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La existencia de Dios. Debate entre Bertrand Russell y el padre F. C. Copleston

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La existencia de Dios.

Debate entre Bertrand Russell 

y el padre F. C. Copleston

 

Este debate fue transmitido por radio originalmente en 1948 en el Tercer Programa de la BBC. Fue publicado en Humanitas en el otoño de 1948.

Abril 18, 2021


COPLESTON: Como vamos a discutir aquí la existencia de Dios, quizás sería conveniente llegar a un acuerdo provisional en cuanto a lo que entendemos por el término «Dios». Presumo que entendemos un ser personal supremo, distinto del mundo y creador del mundo. ¿Está de acuerdo, al menos provisionalmente, en aceptar esta declaración como significado de la palabra «Dios»?

RUSSELL: Sí, acepto esa definición.

COPLESTON: Bien, mi posición es la posición afirmativa de que tal ser existe realmente y que Su existencia puede ser probada filosóficamente. Quizás podría decirme si su posición es la del agnosticismo o el ateísmo. Quiero decir, ¿cree que puede probarse la no existencia de Dios?

RUSSELL: No, yo no digo eso: mi posición es agnóstica.

COPLESTON: ¿Está de acuerdo conmigo en que el problema de Dios es un problema de gran importancia? Por ejemplo, ¿está de acuerdo en que si Dios no existe, los seres humanos y la historia humana pueden no tener otra finalidad que la finalidad que ellos decidan elegir, lo cual, en la práctica, significaría la finalidad que impusieran los que tienen poder para imponerla?

RUSSELL: Hablando en términos generales, sí, aunque tendría que poner alguna limitación a su última cláusula.

COPLESTON: ¿Cree que si no hay Dios, si no hay un Ser absoluto, puede haber valores absolutos? Quiero decir, ¿cree que, si no hay un bien absoluto, el resultado es la relatividad de los valores?

RUSSELL: No, creo que esas cuestiones son lógicamente distintas. Tome, por ejemplo, la obra de G. E. Moore, Principia Ethica, donde él sostiene que hay una diferencia entre bien y mal, que ambas cosas son conceptos definidos. Pero no saca a relucir la idea de Dios en apoyo de su afirmación.

COPLESTON: Bueno, dejemos para más tarde la cuestión del bien, hasta que lleguemos al argumento moral, y antes daré un argumento metafísico. Querría destacar principalmente el argumento metafísico basado en el argumento de Leibniz de la «contingencia», y luego discutiremos el argumento moral. ¿Quiere que haga una breve exposición sobre el argumento metafísico, y luego pasemos a discutirlo?

RUSSELL: Ése me parece un buen plan.

 


EL ARGUMENTO DE LA CONTINGENCIA

COPLESTON: Bien, para aclarar, dividiré el argumento en distintas fases. En primer lugar, diría, sabemos que hay, al menos, ciertos seres en el mundo que no contienen en sí mismos la razón de su existencia. Por ejemplo, yo dependo de mis padres, y ahora del aire, del alimento, etc.

Segundo, el mundo es simplemente la totalidad o el conjunto real o imaginado de objetos individuales, ninguno de los cuales contiene sólo en sí mismo la razón de su existencia. No hay ningún mundo distinto de los objetos que lo forman, así como la raza humana no es algo aparte de sus miembros. Por lo tanto, diría pues que existen objetos y acontecimientos, y como ningún objeto de experiencia contiene dentro de sí mismo la razón de su existencia, esta razón, la totalidad de los objetos, tiene que tener una razón fuera de sí misma. Esa razón tiene que ser un ser existente. Bien, ese ser es la razón de su propia existencia o no lo es. Si lo es, enhorabuena. Si no lo es, tenemos que seguir adelante. Pero si procedemos en este sentido hasta el infinito, entonces no hay explicación de la existencia. Así, diría, con el fin de explicar la existencia, tenemos que llegar a un ser que contiene en sí mismo la razón de su existencia, es decir que no puede no existir.

RUSSELL: Eso plantea muchas cuestiones y no es del todo fácil saber por dónde empezar, pero creo que, quizás, respondiendo a su argumento, el mejor modo de empezar es la cuestión del ser necesario. La palabra «necesario», a mi entender, sólo puede aplicarse significativamente a las proposiciones. Y, en realidad, sólo a las analíticas, es decir, a las proposiciones cuya negación supone una contradicción manifiesta. Yo sólo podría admitir un ser necesario si hubiera un ser cuya existencia sólo pudiere negarse mediante una contradicción manifiesta. Querría saber si usted acepta la división de Leibniz de las proposiciones en verdades de razón y verdades de hecho. Si acepta las primeras, las verdades de razón, como necesarias.

COPLESTON: Bien, yo, desde luego, no suscribo lo que parece ser la idea de Leibniz sobre las verdades de razón y las verdades de hecho, ya que al parecer, para él, a la larga, sólo hay proposiciones analíticas. Al parecer, para Leibniz, las verdades de hecho se pueden reducir en último término a verdades de razón. Es decir, a proposiciones analíticas, al menos para la mente omnisciente. Yo no estoy de acuerdo con eso. Por un lado, no se corresponde con los requisitos de la experiencia de la libertad. Yo no deseo apoyar toda la filosofía de Leibniz. Me he valido de su argumento de la contingencia para el ser necesario, basando el argumento en el principio de la razón suficiente, simplemente porque me parece una formulación breve y clara de lo que es, en mi opinión, el argumento metafísico fundamental de la existencia de Dios.

RUSSELL: Pero, a mi entender, «una proposición necesaria» tiene que ser analítica. No veo qué otra cosa puede significar. Y las proposiciones analíticas son siempre complejas y lógicamente algo lentas. «Los animales irracionales son animales» es una proposición analítica; pero una proposición como «Esto es un animal» no puede ser nunca analítica. En realidad, todas las proposiciones que pueden ser analíticas son un poco lentas en la construcción de proposiciones.

COPLESTON: Tomemos la proposición «Si hay un ser contingente, entonces hay un ser necesario». Considero que esa proposición, hipotéticamente expresada, es una proposición necesaria. Si va a llamar proposición analítica a toda proposición necesaria, entonces, para evitar una discusión sobre terminología, convendré en llamarla analítica, aunque no la considero una proposición tautológica. Pero la proposición es sólo una proposición necesaria en el supuesto de que exista un ser contingente. El que exista realmente un ser contingente tiene que ser descubierto por experiencia, y la proposición de que existe un ser contingente no es ciertamente una proposición analítica, aunque, como usted sabe, yo una vez sostuve que, si hay un ser contingente, necesariamente hay un ser necesario.

RUSSELL: La dificultad de esta discusión estriba en que yo no admito la idea de un ser necesario, y no admito que tenga ningún significado particular el llamar «contingentes» a otros seres. Estas frases no tienen para mí significado más que dentro de una lógica que yo rechazo.

COPLESTON: ¿Quiere decir que rechaza usted estos términos porque no encajan en lo que se denomina «lógica moderna»?

RUSSELL: Bien, no les encuentro significación. La palabra «necesario» me parece una palabra inútil, excepto cuando se aplica a proposiciones analíticas, no a cosas.

COPLESTON: En primer lugar, ¿qué entiende por «lógica moderna»? Que yo sepa, hay sistemas un poco diferentes. En segundo lugar, no todos los lógicos modernos reconocen seguramente la falta de sentido de la metafísica. De todos modos, ambos sabemos que había un pensador moderno muy eminente, cuyos conocimientos de lógica moderna eran bien profundos, que no pensaba ciertamente que la metafísica carece de sentido o, en particular, que el problema de Dios carece de sentido. De nuevo, aunque todos los lógicos modernos sostuvieran que los términos metafísicos carecen de sentido, eso no significaría que tuviesen razón. La proposición de que los términos metafísicos carecen de sentido me parece una proposición basada en una supuesta filosofía. La proposición dogmática que hay detrás de ella parece ser ésta: lo que no cabe dentro de mi máquina no existe, o carece de sentido; es la expresión de la emoción. Sencillamente, estoy tratando de destacar que cualquiera que afirma que un sistema particular de lógica moderna es el único criterio sensato, afirma algo superdogmático; insiste dogmáticamente en que una parte de la filosofía es toda la filosofía. Después de todo, un ser «contingente» es un ser que no tiene en sí mismo la completa razón de su existencia, que es lo que yo entiendo por ser contingente. Usted sabe, tan bien corno yo, que no puede ser explicada la existencia de ninguno de nosotros sin referencia a algo o alguien fuera de nosotros, nuestros padres, por ejemplo. Por el contrario, un ser «necesario» significa un ser que tiene que existir y no puede dejar de existir. Puede decir que no existe tal ser, pero le va a ser difícil convencerme de que no entiende los términos que uso. Si no los entiende, ¿qué motivos tiene entonces para decir que no existe ese ser, si es eso lo que dice?

RUSSELL: Bien, aquí hay puntos en los que no quiero profundizar. No sostengo en absoluto que la metafísica carezca de sentido en general. Sostengo la falta de sentido de ciertos términos particulares, no basándome en alguna razón general, sino simplemente porque no he sido capaz de ver una interpretación de esos términos particulares. No es un dogma general; es una cosa particular. Pero, por el momento, dejo esos puntos. Y diré que lo que ha dicho nos lleva, a mi entender, al argumento ontológico de que hay un ser cuya esencia implica existencia, de forma que Su existencia es analítica. A mí eso me parece imposible, y plantea, claro está, la cuestión de lo que uno entiende por existencia, y, en cuanto a esto, pienso que no puede decirse nunca que un sujeto nombrado existe significativamente, sino sólo un sujeto descrito. Y que la existencia, en realidad, no es, definitivamente, un predicado.

COPLESTON: Bien, usted dice, me parece, que es mala gramática o, mejor dicho, mala sintaxis el decir, por ejemplo, «T. S. Eliot existe»; debería decirse, por ejemplo, «El autor de Asesinato en la Catedral existe». ¿Va usted a decirme que la proposición «La causa del mundo existe» carece de significado? Puede decir que el mundo no tiene causa; pero yo no veo cómo puede decir que la proposición «La causa del mundo existe» no tiene sentido. Póngalo en forma de pregunta: «¿Tiene el mundo una causa?» «¿Existe la causa del mundo?» La mayoría de la gente entendería seguramente la pregunta, aun cuando no estén de acuerdo sobre la respuesta.

RUSSELL: Bien; realmente la pregunta «¿Existe la causa del mundo?» es una pregunta con significado. Pero si dice «Sí, Dios es la causa del mundo», emplea a Dios como nombre propio; luego «Dios existe» no será una afirmación con significado; ésa es la postura que yo defiendo. Porque, por lo tanto, se deduce que no puede nunca ser una proposición analítica decir que esto o aquello existe. Por ejemplo, supongamos que toma como tema «el círculo cuadrado existente»; parecería una proposición analítica decir «el círculo cuadrado existente existe», pero no existe.

COPLESTON: No, no existe, pero no se puede decir que no existe hasta que se tenga un concepto de lo que es la existencia. En cuanto a la frase «círculo cuadrado existente» yo diría que carece absolutamente de significado.

RUSSELL: Completamente de acuerdo. Entonces yo diría lo mismo en otro contexto en lo que respecta a un «ser necesario».

COPLESTON: Bien, parece que hemos llegado a un callejón sin salida. El decir que un ser necesario es un ser que tiene que existir y no puede dejar de existir tiene para mí un significado definido. Para usted carece de significado.

RUSSELL: Bien, podemos llevar el asunto un poco más lejos, me parece. Un ser que tiene que existir y que no puede dejar de existir sería, según usted, un ser cuya esencia supone existencia.

COPLESTON: Sí, un ser que es la esencia de lo que ha de existir. Pero yo no querría discutir la existencia de Dios simplemente partiendo de la idea de Su esencia, porque no creo que hasta ahora tengamos una clara intuición de la esencia de Dios. Creo que tenemos que discutir partiendo de la experiencia del mundo hasta llegar Dios.

RUSSELL: Sí, veo claramente la diferencia. Pero, al mismo tiempo, un ser con el conocimiento suficiente podría decir: «¡Aquí está este ser cuya esencia supone existencia!»

COPLESTON: Sí, ciertamente, si alguien viera a Dios, vería que Dios tiene que existir.

RUSSELL: Por eso digo que hay un ser cuya esencia supone existencia aunque no conozcamos esa esencia. Sólo sabemos que ese ser existe.

COPLESTON: Sí, yo añadiría que no conocemos la esencia a priori . Sólo a posteriori , a través de nuestra experiencia del mundo, llegamos a un conocimiento de la existencia de ese ser. Y entonces, uno se dice, la esencia y la existencia tienen que ser idénticas. Porque si la esencia de Dios y la existencia de Dios no son idénticas, entonces habría que buscar más allá de Dios alguna razón suficiente de esta existencia.

RUSSELL: Luego, todo gira en torno a la cuestión de la razón suficiente y tengo que declarar que no me ha definido aún la «razón suficiente» de un modo que yo pueda comprenderla. ¿Qué entiende por razón suficiente? ¿No quiere decir causal?

COPLESTON: No necesariamente. La causa es una especie de razón suficiente. Sólo un ser contingente puede tener una causa. Dios es Su propia razón suficiente; y Él no es la causa de Sí. Por razón suficiente, en sentido absoluto, entiendo una explicación adecuada de la existencia de algún ser particular.

RUSSELL: Pero ¿cuándo es adecuada una explicación? Supongamos que yo me dispongo a encender una cerilla. Usted puede decir que una explicación suficiente es que la frote contra la caja.

COPLESTON: Bien, en lo que respecta a la práctica, sí, pero teóricamente esa es sólo una explicación parcial. Una explicación adecuada tiene que ser en último término una explicación total, a la cual no se puede añadir nada más.

RUSSELL: Entonces sólo puedo decir que usted busca algo que no se puede conseguir, y que no debemos esperar conseguir.

COPLESTON: El decir que no se ha encontrado es una cosa; el decir que no debe buscarse me parece demasiado dogmático.

RUSSELL: Bien, no lo sé. Quiero decir que la explicación de una cosa es otra cosa que hace la otra cosa dependiente de otra cosa aún, y que hay que captar todo este lamentable sistema de cosas para hacer lo que usted quiere, y eso no lo podemos hacer.

COPLESTON: ¿Pero me va a decir que no podemos o que no deberíamos siquiera plantear la cuestión de la existencia de esta lamentable serie de cosas… de todo el universo?

RUSSELL: Sí. No creo que tenga ningún sentido. Creo que la palabra «universo» es una palabra útil con relación a algo, pero no creo que represente algo que tenga un significado.

COPLESTON: Si la palabra carece de significado, no puede ser tan útil. De todas maneras, no digo que el universo sea algo distinto de los objetos que lo componen (ya lo indiqué en mi breve resumen de la prueba); lo que hago es buscar la razón, en este caso la causa, de los objetos, cuya totalidad real o imaginada constituye lo que llamamos universo. ¿Usted dice: yo creo que el universo -o mi existencia si lo prefiere, o cualquier otra existencia- es ininteligible?

RUSSELL: Primero voy a rebatir el punto de que si una palabra carece de sentido no puede ser útil. Eso suena bien, pero no es verdad. Tomemos, por ejemplo, la palabra «el» o «que». Usted no puede indicarme ningún objeto con esos significados, pero son muy útiles; yo diría lo mismo de «universo». Pero dejando eso aparte, usted pregunta si creo que el universo es ininteligible. Yo no diría ininteligible; creo que no tiene explicación. Inteligible para mí es una cosa diferente. Se refiere a la cosa en sí, intrínsecamente, y no a sus relaciones.

COPLESTON: Bien, mi criterio es que lo que denominamos mundo es intrínsecamente ininteligible, aparte de la existencia de Dios. Verá, yo no creo que el carácter infinito de una serie de acontecimientos -me refiero a una serie horizontal, por así decirlo-, si ese carácter infinito pudiera ser probado, tenga alguna relevancia. Si usted suma chocolates, obtendrá chocolates y no una oveja. Si suma chocolates hasta el infinito, es presumible que obtendrá un número infinito de chocolates. Así, si suma seres contingentes hasta el infinito, seguirá obteniendo seres contingentes, no un ser necesario. Una serie infinita de seres contingentes será, de acuerdo con mi modo de pensar, igualmente incapaz de ser su causa, como un solo ser contingente. Sin embargo, usted dice, según creo, que no se puede plantear la cuestión de lo que explicaría la existencia de cualquier objeto particular, ¿no es así?

RUSSELL: Sí, si entiende que explicarla es simplemente hallar su causa.

COPLESTON: Bien, ¿por qué detenernos en un objeto particular? ¿Por qué no presentar la cuestión de la causa de la existencia de todos los objetos particulares?

RUSSELL: Porque no encuentro la razón para pensar que la hay. Todo concepto de causa está derivado de nuestra observación de cosas particulares; no encuentro ninguna razón para suponer que el total tenga una causa, cualquiera que sea.

COPLESTON: Bien, el decir que no hay causa no es lo mismo que decir que no debemos buscar una causa. La afirmación de que no hay causa debería venir, si viene, al final de la indagación, no al principio. En cualquier caso, si el total carece de causa, entonces, a mi manera de ver, tiene que ser su propia causa, lo que me parece imposible. Además, la afirmación de que el mundo existe, aunque sólo sea como respuesta a una pregunta, presupone que la pregunta tiene sentido.

RUSSELL: No, no necesita ser su propia causa; lo que digo es que el concepto de causa no es aplicable al total.

COPLESTON: Entonces, ¿está de acuerdo con Sartre en que el universo es lo que él llama «gratuito»?

RUSSELL: Bien, la palabra «gratuito» sugiere que podría haber algo más; yo digo que el universo simplemente existe, eso es todo.

COPLESTON: Bien, no comprendo cómo suprime la legitimidad de preguntar cómo el total, o cualquiera de las partes, ha adquirido existencia. ¿Por qué algo, mejor que nada? El hecho de que sostengamos nuestra noción de casualidad empíricamente de causas particulares no excluye la posibilidad de preguntar cuál es la causa de la serie. Si la palabra «causa» careciera de sentido, o si pudiera demostrarse que el criterio de Kant sobre la materia era el verdadero, la pregunta sería ilegítima; pero usted no parece sostener que la palabra «causa» carezca de sentido, ni creo que sea kantiano.

RUSSELL: Puedo ilustrar lo que me parece su falacia por excelencia. Todo hombre existente tiene una madre y me parece que su argumento es que, por lo tanto, la raza humana tiene una madre, pero evidentemente la raza humana no tiene una madre: ésa es una esfera lógica diferente.

COPLESTON: Bien, realmente no veo ninguna similitud. Si dijera «todo objeto tiene una causa fenoménica; por lo tanto, toda la serie tiene una causa fenoménica», habría una similitud; pero no digo eso; digo: todo objeto tiene una causa fenoménica si insiste en la infinidad de la serie, pero la serie de causas fenoménicas es una explicación insuficiente de la serie. Por lo tanto, la serie tiene, no una causa fenoménica, sino una causa trascendente.

RUSSELL: Eso, presuponiendo siempre que no sólo cada cosa particular del mundo sino el mundo globalmente tiene que tener una causa. No encuentro la razón para esa suposición. Si usted me la da, le escucharé.

COPLESTON: Bien, la serie de acontecimientos tiene causa o no tiene causa. Si la tiene, debe haber, evidentemente, una causa fuera de la serie. Si no tiene causa, entonces es suficiente por sí misma, y si lo es, es lo que yo llamo necesaria. Pero no puede ser necesaria ya que cada miembro es contingente, y hemos convenido en que el total no tiene realidad aparte de sus miembros, y por lo tanto no puede ser necesario. Por lo tanto, no puede carecer de causa, y tiene que tener una causa. Y me gustaría anotar, de pasada, que la afirmación «el mundo existe sencillamente y es inexplicable» no puede ser producto del análisis lógico.

RUSSELL: No quiero parecer arrogante, pero me parece que puedo concebir cosas que usted dice que la mente humana no puede concebir. En cuanto a que las cosas no tengan causa, los físicos nos aseguran que la transición del cuántum individual de los átomos carece de causa.

COPLESTON: Bien, yo me pregunto si eso no es simplemente una inferencia transitoria.

RUSSELL: Puede ser, pero demuestra que las mentes de los físicos pueden concebirlo.

COPLESTON: Sí, convengo en que algunos científicos -los físicos- están dispuestos a permitir la indeterminación dentro de un campo restringido. Pero hay muchos científicos que no están tan dispuestos. Creo que el profesor Dingle, de la Universidad de Londres, sostiene que el principio de la incertidumbre de Heisenberg nos dice algo sobre el éxito (o la falta de él) de la presente teoría atómica basada en observaciones correlativas, pero no sobre la naturaleza en sí, y muchos físicos comparten este criterio. Sea como sea, no comprendo cómo los físicos pueden no aceptar la teoría en la práctica, aunque no la acepten en teoría. No comprendo cómo puede hacerse ciencia, si no es basándose en la suposición del orden y la inteligibilidad de la naturaleza. El físico presupone, al menos tácitamente, que tiene cierto sentido investigar la naturaleza y buscar las causas de los acontecimientos, como el detective presupone que tiene un sentido el buscar la causa de un asesinato. El metafísico supone que tiene sentido buscar la razón o la causa de los fenómenos y, como no soy kantiano, considero que el metafísico está tan justificado en su suposición como el físico. Cuando Sartre, por ejemplo, dice que el mundo es gratuito, creo que no ha considerado suficientemente lo que implica «gratuito».

RUSSELL: Creo… me parece que de eso no podemos hablar por extensión; un físico busca causas; eso no significa necesariamente que haya causas por todas partes. Un hombre puede buscar oro sin suponer que haya oro en todas partes; si encuentra oro, enhorabuena; si no lo encuentra mala suerte. Lo mismo ocurre cuando los físicos buscan causas. En cuanto a Sartre, no sé exactamente lo que quiere decir, y no querría que pensasen que lo interpreto, pero, por mi parte, creo que la noción de que el mundo tiene una explicación es un error. No veo por qué uno debe esperar que la tenga, y creo que lo que dice sobre la justificación de la suposición del científico es una afirmación excesiva.

COPLESTON: Bien, me parece que el científico hace ciertas suposiciones. Cuando experimenta para averiguar alguna verdad particular, detrás del experimento se esconde la suposición de que el universo no es simplemente discontinuo. Existe la posibilidad de averiguar una verdad mediante el experimento. El experimento puede ser malo, puede no tener resultado, o no el resultado deseado, pero, de todas maneras existe la posibilidad de hallar la verdad que supone mediante el experimento. Y esto me parece que presupone un universo ordenado e inteligible.

RUSSELL: Creo que está generalizando más de lo necesario. Sin duda el científico supone que probablemente la hallará y con frecuencia es así. No da por supuesto que la hallará seguro y ése es un asunto muy importante en la física moderna,

COPLESTON: Bien, creo que lo da por supuesto, o está obligado a darlo tácitamente, en la práctica. Puede ocurrir, citando al profesor Haldane que «cuando encienda un gas bajo la marmita, parte de las moléculas de agua se evaporarán, y no habrá modo de averiguar cuáles serán», pero no hay que pensar necesariamente que la idea de la casualidad tenga que ser introducida excepto en relación con nuestros propios conocimientos.

RUSSELL: No, no es así, al menos si puedo creer en lo que él mismo dice. Descubre muchas cosas el científico; descubre muchas cosas que están sucediendo en el mundo, que son, al principio, comienzos de cadenas causales, primeras causas que no tienen causa en sí mismas. No supone que todo tiene una causa.

COPLESTON: Seguramente hay una primera causa dentro de un cierto campo elegido. Es una primera causa relativa.

RUSSELL: No creo que diga eso. Si existe un mundo en el cual la mayoría de los acontecimientos, pero no todos, tienen causas, el científico podrá describir las probabilidades e incertidumbres suponiendo que este acontecimiento particular en que uno está interesado, probablemente tiene una causa. Y como, en cualquier caso, no se tiene más que la probabilidad, con eso basta.

COPLESTON: Puede ocurrir que el científico no espere obtener más que la probabilidad, pero, al plantear la cuestión, supone que la cuestión de la explicación tiene un significado. Pero su criterio general es, entonces, Lord Russell, que no es siquiera legítimo plantear la cuestión de la causa del mundo, ¿no es así?

RuSSELL: Sí, ésa es mi postura.

COPLESTON: Si esa cuestión carece para usted de significado, es, claro está, muy difícil discutirla, ¿no es cierto?

RUSSELL: Sí, es muy difícil. ¿Qué le parece si pasamos a otros problemas?

 

LA EXPERIENCIA RELIGIOSA

COPLESTON: Muy bien. Voy a decir unas palabras sobre la experiencia religiosa, y luego pasaremos a la experiencia moral. Yo no considero la experiencia religiosa como una prueba estricta de la existencia de Dios, por lo que el carácter de la discusión cambia un poco, pero creo que puede decirse que su mejor aplicación es la existencia de Dios. Por experiencia religiosa no entiendo simplemente sentirse a gusto. Entiendo una apasionada, aunque oscura, conciencia de un objeto que irresistiblemente parece al sujeto de la experiencia algo que le trasciende, algo que trasciende todos los objetos normales de experiencia, algo que no puede ser imaginado, ni conceptualizado, pero cuya realidad es indudable, al menos durante la experiencia. Yo afirmaría que no puede explicarse adecuadamente y sin dejarse cosas en el tintero; sólo subjetivamente. La experiencia básica real, de todos modos, se explica fácilmente mediante la hipótesis de que existe realmente alguna causa objetiva de esa experiencia.

RUSSELL: Yo respondería a esa argumentación que todo el argumento que se derive de nuestros estados de conciencia con respecto a algo fuera de nosotros es un asunto muy peligroso. Aun cuando todos admitimos su validez, sólo nos sentimos justificados al hacerlo, me parece a mí, en virtud del consenso de la humanidad. Si hay una multitud en una habitación y en la habitación hay un reloj, todos pueden ver el reloj. El hecho de que todos puedan verlo tiende a hacerles pensar que no se trata de una alucinación: mientras que esas experiencias religiosas tienden a ser muy particulares.

COPLESTON: Sí, así es. Hablo estrictamente de la experiencia mística pura, y ciertamente no incluyo lo que se llaman visiones. Me refiero sencillamente a la experiencia, y admito plenamente que es inefable, del objeto trascendente o de lo que parece ser un objeto trascendente. Recuerdo que Julian Huxley dijo en una conferencia que la experiencia religiosa, o la experiencia mística, es una experiencia tan real como el enamorarse o el apreciar la poesía y el arte. Bien, yo creo que cuando apreciamos la poesía y el arte apreciamos poemas concretos o una obra de arte en concreto. Si nos enamoramos, nos enamoramos de alguien, no de nadie.

RUSSELL: Permítame interrumpirle un momento. Eso no sucede siempre así. Los novelistas japoneses nunca creen que han conseguido su objetivo hasta que gran cantidad de seres reales se han suicidado por amor a la heroína imaginaria.

COPLESTON: Bien, le creo lo que dice que sucede en el Japón. No me he suicidado, gracias a Dios, pero me vi fuertemente influido, al tomar dos importantes decisiones en mi vida, por dos biografías. Sin embargo, debo aclarar que encuentro poca semejanza entre la influencia real de esos libros sobre mí, y la experiencia mística pura, hasta el punto, entiéndase, en que alguien ajeno a ella puede tener una idea de tal experiencia.

RUSSELL: Bien, yo quiero decir que no debemos considerar a Dios al mismo nivel que los personajes de una obra de ficción. ¿Reconocerá que aquí hay una diferencia?

COPLESTON: Desde luego. Pero lo que yo diría es que la mejor explicación parece ser la explicación que no es puramente subjetiva. Claro que una explicación subjetiva es posible en el caso de cierta gente, en la que hay escasa relación entre la experiencia y la vida, como en el caso de los alucinados, etc. Pero cuando se llega al tipo puro, como por ejemplo San Francisco de Asís, cuando se obtiene una experiencia cuyo resultado es un desbordamiento de amor creativo y dinámico, la mejor explicación, a mi entender, es la existencia real de una causa objetiva de la experiencia.

RUSSELL: Bien, yo no afirmo dogmáticamente que no hay Dios. Lo que sostengo es que no sabemos que lo haya. Yo sólo puedo tener en cuenta lo que se registra, y encuentro que se registran muchas cosas, pero estoy seguro de que usted no acepta lo que se dice sobre los demonios, etc., aunque todas esas cosas se afirman exactamente con el mismo tono de voz y con la misma convicción. Y el místico, si su visión es verdadera, puede decir que él sabe que existen los demonios. Pero yo no sé que los haya.

COPLESTON: Seguramente en el caso de los demonios ha habido gente que ha hablado principalmente de visiones, apariciones, ángeles o diablos, etcétera. Yo excluiría las apariciones porque pueden ser explicadas con independencia de la existencia del sujeto supuestamente visto.

RUSSELL: Pero ¿no cree que hay suficientes casos registrados de personas que creen que han oído cómo Satán les hablaba dentro de su corazón, del mismo modo que los místicos afirman a Dios? Y ahora no hablo de una visión exterior, hablo de una experiencia puramente mental. Ésa parece ser una experiencia de la misma clase que la experiencia de Dios de los místicos, y no veo por qué, por lo que nos dicen los místicos, no se puede sostener el mismo argumento en favor de Satán.

COPLESTON: Estoy completamente de acuerdo en que hay gente que ha imaginado o pensado que ha visto u oído a Satán. Y de pasada, yo no tengo el menor deseo de negar la existencia de Satán. Pero no creo que la gente haya afirmado haber experimentado a Satán, del modo preciso en que los místicos afirman haber experimentado a Dios. Tomemos el caso de Plotino, que no era cristiano. Éste admite la experiencia de algo inexpresable, el objeto es un objeto de amor, y por lo tanto no un objeto que causa horror y disgusto. Y el efecto de esa experiencia está, diría, refrendado o, mejor dicho, la validez de la experiencia está refrendada por las crónicas de la vida de Plotino. De todas maneras, es más razonable suponer que tuvo esa experiencia, si hemos de aceptar el relato de Porfirio sobre la bondad y benevolencia de Plotino.

RUSSELL: El hecho de que una creencia tenga un buen efecto moral sobre un hombre no constituye ninguna evidencia en favor de su verdad.

COPLESTON: No, pero si pudiera probarse de verdad que la creencia era realmente la causa de un buen efecto en la vida de ese hombre, la consideraría una presunción en favor de alguna verdad; en todo caso, de la parte positiva de la creencia, no de su entera validez. Pero, sea como sea, utilizo el carácter de su vida como prueba en favor de la veracidad y la cordura del místico más que como prueba de la verdad de sus creencias.

RUSSELL: Pero incluso eso no lo considero como prueba. Yo he tenido experiencias que han alterado mi carácter profundamente. Y de todas maneras, en aquel momento pensé que fue alterado para bien. Aquellas experiencias eran importantes, pero no suponían la existencia de algo fuera de mí, y no creo que, si yo hubiere pensado que la suponían, el hecho de que tuvieran un efecto saludable constituiría una prueba de que yo tenía razón.

COPLESTON: No, pero creo que el buen efecto atestiguaría su veracidad en la descripción de la experiencia. Por favor, recuerde que no estoy diciendo que la mediación de un místico o la interpretación de su experiencia deban ser inmunes a la crítica o discusión.

RUSSELL: Evidentemente, el carácter de un joven puede verse, y con frecuencia se ve, inmensamente afectado para bien por las lecturas sobre un gran hombre de la historia, y puede ocurrir que el gran hombre sea un mito y no exista, pero el muchacho queda tan afectado para bien como si existiera. Ha habido gente así. En las Vidas de Plutarco encontramos el ejemplo de Licurgo, que no existió de verdad, pero se puede uno ver muy influido leyendo cosas sobre Licurgo, teniendo incluso la impresión de que ha existido. Entonces uno habrá recibido la influencia de un objeto que ha amado, pero no habrá objeto existente.

COPLESTON: En eso estoy de acuerdo con usted; un hombre puede sufrir la influencia de un personaje de ficción. Sin profundizar en la cuestión de qué es lo que precisamente le afecta (yo diría que un valor real), creo que la situación de ese hombre y del místico son diferentes. Después de todo, el hombre influido por Licurgo no ha tenido la irresistible impresión de que ha experimentado, en alguna forma, la última realidad.

RUSSELL: No creo que haya captado bien mi criterio sobre estos personajes históricos, estos personajes no históricos de la historia. No supongo lo que usted llama un efecto sobre la persona. Supongo que el joven, al leer sobre esa persona y creerla real, la ama, cosa que ocurre con mucha facilidad, pero, sin embargo, ama a un fantasma.

COPLESTON: En un sentido ama a un fantasma, eso es perfectamente cierto; en el sentido, quiero decir, que ama a X o Y que no existen. Pero, al mismo tiempo, creo que el muchacho no ama al fantasma como tal; percibe el valor real, una idea que reconoce como objetivamente válida, y eso es lo que despierta su amor.

RUSSELL: Sí, en el mismo sentido en que hablábamos antes de los personajes de ficción.

COPLESTON: Sí, en un sentido el hombre ama a un fantasma; perfectamente cierto. Pero, en otro, ama lo que percibe como un valor.

