, actualmente está suspendida... pero no anulada.

Es imposible ocultar casi dos milenios de antisemitismo radical y violento. La Iglesia católica es la creadora del antisemitismo. Y viene al caso, cuando hablamos de racismo, definir los conceptos de raza y de etnia. El Doctor en Sociología John J. Macionis propone la definición de raza como "individuos que comparten rasgos hereditarios" y etnia como "personas que comparten una herencia cultural, con antepasados comunes, misma lengua, misma religión, mismas costumbres y una identidad social común". La diferencia entre ambas definiciones, con grandes solapamientos y coincidencias, es que una hace hincapié en los factores biológicos y la otra en los culturales. Pero la Iglesia católica nunca hizo diferencia entre ambos conceptos: los combatió por igual.

 La Biblia es el primer documento racista escrito que nos ha llegado a lo largo de la historia. A partir de ella, el antisemitismo fue fomentado desde el momento en que el Imperio Romano adoptó la religión cristiana. El cuarto Concilio de Letrán (1215) legalizó el antisemitismo para toda la cristiandad. La afirmación de que el cristianismo ha tenido una influencia moral elevadora solo se puede mantener ignorando o falsificando la prueba histórica.

Como ya desarrollé en el capítulo "Las Santas Inquisiciones", los Reyes Católicos de la mano del Gran Inquisidor, el fraile dominico Tomás de Torquemada, fueron muy efectivos en la persecución de judíos y judeoconversos. Y me repito: "La creciente presión social sobre la comunidad hebrea en el siglo XV había provocado la conversión al cristianismo de casi la mitad de los 400.000 judíos que habitaban en España. La influencia del dominico fue fundamental para que los Reyes Católicos aprobaran, en marzo de 1492, el "Edicto de Granada" mediante el cual se ordenaba la expulsión y la expropiación de los bienes de todos los judíos de la Corona castellano-aragonesa (se calculan unos 50.000), tras la conquista de Granada en ese mismo año. Se les dio plazo hasta el mes de julio, después del cual serían condenados a muerte. La incansable actividad de Torquemada extendió los Tribunales por toda la península e inauguró el mayor periodo de persecución de judeoconversos". Esta sanguinaria represión cristiana de los judíos en España anticipa lo que sucedería más tarde en la Alemania de Hitler.


Se lee en "Holy horrors"de J.A. Haught:

Durante siglos la Iglesia católica predicó que los judíos fueron los asesinos de Cristo. San Gregorio los llamó "asesinos de profetas" y "enemigos de Dios". San Bernardo de Clairvaux dijo que eran un "pueblo pérfido y degradado". Juan Crisóstomo aseguró que "los judíos sacrifican sus niños a Satán, son peores que bestias salvajes, las sinagogas son templos de demonios dedicados a cultos idólatras, una criminal asamblea de judíos, un lugar de encuentro de los asesinos de Cristo". Los cantos litúrgicos citaban a "los pérfidos judíos". Todos estos mensajes tuvieron efecto y el antisemitismo se volvió inseparable del cristianismo. A lo largo de la historia son muchos los episodios de matanzas de los judíos por parte de los cristianos. Desde el 1100 al 1500, las persecuciones religiosas diezmaron las poblaciones judías en Europa Occidental. El historiador Dagobert Runes estimó que 3,5 millones de judíos murieron a manos de cristianos en ese período. Y muchos se salvaron convirtiéndose al cristianismo. Muchos países expulsaron a los judíos y tomaron posesión de sus bienes. Los que no fueron forzados al exilio fueron encerrados en ghettos por orden del Vaticano y, desde lo decidido en el Cuarto Concilio Lateranense en 1215, obligados a llevar distintivos humillantes, todo ello precursor de lo impuesto por los nazis en el siglo XX. Cuando la peste bubónica asoló Europa en 1348, en muchos lugares los cristianos concluyeron que fue causada por los judíos envenenando pozos de agua, a lo cual siguieron masacres en cerca de 300 ciudades. Y si en algún lugar, en algún momento de la historia hubo intentos de piedad, de caridad o de tolerancia hacia la "etnia maldita", no surgieron desde la Iglesia sino de grupos humanitarios de la sociedad civil, como en la Francia napoleónica o la revolución americana.

"El holocausto nazi tuvo su inspiración en las enseñanzas cristianas a lo largo de los siglos acerca del pueblo judío", según Franklin Littell, Catedrático del Departamento de Religión de la Universidad de Temple en Filadelfia. El silencio del Vaticano, por antisemitismo y anticomunismo, conociendo la existencia de los campos de exterminio nazis, es suficiente para involucrar y condenar a la Iglesia católica. El teólogo Clark Williamson del Seminario Teológico Cristiano en Indianápolis dijo: "Siglos de hostilidad cristiana hacia los judíos preparó la vía para el holocausto, inconcebible fuera de esta tradición cristiana. El pogromo de Hitler es la culminación de la herencia cristiana de la prédica y la práctica contra los judíos". Gregory S. Paul es un científico y paleontólogo evolucionista independiente, con interés en la relación entre ciencia y religión. Reproduzco aquí algunos conceptos de su extensa obra "The great scandal. Christianity's role in the rise of the nazis", que se puede leer en la publicación digital Free Inquiry, Volumen 23 n°4 y Volumen 24 n°1, 2003-2004 (https://secularhumanism. org/s/?_sf_s=The%20Great%20 Scandal).

El fascismo europeo fue el fruto de la cultura cristiana. Millones de cristianos apoyaron activamente esos regímenes y miles participaron en sus atrocidades. ¿Qué, en el nombre de Dios, estaban pensando? El antisemitismo cristiano fue intermitentemente, pero cuando ocurrió la violencia fue devastadora... Las pioneras prácticas antisemitas de los católicos incluyeron el uso obligatorio de una identificación amarilla, la creación de ghetos, la confiscación de propiedades y la prohibición de casarse con mujeres cristianas... Lutero, con su folleto escrito en 1543 "Sobre los judíos y sus mentiras", fue el principal inspirador del "Mein Kampf"de Hitler (9)... El antisemitismo permaneció muy presente en la corriente principal de la literatura católica, aún después que Pío XI (papado 1922-1939) lo condenara oficialmente... Cuando se buscan los precursores del antisemitismo y del autoritarismo nazi, debe hacerse entre los cristianos europeos y no entre los ateos... El holocausto no podría haber ocurrido sin Hitler. Pero tampoco podría haber ocurrido sin el cristianismo tradicional.


La revista La Civiltà Cattolica, primer vocero Vaticano desde 1850 (hoy digital), publicaba en 1893:

La nación judía no trabaja, trafica con la propiedad y el trabajo de otros, no produce sino que vive y crece con los productos de las artes y la industria de las naciones que le dieron refugio. Es un pulpo gigante que, con sus desmesurados tentáculos, envuelve todo. Tiene su estómago en los bancos y sus ventosas succionan en todos lados: contratos, monopolios, bancos, agencias de crédito, tesoros y finanzas estatales. Representa el reino del capital, la aristocracia del oro, y reina sin oposición". 

Aunque parte de esto pueda responder a la realidad, es una generalización abusiva sobre los integrantes de la colectividad hebrea y está dicho con un odio étnico visceral. La misma publicación insistía en 1922, más lapidariamente: "El mundo está enfermo... Por todos lados la gente está enfrentando convulsiones inexplicables. ¿Quién es el responsable? La Sinagoga". Y en 1937 (casi hoy, no?): "... es un hecho obvio que los judíos son elementos disruptivos, a causa de su espíritu dominante y sus tendencias revolucionarias. El judaísmo es un cuerpo extraño que irrita y provoca la reacción del organismo que ha contaminado".


Conclusiones

Es importante recordar aquí, una vez más, la vigencia teológica fundamental del Antiguo Testamento (AT), la del Nuevo Testamento (NT) es obvia. Los hechos relatados en el AT están absolutamente reconocidos como verídicos y validados por las jerarquías católicas, como "obras y palabras de Dios, por revelación divina", y la Antigua Alianza (AT) no ha sido revocada ni substituida por la Nueva Alianza (NT), sino que ésta la complementa (para una más exhaustiva documentación al respecto ver el capítulo La bondad de Dios según la Biblia). Obviamente, la Iglesia está seriamente embretada con el AT, ya que ahora no puede desautorizarlo para desligarse de las atrocidades de su dios que en él se dicen.

Estimado lector, usted dirá que mucho de lo expuesto es historia antigua y que la Iglesia lo ha venido modificando de un tiempo a esta parte. Es cierto, aunque solo parcialmente. No olvide que muchos de esos criminales, desde Pablo de Tarso, muchos Padres de la Iglesia y muchos Papas han sido declarados santos o beatos. Y la Iglesia actual los venera y les mantiene el label de santidad, aunque es bien conciente de las atrocidades, engaños y crímenes por ellos cometidos. ¿Por qué no se le quita ese estatus y se los mantiene como simples mortales que vivieron en esos períodos negros de la historia, que ellos contribuyeron grandemente a generar? Como ejemplo reciente y que he mencionado más arriba, Pío IX (pontífice de 1846 a 1878), autor del Syllabus, en el cual denuncia la democracia, el racionalismo, el progreso, las libertades de prensa y de pensamiento, lejos de ser denunciado por la Iglesia del siglo XXI, fue beatificado por Juan Pablo II. Y ninguno de los últimos papas santificados (Pío X, Juan XXIII y Juan Pablo II) o beatificados (Pablo VI) realizaron denuncias similares.

Muchos eruditos apologéticos intentan justificar la violencia cristiana en el medioevo por el espíritu de la época, diciendo que esas acciones correspondían a la mentalidad imperante en occidente. Pero... ese espíritu y esa mentalidad eran forjados e impuestos por los dogmas y las creencias de las Iglesias. Y los clérigos predicaban lo contrario, instaurando la apología de la hipocresía y estampando en las sociedades de la época la fatídica impronta de la religión. Y en pleno siglo XXI, la Iglesia ya no puede seguir ofreciendo un producto en el que ella misma no cree: solo con el ejemplo se puede predicar la humildad, la verdad y el amor al prójimo. Pero bajarse de este carro de oro significa, no solo la pérdida de enormes riquezas e ingresos y de un nivel de vida opulento para la mayoría de sus jerarquías sino que, tal vez más importante, significa la pérdida de la envidiable situación social privilegiada de sus representantes, del reconocimiento y respeto de que son objeto, de la influencia y el poder que ejercen sobre la mayoría de la población.


Vale la pena leer lo que escribieron Jocelyn Bézecourt y Gérard da Silva (Contre Benoît XVI. Le Vatican, ennemi des libertés, (Ed. Syllepse, Paris, 2006):

A la emancipación individual, la Iglesia católica opone un rechazo constante de las libertades, todas las libertades: libertad de expresión, de pensamiento, de crítica, de creencia y de increencia, libertad de practicar una sexualidad no necesariamente orientada a la procreación, libertad de elegir una muerte digna, de dotarse de un régimen político sin pacto con el catolicismo y, sobre todo, libertad de declararse libre de toda sujeción a una trascendencia imaginaria. Dos visiones del mundo se enfrentan: la de un individuo adulto, que asume su autonomía intelectual y rechaza la servidumbre a una jerarquía clerical, y la de una institución desorientada que se entrega a una crispación alrededor del dogma a fin de conservar lo que sea posible. Y para hacer esto, todas las confabulaciones hipócritas son convocadas: el cristianismo sería un fermento de paz y de democracia, las mujeres encontrarían en él la plenitud de su feminidad, la tolerancia despuntaría en cada página de la Biblia e, innovación de los tiempos modernos, el cristianismo preconizaría un ecumenismo cuya historia muestra claramente la falsedad... Contra las libertades, la Iglesia católica opone constantemente el orden y la autoridad conferidas por la invención de la noción de dios.

Ni desde el punto de vista bíblico e histórico, ni desde el actual, el cristianismo tiene el derecho de arrogarse la posesión de la verdad, ni las bases de la moral y la bondad, de la guía espiritual para una vida plena y pura. La pureza del ser humano se pierde o se confunde en la hipocresía difundida por la Iglesia del Vaticano. Jesús, ese hipotético hombre-dios moralmente perfecto, ¿qué dijo de la esclavitud? ¿qué dijo sobre la discriminación racial? ¿qué dijo en contra de los dictadores divinos llamados reyes o emperadores? ¿qué dijo sobre la democracia? ¿qué dijo sobre los derechos y el trato igualitario de las mujeres? ¿qué dijo contra la pedofilia? ¿qué dijo del abuso y maltrato de los animales? Esto es inmoralidad por omisión. Cuando en un futuro, que deseo no muy lejano, alguien quiera juzgar a la Iglesia católica, deberá tener en cuenta sus 2000 años de existencia y no solo sus últimos días. 


(8)El Papa Francisco, en su visita a Bélgica en septiembre del 2024, dijo que la ley belga de despenalización parcial de la interrupción parcial del embarazo es una "ley asesina", reafirmando que "el aborto es un homicidio", y calificó de "sicarios" a los médicos que lo practican. A consecuencia de estos dichos se suscitó un movimiento de apostasía, en el que más de 500 personas solicitaron al Vaticano su "desbautización" y enviaron una carta abierta a distintas autoridades eclesiásticas belgas denunciando, no solo los dichos del Papa, sino también la "tibia respuesta de la Iglesia frente a las violencias cometidas por ciertos miembros del clero contra niños y mujeres y la ausencia de medidas concretas para acompañar e indemnizar a las víctimas. Es la gota que desbordó el vaso luego del caso del Abbé Pierre y de los escándalos de pedofilia en la Iglesia". Los propósitos del Papaprovocaron una notable reprimenda por parte de la Universidad Católica de Lovaina que lo había invitado, mediante un comunicado expresando su “incomprensión y desaprobación” de sus puntos de vista sobre las mujeres, que se consideraron “deterministas y reduccionistas”. También el gobierno belga encontró inaceptables las palabras del Pontífice y convocó al Nuncio Apostólico para transmitirle su insatisfacción.

(9)"Que vamos a hacer nosotros los cristianos con ese pueblo rechazado y maldecido [...] Que se incendien las sinagogas o escuelas y que se recubra de tierra lo que no se queme, para que ningún hombre pueda vislumbrar nunca ni piedra ni escoria de ello [...] Que se derriben y destruyan sus casas, pues en su interior ellos traman lo mismo que en sus escuelas [...] Que se les confisquen todos sus libros de plegarias y el Talmud, en los cuales se enseñan tantas cosas impías, falaces, injuriosas y despreciables" (Martín Lutero).


NOTA DEL AUTOR: Los dos textos que se acaban de publicar (Parte I y Parte II) forman parte de la segunda edición de "Desmitificando mitos de la Iglesia católica" (Juan Líber Zastos, autoreseditores.com), de muy próxima publicación.


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(*) Nota Final:

El autor de esta publicación es "Alberto Cirio", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo. El mismo "Alberto" se encargará de responder las dudas de los lectores a través de los comentarios.
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"Los seres humanos nunca hacen el mal de manera tan completa y feliz como cuando lo hacen por una convicción religiosa"

Blaise Pascal




La Religión como Enfermedad Mental

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La Religión como Enfermedad Mental


Cuando hablamos sobre creencias ya estamos hablando de una percepción diferente de lo real.


31 de Julio de 2016

Por Jairo Alberto Cardona Reyes


Debemos tener en cuenta que cuando hablamos sobre creencias ya estamos hablando de una percepción diferente de lo real, adentrándonos en el terreno de la fe, que en ciertos casos sirve para justificar acciones irracionales en una obediencia ciega a una autoridad divina. Sin embargo, aunque la religión es el campo propicio donde se cultivan conductas que podríamos relacionar con enfermedades mentales, dichas conductas no residen como tal en las instituciones religiosas, sino sobre todo, en la interpretación personal o colectiva de las doctrinas y en la vivencia de dichas prácticas incorporadas poco a poco como legítimas en la mente de cada creyente y que se expresan de forma consciente o inconsciente en comportamientos o acciones, casi siempre irracionales. La fe mueve al creyente a desprenderse de una racionalidad común, convirtiéndose en un arma de doble filo para la sociedad, al llevar a la persona de razón a la locura alternativamente, en unos casos más que en otros. En este escrito daremos una visión panorámica de la posible relación que existe entre religión (entendida como religiosidad) y la enfermedad mental, acercándonos primero desde Dawkins a la experiencia personal del fenómeno, y luego desde la aproximación que hace Szasz entre creencia religiosa y esquizofrenia, idea que se concretará con la posición de Sartre sobre la fe de Abraham y sobre cómo abandonarse en una creencia religiosa es tan enajenante como la misma creencia patológica del esquizofrénico.


