Nota Inicial:
La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog. Este artículo NO fue escrito por el habitual escritor y responsable de este sitio Noé Molina. (*)
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Sobre la mente abierta
No es infrecuente escuchar, en el típico debate entre un creyente en lo sobrenatural y el escéptico, que el primero se defienda con la siguiente frase
Es fácil no creer, es más difícil tener la mente abierta
Esta frase puede diseccionarse desde varios puntos de vista. En primer lugar, si consideramos que el ente sobrenatural discutido es Dios, es una clara mentira, pues lo ateos somos minoría. Si realmente fuese fácil no creer seríamos mayoría. Aunque quizá hay algo importante que considerar en este punto, y es la clara desventaja del ateísmo frente a las creencias sobrenaturales, pues el ateísmo no cuenta con instituciones de nivel internacional ni miles de voluntarios para su difusión ni apoyo económico de políticos o tácticas de lavado de cerebro infantil como el catecismo o promesas de premios eternos ni castigos infinitos. Y sacando todos esos factores de la ecuación, aun así, la descreencia es una postura poco atractiva porque la propia manera en que nuestro cerebro ha evolucionado nos premia con dopamina ante el encuentro de un patrón, de una conexión causal, incluso si es incorrecta. A su vez, esto se debe a las condiciones en que nuestros antepasados han evolucionado, pues el coste reproductivo de la sobreinferencia era menor al coste de la infrainferencia, y contando otras cuestiones neurobiológicas como que nuestro cerebro interacciona con el medio como si éste estuviese dotado de intencionalidad y agencia (este truco ahorra recursos cognitivos y permite tomar decisiones rápidas, lo cual no era poca cosa en el ambiente de la sabana africana de nuestros antepasados), entonces queda bastante claro que la primera parte de la frase es realmente falsa. Aunque de estos datos recientemente expuestos no debe deducirse que la creencia en lo sobrenatural es algo intrínseco ni inevitable, sino que solamente nuestro cerebro tiende a encontrar patrones, incluso donde no los hay (esto recibe un nombre más técnico, apofenía).
La segunda parte es bastante irónica, pues tener la mente abierta precisamente parte de la descreencia, de la duda y la voluntad de cuestionarse. Si a la noche se escucha un ruido agudo y mi interlocutor piensa que es un fantasma mientras yo trato de hallar una explicación natural ¿quién tiene la mente abierta y quién no? Y resulta ser que era solo una corriente de aire pasando por la cerradura, mientras quien dijo que se debía a un fantasma automáticamente descartó las restantes posibilidades y se quedó fijo en una sola conclusión sin demostrar. Si llevamos el mismo ejemplo un paso más allá, donde este interlocutor dice que el fantasma está ahí porque un sacerdote, gurú, teólogo o guía espiritual lo dice y él está convencido de que dicho portavoz del Más Allá está invariablemente en lo cierto o bien, dice que nada lo hará cambiar de opinión ¿realmente eso es tener la mente abierta? Permítanme dudarlo.
Además, la frase en sí misma tiene un cariz de victimismo, de unos pobres creyentes luchando incansablemente por mantener su fe en un mundo hostil a sus creencias. A tenor de los factores considerados anteriormente, esa visión está muy lejos de ser verdad. Aunque quien desee preservar su fe a toda costa tiene una solución sorprendentemente fácil: aislarse de toda fuente de pensamiento crítico. Con eso basta y sobra
Como tercer punto, la frase encierra lo que llamo sofisma del desafío. Consiste en la sutil imposición de una meta y decir que solo quienes realmente se esfuerzan al máximo pueden lograr dicha meta y colateralmente pueden demostrar que son especiales por ser elegidos por Dios, maduros espiritualmente, avanzados en la Iluminación y agregue un largo etcétera de adulaciones. Comida para el ego de personas ansiosas de embarcarse en aventuras o demostrar su valía, y esto mismo se usa en un sucedáneo moderno de la religión llamado “coaching motivacional”, entre otros sinónimos que no citaré. Sorprende que no muchas personas cederían fácilmente ante un “a que no tienes huevos de hacer X”, pero sí lo hacen ante el sofisma del desafío, que no es más que una versión refinada de lo anterior.
Así que, si realmente queremos acercarnos a la verdad, sería más correcto invertir los términos de la frase analizada. Y esto nos lleva a que creer o depositar la fe no solo es fácil sino peligroso, como ya he analizado en [Reflexiones sobre la fe y sus implicancias gnoseológicas y éticas], sobre todo porque la defensa de una creencia sobrenatural puede llevar a un extremo insospechado: el hedonismo epistémico, que consiste en solo estar en contacto con aquel conocimiento placentero debido a su concordancia con creencias preestablecidas. Es una licencia para no pensar, un permiso arbitrario para decir “ok, en este campo está bien no cuestionar, no preguntar, está bien obedecer ciegamente”. Digo arbitrario porque realmente se hace sin ningún criterio válido, o que más propiamente, es un broken compass, es decir, un argumento que puede usarse para defender cualquier cosa, incluyendo dos conclusiones antagónicas.
Por el contrario, es bastante difícil cultivar la mente abierta, que es una actitud acerca de las ideas, en la que uno está dispuesto a aceptar nuevas ideas sin caer en la credulidad y tener suficiente espíritu crítico sin caer en la pretensión de ser irrebatible. Es un equilibrio difícil de lograr y que requiere notable entrenamiento, hablo por experiencia propia, ya que la mente abierta es requisito para todo quien estudie una carrera científica, como es mi caso.
Recapitulando, tener la mente abierta no es estar dispuesto a aceptar acríticamente todo enunciado rimbobante o bien sonante, sino que es una actitud de desapego a las ideas, de no afirmar la veracidad de algo con más seguridad de lo que las evidencias de apoyo permiten
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(*) Nota Final:
El autor de esta publicación es "Ibrahinm SciMath", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo. El mismo "Ibrahinm" se encargará de responder las dudas de los lectores a través de los comentarios.
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