 

EL ARGUMENTO MORAL

RUSSELL: Pero ¿ahora no está diciendo, en efecto, que entiende por Dios todo cuanto es bueno, o la suma total de lo que es bueno, el sistema de lo que es bueno, y, por lo tanto, cuando un joven ama algo bueno, ama a Dios? ¿Es eso lo que dice? Porque, si lo es, hay que discutirlo.

COPLESTON: No digo, claro está, que Dios sea la suma total o el sistema de lo bueno en el sentido panteísta; no soy panteísta, pero sí creo que toda bondad refleja a Dios de alguna forma y procede de Él, de modo que el hombre que ama lo que es realmente bueno, ama a Dios, aun cuando no advierta a Dios. Pero convengo en que la validez de esta interpretación de la conducta de un hombre depende del reconocimiento de la existencia de Dios, evidentemente.

RUSSELL: Sí, pero ése es un punto que hay que probar.

COPLESTON: De acuerdo, pero yo considero que lo prueba el argumento metafísico y ahí diferimos.

RUSSELL: Verá, yo entiendo que hay cosas buenas y cosas malas. Yo amo las cosas que son buenas, que yo creo que son buenas, y odio las cosas que creo malas. No digo que las cosas buenas lo son porque participan de la divina bondad.

COPLESTON: Sí, pero ¿cuál es su justificación para distinguir entre lo bueno y lo malo, o cómo se las arregla para distinguir ambas cosas?

RUSSELL: No necesito justificación alguna, como no la necesito cuando distingo entre el azul y el amarillo. ¿Cuál es mi justificación para distinguir entre el azul y el amarillo? Veo que son diferentes.

COPLESTON: Estoy de acuerdo en que ésa es una excelente justificación. Usted distingue el amarillo del azul porque los ve, pero ¿cómo distingue lo bueno de lo malo?

RUSSELL: Por mis sentimientos.

COPLESTON: Por sus sentimientos. Bien, eso era lo que yo preguntaba. ¿Usted cree que el bien y el mal hacen referencia simplemente al sentimiento?

RUSSELL: Bien, ¿por qué un tipo de objeto parece amarillo y otro azul? Puedo darle una respuesta a eso gracias a los físicos, y en cuanto a que yo considere mala una cosa y otra buena, probablemente la respuesta es de la misma clase, pero no ha sido estudiada del mismo modo y no se la puedo dar.

COPLESTON: Bien, tomemos por ejemplo el comportamiento del comandante de Belsen. A usted le parece malo e indeseable, y a mí también. Para Adolfo Hitler, me figuro que sería algo bueno y deseable. Supongo que usted reconocerá que para Hitler era bueno y para usted malo.

RUSSELL: No, no voy a ir tan lejos. Quiero decir que hay gente que comete errores en eso, como puede cometerlos en otras cosas. Si tiene ictericia verá las cosas amarillas aun cuando no lo sean. En eso comete un error.

COPLESTON: Sí, uno puede cometer errores, pero ¿se puede cometer un error cuando se trata simplemente de una cuestión referida a un sentimiento o a una emoción? Seguramente Hitler sería el único juez posible en lo relativo a sus propias emociones.

RUSSELL: Tiene razón al decir eso, pero puede decir también varias cosas sobre los demás; por ejemplo, que si eso afectaba de tal manera las emociones de Hitler, entonces Hitler afecta de un modo totalmente distinto a mis emociones.

COPLESTON: Concedido. Pero ¿no hay criterio objetivo, aparte del sentimiento, para condenar la conducta del comandante de Belsen, según usted?

RUSSELL: No más que para una persona daltónica que se encuentra exactamente en la misma posición. ¿Por qué condenamos intelectualmente al daltónico? ¿Porque se trata de una minoría?

COPLESTON: Yo diría que es porque le falta algo que normalmente pertenece a la naturaleza humana.

RUSSELL: Sí, pero si se tratara de una mayoría, no diríamos eso.

COPLESTON: Entonces, usted diría que no hay criterio aparte del sentimiento que nos permita distinguir entre la conducta del comandante de Belsen y la conducta, por ejemplo, de Sir Strafford Cripps, o del Arzobispo de Canterbury.

RUSSELL: Lo del sentimiento es demasiado simple. Hay que tener en cuenta los efectos de los actos y los sentimientos hacia ésos efectos. Como verá, puede provocar una discusión, si usted dice que cierta clase de sucesos le agradan y que otros no le agradan. Entonces, tendría que tener en cuenta los efectos de las acciones. Puede decir muy bien que los efectos de las acciones del comandante de Belsen fueron dolorosos y desagradables.

COPLESTON: Indudablemente lo fueron, de acuerdo, para toda la gente del campo.

RUSSELL: Sí, pero no sólo para la gente del campo, sino también para los extraños que los contemplaban.

COPLESTON: Sí, completamente cierto. Pero ése es mi criterio. No apruebo esos actos, y sé que usted no los aprueba, pero no veo razón alguna para no aprobarlos, porque, después de todo, para el comandante de Belsen esos actos era agradables.

RUSSELL: Sí, pero ve que en este caso no necesito más razones que en el caso de la percepción de los colores. Hay personas que piensan que todo es amarillo, hay gentes que sufren de ictericia, y yo no estoy de acuerdo con ellas. No puedo probar que las cosas no son amarillas, no hay prueba de ello, pero la mayoría de la gente está de acuerdo conmigo en que el comandante de Belsen estaba cometiendo errores.

COPLESTON: Bien, ¿acepta alguna obligación moral?

RUSSELL: El responder a eso me obligaría a extenderme mucho. Hablando en términos prácticos, sí. Hablando teóricamente, tendría que definir la obligación moral muy cuidadosamente.

COPLESTON: Bien, ¿cree que la palabra «debo» tiene simplemente una connotación emocional?

RUSSELL: No, no lo creo, porque, como decía hace un momento, uno tiene que tener en cuenta los efectos, y yo opino que la buena conducta es la que probablemente produciría el mayor saldo posible en valor intrínseco de todos los actos posibles de acuerdo con las circunstancias, y hay que tener en cuenta los efectos probables de una acción al considerar lo que es bueno.

COPLESTON: Bien, yo traje a colación la obligación moral porque pienso que uno puede acercarse por ese camino a la cuestión de la existencia de Dios. La gran mayoría de la raza humana hará, y siempre ha hecho, alguna distinción entre el bien y el mal. La gran mayoría, a mi entender, tiene alguna conciencia de una obligación en la esfera moral. Yo opino que la percepción de valores y la conciencia de una ley y una obligación morales tienen su mejor aplicación en la hipótesis de una razón trascendente del valor y de un autor de la ley moral. No entiendo por «autor de la ley moral» un autor arbitrario de la ley moral. Creo, en realidad, que esos ateos modernos que han sostenido, a la inversa, «no hay Dios; por lo tanto, no hay valores absolutos ni ley absoluta» son completamente lógicos.

RUSSELL: No me gusta la palabra «absoluto». No creo que haya nada absoluto. La ley moral, por ejemplo, cambia constantemente. En un período del desarrollo de la raza humana casi todo el mundo pensaba que el canibalismo era un deber.

COPLESTON: Bien, no veo que las diferencias entre juicios morales particulares constituyan ningún argumento concluyente contra la universidad de la ley moral. Supongamos por el momento que hay valores morales absolutos; incluso manejando esta hipótesis sólo se puede esperar que diferentes individuos y diferentes grupos posean diversos grados de percepción de esos valores.

RUSSELL: Me siento inclinado a pensar que «debo», el sentimiento que uno tiene acerca de «debo», es un eco de lo que nos han dicho nuestros padres y nuestras ayas.

COPLESToN: Bien, yo me pregunto si se puede acabar con la idea del «debo» solamente en términos de ayas y de padres. Realmente no sé cómo puede ser transmitida a nadie en otros términos que los propios. Me parece que, si hay un orden moral que pesa sobre la conciencia humana, entonces ese orden moral es ininteligible sin la existencia de Dios.

RUSSELL: Entonces, tiene que elegir una de las dos cosas. O Dios sólo habla a un pequeño porcentaje de la humanidad -que da la casualidad que le comprende a usted-, o deliberadamente dice cosas que no son ciertas, cuando se dirige a la conciencia de los salvajes.

COPLESTON: Bien, yo no estoy sugiriendo que Dios dicte realmente los preceptos morales a la conciencia. Las ideas humanas del contenido de la ley moral dependen, desde luego, en gran parte de la educación y del medio, y un hombre tiene que usar su razón al estimar la validez de las ideas morales reales de su grupo social. Pero la posibilidad de criticar el código moral aceptado presupone que hay un patrón objetivo, que hay un orden moral ideal, que se impone (quiero decir, cuyo carácter obligatorio puede ser reconocido). Creo que el reconocimiento de este orden moral ideal es parte del reconocimiento de la contingencia. Implica la existencia de un fundamento real de Dios.

RUSSELL: Pero el legislador siempre ha sido, a mi parecer, los padres o alguien semejante. Hay muchos legisladores terrestres, lo que explica por qué las conciencias de la gente son tan extraordinariamente distintas en diferentes tiempos y lugares.

COPLESTON: Eso ayuda a explicar las diferencias de percepción de los valores morales particulares, diferencias que de lo contrario son inexplicables. Ayudará también a explicar los cambios en materia de ley moral, en el contenido de los preceptos aceptados por esta o aquella nación, o este o aquel individuo. Pero su forma, lo que Kant llama el imperativo categórico, el «debo», yo realmente no sé cómo puede ser inculcado a nadie por los padres o las ayas, porque no hay términos posibles, que yo sepa, con que se pueda explicar. No puede definirse con otros términos que los suyos propios, porque una vez que se le ha definido en otros términos que ésos, se ha terminado con él. Ya no es un deber moral. Ya es otra cosa.

RUSSELL: Bien, yo creo que el sentimiento del deber es la consecuencia de la imaginaria reprobación de alguien; puede ser la imaginaria reprobación de Dios, pero es la reprobación imaginaria de alguien. Y eso es lo que yo entiendo por «deber».

COPLESTON: A mí me parece que todas las cosas externas, las costumbres y tabús, son las que pueden ser explicadas en base al medio y la educación, mas todo eso pertenece, a mi entender, a lo que llamo la materia de la ley, al contenido. La idea de «deber» es tal que no puede ser inculcada a un hombre por un jefe de tribu ni por nadie, porque no hay términos para ello. Me parece perfectamente… (Russell interrumpe).

RUSSELL: Pero no encuentro ninguna razón para decir eso. Todos sabemos algo sobre reflejos condicionados. Sabemos que un animal, si se le castiga habitualmente por un determinado acto, a1 cabo de un tiempo dejará de hacerlo. No creo que el animal deje de hacerlo porque se ha dicho «mi amo se enfadará si hago esto». Tiene la sensación de que no debe hacer aquello. Eso es lo que ocurre con nosotros y nada más.

COPLESTON: No veo ninguna razón que nos haga suponer que un animal tiene conciencia de la obligación moral; y la verdad es que no consideramos a un animal moralmente responsable por sus actos de desobediencia. Pero el hombre tiene conciencia de la obligación y de los valores morales. No creo que se pueda condicionar a los hombres, como se puede «condicionar» a un animal, ni supongo que usted quisiera hacerlo realmente, aun cuando se pudiera. Si el conductismo fuera cierto, no habría distinción moral objetiva entre el emperador Nerón y San Francisco de Asís. No puedo menos que pensar, Lord Russell, que usted considera la conducta del comandante de Belsen como moralmente reprensible, y que usted jamás, bajo la circunstancia que fuese, actuaría de ese modo, aun cuando pensase, o tuviera razones para pensar, que posiblemente el saldo de felicidad de la raza humana podría aumentarse si se tratase a algunas personas de esa manera abominable.

RUSSELL: No. Yo no imitaría la conducta de un perro rabioso. Pero el que no lo hiciera no incumbe a la cuestión que estamos discutiendo.

COPLESTON: No, pero si usted estuviera dando una explicación utilitaria del bien y del mal en términos de consecuencias, podría sostenerse, y yo supongo que algunos de los mejores nazis lo habrán sostenido, que, aunque es lamentable proceder de este modo, sin embargo, a la larga el saldo de felicidad es mayor. No creo que usted afirme eso, ¿verdad? Yo creo que usted dirá que esa acción es mala, en sí, aparte de que aumente o no la felicidad general. Entonces, si está dispuesto a decir esto, creo que debe de tener cierto criterio del bien y del mal, al margen del criterio del sentimiento. Para mí, ese reconocimiento tendría como último resultado el reconocimiento de Dios, como suprema razón de los valores existentes.

RUSSELL: Creo que nos estamos confundiendo. No es el sentimiento directo hacia el acto el que me sirve de juicio, sino más bien el sentimiento hacia sus efectos. Y no puedo reconocer circunstancia alguna en la cual ciertas clases de conducta como las que ha estado poniendo como ejemplo podrían causar un bien. No concibo circunstancias en las cuales pudieran tener un efecto beneficioso. Creo que las personas que lo creen se engañan. Pero si hubiera circunstancias en las que produjesen un efecto beneficioso, entonces podría verme obligado a decir, aunque de mala gana, «No me gustan esas cosas, pero las aceptaré», como acepto el Código Penal, aunque el castigo me molesta profundamente.

COPLESTON: Bien, quizás ha llegado el momento de que yo haga un resumen de mi postura. He discutido dos cosas. Primero, que la existencia de Dios puede ser probada filosóficamente, mediante un argumento metafísico; segundo, que sólo la existencia de Dios da sentido a la experiencia moral y a la experiencia religiosa del hombre. Personalmente, opino que su modo de explicar los juicios morales del hombre lleva inevitablemente a una contradicción entre lo que exige su teoría y sus juicios espontáneos. Además, su teoría da de lado a la obligación moral, y eso no es una explicación. Con respecto al argumento metafísico, aparentemente estamos de acuerdo en que lo que llamamos mundo consiste sencillamente en seres contingentes. Es decir, en seres carentes de razón para su propia existencia. Usted dice que la serie de acontecimientos no necesita explicación: yo digo que, si no hubiera un ser necesario, un ser que tuviera que existir y no pudiera dejar de existir, no existiría nada. El carácter infinito de la serie de seres contingentes, aun probado, no conduciría a nada. Hay algo que existe; por lo tanto tiene que haber algo que explique este hecho, un ser que esté al margen de la serie de seres contingentes. Si usted hubiera admitido esto, podríamos haber discutido si ese ser es personal, bueno, etc. En el punto sobre el que hemos realmente discutido, si hay o no un ser necesario, yo estoy de acuerdo con la gran mayoría de los filósofos clásicos.

Usted sostiene, según creo, que los seres existentes existen sencillamente, y que no hay justificación para plantear la cuestión de la explicación de su existencia. Pero yo querría indicar que esta posición no puede fundamentarse mediante el análisis lógico; expresa una filosofía que necesita pruebas. Creo que hemos llegado a un callejón sin salida porque nuestras ideas filosóficas son radicalmente diferentes; me parece que a lo que yo llamo una parte de la filosofía, usted lo llama el total, al menos en lo que tiene de racional la filosofía. Me parece, si me perdona que se lo diga, que además de su sistema lógico, que llama «moderno» por oposición a la lógica anticuada (un adjetivo tendencioso), defiende una filosofía que no puede ser verificada mediante el análisis lógico. Después de todo, el problema de la existencia de Dios es un problema existencial mientras que el análisis lógico no trata directamente los problemas de la existencia. Luego, a mi modo de ver, declarar que los términos que suponen una serie de problemas carecen de sentido, porque no son necesarios para tratar otra serie de problemas, es establecer desde un principio la naturaleza y la extensión de la filosofía, y esto en sí mismo es un acto filosófico que necesita justificación.

RUSSELL: Bien, también yo diré unas cuantas palabras como resumen. Primero, en cuanto al argumento metafísico: no admito las connotaciones del término «contingente» o la posibilidad de explicación en el sentido del padre Copleston. Creo que la palabra «contingente» inevitablemente sugiere la posibilidad de algo que no tendría lo que llamaría usted el carácter accidental de existir simplemente, y no creo que esto sea verdad excepto en el sentido puramente causal. A veces se puede dar una explicación causal de algo diciendo que es el efecto de otra cosa, pero esto es sólo referir una cosa a otra y no hay -a mi entender- explicación alguna en el sentido del padre Copleston, ni tiene sentido tampoco llamar «contingentes» a las cosas, porque no podrían ser de otra manera. Esto es lo que yo diría acerca de eso, pero querría decir unas palabras sobre la acusación del padre Copleston acerca de que considero la lógica como el total de la filosofía, lo que no es así. No considero en absoluto la lógica como el total de la filosofía. Creo que la lógica es una parte esencial de la filosofía y que la lógica tiene que ser usada en filosofía, y creo que en eso él y yo estamos de acuerdo. Cuando la lógica que él usa era nueva, a saber, en la época de Aristóteles, hubo que darle una gran importancia; Aristóteles le dio pues una gran importancia a la lógica. Ahora se ha hecho vieja y respetable y no hay que darle tanta importancia. La lógica en que yo creo es relativamente nueva y, por lo tanto, tengo que imitar a Aristóteles dándole mucha importancia; pero no es que yo crea que representa toda la filosofía, no lo creo. Creo que es una parte importante de la filosofía y, cuando digo eso, que no encuentro un significado para esta o la otra palabra, se trata de una apreciación basada en lo que he averiguado sobre esa palabra en particular, al pensar acerca de ella. No se trata de una postura general que implique que todas las palabras usadas en metafísica carezcan de sentido, o cosa semejante, que realmente yo no creo.

Con respecto al argumento moral advierto que cuando uno estudia antropología o historia se da cuenta de que hay personas que piensan que su deber consiste en realizar actos que yo considero abominables y, por lo tanto, no puedo atribuir origen divino a la materia de la obligación moral, cosa que el padre Copleston no me pide; pero creo que incluso la forma que toma la obligación moral, cuando se trata de ordenarle a uno que se coma a su padre, por ejemplo, no me parece una cosa muy noble y bella; y, por lo tanto, no puedo atribuir origen divino a la obligación moral en este sentido que creo que puede explicarse fácilmente de otras muchas maneras».

Fuente:

https://www.bloghemia.com/2021/04/la-existencia-de-dios-debate-entre.html

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Michio Kaku afirma poder demostrar la existencia de Dios

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Michio Kaku afirma poder demostrar

la existencia de Dios

 

El físico teórico Michio Kaku afirma haber creado una teoría que puede apuntar a la existencia de Dios.

Actualizado: 27/03/2023

 

Uno de los científicos más respetados en la actualidad dice haber encontrado evidencia de que la acción de una fuerza "lo gobierna todo".

La información ha creado un gran revuelo en la comunidad científica porque Kaku es considerado uno de los científicos más importantes y respetados, uno de los creadores de la revolucionaria Teoría de Cuerdas.

“Según Michio Kaku, vivimos en un "Matrix": "He llegado a la conclusión de que estamos en un mundo hecho por reglas creadas por una inteligencia, no muy diferente de su juego de ordenador favorito, por supuesto, más complejo e impensable”.

Analizando el comportamiento de la materia a escala subatómica cuando es afectada por el semi radio primitivo de taquiones, un diminuto punto en el espacio, por primera vez en la historia, totalmente libre de cualquier influencia del universo, la materia, la fuerza o la ley se percibe de una forma inédita el caos absoluto.

Para el físico, "todo lo que llamamos casualidad hoy no tendrá más sentido. Para mí está claro que estamos en un plano regido, por reglas creadas y no determinadas por azares universales".

En definitiva, Kaku cree poder llegar a Dios a través de las matemáticas aunque no sea el Dios que todos imaginamos. Alguien le hizo a Einstein la gran pregunta: ¿Hay un Dios? Y Einstein respondió que para ser científico hay que especificar bien lo que se entiende como Dios en primer lugar.  Y Kaku añade:

Si se entiende a Dios como una figura a la que se le reza, una figura que otorga e interviene, entonces la respuesta es no. Pero él creía en un Dios representado por el orden, la armonía, la belleza, la simplicidad y la elegancia, el Dios de Spinoza. El universo podía ser caótico, feo, pero en cambio es bello, simple y regido por reglas matemáticas sencillas.

Los escépticos aseguran que no existe ningún dispositivo llamado semi-radio primitivo de taquiones y que, por consiguiente, las conclusiones de Kaku son una invención aireada por portales de carácter cristiano.

Fuente:

https://www.espaciomisterio.com/creencias/michio-kaku-afirma-poder-demostrar-la-existencia-de-dios_36402

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Cómo la ciencia revela

la existencia de Dios

 

El científico Michio Kaku es profesor de física teórica y desarrollador de la teoría de cuerdas. Su obra está siendo estudiada en todo el mundo. Ahora dijo que había encontrado evidencia de la existencia de Dios.

13.01.2019 

Por Joel Savage


La Biblia dice que "Dios obra de maneras misteriosas". Por lo tanto, debe comprender por qué muchos piensan que Dios no existe cuando uno piensa en la naturaleza compleja de la creación del mundo.

Otro científico líder en el campo de la física nuclear, Gerald Schroeder, afirma que la ciencia ha demostrado la existencia de Dios como se describe en el libro de Génesis.

Muchas personas pueden sorprenderse de la actitud de algunos científicos sobre el tema de la existencia de Dios.

Según Gerald Schreoder, la ciencia de estos científicos tiene una base científica que revela la existencia de Dios.

En un video de 5 minutos, explicó cómo la ciencia respalda la opinión de que la Tierra fue creada por Dios. Lo dijo el portal inquisitr.com.

 

 

Por primera vez, la ciencia ha demostrado que el universo fue creado a partir de nada más que una fuerza.

Desde un punto de vista científico, esta fuerza se percibe como el poder de la naturaleza. Sin embargo, según Schroder, Dios es en realidad este poder.

Gerald Schroeder es un físico judío ortodoxo. Ha estado activo en la investigación y la docencia durante más de 30 años.

Su obra y su nombre son conocidos en el mundo. Tiene dos Ph.D. Grados en Ciencias de la Tierra y Física.

Trabajó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, considerada una de las mejores universidades del mundo, y trabaja con decenas de premios Nobel.

Después de emigrar a Israel en 1971, trabajó como científico en el Instituto de Ciencias Weizmann, el Instituto de Investigación de Volcanes y en la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Actualmente, enseña en Aisha HaTorah de Estudios Judíos.

Los ateos no tienen buenas razones para creer que Dios no existe. Estamos en un mundo donde mucha gente adora al diablo.

Pero la pregunta es ¿cómo puede alguien creer en el diablo hasta el punto de adorarlo pero no a Dios?

Después de todo, la Biblia revela cómo comenzó la guerra en el cielo y Satanás fue arrojado sobre la tierra.

Dada la evidencia científica que tenemos del universo y sus orígenes, durante siglos apoyada por los argumentos de los filósofos.

Es muy probable que el universo tuviera sus comienzos absolutos.

Dado que, como todo lo demás, el universo no pudo haber sido revelado tan repentinamente sin causa, debe haber una realidad trascendental más allá del tiempo y el espacio que creó el universo.

Esta entidad debe ser extremadamente poderosa. Sólo el ser espiritual trascendental cumple adecuadamente esta definición.

La física actual ha confirmado que el universo está preparado para la existencia de vida interactiva inteligente.

En otras palabras, para que exista tal inteligencia y vida interactiva, las constantes y cantidades naturales básicas deben tener valores en rangos extremadamente estrechos, solo eso permite la existencia de vida.

Hay tres explicaciones contrapuestas de este entorno notable: necesidad física, coincidencia e intención.

La explicación de la necesidad física es muy poco probable dada la independencia de las constantes fundamentales y la cantidad que se encuentran en las leyes naturales.

La hipótesis de la coincidencia sólo requiere desesperados intentos de rescate. La mejor explicación es, por tanto, la intención - el diseño.

Los ateos reconocen que algunos hechos, como el Holocausto, son malos pero si el ateísmo es cierto, ¿en qué se basa la objetividad de los valores morales que estamos proclamando? ¿Evolución? ¿Adaptación social?

Estos factores crean en nosotros, en el mejor de los casos, un sentimiento subjetivo de que existen valores y deberes morales objetivos, pero no proporcionan la base para ellos.

Si la evolución evolucionara de una manera diferente, se desarrollaría un conjunto completamente diferente de sentimientos morales.

Por el contrario, Dios mismo representa el paradigma del bien, y sus mandamientos son la suma de nuestros deberes morales y ofrecen una mejor explicación de los valores y deberes morales objetivos.

Los historiadores han llegado a cierto consenso en que el Jesús histórico pensó que a través de él entraba el Reino de Dios en la historia humana. Para probar esto, sirvió en el ministerio y el exorcismo.

Además, la mayoría de los historiadores están de acuerdo en que después de la crucifixión de Jesús, el grupo de discípulos encontró su tumba vacía, que varios individuos y grupos de personas vieron la revelación de Jesús después de su muerte, y que sus discípulos originales repentinamente creyeron profundamente en la resurrección de Jesús.

No hay explicación de estos hechos que pueda cambiar la mente de los creyentes acerca de la resurrección de Jesús. Todo acerca de Jesús es genuino. Dios levantó a Jesús de entre los muertos.

A veces, algunos científicos y ateos argumentaron que el método científico es un hecho científico, de hecho, necesitamos tener una fe bastante fuerte y creer en la existencia de Dios.

Si la ciencia no puede probar que Dios existe, entonces debemos recordar sus formas misteriosas, y mucho menos que los científicos han comenzado a reconocer la existencia de Dios.

 

Joel Savage

El periodista belga-ghanés Joel Savage escribe la columna "Una mezcla de publicaciones periódicas". El miembro de la Asociación de Periodistas Flamencos contribuyó con frecuencia a las secciones de reportajes del Weekly Spectator, Ghanaian Times, Daily Graphic y The Mirror. Vive en Bélgica.

Traducido del original:

https://www.modernghana.com/news/908972/how-science-reveals-the-existence-of-god.html

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"El temor de las cosas invisibles es la semilla natural de lo que cada uno llama para sí mismo religión"

Thomas Hobbes



El Derecho a “Cagarse en Dios”.

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El Derecho a “Cagarse en Dios”.

 

Richard Malka. El abogado de la revista Charlie Hebdo y su alegato en favor de la libertad de expresión.

 

22/05/2023 

Por German A. Serain

 

Richard Malka es abogado. Esto no dice demasiado. Digamos, entonces, que es abogado de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, la misma que el 7 de enero de 2015 sufrió un ataque por parte del terrorismo de Al-Qaeda que le costó la vida a doce personas, en su mayor parte dibujantes y periodistas. ¿El motivo del atentado? La revista se había atrevido a publicar unas caricaturas alusivas al Islam. Amenazado de muerte por los mismos fundamentalismos que ocasionaron aquella masacre, Malka participó del juicio por aquella matanza, que finalmente condenó, a fines del 2020, a catorce personas responsables de  haber colaborado de diferentes maneras con el ataque homicida. El derecho a cagarse en Dios, publicado en español por la editorial argentina Libros del Zorzal, es el título del libro en el cual Malka expone sus ideas  relacionadas con la libertad de expresión, a partir de la transcripción de su alegato durante el juicio.

“Lo nuestro es pelear para seguir siendo libres. Nosotros y los que nos sucederán. (…) Y seguir siendo libres implica poder continuar hablando libremente sin ser amenazados de muerte, asesinados por Kalashnikov o decapitados”.

Es cierto que la traducción del título del libro al español tiene un énfasis que quizás excede el sentido original de la palabra emmerder, que en francés también podría significar ofender, blasfemar o injuriar. Pero finalmente la expresión es usual en nuestro idioma, muy a pesar de que en España el actor Willy Toledo fue procesado por usar en público palabras semejantes. Por cierto, la demanda en su contra no prosperó.

“La libertad de expresión solo tiene sentido si te permite decir a los demás lo que no quieren oír” asegura Malka con una lógica irrefutable que, sin embargo, muchos todavía parecen no querer aceptar. Y más allá de su título provocativo, este libro es una defensa indispensable de la libertad de expresión, entendida más allá de la retórica vacía que insiste en condicionarla con diversos peros y reparos. Porque el peligro es que cualquier expresión que alguien no desee escuchar se torne objeto de un acto de censura por ser considerada una inaceptable blasfemia.

Richard Malka encara una recapitulación histórica de la blasfemia, particularmente en Francia. En una abierta defensa de los derechos conquistados, señala que en 1789 la libertad de expresión es proclamada como uno de los más preciados derechos del hombre. Que dos años más tarde se elimina la blasfemia como figura en el código penal francés. Y que en 1881 se vota la ley de libertad de prensa. Malka refiere los acalorados debates que se suscitaron en aquel momento y trae a colación la respuesta de Clemenceau al obispo de Angers, representante de los entonces ofendidos católicos: “¡Dios sabrá defenderse solo, no necesita para ello de la Cámara de diputados!”.

“Comprendamos entonces que no tenemos elección. Renunciar a la crítica libre de las religiones, renunciar a las caricaturas de Mahoma, sería renunciar a nuestra historia, a la Enciclopedia, a las grandes leyes de la República. Renunciar a enseñar que el hombre desciende del mono, y no de un sueño. Renunciar a la igualdad de las mujeres, renunciar a la igualdad de los homosexuales para los que, curiosamente, en 72 países del mundo -más o menos los mismos que tienen todavía una legislación contra la blasfemia- la homosexualidad es una abominación”.

Malka apunta sus dardos contra quienes, escudándose en una supuesta islamofobia, ponen en tela de juicio el derecho a la libertad de expresión, pero también señala los riesgos de apegarse a la ideología anglosajona según la cual no se debería ofender a nadie. “La libertad de expresión  no consiste en elogiar lo que nadie denigra, sino en cuestionar —sea en serio o en broma— lo que muchos consideran digno de respeto”.

Las declaraciones del abogado francés no son solo una reacción a los atentados de los fundamentalistas, que constituyen claramente un extremo, sino a toda una corriente de corrección política que viene ganando terreno en Occidente. “Cuando los activistas necesitan un pretexto para justificar su violencia, siempre encuentran uno”, señala Malka, quien también advierte: “Si la libertad de expresión sigue menguando, podéis estar seguros de que todas las demás libertades también desaparecerán”.

Alguna vez Stephane Charbonnier, editor de Charlie Hebdo y una de las víctimas mortales del atentado, dijo algo premonitorio: “Quizás suene algo pretencioso, pero prefiero morir de pie que vivir de rodillas”. Entonces, tal vez sea cierto lo que dice Richard Malka, en el sentido de que la libertad de expresión es lo que nos protege del monstruo del totalitarismo. También señala algo interesante: que en el terreno de los idealismos, hemos sustituido las viejas luchas sociales por nuevas luchas identitarias. Por eso la ofensa se ha convertido en algo cada vez más corriente: nos sentimos ofendidos cada vez con mayor facilidad. De ahí que hoy se hable de la generación de cristal. Pero Malka no está dispuesto a ceder. “Para mi Mahoma no es sagrado”, reconoce. Y luego aclara que sus burlas no son contra Mahoma, sino contra el fundamentalismo.

“Se nos reprocha hacer caricaturas de las religiones. Pero la realidad es que no las hemos hecho nunca. Todas las caricaturas de las que hablamos aquí no son caricaturas de la religión, son caricaturas del fanatismo religioso, de la irrupción de la religión en el mundo político”.

La lectura de El derecho a cagarse en Dios nos dice mucho acerca de la evolución de nuestra cultura y de nuestras libertades. Algo que nos parece fundamental es comprender lo que debería ser obvio: defender la libertad de expresión no significa que se defienda lo expresado. La revista Charlie Hebdo puede parecernos grotesca e infantilmente reaccionaria. No se trata de eso, sino de si sostenemos o negamos su derecho a serlo.

Otra cuestión, que también debería ser evidente: no tenemos idea de si Dios existe o no. Cualquiera sea el caso, de lo que estamos hablando es del derecho a cagarse en los discursos del hombre en torno de ese eventual dios. Sobre todo porque vivimos en una época en que la cultura europea se enfrenta a un nuevo oscurantismo, atravesado por la infiltración musulmana. Un oscurantismo que en América tiene su reflejo en el avance de un evangelismo de derecha dispuesto a operar cada vez más desde los medios de comunicación y la política.

Por añadidura, en las sociedades totémicas uno podía creer en el poder del oso blanco, y otro en el del águila, y no había contradicciones. Pero los monoteísmos son, por definición, peligrosos: si tu dios es el verdadero  pero también el único, eso quiere decir que mi dios, o el de mi vecino, son inválidos. ¿No podría acaso también eso  ser considerado una blasfemia? Mientras haya libertad para que unos afirmen, debe garantizarse también el derecho de que otros nieguen. De eso se trata la democracia. Germán A. Serain

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Richard Malka nació en París en 1968. Es abogado y representa, entre otros, al semanario satírico Charlie Hebdo. Intervino en numerosos juicios y debates emblemáticos ligados a la libertad de expresión y el laicismo. Es autor de ensayos como Elogio de la irreverencia junto a Georges Kiejman (Grasset, 2019 – Libros del Zorzal, 2022) y El derecho a cagarse en Dios (Grasset, 2021 – Libros del Zorzal, 2022); y de las novelas Tyrannie (Grasset, 2018) y Le Voleur d’amour (Grasset, 2021). También ha escrito numerosos guiones de historietas.