Sobre la experiencia personal

De acuerdo a Richard Dawkins en El espejismo de Dios (2007), uno de los argumentos que utilizan los creyentes para justificar una revelación de Dios y que los mueve a actuar o a transformar su vida, es el “argumento de la experiencia personal “de algunas situaciones “milagrosas” o, más bien, poco usuales que les hace pensar en un designio divino. Veamos un ejemplo:

Uno de los más listos y maduros de mis compañeros de promoción, que era profundamente religioso, se fue de acampada a las islas escocesas. En mitad de la noche, él y su novia fueron despertados en su tienda de campaña por la voz del diablo —el propio Satanás; no había duda posible: la voz era, en todos los sentidos, diabólica—. Mi amigo nunca olvidaría esa horrible experiencia y este fue uno de los factores que le impulsaron a su ordenación como religioso. Mi propia juventud se sentía impresionada por su historia, y la repetí en una reunión de zoólogos que se estaban relajando en la taberna La Rosa y la Corona, en Oxford. Sucedió que dos de ellos eran ornitólogos y se empezaron a reír a carcajadas. «¡Una pardela de Manx de Manx!», gritaron a coro. Uno de ellos añadió que los diabólicos gritos y cacareos de estas especies le habían hecho ganar, en diversas partes del mundo y en diferentes idiomas, el apodo local de «Pájaro del Diablo».[1]

De esta manera, según Dawkins (2007) muchos creyentes deben su fe en Dios a una experiencia personal, les parece haber visto la aparición milagrosa de una virgen o un ángel de luz que, creen, los ha salvado de alguna situación de peligro, o sienten que Dios les habla directamente en el interior de sus cabezas, revelándoles algo o dándoles una misión, como sucede con los pacientes esquizofrénicos. Sin embargo, un argumento basado en la experiencia personal sólo puede convencer a aquellos que han experimentado la aparición o escuchado las voces; pero para los demás es la que tiene menos credibilidad, principalmente por posibles implicaciones psicológicas o psiquiátricas. En otras palabras:

¿Dices que has experimentado a Dios directamente? Bien, algunas personas han visto un elefante rosa, pero probablemente eso no nos impresiona. Peter Sutcliffe, el violador de Yorkshire, distinguía con claridad la voz de Jesús diciéndole que matara a mujeres, y fue encerrado de por vida. George W. Bush dice que Dios le dijo que invadiera Iraq (una lástima que Dios no le revelara que no había armas de destrucción masiva). Los individuos que están en los manicomios piensan que son Napoleón o Charlie Chaplin, o que el mundo entero está conspirando en su contra, o que pueden transmitir sus pensamientos a los cerebros de otras personas.[2]

En realidad no existe una verdadera diferenciación entre una creencia religiosa y una creencia derivada de problemas psiquiátricos, que no tiene una justificación racional, como lo describe Sam Harris en El Fin de la Fe, más que por la simple recurrencia. Cuando las creencias de una persona están dentro del rango de lo común, la persona es religiosa; pero si sus creencias son poco comunes, como ser Superman, creerse la reencarnación de Jesucristo o poder ver con sus ojos la composición atómica de la realidad, decimos que está loca. Aunque, para Harris, es normal que las estadísticas determinen los estándares de salud, y que la cultura occidental siga interpretándola creencia de que Dios pueda oír lo que pensamos o hablarnos en el interior de nuestra mente, como algo normal; “mientras que es una demostración de enfermedad mental creer que se comunica contigo mediante un código morse repiqueteando en tu ventana en un día de lluvia. Y así, mientras que las personas religiosas normalmente no están locas, sus creencias profundas sí lo son”.[3]

En ese sentido, la realidad que experimenta la persona que tiene la visión religiosa se presenta como algo construido mediante una captación actualizada e inmediata del entorno, al contrario del esquizofrénico, al que su mente le construye internamente una realidad que no asume libremente. Según Dawkins,

el cerebro humano funciona con un software de simulación de primera clase. Nuestros ojos no presentan a nuestro cerebro una fotografía fidedigna de lo que hay en el exterior, o una película precisa de lo que ocurre a lo largo del tiempo. Nuestros cerebros construyen continuamente un modelo actualizado: actualizado por los impulsos codificados que revolotean por el nervio óptico, sin embargo, construidos.[4]

Pero para Dawkins, tal captación de datos sensoriales se configura de acuerdo a unas ideas o creencias preestablecidas. Nos encontramos entonces con una especie de alternancia frecuente entre dos realidades que se complementan con los datos recibidos del entorno, presentes ambas en la mente del creyente. De esta manera, el cerebro elije, según se requiera, una simulación u otra: se puede experimentar la realidad-real y de un momento a otro cambiar a una realidad ficcionada de forma imperceptible, de manera que esa segunda realidad puede ser percibida casi como la primera, pero alterada en diferentes grados según sea la persona que experimenta el “estímulo religioso” que se presenta, y la misma intensidad de dicho estímulo. Tal cambio en la percepción se explica de la siguiente manera:

El software de simulación del cerebro es especialmente adepto a generar caras y voces. En el alféizar de mi ventana tengo una máscara hueca de plástico de Einstein. Cuando se la mira de frente parece, sin duda alguna, una cara sólida. Lo que es sorprendente es que, cuando se la mira desde detrás —por la cara hundida— también parece una cara sólida y nuestra percepción de ella es, en realidad, muy extraña. Según el que la está mirando se mueve a su alrededor, parece que la cara le está siguiendo —y no de la forma sutil y poco convincente en que se dice que nos siguen los ojos de la Mona Lisa—. Realmente, realmente, parece que la máscara hundida se está moviendo. Las personas que no han visto con anterioridad esta ilusión se quedan boquiabiertas de asombro. Más extraño aún: si la máscara está montada en una base que gire lentamente, parece rotar en la dirección correcta cuando estás mirando a la cara sólida, pero en la dirección opuesta cuando la cara hundida es visible. El resultado es que, cuando te fijas en la transición de una cara a otra, la cara entrante parece «comerse» a la cara saliente. Es una ilusión alucinante y bien valen la pena los problemas que origina cuando se mira. A veces puedes estar sorprendentemente cerca de la cara hundida y no darte cuenta de que «realmente» está hundida. Cuando se ve esto, tiene lugar de nuevo una alternancia repentina, que puede ser reversible.[5]

¿Cuál es el truco en la percepción de la máscara? En realidad no existe ningún truco en la máscara para confundir, el truco está en el cerebro de la persona que la está mirando: se captan más o menos los rasgos que corresponden a una cara y al recibir esos datos dispersos, el cerebro organiza y completa las figuras, los contornos, y la configura como una sola imagen con sentido, ya sea que se esté mostrando el lado hueco o el lado sólido de la máscara. Sin embargo, la intención que tiene Dawkins al proponer aquel ejemplo es la de mostrar la capacidad de lo que llama software cerebral de simulación para construir visiones extremadamente verosímiles. Además agrega que “sería un juego de niños simular un ángel o un fantasma o una Virgen María para un software de tal sofisticación”.[6] De igual forma que con la visión, sucede con los sonidos, el cerebro establece un modelo de sonido basado en los datos que comúnmente le llegan al oído, los cuales cuentan con una uniformidad y estabilidad permanentes. Podemos identificar un discurso porque identificamos su estructura, las frases, las palabras y sus combinaciones, las cuales se captan e interpretan de acuerdo a una constante en el cerebro, como se evidencia en este otro ejemplo:

Una vez, cuando era niño, oí a un fantasma: una voz masculina murmurando, como si fuera una recitación o una plegaria. Casi pude, aunque no del todo, identificar las palabras, que parecían tener un serio y solemne timbre. Me habían contado historias de tumbas de sacerdotes en casas antiguas y yo estaba un poco asustado. Pero salté de la cama y me acerqué a la fuente del sonido. Según me acercaba, sonaba más alto, y entonces, de repente, «alternó» dentro de mi cabeza. Ahora estaba lo suficientemente cerca para discernir lo que era en realidad. El viento, pasando por el ojo de la cerradura, estaba creando sonidos que el software de simulación de mi cerebro había usado para generar el modelo de un discurso masculino, entonado solemnemente. Si hubiera sido un niño más impresionable, es posible que no solo hubiera «oído» un discurso ininteligible, sino también palabras concretas e incluso frases completas. Y si hubiera sido educado de una forma impresionable y religiosa, me pregunto qué palabras es posible que hubiera dicho el viento.[7]

De esta manera se hace evidente, como hemos dicho antes, que el cerebro tiene la tendencia de elaborar modelos constructivos, y esto puede hacerlo por medio de la imaginación, de los sueños; o cuando se da de forma excesivamente vívida, en la alucinación. Pero esto no significa que aquello configurado en imagen o sonido sea algo real. Aunque, “si somos crédulos, no discernimos las alucinaciones o un sueño lúcido de lo que es la realidad, y afirmamos haber visto u oído un fantasma; o un ángel; o Dios; o —especialmente si da la casualidad de que somos jóvenes, mujeres y católicas— la Virgen María. Tales visiones y manifestaciones no son una buena base para creer que los ángeles, dioses o vírgenes están ahí realmente”.[8]

Además de todo lo dicho con respecto a la experiencia personal en el campo de las alucinaciones, Dawkins se pregunta por las visiones colectivas, como la que se cuenta de setenta mil peregrinos en Fátima el 13 de octubre de 1917 con el llamado milagro del sol, los creyentes reportaron ver el sol moverse violentamente y casi caer sobre la multitud ¿Cómo podemos explicar que tantas personas pudieran compartir una misma alucinación? Podría ser que dicha elucidación colectiva se derivara de la exposición prolongada de la retina a la luz directa del sol, o por la exposición insistente por breves períodos de tiempo, o por ciertas alteraciones atmosféricas que incluso pudieron hacer parecer que el sol giraba y cambiaba de color. Lo cierto es que el resto del mundo no pudo apreciar ese fenómeno, que si fuera real, implicaría la destrucción del sistema solar. También parece improbable que tantas personas fueran engañadas a la vez, o tal vez todos fueron persuadidos para observar el milagro al mismo tiempo, exponiendo y maltratando sus retinas por la luz directa del sol. Pero, para Dawkins, podemos considerar como más posible cualquiera de las anteriores situaciones que su alternativa, es decir, que el sol si hubiera salido agresivamente de su órbita y que esto hubiera destruido el sistema solar, pudiendo ser percibido tal acontecimiento solamente por aquellos que estuvieran en Fátima.


¿Llena la religión un vacío?

A menudo se dice que hay un vacío con forma de Dios en el cerebro, que necesita ser rellenado: tenemos una necesidad psicológica de Dios —amigo imaginario, padre, gran hermano, confesor, confidente—, y que necesita satisfacerse tanto si Dios existe realmente como si no”.[9]

Dawkins se pregunta ¿si tal vacío existiera en el cerebro humano, en realidad tendría que ser llenado por Dios? Podríamos llenarlo con cualquier otra cosa, como con arte, con ciencia; con amor a una vida concreta en este mundo, sin esperar que exista una en el más allá; con amor hacia la naturaleza o hacia la amistad. Pero en realidad no lo sabemos. Lo que sí se sabe es que la religión ha ejercido cuatro roles principales en la vida humana: explicar, exhortar, consolar e inspirar.

Podríamos decir que Dios se presenta como un amigo imaginario. Parece que los niños que tienen amigos imaginarios en realidad creen que existen e incluso pueden verlos, en su alucinación, de forma tan clara como a cualquier persona. El amigo imaginario se convierte en un compañero de camino y en un confidente, los mismos roles que atribuimos a Dios, como sucede en el siguiente ejemplo:

Una niña, tenía un “pequeño hombre púrpura”, que para ella parecía una presencia visible y real; y que se manifestaba a sí mismo, chispeando desde el aire con gentiles sonidos de campanillas. Él la visitaba regularmente; especialmente cuando se sentía sola, pero con decreciente frecuencia a medida que avanzó en edad. En un día en particular precisamente antes de ir al kindergarten, el pequeño hombre púrpura vino hacia ella, anunciado por la usual fanfarria de campanillas y le anunció que no la visitaría más. Esto la entristeció, pero el pequeño hombre púrpura le dijo que ella se estaba haciendo grande ahora y que no lo necesitaría a él en el futuro. Él tenía que irse para poder cuidar a otros niños; él le prometió que regresaría si alguna vez ella realmente lo necesitaba. Él regresó muchos años después; en un sueño, cuando ella tuvo una crisis personal y estaba tratando de decidir qué hacer con su vida. La puerta del cuarto se abrió y apareció una carretilla cargada de libros siendo empujada hacia dentro del cuarto…por el pequeño hombre púrpura. Ella interpretó esto como un consejo de que ella debería ir a la universidad—consejo que siguió y después juzgó como bueno.[10]

A partir de este ejemplo, nos dice Dawkins, podemos llegar a comprender los roles de consolación y asesoramiento que realizan los dioses imaginarios en las vidas de las personas, lo cierto es que a pesar de que puedan existir solamente en la imaginación, se presentan como completamente reales y siempre están dispuestos a escuchar con paciencia. Pero, no sabemos si los dioses evolucionaron en sus roles de consoladores y consejeros de los amigos imaginarios de la infancia en la etapa primitiva de la humanidad, es decir, conservando y retornando a esa necesidad infantil habiendo evolucionado ya la especie, para Dawkins, podría ser más bien lo contrario, los dioses y los amigos imaginarios podrían estar relacionados por medio de la evolución humana pero de forma inversa, pensando que la separación de la mente bicameral, planteada por el psicólogo estadounidense; Julian Jaynes (teoría que afirmaba que algunas personas percibían su propio pensamiento como algún tipo de conversación entre un “yo” y algún otro protagonista, aunque o ya sabemos que ambas voces son la nuestra, por lo menos si queremos seguir siendo considerados dentro del rango de la salud mental), se dio progresivo regreso hacia la infancia en donde las alucinaciones sobre amigos imaginarios ya estaban siendo superadas, es decir, en esa humanidad primitiva los dioses imaginarios desaparecieron primero de las mentes adultas, dispersándose progresivamente cada vez más hacia atrás, hasta las instancias más tempranas de la vida, quedando sólo unos pequeños rezagos que no se presentan en todos los niños, ni de la misma forma. El único problema con esta teoría es que no podríamos explicar porque todavía siguen presentes los dioses en la mente de los adultos humanos actuales, en este sentido, simplemente tendremos que interpretar a los dioses y a los amigos imaginarios como sub-productos de la misma predisposición psicológica.


Religión y esquizofrenia

Si hablas con Dios, estás rezando; si Dios habla contigo, tienes esquizofrenia. Si los muertos hablan contigo, eres un espiritista; si Dios habla contigo, eres un esquizofrénico”.

Thomas Szasz.[11]

Para Thomas Szasz en El segundo pecado, de forma similar a como lo plantea Dawkins, la frecuencia con que se presentan algunas creencias en la colectividad, puede determinar para la mayoría lo que podemos llamar normal y anormal en términos de salud mental, en este sentido, un enfermo mental sería aquel que tiene opiniones o comportamientos completamente desprendidos de los comportamientos y creencias sociales estándares. Sin embargo, no existe una diferenciación justificada entre las creencias que tiene un esquizofrénico y las que tiene un protestante, un católico o un musulmán (más que la que se atribuye a su identidad religiosa) En este contexto, podemos pensar en diferentes movimientos religiosos marcados por el fanatismo y la radicalidad, donde la religión parece facilitar una visión distorsionada de lo moral y lo legal; como lo fueron en su tiempo las cruzadas, que eliminaban a cualquier costo a los enemigos del Papa, de las cuáles una de ellas se dirigió, por órdenes de Inocencio III, contra la misma Europa para eliminar la herejía de los Cátaros, poniendo como buena la persecución religiosa y las masacres en nombre de la fe; la Santa Inquisición, perfeccionó instrumentos y técnicas de tortura e instaló en el ideal colectivo todo tipo de Folklore sobre brujas, herejes y endemoniados; y en nuestro tiempo, los grupos islámicos fundamentalistas, que basados en la licencia de la defensa de sus ideales religiosos, propenden por la destrucción de cualquiera que piense o rece diferente, por medio de decapitaciones, crucifixiones y ahogamientos que además difunden como propaganda. Todos estos fanáticos religiosos ni fueron ni son encerrados en instituciones psiquiátricas o similares para que cambien sus creencias, modifiquen las acciones irracionales que fundan en ellas, y asuman las que tienen la mayoría de las personas, como sucede con los esquizofrénicos. Así lo afirma Szasz:

Cuando un hombre dice que es Jesús o Napoleón, o que los marcianos le persiguen, o afirma alguna otra cosa que escandaliza el sentido común, se le pone la etiqueta de psicótico y se le encierra en el manicomio. La libertad de palabra es sólo para las personas normales. Un hombre que dice ser Jesús no se está quejando, se está jactando. Consideramos que su afirmación es un síntoma de enfermedad; él lo considera una señal de grandeza. Si crees que eres Jesús, o que has descubierto una cura para el cáncer (y no es verdad), o que los comunistas te persiguen (y tampoco es verdad), entonces es probable que tus creencias se consideren síntomas de esquizofrenia. Pero si crees que los judíos son el Pueblo Escogido, o que Jesús era el Hijo de Dios, o que el comunismo es la única forma de gobierno científica y moralmente correcta, entonces es probable que tus creencias se tomen como reflejo de quién eres; judío, cristiano, comunista. Por esto creo que descubriremos la causa química de la esquizofrenia cuando descubramos la causa química del judaísmo, el cristianismo y el comunismo. Ni antes ni después.[12]

Según Szasz, los psiquiatras se concentran en la búsqueda de genes defectuosos, daños en la comunicación neuronal o falencias químicas en el cerebro como causas determinantes de la esquizofrenia, ya que ésta ha sido constituida como una enfermedad, pero “Si llamáramos enfermedad al cristianismo o al comunismo, ¿buscarían entonces los psiquiatras las «causas» químicas y genéticas de estas «dolencias»?”.[13] Al contrario de esto, el tratamiento psiquiátrico parece tomar el aspecto de venganza de una sociedad ofendida porque el anormal expone sus poco cotidianas creencias, perturbando a veces los espacios ajenos. En otras palabras:

¿Por qué los psiquiatras han prestado tanta atención a los llamados síntomas del esquizofrénico y tan poca a sus derechos? Quizá porque muchos esquizofrénicos se comportan como si los demás no tuvieran ningún derecho: violan su intimidad, por no decir su sentido de la realidad. Así pues, al esquizofrénico puede tratársele como: 1) un loco peligroso; 2) una persona que tiene experiencias sumamente dramáticas e insólitas; o 3) una persona que no respeta los derechos ajenos.[14]

Aunque ya sabemos que tal venganza no se aplica con los que profesan creencias religiosas, y que en ocasiones, traen consecuencias mucho más dañinas y ofensivas en especial para otros grupos de creyentes, para los no creyentes o para el que se cruce en el medio.

Para Szasz, lo que normalmente se denomina esquizofrenia es la exageradamente baja capacidad que tiene una persona para seguir reglas. Un niño puede aprender una cantidad de reglas mediante la autoridad de los padres y adultos que lo rodean, cómo hablar, cómo vestirse, cómo comportarse en sociedad. Un comportamiento en el niño que puede desencadenar esquizofrenia podría deberse a la poca atención de los adultos o al poco reconocimiento de la autoridad, como sucede comúnmente en la adolescencia. En esta etapa, especialmente si se carece de una autoridad que establezca reglas, el joven actúa como si nada se le pudiera prohibir. Si algo le está prohibido de alguna manera es porque eso no vale la pena; sin no sabe hacer algo bien, finge tener conocimientos que no posee. En ese sentido, esquizofrenia podría ser entendida como un tipo de arrogancia.

De esta manera, cuando una persona se presenta como la reencarnación de Jesucristo, saliéndose de los esquemas de comportamiento y creencia establecidos socialmente, un psiquiatra tradicional dirá que sufre alucinaciones; mientras Szasz afirmará que está mintiendo, pues no podemos saber estrictamente cuál es la diferencia, cuál es la creencia normal y cuál la anormal:

Una ilusión es algo que te ocurre, algo que «tienes». Una mentira es algo que tú haces que ocurra, algo que tú haces. ¿Cuál de los dos puntos de vista es correcto? Algo que le ocurre a una persona –un accidente o un error– es neutral en lo que a motivaciones se refiere; por lo tanto, puede que beneficie a la persona. Pero las personas que tienen ilusiones nunca afirman ser Fulano (sus amigos y vecinos): siempre insisten en que son Jesús o Napoleón.[15]

Hay muchas personas que dicen haber presenciado apariciones de vírgenes y santos, en ellas, afirman los elegidos, hay una verdadera interacción, un éxtasis religioso, como en el caso de Santa Teresa de Jesús, de San Francisco de Asís o de los pastorcitos de Fátima. Y no puede faltar el ejemplo de Abraham, al que Dios ordena inmolar a su hijo como ofrenda de lealtad y que, aunque vacilando, se dispuso a hacerlo, pero librándose de matarlo porque Dios le habla diciendo que había pasado la prueba. En este sentido, la religión hace una diferencia entre las apariciones o visiones que puede presenciar un iluminado y las que puede tener un loco, la diferencia es simple, en la primera hay una comunicación con la divinidad y en la segunda, un trastorno mental. “ De ahí la asociación íntima, en el pensamiento psiquiátrico moderno y en el pensamiento moderno “intelectualmente sofisticado “en general, entre la llamada excesiva religiosidad y la locura—suponiendo que la locura a menudo se manifiesta a través de “una excesiva religiosidad”, y la “excesiva religiosidad” a menudo es contemplada como una causa de la locura”.[16]


Sobre la creencia de Abraham

De esta manera, entregamos la responsabilidad que tenemos sobre nuestras acciones a un dios. En Sartre, el hombre es angustia, ya que se compromete cuando elige y al mismo tiempo es un legislador que elige la humanidad entera, por lo cual también es responsable. Estar angustiado es, entonces, sentir la experiencia de la libertad, la indeterminación que todos quieren llenar con otras cosas sin éxito. La angustia sigue oculta y espera pero resurgirá tan pronto las distracciones se dispersen, los partidos de fútbol que transmiten los domingos por la tarde, el cine, caminar de arriba para abajo las calles, reunirse con los amigos, la música todo el día, los mensajes del móvil e incluso música mientras duermes. Pero hay un vacío fundamental, una profunda incertidumbre ante la cual la mayoría no puede sobrevivir sin llenarla, y es precisamente el espacio que le hemos reservado a la indeterminación de Dios.

A este sentimiento Kierkegaard lo llamaba angustia de Abraham (angustia precisamente de saber si ese sentimiento o esa voz interior es Dios que le habla), y aunque éste abordaba un existencialismo cristiano, la angustia no tendrá una connotación completamente diferente a la que Sartre le da, es decir, la experiencia de lo indeterminado. En aquel, Abraham será el héroe de la fe en tanto que da un salto para proyectarse hacia la divinidad y así configurar su proyecto de vida como un proyecto perfectible que se encuentra, al mismo tiempo, entre este mundo y un más allá que le da sentido. En Kierkegaard, la fe es sobre todo de orden existencial, no es un pensamiento sino una relación concreta entre el existente y Dios. De esta manera, la fe no es posible sino por el sacrificio total de la razón en función de la relación absoluta con Dios.

Para Sartre es todo lo contrario, aunque la experiencia de lo indeterminado siga siendo la misma, no hay manera alguna en que podamos entregar la responsabilidad de nuestros actos a un dios, sino por un enmascaramiento de nuestra propia libertad. Aunque parezca en realidad el atributo de un santo, una creencia ciega, asumida voluntariamente, no puede distinguirse mucho de la creencia que posee un enajenado mental de forma involuntaria, y es por eso que debemos abandonarla. Sólo yo puedo decidir si esa voz es la de Dios, pero si a mí me parece que lo es, no puedo obligar a lo de más a que lo crean. En palabras de Sartre:

Conocen ustedes la historia: un ángel ha ordenado a Abraham sacrificar a su hijo; todo anda bien si es verdaderamente un ángel el que ha venido y le ha dicho: tú eres Abraham, sacrificarás a tu hijo. Pero cada cual puede preguntarse; ante todo, ¿es en verdad un ángel, y yo soy en verdad Abraham? ¿Quién me lo prueba? Había una loca que tenía alucinaciones: le hablaban por teléfono y le daban órdenes. El médico le preguntó: Pero ¿quién es el que habla? Ella contestó: Dice que es Dios. ¿Y qué es lo que le probaba, en efecto, que fuera Dios? Si un ángel viene a mí, ¿qué me prueba que es un ángel? Y si oigo voces, ¿qué me prueba que vienen del cielo y no del infierno, o del subconsciente, o de un estado patológico? ¿Quién prueba que se dirigen a mí? ¿Quién me prueba que soy yo el realmente señalado para imponer mi concepción del hombre y mi elección a la humanidad? No encontraré jamás ninguna prueba, ningún signo para convencerme de ello. Si una voz se dirige a mí, siempre seré yo quien decida que esta voz es la voz del ángel; si considero que tal o cual acto es bueno, soy yo el que elegiré decir que este acto es bueno y no malo. Nadie me designa para ser Abraham, y sin embargo estoy obligado a cada instante a hacer actos ejemplares. Todo ocurre como si, para todo hombre, toda la humanidad tuviera los ojos fijos en lo que hace y se ajustara a lo que hace. Y cada hombre debe decirse: ¿soy yo quien tiene derecho de obrar de tal manera que la humanidad se ajuste a mis actos? Y si no se dice esto es porque se enmascara su angustia.[17]

De esta manera, la angustia de tomar una decisión es precisamente el abordaje previo de una acción anticipada, se trata de elegir una opción entre una diversidad de posibilidades, la cual tiene valor por el mismo hecho de haber sido elegida, y asumir la responsabilidad de las consecuencias de dicha elección. Sin embargo, todo esto no puede ser posible si entregamos nuestra responsabilidad y nuestra libertad a un agente externo como lo es un dios. Así, la angustia se explica en la medida que somos conscientes de que estamos en el desamparo, sin un Dios que dicte normas. Pero no se trata simplemente de afirmar a la ligera que Dios no existe, pues la mayoría piensa que, aunque éste fuera solamente una idea, es una idea que hace posible que haya una moral, un tipo de vigilancia que hace que actuemos correctamente, que existan unos valores a priori.

Para el existencialismo, los valores seguirán existiendo, “nada se cambiará aunque Dios no exista; encontraremos las mismas normas de honradez, de progreso, de humanismo, y habremos hecho de Dios una hipótesis superada que morirá tranquilamente y por sí misma”.[18] Esto suena coherente aunque para las personas creyentes es incómodo pensar que pueden ser dueños de su propia responsabilidad y que ya no pueden delegarla a un agente externo o refugiarse en normas impuestas para justificar sus acciones, para afirmar que no son libres. Como lo dice Sartre:

El existencialista, por el contrario, piensa que es muy incómodo que Dios no exista, porque con él desaparece toda posibilidad de encontrar valores en un cielo inteligible; ya no se puede tener el bien a priori, porque no hay más conciencia infinita y perfecta para pensarlo; no está escrito en ninguna parte que el bien exista, que haya que ser honrado, que no haya que mentir; puesto que precisamente estamos en un plano donde solamente hay hombres.[19]

Sartre dirá que la existencia precede a la esencia y eso precisamente significa que no estamos determinados, que no somos algo definitivo y terminado, sino que nos hacemos en la medida en que existimos, en que elegimos, en que creamos nuestros propios valores, en que hacemos evidente la característica más fundamental de cada uno como proyecto de vida, la libertad. En ese sentido, no encontrar un dios que nos determine, que tenga una misión para nosotros o que trate de regular nuestra conducta por medio de mandamientos, hace evidente que estamos solos a la hora de decidir y sin excusas a la mano para ocultar nuestra propia libertad. En palabras de Sartre:

Dostoievsky escribe: “Si Dios no existiera, todo estaría permitido”. Este es el punto de partida del existencialismo. En efecto, todo está permitido si Dios no existe y, en consecuencia, el hombre está abandonado, porque no encuentra ni en sí ni fuera de sí una posibilidad de aferrarse. No encuentra ante todo excusas. Si, en efecto, la existencia precede a la esencia, no se podrá jamás explicar la referencia a una naturaleza humana dada y fija; dicho de otro modo, no hay determinismo, el hombre es libre, el hombre es libertad. Si, por otra parte, Dios no existe, no encontramos frente a nosotros valores u órdenes que legitimen nuestra conducta. Así, no tenemos ni detrás ni delante de nosotros, en el dominio luminoso de los valores, justificaciones o excusas. Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace.[20]


Conclusión

A partir de todo lo anterior podemos pensar que es posible que exista una relación entre la religión y la enfermedad mental o que tal vez no sean sino dos manifestaciones de una misma enfermedad por la cual podemos captar una realidad ficcionada de forma consciente o inconsciente. Una enfermedad de la creencia hace posible que no podamos diferenciar entre la alucinación o la realidad, tanto en el creyente como en el esquizofrénico. También puede manifestarse en ese sentimiento que tenemos de incompletitud, esa necesidad de llenar un vacío en nosotros, el cual tratamos de colmar con conversaciones al interior de nuestra mente, a través de soliloquios o de oraciones. Sartre parece haber identificado en qué consiste la necesidad de tener una creencia religiosa, consiste precisamente en la necesidad que tiene el hombre de no sentirse libre, de no sentir la obligación de tener que elegir sin alguien que lo respalde, sin alguien que le diga lo que es bueno y lo que es malo.



Bibliografía
Dawkins, Richard. El espejismo de Dios. 3ª edición. Espasa. Madrid. 2007.
Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. Barcelona. Orbis, 1984.
Szasz, Thomas. El segundo pecado. Alcor. Barcelona. 1992.
Szasz, Thomas. Esquizofrenia: El símbolo sagrado de la psiquiatría. México. 1990.
Notas
[1] Dawkins, Richard. El espejismo de Dios. 3ª edición. Espasa. Madrid. 2007, p. 104.
[2] Ibíd. p. 105.
[3] Harris, Sam. Citado en Dawkins, Richard. El espejismo de Dios. 3ª edición. Espasa. Madrid. 2007, p. 105.
[4] Dawkins, Richard. El espejismo de Dios. 3ª edición. Espasa. Madrid. 2007, p. 105.
[5] Ibíd. pp. 105-106.
[6] Ibíd. pp. 105-107.
[7] Ibíd. pp. 107-108.
[8] Ibíd. pp. 108-109.
[9] Ibíd. pp. 399-400.
[10] Ibíd. p. 403.
[11] Szasz, Thomas. El segundo pecado. Alcor. Barcelona. 1992, p. 72.
[12] Ibíd. p. 72.
[13] Ibíd. p. 72.
[14] Ibíd. p. 73.
[15] Ibíd. p. 74.
[16] Szasz, Thomas. Esquizofrenia: El símbolo sagrado de la psiquiatría. Premia. México. 1990, p. 130.
[17] Sartre, Jean Paul. El existencialismo es un humanismo. Barcelona. Orbis, 1984, pp. 64-65.
[18] Ibíd. p. 67.
[19] Ibíd. pp. 67-68.
[20] Ibíd. pp. 68-69.

Fuente:

https://reflexionesmarginales.com/blog/2016/07/31/la-religion-como-enfermedad-mental/


Ver:



El TOC Religioso. Un peligro para el Creyente.

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El TOC Religioso.

Un peligro para el Creyente.



¿Qué es el TOC religioso?


El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) religioso es un trastorno psicológico caracterizado por miedo intenso a pecar o blasfemar, generando profunda ansiedad. Junto con el propio trastorno, puede coexistir falta de estructura familiar, entornos extremadamente religiosos o experiencias traumáticas/abusivas. La fe saludable se diferencia del TOC religioso por su efecto en la vida cotidiana, pues el segundo suele requerir de tratamiento terapéutico y apoyo emocional para su superación.


Significado del TOC religioso

El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) religioso es un trastorno psicológico que se caracteriza por un miedo intenso a pecar o cometer errores religiosos, generando una profunda ansiedad en quienes lo padecen. Este miedo exacerbado a ofender a Dios o no cumplir con las normas religiosas puede manifestarse en obsesiones y compulsiones relacionadas con la religión…


Síntomas del TOC religioso

- Intenso miedo a pecar o cometer blasfemia.

- Obsesiones sobre la condenación divina.

- Ansiedad relacionada con la religión.


Factores potenciadores del TOC religioso

- Falta de estructura familiar sólida.

- Experiencias traumáticas o abusivas.

- Entornos extremadamente religiosos.


Diagnóstico y tratamiento del TOC religioso

El diagnóstico del TOC religioso implica una evaluación detallada de los síntomas y su impacto en la vida diaria. A través de diversas técnicas y pruebas, los profesionales de la salud mental pueden identificar el trastorno y diseñar un plan de tratamiento personalizado, donde habitualemente nos encontramos con la terpapia cognitivo conductual, la EPR, la terapia de aceptación y compromiso y el mindfulness para el TOC.


Terapias cognitivo-conductuales para el TOC religioso

Las terapias cognitivo-conductuales son fundamentales en el tratamiento del TOC religioso. A través de la identificación y modificación de pensamientos distorsionados, se busca cambiar patrones de comportamiento compulsivo y reducir la ansiedad asociada.


Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) en el TOC religioso

La terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) es una técnica eficaz para enfrentar los miedos relacionados con la religión. Mediante la exposición gradual a las situaciones temidas y la prevención de respuestas compulsivas, se busca reducir la ansiedad y mejorar el bienestar emocional del paciente.


Importancia del apoyo familiar y comunitario en el TOC religioso

El apoyo familiar y comunitario juega un papel crucial en el proceso de recuperación del TOC religioso. El entendimiento y la comprensión de los seres queridos pueden brindar un entorno de apoyo vital para el paciente, fomentando su motivación y bienestar emocional.


Recomendaciones para convivir con el TOC religioso


Manejo de la ansiedad relacionada con la religión en el TOC religioso

Para gestionar la ansiedad relacionada con el TOC religioso, es fundamental buscar el acompañamiento de profesionales de la salud mental especializados en este trastorno. Realizar actividades de relajación como meditación, mindfulness y yoga puede también ser de gran ayuda para reducir los niveles de estrés y ansiedad.


Estrategias para mejorar la calidad de vida en el TOC religioso

Es importante establecer rutinas diarias que incluyan momentos de relajación y recreación. Mantener una alimentación equilibrada y realizar ejercicio físico moderado de forma regular pueden contribuir a mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida en general. Igualmente, es crucial rodearse de un entorno de apoyo compuesto por familiares y amigos comprensivos, que brinden el respaldo necesario durante el proceso de convivencia con el TOC religioso y por supuesto buscar el diagnostico y tratamiento adecuado para este tipo de trastorno obsesivo compulsivo.

Fuente:

https://tocgranada.com/toc-religioso/#:~:text=El%20Trastorno%20Obsesivo%20Compulsivo%20(TOC,religiosos%20o%20experiencias%20traum%C3%A1ticas%2Fabusivas.

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Entender el TOC religioso


Cuando la motivación es ansiedad, y no fe.

- Autor: Rachel Ehmke

- Clinical Expert: Jerry Bubrick, PhD


Lectura rápida

Los niños con TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) experimentan pensamientos, preocupaciones o impulsos no deseados que se denominan obsesiones. Algunos niños con TOC desarrollan obsesiones sobre la religión o sobre Dios. Pueden llegar a estar extremadamente ansiosos ante la posibilidad de romper las reglas religiosas u ofender a Dios, y obsesionarse por evitar o corregir sus errores. Se preocupan tanto que su temor se interpone en la vida cotidiana.

La fe en una religión en sí misma tiene poco que ver con el TOC religioso. Por ejemplo, un niño que reza todos los días puede estar expresando su fe. Pero un niño que se siente demasiado ansioso como para quedarse dormido, a menos que rece la misma oración 10 veces perfectamente, podría tener un TOC religioso. Pueden estar obsesionados con la idea de que Dios está enojado con ellos o de que el diablo está detrás de sus acciones.

El tratamiento para el TOC religioso funciona de la misma manera que el tratamiento para otros tipos de TOC. En primer lugar, el terapeuta ayudará al niño a entender qué es el TOC y cómo afecta sus pensamientos. Después, el terapeuta expondrá lentamente al niño a sus temores. Esta técnica se llama “exposición y prevención de respuesta”. El niño aprende a tolerar la ansiedad a medida que se enfrenta a miedos cada vez mayores, y su ansiedad disminuye con el tiempo. El tratamiento también implica enseñar a los padres a apoyar al niño para que practique estas nuevas habilidades en casa.


Artículo completo


En las familias con creencias religiosas, que un niño exprese su fe y sus fuertes principios morales es, por lo general, un desarrollo bienvenido. Pero a veces, la fe de un niño puede convertirse en una obsesión y, en lugar de consuelo, el niño experimenta ansiedad extrema al pensar que él está violando las normas religiosas y siente desesperación por corregir lo que cree que son sus errores. Esto es lo que sucede cuando los niños desarrollan un trastorno obsesivo-compulsivo oTOC (OCD, por sus siglas en inglés) que se manifiesta en su religión.

No todas las personas con TOC desarrollarán obsesiones o compulsiones religiosas, pero es un tema bastante común. Otros temas comunes incluyen obsesión por la limpieza, la simetría y los “malos pensamientos”, incluidas las obsesiones sexuales.

A veces puede parecer que la fe de una persona está causando sus síntomas, pero la religión es más como un transeúnte desafortunado a lo largo del viaje. Si piensa en una persona con TOC que se preocupa por los gérmenes y se lava las manos compulsivamente, está claro que los gérmenes no están causando su comportamiento, es el TOC el responsable de ello. El TOC religioso funciona de la misma manera.

Puede pasar en cualquier religión, pero no se trata de la religión, se trata del trastorno obsesivo-compulsivo, explica Jerry Bubrick, PhD, psicólogo clínico en el Child Mind Institute. “No tratamos a personas con TOC religioso como si fueran fanáticos religiosos, tratamos la afección”.


¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo religioso?

El TOC religioso (obsesión religiosa) a veces también se denomina “escrupulosidad”. Ya no usamos la palabra escrúpulo, pero significa un temor moral o una punzada de conciencia. La palabra de la que proviene en latín significa literalmente una roca afilada o gravilla, y Cicerón la usó figurativamente para describir una sensación incómoda o ansiosa, como lo que sentiría una persona si tuviera una piedrecita en su zapato.