Fuente:

http://martinwullich.com/el-derecho-a-cagarse-en-dios-richard-malka/


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“El derecho a cagarse en Dios”:el libro detrás de la condena a los terroristas que atentaron contra Charlie Hebdo

 

El abogado Richard Malka estuvo al frente de la condena a los asesinos de 12 integrantes del semanario satírico francés. Publicó su alegato y explica qué pasa cuando “se hace un juicio a las ideas”.

20 May, 2023

 

“La libertad de expresión es de la que dependen todas las demás”, asegura Richard Malka, abogado del semanario Charlie Hebdo y autor de El derecho a cagarse en Dios, su segundo libro, en el que recoge el alegato final que expuso en el juicio contra los terroristas que atentaron contra la publicación satírica francesa en 2006.

En una entrevista publicada en la web de la Asociación de Medios de Información (AMI), Malka reivindica la libertad de expresión frente a la presión de la amenaza del tipo que sea: terrorista, religiosa o de culpabilidad.

El alegato final que expuso como letrado en el juicio por el atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas del medio, y que el semanario ganó en 2020, va, a su modo de ver, “mucho más allá de la acusación en el juicio contra los terroristas y sus cómplices por el atentado”.

“No hubo un juicio, sino dos juicios en uno: el de los acusados, por un lado, y el de las ideas y los valores republicanos, que se han querido asesinar y enterrar. Estos crímenes no son crímenes como cualquier otro y este juicio no pudo ser un juicio como otro cualquiera”, señala Malka.

En El derecho a cagarse en Dios, el abogado francés insta a no renunciar nunca a los derechos adquiridos “con tanto esfuerzo” por quienes nos precedieron: “Nunca ganamos nada renunciando a derechos, incluido el derecho a la caricatura, es decir, a reírnos de todos los dogmas, con el pretexto de que queremos estar tranquilos y en paz y no lastimar a nadie. Solo así estamos alimentando al monstruo de las ideologías totalitarias, cuyo apetito sólo crece en nuestras constantes renuncias”, insiste.

Malka entiende que “tenemos que aceptar ser escandalizados de vez en cuando o ser heridos en nuestra sensibilidad”: “No es algo tan grave, incluso resulta útil, porque es el precio a pagar para vivir juntos, con nuestra diversidad de opiniones”.

Su segundo libro es un homenaje a la “irreverencia, al libre debate, al pensamiento crítico, a los librepensadores” y a sus amigos dibujantes de Charlie Hebdo “que fueron asesinados por unos trazos de lápiz aun siendo los hombres más pacifistas y humanistas”.

Te puede interesar: Los sobrevivientes del ataque a Charlie Hebdo: recuerdos de esa mañana trágica y las terribles secuelas que dejó

“Soy el abogado del medio de comunicación que me parece más valiente del mundo”, un medio que “se ha convertido en un símbolo de resistencia al espíritu de los tiempos (...), un soplo de aire fresco en lo política y religiosamente correcto”.

Frente al orgullo de ser el letrado del semanario satírico francés, Malka se muestra preocupado por el futuro de los medios y periódicos. “Si la emoción sigue ganando a la razón, si la intolerancia a las ideas que nos molestan sigue su cruzada victoriosa, si la descontextualización de los dibujos o las palabras se convierte en regla, entonces no soy optimista sobre la supervivencia de los medios. Luchar desde los medios también es mantener la esperanza”, asegura.

Y recuerda la frase de George Orwell: “La libertad de expresión sólo tiene sentido si te permite decir a los demás lo que no quieren oír”. “Debemos respetar a las personas por sus creencias”, concluye.

Fuente: EFE

Fuente:

https://www.infobae.com/leamos/2023/05/20/el-derecho-a-cagarse-en-dios-el-libro-detras-de-la-condena-a-los-terroristas-que-atentaron-contra-charlie-hebdo/

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El derecho a cagarse en Dios

 

València

| 02·11·22 | 07:01

El derecho a cagarse en Dios (Editorial Libros del Zorzal) es el título de la obra que acaba de editarse en español por el abogado Richard Malka y recoge sobre todo el notable alegato final que hizo como letrado de la revista satírica Charlie Hebdo durante el proceso por el salvaje atentado criminal que la publicación sufrió en 2015, por parte de terroristas islámicos, mientras sigue hoy amenazada por la horda medieval.

Un servidor se encontraba en plena duda entre dedicar este texto al tema de la vivienda, colisionando obviamente por las izquierdas, con La Moncloa y con el Palau de la Generalitat, o sobre el maridaje pertinaz de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, con el lanzamiento como presidenciable del nuevo líder popular, Alberto Núñez Feijoo, sin duda para enfado de las derechas.

En cualquier caso, en tiempos de neo elecciones es mejor no meterse en política, como dicen que decía aconsejar el dictador generalísimo Franco, y uno recuerda haber oído la frasecita desde la infancia. Esa falta de libertad, por obligación o autocensura, es lo que vienen denunciando últimamente muchos, que los hay, intelectuales de respeto, en la piel de toro y en otros países ajardinados, parafraseando a nuestro ministro europeo de exteriores Josep Borrell.

Es ineludible nombrar los fenómenos para poder medirlos y cabe reconocer sin goce alguno que vivimos el tiempo de la cancelación, pues al fin se afina el término cancelar para las muy viejunas artes de la censura y el linchamiento. De los asesinatos impunes de periodistas en todo el orbe nos dan cuenta los medios de comunicación de masas, pues la muerte de periodistas y políticos o activistas se vende bien, como el apuñalamiento a Salman Rushdie en EEUU, televisado.

Hasta un decano maestro del periodismo y el columnismo libérrimo como es Raúl del Pozo escribió el pasado 24 de octubre un texto titulado El peligro de escribir (diario El Mundo), pues, aunque no lo mencionase, está sufriendo una campaña de acoso feraz, debida a sus críticas precisamente a los albañales de Internet, al peligroso retroceso de la Libertad, a los crímenes y a lo que ya se titula incluso como cultura de la cancelación, mezclando dos términos indeclinables en latín juntos.

En nuestros días, lo único que debiéramos cancelar es la ignorancia, ya que lo de la idiocia resulta más complejo, elaborando un plan de choque contra el analfabetismo funcional persistente. Ergo es falaz que exista una nueva batalla cultural entre derecha e izquierda, la hubo y la hay, y lo que presenciamos ahora es una guerra transversal contra la cultura y la educación, de muerte a la inteligencia, frente a lo que solamente cabe volver a las misiones pedagógicas emprendidas por el republicanismo español en 1931.

Desde cualquier sector u oficio hay gentes y empresas que actúan sin rigor alguno y producen basura, a semejanza de la comida que denominamos como tal, luego la prensa y los medios de comunicación, ese cuarto poder, debe dejar de lamentarse porque la ciudadanía les incluya hoy en las encuestas en el mismo saco que a la política, bajo acusación de falsaria. Conviene escribir llorado y, como las asociaciones de magistrados, antes tercer poder (Guerra), solicitar una independencia y financiación acordes al papel clave, de ambos, para el pueblo en este reino.

Eso sí, nada de aparcar a los dioses, reyes y tribunos recogidos en la letra de La Internacional, pues vienen tiempos que quieren abrir nuevamente el Meloni de Dios, patria y familia, que conduce a lo peor del nacionalismo, inventar una identidad superior a las demás, y al abismo de las guerras del siglo XX, llamadas mundiales pero celebradas sobre todo en Europa. En fin, con perdón, como antes gritaba el día de la fiesta el más bruto del lugar: «Cagüen Dios. Viva el Cristo». De «La Mahoma» mejor ni hablamos.

Fuente:

https://www.levante-emv.com/opinion/2022/11/02/derecho-cagarse-dios-78001778.html

 

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"La mayoría de las personas preferirían morir antes que pensar; de hecho, muchas lo hacen"

Bertrand Russell 



Rambo Vs Dios

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Rambo Vs Dios.

 

Nací a principio de los años 70´s (1973 para ser precisos) y ya en mi pre adolescencia estaba bombardeado en la tele por las clásicas películas de acción de los años 80´s: Tiros, músculos, explosiones, sangre, vísceras volando… Uff. Como nos gustaban a los chicos de esa época ese tipo de películas!!!. De ahí surgieron grandes clásicos de los que hoy se hacen infinidad de reboots y secuelas como “Terminator”, “Lethal Weapon” (Arma Mortal), “Rocky”, “Die Hard” (Duro de matar o Jungla de cristal), y un largo etcetera. Pero hay una película en especial que me gustó y que posteriormente se convirtió en una exitosa saga: Un excombatiente de la guerra de Vietnam y con aspecto de vagabundo llega a un pueblito donde es expulsado por las autoridades locales. Al negarse a marcharse y posteriormente resistirse al arresto, se escapa a las montañas cercanas comenzando así una trepidante persecución que termina en un fascinante caos de tiros, llamas, explosiones y adrenalina. Obviamente me estoy refiriendo a la primera película de “Rambo”.

Con el titulo original de “First Blood” (Acorralado en España y Rambo: primera sangre en Hispanoamérica) fue estrenada en 1982; dirigida por Ted Kotcheff y protagonizada por Sylvester Stallone. Fue un éxito de taquilla y crítica y comenzó una franquicia que tiene hasta el día de hoy 5 películas (de las cuales solo destacaría la secuela de 2008 cuya fiesta de sangre digital me pareció interesante). La película esta basada en el libro “First Blood” de 1972 escrito por David Morrell que se inspiró en las experiencias que oyó de sus alumnos que habían combatido en Vietnam. La novela recibió el elogio de Newsweek como “magnífica”, “una novela maravillosa” según la crítica literaria de The New York Times, “una novela sumamente dura y rápida” en palabras del escritor de suspenso John D. MacDonald. Cuando Stephen King enseñaba escritura creativa en la Universidad de Maine, la usó como libro de texto. El libro fue traducido a 26 idiomas.

Terminé de leerla hace unos días y esperaba encontrarme con un guión cinematográfico en forma textual y para mi sorpresa me encontré una interesante historia con una original narrativa y personajes muy bien definidos. Sobra decir que la novela tiene mucha más sangre y muertes que la película. Inclusive el protagonista (Del cual solo conocemos su apellido “Rambo”) es un fugitivo muy peligroso y sanguinario. Es comprensible que los guionistas de la película cambiaron un poco las características del personaje haciéndolo menos violento y asesino para que así pueda empatizar con el publico y dejar abierta la historia para posteriores secuelas. De hecho (Y se viene un alto Spoiler del libro) en la novela de Morrell, Rambo muere al final del libro.

Y es precisamente esta muerte la que nos trae al presente artículo. Poco antes de morir Rambo tiene suficiente tiempo para reflexionar sobre la vida y la muerte y en especial sobre Dios y su posible castigo ante una vida de asesinatos y muertes. Es una muy interesante introspección del personaje hasta tal punto que merece ser nombrada en la presente publicación. A continuación colocaré fragmentos de la novela conde se refleja esto y donde quizá logremos entender un poco que ese “Rambo” asesino y violento, también puede tener un lado espiritual.

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Los pongo un poco en contexto: Despues de escapar de la mina donde estaba atrapado, Rambo decide regresar al pueblo a formar un verdadero pandemónium de tiros y explosiones matando oficiales y civiles de forma indiscriminada. Hace volar la estación de combustible y las llamas se dispersan por todo el pueblo. En su afán de matar a Teasle (su archienemigo), se enfrenta a el en un festival de tiros y balas, cuando Teasle logra acertar un disparo en el pecho de Rambo. Disparo mortal por necesidad. Rambo escapa y busca un sitio donde morir en paz.


_________

Había visto morir a demasiados hombres de heridas de bala como para ignorar que su hemorragia lo llevaría a la muerte. Seguía sintiendo el dolor en el pecho, en la cabeza, acentuado agudamente con cada latido de su corazón, pero sus piernas estaban frías y adormecidas por la pérdida de sangre y por eso le costaba arrastrarse, sus dedos estaban insensibles como también las manos, los nervios de sus extremidades parecían haberse paralizado gradualmente. No le quedaba mucho tiempo de vida. Pero por lo menos todavía podía elegir el lugar para morir. No iba a ser allí, como si estuviera en las galerías. Estaba decidido a no experimentar otra vez esa sensación. No, sería en terreno abierto. Donde pudiera ver el cielo con claridad y aspirar el puro aire de la noche.

Siguió arrastrándose y pudo ver entre la maleza, un poco más adelante, una pequeña elevación; cuando llegó arriba descubrió que era un montículo cuyas pendientes estaban cubiertas de maleza, pero en la parte superior había un claro cubierto por las hojas secas del otoño. No era tan alto como lo que él buscaba. Pero era más alto que el resto del terreno y se sintió muy cómodo al acostarse sobre el pasto, como si fuera un colchón relleno de paja. Miró las extraordinarias formas anaranjadas que dibujaban las llamas contra las nubes de la noche. En paz. Este era el lugar indicado.

Su mente estaba en paz por lo menos. Pero el dolor aumentaba, torturándolo, en contraste con la insensibilidad de sus piernas y brazos. Dentro de poco llegaría hasta su pecho, anulando el dolor, pero ¿y después?

¿Llegaría a su cabeza? ¿O moriría antes?

Bueno. Tenía que pensar si le faltaba hacer alguna otra cosa, algo importante que hubiera olvidado. El dolor lo obligó a ponerse rígido. No, parecía que no faltaba nada más.

¿Y qué pasa con Dios?

La idea lo intranquilizó. Había pensado en Dios y rezado solamente en ocasiones en que sintió un miedo ilimitado, y siempre algo molesto porque no era creyente y se sentía tan hipócrita al rezar por puro miedo, como si a pesar de no creer en Dios, hubiera uno en realidad, un Dios que podía ser engañado por un hipócrita. Creía en Dios cuando era un niño. Creía a pie juntillas.

¿Cómo era el acto de contrición que rezaba todas las noches? Las palabras resurgieron a tropezones en su memoria, desconocidas para él. Pésame Dios mío y me arrepiento de todo corazón ¿De qué?

De todo lo que ha pasado durante estos últimos días. Me arrepiento de que tuviera que suceder. Pero no podía dejar de pasar. Lo lamentaba, pero sabía que si hoy fuera lunes otra vez haría las mismas cosas que había hecho durante los días subsiguientes, y sabía que Teasle también haría lo mismo. No era posible evitarlo. Si el orgullo había sido el origen de su pelea, también había tenido otro motivo más importante.

¿Como cuál?

Una serie de tonterías, se dijo a sí mismo: libertad y derechos humanos. No había sido su intención demostrar un principio. Había salido a luchar contra cualquiera que pretendiera intimidarle una vez más y eso era muy distinto —no era ético —sino personal, emocional. Había matado a un gran número de personas y podía alegar que sus muertes fueron necesarias porque formaban parte de lo que insistía en intimidarlo, haciéndole imposible la vida a una persona como él. Pero no estaba muy convencido. Había gozado demasiado con esa lucha, gozado mucho con los peligros y las emociones.

Pensó que quizás la guerra lo había preparado para ello, que quizás se había acostumbrado tanto a la lucha que no podía hacerla a un lado.

No, eso tampoco era exacto. Podía haberse controlado si realmente lo hubiera querido. Pero sencillamente no tuvo ganas de controlarse. Estaba decidido a luchar contra cualquiera que quisiera interferir en la forma en que él quería vivir. Muy bien, pues, entonces, en cierto sentido su lucha había sido para defender un principio. Pero la cosa no era tan simple, pues se había sentido orgulloso y feliz de poder demostrar su habilidad para la lucha. Era el candidato menos indicado para dejarse llevar por delante, por supuesto que lo era, y ahora estaba muriéndose y nadie tiene ganas de morir y todo eso que pensaba respecto a principios, eran puras excusas para justificarse. Pensar que volvería a repetir lo que había hecho exactamente en la misma forma, era solamente un truco para convencerse de que lo que le estaba pasando ahora, no podía haberse evitado. Dios, y era ahora, y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo y ni los principios ni el orgullo tenían nada que ver con lo que iba a suceder.

Lo que debía haber hecho era salir un poco más con chicas guapas, beber más agua helada y comer más melones. Y eso también era una serie de tonterías, lo que debía haber hecho y todo eso respecto a Dios eran simples complicaciones para olvidar lo que había pensado un poco antes: si bien la insensibilidad que se apoderaba de sus muslos y brazos era una forma fácil de morir, no por eso dejaba de ser insoportable. E inútil. Derrota pasiva. Lo único que podía elegir era la forma de morir y no pensaba hacerlo como un animal herido y acorralado, solo, trágico, desvaneciéndose insensible y gradualmente. Inmediatamente. En un violento rapto emocional.

Desde que vio por primera vez unos nativos mutilando un cadáver en la selva, le aterraba la idea de lo que podría sucederle a su cuerpo cuando él muriera. Como si su cuerpo pudiera conservar todavía algunos reflejos nerviosos, imaginaba no sin cierta repulsión cómo sería sentir que le vaciaban la sangre de sus venas, le inyectaban un fluido para embalsamarlo, le sacaban las vísceras y llenaban la cavidad torácica con sustancias preservativas. Al imaginar lo que sería sentir que el embalsamador le cosía los labios para que quedaran juntos y bajaba sus párpados, se había mareado. Morir, qué extraño que no le preocupara tanto la muerte como lo que le sucedería después. Pues bien, no podrían hacerle ninguna de esas cosas si no quedaba ningún resto suyo. Quizás sentiría algún placer si por lo menos lo hacía él por su cuenta.

Sacó de su bolsillo el último cartucho de dinamita que le quedaba, abrió la caja de mechas y detonadores que estaba cuidadosamente envuelta, colocó un juego de éstos en el cartucho y puso el cartucho entre los pantalones y el estómago. Titubeó un poco antes de encender la mecha. Este bendito asunto de Dios que siempre complicaba las cosas.

Lo que estaba por hacer se llamaba suicidio y eso podría condenarlo al infierno durante la eternidad. Si él fuera creyente, Pero no lo era y había vivido durante mucho tiempo con la idea de suicidarse durante la guerra, al llevar consigo la cápsula que le había dado su comandante para evitar que lo capturaran y torturaran. Pero cuando lo capturaron no tuvo tiempo de tragarla. Y ahora, en cambio, iba a encender la mecha.

¿Pero y si Dios existía? Bueno, si Dios existía, Él no podría culparle por ser fiel a su incredulidad. Una fuerte sensación le esperaba todavía. Sin dolor. Demasiado veloz como para sentir dolor. Un relámpago destructor y nada más. Por lo menos, eso ya era algo. La insensibilidad había llegado ya a la ingle, se preparó entonces para encender la mecha.

 


la insensibilidad era tan grande ya que le sería imposible encender la mecha antes que se apoderara completamente de él. Tan pobre. Tan feo y tan pobre. La muerte se apoderó entonces de él, pero no en forma de un sueño embotador, sin fin y oscuro como lo había imaginado. Fue algo más parecido a lo que supuso que sucedería con la dinamita, pero proveniente de su cabeza en lugar del estómago; no pudo comprender por qué había resultado así y sintió miedo.

Pero como era lo único que quedaba por suceder, dejó que sucediera, y se fue así, expelido, violentamente por la parte de atrás de su cabeza y su cráneo, como una catapulta que lo arrojara al cielo, entre millares de imágenes, hacia adelante, hacia afuera, entre destellos y reverberaciones inacabables y pensó que si eso se prolongaba lo suficiente quizás se habría equivocado y vería a Dios después de todo.

________

Rambo nunca lo supo. Pero esas millares de imágenes, entre destellos y reverberaciones” que vio milésimas de segundos antes de morir fue un tiro de escopeta en la cabeza que le dio el Coronel Trautman, su antiguo líder militar en Vietnam y que puso fin a su agonía con ese disparo.

Evidentemente recomiendo encarecidamente que lean el Libro de Morrell y así poder tener una visión diferente, no solo de la guerra y las secuelas que ésta deja en sus soldados, sino también de una película que va un poco más allá de una simple cinta de acción.

Dejo a continuación un par de links donde pueden descargar el Libro “First Blood” en formato PDF y EPub.

 - PDF

 - EPub

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"Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición" 

Woody Allen


¿Qué clase de 'Dios' es este?

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¿Qué clase de 'Dios' es este?

 

Abril de 2023

Publicado por Frank O'Meara

 

Mi comentario:

Esta Reflexión excepcionalmente larga ofrece una selección de textos sagrados tanto de la Biblia como del Corán que, para ser amables, son simplemente escandalosos. Proporciona una práctica colección de citas que los polemistas querrán tener bajo la manga para silenciar a los fanáticos de las tres principales religiones del mundo. Como mínimo, reforzará el asombro de los ateos de que tales textos puedan alguna vez afirmar que tienen un origen divino.

 

**************

No esperen seriamente que crea en una deidad que, a través de la voz del profeta Amós (8:11), promete infligir a su pueblo una triple hambruna: de comida, de agua y, lo más sorprendente, de la verdad (equivalente, en algunas traducciones, simplemente como “la palabra de Dios”). Habría pensado que, en lo que respecta a la verdad, los fascistas y los fanáticos religiosos son muy capaces de crear tal hambruna, sin ninguna intervención divina.

La buena noticia es que la mayoría de los creyentes judíos y cristianos de hoy tampoco creen en tal deidad. Había tiempos, y no hace mucho, en los que los creyentes de generaciones anteriores creían, como todavía creen algunos fieles ignorantes de algunas sinagogas y de ciertas iglesias cristianas, que Dios es la verdadera causa detrás de las enfermedades, la miseria y diversas catástrofes, como el Sida, terremotos y tsunamis, que Él inflige a los descarriados como castigo (aunque, como ocurrió con el pobre Job, tales intervenciones divinas supuestamente son “enviadas para probarnos”).

Los creyentes realmente no pueden esperar que yo tome en serio los decretos divinos como los que se encuentran “passim” en el Antiguo Testamento, relacionados, por ejemplo, con la aprobación de vender a su hija como esclava (Éxodo 21:7), que trabajar en sábado merece la muerte (Éxodo 35:2) o que tocar la piel de un cerdo muerto me hace impuro (Levítico 11:7-8) o que no se deben sembrar dos cultivos diferentes en el mismo campo (Levítico 19:19) o que todo el pueblo debe se reúnan para apedrear a los transgresores (Levítico 24:10-16) o que las personas que duermen con sus suegros sean quemadas vivas (Levítico 20:14).

Judíos y cristianos, en su mayor parte, reconocen todo esto como expresiones de la ingenuidad y la ignorancia de un pasado distante, primitivo y no ilustrado. Han ido más allá de tales aberraciones, y aunque un poco avergonzados de que tales textos sigan siendo parte de sus Sagradas Escrituras, se felicitan por haber abandonado lo que sólo pueden llamarse, lógicamente, contradicciones blasfemas de un Dios que dicen, con optimismo y esperanza, que es un Dios. Dios del amor.


Pero ¿Qué pasa con el Islam, la tercera y más reciente (siglo VII d.C.) “religión del Libro”? Ahí, para sus compañeros monoteístas, judíos y cristianos –identificados en el Corán como infieles– está el problema. Para los fieles seguidores del Profeta, el Corán no fue escrito por Mahoma. Tienen toda la razón en eso, y los judíos y cristianos se equivocan absolutamente al afirmar lo contrario. Mahoma predicó su mensaje: sus discípulos lo pusieron por escrito más tarde, primero en omóplatos secos de camellos y luego en tiras de cuero. Ni siquiera es seguro que el Profeta supiese escribir. Profesionalmente era lo que los australianos llaman un “garbo”, un basurero. Pero él habló, y pocos habían hablado antes que él. Pero los creyentes islámicos creen que sus palabras no eran las suyas. Él no era más que el portavoz de Dios. El Corán registra el dictado divino (en épocas pasadas, los judíos creían lo mismo de sus Profetas que los cristianos de sus Evangelistas), de modo que cualquier crítica al texto sagrado es, por definición, blasfemia.

Demasiados cristianos en los países occidentales hablan del Islam y afirman con ligereza que sólo los extremistas y terroristas toman literalmente declaraciones del Corán como las siguientes:

“Combate en el camino de Dios a los que luchan contra ti... Mátalos dondequiera que los encuentres. Si pelean contigo, mátalos; tal es la retribución divina de los incrédulos” (2, 190-191);

“Vuestras mujeres son para vosotros un campo que arar” (2, 223);

“Si la gente del Libro creyera, sería mejor para ellos. Entre ellos hay creyentes, pero la mayoría son perversos” (3, 110);

“¡Dios ha cumplido su promesa hacia vosotros cuando, con su permiso, aniquiláis a vuestros enemigos” (3, 152)!

“Los incrédulos son vuestros enemigos declarados” (4, 101).

 

Sin preocuparse por el hecho de que nunca han abierto el Corán, muchos creyentes de otras religiones se quejan, con una confianza nacida de buenas intenciones ecuménicas pero también de una total ignorancia, de que los musulmanes modernos y “moderados” no interpretan esos textos literalmente, como tampoco lo hacen con ellos. Se hacen muchos textos embarazosos del Antiguo e incluso del Nuevo Testamento.

No son conscientes del hecho incómodo, de la incómoda verdad, de que los seguidores del Islam, y no sólo los “islamistas” –esos desagradables, ignorantes y fundamentalistas terroristas extremistas– creen que el Corán, tal como está, es la palabra misma de Dios. Inmutable. La verdad absoluta, que debe tomarse literalmente; no hay lugar para la “interpretación”. Los moderados, por razones obvias, no hacen ruido al respecto; serían herejes si se atrevieran a proclamar, o incluso pensar, lo contrario.

Nosotros, los occidentales, suponemos ingenuamente que, como nosotros, han ido más allá de la comprensión literal de sus textos sagrados. El hecho es que la fe islámica ortodoxa se centra en un Dios que decreta la aceptación (“Islam” significa “sumisión”) del Corán y sus preceptos.

Proponer que, como las otras dos religiones del Libro, el Islam reexamine la imagen desastrosa de un Dios y de una religión que pertenece a una época pasada, es, para los musulmanes, un escándalo condenable, intolerable. No necesitan –ni quieren– un Renacimiento, una Ilustración o incluso una Reforma. Dios, Alá, habló a través de Su profeta allá en el siglo VII. La verdad ya ha sido revelada. Basta de charla. Fin.

Estas tres religiones mundiales, cualquiera que sea el grado de su evolución, continúan proclamando la creencia en Dios, representado de diversas maneras como un Protector Divino misericordioso, amable, compasivo, grande, adorable, amoroso, o como un juez sediento de sangre, un demandante cruel, de sacrificios, banquero divino que exige el pago por nuestros crímenes, pecados y lesa majestad, incluida la redención mediante la muerte de su propio Hijo divino-humano, nacido para sufrir y morir para saldar la deuda que contrajimos desde el Edén. “Un Niño nos es nacido, un Hijo nos es dado”: ​​El sacrificio perfecto. “Sé que mi Redentor vive”. ¿En qué Dios crees?

Los creyentes sinceros de los tres monoteísmos rechazarán esta reflexión. Pero en lugar de una condena mutua abierta, ¿no podemos al menos intentar ver por qué todo esto se ha convertido en un diálogo de sordos? Si tan solo pudiéramos decir la verdad, explicar lo que creemos, por qué creemos o nos negamos a creer, y escucharnos unos a otros, vivir y dejar vivir como creyentes y no creyentes, en tolerancia mutua. Eres libre de creer en cualquier tipo de Dios que quieras. Entonces permíteme a mí no creer en ningún Dios en absoluto.

 

Traducido del original:

https://blindfaithblindfolly.wordpress.com/2023/04/17/what-sort-of-a-god-is-this-2/


Ver:


La Balanza Desequilibrada (Colaboración)

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Nota Inicial:

La presente publicación fue escrita y elaborada por un colaborador y amable lector de este Blog. Este artículo NO fue escrito por el habitual escritor y responsable de este sitio Noé Molina. (*)

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La Balanza Desequilibrada

 

Si hay algo que aprendemos rapidísimo en la vida, es que las acciones que realizamos, buenas o malas, tienen una consecuencia. Es inevitable, para lo bueno y lo malo. Y dependiendo de lo que hagamos, el resultado será más o menos contundente. Si alguien insulta a otro, tendrá alguna reprobación como resultado, un despido, o el fin de una relación. Si en cambio, hay un asesinato, la cárcel será el fin. A mayores actos, mayores consecuencias. Claro está que esto es una perogrullada.

Sin embargo, tal perogrullada, no se ve reflejada en la Biblia.

 

Lo peor que se puede hacer a alguien


¿Qué es lo peor que el Dios bíblico podría hacer a alguien? Mandarlo al infierno, sin duda. Pero no son muchas las veces donde se dice en la Biblia“Dios mandó al infierno a...”. La excepción quizás sea Coré: descendió vivo al Seol.

Pero después no encontramos casos así, al menos que yo recuerde. No hay un, por ejemplo:

“Dios mandó al infierno a Herodes”

“Dios castigó a Jezabel enviándola al infierno”

Por lo general, el castigo bíblico que sí se repite una y otra vez, tanto en el AT como en el NT, es matar al pecador. Dios mata como castigo. Entonces, analicemos casos donde el castigo de muerte es aplicado. Y usted me dirá, lector, si la perogrullada de la que hablábamos en el comienzo, existe en la Biblia o no.

 

1) “Hazme caso o viene el león”

Un capítulo no muy conocido de la Biblia, pero realmente interesante. Primera de Reyes 20. Veamos:

Se habla allí del ataque que Ben-Adad, rey de Siria, dirigió a Israel, cuyo rey era Acab.

No voy a entrar en detalle de todo el capítulo, que es bastante largo. Sí me detengo en el versículo 35:

“Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro no quiso herirle.”

Simple. Un siervo de Dios le pide a otro que lo lastime (sin explicarle por qué).

Creo que cualquier persona normal habría hecho lo que se lee en el versículo. Lógico. ¿Cómo voy a lastimar a alguien, solo porque me lo pida? Además, recordemos el famoso mandamiento “No matarás”. Tal vez el hombre creyó que si lastimaba muy vehementemente al otro, podría matarlo y hacerse culpable de homicidio. Entonces, con toda lógica, no hizo caso.

La respuesta del servidor de Dios es la siguiente, versículo 36:

“El le dijo: Por cuanto no has obedecido a la palabra de Jehová, he aquí que cuando te apartes de mí, te herirá un león.”

¿¡Qué!? ¿Solo por eso?

Y además, ¿cómo puede ser ese el castigo, si el tipo ni siquiera le dijo que era “¿palabra de Dios?” No le dijo: “Dios te ordena a lastimarme”. Torpe la comunicación del siervo de Dios (cosa que hasta ahora permanece en muchos de ellos ;) ).

Y luego pasó lo que (tratándose de la sanguinaria Biblia), debería pasar:

“Y cuando se apartó de él, le encontró un león, y le mató”

Así que no hacer caso a una orden de un servidor de Dios (aunque sea a todas luces incoherente) es la muerte.

Lo tragicómico es lo siguiente, versículo 37:

“Luego se encontró con otro hombre, y le dijo: Hiéreme ahora. Y el hombre le dio un golpe, y le hizo una herida”

¿Qué habría pasado si el otro tampoco hubiera querido golpearlo? ¿También habría sido atacado por  el tataratataratataratataraabuelo de Simba?

¿Y qué habría pasado si 20 o 30 personas hubieran desobedecido? ¿Habría existido una mortandad de judíos a manos de los félidos, hasta que apareciera un heridor?

 

2) Er er..ró.

Vamos a Génesis 38.

Aquí se habla de Judá, hijo de Jacob. Y sucede que tenía un hijo llamado Er. Y dice lo siguiente en el versículo 7:

“Y Er, el primogénito de Judá, fue malo ante los ojos de Jehová, y le quitó Jehová la vida”

Directo, ¿verdad? No se sabe qué hizo Er. Pero Dios lo mató como a una cucaracha.

Raro que, si la Biblia es la palabra de Dios, nuestra guía (supuestamente), no se aclare qué es lo malo que hizo Er (para que sirva de ejemplo a otros), mientras se aclaran en un profundo detalle, cuestiones sin ninguna importancia, como la ropa de los sacerdotes, por ejemplo.

Hasta aquí tenemos esta escala de valores bíblicos:

- Desobedecer a un siervo de Dios: Muerte.

- Hacer lo malo: Muerte.

 

3) David.

David fue reconocido como un enorme siervo de Dios. Sin embargo, tuvo un episodio brutalmente contundente en su contra: la muerte de Urías, de la cual él fue el autor intelectual. (Ver)

A partir de esto, tomando en cuenta los casos anteriores, uno debería concluir rápidamente que David debería morir. ¿No? Hizo algo infinitamente más grave que el no-agresor y que Er.

Sin embargo, él no moriría. ¡¡¡Morirían sus hijos!!!

¿Tiene algo de lógica esto?

Me dirán que David se condenó a sí mismo al decir esto (2 Samuel 12, versículo 6):

“Y debe pagar la cordera con cuatro tantos, porque hizo tal cosa, y no tuvo misericordia”

Y yo respondo: si un acusado de un crimen, al ver que pasará años en la cárcel, pide que en lugar de eso, le corten la pierna en pedazos, sin anestesia, ¿lo haría algún juez? ¿Qué lógica tiene eso? Ninguna. Como la Biblia en este caso.

Ahora la balanza queda un poco rara:

- Desobedecer a un siervo de Dios: Muerte.

- Llevarse la mujer de otro e idear su asesinato: Muerte de tus hijos.

¿Eh?

 

4) Salomón.

Salomón. El que se hizo famoso en la Biblia, por pedir sabiduría en lugar de riquezas (1 Reyes versículo 3 hasta el 15).