En el caso del TOC religioso, o escrupulosidad, en lugar de una piedrecita en el zapato, una persona tiene problemas religiosos, pero son igual de persistentes e inquietantes.

Por ejemplo, alguien con escrupulosidad podría preocuparse de no haber hecho una oración correctamente, tal vez algunas de las palabras estaban fuera de orden, o no lo dijo con la debida reverencia. Puede que tema algunas consecuencias religiosas de esto, por lo que vuelve a repetir la oración, y posiblemente una tercera y cuarta vez, como una corrección. Podría preocuparse de no hacer suficientes buenas obras o de solo hacer buenas obras por razones egoístas. Podría preocuparse por tener pensamientos blasfemos y ofender a Dios.


¿Hice eso para Dios o para el diablo?

El Dr. Bubrick describe haber tratado a un niño de 12 años llamado Matt que tenía TOC religioso. La familia de Matt era religiosa, pero no demasiado religiosa. La escrupulosidad de Matt era debilitante.

Le preocupaba literalmente todo lo que hacía: ‘¿Hice eso porque Dios quería que lo hiciera o lo hice por el diablo?’. Abrir puertas, sentarse, ponerse de pie o hacer su tarea. Cada acción individual le preocupaba si era por la razón correcta o por la incorrecta”.

Agonizar por todo lo que hacía era agotador, por lo que Matt comenzó a evitar hacer las cosas porque, razonó, era más seguro. Una de las cosas que dejó de hacer fue comer y perdió tanto peso que tuvo que ser hospitalizado.

Matt también tenía compulsiones o cosas que hacía para tratar de aliviar su ansiedad. Tenía una oración particular que repetía, llevaba una biblia con él durante el día, y por la noche, se acostaba con una biblia debajo de su almohada y una a cada lado de su cabeza. Les pedía a sus abuelos repetidamente que lo tranquilizaran cuando se sentía preocupado.


Buscar ayuda para la escrupulosidad

El tratamiento para el TOC siempre comienza con ayudar a los jóvenes y a sus familias a entender cómo sus síntomas son causados por el TOC. Las obsesiones y compulsiones que experimentan las personas son poderosas. En el caso de Matt, lo suficientemente poderosas como para llevarlo al hospital, pero entender cómo funciona el trastorno comienza a devolverle a las personas parte de ese poder.

Las personas con TOC realizan compulsiones para defenderse o neutralizar la ansiedad que sienten, que es causada por cosas como pensamientos, imágenes o impulsos no deseados. Estas son conocidas como obsesiones. Pero las personas con TOC no siempre se dan cuenta de que un trastorno de salud mental está detrás de estos pensamientos y comportamientos. En el caso de la escrupulosidad, podrían confundir la oración compulsiva como una respuesta apropiada a un pensamiento blasfemo. No se dan cuenta de que su TOC está detrás del pensamiento.

Ayudar a las personas a entender lo que viene del TOC y lo que viene de la religión es esencial. “Si quieres orar porque te trae paz y te sientes conectado, eso es maravilloso. Pero si estás orando porque temes que si no lo haces serás castigado, entonces tal vez eso sea más TOC”, explica el Dr. Bubrick.



Exposición y prevención de respuesta

El tratamiento para el TOC es algo llamado exposición y prevención de respuesta (EPR, por sus siglas en inglés). Este tratamiento funciona al exponer a las personas a las cosas que les causan ansiedad gradualmente y en un entorno seguro.

El niño que hace la exposición aprende a tolerar la ansiedad que siente y, con el tiempo, descubre que su ansiedad realmente ha disminuido. Entonces, él está preparado para asumir exposiciones más desafiantes.

Para asegurarse de que las exposiciones no sean demasiado difíciles, el niño trabajará con su médico al inicio del tratamiento para clasificar las cosas que le causan ansiedad, desde un estrés menor hasta una gran preocupación. Luego abordarán juntos los síntomas, uno por uno.

En el caso de Matt, muchas de sus exposiciones involucraron su ansiedad acerca del diablo. “Hacíamos cosas como escuchar canciones que incluían la palabra ‘diablo’ porque desde que escuchaba la palabra diablo en una canción, la apagaba”, dice el Dr. Bubrick. También escucharon música con la palabra “infierno”, comieron pastelitos “devil dogs” (perros del diablo) e hicieron una camiseta para que Matt la usara con el número 666. Estos fueron grandes avances para un niño que había sido efectivamente inmovilizado por su ansiedad, pero los pasos fueron tomados gradualmente y con gran cuidado. “Estábamos rompiendo la asociación entre Dios y el miedo”, explica el Dr. Bubrick.


Reconsiderar las acciones para tranquilizar a los niños

Otra parte muy importante del tratamiento es enseñar a otras personas en la vida del niño cómo reaccionar ante el TOC. Una gran parte del trastorno incluye pedirle a otras personas que los tranquilicen. Esto se puede manifestar de diferentes formas, que incluyen:

- Hacer preguntas, como “¿acabo de cometer un pecado?” y sentir la necesidad de una respuesta definitiva.

- Querer que las personas participen en rituales, como la oración compulsiva.

- Exigir que otros eviten aquello que les provoca ansiedad, como no decir ciertas palabras o realizar ciertas actividades en su presencia.

Recibir consuelo hace que el niño se sienta mejor en el momento, así que las familias lo proporcionan porque piensan que están ayudando. Pero la búsqueda de tranquilidad es solo otracompulsión, y cuando las personas proveen esa tranquilidad, están participando en la compulsión e, inadvertidamente, alimentando el TOC.

Eso se debe a que recibir consuelo una vez nunca es suficiente para una persona con TOC. Las solicitudes vendrán una y otra vez en un ciclo interminable que no aborda la raíz de la ansiedad de una persona, y realmente hace que la ansiedad sea más fuerte. También hace que las personas con TOC se sientan dependientes de quienes los rodean para sentirse (temporalmente) mejor. Los psicólogos llaman a este proceso de consuelo “adaptación”.

Como parte del tratamiento, el Dr. Bubrick explica a los miembros de la familia cómo reconocer los síntomas del TOC y cómo evitar la adaptación, y en vez de eso alentar a los niños a usar las habilidades que están aprendiendo en terapia para lidiar con sus sentimientos de ansiedad de una manera más saludable y productiva.


Incluir a los líderes religiosos

En el caso de la escrupulosidad, a menudo tiene sentido que los líderes religiosos también conozcan el TOC. Esto se debe a que a menudo las personas con TOC se acercan a ellos en búsqueda de consuelo y, naturalmente, creen que es su función proporcionar orientación y responder preguntas.

El Dr. Bubrick da un ejemplo de haber tratado a un niño que estaba preocupado por ofender a Dios, por lo que buscaba mucho consuelo por parte de su pastor.

Hablé con su pastor y le expliqué la diferencia entre el TOC y la escrupulosidad versus ser religioso. El pastor lo entendió muy fácilmente porque le había pedido consuelo miles de veces. Entonces lo enseñé a darle el mismo tipo de apoyo que le enseñaría a la familia”.

Eso incluye negarles a los niños las respuestas definitivas a las preguntas religiosas que a menudo buscan. Como dice el Dr. Bubrick: “No puedes responder todas las preguntas. En algún momento solo debes tener fe”.


¿Cómo se trata el TOC religioso?

El TOC religioso se trata conterapia de exposición y prevención de respuesta, del mismo modo que se tratan otros tipos de TOC. En primer lugar, el terapeuta ayuda al niño a entender qué es el TOC y, a continuación, lo expone lentamente a aquello que teme. Esto enseña al niño a tolerar la ansiedad sin recurrir a las compulsiones, y su ansiedad disminuye con el tiempo.


Rachel Ehmke es escritora independiente y exredactora jefe del Child Mind Institute. Obtuvo su licenciatura en la University of Chicago.

Fuente:

https://childmind.org/es/articulo/comprendiendo-el-trastorno-obsesivo-compulsivo-religioso/

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Vivir con TOC religioso

(Escrupulosidad)


¿Qué sucede?

El TOC religioso, también conocido como escrupulosidad, es una condición observada que se remonta en los 1600, en la iglesia católica. Se notaba que algunos monjes estaban participando en oración excesiva. Su comportamiento y constante oración no se alineaba con lo que ellos creían era una expresión del amor de Dios. En realidad estaban intentando alcanzar un nivel de santidad poco realista. De aquí nació el término escrupulosidad.

Como un subtipo del TOC, escrupulosidad quiere decir que estás constantemente preocupado con hacer lo correcto. Religiosamente. Moralmente. Éticamente.


Obsesiones comunes de la Escrupulosidad:

- Miedo de vivir un vida en pecado o una que Dios no aprobaría.

- Miedo de hacer algo que no se alinee con tus estándares morales o éticos.

- Constantemente cuestionando si estás rezando lo suficiente o de la manera correcta.


Compulsiones comunes de la Escrupulosidad:

- Oración excesiva

Repetir la misma oración una y otra vez hasta que hayas alcanzado un nivel de certeza. Sientes que Dios aprobaría de la cantidad.

- Consuelo

Constantemente buscando el consuelo de Dios.

- Reflexión excesiva

Asegurar que no hayas dicho algo que Dios consideraría blasfemo.

- Ir a la iglesia o templo

Visitas constantes a lugares de adoración.

- Confesión

Confesarte constantemente a un cura, rabino u otro clérigo o hasta a tu pareja.

- Pensamientos de impiedad

Tener asociaciones que sientes son impías u ofensivas para Dios.


Conceptos erróneos sobre la Escrupulosidad:

- Hay sólo un tipo de TOC, en general. Subtipos como la Escrupulosidad no existen.

- Eres más devoto que aquellos que no padecen de Escrupulosidad.

- Te importa más tu carácter, morales o ética que a aquellos que no padecen de Escrupulosidad.


¿Cómo sé que es TOC?

Todos tenemos pensamientos intrusos, pero el tenerlos no quiere decir que tienes un TOC. Para las personas que sí padecen TOC, estos pensamientos pueden ser debilitantes, causando una ansiedad extrema e incomodidad. Da igual cuanto intentes deshacerte de ellos, no se irán. Si padeces de Escrupulosidad, participas en rituales como manera de asegurar de que estás cumpliendo con los estándares adecuados para Dios o la sociedad.


El tener pensamientos intrusos no quiere decir que eres una mala persona. Son un fallo en el cerebro, no un reflejo de tu carácter.”


No existe una satisfacción en participar en estos rituales. A diferencia de personas que no padecen Escrupulosidad, no sientes satisfacción haciendo bien en los ojos de Dios. Cuando se trata de estándares éticos, personas sin este subtipo de TOC se sienten exitosos. Pacientes, en cambio, no.



Ejemplos cotidianos de Escrupulosidad:

- Tienes pensamientos intrusos y estimulantes sobre Jesús. Rezas todos los días y noches pidiendo perdón. Puede que hasta busques confesarte.

- Eres un abogado en un bufete y constantemente miras tu maletín para asegurar que no te hayas robado una pluma u hoja de papel sin querer.

- Dijiste que llegaste a casa a las 4:30 p.m. pero en realidad eran las 4:31 p.m. En este caso, temes que has mentido sobre tu llegada y lo vuelves a decir para estar seguro.


¿Cómo puede ayudar mi familia con mi Escrupulosidad?

Está bien si se involucra tu familia y amigos. Si se dan cuenta de tus tendencias cuidadosas y devotas, lo mejor que pueden hacer es dejarte saber que es una condición tratable. No deben participar en consolarte diciéndote cosas como, “Por supuesto que no has pecado, tu no eres así.” o “A Dios no le importaría eso.” Mientras que puede ser confortante en el momento, a la larga estos consuelos pueden empeorar tu TOC. Puede que quieran involucrarse en tu tratamiento para aprender qué hacer y no hacer cuando de tu recuperación se trata.


¿Es posible la recuperación para mí?

¡Si! Personas con Escrupulosidad pueden mejorar bastante con la terapia de exposición y prevención de la respuesta (EPR). La EPR es cuando te expones voluntariamente a la fuente de tu miedo una y otra vez, sin practicar ninguna compulsión para neutralizar o frenar el miedo. El enfrentamiento repetido a la cosa que te da miedo le obliga a tu cerebro a reconocer cuán irracional es.


Ejemplos del tratamiento EPR:

- Puede que te expongas a diferente niveles de riesgo empezando con algo pequeño como probar un pedazo de queso del mercado e irte. Esto estimula la idea de robar, aunque no lo hayas hecho.

- Puede que te pidan te tirar un pedazo de papel en la calle.

- Los riesgos serán aumentados gradualmente hasta el punto donde te pedirán que te repitas a ti mismo que la Virgen María tal vez no fue virgen.

También hay otras opciones de tratamiento. Una basada en la concienciación: la terapia cognitivo-conductual, también conocida como la TCC, que les enseña a las personas a identificar, entender y cambiar el patrón y comportamientos del pensamiento negativo. A los pacientes se les enseña las habilidades para resolver problemas durante las lecciones de terapia y después son instruidos a practicarlos a solas para crear hábitos positivos.


¿Puede ayudar la medicación?

La medicación, junto a la EPR puede ayudar, pero no debe reemplazarla. Debes siempre consultar con los médicos antes de considerar opciones medicinales.

El grupo principal de medicinas usadas para tratar el TOC son conocidas como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, o ISRS. Los ISRS mejoran la actividad natural de serotonina y son utilizadas para tratar graves trastornos depresivos y condiciones de ansiedad. Algunos ejemplos incluyen Lexapro, Prozac, Paxil y Zoloft.


¿Cuál es el objetivo de la terapia?

Algunas personas con Escrupulosidad se recuperan del todo con la EPR. Pero para muchos, sus obsesiones no desaparecen del todo. Avances llegan en la forma del distanciamiento de tu carácter de los pensamiento intrusos. Te das cuenta de que no te definen. La recuperación de TOC tiene más que ver con la gestión de la condición que con su eliminación. Pero esto no significa que no puedes llevar una vida sana y feliz. Haciendo del tratamiento una prioridad y emplear hábitos positivos de estilo de vida hace que muchas veces los pacientes se sientan seguros y libres. Aunque alguna ansiedad siga presente al final de la terapia, ya no te sentirás debilitado por la condición.


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Visualizing Pure O: An Interview with Martha Lamont

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Pure O: An Exploration into a Lesser-known Form of OCD

Characterizing Pure O


Fuente:

https://www.madeofmillions.com/es/toc/toc-religioso

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ATENCION

Si padeces TOC, tienes un trastorno severo de ansiedad. Pero puede ser tratado. Empieza por informarte y por hacer elecciones para una vida sana. Luego, busca un psicólogo en tu área que se especialice en TOC y la terapia de exposición y prevención de la respuesta.



Ver:


"Si existe Auschwitz, no puede existir Dios": Frecuente argumento Ateo que tiene Respuesta Cristiana

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«Si existe Auschwitz, 

no puede existir Dios»:

un manido argumento ateo que tiene réplica


¿Dónde estaba Dios mientras millones de judíos eran exterminados? La pregunta es legítima, y se ha empleado con asiduidad como arma arrojadiza contra los creyentes. Pero hay respuestas


Por: Álex Navajas

28/01/2025

Actualizada 04:30


La celebración de 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz por las tropas soviéticas ha traído a colación un argumento del que suelen echar mano los ateos para justificar su increencia: «Si existe Auschwitz, no puede existir Dios». Se trata, en realidad, del título de un opúsculo de Primo Levi, escritor italiano de origen judío sefardí, que recoge las respuestas del literato a Fernando Camon poco antes de morir.

La argumentación es sencilla y tiene su lógica: si el mal se puede hacer tan presente en el mundo como ocurrió en aquella localidad polaca que se ha convertido en sinónimo del horror nazi, es por la inexistencia de un Dios que proteja a sus criaturas. ¿Qué Dios, que estuviese mínimamente interesado en sus hijos, habría podido permitir semejante barbarie, semejante crueldad y sadismo? Es evidente: si Dios no intervino para detener tamaña atrocidad es, sencillamente, porque no existe.

Esta objeción, sin embargo, no es nueva. Su origen se pierde en el origen de los tiempos. Epicuro ya se planteó esta duda, y cada era ha tenido su propio Auschwitz que ha propiciado el retorno de la duda existencial. «En el terremoto de Lisboa de 1755, en el que murieron miles de personas y que tuvo una enorme repercusión, produjo toda una sacudida intelectual sobre el tema de la Providencia divina», explica David Galcerà, Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. «Pensemos que estamos en plena Ilustración. Ante el desastre de Lisboa, Voltaire, en un poema escrito para dicha ocasión, abandona su fe deísta en la Providencia y afirma que no se puede admitir que el mal contribuye al bien general en la gran cadena del ser».

El Doctor en Filosofía añade un detalle interesante: «Hay que tener presente que el ateísmo de Primo Levi no va vinculado exclusivamente a su experiencia en Auschwitz». «Él mismo confirma su falta de interés por lo trascendente, aunque confiesa a veces que la naturaleza le despertaba ese sentido de algo que sobrepasa lo natural mismo. Pero, días antes de morir, en lo que parece un suicidio, habló con un rabino al que le expresó su angustia y malestar. Y Primo Levi confesaba, en palabras añadidas al final de la entrevista, que seguía preguntándose por la existencia de Dios, aunque no encontraba respuesta a ese dilema. Sólo Dios sabe si lo resolvió», apunta Galcerà, que tiene varios libros publicados sobre la existencia de Dios.


«No encuentro una solución al dilema»

José Ángel Agejas, catedrático de Ética y Deontología de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid y Doctor en Filosofía, reconoce que «no tengo ninguna duda de que, si el corazón humano es un misterio, el de un superviviente de Auschwitz debe albergar más interrogantes todavía». «Es el caso de Primo Levi, quien sin ser especialmente religioso y con una alta formación científica, sobrevivió y escribió una famosa trilogía narrando los horrores vividos. La frase que da título al libro-entrevista con el escritor católico Fernando Camon hay que enmarcarla, precisamente, en ese contexto: no es una frase escrita directamente como afirmación», puntualiza.