Sin embargo, la obtención de sabiduría, no le impidió meter la pata hasta la cintura.

Porque (1 Reyes capítulo 11):

“...el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras (…) gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegareís a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros (…) Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas (…) Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, un ídolo abominable de Moab (…) y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón”

Aquí, aunque indirectamente, Salomón está desobedeciendo a un siervo de Dios (Moisés), igual que el “no-Agresor”. ¿No? Así que si aplicamos la balanza bíblica que se aplicó con el “No-Agresor”, Salomón moriría como castigo.

Pero no. Su castigo fue el siguiente (1 Reyes 11 versículo 11):

“Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de tí el reino, y lo entregaré a tu siervo”

¿A qué viene esa dualidad de criterios?

- Un tipo hace “lo malo” (quién sabe qué) y muere.

- Un tipo se niega a lastimar a otro, y muere.

- Un tipo adora a todos los dioses de otras religiones, lo cual estaba terminantemente prohibido... y no recibe castigo alguno.

¿Tiene lógica?

Lo peor de todo, es que este castigo de romper el reino, viene así (versículo 12):

“Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.”

O sea, como Salomón era “el nene de David”, no es castigado. Mientras que un anónimo bíblico, es despedazado por Leoncio. ¡Qué lindo!

Lo que sí es, la “coherencia de la incoherencia bíblica”, es que otra vez, un hijo paga el pato por culpa de las macanas de su padre. Moi ben.

 

5) Uza.

Ya se habló de Uza alguna vez en este blog. (Ver)

Uza contravino una norma bíblica.

Sin embargo, lo hizo por instinto seguramente, uno ve que algo valioso cae al suelo e intenta impedirlo, ¿cierto? Sin embargo, muere al instante, por una mala decisión tomada en un par de segundos.

Sin embargo, Salomón, que tuvo tiempo para pensar lo que hacía, y que además tenía la “sabiduría de Dios”, para decidir, contraviene la norma de Dios, todas las veces que quiere... y no pasa nada.

Justo, ¿cierto?

 

6) El hombre que recogía leña.

Ya sé que es redundante. Pero es imposible dejar afuera este caso, que está ya analizado en el blog: (Ver)

Así que la balanza nos va quedando así:

- Desobedecer a un siervo de Dios si eres un donnadie: Muerte.

- Desobedecer a un siervo de Dios si eres el rey: Depende. Si la desobediencia es muy fea (asesinato), ahí se mueren tus hijos. Si no (IDOLATRÍA), no pasa nada.

 

7) Nada de que no pasa nada.

Ops. Me equivoqué. A algunos idólatras SÍ le pasan cosas. No ser “el nene” de algún personaje bíblico que Dios quiera, puede acarrear la muerte. Vemos un ejemplo más que conocido. Éxodo 32.

Allí se detalla el pedido de los israelitas a Aarón, para que les haga un becerro de oro al que luego adoran.

Cuando Moisés se entera, es el momento donde Jehová ordena el castigo. Versículos 27 y 28:

“Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: poned cada uno su espada sobre su muslo, pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente.”

Igualito que con Salomón, ¿no?

Y a todo esto: ¿por qué no fue condenado Aarón, el principal responsable de esto?

Me dirán que después, más adelante, lo dejaron abandonado y murió. Pero, ¿por qué no murió aquí mismo tras este hecho? Para que los personajes anónimos se mueren más rápido, mientras que los personajes con nombre, pueden meter la pata más de una vez (Aarón, Saúl, David, Acab, Jonás, Salomón) y algunos de ellos incluso, hacerlo ilimitadamente, que no pasa nada.

¿Balanza justa?

 

8) Los dos “no-diezmadores”

Ananías y Safira. Famosa historia, que viene a contradecir una famosa frase cristiana:

“El Antiguo Testamento es muy violento, pero eran otras épocas, en el Nuevo Testamento ya no pasa eso”.

Dos personas son fulminadas al instante por Dios, por una mentira.

O sea:

- Mentir: Muerte.

- Idear un asesinato: Muerte de tus hijos (???)

Lo peor de todo, es que, quien recrimina a Ananías y Safira por la cuestión económica, es un tipo que le sacó la oreja de un espadazo a otro. ¿Buen ejemplo?

Y qué conveniente historia para que, desde su cuna, el cristianismo amedrente y amenace a aquellos que osen no largarles todas las monedas...la tradición de la casa, desde los principio de la misma.

 

Usted crea en lo que quiera. Nadie tiene derecho a decirle a otro, que deje de creer.

Pero no se haga el bobo ni crea que tiene pie para condenar la descreencia ajena: si usted leyera estas cosas en el libro de cualquier otra religión, ya las estaría condenando. Los que fuimos cristianos sabemos que es así.

En fin, diga lo que quiera...pero su Dios es injusto y sin criterio. La Biblia lo demuestra.

Aunque obviamente...no lo aceptará. NO CONVIENE.    

___________


(*) Nota Final:

El autor de esta publicación es "JM Di Negri", fiel seguidor y colaborador de este Blog; quien amablemente me solicitó el compartir este artículo con el resto de los lectores; y al no estar en contra de la filosofía del Blog, es un honor para mí el poder publicarlo. El mismo "Di Negri" se encargará de responder las dudas de los lectores a través de los comentarios.

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Ver Artículos sobre: El Rey David





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“Leer correctamente, la Biblia es la fuerza más potente para el ateísmo jamás concebida”

Isaac Asimov



¿Es la Biblia la palabra de Dios?

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¿Es la Biblia la palabra de Dios?

 

Por: Ricardo Alonso Zavala Toia.


Los cristianos se rasgan las vestiduras argumentando que la Biblia es la palabra de Dios, aunque últimamente, frente a todos los cuestionamientos que han puesto en duda su infalibilidad, han cambiado ese apotegma por otro menos radical: la Biblia contiene la palabra de Dios, lo que pretende hacerla más permeable a la crítica e importa aceptar que se trata finalmente de una obra humana.

Como ya lo dijimos anteriormente, antes de continuar, debe quedar muy claro que a lo largo de los siglos han existido muchas versiones de la Biblia, lo que nos debe llevar a una primera reflexión:

“Cientos de Biblias fueron creadas durante los siglos, cada una siendo diferente de la previa. Varias fuentes extrañas fueron usadas, conjuntamente con modificaciones inevitables y ad infinitum. Los pasos para hacer la biblia contemporánea (en realidad, las muchas biblias) incluyó adiciones, interpretaciones, errores de copistas, doctrinas eclesiásticas, mutaciones, traducciones y códices sin correlación –como la evolución de los Salmos, y muchos otros concilios ecuménicos, creándose muchas versiones: Biblia de Eusebio, la Vulgata de Jerónimo, Código Sinaítico, Vaticano, Alejandrino, Ephraemi Rescriptus, Boermeriano, Angelicus, Athous Dionysiou, Amharic, Wycliffe, Biblia de Gutemberg, Martín Lutero, Ostrog, Tyndale, Cover-dale, Thomas Mathews, Psalter, Bishop´s, Douay-Rheims, New Polish, Vatablus, KJV, Uscan, Gregoriana, Wakuset, San Cirilo, DRC, Quakr, United Ruthenians, Thomson´s, Joseph Smith, WBT, NASB, NIV, New King James, Rotherdam´s, TNIV, NRSV, CEV, MSG, KJ21, NASU, RcV, ESV, NABRE…”  (Traducción del autor).

 

Cualquiera sea la versión, afirmamos que la Biblia no es ni contiene la palabra de Dios, por lo siguiente:


1. 

En primer lugar, si Dios existe, no habría optado por la escritura para revelarse pues, en esa hipótesis, tendría que haber escogido un idioma totalmente traducible a los otros, que no existe. Me explico, no existe ningún idioma que pueda traducirse en forma fidedigna a los otros idiomas, lo que quiere decir que inevitablemente el mensaje resultaría distinto de acuerdo al idioma que se trate, lo cual convertiría su mensaje en discriminatorio. Dios, si existe, no podría tener un mensaje para unos y otro distinto para el resto de seres humanos.

“Dios no podía revelar su palabra a través de un medio – el escrito  que pudiera ser manipulado por el hombre. Peor aún si los custodios habrían de ser los curas, obispos y Papas de la Iglesia, quienes nunca fueron, ni son, ni serán los paradigmas del buen ejemplo, ni menos la garantía que el mensaje se mantuviera intacto. Al final del día, la Biblia cristiana no es más que una obra humana, que ha sido manipulada de acuerdo a sus intereses por un grupo de personas que siempre han vivido del negocio de Dios en la tierra.”

 

2. 

No existen idiomas o lenguajes divinos. El hecho que los judíos consideren el hebreo como divino, o que los musulmanes piensen lo mismo del árabe, es sólo parte de su arrogancia.

 

3. 

La Biblia es un extenso y complicado libro que, en su mayor parte, es contradictorio, oscuro, misógino, que fomenta la discriminación, subyugación de género; ininteligible para el común de los seres mortales, lleno de atrocidades y mandatos inaceptables, que no puede ser atribuido al autor de la creación. Para ser o contener la palabra de Dios, tendría que haber sido un libro son reglas sencillas, con un mensaje claro que sólo reflejara buenas virtudes.

Lamento decirlo pero, objetivamente, la Biblia dista mucho de ser una obra dirigida o inspirada por un ser bondadoso. Es una obra humana, que no es más que una compilación de varias otras obras escritas por diferentes personas, en muy diversas épocas y que ha venido siendo acomodada a los intereses particulares de grupos antagónicos interesados en justificar o fortalecer su poder mundano.

“Dios no puede ser alguien que utilice la teología ni los conceptos oscuros para revelarse a su creación; esto es simplemente absurdo. Dios para serlo tiene que ser claro, simple, directo e inequívoco. Consecuentemente, un libro incongruente, difícil de ser leído, como la Biblia no puede ser la ´Palabra de Dios´. Esto no quiere decir que mucho de lo escrito en la Biblia no sea verdad; lo es, en la medida que la Biblia es una recopilación del conocimiento humano extraído – principalmente – de la sabiduría de las culturas más antiguas del mundo.”

4. 

Para tratar de justificar la irracionalidad de la Biblia se inventó lo que se llama la teología. La teología no es otra cosa que una oscura creación, ideada para justificar lo injustificable, lo incomprensible, lo dogmático y que, por lo tanto, no resiste a la razón, la lógica y la verdad. Si Dios existe, la teología es inaceptable.

 

5. 

Siguiendo a Thomas Paine, la “revelación” de Dios dirigida a los seres humanos, está contenida en toda su creación. Para conocer a Dios basta con admirar la naturaleza que nos rodea y el infinito del universo; allí está toda la verdad y todo lo que Dios quisiera transmitirnos y enseñarnos. Para entender a Dios y su revelación no necesitamos ninguna otra fuente más que la razón y los sentidos que nos ha regalado. De esta forma aquello de “conócete a ti mismo y conocerás a Dios” es una verdad irrefutable.

La creación es lo único que es igual para todos y no está oculta para nadie. Todos los seres humanos tenemos la misma posibilidad de conocerla, admirarla y entender el mensaje del creador. El asunto es simple: si conocemos el producto podemos conocer la fuente.

 

6. 

“Tampoco Dios podría tener dos sistemas de leyes distintas y contradictorias entre sí aplicables según el tiempo: las normas del Antiguo Testamento versus las normas del Nuevo Testamento. Avalar este absurdo sería como aceptar que en una familia de 10 hijos, los cinco mayores sean tratados con un sistema de normas y los cinco menores con otro sistema totalmente distinto. Dios tiene que ser justo, igual y equitativo con toda su creación.

El Antiguo Testamento, utilizando nuevamente la terminología jurídica, no es más que la apropiación ilícita que hace el Cristianismo del libro sagrado de los judíos. Entendamos con claridad este asunto: como lo repite mil veces su propio texto, el Antiguo Testamento es un conjunto de libros escritos sólo y exclusivamente por los judíos para los judíos, quienes hasta ahora se consideran ´el pueblo escogido de Dios´. Dicho Antiguo Testamento no fue escrito ni está dirigido a otro grupo humano que no fuera el pueblo judío. El Cristianismo siempre ha pretendido, a través de forzadas interpretaciones y la manipulación de los textos, hacer ver que en algún momento de la ´evolución’ de las divinidades y sus ´pactos´ con la humanidad, de un plumazo se incorporó al resto de pueblos dentro del concepto de Israel. La idea es tan frágil y forzada que los propios judíos jamás han aceptado este repentino hermanamiento.

En lo que se refiere al Nuevo Testamento, también no deja de ser un conjunto de libros sectarios, pues fue el mismo Jesús quien supuestamente ordenó a sus discípulos: ´No vayan a tierras de paganos ni entren en pueblos de samaritanos. Diríjanse más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel´ (Mateo 10, 5-6). Un conjunto de libros que sólo han sido escritos para una minúscula parte de la humanidad, ´las ovejas perdidas del pueblo de Israel´, no puede ser considerado como la ´Palabra de Dios´.”

Entonces, cabe preguntarnos ¿qué es la Biblia? Hago mías las palabras de Remsburg:

La Biblia es, en su mayor parte, la cruda literatura de gente que vivió hace 2000 años o más. Algunos principios de bueno y malo son reconocidos por esa gente, pero los principios de moralidad fueron desconocidos para ellos. Fueron gente ignorante, y la gente ignorante por lo general es gente religiosa y la gente religiosa casi siempre es gente inmoral. Ellos creían que fueron la gente escogida por Dios –los particularmente favoritos de Dios- y que por eso tenían el derecho de robar y engañar, asesinar y esclavizar al resto de la humanidad. De esas dos causas, fundamentalmente ignorancia y religión (superstición), emanaron las hazañas inmorales y opiniones que hallaron expresión en los escritos de sus curas y profetas.”  (Traducción del autor).

 


Fragmentos del libro:

 "Lo siento mucho, pero... Jesús nunca existió"

Autor: Zavala Toia, Ricardo alonso

Editorial:Cuervo Editores S.R.L.

Publicado:2016-10-31


Ver:


El Evangelio según… la evidencia más plausible

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El Evangelio según…

la evidencia más plausible

 

28 de abril de 2023

Por: Don Cameron

 

El fondo

Se escribieron muchos evangelios pero sólo cuatro fueron admitidos en el canon por quienes habían adquirido el poder. El resto, que tenía creencias diferentes y contradictorias, fue en su mayoría descartado o destruido. Como no estoy satisfecho con todos ellos, yo mismo he escrito este evangelio. Yo no estuve presente durante los eventos que describe, pero tampoco lo estuvieron ningún otro escritor de los evangelios. Creo que estoy mejor calificado porque, a diferencia de ellos, me beneficio del conocimiento científico y distinguiré cuidadosamente entre lo que es razonablemente cierto, lo que es probable y lo que es improbable, con el objetivo de acercarme lo más posible a una verdad evangélica. Es 1.600 años demasiado tarde, pero estoy bastante seguro de que habría sido consignado a los libros apócrifos, incluso si hubiera existido en el tiempo.

La respuesta breve a cómo comenzó el cristianismo es que nunca podremos saberlo por completo. Los evangelios canónicos contienen contradicciones sustanciales y se diferencian de otros evangelios que no entraron en el canon. Fueron escritos en griego, entre 40 y 70 años después de la muerte de Jesús, por personas cultural, lingüística y geográficamente muy distantes de donde habían sucedido las cosas. Procedían de tradiciones orales, después de que los testigos directos ya no estuvieran vivos. La tradición de una cuidadosa precisión histórica aún no existía, y los escritos antiguos suelen ser polémicos muy sesgados, pero no son inútiles. No hay duda de que existió una persona llamada Jesús y que dejó una huella durante y después de su vida.

Por supuesto, es imposible separar la verdad de la ficción en los Evangelios, pero es probable que las historias orales de las que surgieron hayan sido mejoradas para promover mejor la evangelización. Las afirmaciones sobrenaturales son obviamente las menos probables. Deberíamos recordar el consejo de Hume de que sólo debemos creer en un milagro si también podemos creer que sería más milagroso que la información sobre el mismo fuera falsa o equivocada.

Podemos reflexionar con cierta certeza sobre las condiciones en Palestina durante la corta carrera de Jesús. La mayoría de la gente se habría dedicado a la agricultura o a algunos oficios básicos y los viajes de larga distancia serían difíciles e inusuales. Los registros de la Inglaterra preindustrial han demostrado que muchos vivieron toda su vida sin viajar más de 50 kilómetros desde su lugar de nacimiento. Probablemente ocurría lo mismo en Palestina en aquellos días. La comunicación era prácticamente inexistente y la gente sólo escuchaba noticias esporádicas de lo que sucedía fuera de su área inmediata. Habría habido una élite educada, incluidos los sacerdotes del templo que promovían un estilo de religión del Antiguo Testamento, que incluía ofrendas de sangre y holocaustos de animales (en lugar de humanos en ese momento). Las habilidades de lectura y escritura en la población general serían bajas.

 

La historia de Jesús

Es en este contexto que Jesús surgió como un orador capaz de atraer multitudes. Reclutó a un equipo de ayudantes en su organización, y ellos se dedicaron a promover la idea de un Reino de Dios, que transmitía mensajes religiosos y políticos, ambos bienvenidos a los oídos de sus oyentes. Un nuevo Reino judío era inminente con la poderosa ayuda de Dios, logrando la independencia de Roma. Llegaría pronto en esta vida, no en la siguiente. Imagínese cómo hubiera sido ser miembro de este grupo. Habría un gran sentido de propósito. Estaban iluminando al pueblo y esperaban una posición de privilegio cuando llegara este Reino.

Las Escrituras no nos hablan de las finanzas del grupo, pero debieron haber podido comer, beber y tener otras necesidades. Podrían recaudar fondos suficientes. Es muy posible que hayan alcanzado una posición financiera mejor de la que estaban acostumbrados. Quizás las habilidades recaudadoras de impuestos de Mateo fueron útiles. Todo el asunto debió parecer mucho más emocionante que las aburridas ocupaciones de las que procedían.

Después de acumular un nivel embriagador de fama, llegó el momento de llevar la empresa a la capital. No podemos estar seguros de que Jesús entrara montado en un asno. Había una profecía en el Antiguo Testamento de que el Mesías lo haría (Zacarías 9.9), por lo que es posible que Jesús lo haya hecho para cumplir eso, o que los escritores del evangelio hayan insertado la historia. El pequeño grupo debió haber sido tremendamente ingenuo. Entrar en Jerusalén hablando a grandes multitudes sobre el inminente Reino de Dios (lo que, por supuesto, implicaría el fin del dominio romano) fue increíblemente imprudente. E invadir el territorio de los sacerdotes del Templo no hizo amigos. Lamentablemente, Dios no apareció. No sorprende que los romanos, con la aquiescencia de la élite judía, eliminaran a Jesús.

¿Podemos imaginar cuál habría sido el ambiente en el pequeño grupo de apoyo de Jesús la mañana después de la crucifixión? La empresa que habían construido parecía completamente destruida. No les quedaba más remedio que evitar ser detectados por las autoridades romanas, dispersarse de nuevo a sus zonas de origen y volver a sus antiguas vidas. ¿O había alguna manera de evitar la derrota total?

La idea de expiación encajaba con las creencias predominantes. La idea de que toda la población era culpable de pecado y que la ira de Dios debía ser apaciguada mediante sacrificio era ya un tema establecido desde hacía mucho tiempo en la religión judía. Los sacrificios humanos eran historia; era más probable que la víctima fuera una cabra. Pero, ¿qué podría ser más creíble que Jesús hubiera elegido ofrecerse a sí mismo como sacrificio para apaciguar a Dios por los pecados del pueblo? “¡Él murió por ti, así que debes estar agradecido!” Los seguidores se dieron cuenta de que la oposición directa a las autoridades romanas no era un objetivo práctico. La religión más que la política era el camino a seguir.

De esta manera, la firma nazarea volvía a estar en funcionamiento. Inicialmente era una secta exclusivamente judía; Jesús había muerto por los judíos justo cuando se hacían los sacrificios regulares del Templo por los judíos. Los nombres Cristo y Cristiano aún no existían. Eso ocurrió sólo cuando estas ideas se trasladaron a una población de habla griega.

 

Llegada de Pablo

Si las cosas hubieran continuado de esta manera, es probable que los nazareos se hubieran extinguido porque no lograron progresar en la escena religiosa judía. Pero llegó Pablo; había sido un perseguidor de los nazareos, pero por alguna razón decidió promover esta nueva religión en el mundo fuera de Palestina.

Pablo primero tuvo que modificar el producto para hacerlo más comercializable. Los nazareos insistían en que a todos los varones conversos se les debía cortar el prepucio del pene. No es de extrañar que Pablo pensara que esto le haría perder clientes, así que se deshizo de esto. También se abandonó la estricta observancia de otros requisitos judíos. El cristianismo se extendió rápidamente y se dividió en muchas versiones diferentes. Parece haber superado a las ideas politeístas predominantes en Grecia y Roma.

Durante muchas décadas la creencia fue sólo una tradición oral. Inevitablemente, la historia fue "mejorada" durante ese tiempo para que la evangelización fuera más exitosa. Para un predicador era mucho más satisfactorio fundar una comunidad creyente y que contribuyera económicamente que ser rechazado por una audiencia incrédula y expulsado de la ciudad. Para cualquiera que se esforzara por establecer una carrera sacerdotal, la tentación de embellecer afirmaciones sobrenaturales debía haber sido intensa y el riesgo de ser descubierto era nulo. Una vez inventado, cada elemento se habría extendido a otros que los habrían incluido en su predicación sin lugar a dudas. En términos de Hume, ciertamente no sería milagroso que fueran falsos o equivocados.

Los que se erigieron sacerdotes eran de todo tipo humano. Algunos serían idealistas que buscarían la verdad, mientras que otros estarían allí porque les daría una vida más rica que el trabajo. Para este último, lo que atraía a la audiencia habría sido más importante que lo que era históricamente cierto.

Es digno de mención el gran parecido entre muchas de las historias cristianas y temas paganos anteriores. Ser hijo de un dios y una mujer terrenal, realizar milagros, resucitar después de la ejecución y muchas de las historias menores eran características de las religiones paganas. Los escritores cristianos posteriores los describieron como “mimetismo diabólico”. Al parecer, el Diablo había creado estas historias anticipándose a que realmente sucedieran, sólo para hacer travesuras. Lo más probable es que los primeros evangelistas incorporaran muchos de los antiguos temas paganos para realzar sus repertorios.

Probablemente fue durante este tiempo, antes de que aparecieran los relatos escritos, que se agregaron la mayoría de las afirmaciones sobrenaturales, porque eran puntos de venta persuasivos. Los evangelios fueron escritos a finales del siglo I d.C. por autores griegos educados desconocidos que reunieron estas tradiciones orales. Ciertamente no tuvieron contacto con los campesinos de habla aramea que eran seguidores de Jesús.

Teniendo en cuenta la visión de Hume sobre los milagros, podemos adivinar cómo las afirmaciones sobrenaturales se interpolaron en la historia, pero la más importante fue la resurrección. Esto se describe con muchos detalles corroborativos y a veces contradictorios en el Nuevo Testamento. No tenemos idea de cuándo esto entró en la narrativa pero, si no es cierto, es una gran mentira. Sin embargo, tiene todas las características de una invención. Jesús apareció sólo en unas pocas ocasiones antes de desaparecer definitivamente. Supuestamente realizó un espectacular ascenso a las nubes. Se dice que lo vieron quinientos, pero eso lo sabemos sólo por uno: Pablo (1 Corintios 15,6), que no afirmó ser uno de los presentes. Si Jesús realmente había resucitado, ¿por qué no continuó sus giras de conferencias como antes, durante los años siguientes? Por supuesto, debemos respetar el hecho de que los seguidores de Jesús se encontraban en un estado de angustia emocional en los días posteriores a la crucifixión y las historias pueden haber tenido un origen en alucinaciones o sueños. La ficción a menudo está injertada en una semilla de verdad en lugar de ser completamente original. En algunas referencias, Jesús se apareció a personas que lo conocían bien, pero no lo reconocieron; ¿Qué podría significar eso? Los informes sobre la resurrección están muy por debajo del criterio de Hume sobre la creencia en milagros. 

 

Desarrollo posterior

La religión creció y continuó evolucionando, extendiéndose por todo el Imperio Romano y más allá. Se diversificó en versiones mutuamente contradictorias. En los primeros siglos hubo varias formas diferentes de cristianismo con creencias conflictivas y agriamente disputadas. Esta es una prueba concluyente de que las historias fueron cambiando con el paso del tiempo. Al final, una versión triunfó en el Imperio y las otras fueron reprimidas como herejías y sus escritos condenados como apócrifos. No hay razón para creer que la ortodoxia victoriosa fuera más precisa que las demás.

Entre el año 100 y el 400 EC Jesús fue transformado. Comenzó como orador predicando un Reino de Dios que cambiaría las cosas aquí en la tierra, siendo él mismo rey durante la vida de sus oyentes. Durante dos o tres siglos, se convirtió en un dios que siempre había existido, incluso antes de la creación, y que se sentaba en el cielo como igual a Dios Padre. Nadie parece haber preguntado cómo se pudo descubrir esto, de ser cierto.

Los teólogos habían caído en una trampa porque, al estar seguros de que el Padre y el Hijo eran dioses, seguían seguros de las Escrituras de que había un solo dios. El Espíritu Santo andaba por ahí como un tercer candidato a la piedad. Pero la solución estaba al alcance de la mano. La idea contradictoria de la Trinidad fue ratificada en el año 325 d.C. en el Concilio de Nicea. Los tres dioses son en realidad un solo dios, pero siguen siendo tres al mismo tiempo; ¡problema resuelto!

Se inventaron nuevas creencias como la Trinidad en el siglo XVI, el purgatorio en el siglo XVI y la Inmaculada Concepción de la Virgen María en el siglo XVI. La doctrina de recompensas y castigos muy extremos (Cielo e Infierno) durante una vida eterna era fácilmente creída en un mundo crédulo sin acceso a evidencia contraria.

Con el tiempo, la iglesia se volvió totalmente poderosa, destruyendo la cultura y las creencias clásicas y suprimiendo toda oposición. Los templos fueron destrozados y las estatuas fueron derribadas y destrozadas. La ciencia y la filosofía clásicas fueron a la pira. La oposición fue castigada con la muerte, una pena que se ejecutó de manera amplia y despiadada. Cientos de miles sufrieron la agonía de morir quemados. Este control comenzó a aflojarse lentamente a partir del siglo XVI y algunos de sus efectos persisten hasta el día de hoy. Pero con el poder de la iglesia en declive, se están formando nuevas sectas.

Esta imagen, como cualquier imagen de estos acontecimientos lejanos, sólo puede ser una conjetura, pero se ajusta a la evidencia mejor que cualquier otra. Es más que posible comprender la información que tenemos hoy sin suposiciones sobrenaturales.

 

Traducido del Original:

https://www.atheismuk.com/the-gospel-according-to-the-most-plausible-evidence/


Ver:



Seis Razones para Creer que Dios realmente existe (Publicación Cristiana)

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“Obviamente en el amplio mundo del cristianismo moderno, existen miles de razones (válidas o no) para justificar la existencia de Dios. Casi todas estas “razones” suelen ser fácilmente refutadas, otras no tanto. ¿Son realmente válidos, realistas y coherentes estos argumentos? Veamos a continuación las razones ofrecidas por una cristiana (Y exAtea) para afirmar sin ninguna duda que Dios realmente existe.” (Nota del editor)

_________

 

Seis Razones para Creer que 

Dios realmente existe 

(Publicación Cristiana)


¿Existe Dios? ¿Hay pruebas?

El siguiente artículo ofrece razones honestas y directas para creer en la existencia de Dios...


2023-08-30

Marilyn Adamson


¿No te gustaría que alguien te mostrase -de una manera simple- la evidencia de la existencia de Dios? Sin forzar nada ni frases como "solo tienes que creer". Bien, aquí presentaremos honestamente algunas de las razones que sostienen que Dios existe.

Pero, primero consideremos esto. Cuando se refiere a la existencia de Dios, la Biblia dice que hay personas que han visto suficiente evidencia, pero que ellos han suprimido la verdad acerca de Dios. (1) En cambio, para aquellos que quieren saber si Dios está allí, El dice, "Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón". (2) Antes de ver los hechos que manifiestan la existencia de Dios, pregúntate, "¿Si Dios existe, quisiera conocerlo?" Aquí entonces, están algunas razones a considerar...


1.

¿Dios existe? La complejidad de nuestro planeta apunta a un Diseñador quien deliberadamente no sólo creó nuestro Universo sino que lo sustenta hoy en día.

 

Muchísimos ejemplos de diseño de un Dios podrían ser dados -posiblemente un sin fin. Aquí, unos pocos:

La Tierra... su tamaño es perfecto. El tamaño de la Tierra y su respectiva gravedad contienen una capa delgada compuesta en mayoría de nitrógeno y oxígeno que se extiende a 80 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Sila Tierra fuese más pequeña, sería imposible que tuviese atmósfera, como es el caso del planeta Mercurio. Si la Tierra fuera más grande, su atmósfera contendría hidrógeno libre, como Júpiter. (3) La Tierra es el único planeta conocido equipado con una atmósfera compuesta por una mezcla adecuada de gases que dan sustento a las plantas, animales y seres humanos.

La Tierra está ubicada a la distancia adecuada del sol. Considere que las temperaturas que tenemos, aproximadamente varían desde -35º C a 50º C. Si la Tierra estuviese un poco más lejos del sol, todos nos congelaríamos. Si estuviese un poco más cerca, nos quemaríamos. Incluso una pequeña variación -una fracción- en la posición de la Tierra con respeto del sol haría imposible la vida sobre la Tierra. La Tierra permanece a una distancia perfecta del sol mientras rota alrededor de él a una velocidad cerca de 107,000 kilómetros por hora. Esta también rotando sobre su eje, permitiendo que la superficie entera de la Tierra sea perfectamente calentada y enfriada cada día.

Nuestra luna tiene el tamaño y la distancia de la Tierra perfectos para su atracción gravitacional. La Luna crea las mareas y los movimientos de los océanos de tal manera que sus aguas no se estanquen, y al mismo tiempo evita que estas mismas inunden los continentes.(4)

Agua... incolora, inodora y sin sabor, aun así, ningún ser viviente puede sobrevivir sin ella. Las plantas, los animales y los seres humanos están compuestos en su mayoría por agua (alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua). Ahora veamos porque las características del agua son únicas y especiales para la vida:

Tiene los puntos de ebullición y de congelamiento inusualmente altos. El agua nos permite vivir en un ambiente de temperaturas cambiantes, mientras mantiene a nuestros cuerpos a una temperatura de 37º C.

El agua es un disolvente universal. Esta propiedad del agua permite que miles de químicos, minerales y nutrientes sean transportados a través de nuestros cuerpos y hacia los conductos sanguíneos más pequeños.(5)

El agua es también químicamente neutra. Sin afectar la composición de las substancias, el agua hace posible que la comida, medicinas y minerales sean absorbidos y usados por el cuerpo.

El agua tiene una única tensión superficial que permite que en las plantas pueda fluir hacia arriba a pesar de la gravedad, lo que lleva agua y nutrientes vitales hasta la copa de los árboles más altos.

El agua se congela de arriba hacia abajo, y flota de tal manera que los peces pueden sobrevivir en el invierno.

Noventa y siete por ciento del agua de la Tierra esta en los océanos. Pero en nuestra Tierra, hay un sistema diseñado que remueve la sal del agua y luego la distribuye por todo el globo. La evaporación toma el agua de los océanos, deja la sal, y forma nubes que son fácilmente movidas por el viento para que dispersen agua sobre la tierra, para la vegetación, los animales y las personas. Es un sistema de purificación y abastecimiento que sustenta la vida del planeta, es un sistema de reciclar y reusar agua.(6)

El cerebro humano... procesa simultáneamente una asombrosa cantidad de información. Tu cerebro capta todos los colores y objetos que ves, la temperatura a tu alrededor, la presión de tus pies sobre el piso, los sonidos a tu alrededor, lo seco de tu boca, hasta la textura de tu teclado. Tu cerebro registra y procesa todas tus emociones, pensamientos y memorias. Al mismo tiempo monitorea las funciones continuas de tu cuerpo como la respiración, el parpadeo, el hambre y el movimiento de los músculos en tus manos.

El cerebro humano procesa más de un millón de mensajes por segundo. (7) Tu cerebro evalúa la importancia de todos estos datos, filtrando lo que relativamente no tiene importancia. Esta función de filtrado es lo que te permite enfocar y funcionar efectivamente en tu mundo. Un cerebro que procesa más de un millón de datos por segundo, mientras evalúa la importancia de ellos y te permite actuar de acuerdo a la información más relevante. El cerebro funciona de manera muy distinta que otros órganos. Hay inteligencia en él, la habilidad de razonar, generar sentimientos, de soñar y planear, de actuar, y relacionarse a otras personas.

El ojo… puede distinguir alrededor de siete millones de colores. Tiene enfoque automático y puede manejar sorprendentemente 1.5 millones de mensajes simultáneamente.(8) La Evolución se orienta en mutaciones y cambios desde y hacia organismos existentes. Aun así la evolución sola no explica completamente la fuente inicial del ojo o el cerebro, el comienzo de los seres vivos a partir de materia sin vida.

 

2.

¿Dios existe? El universo tuvo un comienzo- que lo causo?

 

Los científicos están convencidos que nuestro universo comenzó con una explosión de energía y luz, que ahora podemos llamar Big Bang. Este fue el comienzo singular de todo lo que existe, el principio del universo, el inicio del espacio, y también el comienzo de tiempo en si mismo.

El astrofísico Robert Jastrow, un autodenominado agnóstico, dijo: “La semilla de todo lo que ha sucedido en el Universo fue plantando en el primer instante; cada estrella, cada planeta y cada criatura viviente en el Universo vino a la existencia como resultado de eventos que fueron puestos en movimiento en el momento de la explosión cósmica… El Universo comenzó a existir en un destello, y no podemos encontrar lo que causo que eso suceda.”(9)

Steven Weinberg, un laureado premio nobel en Física, dijo que al momento de la explosión “el universo estaba a alrededor de cien millones de grados centígrados… y que el universo estaba lleno de luz.”(10)

El universo no siempre existió. Tuvo un comienzo…. que lo causo? Los científicos no tienen una explicación para la repentina explosión de luz y materia.

 

3.

¿Dios existe? El universo opera por las uniformes leyes de la naturaleza. Por que lo hace?

 

Gran parte de la vida puede parecer incierto, pero mira lo que podemos contar en el día a día: la gravedad sigue siendo coherente, una taza de café caliente dejada en un mostrador se enfriara, la tierra gira en las mismas 24 horas, y la velocidad de la luz no cambia - en la tierra o en las galaxias lejos de nosotros.

¿Cómo es que podemos identificar las leyes de la naturaleza que nunca cambian? ¿Por qué es el universo tan ordenado, tan confiable?

"Los grandes científicos se han sorprendido por lo extraño que es esto. No hay necesidad lógica para un universo que obedece a reglas, y mucho menos uno que se rige por las reglas de las matemáticas. Este asombro surge del reconocimiento de que el universo no tiene que comportarse de esta manera. Es fácil imaginar un universo en el que las condiciones cambian de forma impredecible de instante en instante, o incluso un universo en el que las cosas surgen a existencia y dejan de existir."(11)

Richard Feynman, ganador del Premio Nobel de electrodinámica cuántica, dijo: "¿Por qué la naturaleza es matemática es un misterio ... El hecho de que hay reglas en absoluto es una especie de milagro."(12)

 

4.

¿Dios existe? El ADN informa y programa la conducta de una célula

 

Toda la instrucción, toda la enseñanza, todo el entrenamiento viene con intención. Alguien que escribe un manual de instrucciones lo hace con propósito. ¿Sabías que en cada célula de nuestro cuerpo existe un código de instrucción muy detallado, al igual que un programa de computadora en miniatura? Como saben, un programa de computadora se compone de unos y ceros, así: 110010101011000. La forma en que están dispuestos dice al programa qué hacer. El código del ADN en cada una de nuestras células es muy similar. Se compone de cuatro productos químicos que los científicos abrevian como A, T, G y C. Estos se organizan en la célula humana como esto: CGTGTGACTCGCTCCTGAT y así sucesivamente. Hay tres mil millones de estas letras en cada célula humana !!

Bueno, al igual que puedes programar el teléfono para que suene por razones específicas, el ADN instruye a la célula. El ADN es un programa de tres mil millones de letras diciendo la célula para actuar de una manera determinada. Es un manual de instrucciones completo.(13)

Por que es esto tan increíble? Uno tiene que preguntarse... ¿cómo este programa de información termina en cada célula humana? Estos no son sólo los productos químicos. Estos son productos químicos que instruyen, que el código de una manera muy detallada exactamente cómo el cuerpo de la persona debe desarrollar.

Las causas biológicas naturales carecen completamente de una explicación cuando la información programada se ingreso. No se puede encontrar la instrucción, información precisa de este tipo, sin que alguien intencionalmente lo haya construido.

 

5.

¿Dios existe? Sabemos que Dios existe porque nos busca. El esta constantemente iniciando el buscarnos para ir a su encuentro.

 

Yo fui atea en un tiempo. Y como muchos ateos, el tema de gente creyendo en Dios me molestaba grandemente. Que hace que los ateos pasemos tanto tiempo, atención y energía refutando algo que nosotros no creemos que aun existe? ¿Qué nos motiva a hacer eso? Cuando era atea, atribuí mis intenciones al verdadero interés por aquellas pobres y desilusionadas personas... a ayudarles a entender que su esperanza era completamente infundada. Para ser honesta, también tenía otro motivo. Mientras cuestionaba a aquellos que creen en Dios, estaba profundamente curiosa por ver si ellos podían convencerme. Parte de mi búsqueda era liberarme del tema de Dios. Si yo podía probar definitivamente a los creyentes que estaban equivocados, entonces el tema quedaba fuera de discusión y estaría libre para continuar mi vida.

No me di cuenta que la razón del porqué el tema de Dios pesaba tanto en mi mente, era porque Dios lo estaba apremiando. He llegado a averiguar que Dios quiere ser conocido. Nos ha creado con la intención que lo conozcamos. Nos ha rodeado de evidencias acerca de El, y mantiene el tema de su existencia directamente ante nosotros. Era como si yo no podía escapar de pensar acerca de la posibilidad de la existencia de Dios. De hecho, el día que yo escogí aceptar la existencia de Dios, mi oración comenzó con "OK, tu ganas…" Podría ser que la razón subyacente que a los ateos les moleste los creyentes en Dios es porque Dios esta activamente buscándolos.

No soy la única quien ha experimentado esto. Malcolm Muggeridge, autor socialista y filosófico, escribió, "Tenia la noción que de alguna manera, además de estar buscando, yo estaba siendo buscado". Clive S. Lewis dijo recordar "...noche tras noche, sentía que cuando mi mente dejaba por un segundo mi trabajo, un continuo e inexorable acercamiento de El, a quien yo tan intensamente deseaba no conocer. Yo me rendí, y admitiendo que Dios era Dios, me arrodille y recé: quizás, esa noche, fui el converso más abatido y reacio de todo Inglaterra".

Yo tampoco no tenía más expectativas que el correctamente admitir la existencia de Dios. Pero en los siguientes meses, quedé asombrada de su amor por mí.

 

6.

¿Dios existe? A diferencia de cualquier otra revelación de Dios, Jesucristo es la imagen más clara, más específica de un Dios buscándonos.

 

¿Porqué Jesús? Mira a través de las principales religiones del Mundo, y encontrarás que Buda, Mahoma, Confucio y Moisés, todos ellos, se autoidentifican como maestros o profetas. Ninguno de ellos jamás reivindicó ser igual a Dios. Sorprendentemente, Jesús lo hizo. Eso es lo que separa a Jesús de todos los demás. El dijo, Dios existe y tu lo estas mirando a El. Aunque El habló de su Padre en el Cielo, no fue desde la posición de separación, sino de estrecha unión. Jesús dijo que cualquiera quien lo viese, había visto el Padre, cualquiera quien creyese en El, creía en El Padre.

Él dijo, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida".14 Él reivindicó tener atributos que sólo pertenecen a un Dios: poder perdonar los pecados de la gente, liberarlos de los hábitos del pecado, dar una vida más abundante y darles vida eterna en el Cielo. A diferencia de otros maestros que hacían enfocar a la gente en sus palabras, Jesús dirigía a la gente a sí mismo. Él no solo dijo, "sigan mis palabras y encontrarán la verdad". Él dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino a trabes de Mí".(15)

¿Qué pruebas dio Jesús de Su divinidad? Él hizo lo que la gente no puede hacer. Jesús hizo milagros. Sanó gente... ciegos, paralíticos, sordos, incluso resucitó a un par de personas de la muerte. Él tenía poder sobre los objetos... sacó comida de la nada, suficiente para alimentar a miles de personas. Él hizo milagros en la naturaleza... caminó sobre un lago, ordenó detenerse a una fuerte tormenta para ayudar a sus amigos. Gente por todas partes seguía a Jesús porque Él constantemente satisfacía sus necesidades, haciendo lo milagroso. Él dijo, "Si ustedes no quieren creer lo que les estoy diciendo, deberían al menos creer en mí por los milagros que están viendo".(16)

Jesucristo nos mostró a un Dios tierno, amoroso, consciente de nuestro egoísmo y limitaciones, aún así deseando profundamente una relación íntima con nosotros. Jesús revela que aunque Dios nos ve como pecadores, y merecedores de su castigo, su Amor por nosotros prevaleció, y creó un plan diferente. Jesucristo -un Dios también- tomó la forma de un Hombre y aceptó el castigo por nuestros pecados, en nuestra representación. Suena absurdo? Quizás, pero muchos padres amorosos cambiarían de lugar con sus hijos enfermos en una sala de cáncer si ellos pudiesen. La Biblia dice que la razón para que amemos a Dios es porque El nos amó primero.

Jesús murió en nuestro lugar para que nosotros seamos perdonados. De todas las religiones conocidas por la humanidad, sólo a través de Jesús verás a un Dios acercándose hacia la humanidad, brindándonos una manera de tener una relación con El. Jesús nos prueba un corazón divino de amor, satisfaciendo nuestras necesidades, acercándonos a El. Debido a la muerte y resurrección de Jesús, El nos ofrece una nueva vida hoy. Nosotros podemos ser perdonados, completamente aceptados por Dios y genuinamente aceptados por Dios. El dice "Te he amado con un amor sin fin, por tanto he mantenido mi Fe en ti"(17). Ese es Dios, en acción.

¿Dios existe? Si tu quieres saber, investiga a Jesucristo. Se nos ha dicho "Dios amó tanto el mundo que dio a su único Hijo, que quienquiera que crea en El no perecerá sino que tendrá vida eterna".(18)

Dios no nos fuerza a creer en El, aunque pudiera. En vez de eso, El nos ha provisto de suficiente prueba de su existencia para que nosotros voluntaria y gustosamente le respondamos. La perfecta distancia de la Tierra al Sol, las únicas propiedades químicas del agua, el cerebro humano, el DNA, el número de personas que atestiguan conocer a Dios, el ansia en nuestros corazones y mentes por determinar si Dios esta allí, el enorme deseo de Dios de ser conocido a través de Jesucristo. Si necesitas saber más acerca de Jesús y razones para creer en El, por favor ve: Más allá de la fe ciega.

 


Si quieres iniciar una relación con Dios ahora, tu puedes

Esa es tu decisión, no hay coerción acá. Pero si tu quieres ser perdonado por Dios y alcanzar una relación con El, puedes empezar ya mismo pidiéndole te perdone y venga a tu vida. Jesús dijo, "Mira, estoy en la puerta [de tu corazón] y tocándola. Quien escuche mi voz y abra la puerta, yo vendré hacia él [o ella]."(19)

Si tu quieres hacerlo, pero no estas seguro como ponerlo en palabras, esto puede ayudar: "Jesús, gracias por morir por mis pecados. Tú conoces mi vida y que necesito ser perdonado. Te pido perdonarme ya mismo y venir hacia mi vida. Quiero conocerte realmente. Ven a mi vida ahora. Te agradezco que quieras tener una relación conmigo. Amen".

Dios ve tu relación con El como permanente. Refiriéndose a todos aquellos quienes creen en El, Jesucristo dijo de nosotros, "Los conozco, y ellos me siguen, y les doy vida eterna, ellos nunca perecerán, y nadie los sacara de mi mano".(20)

Entonces, ¿Dios existe? Mirando todos estos hechos, uno puede concluir que un amoroso Dios existe y puede ser conocido en una manera personal e intima.

 

Bibliografía:

(1) Romanos 1:19-21;

(2) Jeremías 29:13-14;

(3) R.E.D. Clark, Creation (La Creación) London: Tyndale Press, 1946, p 20;

(4-7) The Wonders of God's Creation (Las Maravillas de la Creación de Dios) Moody Institute of Science, Chicago, IL;

(8) Hugh Davson, Physiology of the Eye (Fisiologia del Ojo) 5to ed, Nueva York: McGraw Hill, 1991;

(9) Robert Jastrow; "Message from Professor Robert Jastrow" ("Mensaje del Profesor Robert Jastrow") LeaderU.com, 2002;

(10) Steven Weinberg; The First Three Minutes: A Modern View of the Origin of the Universe (Los Primeros Tres Minutos: Una Vista Moderna del Origen del Universo) Basic Books, 1988, p 5;

(11) Dinesh D'Souza, What's So Great about Christianity (Lo Grandisoso del Cristianismo) Regnery Publishing, Inc, 2007, capitulo 11;

(12) Richard Feynman, The Meaning of It All: Thoughts of a Citizen-Scientist (Que Significa Todo Eso: Reflecciones de un Científico-Ciudadano) Nueva York: BasicBooks, 1998, p 43;

(13) Francis S. Collins, director del Proyecto Genoma Humano, y autor de The Language of God (El Lenguaje de Dios) Free Press, Nueva York, NY, 2006;

(14) San Juan 8:12;

(15) San Juan 14:6;

(16) San Juan 14:11;

(17) Jeremías 31:3;

(18) San Juan 3:16;

(19) Apocalipsis 3:20;

(20) San Juan 10:27-29

 

Acerca del Autor:

Siendo atea, Marilyn Adamson encontró difícil refutar como continuamente Dios atendía las oraciones de su intima amiga. En el cuestionar las creencias de esa amiga, Marilyn se asombraba al conocer la inmensa cantidad de evidencia objetiva que apunta a la existencia de Dios. Después de un año de persistente cuestionamiento, ella respondió el ofrecimiento de Dios de venir a su vida y ha encontrado su fe en El ser constantemente fortalecida y grandemente recompensada.

 

Fuente:

https://elperiodicodemexico.com/nota.php?sec=Columnas-Trascendental&id=1025678

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“Prácticamente cualquier cosa, por absurda, tonta o ridícula que sea, ha sido creída o afirmada como cierta en un momento u otro por alguien, en algún lugar en nombre de la fe”

James T. Houk




La religión es cosa de viejos. La mayoría de los jóvenes no creen en Dios.

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La religión es cosa de viejos: 

los jóvenes de todo el mundo cada vez se desenganchan más de ella

 

Andrés P. Mohorte

27 Junio 2019, 18:10

 

Pese al sinfín de elementos culturales, demográficos, sociales y económicos que les separan, los jóvenes de todo el planeta parecen tener algo en común: están dejando de lado a la religión. Una encuesta reciente de Pew confirma que, en agregado y a nivel global, la mayor parte de las nuevas generaciones se sienten menos religiosas que las antiguas. Creer, ir a misa o formar parte de una congregación cualquiera comienza a ser, poco a poco, cosa de pasado.

¿Cómo? El proceso de secularización es bien conocido en Occidente, un arco cultural repleto de países ateos y jóvenes radicalmente separados de la idea de Dios, pero se antojaba extraño en otros puntos del globo. Sin embargo y de forma paulatina, las nuevas generaciones de rincones antaño muy religiosos como Irán, Nigeria, Polonia, Argelia o Brasil dan una menor importancia a la religión en su día a día. Es un hecho singular porque les separan culturas muy diversas.

¿Por qué? En algunos casos emerge un patrón: el progresivo desarrollo económico de sus sociedades. La secularización en Europa y América llegó de la mano del paso de una economía tradicional a una moderna, donde el rol de la Iglesia y de la identidad religiosa como aglutinador de las comunidades pasó a un segundo plano. Otros estudios, sin embargo, apuntan a que las personas tienden a volverse más religiosas conforme suman años a sus espaldas.

El efecto de la conectividad global y las nuevas tecnologías, en plena sociedad del conocimiento, puede haber jugado otro papel (los jóvenes se conectan más a Internet).

Las religiones. 

Las mayores brechas ilustradas por Pew se dan en Europa y América, donde la importancia declara de la religión para grupo de edad puede diferir en más de 20 puntos porcentuales (es el caso de Canadá, Dinamarca y Australia, además de Corea del Sur). En alrededor del 70% de los países latinoamericanos y en la mitad de los europeos los jóvenes son significativamente menos religiosos que sus mayores. Son los casos más evidentes.

En África y Asia las diferencias son menores, y en la mayor parte de los casos inexistentes. Por religiones las cifras también varían: sólo en un cuarto de los países musulmanes existe brecha generacional, por la mitad de las naciones cristianas.

¿Muere la religión? No. Las cifras de la encuesta ilustran procesos a gran escala, en múltiples puntos, pero no globales y replicables en cada país. Más importante aún, aunque los jóvenes sean cada vez menos religiosos, allí donde aún lo son el crecimiento demográfico es mucho mayor. La mayor parte de los países de mayor desarrollo poblacional son muy religiosos (Pakistán, Níger, Chad, Ghana o Etiopía, entre otros muchos). También son países más pobres que la media global.

¿Entonces? Confluyen varios fenómenos paralelos: por un lado, el crecimiento del ateísmo como minoría global en pleno auge demográfico de la religión; por otro, el desenganche de los jóvenes a la religión como factor identitario o aglutinante, primer paso hacia la secularización; y por otro, el crecimiento poblacional muy destacado de los puntos del planeta más religiosos. Es decir, un escenario donde la religión se hace más fuerte, pero también más focalizada, y donde pierde terreno allí donde hay más desarrollo económico y entre los más jóvenes.

Fuente:

https://www.xataka.com/magnet/religion-cosa-viejos-jovenes-todo-mundo-cada-vez-se-desenganchan-ella

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La mayoría de los jóvenes no creen en Dios

 

Uno de cada cuatro españoles no es religioso, según un estudio

31 de mayo del 2018. 19:09

 

Los jóvenes que no creen en Dios ni practican ninguna religión llegaron en el 2017 al 53,5 %, superando por primera vez a los que sí creen, y en cuanto al conjunto de la población, 1 de cada 4 españoles no es religioso, según el estudio 'Laicismo en cifras 2017', de la Fundación Ferrer i GuàrdiaFundación Ferrer i Guàrdia.

Este año, sin embargo, el porcentaje de no creyentes se ha reducido un 0,8 %, aunque la directora de la Fundación, Sílvia Luque, ha remarcado a Efe que "no se trataría de un cambio de tendencia", sino de un aspecto estadístico, ya que desde 1980 hasta hoy, la población no religiosa ha aumentado de forma sostenida.

Según Luque, la disminución de las personas creyentes se dio de forma "acusada" entre 1980 y el 2010, una tendencia que habría dado paso ahora a un "estancamiento" porque "son cambios lentos".

"La no religiosidad en jóvenes sí que continúa creciendo, pero su peso poblacional es menor y, por lo tanto, tiene menos impacto en la estadística general", ha aclarado Luque.

 

En función de la edad

Actualmente, la edad es uno de los factores que más incide sobre la probabilidad de profesar una religión: mientras que el 53,5 % de menores de 25 años no creen, esta proporción disminuye para cada franja de edad, hasta llegar al 6,7 % en los mayores de 65 años.

El informe también recoge "amplias diferencias" territoriales, ya que mientras el 39 % de los catalanes se declaran no religiosos, sólo el 9 % de murcianos comparten esta característica.

A Catalunya le siguen, con mayor número de no religiosos, el País Vasco, las Islas Baleares y Navarra, mientras que siguiendo a Murcia, con menor número de no religiosos, están Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura.

"Los territorios con más urbanización e industrialización temprana muestran una secularización más avanzada porque las zonas rurales han mantenido más las tradiciones, incluyendo las de carácter religioso", ha explicado Luque.

Otro dato que destaca en el informe es la sostenida disminución de la importancia de la religión en la vida, que por primera vez en el 2014 fue superada por la política, una tendencia que se ha mantenido hasta hoy.

En el oficio de los ritos de paso (bautizo, boda y funeral) también hay una tendencia de secularización marcada, ya que la proporción de matrimonios civiles y religiosos "se ha invertido completamente" en 20 años: si en 1996, el 76,7% de enlaces eran confesionales, ahora representan tan solo el 27,5%.

Otra tendencia de las últimas décadas es el aumento de los niños nacidos de padres no casados, que en 1990 representaban el 9,6 % y hoy llegan hasta el 44,4 %.

 

La religión en la educación

Una faceta que también analiza el informe es el impacto de la religión en la educación, y destaca que el 18% de alumnos españoles están matriculados en un centro privado o concertado de confesión religiosa, frente al 68% de alumnos matriculados en la escuela pública y un 14% en una privada concertada laica.

Respecto a la opinión sobre el aborto, el 79% de ateos y el 72% de no creyentes se muestran a favor, frente al 40% de católicos y al 26% de creyentes de otras religiones, unos porcentajes que se repiten de forma similar en la valoración de la igualdad del derecho a la adopción para las parejas homosexuales.

Los sociólogos Hungría Panadero y Josep Mañé son los autores del informe, que se edita anualmente desde hace siete años para "hacer una radiografía del laicismo en un sentido amplio", según Luque, incluyendo la profesión de fe de la población pero también el análisis de las relaciones entre Iglesia y Estado.

Fuente:

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180531/jovenes-creencia-dios-6850875

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Cada vez menos religiosos:

más del 50% de los menores de 34 años no son creyentes

 

La mayoría de los alumnos eligen asignaturas alternativas a la religión y los contribuyentes que destinan dinero a la Iglesia caen a mínimos históricos

Montse Riart

Sociedad  /  Religión

07/04/2022

 

Las nuevas generaciones son cada vez menos creyentes y en los últimos años la tendencia se ha acelerado. A pesar de que un 61% de la población del Estado se considera todavía religiosa, entre los jóvenes el porcentaje cambia y más de la mitad de los ciudadanos de menos de 34 años se consideran agnósticos o ateos. De hecho, el porcentaje de personas no creyentes es más acentuado todavía entre los adultos de entre 18 y 24 años, con un 63,5%. Es la principal conclusión del estudio La laicidad en cifras de la Fundación Francesc Ferrer i Guàrdia que, a partir de los datos del CIS, hace una radiografía sobre la adscripción religiosa en España.

Hay tres datos más que, según los autores del estudio, apuntalan este crecimiento del agnosticismo y el ateísmo: cada vez son más numerosos los alumnos en todas las etapas escolares que optan por asignaturas alternativas a la religión, solo uno de cada diez de los matrimonios que se celebran son religiosos y los contribuyentes que marcan únicamente la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta disminuyen a un mínimo histórico de un 11%. Este descenso de las asignaciones, sin embargo, no se ha traducido en una disminución de los ingresos de la Iglesia católica porque las personas que destinan el 0,7% de los impuestos son también las que tienen más capacidad adquisitiva.

El presidente de la fundación, Joan-Francesc Pont, apunta que a pesar de que entre los mayores de 35 años todavía son más las personas que se declaran creyentes que las que no, "habría que ver cuántos lo son al 100%" o cuántos profesan únicamente por una cuestión de "tradición familiar". En este sentido, apunta que cada vez es más presente entre la sociedad un concepto de "religión a la carta", en el cual las personas, más que ser creyentes, seleccionan aquellos conceptos que más les interesan de una confesión y abandonan otros.

La pandemia, ¿un acelerador?

El último estudio de la Fundación Francesc Ferrer i Guàrdia también ha detectado un punto de inflexión en el crecimiento del número de personas no religiosas a partir de la pandemia. En concreto, desde marzo del 2020 los datos del CIS detectan un incremento de un 10% de las personas encuestadas que se declaran no agnósticas o ateas. Josep Mañé, el coordinador de proyectos de la fundación, explica que el cambio se puede haber debido a que con el confinamiento y el teletrabajo los encuestadores del CIS han encontrado "más personas y más varias" para contestar la encuesta, que acontecería una radiografía más "real" de la religiosidad de las que se habían hecho hasta ahora. A pesar de todo, no descarta que "la coyuntura anómala de la pandemia haya provocado un cambio de opciones de conciencia".

El investigador advierte que todavía es pronto para concluir que la pandemia sea el factor determinante de un mayor crecimiento del ateísmo y el agnosticismo. En cambio, considera que otros factores como los casos de abusos sexuales destapados en la Iglesia en los últimos años no han tenido que ver con estos datos. En todo caso, Mañé concluye que, coincidiendo con la llegada del virus, las tendencias de los últimos años se han "acelerado".

Fuente:

https://es.ara.cat/sociedad/religion/vez-religiosos-50-menores-34-anos-no-son-creyentes_1_4330962.html

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El enésimo intento de la Iglesia por acercarse a los jóvenes en la era digital es un servidor de Minecraft

 

Jose García

2 Diciembre 2019

 

Los jóvenes son cada vez menos religiosos, y la Iglesia está al tanto. Sea por el desarrollo económico de las ciudades, sea porque estamos más conectados o sea porque tendemos a hacernos más religiosos con la edad (según estudios), el caso es que los más jóvenes no suelen practicar la religión. Es por ello que desde el Vaticano han llevado a cabo diferentes acciones para acercarse a aquellos que se están alejando, porque puede que las personas de entre 18 y 25 años no vayan a misa, pero sí juegan al Minecraft.

Prueba de ello está en el tweet que Padre Robert R. Ballecer, SJ, jesuita, tuitero con más de 23.000 seguidores y aficionado a los videojuegos, publicó a principios de septiembre de 2019. En él contaba a sus seguidores que quería abrir unos servidores en el Vaticano "para gamers que quieren unos menos tóxicos y más comunidad". 1.136 personas participaron en la encuesta y la victoria para Minecraft fue aplastante: 64%. Ahora el servidor se ha activado, así que solo hay que configurar el cliente para que apunte a "minecraft.digitaljesuit.com", sin las comillas. 


La religión salta de las iglesias a las pantallas

En una entrevista como Rome Reports, el jesuita cuenta que en su servidor de Minecraft "puedes invitar a personas que quieran ser creativas, que no quieran ser tóxica" y que pretende crear "un entorno en el que las personas pueden expresarse y construir una relación. Y lo de la relación es la parte más importante. En última instancia, eso es lo que quiero hacer con el servidor". Para él no es una cuestión de tecnología ni de gaming, sino de que crear relaciones en el juego que, más tarde, se puedan llevar al mundo real.

El Padre Robert R. Ballecer, SJ es un ejemplo de cómo la religión está intentando llegar al público más joven. Su perfil de Twitter no es el que podríamos imaginar de una persona religiosa o un sacerdote, sino que bien podría tratarse de un blogger de tecnología. Quizá ayude el ser un ingeniero formado en Silicon Valley. En su perfil habla de 'The Mandalorian', de accesorios para smartphone y portátiles, pone fotos de comida, habla de temas de redes... Pero es solo un ejemplo.

Si hablamos de juegos, basta con hacer una sencilla búsqueda en Google para encontrar una comunidad en Steam con 12.273 miembros llamada "Christian Gaming Community". Estos se definen como "jugadores de todas las edades y naciones que se unen por nuestro amor y adoración a Jesucristo, nuestro Señor y Salvador" y su regla de oro es "Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti" (Mateo 7:12, para quien quiera conocer el origen de la expresión). No es una comunidad oficial del Vaticano, pero sí una prueba de cómo la religión une a sus fieles en entornos digitales.

Si hablamos de atraer a los usuarios a la Iglesia, no podemos dejar de hablar de los conocidos como Godspots, una iniciativa de la Iglesia protestante alemana que consistía en poner puntos de acceso WiFi gratuitos. Hay 3.000 iglesias, centros comunitarios e instituciones religiosas en la región, y la idea era llevar los Godsposts a todos ellos. Los puntos WiFi no abundan en la zona (en 2016, uno por cada 10.000 habitantes), aunque tampoco abundan demasiado los creyentes, que representan solo el 8% de la población.

Otro buen ejemplo de llevar el mundo religioso a los más jóvenes fue 'Follow JC GO!', un juego de realidad aumentada estilo 'Pokémon GO' creado por la fundación religiosa Ramón Pané con motivo de la JMJ2019 de Panamá (que fue trending topic en Twitter, por cierto). Era un juego en el que teníamos que crear nuestro propio "equipo de Evangelización" con diferentes personajes bíblicos y recoger agua, pan y denarios. Todavía está disponible en Google Play y App Store.

Tampoco podemos olvidar el "Click To Pray eRosary" , un rosario inteligente en forma de brazalete que se conecta al móvil y una app para registrar nuestro estilo de vida y ofrecernos diferentes rosarios para rezar: estándar, contemplativo y temático. También incorpora una audioguía para entender el Evangelio. Su precio es de 99 euros y está disponible en Amazon. Mención especial merecen las iglesias de Inglaterra, que aceptan donativos con Google Pay y Apple Pay.

La Iglesia también se ha pronunciado al respecto sobre el papel que juegan las creencias religiosas en los avances tecnológicos

Estos son solo algunos ejemplos de acciones que la Iglesia o sus seguidores han llevado a cabo para acercarse al público más joven, pero la institución no ha dudado en opinar sobre otros asuntos relacionados con la tecnología y el futuro. De hecho, el Papa Francisco ya se ha pronunciado con respecto a la inteligencia artificial, diciendo que "la inteligencia artificial, la robótica y otras innovaciones tecnológicas deben emplearse de manera que contribuyan al servicio de la humanidad y a la protección de nuestro hogar común, en lugar de lo contrario, como desafortunadamente algunas evaluaciones prevén".

En la línea está el Reverendo Christopher J. Benek, que no solo se dedica a prácticas religiosas sino que habla de tecnología e inteligencia artificial en su blog. Según él, "no veo la redención de Cristo limitada a los seres humanos", por lo que "si la IA es autónoma, entonces deberíamos alentarla a participar en los propósitos redentores de Cristo en el mundo".

Aun así, la punta de lanza del Vaticano son los perfiles del Papa Francisco en redes sociales, que han sido traducidos a infinidad de idiomas. Solo la cuenta española acumula 17,3 millones de seguidores, siguiendo así de cerca a la cuenta más grande, @Pontifex, con 18,1 millones de seguidores. También está en árabe, polaco, italiano... En todas ellas se publican exactamente los mismos mensajes (entre dos y tres tweets diarios), solo que traducidos a los idiomas de cada país. También tiene una cuenta en Instagram con 6,3 millones de seguidores donde sube historias y fotos de sus visitas. En Facebook, sin embargo, ni tiene página oficial.

Las cuentas del Papa enlazan a la web Vatican News, donde el Vaticano publica las novedades relacionadas con la institución y la religión cristiana, además un informativo. Este, siguiendo la tendencia actual del consumo de contenido multimedia, puede escucharse en formato podcast. Hay varios programas, como "La voz del Papa" (que recoge los discursos públicos del Papa Francisco) o "The Young Vatican", donde hablan de "cómo conseguir que los jóvenes católicos estén más ilusionados con su fe".

Fuente:

https://www.xataka.com/servicios/enesimo-intento-iglesia-acercarse-a-jovenes-era-digital-servidor-minecraft


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Ver Articulo: Países con más Ateos

Ver Sección: Actualidad y Noticias



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"Un mito es una religión en la que ya nadie cree"

James Feibleman 






«Dios existe y tenemos las pruebas» Autores prueban con ciencia la "existencia" de Dios.

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El libro que ha incendiado Francia 

«Dios existe y tenemos las pruebas»

 

“Dios-La ciencia-Las pruebas”, así se titula el libro que se ha convertido en superventas en un país que presume de laicismo. Sus autores, ingenieros, aseguran que existen sólidos argumentos científicos para demostrar la existencia de un creador. El libro y la polémica llegan ahora a España.

 

Por Carlos Manuel Sánchez

Viernes, 06 de Octubre de 2023, 11:21

Puede la ciencia demostrar la existencia de Dios? Es la pregunta que intentan responder dos empresarios con formación de ingenieros, Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, que han escrito Dios- La ciencia-Las pruebas, todo un fenómeno editorial en Francia, cuya traducción publica ahora la editorial Funambulista en España. Michel pertenece a una de las mayores dinastías industriales del país galo, el grupo Bolloré, que llegó a dirigir. Y Olivier, que también es teólogo e impulsor de la web católica Aleteia, fue ateo en su juventud. Ambos son creyentes, pero aseguran que en su libro abordan la cuestión de Dios de una manera racional y ateniéndose a los últimos avances de la física, la cosmología, la biología... Este enfoque ha despertado adhesiones entusiastas y críticas feroces en un país que presume de laicismo. Pero que los autores han dado con la tecla lo prueban los 220.000 ejemplares vendidos, 200 conferencias, debates televisados, portadas… La cita es en París, una mañana benditamente lluviosa.

 

XLSemanal. El éxito de su libro es una de las mayores sorpresas editoriales de los últimos años en Francia, ¿cuál es el secreto?

Olivier Bonnassies. El libro se vende muy bien, pero esa no es la cuestión. Sócrates decía: «Si conoces lo que es justo y no lo divulgas, eres injusto». Si sabemos que Dios y ciencia no son incompatibles y no lo divulgamos, estaríamos siendo injustos. Es una buena noticia. Y hoy las buenas noticias escasean.

Michel-Yves Bolloré. Defendemos que los descubrimientos científicos del siglo XX, que han revolucionado por completo nuestro mundo, han hecho necesaria la existencia de un creador para explicar el universo.


XL. Pero se les ha reprochado que hablen de pruebas científicas para tratar de algo que es indemostrable, por lo menos en un laboratorio.

M.Y.B. Queremos aclarar que no estamos tratando de proporcionar una demostración científica o matemática definitiva de la existencia de Dios, sino más bien presentar un conjunto de indicios entrelazados que permitan al lector tener una opinión informada. La palabra 'prueba' se utiliza en un sentido amplio, como lo haría un abogado presentando evidencias ante un tribunal. Al final, la decisión de creer o no recae en el lector.