«Es una confesión, hacia el final de su vida, dentro de la respuesta a la pregunta de su interlocutor sobre si Auschwitz era la prueba de la no existencia de Dios. De hecho, Levi añade a esa afirmación este matiz: 'No encuentro una solución al dilema. La busco, pero no la encuentro'», aclara el catedrático. «Tampoco podemos alejarnos del contexto cultural en el que ambos escritores italianos están hablando. Yo diría que no se trata una afirmación rotunda —que es la impresión que da cuando se ha utilizado luego como título para el libro, que es con lo que se quedan muchos— como si fuera la conclusión apodíctica de un silogismo disyuntivo, sino una propuesta reflexiva acerca del abismo del mal, que sufrió de manera directa en sus carnes, unida al tremendo desconcierto de una supervivencia inexplicable (¿por qué yo sí y otros no?)», añade Agejas.

El catedrático de Ética y Deontología también recoge el ejemplo del terremoto de la capital portuguesa: «Como supuso para los ilustrados de la Modernidad el desastre provocado por el terremoto de Lisboa, las dimensiones del mal moral suponen el gran escándalo de nuestro tiempo». «Ya sabemos que, por más poderosos que nos creamos, ni la técnica ni la tecnología nos hacen imbatibles ante los desastres naturales. Pero tampoco la información y el avance de las ciencias nos hacen mejores ni más responsables en el uso de nuestra libertad», advierte.


«Si existe Auschwitz, tiene que existir Dios»

«Hay que usar la misma contundencia del título del libro de Levi para rebatirlo», propone el sacerdote Roberto López Montero, profesor de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y Doctor en Teología y Filología Clásica. «Al osado título, por tanto, se le puede dar la vuelta: 'Si existe Auschwitz, tiene que existir Dios', pues, en caso contrario, el hombre no sería sino un fracaso. Graves palabras para clamar por su Redención», observa. «Surge, en primer lugar, la cuestión de la libertad con la que el hombre fue dotado en su Creación por parte de Dios. Una libertad que no ha de entenderse como un escape imprevisible, sino más bien como una prerrogativa explícita que trae del haber sido creado a Su imagen. Si Dios es libre y el hombre es imagen de Dios, entonces el ser humano no puede sino hacer uso de su libertad, sea bueno o sea malo», argumenta el profesor de la Universidad Pontificia de Comillas.

«En segundo lugar, no todo lo que acaece es voluntad de Dios. Sí que entra dentro de su permisividad, pero ambos términos no son equivalentes», recalca. «La permisividad con el sufrimiento –que no deja de ser un misterio–, posibilita la consecución de bienes, materiales y espirituales. El ejemplo más claro, como nos recuerda San Juan Pablo II en Salvifici Doloris, es la salvación operada por Jesucristo a través de su sufrimiento», concluye.


La filosofía colapsa

Ángel Barahona, catedrático de Teología de la Universidad Francisco de Vitoria y Doctor en Filosofía, reconoce que «el Holocausto aparece, en estos textos, como un atentado contra la razón, como un misterio indescriptible e incomunicable; los que han escrito sobre él o han sobrevivido al confinamiento, consideran que es imposible comprender el fenómeno o explicarlo». Ante tal grado de barbarie y crueldad, «el lenguaje se queda corto, la filosofía colapsa, la ética se muestra impotente, la razón sobrepasada». «Si hay algo rescatable es lo que nos enseña la experiencia que cuenta Premio Levi y que recoge Francesco Voltaggio en su libro Nella tempesta, Dio. Sul dolore, tra Bibbia e filosofia. Se trata de la esperanza posible en un mundo sin esperanza. Entronca con la oportunidad que nos da la bula del jubileo del Papa Francisco: Spes non confundit…La esperanza contra toda esperanza no defrauda», explica el catedrático.

«Primo Levi decía que el lager (el depósito donde se depositaba a los muertos) murió cuando unos judíos, al intuir con 'esperanza' que se acercaban los rusos a liberar los campos, y que antes de ayer se mataban entre ellos por un trozo de pan, decidieron compartir sus chuscos con otros más débiles y enfermos para que resistieran hasta la llegada de los aliados (extraído del libro de Shmuel Yosef Agnon, Racconti di Gerusalemme)», observa Barahona. Por eso, «la generosidad brota de la esperanza: ya llegan los rescatadores, y queda abatido el absurdo». «Rosenzweig, Levinas, Neher, encuentran la solución al absurdo en la 'generosidad ilimitada', hacia el prójimo. Pero esta solo es posible si se da la esperanza», prosigue el catedrático de Teología.

«Ahora bien, si una esperanza tan precaria descansa en la posibilidad de resistir al mal y al absurdo gracias a un chusco de pan, imaginemos qué tipo de esperanza no sería aquella en la que unos testigos nos asegurasen que un hombre ha vencido la muerte», señala Barahona. «La resurrección de Cristo transciende la filosofía, la ética, el compromiso o las expectativas de aliados de cualquier tipo. Obviamente aquí hay algo más que generosidad, que ética, que compromiso solidario. El amor en la dimensión de la cruz es lo que inaugura la esperanza contra toda esperanza en un mundo sombrío», concluye.

Fuente:

https://www.eldebate.com/religion/20250128/existe-auschwitz-no-puede-existir-dios-manido-argumento-ateo-tiene-replica_264608.html

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Primo Levi: Sobre Auschwitz

y la existencia de Dios


Posted on 12/04/2024 by David Galcerá

Recientemente se ha publicado en castellano un librito de Primo Levi titulado Si Auschwitz existe, Dios no existe. En realidad, esta es una frase pronunciada por el malogrado superviviente de Auschwitz en una entrevista con Fernando Camon, Conversazione con Primo Levi, poco antes de morir. En la reedición de la obra se añadió este subtítulo, “Si Auschwitz é, Dio no é”, que también se ha conservado en la traducción. Levi, en la entrevista realizada poco antes de morir, expresaba, casi como en un silogismo que, si existió Auschwitz, no podía existir Dios.

Primo Levi no había crecido en una familia estrictamente religiosa en el judaísmo, aunque hizo su ceremonia de Mitzvah. También tuvo contacto con la atmósfera valdense del Piamonte. Así, él mismo destaca las canciones que escuchaba por la radio; y en el relato “Oro”, de El sistema periódico, recuerda como otro judío, Silvio Ortona, cantaba canciones de sus amigos valdenses a Levi y otros amigos turinenses, los cuales, a su vez, las cantaban también con alegría. Se escondió en las montañas habitadas por aquellos en la etapa de militancia en la Resistencia en el grupo “Justicia y Libertad”. Y escribió para la revista, La luce, de los seguidores de Valdo, sobre sus experiencias concentracionarias.

Pero el superviviente de Auschwitz partía de un argumento similar al que ya formuló Epicuro. Si el mal existe, no puede existir un Dios compatible con los atributos como el de omnipotencia y el de bondad. Y, para Levi, como deja entrever en la entrevista, la idea de Dios no puede separarse de esos atributos. Primo Levi ejercía el pensamiento sobre este tema desde una posición agnóstica clásica, y ligaba el mal de Auschwitz con todas las atrocidades de la historia del hombre. Por ello, Levi, inaugura su antología de textos de otros autores, titulada La búsqueda de las raíces, con una selección de pasajes del libro de Job, porque “este libro encierra las preguntas de todos los tiempos,  cuyas respuestas el ser humano necesita para vivir, para entenderse a sí mismo y al mundo”.

En los debates filosóficos sobre el mal, hay dos momentos estelares en los que predominan dos formas de mal: el natural y el moral. El primero es el del terremoto de Lisboa de 1755, en el que murieron miles de personas, y que tuvo una enorme repercusión (sería lo que hoy catalogaríamos como “fenómeno global”); produjo toda una sacudida intelectual sobre el tema de la Providencia divina. Pensemos que estamos en plena Ilustración. Ante el desastre de Lisboa, Voltaire, en un poema escrito para dicha ocasión, abandona su fe deísta en la Providencia y afirma que no se puede admitir que el mal contribuye al bien general en la gran cadena del ser.

El ser humano europeo piensa entonces que, ya que no podemos controlar el mal natural, al menos en lo moral hemos de ser legisladores de nuestro destino. Esto es a lo que aspira una Ilustración como la de Kant, para quien el hombre ya ha llegado a su mayoría de edad. El objetivo es que sepamos crear un mundo con leyes morales que tengan la misma fuerza que la que tienen las leyes naturales en el mundo físico. Pero lo que trae a colación el segundo gran momento en la reflexión sobre el mal, Auschwitz, es el fin de ese sueño. Puede que sea difícil creer en un Dios que no se ha visto, como dicen los ateos, pero lo que ya no es sostenible, después de Auschwitz, es creer en el hombre a quien sí hemos visto con sus hechos. De hecho, Levi no se escuda en Dios para someter a juicio a quienes perpetraron Auschwitz.

Pero en lo que respeta a Dios, Levi rechazaba apelar a la Providencia. Le parecía que ello sería olvidar quienes no habían sido acogidos por ella. En Si esto es un hombre, contaba el autor que se indignó por la oración de Kuhn, quien agradecía a Dios el haber sido salvado y no haber sido seleccionado para morir; aunque, como él mismo Levi afirma, también él tuvo ese impulso de rogar a Dios en las mismas circunstancias. Y cuando los prisioneros fueron liberados, sintió que la Providencia estaba actuando.

Levi cuenta en la entrevista que un amigo le dijo que si había sobrevivido es porque había sido salvado para testimoniar de cuánto había sucedido. Era Nicolò Dallaporta, renombrado científico en Italia, quien le ayudó en su tesis doctoral, cuando el fascismo perseguía a los judíos. Este comentario indignó a Primo Levi. Dallaporta, en una entrevista, bastantes años después de muerto Primo Levi, comenta el sentido de su afirmación. Él, alguien criado en el catolicismo, aunque con derivas posteriores al hinduismo, creía en la bondad de Dios y que era el ser humano el responsable de lo que hacía con su libertad.  Pero Levi rechaza ese privilegio de ser escogido para testimoniar porque, aparte de considerar que eso es injusto (la salvación de unos y el hundimiento de otros), el superviviente no es el testigo verdadero, en el sentido de que no es un testigo completo, porque la historia de los supervivientes no es la verdadera historia del Lager. Los que se hundieron, los que no volvieron, son los únicos que pueden contar toda la historia de la destrucción que el nazismo ejerció sobre los cuerpos y las almas de sus víctimas.

Primo Levi establece la suerte, la Fortuna, no la Providencia, como uno de los caminos de salvación principales de quienes no han sido hundidos.  Aunque en esa categoría entran factores tan diversos como el saber alemán (lo que le permitió entrar a trabajar en el laboratorio del campo y ser eximido de condiciones más duras), el haber podido salvarse de las famosas marchas de la muerte en el derrumbe de los campos por haber contraído una enfermedad que lo dejó allí, la pura suerte de librarse de las selecciones para las cámaras de gas o tener un número de calzado que te permitiera no llagarte los pies y no ser considerado inútil para trabajar y ser liquidado. En definitiva, la categoría de los hundidos/salvados, que da título a su última gran obra, puede entenderse como afortunados/desafortunados. A diferencia de quienes, como Bruno  Bettelheim o Victor Frankl, pensaban que los que resistieron lo hicieron porque eran mejores moralmente, muchos sobrevivieron porque colaboraron con el enemigo, se embrutecieron, en lo que Levi denominó “zona gris”. Los mejores moralmente, en su mayoría, no volvieron. Y quienes sí lo hicieron, aunque no se hubieran manchado moralmente, muchas veces no podían quitarse de sus conciencias la  carga, injustificada, pero vivida como real, de que estaban viviendo en lugar de otros, porque en un mundo totalitario muchas veces la vida de unos es al precio de la muerte de otros: el único mendrugo de pan para uno es la muerte por hambre de otro.

El nazismo creó un mundo de dolor, en el que la vida y la muerte, incluso la condición moral, no podían ser regidas por ninguna ley, sólo por la arbitrariedad; un mundo en que la moral y la ética dependen de la suerte de la diosa Fortuna que reparte como quiere. En definitiva, hay un componente religioso pagano en el nazismo que es lo opuesto a un mundo con sentido y justicia. ¿Acaso no es esto también el capitalismo? Un sistema en que las víctimas no tienen a quien pedir responsabilidades, en que la injustica es explicada como mala suerte, como inadaptación, y en donde el bienestar de unos es el malestar de otros. Además, el capitalismo se presenta con carácter de dios con el que siempre estamos endeudados, real y metafóricamente. El nazismo es una deriva que, sin duda, tiene estrecha relación con este sistema económico explotador.


Hay que reconocer que es difícil responder satisfactoriamente a alguien que ha sufrido tanto. Levi parece entender la Providencia en términos de todo o nada, de todos salvados o todos condenados, como Ivan Karamazov en la novela de Dostoievski o Albert Camus en La peste. Es decir, si hay Providencia ha de intervenir en todo momento. En todo caso, acontecimientos como Auschwitz ponen en cuestión la simplicidad de muchas teodiceas que vuelven a tomar protagonismo hoy en día, como la del “bien mayor” respecto al mal, o la basada en la libertad del ser humano que es también un bien. El problema de las teodiceas es que parecen sugerir que el mal es necesario para tales bienes, de modo que el mal deja de ser mal y se convierte en un bien.

En los últimos años, ha surgido una tendencia (que considero positiva,  aunque hay muchos matices y posturas dentro de ella) que se llama anti-teodicea: el rechazo de esas explicaciones tradicionales para optar, en cambio, por una actitud de súplica a Dios y de lucha y esperanza por un mundo mejor, aunque no tengamos las respuestas a los porqués de muchos acontecimientos. Dentro de esos matices está la mirada a la resurrección como la única solución válida y como motivo propulsor de cambio ahora. Como señala Dan Cohn-Sherbok, especialista en el tema del pensamiento teológico tras Auschwitz, muchos judíos, incluso judíos en el sentido religioso, carecieron de lo único que abre esperanzas: la creencia en la resurrección, que la última palabra no esté escrita. Como decía Max Horkheimer, el filósofo de la Escuela de Frankfurt, esto es lo único que puede llenar el anhelo de justicia de las víctimas.

De hecho, para el superviviente italiano, quienes tenían una esperanza tendían a  afrontar mejor la vida en los campos. No por ser mejores moralmente, sino por la perspectiva futura puesta en sus mentes. Es cierto que aquí no sólo incluye a cristianos, sino también a quienes, como los comunistas, soñaban con un mundo mejor. Ambos grupos compartían el anhelo de un paraíso futuro; unos en la tierra y otros en el cielo. En el caso de los primeros, muchos descubrieron después que el paraíso que esperaban era un infierno, y que Auschwitz no acababa allí, sino que también había el Gulag o el capitalismo explotador como alternativa. Entre los segundos, muchos aprendieron a vivir con más realismo en lo que toca al ser humano y a entender que, a pesar de eso, había que colaborar con la Providencia para que los horrores del siglo XX no se volvieran a repetir.

Para terminar, y volviendo al título de la obra, hay que tener presente que el ateísmo de Primo Levi no va vinculado exclusivamente a su experiencia en Auschwitz. El mismo confirma su falta de interés por lo trascendente, aunque confiesa a veces que la naturaleza le despertaba ese sentido de algo que sobrepasa lo natural mismo. Pero días antes de morir, en lo que parece un suicidio, habló con un rabino, donde le expresaba su angustia y malestar. Y Primo Levi confesaba, en palabras añadidas al final de la entrevista, que seguía preguntándose por la existencia de Dios, aunque no encontraba respuesta a ese dilema. Sólo Dios sabe si lo resolvió.

Fuente:

https://www.lupaprotestante.com/primo-levi-sobre-auschwitz-y-la-existencia-de-dios-david-galcera/

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“Los dioses en los que creen quienes provocan las guerras, o son guerreros o bondadosos, pero unos y otros, los del más allá ni los de acá, han hecho nada por evitar los enfrentamientos fratricidas”

Víctor Arrogante 





Las 10 historias bíblicas más incómodas de las que nadie habla

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Las 10 historias bíblicas

más incómodas de las que nadie habla


Incómodas, extrañas y totalmente olvidadas: 10 historias bíblicas que nadie menciona.

Por Anas Ahamed M

Publicado hace 3 meses


Mucha gente piensa que la Biblia está llena de historias inspiradoras y conmovedoras de amor, fe y milagros. Sin embargo, si has pasado algún tiempo hojeando sus páginas, es posible que te hayas topado con algunas historias extrañas, extrañas y francamente incómodas que nadie parece mencionar en la escuela dominical. Así que, entremos y hablemos de 10 historias bíblicas que te harán pensar: "Espera, ¿qué?"

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1.

Las hijas de Lot lo emborrachan y... bueno, ya sabes


En Génesis 19, después de que Dios destruye Sodoma y Gomorra, Lot escapa con sus dos hijas para vivir en una cueva. ¿Qué sucede después? Bueno, sus hijas creen que son los últimos humanos en la Tierra y deciden que la única forma de "salvar a la humanidad" es tener hijos con su propio padre. Entonces, lo emborrachan y... ya saben el resto. La palabra "incómodo" ni siquiera comienza a describirlo.

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2.

Eliseo calvo y los osos mortales


Aquí hay una escena que probablemente no se incluyó en las parodias de la iglesia cuando eras niño. En 2 Reyes 2, el profeta Eliseo está caminando por el camino cuando algunos niños comienzan a burlarse de él por ser calvo. En lugar de restarle importancia, Eliseo maldice a los niños, y luego dos osos salen del bosque y atacan a 42 de ellos. Parece una reacción un poco exagerada para una burla en el patio de recreo, ¿verdad?

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3.

El problema de la retirada de Onán


En Génesis 38, hay un hombre llamado Onán que se supone que va a tener un hijo con la viuda de su hermano. Pero Onán no está muy interesado en la idea de tener un hijo que no será suyo, así que cuando llega el momento, se echa atrás. ¿Cuál es la respuesta de Dios? Mató directamente a Onán por no cumplir con su deber. ¡Qué presión por el rendimiento!

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4.

¿La lucha de Jacob con Dios?


Génesis 32 cuenta la historia de Jacob luchando toda la noche con un “hombre” que resulta ser Dios (o un ángel, depende de cómo lo leas). En primer lugar, ¿por qué Dios está luchando con alguien? Y en segundo lugar, ¿Cómo puede Jacob tener alguna posibilidad de ganar? No es como si esto fuera la WWE. Todo termina con Jacob dislocado de cadera y Dios le da un nuevo nombre, Israel, como premio. Una demostración extraña, pero está bien.

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5.

El regalo de bodas de Saúl de 100 prepucios


Esta es una verdadera joya de 1 Samuel 18. El rey Saúl le dice a David que si quiere casarse con su hija, Mical, necesita traer de vuelta 100 prepucios de los filisteos. Sí, has leído bien: 100 prepucios. David, siendo el gran triunfador que es, mata a 200 filisteos y trae de vuelta el doble de esa cantidad. Me encantaría ver la cara de Saúl cuando David apareciera con una bolsa llena de... eso.

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6.

El burro parlante de Balaam


En Números 22, hay una historia que podría haber salido directamente de Shrek. Un profeta llamado Balaam va montado en su burro, y el burro se detiene de repente, negándose a seguir adelante. ¿Por qué? Porque un ángel está bloqueando el camino. Pero en lugar de notar al ángel, Balaam golpea a su burro. El burro, harto, comienza a hablarle como: "Amigo, ¿por qué me estás pegando?" Así es, un burro que habla. Y Balaam simplemente le responde como si fuera un día normal en la oficina.

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7.

El Profeta que caga


En 1 Reyes 18, Elías protagoniza uno de los enfrentamientos más épicos de la Biblia, pero hay una parte de la historia que a menudo se pasa por alto. Cuando Elías se burla de los profetas de Baal porque su dios no responde, la frase hebrea que utiliza puede interpretarse como si dijera: "Tal vez su dios esté ocupado haciendo sus necesidades". Sí, Elías básicamente les dice que Baal probablemente esté en el baño. ¡Qué asco!

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8.

Toda la obsesión por los “incircuncisos”


La Biblia tiene una extraña obsesión con la circuncisión. En todas partes, la gente habla de quién está circuncidado y quién no. David, en 1 Samuel 17, incluso llama a Goliat “filisteo incircunciso”, como si fuera el peor insulto que se le ocurre. Es como la versión antigua de la charla basura, pero en lugar de los chistes de mamá, se trata de prepucios. ¿Te parece extraño?

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9.

La vez que Jesús mató una higuera


En Marcos 11, Jesús tiene hambre y se acerca a una higuera, pero descubre que no tiene higos (porque no era la temporada). Jesús, claramente hambriento, maldice el árbol, y este se seca y muere. Es como la reacción exagerada por haber sido privado de un refrigerio. Uno puede imaginarse a los discípulos allí de pie, como diciendo: “Eh, bueno, sigamos adelante…”

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10.

El apocalipsis zombi original


En Mateo 27, después de que Jesús muere, hay un detalle extraño que a menudo se pasa por alto. Dice que se abrieron las tumbas de muchas personas santas y que los muertos volvieron a la vida y entraron en la ciudad. ¿Te imaginas estar en Jerusalén y de repente un montón de gente muerta caminando por ahí? Es como una versión bíblica de The Walking Dead. Y luego... nunca más volvemos a saber de ello. Nadie habla de ello. Es como, "Ah sí, eso pasó. Sigamos adelante".


Antes de irte...

Así que, ahí lo tienen: 10 de las historias bíblicas más incómodas que a nadie le gusta mencionar en una conversación educada. Para un libro que se supone que está lleno de lecciones de vida, algunas de estas historias definitivamente son un poco extrañas. Ya sean personas atacadas por osos, extrañas peticiones de prepucio o hijas borrachas que intentan conquistar a su padre, la Biblia ciertamente tiene su cuota de momentos de "qué diablos?".

Si alguien te dice que la Biblia es aburrida, cuéntale una de estas historias. ¡Quizás lo piense dos veces antes de volver a hacer esa afirmación!


Traducido del original:

https://vocal.media/history/10-most-awkward-bible-stories-no-one-talks-about


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“Los dioses son cosas frágiles; pueden ser asesinados con un atisbo de Ciencia o una dosis de sentido común”

Chapman Cohen




El Actor Stephen Fry y sus declaraciones contra Dios

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El Actor Stephen Fry 

y sus declaraciones contra Dios


Stephen John Fry (Londres, Inglaterra, 24 de agosto de 1957) es un comediante, actor, director y escritor británico. Fue elegido por The Observer entre los cincuenta mejores cómicos de la historia, es conocido por su agudo cinismo, su peculiar estilo de humor típicamente británico, sus implicaciones políticas y su fanatismo por la tecnología digital.

Excelente actor que tiene en su curriculum obras como Wilde y V for Vendetta. Abiertamente Ateo y homosexual, nunca se guarda sus opiniones en ningún ámbito llegando a ser como mínimo controversiales o ampliamente polémicas y ofensivas para muchos.

Y de eso trata la presente publicación. Fry hizo una entrevista con el presentador Gay Byrne, del programa The Meaning of Life (El sentido de la vida), de la televisión pública irlandesa, RTE en 2015, y... las consecuencias de sus declaraciones sobre Dios, despertó inmediatamente respuesta por parte de la comunidad cristiana.

Veamos las declaraciones de Fry durante la entrevista:





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Stephen Fry llama a Dios un "maníaco malvado, caprichoso y monstruoso"


Un comediante lanza una diatriba en un programa de televisión irlandés cuando le preguntan qué le diría al Todopoderoso en las puertas del cielo


Henry McDonald

Domingo 1 de febrero de 2015

16.00 GMT


Stephen Fry ha denunciado a Dios como “completamente malvado, caprichoso y monstruoso”, si existiera.

El ataque del comediante a la noción de una deidad se escuchará en un programa de asuntos religiosos irlandeses el domingo por la noche.

Un breve clip de Fry en el programa de televisión The Meaning of Life del domingo de la RTE ya causó revuelo en Youtube con más de 2 millones de visitas incluso antes de su emisión.

En el breve clip, el veterano presentador de televisión irlandés Gay Byrne le pregunta a Fry qué le diría a Dios si muriera y tuviera que enfrentarse a él.

En su conversación imaginaria con Dios, Fry dice que le diría: "¿Cómo te atreves a crear un mundo en el que hay tanta miseria que no es culpa nuestra? No está bien.

Es absolutamente malvado. ¿Por qué debería respetar a un Dios caprichoso, mezquino y estúpido que crea un mundo tan lleno de injusticia y dolor?”

Presionado por Byrne sobre cómo reaccionaría si lo encerraran fuera de las puertas del paraíso, Fry dice: "Yo diría: '¿cáncer de huesos en niños? ¿De qué se trata?'

Porque el Dios que creó este universo, si es que fue creado por Dios, es claramente un maníaco, un maníaco absoluto. Totalmente egoísta. ¡Tenemos que pasarnos la vida de rodillas dándole las gracias! ¿Qué clase de dios haría eso?”

Sobre cómo explicar las maravillas del mundo, Fry luego lanza otro ataque contra el Dios creador que todo lo ve y todo lo sabe.

Sí, el mundo es muy espléndido, pero también tiene insectos cuyo ciclo de vida consiste en meterse en los ojos de los niños y dejarlos ciegos. Comen hacia afuera, desde los ojos. ¿Por qué? ¿Por qué nos hiciste eso? Fácilmente podrías haber creado una creación en la que eso no existiera. Simplemente no es aceptable.

Es perfectamente evidente que es un monstruo. Absolutamente monstruoso y no merece ningún respeto. En el momento en que lo destierren, la vida se vuelve más sencilla, más pura, más limpia, más digna de ser vivida, en mi opinión”.

Traducido del original:

https://www.theguardian.com/culture/2015/feb/01/stephen-fry-god-evil-maniac-irish-tv

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Stephen Fry, investigado por blasfemia:

“Dios es un maníaco y un egoísta total”


El actor inglés hizo estas declaraciones en la televisión pública irlandesa en 2015 y podría ser multado con 25.000 euros


Ep

07/05/2017 15:53

La Policía de Irlanda ha abierto una investigación contra el actor inglés Stephen Fry tras recibir una denuncia de un espectador que considera que las declaraciones que realizó en un programa de televisión suponen una blasfemia.

El actor fue interrogado en febrero de 2015 por qué le diría a Dios cuando llegara a las puertas del cielo. “¿Cómo te atreves a crear un mundo con tanta miseria? ¿Es culpa nuestra? No está bien. Es muy, muy malvado. ¿Por qué debo respetar a un dios caprichoso, mezquino y estúpido que crea un mundo tan lleno de injusticia y dolor?”, respondió.

Las declaraciones corresponden a una entrevista con el presentador Gay Byrne, del programa The Meaning of Life (El sentido de la vida), de la televisión pública irlandesa, RTE. En la misma, Fry continuó su argumento recordando a los dioses griegos “que no se presentaban como el ojo que todo lo ve, omniscientes, todo benevolencia”. “El dios que creó este universo, si fue creado por dios, es evidente que era un maníaco, un maníaco absoluto y un egoísta total”, apostilló.

Estas declaraciones podrían suponer un delito según la Ley de Difamación irlandesa, pero según la información del periódico ‘Irish Independent’, desde que se aprobó la norma, en 2009, no se conoce ningún caso de juicio por blasfemia y fuentes judiciales apuntan que es “altamente improbable” que se impute formalmente a Fry.


No creo que mencionase a ninguna religión en particular y no era mi intención hacerlo”

Stephen Fry


Poco después de la emisión, una de las personas que vieron el programa presentó una denuncia en la localidad de Ennis. El denunciante explicó que él, personalmente, no se había sentido ofendido, pero cree que las palabras de Fry suponen un delito de blasfemia tipificado y que conlleva una multa de 25.000 euros. La ley especifica que supone un delito publicar “material que sea fehacientemente ofensivo o insultante en relación con cuestiones sagradas para cualquier religión y causen así la indignación entre una parte sustancial de fieles de dicha religión”.

La norma fue aprobada por el Gobierno con el argumento de que la Constitución irlandesa de 1937 solo protege a los cristianos. Ni Fry ni su entorno han reaccionado por el momento, pero tras la polémica generada, fue interrogado en 2015 en la BBC por estas declaraciones. Entonces se declaró “absolutamente atónito” por la reacción. “No creo que mencionase a ninguna religión en particular y no era mi intención hacerlo. De hecho sé que no dije nada ofensivo contra ninguna religión en particular”, apuntó.

Fuente:

https://www.lavanguardia.com/gente/20170507/422369940253/stephen-fry-blasfemia-dios.html

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Veamos ahora las declaraciones de los cristianos frente a la dura critica de Fry con respecto a Dios.

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Por qué la queja de Stephen Fry contra Dios

no es convincente (si eres cristiano)


John Dickson

Posted 17 Feb 2015

Cuando el presentador de El sentido de la vida, Gay Byrne, le preguntó a Stephen Fry qué le diría a Dios si se encontrara ante las Puertas del Cielo, su respuesta fue breve y contundente: "Cáncer de huesos en niños: ¿de qué se trata?". Fry procedió entonces a lanzarse a una poderosa descripción de lo "malvado" y "estúpido" que es Dios al permitir un sufrimiento que no hemos provocado nosotros mismos.

El fragmento de un minuto de duración se volvió viral rápidamente, y con razón. Después de todo, Fry estaba expresando los sentimientos de muchas personas, incluidas las de quienes se quejan de lo mismo en las páginas de la Biblia.

Pero a veces siento que los ateos como Stephen Fry tal vez podrían hacer más para ver las cosas desde el punto de vista de un creyente. Si bien el problema del mal sigue inquietando y desconcertando a la mayoría de las personas reflexivas, incluidos los cristianos, hay razones por las que no puede tener éxito como argumento lógico contra la existencia o la bondad de Dios.

La conclusión de Fry puede estar justificada desde el punto de vista de los ateos, pero es ilógica desde el punto de vista de los cristianos. Por eso, quiero invitar a mis amigos ateos a que se unan a mí en un experimento mental. Quiero pedirles que intenten seguir el razonamiento de un creyente cristiano.

A lo largo de la historia, los creyentes religiosos de todo tipo han observado el mundo y se han convencido de que debe haber una Mente Poderosa detrás de la existencia, que, por definición, no puede ser parte de la creación ni del curso del tiempo. Independientemente de que esa Mente sea buena o mala, a la gran mayoría de las personas les parece claro que ese Ser existe.

Por supuesto, los ateos no están convencidos de esto, pero tienen que reconocer que hay personas igualmente reflexivas que lo encuentran convincente. Sin embargo, por el bien del experimento mental, les pediría a los ateos que sigan siguiendo la lógica, de la siguiente manera.

Si observamos el mundo, vemos que hay un problema de belleza y un problema de dolor. Quizá percibamos más el dolor, pero la belleza, el orden, la dicha y el placer forman parte de la existencia humana tanto como el mal y el dolor (y posiblemente más). Los antiguos griegos (y los antiguos védicos) tenían una solución a este doble problema de belleza y dolor: los dioses son caprichosos e impredecibles; a veces son buenos con nosotros, a veces no. Los antiguos griegos responderían a la queja de Fry: "Claro, los dioses a veces son malos, ¿y qué?". Hay cierta lógica en eso.

Por supuesto, los grandes filósofos griegos, como Aristóteles, siguieron un camino diferente, insistiendo en que, independientemente de lo que hagan los dioses, el Bien atrae todas las cosas -en mayor o menor grado- hacia sí. Aun así, mi punto es: si te encuentras atrapado en la convicción intelectual de que debe haber una Mente Poderosa, te confundirás tanto con la belleza como con el dolor, incapaz de aceptar el universo de fuerzas físicas ciegas y replicación genética de Dawkins.

La tradición judeocristiana sigue una ruta intelectual particular debido a una lectura particular de evidencias particulares. El teísmo bíblico encuentra razones poderosas para creer que Dios es fundamentalmente bueno y amoroso. Esto se amplifica en un grado extraordinario en la tradición cristiana, donde Dios se ha mostrado en persona y ha experimentado injusticia y daño a favor de sus amadas criaturas. La cruz lo cambia todo, si se cree en ella.

Una vez más, los ateos reflexivos deben soportar esto un poco más. No deben apresurarse a recurrir a las típicas "salidas" ateas: Jesús no vivió, Jesús no es Dios, etc. Eso sería abandonar el experimento mental y negarse a aprender por qué, desde el punto de vista cristiano, la conclusión de Stephen Fry no es razonable.

Un ateo intelectualmente comprensivo debe admitir que los cristianos reflexivos sienten genuinamente que tienen buenas razones para creer en el Dios revelado en la historia de Israel y en la historia de Jesucristo, de la misma manera que los cristianos comprensivos deben aceptar que los ateos sienten que están justificados al pensar que vivimos en un universo de fuerzas físicas ciegas. Mi línea de razonamiento no es un argumento a favor del cristianismo per se , sino un intento de ayudar a los ateos a ver por qué su razonamiento les parece coherente a ellos pero no a los cristianos.

¿Cómo afrontan los cristianos, intelectualmente, el mal y el sufrimiento del mundo? Las ideas de la “caída” de la humanidad y de la “caída” de la creación son importantes, pero creo que sólo serán parcialmente satisfactorias como explicación del mal y del sufrimiento. Siempre está la pregunta: ¿no podría Dios haberlo hecho de otra manera? A lo que la respuesta es: probablemente .

Pero aquí llegamos al meollo del asunto. Dado que los cristianos están convencidos -por otros motivos- de que Dios es todo amor, además de ser todopoderoso y omnisciente, es mucho más lógico que concluyan que las razones de Dios para permitir el mal son, en efecto, amorosas y , lo que es más, que es capaz de lograr sus objetivos y , lo que es más, que no debería sorprendernos que seres limitados no sean capaces de imaginar las razones divinas. El ateo podría descartar esto como el cliché de que "los caminos de Dios son misteriosos", pero seguramente es simplemente una lógica genial: Dios es omnisciente y nosotros no, por lo que hay una obvia brecha de conocimiento que reconocer.

El párrafo anterior comienza a explicar por qué el mal y el sufrimiento no pueden utilizarse como prueba lógica contra el Dios cristiano. Solo se podría utilizar el sufrimiento como prueba contra un Dios omnisciente, todopoderoso y amoroso si se pudiera demostrar primero que un ser así no podría tener una gran razón para permitir que el sufrimiento continúe. No sirve de nada insistir en que los cristianos deben proporcionar las razones. Lógicamente, no lo hacen. Solo necesitan señalar que un ser así podría tener una razón, coherente con su amor y sabiduría.

Los ateos son los que argumentan contra Dios basándose en el sufrimiento. Deben proporcionar la demostración de que esas hipotéticas razones amorosas para permitir el sufrimiento no existen. Los ateos, por supuesto, no pueden proporcionar esa demostración, por lo que un argumento que parta de la existencia del sufrimiento para afirmar la no existencia de Dios no es intelectualmente sólido, aunque conserve fuerza emocional en vista de nuestra incapacidad para imaginar cuáles podrían ser las razones de Dios para tomar el camino que ha tomado.

Por cierto, quizá sea debido a esta brecha entre nuestras capacidades imaginativas y el razonamiento de Dios que la tradición bíblica nos permite –incluso nos invita– a clamarle: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mis gemidos?».

Mi punto central es que, según las convicciones cristianas, es completamente lógico mirar el sufrimiento del mundo en toda su miserable variedad y concluir que Dios debe tener muy buenas razones para elegir este camino y, además, que su resolución prometida debe ser increíblemente asombrosa para compensar la medida de fealdad que empaña la belleza y el orden de la existencia.

La cruz y la resurrección son garantías de ambas cosas. La cruz nos dice que el amor oblativo de Dios por sus criaturas es lo primordial y, por tanto, sus razones para permitir el sufrimiento humano deben estar dentro de los planes de ese amor oblativo. La resurrección es la promesa de Dios de insuflar nueva vida donde hay muerte, de restaurar todas las cosas a un resultado justo y completo, para satisfacción de todos.

(Por cierto, no es necesario postular aquí algún tipo de universalismo. El universalismo, la idea de que todos serán salvados al final, es un escenario imaginario que ayuda a algunos cristianos a tener una sensación de resolución. Creo que choca con demasiados textos bíblicos para ser válido, pero sí nos recuerda una cosa: si las mentes humanas pueden idear un escenario semi-satisfactorio como el universalismo, la propia resolución de Dios debe ser infinitamente mejor, incluso si no implica la salvación de todos.)

Entiendo que los ateos no se tragarán nada de esto, pero para mis propósitos eso no importa. Como digo, estoy pidiendo a los escépticos que simplemente hagan un experimento mental. Si pueden imaginarse que tienen convicciones cristianas, podrán ver por qué simplemente no es lógico que el creyente siga a Stephen Fry al argumentar que Dios no existe o que es malvado. La única conclusión lógica de la existencia de la miseria es que Dios debe tener propósitos amorosos en mente, que sólo él es capaz de lograr, que sólo él conoce. Esta es la única línea de pensamiento racional para quienes están convencidos de que existe un Dios todopoderoso, todo amoroso y omnisciente.