XL. También han tenido críticas por parte de religiosos que consideran que pretender una demostración de la existencia de Dios es innecesario para un creyente.

M.Y.B. Son críticas que surgen de un malentendido. Hay una confusión entre el conocimiento de la existencia de Dios y la fe en Dios, que son dos nociones diferentes. Nuestro libro no se centra en la fe, que es un acto de adhesión libre. Tú puedes conocer la existencia de Dios y no adherirte.

O.B. Me gustaría añadir que también hemos recibido decenas de apoyos, tanto de científicos como de teólogos. Y que el libro fue revisado nada menos que por Robert Wilson, el Premio Nobel de Física que descubrió el eco del Big Bang y que, además, ha escrito el prólogo. Wilson, por cierto, es agnóstico.


XL. ¿Pero qué motiva al público a leer su libro?

M.Y.B. Una razón es que muchos creyentes nos hemos sentido en una situación de inferioridad frente a los avances científicos. Parecía que, si creíamos en la ciencia, automáticamente Dios se quedaba fuera, o debíamos esconder nuestra fe en la intimidad. El materialismo parecía haber ganado el debate. Pero la ciencia ha avanzado en direcciones sorprendentes, abriendo el terreno para otras explicaciones.

O.B. Nuestro libro no se centra ni en la fe ni en la religión, sino en la cuestión de la existencia o no de un creador. Este enfoque ha permitido que lectores sin prejuicios se interesen en el libro: no solo cristianos, también judíos, musulmanes, agnósticos…

 

«Los dos males de nuestra época son los fundamentalistas, que niegan los hallazgos científicos, y los materialistas, que rechazan sus implicaciones»

Michel-Yves Bolloré

 

XL. ¿Les ha sorprendido un perfil de lector tan variado?

O.B. ¡Por supuesto! Pero es una cuestión que nos afecta a todos y que está relacionada con otras preguntas que se han hecho todas las civilizaciones: ¿existe vida después de esta vida? ¿Volveremos a ver a los que amamos? Si Dios no existiera, está claro que no. Pero nuestra conclusión es que la ciencia no puede descartar la existencia de Dios.


XL. Una afirmación que no deja a nadie indiferente…

M.Y.B. Vivimos en una sociedad muy polarizada. Nuestro país, Francia, está dividido casi al 50 por ciento entre los que creen y los que no. Esta división atraviesa familias, ciudades y empresas. Crea mucha ansiedad y una necesidad de saber más.

O.B. De hecho, nos cuentan nuestros lectores que en familias donde mencionar a Dios en las reuniones era poco menos que tabú, más o menos como hablar de política, ahora vuelve a estar sobre la mesa. Muchos creyentes regalan el libro a amigos y familiares que no creen.


XL. ¿Para convertirlos?

M.Y.B. No necesariamente. Para debatir. Es bueno que la gente salga de su caparazón. Vivimos demasiado encajonados por nuestras propias opiniones.

 

«El libro ha sido revisado por Robert Wilson, el Premio Nobel de Física que descubrió el eco del Big Bang y que es agnóstico»

Olivier Bonnassies

 

XL. Sin embargo, ciencia y religión no suelen mezclarse…

O.B. ¡Pero combinan perfectamente! Le contaré una historia. Una niña le preguntó a Einstein si creía en Dios. Einstein, que por entonces ya era famoso, se quedó sorprendido. Le dijo: «Es una pregunta importante. Dame tu dirección y te responderé por escrito».


XL. ¿Y le respondió?

O.B. Sí, aunque se tomó su tiempo. Al cabo de diez días le envió una carta en la que le decía: «Toda persona involucrada en la ciencia acaba descubriendo que una inteligencia superior, infinitamente más grande que el hombre, se manifiesta en las leyes del universo». Esta idea es muy potente y resume los últimos cien años que han transformado la ciencia.


XL. ¿Qué nos sugieren los descubrimientos de esos cien años?

M.Y.B. Permítame que antes de responder añada un poco de contexto. Si observamos la historia, hubo ciencia en Grecia, en el mundo árabe, en China... Sin embargo, fue en el mundo cristiano occidental donde la ciencia moderna se desarrolló. En Europa se crearon las universidades. Durante cuatro siglos, desde Copérnico y Newton hasta Darwin, todo eran certezas. Entonces se pensaba que la ciencia respondería a todas las preguntas y, al hacerlo, no necesitaría la hipótesis de Dios. No obstante, la ciencia no estaba en contra de la religión…


XL. Pero quizá la religión estaba en contra de la ciencia. Le recuerdo que Galileo tuvo que retractarse por decir que la Tierra giraba alrededor del Sol.

M.Y.B. Para el creyente tradicional es difícil adaptarse a cambios que suponen una nueva manera de ver el mundo. Era una humillación pensar que el hombre no es el centro del universo. O que desciende del mono. Le cuesta aceptarlo, pero al final lo hace.


XL. No todos. Hay escuelas en Estados Unidos donde no se enseñan las teorías de la evolución o el Big Bang.

M.Y.B. Pero son corrientes minoritarias. Y precisamente el Big Bang tiene implicaciones que son muy poco conocidas por el gran público y que van justo en la dirección contraria. Por eso hemos procurado evitar dos males de nuestra época. Por un lado, están los fundamentalistas, que, desde una perspectiva religiosa, niegan los descubrimientos científicos y se aferran a creencias fantásticas. Por otro lado, están los materialistas, que se niegan a aceptar las implicaciones de esos hallazgos.


«Los últimos hallazgos científicos hacen necesaria la existencia de un creador para explicar el universo»

Olivier Bonnassies y Michel-Yves Bolloré


XL. ¿A qué hallazgos concretos se refieren?

O.B. A las grandes revoluciones científicas, como la termodinámica, la mecánica cuántica, la relatividad, el Big Bang, la expansión del universo y la extraordinaria complejidad de la biología. Todo ello confluye hacia dos conclusiones.


XL. ¿Cuáles?

O.B. En primer lugar, que el tiempo, el espacio y la materia, que están interconectados, como demostró Einstein, tuvieron un comienzo y tendrán un final.


XL. ¿Y la segunda conclusión?

O.B. Que este comienzo provino de una causa externa al universo, que no forma parte de él ni se rige por sus leyes –pues la materia, el tiempo y el espacio solo comenzaron a existir a partir del Big Bang–. Esto se acerca a la definición de Dios en todas las filosofías y religiones.


XL. ¿Habrá que ir pensando en canonizar a Einstein?

O.B. [Ríe]. El propio Einstein admite que no quería la teoría de la expansión del universo porque no era religioso y le molestaba. Para él, se parecía demasiado a la Creación. Muchos otros científicos estaban a disgusto. Hasta que las pruebas se fueron acumulando…


XL. ¿Pero qué cambia si el universo tiene un principio o si es eterno?

M.Y.B. Recordemos la famosa frase de Parménides: «Nada puede venir de la nada». El universo existe. Por tanto, hay dos posibilidades: o es eterno y siempre estuvo ahí, o ha salido de las manos de un creador. El pensamiento ateo necesita que sea eterno. En la Unión Soviética se persiguió a los matemáticos y físicos que investigaban el Big Bang porque iban en contra del marxismo. Algunos acabaron en el gulag.


XL. La inteligencia artificial está adquiriendo una categoría casi mesiánica. Hay quien la ve como una fuerza benevolente que va a solucionar nuestros problemas, incluida la muerte o el cambio climático, y hay quien la teme como a un Dios que nos castigará cuando sea más inteligente que nosotros…

O.B. El mundo es más peligroso que nunca. La tecnología lo puede destruir de muchas maneras: una catástrofe ecológica, el colapso de la sociedad, una guerra nuclear, un virus… Y nos podemos extinguir. Como seres humanos, estamos desconcertados. Pero que Dios no sea un elemento de confrontación, sino de esperanza, nos puede ayudar a recobrar la sabiduría y la confianza perdidas.

M.Y.B. Vivimos en una época de gran incertidumbre. La tecnología siempre tiene esa doble cara. Pero resulta muy revelador, por ejemplo, que se prefiera consagrar mucho tiempo y dinero a la búsqueda de exoplanetas y vida extraterrestre en lugar de ocuparnos de problemas de mayor interés para nuestro propio destino. En cierto modo, Dios es un superextraterrestre. Y descubrir su existencia nos cambia la vida.


XL. También nos cambiaría la vida encontrar alienígenas...

M.Y.B. No tanto. Sería algo muy emocionante. Pero no implica un cuestionamiento existencial. Sin embargo, tomar conciencia de que Dios existe es algo que puede causar una enorme conmoción y las consecuencias son infinitamente mayores.

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«Nuestras cuatro pruebas divinas»


Desde el siglo XX, varias revoluciones han puesto nuestro conocimiento patas arriba: relatividad, mecánica cuántica, Big Bang... Según los autores de Dios-La ciencia-Las pruebas, son evidencias de que existe un creador. Las resumimos.

 

1

El universo no es eterno

La termodinámica predice que el universo tendrá un final. Y la expansión acelerada del cosmos lo confirma. No se apure, todavía falta mucho..., pero en un billón de años las estrellas, sin combustible, se habrán apagado. Y en 10100 años (un 1 seguido de 100 ceros) el universo se habrá estirado tanto que los átomos se romperán. Todo quedará paralizado, sin vida. La comunidad científica, Einstein incluido, se llevó un chasco porque pensaba que el universo era eterno.

 

2

Un génesis explosivo

Por lógica, todo lo que acaba empezó alguna vez… Hoy sabemos cuál es la fecha de nacimiento del universo. Fue hace 13.800 millones de años. Y también sabemos cuándo emitió su 'primer llanto': en la fracción de segundo 1043 después del Big Bang. Hasta ahí llegan las ecuaciones porque justo en ese instante el tiempo y el espacio, cogidos de una mano, y la materia y la energía, de la otra, echaron a andar (como predice la relatividad). El hidrógeno y el helio tardaron tres minutos en aparecer. No se hizo en seis días, como relata el Génesis, pero que haya una creación puede implicar la existencia de un creador.

 

3

Un parto complicado

En los años setenta se calculó que, si la tasa de expansión del universo hubiera variado en la decimoquinta cifra decimal hacia arriba o hacia abajo, no estaríamos aquí. O bien las galaxias no se habrían formado por ir demasiado rápido, o bien todo habría implosionado nada más empezar por ir muy despacio. Esto dejó a los científicos perplejos. Implicaría que la emergencia del universo pudo ser provocada y no aleatoria. El azar no serviría, por tanto, para explicarla y se necesitaría una inteligencia superior, alguien con un plan...

 

4

¿El gran relojero?

Si la existencia del universo es un milagro; que brote la vida ya es de traca. Los científicos han tratado de recrear las condiciones de la aparición de la vida porque saben los ingredientes de la sopa primordial. Pero no han podido. Para hacerse una idea de la dificultad, basta con comparar la molécula inerte más compleja, un trozo de proteína, con la célula viva más simple, una bacteria unicelular. La relación de complejidad es de 300.000 a 1; la misma que hay entre una pieza suelta y un coche. Pero hay más: las enzimas son esenciales para la célula. Hay unas 2000 y obtenerlas por azar implicaría una posibilidad entre 1040000. ¿Lotería? Einstein dijo que Dios no juega a los dados. Según los autores, hace falta un relojero que sepa muy bien lo que hace.


Fuente:

https://www.abc.es/xlsemanal/personajes/libro-dios-existe-francia-michel-yves-bollore-olivier-bonnassies.html

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Los autores que prueban con ciencia la existencia de Dios:

«Cada vez es más difícil concebir la realidad sin Él»

 

¿Se puede reconocer a Dios a través del método científico y de la interpretación de los signos que la realidad muestra a la razón? Los autores han tratado de responder a estas preguntas sin agotarlas, pero abriendo al Misterio de Dios la puerta que el materialismo, quizá, había cerrado demasiado pronto

 

Ricardo Franco

Madrid 16/10/2023

Actualizada 16:19

Después de tres años de trabajo con un equipo de veinte científicos de diferentes campos, los autores Michel-Yves Bolloré, ingeniero y director de empresa, y Olivier Bonnassies, politécnico y empresario, presentan en España el libro Dios. La ciencia. Las pruebas. El albor de una revolución. Su publicación ha resultado ser todo un éxito editorial en Francia por su temática y sus conclusiones científicas. ¿Puede prescindir la ciencia de un universo sin alguien que lo origine y lo sostenga? ¿Puede la ciencia interpretar los signos de un orden en el universo sin una voluntad creadora?

¿Se puede, en definitiva, reconocer a Dios a través del método científico y de la interpretación de los signos que la realidad muestra a la razón? Los autores han tratado de responder a estas preguntas sin agotarlas, pero abriendo al Misterio de Dios la puerta que el materialismo, quizá, había cerrado demasiado pronto.

 

–El libro ha causado furor en la laica Francia ¿Por qué? Parece que no decae la exigencia de sentido último de la vida...

–Michel-Yves Bolloré: Sí, y es comprensible, porque si hay una pregunta sobre la que todos debemos reflexionar seriamente al menos una vez en la vida, es si existe o no un dios creador. Sobre todo, porque esta pregunta está ligada a otra esencial para cada uno de nosotros: ¿Habrá vida después de esta vida? Evidentemente, si Dios no existe, la respuesta a esta última pregunta es «¡no!». En un momento en que el número de no creyentes en nuestros países ha aumentado considerablemente, la necesidad de una respuesta a esta pregunta se ha hecho mucho más acuciante que antes.

 

“La filosofía y la religión definen a Dios como un ser trascendente que creó el Universo en función de la vida: la ciencia llega a la misma conclusión”

Olivier Bonnassies

 

–¿Qué creen que buscan los lectores en su demostración?

–Michel-Yves Bolloré: Lo que la gente busca, y lo que queríamos ofrecerles, es poder disponer de todo lo que la ciencia y otros campos del conocimiento tienen que decir hoy sobre este tema en un libro de fácil lectura, pero muy preciso.

 

–¿Y cómo pueden demostrar con el método científico, que trabaja con datos, algo que no puede medirse?

–Olivier Bonnassies: La ciencia se basa en el principio de causalidad, que nos lleva a buscar causas a los efectos. Sin embargo, la ciencia moderna, a través de diversas disciplinas, tiende ahora a establecer que nuestro Universo tuvo un comienzo absoluto y que también se beneficia de un extraordinario ajuste fino de sus datos iniciales, así como de las constantes que determinan las leyes de nuestro mundo. Y cuando buscamos una causa para estos asombrosos descubrimientos, llegamos naturalmente a la cuestión de la existencia de un dios creador.


–¿Pueden relatarnos algún ejemplo de esa evidencia científica (Dios) que hayan contado en el libro?

–Olivier Bonnassies: Einstein demostró que el tiempo, el espacio y la materia están relacionados. Ahora bien, si tuvieron un principio absoluto, eso significa que la causa en el origen de este surgimiento es necesariamente no temporal, no espacial y no material, y que también tenía el poder de regularlo todo para que los átomos pudieran ser estables, las estrellas pudieran arder durante miles de millones de años y la vida pudiera surgir. Todas estas cosas, ahora lo sabemos, eran infinitamente improbables. La filosofía y la religión definen a Dios como un ser trascendente que creó el Universo en función de la vida: la ciencia llega a la misma conclusión.

 

“Hoy todo converge para permitirnos concluir que la existencia de Dios es la mejor explicación racional del mundo”

Olivier Bonnassies

 

–Entonces, ¿se puede encontrar a Dios en la realidad?

–Michel-Yves Bolloré: Si Dios existe, todos los campos del conocimiento, la ciencia, la filosofía, la moral, la historia, etc.; deben converger necesariamente hacia la misma respuesta. Por eso nuestro libro no se limita a la ciencia, sino que explora otros campos del conocimiento. Si existe, debe encontrarse tanto en la belleza del mundo como en los grandes enigmas históricos, como en el destino de los judíos, o en acontecimientos extraordinarios, como el de Fátima al que también hacemos referencia.


–¿Ha avanzado tanto la ciencia como para mostrar a un Dios que trabaja en el fondo de toda la realidad?

–Olivier Bonnassies: Nuestra investigación se centra en una sola pregunta: ¿existe o no un dios creador? Y desde un solo enfoque: la racionalidad. Hemos abierto doce expedientes independientes, la mayoría de carácter científico, aunque no todos. Y la sensación que tenemos es que hoy todo converge para permitirnos concluir que la existencia de Dios es la mejor explicación racional del mundo. Dios está «oculto», por supuesto, como decía Blaise Pascal, porque trasciende a nuestro Universo. Pero cada vez resulta más difícil concebir la realidad sin él de fondo.


–¿Se puede hablar desde la unidad de ciencia y religión de un Dios bueno y creador, que cuida el mundo?

–Olivier Bonnassies: Nuestro libro sólo examina la cuestión de la existencia de Dios. Así que no trata de la fe ni de la religión. Para averiguar quién es Dios y cómo se relaciona con el mundo haría falta otra investigación que examinara la credibilidad de las distintas revelaciones. Creemos que es posible encontrar respuestas a este interrogante, pero ése no era el propósito de nuestro libro.

 

Fuente:

https://www.eldebate.com/religion/iglesia/20231016/autores-demuestran-ciencia-existencia-dios-cada-vez-mas-dificil-concebir-realidad-el-fondo_146830.html


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(Critica Cristiana del Libro)

 


‘Dios - La ciencia - Las pruebas: 

El albor de una revolución’: una reseña

 

Aparece ahora en castellano el libro que capturó una gran atención mediática en Francia y pretende aportar pruebas de la existencia de Dios.

14 de octubre de 2023 · 22:00

Antoine Bret

 

En 2021, los franceses Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies publicaron Dieu, la science, les preuves: L'aube d'une révolution. El libro tuvo mucha repercusión mediática en Francia. Medios de comunicación franceses como la radio “Europe 1” o el diario “Le Figaro” hablaron de ello.

Ahora acaba de salir la traducción en castellano: Dios - La ciencia - Las pruebas: El albor de una revolución. A ver si “Radio Nacional de España”, “El País” o “El Mundo” se apuntan. De momento, El Correo ya lo ha hecho.

Me alegro de que semejante tema salga en las noticias. Desgraciadamente, los argumentos del libro me parecen flojos, lo que me complace menos.

El libro pretende aportar pruebas de la existencia de Dios. En cuanto a las “pruebas vinculadas a la ciencia”, se estructura en torno a tres:

- El universo tuvo un principio (capítulos 4-8).

- El ajuste fino del universo (capítulos 9-10).

- La aparición de la vida a partir de la materia inerte (capítulo 12).

No soy biólogo, sino físico. Así que sólo hablaré de las dos primeras.

Advertencia: la lectura previa del artículo Big Bang: lo que sabemos, lo que sospechamos, lo que no sabemos, aquí en Protestante Digital, está más que recomendada. ¿Lo más importante para nosotros aquí? Sabemos que, en el pasado, nuestro universo salió de una época cuya física, la gravedad cuántica, desconocemos. A veces la llaman “Época de Planck”(1). Por eso cualquier tesis acerca del pasado lejano del universo solo puede ser especulativa, con o sin comienzo. Como bien escribió el físico Carlo Rovelli(2):

Ahora bien, en la física actual no existe ninguna definición razonable de temperatura y entropía que se mantenga en tal régimen [gravedad cuántica]. Así, cuando consideramos la temperatura y la entropía del universo muy primitivo, es muy probable que no sepamos de qué estamos hablando.

Rovelli escribió esto en 1993. 30 años después, nada ha cambiado. Seguimos sin una teoría probada de gravedad cuántica.

 

Ahora hablemos del libro.


- El universo tuvo un principio (capítulos 4-8)

Se trata del denominado “argumento cosmológico Kalam”, expuesto en la página 65:

Todo lo que tiene un comienzo tiene una causa.

El Universo tiene un comienzo.

Por lo tanto, el Universo tiene una causa, transcendente a su existencia (Dios).

Repasemos los argumentos de los autores para demostrar que el universo tuvo un comienzo. Salvo omisión mía, son dos: la muerte térmica del universo y el Big Bang.


La muerte térmica del universo

¿De qué se trata? La idea queda bien ilustrada con el ejemplo que se da al principio del capítulo 4: el fuego de una chimenea siempre se apaga si no se le hecha leña. Al final, sólo quedan cenizas. El tiempo transforma el orden en desorden. En jerga científica, decimos que la “entropía” crece.

Lo mismo podría haber pasado con nuestro universo. Hoy tenemos estrellas. Tarde o temprano, todas morirán. Algunas se convertirán en enanas marrones o blancas, otras en estrellas de neutrones y otras en agujeros negros. Y si Stephen Hawking tenía razón, hasta los agujeros negros se evaporarán y, en unos tropecientos años, el universo estará poblado nada más que por luz y cadáveres estelares incapaces de generar algo interesante, aunque colisionaran. En resumen, como escriben los autores en la página 60:

Si [el universo] existiese desde siempre, ya se habría agotado.

Tal es la tesis de los autores.

Mi comentario

Creo que algo falta en esta frase de la página 60. Habría que decir:

Si [el universo] existiese desde siempre, y si fuera estático, ya se habría agotado.

En efecto, si el universo hubiera existido siempre y fuera estático, si pudiéramos compararlo con la superficie de un globo que no se infla, entonces todo lo que acabamos de decir, estrellas muertas, agujeros negros evaporados, etc., necesariamente ya habría ocurrido.

Pero nuestro universo no es estático. Es dinámico. Y nada en la física conocida excluye un pasado infinito, por la buena razón de que el universo acaba de salir de una etapa cuya física se desconoce. Aparte de que la aplicación del segundo principio de la termodinámica3 a un universo dinámico no es nada evidente, seguimos topándonos con esta época pasada durante la cual, como dice Carlo Rovelli más arriba, probablemente ni sabemos cómo definir la entropía. Y si ahora pasamos a las especulaciones sobre esta época, podemos perfectamente concebir modelos de universo eterno y cíclico, como el modelo de Neil Turok (Edimburgo) y Paul Steinhardt (Princeton) en su libro Endless Universe (Universo sin Fin).

 

El Big Bang

Los autores dedican el capítulo 5 a la historia de la teoría del Big Bang. Explican, creo que muy bien, cómo, observación tras observación, la idea fue ganando aceptación hasta el punto de ser objeto de un consenso muy amplio entre los físicos. Si no me equivoco, sólo citan en apoyo de la tesis la expansión, el fondo cósmico de microondas y la síntesis primordial de los elementos ligeros (páginas 85 y 89, y nota 61 en la página 92). Podríamos haber añadido, entre otras cosas, las oscilaciones acústicas de los bariones o la medición de la temperatura del fondo cósmico de microondas en distintas épocas4. En resumen, estamos completamente de acuerdo.

Mi comentario

Los problemas comienzan cuando los autores sacan la precipitada conclusión de que el Big Bang es “según el modelo estándar, el comienzo del espacio, del tiempo y de la materia” (página 97). Como dije antes, nuestros conocimientos actuales no nos permiten retroceder en el tiempo tanto como quisiéramos. Así que, cuando leemos en la página 105 que "no solo la materia y la energía, sino que también el tiempo y el espacio vinieron a la existencia en el instante de esta singularidad cósmica inicial", podemos concluir que los autores parecen ignorar que la “singularidad” no es real. Es una predicción de la Relatividad General en un ámbito en el que ya no es válida. Cuando la Relatividad General predice una singularidad, nos está diciendo “cuidado, aquí no soy de fiar”5.

El capítulo 6, en el que los autores discuten las alternativas al Big Bang, muestra cierta confusión. Aquí encontramos un batiburrillo de ideas que han sido refutadas con creces y que tienden a negar la expansión del universo (luz cansada, estado estacionario, universo plasma), otras ideas que no tienen nada que ver con el pasado del universo sino con su futuro (Big Crunch) y, por último, especulaciones que no entran en conflicto con el Big Bang (bien entendido), sino que especulan sobre lo que podría haberle precedido en base a teorías, todas especulativas sin excepción, de la gravedad cuántica (universo sin bordes6, teoría de cuerdas, gravedad cuántica de bucles).

Los autores vuelven sobre este punto en el capítulo 11, hablando de un inicio del universo como una “certeza” (página 216). Pero está lejos de ser una certeza. En su apoyo, citan el teorema de Borde-Guth-Vilenkin (BGV), que demuestra que, en condiciones muy generales, es inevitable que haya una singularidad en el pasado (página 219). Pero aquí volvemos a tropezar con el mismo escollo: el BGV no cuenta con efectos cuánticos. Por cierto, aquí está Alan Guth, la ‘G’ de BGV, declarando que cree que el universo es probablemente eterno en el pasado pero que, en cualquier caso, nadie lo sabe7.

Entonces, ¿será Guth bipolar? No. Simplemente sabe muy bien que "su” BGV no describe la realidad8.

Como se dice en el artículo Big Bang: lo que sabemos, lo que sospechamos, lo que no sabemos mencionado al principio, sabemos que hace 13.000 o 14.000 millones de años, el universo salió de una fase muy densa y caliente y que desde entonces no ha dejado de expandirse. Todo lo que podemos decir sobre lo que ocurrió antes es especulación, con o sin principio. De momento, elevar la especulación “comienzo” por encima de las demás es más ideología que ciencia.

 

- El ajuste fino del universo (capítulos 9-10)

El “ajuste fino” significa que, dadas las leyes físicas que conocemos, las constantes fundamentales (9) que contienen no pueden modificarse, por poco que sea, sin resultar en un universo inadecuado para la vida.

Es absolutamente cierto.

No es otro delirio fundamentalista, como pretenden algunos ateos. Martin Rees, Cambridge University Press, Review of Modern Physics, Annual Review of Nuclear and Particle Science, Nima Arkani-Ahmed10, pez gordo de Princeton, o Leonard Susskind11, otro de Stanford, no tienen como costumbre escribir/publicar para complacer a los creyentes.

La explicación -que de momento no la tenemos- es harina de otro costal. Las opciones son:

1 Somos muy afortunados.

2 Hay multitud de universos con constantes diferentes, y estamos en uno de ellos que permite la existencia de la vida.

3 Un dios ha ajustado las constantes para que eso funcione.

La opción 1 es impensable, dada la increíble improbabilidad de todo el asunto. Quedan las opciones 2 y 3. Cabe notar que la opción 2 no implica ateísmo, ya que una explicación no niega en absoluto la existencia de Dios. Sólo empuja un poco más lejos al “dios tapa agujeros”. Sin embargo, los autores optan por descartarla. Por tanto, si descartamos la opción 2, evidentemente, sólo queda la 3. Es interesante observar que Nima Arkani-Ahmed, citado anteriormente, lo reconoce plenamente en la conferencia cuya referencia aparece en las notas:

Ahora sabemos lo suficiente de física como para saber qué aspecto tendría el universo si cambiáramos las constantes. Sería una coincidencia muy interesante que los números salieran así. Si eso ocurriera, empezaría a volverme religioso.

Mi comentario

Pero, ¿es tan fácil eliminar la opción 2? Me parece que los autores lo hacen con una prisa sospechosa en el capítulo 10, donde mencionan la teoría de cuerdas y la inflación de una forma confusa que no hace justicia a su papel.

¿Cómo podría el tándem teoría de cuerdas/inflación explicar el ajuste fino, de forma naturalista?

Respuesta: la teoría de cuerdas permite valores distintos para las constantes fundamentales. Por tanto, permite potencialmente otros universos con constantes distintas. Pero, ¿existen realmente esos otros universos, con constantes distintas? Aquí es donde entra en juego la teoría de la inflación, según la cual un universo puede “parir” a otros, que paren a otros, que paren a otros…, sin que el proceso nunca se detenga. La inflación generará multitud de universos, y la teoría de cuerdas deja que todos sean diferentes. ¡Llueven universos! Cuerdas + inflación = multiverso = multitud de universos con constantes diferentes.

¿Se sostiene el tándem cuerdas/inflación? He aquí las razones por las que me parece una temeridad descartarlo en 2023:

El multiverso no es sólo una “técnica de evitación” ideológica, como pretenden los autores en la página 214. Obviamente, algunos se aferran a la idea por motivos ideológicos. Pero no fue así como surgió la teoría de cuerdas. Originalmente era una teoría de las fuerzas nucleares. Es más, hay muy buenas razones para pensar que la Mecánica Cuántica y la Relatividad General deberían poder unificarse. Y la teoría de cuerdas es una candidata excelente.

Es cierto que la inflación es especulativa, pero menos que la teoría de cuerdas. En su versión más simple, por ejemplo, las predicciones que hace sobre la estructura del fondo cósmico de microondas están verificadas.

Si la teoría de cuerdas y la inflación son ciertas, el multiverso es una consecuencia lógica inevitable. Desde las ondas de choque hasta el bosón de Higgs, a lo largo de la historia de la física son tantas las veces que un fenómeno predicho sobre el papel termina observado en el mundo real, que prefiero ser prudente.

¿Le sorprende el multiverso? ¿Le parece una idea descabellada? Según el Pesahim del Talmud de Babilonia (un libro judío de hacia el siglo IV), “el tamaño del mundo es de seis mil parasangas” (Pesahim 94a), es decir, unos 30.000 km. Imagina la cara de su autor si le hubieran hablado de 93.000 millones de años luz (874.200.000.000 millones de millones de km). Imagina la cara de Newton si le hubieran dicho que el tiempo y el espacio son elásticos, plan Einstein; la cara de René Descartes si le hubieran hablado de Mecánica Cuántica; o la cara de Cristóbal Colón si le hubieran hablado de la deriva continental. Y así sucesivamente. Me parece que si algo nos enseña la historia de la ciencia, es que una hipótesis no está equivocada sólo porque parezca descabellada.

Es cierto que la teoría de cuerdas nunca se ha puesto a prueba. Pero, ¿y qué? Lejos de mí pensar que no lo necesita. Pero que hoy no hayamos encontrado la forma de hacerlo no significa que nunca la vayamos a encontrar. ¿Podría Galileo haber probado la Mecánica Cuántica o la Relatividad General? Ahora podemos hacerlo en un laboratorio del tamaño de una cocina, o incluso en tu GPS, pero Galileo nunca habría sido capaz de hacerlo ni, probablemente, de tan solo imaginar que algún día podríamos hacerlo.

Para más información sobre el tema, remito al lector este artículo de Tom Rudelius, cristiano y físico que hizo su tesis doctoral sobre el tema en Harvard bajo la supervisión de Cumrun Vafa, una eminencia en Teoría de Cuerdas. O el libro de Joseph Conlon, ¿Por qué la teoría de cuerdas? También se puede escuchar a Don Page, físico y cristiano, declarando en esta entrevista:

"Sí, creo que existen múltiples universos, aunque no estoy seguro de ellos".12

 


Por último

Por último, me gustaría comentar dos temas del libro. Un párrafo inquietante, y una cita de un físico llamado Aleksandr Vilenkin.

Un párrafo inquietante

Se trata del párrafo titulado “Hugh Everett y la teoría de los mundos múltiples”, en la página 210. Es inquietante por dos razones. En primer lugar, los autores presentan la teoría de Everett como una solución naturalista al enigma del ajuste fino. No lo es. Por la sencilla razón de que los mundos múltiples de Everett tienen las mismas constantes que nuestro mundo. En segundo lugar, y lo que es más inquietante, Everett es presentado como un borracho cuyos delirios no han recibido ninguna atención. Así, de nuevo en la página 210, leemos:

En 1954, Hugh Everett, hablando de las paradojas de la física cuántica con un compañero de clase de Princeton, formula, a modo de broma, la hipótesis de universos múltiples… pero esta teoría iconoclasta no encuentra gran eco, aunque constituya de manera evidente una fuente de inspiración para los autores de ciencia ficción.

Creo importante añadir que la versión francesa de esta misma cita empieza así (13):

En 1954, durante una noche un poco regada con jerez, Hugh Everett…

Al parecer, Everett solo bebe al norte de los Pirineos. Dicho esto, es importante que el lector sepa lo siguiente:

El artículo de Everett se publicó en la prestigiosa revista Review of Modern Physics, que no tiene por costumbre publicar basura. Por ejemplo, lleva décadas publicando las conferencias del Nobel de Física.

Que su director de tesis no era otro que John Wheeler, uno de los físicos más importantes del siglo pasado, y prototipo del gigante científico virtualmente incógnito del público(14).

Que John Wheeler dedicó un artículo entero a la teoría de Everett, de nuevo en Review of Modern Physics, concluyendo: “No parece posible escapar de esta formulación [la de Everett] de estado relativo si se quiere tener un modelo matemático completo para la mecánica cuántica interna a un sistema aislado”15.

Por último, hablando del eco que ha recibido la teoría de Everett, su artículo de 1957 ha sido citado más de 1.600 veces en la literatura científica (no en “Cuarto Milenio”), y no para burlarse de él.

¿Quieren un ejemplo de científicos cuyas teorías no encuentran ningún eco? Los seudocientíficos hermanos Bogdanov16, mencionados en la página 108 del libro, y en el Anexo “Agradecimientos”, en la página 571. Sus trabajos no han recibido ningún eco. Es fácil de comprobar. Citar a los Bogdanov y burlarse de Everett es poner el mundo al revés. Es inquietante.