Se podría argumentar que el mal y el sufrimiento de la historia pesan más que cualquier prueba del amor de Dios en la muerte de Cristo, y puedo entender por qué la gente podría pensar esto. Pero incluso si pudiéramos demostrar de alguna manera que esto es matemáticamente cierto -que todo el sufrimiento de las criaturas es "más pesado" que el sufrimiento experimentado por el Creador- la exhibición extravagante e innecesaria del amor divino en la cruz proporciona una garantía suficiente para confiar en Dios para todo lo demás.

Como he dicho, no es ilógico sugerir que un Dios todopoderoso, omnisciente y amoroso podría hipotéticamente tener un propósito grandioso y amoroso para permitir el sufrimiento. En la cruz (cualquiera que sea su peso relativo de sufrimiento) esta posibilidad teórica se hace concreta. La muerte injusta y sangrienta de Dios por el bien de su creación parece una buena razón para confiar en las intenciones de este Dios hacia el mundo, pase lo que pase.

Por último, permítanme reiterar que no estoy tratando de demostrar la veracidad del cristianismo. Sólo estoy pidiendo a los escépticos que reflexionen sobre por qué sus argumentos no parecen tan poderosos para los cristianos como lo son para los ateos. Las convicciones cristianas sobre la naturaleza y la historia de Dios excluyen lógicamente la conclusión a la que llega Stephen Fry y exigen lógicamente que se confíe en las buenas intenciones de Dios.

Ciertamente, puedo entender por qué los ateos llegan a esa conclusión. Su suposición –de que Dios no ha demostrado sus intenciones amorosas en Cristo– les deja poco espacio intelectual para reflexionar en algo que no sea “Dios es malo” o “Dios no existe”. En ese sentido, he intentado la forma atea del experimento mental. Sólo espero que los ateos me devuelvan el favor y reconozcan que, según las suposiciones cristianas, el sufrimiento sigue siendo emocionalmente inquietante, pero no intelectualmente paralizante.


John Dickson es autor e historiador especializado en la historia judía y cristiana temprana. Es director del Centro para el Cristianismo Público y miembro honorario del Departamento de Historia Antigua de la Universidad Macquarie.

Traducido del original:

https://www.abc.net.au/religion/why-stephen-frys-complaint-against-god-is-unconvincing---if-your/10098602

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Sobre el sufrimiento y Dios:

una respuesta a Stephen Fry


Un “floreciente interés” en la cosmología proporciona a la hermana del Buen Samaritano Patty Fawkner una “visión” diferente sobre el sufrimiento y el mal, así como nuevos conocimientos sobre el misterio de Dios y nuestro lugar en el universo.

Octubre de 2015

Por Patty Fawkner SGS

El comediante, actor y escritor británico Stephen Fry tiene un gran intelecto, sin duda. Su inteligencia, ingenio y vida extraordinaria quedaron claramente demostrados durante una entrevista emitida recientemente en el programa Compass de la cadena ABC.

Cuando se le preguntó qué le diría a Dios si llegara a las puertas del paraíso, Fry, un ateo declarado, no dudó ni un segundo: “Les digo: ‘¿Cáncer de huesos en niños? ¿De qué se trata? ¿Cómo se atreven? ¿Cómo se atreven a crear un mundo en el que hay tanta miseria que no es culpa nuestra?’”.

Continuó: “¿Por qué debería respetar a un Dios caprichoso, mezquino y estúpido que crea un mundo tan lleno de injusticia y dolor?”

Como muchos otros, el ateísmo y la indignación de Fry se basan en la teodicea, el problema del mal. ¿Cómo puede un Dios todopoderoso permitir que le sucedan cosas malas a gente buena? La pregunta es tan antigua como la humanidad y cualquier respuesta satisfactoria, dada la escala del mal y el sufrimiento en nuestro mundo, resulta implacablemente inadecuada y elusiva.

No me proporciona respuestas claras, ni mucho menos. Pero un creciente interés por la cosmología, el estudio del origen y la evolución del universo, me proporciona una "perspectiva" diferente sobre el sufrimiento y el mal, así como nuevas perspectivas sobre el misterio de Dios y nuestro lugar en el universo.

Desde hace algún tiempo, una nueva oleada de académicos ha estado explorando la relación entre la religión y la ciencia. Autores como Thomas Berry, Brian Swimme, Elizabeth Johnson, Sally McFague, Judy Cannato, John F. Haught, Ilia Delio y el propio australiano Denis Edwards están sondeando el misterio de Dios con ideas extraídas de la historia del universo. Encuentro sus escritos emocionantes y evocadores, estimulantes y reconfortantes.

Estos escritores toman en serio la advertencia que hizo Tomás de Aquino hace 700 años: “Si nos equivocamos con la creación, nos equivocamos con Dios”.

Sabemos que nos hemos equivocado en muchas cosas sobre la creación. El mundo no se creó en siete días, el sol no gira alrededor de la Tierra y los primeros humanos no vivieron en un paraíso de Oriente Medio.

Elizabeth Johnson dice que la cosmología medieval, influenciada por una lectura literal del libro del Génesis, veía el mundo como estático e inmutable, ordenado jerárquicamente y centrado en la humanidad.

En siglos posteriores, Isaac Newton y sus colegas de la Ilustración creyeron que las leyes universales del movimiento gobernaban el universo, dando como resultado un universo "ordenado y agradable" que era determinado y explicable.

Siguiendo los pasos de Charles Darwin y Albert Einstein, e informada por la maravillosa exploración de los confines del universo realizada por el telescopio Hubble, la ciencia contemporánea, dice Johnson, ve un mundo muy diferente, uno que es “sorprendentemente dinámico, orgánico, autoorganizado, indeterminado, azaroso, ilimitado y abierto al misterio de la realidad”.

Los científicos nos dicen ahora que el universo empezó a existir con una inflación cósmica inicial o "Big Bang" hace unos 13.700 millones de años. Desde entonces ha estado expandiéndose y evolucionando dinámicamente. La vida en la Tierra en forma de organismos unicelulares simples comenzó hace unos 3.700 millones de años y los humanos modernos surgieron, no del Edén, sino de una sabana africana hace unos 180.000 años, un acontecimiento relativamente reciente en términos cósmicos.

La muerte y la destrucción han estado ahí desde el principio, forjando una creatividad cada vez mayor y una mayor complejidad. Todos los elementos de nuestro mundo, incluido el hierro de nuestra sangre y el calcio de nuestros huesos, se crearon en violentas explosiones nucleares estelares. Toda la vida surgió debido a la muerte de una estrella.

La muerte y el sufrimiento son intrínsecos a la vida y a la evolución. Los mamíferos (y por tanto los humanos) pudieron prosperar principalmente gracias a la extinción masiva de los dinosaurios, probablemente causada por un enorme asteroide que impactó en el planeta Tierra hace unos 65 millones de años. La evolución solo se produce a través de la muerte y el sufrimiento. Sin muerte no hay nueva vida.

La teología de muchas personas de fe no ha seguido el ritmo de su cosmología. En una mentalidad medieval, Dios es visto como el relojero divino, que da cuerda mecánicamente al reloj de la creación en el amanecer de los tiempos y luego, una vez completada la tarea, se retira a contemplar su creación.

Un Dios así interviene entonces de manera arbitraria y milagrosa provocando un terremoto aquí, una inundación allá, enfermedades en otro lugar. ¡Este Dios también podría, por supuesto, enviar un hermoso día para el picnic parroquial por el que los creyentes habían orado fervientemente!

Sin duda, se trata de un estereotipo, pero la creencia en un Dios desinteresado y caprichoso que otorga bendiciones y maldiciones a la humanidad, un Dios que no respeta las leyes de la naturaleza, sigue estando presente en la psique humana, al igual que la creencia de que Dios envía el sufrimiento para ponernos a prueba o castigarnos.

El Dios de Stephen Fry no es el Dios que nos reveló Jesucristo. El Dios de Jesús es un Dios íntimo, compasivo, perdonador y cariñoso que sueña con una “vida en plenitud” para todos (Juan 10:10), especialmente para los perdidos, los más pequeños y los últimos.

Jesús abraza y sana a quienes están desconcertados por el sufrimiento: a los pobres y desamparados, a los abandonados y juzgados injustamente, a los afligidos y quebrantados. Cuando vemos cómo ama Jesús, vemos cómo ama Dios.

Curiosamente, Jesús no explica el sufrimiento ni le da sentido, pero tampoco lo elude. “En la cruz de Jesús”, dice Denis Edwards , “Dios entra en el sufrimiento de un mundo que sufre y lo abraza”.

La comunión con Dios no protegió a Jesús del sufrimiento. Entró de lleno en la fragilidad de la experiencia humana para que naciera algo nuevo. El modelo de vida, muerte y resurrección de Jesús repite el antiguo modelo de la vida cósmica. La muerte no es el fin, sino un proceso de transformación que da paso a una nueva vida. Así como la estrella muere dando lugar a una vida nueva, más compleja y hermosa, así también Jesús se hace hombre, muere y resucita.

En la resurrección del crucificado”, dice Edwards, “los cristianos ven una promesa inquebrantable de Dios de que Él traerá a toda la creación a una nueva vida”. Dios en Jesús, y también en nosotros, dice el escritor espiritual Iain Matthew , “puede convertir el dolor, donde tiene que haberlo, de la agonía a los dolores del parto”. “Dios enjugará toda lágrima. Ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor” (Apocalipsis 21:4).

Jesús nunca trivializa el sufrimiento, y tampoco deberíamos hacerlo sus seguidores. En un intento de ofrecer consuelo, escuchamos frases hechas: esta prueba es la voluntad de Dios; este sufrimiento te hará más fuerte; Dios pone a prueba a quienes ama; Dios nunca nos envía más de lo que podemos soportar. O se nos anima a "ofrecerlo" con la esperanza de una recompensa celestial.

Incluso cuando reconocemos que el dolor y la muerte son elementos del proceso evolutivo de la vida, aún nos quedamos perplejos ante la pregunta: ¿por qué Dios crea de esta manera? Denis Edwards nos dice que “la teología no tiene ningún tipo de respuesta completa y racional sobre por qué Dios creó de una manera evolutiva y emergente. Nuestra pregunta se encuentra ante un Dios de misterio incomprensible”.

No puedo sondear el misterio de Dios ni el misterio del mal y del sufrimiento. Sí, creo que Dios es un misterio incomprensible, pero Dios es Misterio Gracioso.

Me reconforta la cosmología contemporánea que me dice que la energía dinámica es el latido del universo, y me tranquiliza mi fe cristiana que me dice que esta energía es divina y es amor.

Dios es amor. Dios crea el universo por amor y Dios se entrega amorosamente a esta creación en Jesús. “Si la mirada de Dios sostiene el mundo en su ser”, nos asegura Iain Matthew, “lo sostiene todo en su ser, incluido su dolor”.

¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? No es por culpa de un Dios caprichoso, manipulador y desinteresado, ni tampoco es, como nos sentimos tentados a pensar, un castigo por nuestras propias malas acciones o las de los demás.

Dios no causa el sufrimiento, sino que éste está entretejido en el ser mismo del cosmos. La verdadera pregunta no es por qué el sufrimiento, sino dónde está Dios en el sufrimiento. Un Dios amoroso no desea, no podría desear, nuestro sufrimiento. Más bien, dice Jürgen Moltmann , en consonancia con muchos teólogos contemporáneos, Dios sufre con nosotros.

Stephen Fry tiene razón al rechazar a su “Dios caprichoso, mezquino y estúpido” que crea un mundo repleto de sufrimiento, injusticia y dolor insoportable. Yo también rechazo a este Dios, porque este Dios no existe.


La hermana Patty Fawkner es una ex líder congregacional de las Hermanas del Buen Samaritano. Es educadora de adultos, escritora y facilitadora con títulos universitarios formales en artes, educación, teología y espiritualidad. A Patty le interesa explorar qué sabiduría tiene la tradición cristiana para los problemas contemporáneos. Tiene un interés permanente en las cuestiones de justicia y espiritualidad.

Traducido del original:

https://www.goodsams.org.au/article/on-suffering-and-god-a-response-to-stephen-fry/

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Stephen Fry y Dios


Stephen Fry ha causado un gran revuelo con sus comentarios a Gay Byrne sobre el tipo de dios en el que no cree. Como es su costumbre, Fry no se contuvo:


Por Ian Paul

¿Cómo te atreves? ¿Cómo te atreves a crear un mundo en el que hay tanta miseria que no es culpa nuestra? No está bien, es absolutamente malvado. ¿Por qué debería respetar a un Dios caprichoso, mezquino y estúpido que crea un mundo tan lleno de injusticia y dolor? Eso es lo que yo diría.

Ahora bien, si yo muriera y fuera Plutón, Hades, y si fueran los 12 dioses griegos, entonces tendría más trato con ello, porque los griegos no pretendían no ser humanos en sus apetitos, en su capricho y en su irracionalidad… no se presentaban como omniscientes, omniscientes, omniamantes, omnibeneficiosos, porque el dios que creó este universo, si fue creado por dios, es claramente un maníaco… un maníaco absoluto, totalmente egoísta.

¿Tenemos que pasarnos la vida de rodillas dándole gracias? ¿Qué clase de dios haría eso?

Antes de entrar en materia, hay algunas cosas que vale la pena señalar sobre esta comunicación. En primer lugar, es curioso que Byrne se sorprenda por este "arrebato" o que Fry se sorprenda por la respuesta. Los comentarios de Fry son justo lo que uno esperaría si hubiera investigado bien y cuando llama al dios en el que muchas personas dicen creer "caprichoso, mezquino, estúpido... un completo maníaco, totalmente egoísta", tendría que estar viviendo en otro planeta para imaginar que esto no causará algún tipo de revuelo.

Pero lo segundo que vale la pena señalar es que los comentarios de Fry están expresados ​​en términos altamente emotivos. Fry cita a Bertrand Russell como uno de sus antecesores racionales en esta tradición atea, y un buen número de ateos han recibido sus comentarios como una especie de argumento lógico contundente al que la religión no tiene respuesta. Cuando estaba discutiendo esto en la radio local con un humanista, su principal comentario fue: "Me alegra que la gente esté haciendo preguntas; eso es lo que quiero que la gente haga". Curiosamente, no muchos están haciendo preguntas sobre los propios comentarios de Fry, por una buena razón: su estilo no invita al cuestionamiento. Resulta, por ejemplo, que el gusano que excava en los globos oculares que menciona en realidad no existe. Antes en el programa, Fry había mencionado que robó una chaqueta cuando era adolescente y vivió la vida a lo grande durante tres meses gracias a las tarjetas de crédito que había encontrado en el bolsillo.

"Él dio como respuesta cómo se salió con la suya durante tres meses, en parte porque es un tipo muy grande, y en segundo lugar dijo, 'porque tenía un aura de autoridad al respecto'", dijo Gay.

"Tenía una voz muy propia de la alta sociedad británica. Decía: 'Cuando hago una declaración, se mantiene así y serías una persona muy valiente si me enfrentaras'".

La popularidad del enfoque de Fry radica en que es emotivo y cierra preguntas, en lugar de ser racional y abrir preguntas, lo cual es un tanto irónico.

El escepticismo es fácil... ofrecer una defensa reflexiva sobre cualquier tema requiere mucho más trabajo.

En tercer lugar, debemos recordar que el escepticismo es fácil, por eso muchos comediantes de stand-up abordan el escepticismo y el cinismo en sus materiales. Ser crítico de algo suele ser rápido y fácil; ofrecer una defensa reflexiva sobre cualquier tema requiere mucho más trabajo, y generalmente depende del tipo de paciencia y confianza dentro de la conversación, que es difícil de establecer en cualquier medio de difusión.

En cuanto a la esencia de la objeción de Fry, hay varias cosas interrelacionadas que decir. En primer lugar, tenemos que admitir que no hay una respuesta filosófica rápida y fácil al problema del sufrimiento. Esto se aplica tanto a los comentarios de Fry como a los argumentos cristianos estándar. Fry no ofrece una solución al problema del sufrimiento; cuando se elimina a Dios, no se elimina el problema del dolor. En efecto, está diciendo : "No hay solución, así que sigamos adelante". Como responde David Robertson:

Si eliminamos a Dios de la ecuación, aún tenemos sufrimiento, dolor y aparente falta de sentido. La evolución nos sigue proporcionando el gusano que se mete en los ojos de los niños. ¿Cuál es su respuesta y solución, aparte de aguantar y ver?”

Por otra parte, algunas de las respuestas cristianas clásicas tampoco son suficientes. La versión popular de la clásica "defensa del libre albedrío" dice que un mundo sufriente es una consecuencia necesaria de que Dios haya dado a la humanidad el libre albedrío. Esto ofrece una respuesta al comentario de Fry de que Dios "podría fácilmente" haber creado un mundo sin sufrimiento; parece tan fácil como hacer un círculo cuadrado. Pero una respuesta obvia a la defensa del libre albedrío es: bueno, ¿realmente valió la pena? ¿Acaso mi dignidad humana vale realmente la pena para darle a alguien la capacidad de torturar a otro ser humano y quemarlo vivo, por no hablar del sufrimiento causado por los desastres naturales? Además, cuando alguien está sufriendo, lo último que necesita es una defensa filosófica de Dios.

Un dios que no comparte el sufrimiento del mundo no es un dios en el que valga la pena creer.

Esto se relaciona con el segundo tema principal: el dios que describe Fry no es el Dios en el que la mayoría de los cristianos creen. Este Dios no se mantiene apartado de un mundo que sufre, ni el mundo es como Dios quiso que fuera. No es tan sencillo como decir que el pecado humano causa tsunamis, pero la Escritura es clara en que el pecado humano destruye las relaciones en el matrimonio ( Génesis 3 ), en las familias ( Génesis 4 ) y en toda la sociedad ( Génesis 8-11 ). Daña la tierra ( Oseas 4:3 ), y en algún sentido misterioso toda la creación está "en esclavitud a la corrupción" ( Romanos 8:21 ). Y la respuesta de Dios a esto es una de justicia y compasión, hasta el punto de intervenir en este mundo atribulado. Un dios que no comparte el sufrimiento del mundo no es un dios en el que valga la pena creer.