 

La cita de Aleksandr Vilenkin

Quiero terminar hablando de una cita del físico Aleksandr Vilenkin, omnipresente cuando el debate ciencia y fe navega por estas aguas17:

Con la prueba establecida [el teorema BGV], los cosmólogos no pueden seguir escondiéndose detrás de la posibilidad de un universo con un pasado eterno. No hay más escapatoria, tienen que encarar los problemas de un comienzo cósmico.

Esta cita, mencionada tres veces en el libro, en las páginas 107, 213 y 259, aparece una y otra vez en este contexto, y el lector informado estará sin duda familiarizado con ella. Por ello, parece oportuno dedicarle unas palabras.

Aunque ya he explicado por qué el teorema BGV no describe el mundo real, creo que merece la pena plantearse las siguientes preguntas antes de declarar a Vilenkin vencedor por KO:

¿Cómo es que Alan Guth, la ‘G’ de BGV, declaró que el universo es probablemente eterno en el pasado, pero que básicamente nadie lo sabe? (ver la foto más arriba).

Ya que estamos decidiendo que algo es cierto porque lo dice un gran nombre, ¿por qué no seleccionar esta otra cita, de Anna Ijjas (Universidad de Nueva York), Avi Loeb (Harvard) y Paul Steinhardt (Princeton)?: “Aunque la mayoría de los cosmólogos asumen un bang, actualmente no hay pruebas –cero- para decir si el evento que ocurrió hace 13.700 millones de años fue un Bang o un Rebote”18 ¿Será que estos tres nunca han oído hablar del BGV? ¿Acaso Harvard, Princeton y la Universidad Nueva York tienen menos prestigio que Tufts (donde enseña Vilenkin)?

Si se ha demostrado inequívocamente que el Big Bang fue el principio, ¿qué hacen los autores de estos 1.900 artículos científicos estudiando la opción del “Rebote”? ¿Acaso les gusta perder el tiempo? ¿Y qué hicieron los comités de revisión, dejando pasar 1.900 artículos que no serían más que divagaciones si BGV fuera valido para el mundo real?

No estoy seguro de lo que Vilenkin tenía en mente cuando escribió eso, pero está claro que exagera. Por cierto, parece que recientemente ha puesto (un poco de) agua en su vino, con una frase que, por cierto, nunca se cita:

La cuestión de cómo empezó el universo sigue envuelta en un halo de misterio"19.

 

Conclusión

Esta reseña ya es suficientemente larga y prefiero dejarlo así. Como ya he dicho, la historia del Big Bang me parece bien contada. También me parece satisfactoria la explicación del ajuste fino. También me siento cercano a otras partes del libro que no he reseñado, como el capítulo 18, en el que se plantea la pregunta “¿Quién puede ser Jesús?”, antes de retomar un argumento de C.S. Lewis que me estremeció cuando descubrí por primera vez al hombre que fue “más que un carpintero”.

Desgraciadamente, el argumento científico está contaminado de ideología. Que un argumento vaya en mi dirección no significa que sea correcto. Quizá algún día se demuestre que el universo tuvo un principio. Entonces estaré encantado de añadirlo a mi navaja suiza apologética. Pero ese día no ha llegado.

Mientras tanto, prefiero que mi fe descanse en Jesús que en otra roca que podría resultar ser arena.

 

Notas

1 Ya que desconocemos su física, también desconocemos su duración.

2 “Now, in present-day physics there is no reasonable definition of temperature and entropy that holds in such a regime. Thus, when we consider temperature and entropy of the very early universe, it is very likely that we do not know what we are talking about.” C Rovelli, Statistical mechanics of gravity and the thermodynamical origin of time, Classical and Quantum Gravity, Volume 10, Number 8, 1993.

3 Un principio que dice que la entropía de un sistema cerrado siempre crece.

4 Ver Figura 5 de este artículo.

5 Por cierto, un artículo tan reciente como fascinante sobre gravedad y antimateria empieza así: “Las singularidades de la teoría general de la relatividad y la falta de una teoría cuántica de la gravedad sugieren que nuestra imagen está incompleta” (Singularities in the general theory of relativity and the lack of a quantum theory of gravity suggest that our picture is incomplete.).

6 Notablemente, este escenario “sin borde” es el de Hawking: una de las especulaciones en la cual el universo sí tiene un comienzo.

7 “It’s very likely eternal - but nobody knows”. Ver su intervención en el minuto 58 de esta conferencia.

8 Lo que no quiere decir que sea inútil.

9 Velocidad de la luz, constante de Planck, carga elemental, etc.

10 Nima Arkani-Hamed, Space-Time, Quantum Mechanics and the Multiverse, Talk in Oxford, 3 de diciembre, 2013.

11 Leonard Susskind, the Theoretical Minimum, Statistical Mechanics, Lecture 10.

12 “Yes I do believe that multiple universes exist although I’m not certain about them.”

13 “En 1954, au cours d’une nuit un peu arrosée au xérès, Hugh Everett…” (página 204 de la edición original francesa).

14 Como lo fueron, o lo son, gente como Lev Landau, Hans Bethe, Yákov Zeldóvich, Roger Blandford, etc. La lista es larga.

15 “No escape seems possible from this relative state formulation if one wants to have a complete mathematical model for the quantum mechanics that is internal to an isolated system.”

16 Prototipos de seudocientíficos muy conocidos por el público, al menos en Francia.

17 “With the proof now in place, cosmologists can no longer hide behind the possibility of a past-eternal universe. There is no escape: they have to face the problem of a cosmic beginning.” Alex Vilenkin, Many Worlds in One: The Search for Other Universes, Hill and Wang; First Edition, 2007, p. 176.

18 “Although most cosmologists assume a bang, there is currently no evidence—zero—to say whether the event that occurred 13.7 billion years ago was a bang or a bounce.” Anna Ijjas, Avi Loeb, Paul Steinhardt, Pop Goes the Universe, Scientific American, January 2017. Disponible aquí.

19 “The question of how the universe began is still enveloped in a cocoon of mystery”. Alex Vilenkin, Cosmology for the Curious, Springer 2017, p. 331.

 

Fuente:

https://protestantedigital.com/tubo-de-ensayo/67290/dios-la-ciencia-las-pruebas-el-albor-de-una-revolucion-una-resena

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“Prácticamente cualquier cosa, por absurda, tonta o ridícula que sea, ha sido creída o afirmada como cierta en un momento u otro por alguien, en algún lugar en nombre de la fe”

James T. Houk




8 Historias sobre partes del cuerpo que pertenecieron a Jesús

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8 Historias sobre partes del cuerpo 

que pertenecieron a Jesús

 

14 de Diciembre de 2022

Por Ben Gazur

 

Al cristianismo medieval le gustaban mucho las reliquias sagradas. Se pensaba que las partes del cuerpo de los santos, las cosas que poseían y las sustancias producidas por sus cadáveres eran armas poderosas para quienes necesitaban la ayuda divina. Si una iglesia tuviera una reliquia particularmente importante, podría atraer a un gran número de peregrinos. Las mejores reliquias de todas eran aquellas que podían vincularse a Jesús. Desafortunadamente para los cristianos, Jesús se llevó la mayoría de sus reliquias cuando ascendió corporalmente al cielo. Pero no todas. Aquí hay ocho formas en que las partes del cuerpo de Jesús fueron reverenciadas en el cristianismo.

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8)

El Santo Prepucio

Como Jesús nació de padres judíos, fue circuncidado cuando tenía ocho días, como nos cuenta el Evangelio de Lucas. La eliminación del prepucio de Jesús significó que no estaba sobre él cuando pasó al cielo. Por tanto, los cazadores de reliquias podían afirmar que tenían una parte genuina de la carne de Jesús. La piel extirpada se conocía como El Santo Prepucio.

La santa reliquia de la circuncisión pasó a ser venerada. Sin embargo, no había un solo prepucio, como cabría esperar. Más de una docena de iglesias en Europa, en su mayoría agrupadas en Francia, declararon que albergaban el Santo Prepucio. La primera mención del prepucio se produjo en el año 800 d.C., cuando Carlomagno decidió que sería un regalo apropiado para el Papa León III en el momento de la coronación del emperador. Cuando el prepucio fue saqueado de Roma en el siglo XVI, se trasladó a la cercana Calcata, que se convirtió en un popular lugar de peregrinación.

Otros prepucios fueron llevados al Papa en diferentes momentos con la esperanza de reconocimiento oficial, pero el Vaticano generalmente se negó a dictaminar sobre su autenticidad. Se afirmaron milagros para los prepucios. A uno se le vio sangrar cuando se celebraba durante una misa. Se cree que desde entonces todos los Santos Prepucios se han perdido. Además, en 1900, el Papa León XIII decretó que cualquiera que hiciera referencia a la piel venerada podía ser excomulgado, una orden basada en que la idea se volviera embarazosa para la Iglesia o divertida para el pueblo.

 

7)

Anillo de prepucio de Catalina de Siena

El hecho de que no estuvieras en posesión del Santo Prepucio no significaba que no pudiera tener un significado religioso. Catalina de Siena fue una mujer notable en muchos sentidos, pero lo que aquí interesa es su anillo de bodas: era el prepucio de Jesús.

Catalina nació en 1347 y se dedicó a una vida de fe. Las visiones religiosas aparecieron en sus inicios cuando sólo tenía seis años. Cuando sus padres intentaron casarla, Catalina se negó. Ser una mujer soltera en ese momento podía resultar difícil. A la edad de 21 años, se casó místicamente con el mismo Jesús. En la ceremonia, Jesús usó su prepucio en lugar de joyas más tradicionales. Quizás sea comprensible que Catalina dijera que este anillo era invisible.

Existe cierto debate sobre si Catalina realmente quiso decir que su anillo de bodas era el prepucio literal o si era una metáfora. En varias cartas, Catalina hizo una comparación directa entre los dos, y el matrimonio místico de Catalina se convirtió en un motivo popular en el arte cristiano.

 

6)

Sangre

La crucifixión de Jesús fue un asunto sangriento. También fue azotado antes de ser clavado en la cruz. Se derramó mucha sangre en el camino al Calvario. Dada la importancia de la sangre de Jesús en la Eucaristía, era obvio que si alguien pudiera reclamar algo, tendría una reliquia importante. Se podían encontrar muchas muestras de la Preciosa Sangre en iglesias de todo el mundo.

La Basílica de la Santa Sangre en Brujas fue construida por Thierry de Alsacia en 1134. Cuando participó en la Segunda Cruzada, regresó con una muestra de la Santa Sangre que se decía que lo había recibido del rey Balduino III de Jerusalén. La sangre se guarda en un frasco en la iglesia y ha sido venerada durante mucho tiempo. Alguna vez se pensó que la sangre seca se volvía líquida semanalmente. Se concedió una indulgencia a los peregrinos que vieran la sangre.

Otras iglesias también han afirmado tener una porción de la sangre de Jesús. La Abadía de Hailes en Inglaterra recibió su muestra en 1270. Los visitantes de la iglesia podían bendecir sus rosarios tocando la reliquia. Esta sangre era tan famosa que Chaucer la mencionó en Los cuentos de Canterbury. Bajo Enrique VIII, muchos de los lugares de peregrinación fueron destruidos. La Sangre de Hailes fue condenada por ser simplemente sangre de pato o miel coloreada. Fue sacado de la abadía, despojado del oro de su relicario. Se desconoce qué pasó con la sangre entonces.

 

5)

La sangre perdida

Más recientemente se han perdido y redescubierto otros ejemplos de la sangre de Jesús. En junio de 2022, la Preciosa Sangre, como se llama la sangre de Jesús, fue robada de la iglesia de la abadía de Fécamp en Normandía, Francia. La sangre se guarda en pequeños viales de plomo, pero probablemente no sea la sangre en sí la que buscaban los ladrones. Es más probable que buscasen el relicario de oro en el que se guardaban las reliquias. Se cree que los ladrones se escondieron en la iglesia hasta que cerró y luego se llevaron el relicario.

Aproximadamente un mes después, los ladrones cambiaron de opinión. Uno de ellos contactó a Arthur Brand, un hombre que se describe a sí mismo como un detective de arte. Sin revelar quiénes eran, acordaron devolverle las reliquias. Una noche lo dejaron en su puerta. Se desconoce si los ladrones tuvieron un cambio de opinión divinamente inspirado o se dieron cuenta de que sería casi imposible vender un objeto tan único. La santa sangre fue devuelta a su legítimo hogar.

 

4)

Lágrimas

“Jesús lloró” es el versículo más corto en las traducciones de la Biblia al inglés y uno de los más importantes para los creyentes. El hecho de que el Mesías derramara lágrimas subrayó su naturaleza humana y su preocupación por la humanidad. También dieron a los cazadores de reliquias otro objetivo de veneración. Conocida como La Sainte Larme, o la Santa Lágrima, se convirtió en un importante centro de peregrinación en la Edad Media.

Según la leyenda, los ángeles recogieron las lágrimas cuando Jesús lloró por la muerte de Lázaro. Luego las lágrimas fueron pasadas a María Magdalena para que las guardara. Luego, las lágrimas desaparecieron del registro histórico durante 1.000 años. La Lágrima Santa reapareció cuando Geoffrey Martel ayudó al emperador bizantino Miguel IV a repeler a los invasores. Por su ayuda militar, Martel recibió dos reliquias: el brazo de San Jorge y la lágrima de Cristo.

La Santa Lágrima se guardaba en un relicario tallado en cristal de roca. Se decía que el líquido dentro de la roca temblaba a veces. La lágrima desapareció durante la Revolución Francesa, aunque otras iglesias también afirmaron tener muestras de las gotas.

 

3)

Dientes de leche

Cuando a la mayoría de las personas se les caen los dientes de leche, estos desaparecen por la noche cuando el “Hada de los Dientes” los recoge de debajo de la almohada. En ocasiones, un padre puede conservarlos como un santuario para la infancia perdida de su hijo, pero a la mayoría de las personas eso les resulta un poco espeluznante. Sin embargo, la mayoría de los niños no son Jesús.

La información sobre el diente de leche de Jesús es incompleta. Alguna vez estuvo ubicado en la Abadía de Saint-Médard en Soissons. Esta abadía era considerada una de las más grandes de Francia y albergaba muchas otras reliquias. El propio San Medardo es invocado cuando los pacientes sufren dolor de muelas, por lo que tiene sentido que un diente termine en su abadía. Generalmente se dice que esto se debe a que a menudo se le muestra con la boca abierta y riendo.

Sin embargo, no todos creían en esta reliquia. Guibert De Nogent fue un historiador y teólogo de finales del siglo XI que criticó a la abadía por sus afirmaciones de tener uno de los dientes de Jesús. Sólo porque se diga que un objeto tiene poderes milagrosos, dice, no significa que haya que creer en su autenticidad.

 

2)

Pelo de barba

En todos los ámbitos del coleccionismo hay algunas personas que se vuelven obsesivas. Esto es cierto incluso en el ámbito de la caza de reliquias. Federico III de Sajonia es más conocido hoy en día como protector de Martín Lutero, el reformador protestante. A los luteranos no les gusta coleccionar reliquias, por lo que puede resultar sorprendente que Federico reuniera más de 19.000 reliquias para su colección. Entre ellos se incluían trozos de pan de la Última Cena, una muestra de la leche de la Virgen, un trozo de heno que recubría el pesebre de Jesús y un mechón de la barba de Jesús.

Una edición ilustrada de la colección de reliquias de Federico impresa en 1510 muestra numerosos relicarios, cráneos, estatuas y cálices de santos. Se ha calculado que si una persona ofreciera devoción a cada uno de los objetos de la colección, podría ganar casi 2.000.000 de años de su tiempo asignado en el Purgatorio. No se registra el origen de la mayoría de estos objetos sagrados, ni tampoco el destino final de la mayoría de ellos. ¿De dónde salió este mechón de pelo de la barba? ¿Y a dónde fue?

 

1)

Cordón umbilical

En el Palacio de Letrán en Roma, había una capilla conocida como Sancta Sanctorum—El Lugar de las Cosas Santas. Alguna vez fue el sitio donde se almacenaban algunas de las reliquias más importantes del mundo cristiano. Para acceder a él, la gente tenía que subir la Scala Sancta—los Pasos Sagrados. Se dice que estos 28 escalones de mármol fueron por los que ascendió Jesús para asistir a su juicio junto a Poncio Pilato. Se dice que fueron traídos a Roma por Santa Elena. La madre del emperador Constantino encontró muchas reliquias cuando visitó Tierra Santa.

En el siglo XI se hizo una lista de las reliquias que allí se encontraban. Algunas de las reliquias estaban almacenadas debajo del altar, otras en un cofre de madera, pero otras estaban en exhibición completa. Uno de los relicarios era “una cruz de oro purísimo, adornada con gemas y piedras preciosas”. En esta cruz estaba el prepucio de Jesús y, según nos dicen, su cordón umbilical.

La presencia del cordón umbilical fue abordada por el Papa Inocencio III en el siglo XII. Escribió un tratado que reflexionaba sobre la cuestión de si la sangre que Jesús derramó en su camino a la crucifixión fue llevada con él al cielo. Luego el Papa preguntó: “¿Qué pasa con el cordón umbilical?” El Papa pareció distanciarse de algunas de las leyendas sobre las reliquias. Eso puede explicar por qué el Santo Cordón Umbilical no está a la vista hoy.

 

Traducido del original:

https://listverse.com/2022/12/14/8-tales-of-body-parts-belonging-to-jesus/

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Ver:


Dios, Patria y Rey: Lacras de la humanidad contra la razón

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Dios, Patria y Rey:

Lacras de la humanidad contra la razón

 

La laicidad del Estado y de sus instituciones es, ante todo, un principio de concordia de todos los seres humanos

Por: Víctor Arrogante

29/10/2023 - 20:58

 

Hay lacras que han ocasionado los mayores males en la historia a través de las guerras. Hoy bien sabemos de eso, lo que está ocurriendo en Ucrania y en Palestina es un buen ejemplo, pero aquí no voy a referirme a esa miserable y trágica situación de desaparecidos, muertes y deportaciones. La religión ha sido una de las causas por las que el ser humano se ha enzarzado en peleas inhumanas; por el territorio y por conseguir el poder y ejercerlo con mano de hierro son otros de los motivos insaciables para el sufrimiento y la miseria.

Soy ateo, no creo en ningún ser sobrehumano, ni sobrenatural, que controle los destinos de los seres vivos y muertos aquí en la Tierra ni fuera de ella; que imparta castigo y justicia divina, ni nada por el estilo. En otras palabras, no creo en dios, ni en sus actos ni en sus obras ni en su historia ni en su hijo ni en su madre, ni en todos los santos ni en lo que creen los que creen, ni en ninguna paloma santa.

Los dioses en los que creen quienes provocan las guerras, o son guerreros o bondadosos, pero lo cierto es que unos y otros, los del más allá ni los de acá, han hecho nada por evitar los enfrentamientos fraticidas, es más, puede incluso que si existieran o existiesen los hubieran provocado o los estarían provocando.

Los trenes de la muerte fueron parte de la Solución Final. Estos trenes formados por vagones de ganado, partían desde todos los países ocupados por la Alemania nazi, con destino a los campos de exterminio. Después de varios días de viaje en condiciones infrahumanas, los presos eran seleccionados: a un lado los aptos para ser esclavizados, el resto a las cámaras de gas. Fernando Vallejo, en su libro La Puta de Babilonia menciona la visita del papa Ratzinger a Auschwitz para "increpar a dios" por el holocausto judío y los crímenes del nazismo: "¿Por qué permitiste esto, Señor?" Mejor le hubiera preguntado a la momia putrefacta de Pacelli o Pío Doce, por qué no levantaron su voz cuando podía contra Hitler.

No es que diga que no lo se, que puede que sea, o admita la probabilidad de la existencia de una fuerza o energía, espíritu vital o luz omnipotente, no: es que no lo creo. Fui creyente en otros momentos de mi vida, allá por mi adolescencia juvenil, hasta que pensé; y entonces supe que no era posible y además no podía ser. También es cierto, que hoy, tras muchos años desde entonces, he dejado de creer en la propia humanidad. Y de la iglesia católica no creo nada: por lo que representa, por lo que dicen, por lo que hacen, por cómo lo hacen, por lo que dicen que hacen, por lo que no dicen y hacen.

"La mayor fábrica de ateos son las religiones", dice Eugenia Biurrun, de Iniciativa Atea; y en España las personas no creyentes -ateos, agnósticos e indiferentes a la religión-, han experimentado un espectacular crecimiento en los últimos diez años, situándose en el 25% de la población (según barómetro del CIS de 2010). El nivel económico y educativo, son factores determinantes (Índice Global sobre Religión y Ateísmo de Gallup International). La población con menos ingresos económicos, es más religiosa que la que tiene más; y los que se consideran de derecha, junto con los menos instruidos, son los que más creen.

Los países más empobrecidos o en vías de desarrollo son más religiosos: Gana, Nigeria, Armenia, Fiyi y Macedonia (9 de cada 10 habitantes practican algún tipo de religión). Lo que tienen una mayor población atea son: China 47%; Japón 31%; República Checa 30%; Francia 29%; Corea del Sur 15%; Alemania 15% y Holanda 14%. Por regiones, la más religiosa es África, con un 89% de población creyente, seguida de América Latina, con un 84%. Son datos que ilustran el panorama.

El ateísmo es un valor de referencia en la organización de mi vida personal, familiar, social y política. Para encontrar la armonía con el pensamiento, es vital la consecución de un Estado verdaderamente laico, en la defensa de los derechos civiles y las libertades ciudadanas, con una idea, una ética, una moral, unos valores sociales y unas normas de conducta ateas, democráticas y tolerantes.

El ateísmo es la representación de la defensa de la libertad de pensamiento y expresión, la pluralidad y el derecho a la difusión de todas las ideas y creencias (siempre que éstas sean respetuosas con las personas y sus derechos). La neutralidad religiosa del Estado en todos los ámbitos, en la enseñanza sobre todo, pasa por la abolición de los privilegios concedidos a cualquier iglesia o confesión religiosa y supresión de toda discriminación por motivos religiosos; y promover el progreso, la justicia social y la solidaridad entre todos los ciudadanos.


No, no soy creyente. No creo en dios, no lo he visto en ningún lado cuando he oído suplicarle, llamarle con muchos nombres y con toda el alma miles de veces. He visto o conocido tantos horrores que si aceptara la existencia de dios, sería un dios atroz, un dios del mal. Lo cierto es que cada vez creo menos en el hombre. Y no confundo dios e iglesia; uno no existe y la otra se ha aprovechado durante siglos de la ignorancia y el poder para su riqueza.

El dios de los cristianos, es solo una buena idea, una esperanza de justicia, pervertida por los curas. No hay más vida que esta y ya estamos todos condenados al nacer. No nos han dejado vivir sin dios. (Mongo blanco de Carlos Bardem) ¡Somos tierra de inquisidores, obispos codiciosos y curas gordos y entrometidos! No nos permiten dejar de creer en su dios, porque entonces podríamos dejar de creer en lo demás. Se empieza dudando de dios y se acaba guillotinando reyes.

Lo que nos caracteriza a los ateos, no es tanto la difusión de la idea, algo que queda en el ámbito de lo íntimo y personal, sino la defensa del laicismo: una sociedad sin ataduras de índole religioso, en libertad y en igualdad de condiciones y oportunidades. La religión no puede convertirse en creencia probada y verdad inamovible, a través del poder institucional.

La Constitución española en su artículo 16.3 dice "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". La laicidad del Estado y de sus instituciones es ante todo un principio de concordia de todos los seres humanos fundado sobre lo que los une, y no sobre lo que los separa. Este principio se realiza a través de los dispositivos jurídicos de la separación del Estado y las distintas instituciones religiosas, agnósticas o ateas y la neutralidad del Estado con respecto a las diferentes opciones de conciencia particulares. La laicidad descansa en tres pilares: la libertad de conciencia, la igualdad de derechos, y la universalidad de la acción pública, esto es, sin discriminación de ningún tipo.

La Inquisición se fundó en 1478 por los Reyes Católicos, para mantener la ortodoxia católica en sus reinos y no se abolió hasta 1834. Estuvo bajo el control directo de la monarquía, entre otros por Fernando VII, tatarabuelo del actual rey de España. Actuaba, no tanto por celo de la fe y salvación de las almas, sino por la codicia de la riqueza decía el papa Sixto IV. Lo cierto es que las razones de su creación, fueron: establecer la unidad religiosa; debilitar la oposición política; acabar con la poderosa minoría judeoconversa; y conseguir financiación para sus proyectos. Se estableció una férrea organización para la persecución y expulsión de los judíos; represión del protestantismo; la censura; luchar contra los moriscos, la superstición y la brujería. También se persiguió la homosexualidad y bestialismo, considerados por el derecho canónico contra naturam. Es deleznable, como la iglesia persigue estos supuestos delitos, cuando en su seno hay tantos delincuentes pedófilos.

Muchos verdaderos fieles cristianos, fueron encerrados, torturados y condenados como herejes, para ser privados de sus bienes y propiedades por la Inquisición. Su método represor, se basaba en el principio de presunción de culpabilidad, no de inocencia. La detención implicaba la confiscación de sus bienes, llevándose la instrucción en el máximo secreto. El tormento se aplicaba, no como medio de conocer la verdad, sino para reconfortar al preso en su fe. Ningún papa ha condenado a la Inquisición de manera clara.

Soy ateo porque es la base para un humanismo alejado de dogmas y opresiones. Entre la fe en un dios imposible, escojo a la humanidad imperfecta, libre de historias sagradas, de religiones y sectas dominadoras. Lo que nos caracteriza a los ateos, no es tanto la difusión de la idea -algo que queda en el ámbito de lo íntimo y personal-, sino la defensa del laicismo: una sociedad sin ataduras de índole religioso, en libertad y en igualdad de condiciones y oportunidades. La conciencia social y la política unidas para el bienestar general.

Soy ateo como expresión del reconocimiento a la razón y a la libertad de conciencia. La religión no puede convertirse en creencia probada y verdad inamovible, a través del poder institucional, como pretenden algunos. La fe religiosa, es a fin de cuentas, el acto de dejar de razonar. 

Soy ateo porque la razón es el máximo atributo del ser humano.

 

Víctor Arrogante, profesor y columnista, nace en Madrid en 1949 y desde entonces ha pasado por infinidad de situaciones laborales, sectores profesionales, militancia sindical y política. Una vida comprometida, llena de ideas y palabras. Ayer y hoy militante por la justicia, la igualdad y la solidaridad, ideas por las que le ha merecido y merece la pena luchar.

Fuente:

https://www.elplural.com/opinion/dios-patria-rey-lacras-humanidad-contra-razon_319206102

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“Los dioses en los que creen quienes provocan las guerras, o son guerreros o bondadosos, pero unos y otros, los del más allá ni los de acá, han hecho nada por evitar los enfrentamientos fratricidas”

Víctor Arrogante 





Cómo argumentar que Dios no existe (Guía Práctica)

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Cómo argumentar que Dios no existe

 

Última actualización:

30 de julio de 2023

La mayoría de la gente alrededor del mundo cree que Dios existe, por lo que puede ser desafiante argumentar de forma efectiva que no existe. Sin embargo, puedes traer a colación evidencia científica, filosófica y cultural al desarrollar un argumento convincente de que Dios no existe. Independientemente del enfoque que adoptes, asegúrate de mantenerte cortés y considerado al discutir si Dios existe.

 


Parte 1)

Usar la ciencia para argumentar en contra de la existencia de Dios

 

1)

Plantee que los seres vivos están mal diseñados.

El argumento del diseño afirma que si Dios es perfecto, ¿por qué nos creó a nosotros y a muchas otras criaturas vivientes de manera tan pobre? Por ejemplo, somos vulnerables a muchas enfermedades, nuestros huesos se rompen con facilidad y con la edad nuestro cuerpo y nuestra mente se deterioran. También se podría mencionar nuestra columna vertebral mal construida, nuestras rodillas inflexibles y nuestros huesos pélvicos que hacen que el parto sea difícil y doloroso para las mujeres. En conjunto, esta evidencia biológica indica que Dios no existe (o que no nos creó bien, en cuyo caso, no hay razón para adorarlo).

- Los creyentes podrían contrarrestar este argumento afirmando que si Dios es perfecto, entonces nos creó tan bien como se podría esperar. También podrían argumentar que lo que vemos como imperfecciones en realidad tienen un propósito en el funcionamiento más amplio del diseño de Dios. Ahí, señale la falacia lógica en esto de inmediato. No podemos vivir nuestras vidas esperando que algún día surja una explicación de por qué nuestros ojos o nuestros hombros fueron diseñados tan mal. Haga referencia al filósofo Voltaire, quien escribió una novela sobre personas que buscan significado después de un devastador terremoto que azotó París. Somos animales que buscan patrones, por lo que, naturalmente, buscamos y esperamos patrones donde no podemos encontrar ninguno.

- Algunos podrían señalar que Dios originalmente creó a los humanos en su forma perfecta, pero después de que la humanidad pecó contra Dios, la creación original de Dios se corrompió y se vio afectada por el pecado, y como resultado la muerte y la entropía entraron en el mundo. Tenga en cuenta esta refutación cuando utilice el argumento del diseño defectuoso.

 

2)

Muestre la historia de reemplazar las explicaciones sobrenaturales con explicaciones naturales.

El argumento del "Dios de los huecos" es común cuando la gente argumenta que Dios existe. Argumenta que si bien la ciencia moderna puede explicar muchas cosas, no puede explicar otras. Puede refutar esto diciendo que las cosas que no entendemos están disminuyendo cada año, y que si bien las explicaciones naturales han reemplazado las explicaciones teístas, las explicaciones sobrenaturales o teístas nunca reemplazan las científicas.

- Por ejemplo, puede citar el ejemplo de evolución como un área donde la ciencia ha revisado las explicaciones previas centradas en Dios para la variedad de especies en nuestro mundo.

- Puedes argumentar que la religión a menudo se ha utilizado para explicar lo inexplicable. Los griegos usaron Poseidón para explicar cómo ocurren los terremotos, lo que ahora sabemos se debe al movimiento de las placas tectónicas para aliviar la presión.

 

3)

Demuestre la inexactitud del creacionismo.

Si la existencia del mundo puede explicarse puramente en términos científicos, entonces es innecesario decir que Dios creó el mundo. Según el principio de la navaja de Occam, la explicación más sencilla suele ser la mejor. El creacionismo es la creencia de que Dios creó el mundo, generalmente en un período de tiempo relativamente reciente, como hace 5.000 a 6.000 años. Aproveche la gran cantidad de evidencia razonable que desmiente esto, como datos evolutivos, fósiles, datación por radiocarbono y núcleos de hielo, para argumentar que el creacionismo es falso y que la creencia en Dios es innecesaria.

- Por ejemplo, podría decir: “Encontramos rocas todo el tiempo que tienen millones o incluso miles de millones de años. ¿No entra esto en conflicto con la creencia de que el universo fue creado recientemente por Dios?

- Algunos podrían argumentar que la Tierra sólo parece ser vieja porque el Diluvio de Noé cambió dramáticamente el clima y la geología de la Tierra. Sin embargo, esto no explica los millones de cráteres en la Luna y las supernovas en el espacio exterior.

 

Parte 2)

Aproveche la evidencia cultural para argumentar que Dios no existe

 

1)

Argumente que la creencia en Dios está socialmente determinada.

Hay varias variaciones sobre esta idea. Se podría explicar que en las naciones relativamente pobres, casi todo el mundo cree en Dios, mientras que en las naciones relativamente ricas y desarrolladas, pocas personas creen en Dios. También se podría afirmar que las personas con un buen nivel educativo tienen más probabilidades de ser ateas que las que tienen niveles más bajos de educación. En conjunto, estos hechos constituyen un argumento sólido para afirmar que Dios es sólo un producto cultural y que la creencia en Dios depende de las circunstancias sociales particulares de cada uno.

- También se podría sugerir que las personas que se crían en una religión tienden abrumadoramente a apegarse a esa religión durante toda su vida. Aquellos que no fueron criados en un hogar religioso, por el contrario, rara vez se vuelven religiosos más adelante.

 

2)

Explique que el hecho de que la mayoría de la gente crea en Dios no significa que sea necesariamente cierto.

Una razón común para creer en Dios es que la mayoría de la gente lo cree. Este argumento del “consentimiento común” también podría suponer que debido a que la creencia en Dios es tan elevada, dicha creencia debe ser natural. Sin embargo, se puede refutar esta idea proponiendo que sólo porque mucha gente crea en algo, eso no está bien. Por ejemplo, podría explicar que la creencia en los dioses griegos era común pero que ahora ya no es socialmente aceptable.

- Sugiera que si las personas no están expuestas a la religión o a la idea de Dios, tenderán a no creer en Dios.

 

3)

Explore la variedad de creencias religiosas.

Las identidades y características de los dioses abrahámicos, hindúes y budistas son muy diferentes. Por lo tanto, se podría argumentar que incluso si Dios existe, no hay manera de saber a qué Dios se debe adorar.

- Esto se conoce formalmente como argumento de revelaciones inconsistentes.

 

4)

Demuestre las contradicciones dentro de los textos religiosos.

La mayoría de las religiones ofrecen sus textos sagrados como producto y evidencia de su Dios. Si puedes demostrar que un texto sagrado es inconsistente o defectuoso, proporcionarías una justificación sólida para la inexistencia de Dios.

- Por ejemplo, si en una parte del texto sagrado se describe a Dios como perdonador, pero luego arrasa con todo un pueblo o país, se podría utilizar esta aparente contradicción para demostrar que Dios no podría existir (o que el texto sagrado miente).