Es sorprendente que este Dios permita, e incluso aliente, el cuestionamiento. Las protestas humanas contra Dios ocupan gran parte de los Salmos y la totalidad del libro de Job. Y, contrariamente a la afirmación de Fry, a Dios no le interesa que la gente se humille en gratitud ante su poder incuestionable. En el Salmo 95, el poder de Dios evoca celebración, no humillación, y la reverencia en adoración es una respuesta a su tierno cuidado, no a su omnipotencia.

En tercer lugar, si no hay Dios, ¿de dónde saca Fry su sentido de la justicia y la injusticia? ¿Sobre qué base juzga que las cosas son “malas”, lo cual es una categoría moral, no racional? La primera experiencia del evangelista Michael Green en las misiones universitarias fue en la London School of Economics –un semillero del liberalismo de izquierdas– en los años 60. Saltó al escenario frente a un grupo de ateos escépticos y gritó: “¿Por qué se rebelan?”. Estaba preguntando de dónde provenía su sentido del bien y del mal y de la injusticia, si no de Dios. “Dios ha dejado sus huellas en el corazón de la humanidad” (ver Eclesiastés 3:11 ).

Una posición mucho más consistente para un ateo es la expuesta por Richard Dawkins :

En un universo de electrones y genes egoístas, fuerzas físicas ciegas y replicación genética, algunas personas van a sufrir daño, otras van a tener suerte, y no encontrarán en ello ninguna lógica ni justicia. El universo que observamos tiene precisamente las propiedades que deberíamos esperar si, en el fondo, no hay diseño, ningún propósito, ningún mal, ningún bien, nada más que una indiferencia despiadada.”

Esta es una posición mucho más coherente, pero sospecho que Fry es muy consciente de que no es muy atractiva y no parece una buena estrategia de relaciones públicas. Tampoco responde realmente a la pregunta que plantea; en cambio, declara que la pregunta en sí carece de sentido. En ese sentido, las preguntas que plantea Fry en realidad se acercan a cuestiones de fe, no de incredulidad.

Esto nos lleva a una pregunta relacionada: ¿dónde encuentra Fry esperanza de que se ponga fin al sufrimiento , o de que haya algún sentido de justicia y responsabilidad? ¿Serán juzgados alguna vez quienes quemaron vivo a un piloto jordano? O (lo que es más pertinente para un ateo) ¿se enfrentarán alguna vez ante la justicia los responsables de que Stalin matara a 20 millones de personas? Puede ser que sugerir que hay un dios que ve todo esto y que hará que la gente rinda cuentas en un juicio sea una respuesta inadecuada, pero empieza a parecer la opción menos mala cuando la alternativa es que no hay nadie que vea y que nunca se hará justicia.

La visión cristiana del mundo es que un día se acabará el sufrimiento y se rendirán cuentas por toda la injusticia y la opresión; que, mediante el sufrimiento que Dios entrega, el mal llegará a su fin de alguna manera misteriosa. Esto puede descartarse como una ilusión, y debo dejar claro que no lo creo porque sería bueno, sino porque creo que es verdad.

Para los ateos es un verdadero desafío ofrecer una alternativa creíble y esperanzadora. Está muy bien decirles a los londinenses ricos que “dejen de preocuparse y disfruten de la vida”, pero eso no tiene mucha aceptación entre la gran mayoría de la humanidad, que tiene mucho de qué preocuparse y muchos menos recursos con los que disfrutar de la vida.

Si Dios creara un mundo sin sufrimiento, ¿cómo sería?

La última pregunta que plantea Fry es la de la acción humana. Si Dios creara un mundo sin sufrimiento, ¿cómo sería? ¿Qué tipo de intervención haría Dios para evitarlo? Los tsunamis y los terremotos son una cosa, pero ¿qué tipo de acción humana evitaría Dios? Estoy seguro de que nos alegraría ver el fin de la guerra, el asesinato, la violación y el abuso. Pero ¿qué pasa con la rivalidad y los celos, que tan a menudo han inhibido el desarrollo científico? ¿Qué pasa con la falta de cooperación y de intercambio de información que podría traer un alivio real al sufrimiento humano? ¿Qué pasa con la desigualdad financiera, que es quizás la mayor amenaza para el bienestar global? El patrimonio neto de Stephen Fry se ha estimado en alrededor de 20 millones de libras esterlinas , aunque cualquiera con un patrimonio neto de 500.000 libras esterlinas pertenece al 1% más rico del mundo, que posee la mitad de los activos de capital del mundo . Más allá de todo eso, ¿qué haría este Dios omnipotente con la absoluta indiferencia de la mayoría de la humanidad ante el sufrimiento de los demás? Para muchos de nosotros, la falta de acción de Dios (por el momento) parece una misericordia: una oportunidad para “redimir nuestras vidas”.

Estas preguntas tienen una conexión con la defensa del libre albedrío, pero tienen una resonancia más clara con la cuestión de la responsabilidad humana. Como dijo una vez John Goldingay :

El problema de la teodicea no es la justificación de un Dios santo frente a la humanidad sufriente, sino la justificación de la humanidad pecadora frente a un Dios santo.

Fry afirma que “en el momento en que se destierra a Dios, la vida se vuelve más sencilla, más pura, más limpia” . El testimonio de la historia difícilmente apoya tal afirmación.

En la misma semana en que Stephen Fry despotricaba contra los gusanos que causaban sufrimiento, se anunció que otra aflicción similar estaba llegando a su fin: la del gusano de Guinea.

Una devastadora enfermedad tropical debe ser erradicada en tres años, afirma el ex presidente estadounidense que lidera la lucha contra ella. Cuando la organización de Jimmy Carter comenzó a luchar contra la enfermedad en 1986, había 3,5 millones de casos de dracunculosis en todo el mundo. Ahora hay sólo 126 casos en todo el mundo, muchos de ellos en Sudán del Sur y Mali.

El expresidente estadounidense Jimmy Carter se ha visto motivado a realizar esta labor por su fe evangélica, la fe en el dios que Fry parece rechazar. El próximo objetivo de la Fundación Carter es eliminar la ceguera de los ríos. Tal vez su legado sea la mejor respuesta a la queja de Fry.

© 2015 Ian Paul


Ian Paul es teólogo, escritor y conferenciante. Es ministro asociado en St Nic's, Nottingham y profesor asistente honorario en la Universidad de Nottingham.

Traducido del original:

https://www.bethinking.org/does-god-exist/stephen-fry-and-god


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De dónde vienen las Creencias Religiosas

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De dónde vienen

las Creencias Religiosas


28 de agosto de 2016

Por Neil Godfrey


Dado que tendemos a dar por sentado que las creencias en seres espirituales y los mitos asociados se inventaron para explicar el mundo que nos rodea, me sorprendió leer en La religión explicada de Pascal Boyer que esta suposición es problemática y ya no es aceptada por todos los antropólogos:


El tema de la religión como explicación fue desarrollado por una escuela de antropología llamada intelectualismo, que fue iniciada por eruditos del siglo XIX como Edward Burnett Tylor y James Frazer y sigue siendo bastante influyente hasta el día de hoy. (p. 15)


No es cierto, sostiene Boyer, que los humanos intenten naturalmente encontrar algunas explicaciones especulativas para fenómenos que experimentamos comúnmente y que carecen de los medios conceptuales para comprender.

El error del intelectualismo fue suponer que la mente humana está impulsada por un impulso general de explicación. Esa suposición no es más plausible que la idea de que los animales, a diferencia de las plantas, sienten un “impulso general de moverse”. Los animales nunca se mueven para cambiar de lugar. Buscan comida, seguridad o sexo; sus movimientos en esas diferentes situaciones son causados ​​por procesos diferentes. Lo mismo ocurre con las explicaciones. Desde la distancia, por así decirlo, se puede pensar que el objetivo general de tener una mente es explicar y comprender. Pero si se mira más de cerca, se ve que lo que sucede en una mente es mucho más complejo; esto es crucial para entender la religión.

Hay mucho en lo que pensar. Para mí, sin duda. Boyer da un ejemplo de una de las experiencias cotidianas más comunes de toda persona sana que nos resulta muy difícil pensar que requiera alguna explicación.


Ahora bien, expresado de esta manera tan contundente y general, la afirmación es claramente falsa. Muchos fenómenos nos resultan familiares a todos desde la más tierna infancia y difíciles de comprender con los conceptos cotidianos, pero nadie intenta encontrarles una explicación. Por ejemplo, todos sabemos que nuestros movimientos corporales no son causados ​​por fuerzas externas que nos empujan o nos tiran, sino por nuestros pensamientos. Es decir, si extiendo mi brazo y abro mi mano para estrecharle la mano a alguien, es precisamente porque quiero hacerlo. Además, todos asumimos que los pensamientos no tienen peso ni tamaño ni otras cualidades materiales similares (la idea de una manzana no tiene el tamaño de una manzana, la idea de que el agua no fluye, la idea de una piedra no es más sólida que la idea de la mantequilla). Si tengo la intención de levantar mi brazo, por poner un ejemplo clásico, esta intención en sí misma no tiene peso ni solidez. Sin embargo, logra mover partes de mi cuerpo... ¿Cómo puede ocurrir esto? ¿Cómo podrían las cosas sin sustancia tener efectos en el mundo material? O, para decirlo en términos menos metafísicos, ¿Cómo diablos pueden estas palabras e imágenes mentales hacer que tire de mis músculos? Este es un problema difícil para los filósofos y los científicos cognitivos... pero, sorprendentemente, no es un problema para nadie más en el mundo entero. Dondequiera que vayas, encontrarás que la gente está satisfecha con la idea de que los pensamientos y los deseos tienen efectos sobre los cuerpos y eso es todo. (Habiendo planteado estas preguntas en los pubs ingleses y en las aldeas fang de Camerún, tengo buenas pruebas de que en ambos lugares la gente no ve nada misterioso en la forma en que sus mentes controlan sus cuerpos. ¿Por qué habrían de verlo? Se requiere un entrenamiento muy largo en una tradición especial para encontrar la pregunta interesante o desconcertante.)

Esa ilustración me hizo pensar y preguntarme: ¿es demasiado ingeniosa? Sin duda, puedo verme como uno de los compañeros de pub ingleses de Boyer que piensa que no hay “nada misterioso” en absoluto en el proceso. Pero, por supuesto, ese es su punto. Entonces recordé la historia (apócrifa) de Isaac Newton, que se preguntaba por qué la manzana que acababa de ver caer de un árbol no caía hacia arriba o quedaba suspendida.

Si podemos lanzar cosas hacia el cielo, ¿por qué en algún momento deciden volver a bajar?

¿Por qué la comida satisface mi hambre pero luego demasiada comida me hace sentir mal?

¿Por qué los bebés crecen y no se quedan como bebés? ¿Por qué nos debilitamos a medida que envejecemos? ¿Por qué envejecemos?

¿Por qué nosotros y todos los demás seres vivos tenemos lados derecho e izquierdo iguales?

Al principio, cuesta un poco de esfuerzo, pero una vez que uno empieza a recorrer ese camino, parece que tiene sentido. Y sólo puedo pensar en algunas de esas preguntas porque primero necesito referirme a lo que he aprendido de mis lecturas científicas. Las explicaciones religiosas se limitan, de hecho, a ciertos tipos de historias y nunca abordan muchas preguntas potenciales para la mente precientífica.

Cuanto más lo pienso, más creo que es cierto que nuestras mentes no son “máquinas de explicaciones generales”.


El argumento de Boyer es que la mente está compuesta por muchos motores explicativos especializados o “sistemas de inferencia”. He dudado si debería exponer mis propias explicaciones y finalmente he optado por citar más palabras del propio Boyer, pero con mi propio formato:

Considere esto:

Es casi imposible ver una escena sin verla en tres dimensiones, porque nuestro cerebro no puede evitar explicar las imágenes planas proyectadas sobre la retina como efecto de volúmenes reales ahí fuera.

Si te crías entre hablantes de inglés, no puedes evitar comprender lo que la gente dice en ese idioma, es decir, explicar patrones complejos de frecuencias de sonido como cadenas de palabras.

La gente explica espontáneamente las propiedades de los animales en términos de algunas propiedades internas que son comunes a sus especies; si los tigres son depredadores agresivos y los yaks pastores tranquilos, esto debe deberse a su naturaleza esencial.

Asumimos espontáneamente que la forma de determinadas herramientas se explica por las intenciones de sus diseñadores más que como una combinación accidental de piezas; el martillo tiene un mango resistente y una cabeza pesada porque esa es la mejor manera de clavar clavos en materiales duros.

Descubrimos que es imposible ver una pelota de tenis volando sin explicar espontáneamente su trayectoria como resultado de una fuerza originalmente impuesta sobre ella.

Si vemos que la expresión facial de alguien cambia repentinamente, inmediatamente especulamos sobre qué pudo haberle molestado o sorprendido, lo cual sería la explicación del cambio que observamos.

Cuando vemos que un animal de repente se congela y salta, suponemos que debe haber detectado un depredador, lo que explicaría por qué se detuvo y salió corriendo.

Si nuestras plantas de interior se marchitan y mueren, sospechamos que los vecinos no las regaron como prometieron: esa es la explicación.

Parece que nuestras mentes producen constantemente este tipo de explicaciones espontáneas.


Sistemas de inferencia

El argumento de Boyer es que cada una de estas explicaciones es “selectiva”, o sea, que se aplica de manera consistente sólo a ciertos tipos de eventos. No las mezclamos. No tratamos de descifrar los estados emocionales en la superficie de una pelota de tenis para entender lo que pretende hacer. No creemos (bueno, la mayoría de nosotros no creemos) que la planta murió porque se le rompió el corazón. O que la gacela saltó porque fue empujada por una repentina ráfaga de viento.

Desde la infancia estamos programados para aplicar causas físicas a las cosas mecánicas, causas biológicas a las cosas que crecen y se descomponen, y causas psicológicas a las emociones y el comportamiento.

Así pues, la mente no funciona como un dispositivo general que se basa en “revisar los hechos y obtener una explicación”, sino que comprende muchos dispositivos explicativos especializados, llamados más propiamente sistemas de inferencia, cada uno de los cuales está adaptado a tipos particulares de eventos y automáticamente sugiere explicaciones para esos eventos. (p. 17)


Los conceptos religiosos también hacen uso de sistemas de inferencia, y una vez entendidos de esta manera ya no parecen tan extraños o antinaturales.

Boyer presenta un caso de nuestra observación de la Sra. Jones enfadada con unos niños que rompieron su ventana con una pelota de tenis. Sin ser conscientes de los sistemas de inferencia que realizan todo el trabajo sutil, sabemos que su ventana se rompió debido al acto mecánico de la pelota de tenis y nuestro sistema de inferencia nos dice que la pelota de tenis no actuó sola. Podemos ver que la Sra. Jones está enfadada con los niños que están afuera porque sabe que golpearon la pelota de tenis y sospecha que sabían que había un riesgo al estar tan cerca de su casa. Ni nosotros ni la Sra. Jones somos conscientes del funcionamiento de todos los diferentes sistemas de inferencia que intervienen en la realización de una evaluación tan rápida (instantánea) del escenario. Los conceptos religiosos se forman con la misma naturalidad.

Y todo lo que acabo de decir sobre la Sra. Jones y la pelota de tenis se aplicaría a los antepasados ​​o las brujas.


Recordemos el informe del antropólogo sobre el techo derrumbado:

EE Evans-Pritchard proporcionó un ejemplo clásico con el pueblo zande del Sudán. Sabían muy bien que las termitas causaban el derrumbe del techo de una choza, pero eso no respondía a la pregunta de por qué el techo se cayó en el momento concreto en que lo hizo con cierta persona dentro. Sólo la brujería podría explicarlo. ¿Y cómo explicar la brujería? No surge ninguna curiosidad allí. Esa pregunta nunca se plantea. Así que estamos hablando de ciertos tipos de conceptos, y las explicaciones científicas no son tanto rechazadas como irrelevantes.

En palabras de Boyer:

Volviendo a la anécdota de Evans-Pritchard sobre el techo derrumbado, observe cómo algunos aspectos de la situación eran tan obvios que nadie —ni el antropólogo ni sus interlocutores— se molestó en hacerlos explícitos: por ejemplo, que las brujas, si estaban involucradas, probablemente tenían una razón para hacer que el techo se derrumbara, que esperaban alguna venganza o beneficio de ello, que estaban enojadas con las personas sentadas debajo, que dirigieron el ataque para herir a esas personas, no a otras, que las brujas podían ver a sus víctimas sentadas allí, que atacarían nuevamente si sus razones para atacar en primer lugar todavía son relevantes o si su ataque falla, etc. Nadie necesita decir todo esto —nadie siquiera piensa en ello de manera consciente y deliberada— porque todo es evidente.


Nuestras mentes no son pizarras en blanco. Un cerebro sólo puede aprender ciertos conceptos debido a la forma en que la evolución ha configurado sus diferentes módulos y funciones. Somos capaces de aprender sólo ciertos tipos de conceptos. Un bebé no puede ser moldeado para convertirse en una inteligencia extraterrestre. La cuestión es que para aprender cosas sencillas necesitamos mucha maquinaria preparada de antemano. ¿Cómo llega un recién nacido a imitar expresiones faciales, por ejemplo? Venimos prefabricados para saber la diferencia entre las distintas cualidades de las personas, los animales, las rocas y los juguetes.

No venimos con una necesidad innata de explicar el universo que nos rodea mediante historias especulativas. Parece que venimos equipados con la necesidad de explicar determinados tipos de sucesos, y nuestras explicaciones para ellos son curiosamente barrocas, que no es lo que se supone que debe ser una explicación. (Realmente entendemos que una explicación real debe ser simple y conducir a un momento de comprensión.)

Para explicar un concepto religioso hay que describir cómo lo utilizan quienes lo creen. ¿Cuál es su función? (Para desviarnos un momento de la explicación de Boyer, recordemos estudios que han llegado a la conclusión de que ciertos mitos se han derivado para explicar ciertos rituales, y no al revés).


En suma,

Los conceptos religiosos probablemente están influenciados por la forma en que los sistemas de inferencia del cerebro producen explicaciones sin que seamos conscientes de ello. (p. 18)

Eso requiere una explicación de cómo la mente llega a inferir la existencia de espíritus invisibles, brujas y fantasmas.


Traducido del original:

https://vridar.org/2016/08/28/where-religious-beliefs-come-from/

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