- En el caso de la Biblia, a menudo versículos, historias y anécdotas enteras fueron falsificadas o modificadas en algún momento. Por ejemplo, Marcos 9:29 y Juan 7:53 a 8:11 contienen pasajes que fueron copiados de otras fuentes. Explique que esto demuestra que los textos sagrados son simplemente una mezcla de ideas creativas producidas por personas, no libros divinamente inspirados.

 

Parte 3)

Involucrar argumentos filosóficos para apoyar la no existencia de Dios

 

1)

Argumente que si Dios existe, no permitiría tanta incredulidad.

Este argumento propone que donde existe el ateísmo, Dios descendería o intervendría personalmente en el mundo para revelarse a los ateos. Sin embargo, el hecho de que existan tantos ateos y de que Dios no haya intentado persuadirlos mediante la intervención divina significa que probablemente Dios no existe.

- Los creyentes podrían contrarrestar esta afirmación afirmando que Dios permite el libre albedrío y que, por lo tanto, la incredulidad es un resultado inevitable de esto. Podrían citar casos específicos en sus textos sagrados de ocasiones en las que su Dios se reveló a personas que todavía se negaban a creer.

 

2)

Explore la inconsistencia en las creencias de la otra persona.

Si la fe del creyente se basa en la idea de que Dios creó el universo porque “todas las cosas tienen un principio y un fin”, se podría preguntar: “Si eso es así, ¿entonces qué creó a Dios?”. Esto enfatizará a la otra persona que está concluyendo injustamente que Dios existe cuando, de hecho, la misma premisa básica (que todas las cosas tienen un comienzo) puede llevar a dos conclusiones diferentes.

Las personas que creen en Dios podrían replicar que Dios, al ser omnipotente, está fuera del espacio y el tiempo y, por lo tanto, es la excepción a la regla de que todas las cosas tienen un principio y un fin. Si responden de esta manera, deberías dirigir el argumento hacia las contradicciones en la idea de omnipotencia.

 

3)

Explore el problema del mal.

El problema del mal pregunta cómo puede existir Dios si el mal existe. En otras palabras, si Dios existe y es bueno, debería eliminar todo mal. "Si Dios realmente se preocupara por nosotros", se podría argumentar, "no habría guerras".

- Su interlocutor podría responder: "Los gobiernos hechos por hombres son impíos y falibles. Las personas, no Dios, son las que causan el mal". De esta manera, su interlocutor podría invocar nuevamente la idea del libre albedrío para contrarrestar la noción de que Dios es responsable de toda la maldad en el mundo, pero esta respuesta no logra explicar el mal que no es causado por los humanos, como las enfermedades, microorganismos patógenos y terremotos.

- También se podría ir un paso más allá y argumentar que incluso si existe un dios malo que permite el mal, no vale la pena adorarlo.

 

4)

Demuestre que la moralidad no requiere ninguna creencia religiosa.

 Mucha gente cree que sin la religión, el planeta se hundiría en un caos inmoral. Sin embargo, puedes explicar que tu propio comportamiento (o el de cualquier otro ateo) es poco diferente al del creyente. Admita que si bien usted no es perfecto, nadie lo es, y creer en Dios no lleva a las personas a ser necesariamente más morales o justas que los demás.

- También se podría revertir esta proposición argumentando que la religión no sólo no conduce al bien, sino que conduce al mal, ya que muchas personas religiosas cometen actos inmorales en el nombre de su Dios. Podría, por ejemplo, llamar la atención sobre la Inquisición española o el terrorismo religioso en todo el mundo.

- Además, los animales que son incapaces de comprender nuestro concepto humano de religión muestran evidencia clara de una comprensión instintiva del comportamiento moral y de distinguir entre el bien y el mal.

- Se podría argumentar que la moralidad es un comportamiento social que ayuda a asegurar la supervivencia colectiva de una especie y no está necesariamente vinculado espiritualmente.

 

5)

Demostrar que una buena vida no requiere de Dios.

Mucha gente cree que sólo con Dios se puede vivir una vida rica, feliz y plena. Sin embargo, se podría señalar que muchas personas que no creen son más felices y exitosas que las que son religiosas.

- Por ejemplo, podría llamar la atención sobre Richard Dawkins o Christopher Hitchens como personas que tuvieron gran éxito a pesar de no creer en Dios.

 

6)

Explique la contradicción entre omnisciencia y libre albedrío.

La omnisciencia, la capacidad de saberlo todo, parece estar en desacuerdo con la mayoría de los dogmas religiosos. El libre albedrío se refiere a la idea de que usted está a cargo de sus acciones y, por lo tanto, es responsable de ellas. La mayoría de las religiones creen en ambos conceptos, pero son incompatibles.

- Dígale a su interlocutor: “Si Dios sabe todo lo que ha sucedido y sucederá, así como cada pensamiento que tu mente crea antes de que lo pienses, tu futuro es una conclusión inevitable. Siendo ese el caso, ¿cómo puede Dios juzgarnos por lo que hacemos?”

- Las personas que creen en Dios pueden responder que, aunque Dios conoce de antemano la decisión de un individuo, las acciones individuales siguen siendo la libre elección de cada persona. Esta idea es una buena idea, pero sigue siendo contradictoria por las razones anteriores.

 

7)

Muestra la imposibilidad de la omnipotencia.

La omnipotencia es la capacidad de hacer cualquier cosa. Sin embargo, si Dios puede hacer algo, debería poder, por ejemplo, dibujar un círculo cuadrado. Sin embargo, dado que esto es lógicamente incoherente, no tiene sentido creer que Dios es omnipotente.

- Otra cosa lógicamente imposible que podrías sugerir que Dios no puede hacer es saber y no saber algo al mismo tiempo.

- También se podría argumentar que si Dios es omnipotente, ¿por qué permite desastres naturales, masacres y guerras?

- Algunos creyentes ofrecen la idea de que tal vez Dios no sea completamente omnipotente y que, si bien es extremadamente poderoso, no puede hacerlo absolutamente todo. Esto puede explicar por qué Dios puede hacer algunas cosas pero lógicamente no puede hacer otras.

 

8)

Pon la pelota en su tejado.

En realidad, es imposible demostrar que algo no existe. Cualquier cosa podría existir, pero para que una creencia sea válida y digna de atención, necesita pruebas contundentes que la respalden. Proponga que en lugar de argumentar que Dios no existe, el creyente necesita proporcionar evidencia de que Dios sí existe.

- Por ejemplo, podrías preguntar qué sucede después de la muerte. Muchas personas que creen en Dios también creen en una vida futura. Pida pruebas de esta otra vida.

- Las entidades espirituales como dioses, demonios, cielo, infierno, ángeles, demonios, etc., nunca han sido (y no pueden ser) examinadas u observadas científicamente. Señale que no se puede probar la existencia de estas características espirituales si no son observables y mensurables.


Parte 4)

Preparándose para hablar sobre religión

 

1)

Haz la tarea.

Prepárese para argumentar que Dios no existe familiarizándose con los principales argumentos e ideas de ateos conocidos. God is Not Great, de Christopher Hitchens, por ejemplo, es un buen punto de partida. The God Delusion, de Richard Dawkins, es otra excelente fuente de argumentos racionales contra la existencia de una deidad religiosa.

- Además de investigar argumentos a favor del ateísmo, investiga las refutaciones o justificaciones desde la perspectiva religiosa.

- Familiarícese con los temas o creencias que podrían provocar la crítica de su oponente y asegúrese de poder defender adecuadamente sus propias creencias.

 

2)

Organiza tus argumentos de forma lógica.

Si sus argumentos no se presentan de una manera sencilla y comprensible, su mensaje se perderá para la persona con la que está hablando y sus argumentos serán débiles. Por ejemplo, al explicar cómo la religión de uno está determinada culturalmente, debes lograr que la otra persona esté de acuerdo con cada una de tus premisas (los hechos básicos que llevan a tu conclusión).

- Se podría decir: “México fue colonizado por un país católico, ¿verdad?”

- Cuando respondan que sí, pase a la siguiente premisa, como “La mayoría de la gente en México es católica, ¿verdad?”

- Cuando respondan que sí, avance a su conclusión diciendo, por ejemplo: "La razón por la que la mayoría de la gente cree en Dios en México es la historia de la cultura religiosa allí".

 

3)

Sea complaciente cuando hable de la existencia de Dios.

La creencia en Dios es un tema delicado. Aborde el debate como una conversación en la que tanto usted como su interlocutor tengan puntos válidos. Hable de manera amigable con su interlocutor. Pregúnteles por qué creen tan firmemente en su fe. Escuche pacientemente sus razones y adapte sus respuestas de manera apropiada y reflexiva a lo que tienen que decir.

- Pídele a tu interlocutor recursos (libros o sitios web) que puedas utilizar para aprender más sobre su perspectiva y creencias.

- Creer en Dios es complicado, y las declaraciones sobre la existencia de Dios (ya sea a favor o en contra) no pueden tomarse como un hecho.

 

4)

Mantén la calma.

La existencia de Dios puede ser un tema cargado de emociones. Si estás emocionado o agresivo durante la conversación, podrías ser incoherente y/o decir algo de lo que te arrepientas. Intente respirar profundamente para mantener la calma. Inhale lentamente por la nariz durante cinco segundos y luego exhale por la boca durante tres segundos. Repita hasta que se sienta tranquilo.

- Reduzca su velocidad de expresión para tener más tiempo para pensar en lo que quiere decir y evitar decir algo de lo que luego se arrepienta.

- Si comienza a sentirse enojado, dígale a su interlocutor: "Aceptemos no estar de acuerdo", y luego aléjese de él.

- Sea cortés cuando hable de Dios. Recuerde que mucha gente es sensible a sus religiones. Sea respetuoso con aquellos que creen en Dios. No utilices lenguaje ofensivo o acusatorio como malo, estúpido o loco. No insultes a tus interlocutores.

- Al final, en lugar de hacer un comentario conciso, tu oponente a menudo dirá "Lamento que te vayas al infierno". No respondas con una réplica igualmente pasivo-agresiva.

 

Traducido del original:

https://www.wikihow.com/Argue-That-God-Does-Not-Exist


Ver:


Cómo argumentar que Dios existe (Publicación Cristiana)

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Cómo argumentar que Dios existe

(Publicación Cristiana)

 

Febrero 19, 2023


Los debates sobre la existencia de Dios pueden ser complicados, especialmente porque la carga de la prueba a menudo recae sobre el creyente. Si bien no le debes a nadie una explicación por tu fe, saber cómo defenderla desde una perspectiva basada en evidencia puede ayudarte a convencer a otros de la validez de tu argumento y posiblemente incluso hacer que reexaminen sus propias creencias. Reivindicar sus puntos de vista espirituales depende de presentar fuertes contrapuntos a teorías ateas populares como el Big Bang y la evolución y desafiar a su oyente a explicar misterios como la fuente de la conciencia y la moral humana.

 

Método 1)

Convencer a un oyente escéptico

 

1)

Insista en que la Palabra de Dios es compatible con la ciencia moderna.

Recuerde a su oponente ideológico que no existen teorías científicas que refuten de manera concluyente los eventos mencionados en la Biblia. Es posible que los milagros antiguos y los logros científicos contemporáneos sólo parezcan inconsistentes entre sí porque el lenguaje utilizado para explicar los fenómenos ha cambiado.

La teoría del Big Bang, por ejemplo, se plantea a menudo para demostrar que las enseñanzas del creacionismo cristiano están equivocadas. Sin embargo, no hay forma de demostrar que la explosión que resultó en el universo conocido no fue un acto intencional de creación.

Si bien puede parecer contradictorio, encontrarse con su oyente en un terreno común en realidad fortalece su posición al confirmar que sus argumentos se basan en las mismas observaciones.

Consejo:

Reconocer la legitimidad de la ciencia comprobada le muestra a su oyente que a ambos sólo les interesa encontrar la verdad.

 

2)

Informe a su oyente sobre la exactitud de la descripción bíblica de Jesús.

Numerosas fuentes históricas y descubrimientos arqueológicos sugieren firmemente que Jesús de Nazaret vivió y murió como cuenta la Escritura. Puede que esto no parezca una victoria en sí mismo, pero tiene enormes implicaciones. Si la figura central de la Biblia era real, ¿qué razón hay para dudar del resto de lo que está escrito en sus páginas?

En lugar de apelar a la Biblia, que su oyente no considera una fuente creíble, indíquele investigaciones científicas rigurosas, como las recientes excavaciones arqueológicas alrededor de Galilea y Jerusalén que han descubierto evidencia de escenas descritas en el Nuevo Testamento.

Para obtener más referencias al Jesús histórico, cite los escritos de filósofos e historiadores antiguos como Tácito, Luciano y Plinio el Joven.

 

3)

Argumenta que Dios es la única fuente satisfactoria de moralidad.

Si su oyente aún no está convencido, hágale esta importante pregunta: ¿de dónde viene la idea de “bondad” de la humanidad? La evolución puede explicar ciertos comportamientos que son beneficiosos para la especie, pero no aborda muchos juicios morales que parecen ser universales. Estos pueden ser un buen punto de partida para una discusión sobre lo que significa ser un ser moral.

Si su oyente se opone, pregúntele: “¿Por qué es importante que la especie continúe?” La explicación de la “supervivencia del más fuerte” no puede ofrecer una respuesta satisfactoria a esta pregunta.

Incluso los antiguos griegos y romanos, que valoraban la razón más que cualquier otra cosa, se esforzaron por realizar un ideal al que llamaron “el Bien”. Tales ideales sugieren una comprensión de un propósito más profundo en la vida, quizás uno otorgado por Dios.

 

4)

Desafía a tu oyente a explicar de dónde viene la conciencia humana.

La Biblia deja claro que Dios creó al hombre a su imagen, lo que explica el poder incomparable de la mente humana. No ocurre lo mismo desde un punto de vista científico. Si todos los organismos evolucionan continuamente, ¿por qué ninguna otra criatura ha alcanzado un nivel de conciencia cercano al de los seres humanos?

Haga hincapié en que la única razón por la que puede discutir el tema en cuestión es porque los humanos tienen la capacidad de inventar lenguajes complejos, así como la inteligencia necesaria para comprenderlos.

 

5)

Ofrezca citas de pensadores influyentes que respalden su argumento.

Su oyente puede ser reacio a aceptar sus puntos de vista porque lo ha etiquetado como parcial o miope. Sin embargo, no tendrán otra opción que reconocer la sabiduría de figuras respetadas como Albert Einstein, quien es famoso por decir: "Cuando la solución es simple, Dios está respondiendo".

Otras personalidades notables que han aludido a la creencia en Dios incluyen a Walt Whitman, quien escribió: "En los rostros de los hombres y las mujeres veo a Dios, y en mi propio rostro en el espejo", y Paul Tillich, quien dijo: "El que sabe acerca de la profundidad, sabe acerca de Dios.

Las citas no constituyen evidencia en sí mismas, pero pueden dar credibilidad adicional a un argumento que ya es sólido.

 

Método 2)

Superar los contraargumentos Ateos comunes

 

1)

Cuestiona la lógica de la teoría del Big Bang.

Un punto en el que creyentes y ateos chocan frecuentemente es el origen del mundo. La próxima vez que alguien intente decirte que el universo fue creado a través de la actividad aleatoria de partículas subatómicas, rechace exigiendo saber cómo llegaron a existir esas partículas. En última instancia, se puede razonar, tenía que haber alguna fuente, y esa fuente era el Creador.

La propia Ley de Conservación de la Materia y la Energía establece que la materia y la energía no se pueden crear ni destruir, sino que sólo pueden cambiar de forma. En otras palabras, las cosas que componen el mundo físico no podrían haber surgido de la nada.

Si necesita más apoyo, consulte pasajes de la Biblia como Hebreos 11:13, que dice: “Por la fe entendemos que el universo fue creado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho por las cosas visibles”.

 

2)

Tenga en cuenta las actitudes cambiantes sobre la evolución en la comunidad científica.

Hoy en día, la Teoría de la Evolución a menudo se da por sentada como un hecho concreto. Sin embargo, todavía es sólo una teoría, una que cada día se mira con más incertidumbre. Incluso renombrados biólogos evolucionistas han comenzado a expresar dudas sobre la veracidad de la evolución darwiniana. Esto abre un gran vacío en el argumento favorito de muchos ateos.

La idea de que la evolución es impulsada por una fuerza “sensible” invisible y no por una selección natural aleatoria como alguna vez se pensó es una evidencia convincente de la presencia de la voluntad de Dios.

 

3)

Recuerde a los escépticos que Dios no está sujeto a las leyes de la naturaleza.

Haga a un lado las quejas de los ateos sobre la falta de evidencia de Dios en el mundo físico asegurándoles que la naturaleza misma de Dios desafía la observación o la prueba. Sólo porque Él fue responsable de dar forma a las dimensiones del espacio y el tiempo no significa que esté sujeto a ellas. A Dios no se le puede poner bajo un microscopio; sólo se le puede sentir.

Explique a su oyente que los cinco sentidos sólo pueden recibir estímulos del entorno natural, en el que Dios está presente y permeado. Cualquier argumento que intente refutar la existencia de Dios por medios físicos es débil.

 

4)

Transfiera la carga de la prueba al no creyente.

Normalmente, en los debates religiosos, corresponde al partido devoto justificar su creencia en Dios. Dale la vuelta a tu oyente desafiándolo a que proporcione pruebas de que lo que cree es verdad. Responda a sus teorías seculares con preguntas como: "¿Cómo sabes eso?" y "¿Puedes probar que ese es el caso?" Incitarlos a respaldar lo que dicen los detendrá en seco.

Si su oyente es honesto, probablemente admitirá que sus puntos de vista no son tan inquebrantables como pensaba originalmente. Como mínimo, tendrán una idea de lo frustrante que es que los interroguen agresivamente.

Tenga cuidado de no dar la impresión de que simplemente está siendo polémico.

Consejo:

Tenga en cuenta que el objetivo de su debate debe, en última instancia, ser el esclarecimiento mutuo, no simplemente “ganar”.

 

5)

Sugiere que la adhesión ciega a la ciencia es una especie de religión en sí misma.

Los ateos a menudo confían en la idea de que la ciencia es irrefutable para respaldar su posición. Lo que no se dan cuenta es que el escepticismo religioso también requiere una especie de acto de fe. Siempre que su oyente mencione una teoría científica, pídale que la explique en detalle. Lo más probable es que no puedan. Tenga en cuenta que esto demuestra cierto grado de aceptación inconsciente por su parte.

Desarrolla tu crítica de la ciencia como fe alternativa señalando que tu oyente en realidad sólo ha observado un porcentaje muy pequeño de lo que cree, y que el resto le ha sido dictado por instituciones con sus propias agendas.

También vale la pena mencionar que mucho de lo que comúnmente se considera un hecho científico es esencialmente sólo una hipótesis de trabajo. Por esta razón, su oyente no tiene más derecho que usted a la validez de sus creencias.

 

Traducido del original:

https://www.wikihow.com/Argue-That-God-Exists-(Christianity)


Ver:



El Mágico y auto Verificado Nuevo Testamento

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El Mágico y auto Verificado Nuevo Testamento

 

Por Robert Conner

21/11/2023

Se puede afirmar, sin temor a contradecirse, que toda persona adulto alfabetizada de todo el mundo tienen una imagen mental de Jesús de Nazaret. Después de todo, el cristianismo es la religión más numerosa (se estima que tiene 2.400 millones de seguidores) y existe desde hace 2.000 años. Durante siglos, tanto los laicos como los eruditos asumieron que los relatos de los evangelios eran historia real y que Jesús y sus apóstoles eran personajes históricos verificables como César Augusto (Lucas 2:1), Herodes el Grande (Mateo 2:1), o Tiberio César y Poncio Pilato (Lucas 3:1-2). Sin embargo, a principios del siglo XX, cuando los eruditos alemanes comenzaron a cuestionar la confiabilidad de los textos del Nuevo Testamento, esa suposición fue cuestionada, particularmente después de 1909 cuando el filósofo Christian Heinrich Arthur Drews publicó “Die Christusmythe”, (El mito de Cristo),  que afirmaba que había no hay evidencia independiente confiable del Jesús de los evangelios; Jesús, afirmó Drews, era producto de la imaginación. ¿Podría Drews haber tenido razón todo el tiempo?

Independientemente de lo que uno pueda pensar sobre las afirmaciones de Drew, una es ciertamente cierta: no hay evidencia independiente de Jesús fuera del texto del Nuevo Testamento. Como siempre, los estudiosos están divididos sobre detalles específicos, incluido el momento en que murió Jesús, asumiendo que, para empezar, Jesús fue una persona real. La opinión mayoritaria, basada en los evangelios, favorece una fecha entre abril de 30 d. C. y abril de 33 d. C., pero como Helen Bond ha argumentado convincentemente, los relatos de los evangelios estaban destinados a establecer la teología cristiana primitiva, no a registrar la historia de Jesús. [1]  Hay poca evidencia que sugiera que los relatos de los evangelios contengan algún testimonio de testigos presenciales: los escritores de los evangelios nunca se nombran a sí mismos en sus textos, ni hablan en primera persona, ni sugieren que fueron observadores o participantes en los eventos que relatan, ni citan sus fuentes. Mateo y Lucas claramente dependían del evangelio de Marcos: Mateo cita o parafrasea 600 de los 661 versículos de Marcos y sigue la línea de tiempo de Marcos. Lucas hizo lo mismo, utilizando aproximadamente el 65% de Marcos como fuente.

En este punto, el apologista cristiano normalmente citará al historiador Josefo, que particularmente es la joya de la corona de los textos históricos de Jesús, el interminablemente debatido  Testimonium Flavianum of Antiquities , Libro 18, Capítulo 3, 3:

“Por aquel tiempo vivía Jesús, un hombre sabio, si es que hay que llamarlo hombre. Porque él fue alguien que realizó hechos sorprendentes y fue un maestro de personas que aceptan con gusto la verdad. Se ganó a muchos de los judíos y a muchos de los griegos. Él era el Cristo. Y cuando Pilato, ante la acusación de los principales entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que primero habían llegado a amarlo no cesaron. Se les apareció pasando el tercer día resucitado, porque los profetas de Dios habían predicho estas cosas y otras mil maravillas acerca de él. Y la tribu de los cristianos, llamada así en su honor, hasta el día de hoy no ha desaparecido”.

Dos análisis del Testimonium publicados recientemente llegan a conclusiones radicalmente diferentes. Basado en una comparación del Testimonio y los escritos del funcionario de la iglesia Eusebio, Ken Olson concluyó:

“Tanto el lenguaje como el contenido [del Testimonio] tienen estrechos paralelos con la obra de Eusebio de Cesarea, quien es el primer autor en mostrar algún conocimiento del texto… La hipótesis más probable es que Eusebio compuso el texto completo o lo reescribió tan a fondo que ahora es imposible recuperar un original josefano”.

Olson concluye que el Testimonium “tiene su Sitz-im-Leben más plausible en las controversias paganas-cristianas del siglo IV”. [2]



Por otro lado, Gary Goldberg realizó una comparación meticulosa del Testimonio y Lucas 24:18-24, documentando “treinta y un paralelos ordenados de contenido” entre los dos textos. Goldberg concluyó: “…según la estimación más simple (una distribución normal), la probabilidad de que las correspondencias entre Emaús y TF se deban al azar es aproximadamente una entre diez mil… El estudio muestra que Josefo sigue de cerca una fuente cristiana…” [3 ]

En resumen, dos exámenes minuciosos del texto del Testimonio han concluido que (1) es una falsificación de Eusebio inventada para reforzar la afirmación de los primeros cristianos sobre el estatus divino de Jesús, o (2) es una paráfrasis palabra por palabra de La historia del Camino a Emaús en el evangelio de Lucas. Es bastante claro que el Testimonio no es una confirmación histórica independiente del Jesús de los evangelios. Además, como he señalado, “…los académicos competentes que argumentan de buena fe a menudo llegan a conclusiones radicalmente diferentes basadas en la evidencia disponible… La evidencia, tal como está, es textual; Los historiadores posteriores que informaron que Jesús había sido crucificado estaban repitiendo lo que habían leído o les habían dicho, no lo que habían visto”. [4]  El problema de la evidencia endeble dentro del texto del Nuevo Testamento, incluida la falsificación absoluta, está ahora tan bien documentado que no necesita más comentarios. [5]  La evidencia de Jesús es el Nuevo Testamento. Punto final.

Los eruditos del Nuevo Testamento están ampliamente de acuerdo en que Marcos fue el evangelio más antiguo, escrito alrededor del año 70 EC, décadas después de la muerte de Jesús. Como si un lapso de 40 años entre la vida de Jesús y la composición del primer evangelio conocido no fuera problema suficiente, según el historiador de la iglesia Eusebio, “[Marcos] no había oído al Señor ni lo había seguido”. [6]  Según la mejor evidencia, los evangelios ni siquiera fueron compuestos en Palestina, donde tuvieron lugar los eventos que pretenden relatar. Se conjetura que Marcos fue escrito en Roma, Mateo en Siria y Juan quizás en Asia Menor.

Peor aún para el estudio de los orígenes cristianos, en el año 66 EC la Primera Guerra Judeo-Romana resultó en la destrucción de ciudades judías en Galilea y Judea, que culminó con la destrucción de Jerusalén y el Segundo Templo en el año 70 EC. Cuando la guerra terminó con la caída de Masada en el año 73 d.C., la población judía de Palestina, incluyendo obviamente a posibles testigos presenciales de la carrera de Jesús, había sido diezmada, dispersada y esclavizada. Incluso suponiendo que Jesús de Nazaret hubiese sido una persona histórica, el tiempo y las circunstancias estaban trabajando horas extras para erradicar cualquier evidencia de su vida y carrera. ¿Qué harían sus biógrafos para llenar este vacío en la memoria? Una lectura atenta de los evangelios sugiere que inventaron sus historias.

A diferencia de la historia, los evangelios se escriben desde el punto de vista de un narrador omnisciente: como un novelista, el evangelista conoce no sólo las acciones de sus personajes, sino también sus pensamientos internos y su estado emocional, así como el contenido de sus conversaciones privadas. Mateo, que escribió aproximadamente 85 años después del nacimiento de Jesús, aparentemente conoce las circunstancias de la concepción de Jesús, incluido el contenido de un sueño. (Mateo 1:20) Para no quedarse atrás, Lucas afirma que “María atesoraba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”. (Lucas 2:19) Mateo afirma conocer el evento preciso que llevó a los fariseos a retirarse y comenzar a planear la muerte de Jesús (Mateo 12:14) y Juan, escribiendo 70 años después del hecho, es misteriosamente informado de que los fariseos “…dijeron unos a otros: 'Miren, esto no nos lleva a ninguna parte. ¡Mira cómo todo el mundo ha ido tras él!'” (Juan 12:19)

Entonces, ¿de dónde obtuvo Marcos (se desconoce su verdadera identidad, pero siguiendo la convención lo llamaremos Marcos) su información? Hace décadas, cuando estudiaba el Nuevo Testamento en la universidad, la respuesta estándar a “de dónde lo sacaron” seguía siendo “tradición oral”, pero dada la probada falta de confiabilidad tanto de la memoria como de la transmisión oral, los estudiosos han cuestionado esa explicación y han sugerido una solución. Una fuente diferente: la teología de Pablo de Tarso.

El número de académicos que han propuesto esta conexión es bastante impresionante y parece estar creciendo: Pérez I. Díaz, [7]  Hollander, [8]  Eurell, [9]  Smith, [10]  Nelligan, [11]  y particularmente Richard Carrier. [12]  por nombrar sólo algunos. Sin embargo, usar a Pablo para llegar a Jesús presenta un problema muy bien resumido por David Madison:

“En los primeros documentos del Nuevo Testamento, escrito mucho antes de los Evangelios, Jesús de Nazaret no está allí. Es decir, las epístolas de Pablo y otros no hablan en absoluto de Jesús de Nazaret. Su enfoque es un Cristo divino. Parece no haber conciencia de las predicaciones y parábolas de Jesús, de sus milagros, de sus disputas con las autoridades religiosas o incluso de los relatos de la Pasión. Es casi como si el verdadero Jesús no hubiera sido inventado todavía, lo que no sucedería hasta que se crearan los Evangelios. El enfoque de las epístolas –con Pablo como la presencia gigante– es la salvación mediante la fe en un Jesús resucitado. Inexplicablemente, se saltan todo lo demás”. [13]



La primera persona que se sabe que mencionó a Jesús es Pablo de Tarso. Y respecto a la fuente de su información, Pablo es perfectamente claro: “visiones y revelaciones del Señor”. (2 Corintios 12:1) Después de su conversión, que nunca describe, Pablo no voló a Jerusalén para conferenciar con la familia o los seguidores de Jesús. Con su ego en plena exhibición, afirma Pablo: “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no consulté en seguida con carne y sangre, ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.”. (Gálatas 1:15-17)

Pablo no necesitaba ninguna investigación apestosa: (Gálatas 1:11-12) A diferencia de generaciones de eruditos del Nuevo Testamento que buscaban asiduamente al “Jesús histórico”, Pablo declara: “Aunque una vez consideramos a Cristo según la carne, ya no lo consideramos así”. (2 Corintios 5:16.) Éste no es el tipo de actitud que favorecería la preservación amorosa de cada palabra y obra de Jesús.

Pablo creía que Jesús había existido anteriormente “en forma de Dios… pero se despojó a sí mismo, tomando forma de esclavo, hecho semejante a los hombres”. (Filipenses 2:6-7) Según Pablo, Dios “…prometió de antemano por medio de sus profetas en las Sagradas Escrituras acerca de su hijo, el cual en cuanto a su vida terrenal era descendiente de David, y por el espíritu de santidad fue constituido hijo de Dios en poder por su resurrección de entre los muertos”. (Romanos 1:2-4) Cuando resucitó de entre los muertos, Jesús “llegó a ser espíritu vivificante” y regresó al lugar de donde había venido: “el segundo [Adán] es del cielo”. (1 Corintios 15:45, 47.) Los primeros cristianos creían que Jesús había descendido del cielo: “El que descendió es el mismo que ascendió más alto que los cielos”. (Efesios 4:10) El hombre conocido como Jesús tuvo una existencia previa en el cielo: “El Hijo es la imagen del Dios invisible… Él es antes de todas las cosas…” (Colosenses 1:15, 17)

Pablo está seguro de que él y sus compañeros de creencia pronto se unirán a su Señor, “porque se tocará la trompeta, y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que este cuerpo corruptible se vista de incorrupción, y este cuerpo mortal se vista de inmortalidad”. (1 Corintios 15:51-53) En resumen, Pablo precisamente no tiene nada que decirnos sobre el “Jesús histórico”. Pablo estaba convencido de que el tiempo que faltaba hasta el regreso de Jesús era tan corto que los cristianos casados ​​debían vivir como célibes: “el tiempo es corto. De ahora en adelante, los que tienen esposa, vivan como si no la tuvieran…” (1 Corintios 7:29) Dada la urgencia del momento, ¿qué razón podría haber para preservar los detalles de la carrera de Jesús, suponiendo que alguien los recordara claramente?

Como señaló Madison, “Probar la autenticidad de la Biblia mediante citas de la Biblia es un razonamiento de circuito cerrado... no importa cuán alto sea el nivel de confianza en la Biblia en una parte particular del mundo, ningún documento en el planeta puede autenticarse por sí mismo.” [14]  Con toda probabilidad, la iglesia de Judea y sus miembros fueron arrastrados por la vorágine de la invasión romana; Al igual que la epístola atribuida a Santiago, las cartas de Pablo están dirigidas a los creyentes "esparcidos entre las naciones". (Santiago 1:1) Los primeros cristianos de los que tenemos evidencia vivían con la expectativa de una liberación inminente [15]  y no muestran ningún interés en “autenticar” la vida y carrera de Jesús de Nazaret. Las historias de los evangelios no pueden ser verificadas por ninguna fuente contemporánea. Cualquier persona puede confirmar que son dulces escritos piadosos para la edificación de los creyentes crédulos. Nos quedamos con una cruda conclusión: Toda la evidencia de la vida de Jesús es el mágico Nuevo Testamento que se autentifica a sí mismo.

 

Robert Conner es el autor de “La muerte de la fe cristiana”; “El culto a Jesús: 2000 años de los últimos días”; “Apariciones de Jesús: La resurrección como historia de fantasmas”; “El evangelio secreto de Marcos”; y  “Magia en el cristianismo: de Jesús a los gnósticos”.

 


[1]  Helen K. Bond, “Datación de la muerte de Jesús: la memoria y la imaginación religiosa”, Estudios del Nuevo Testamento, 59/4 (2013), 461-475.

[2]  Ken Olson, “Una lectura eusebiana del Testimonium Flavianum”, en Eusebio de Cesarea: Tradiciones e innovaciones, Serie de estudios helénicos 60 (2013) 97-114.

[3]  Gary J. Goldberg, “El estilo de paráfrasis de Josefo y el Testimonium Flavianum”, Revista para el estudio del Jesús histórico, 20/1 (2021) 1-32.

[4]  Robert Conner, La muerte de la fe cristiana (2023), 48, 56.

[5]  Bart D. Ehrman, Forjado: Escribiendo en el nombre de Dios: por qué los autores de la Biblia no son quienes creemos que son, 2010.

[6]  Eusebio, Historia Eclesiástica, III, 39, 15.

[7]  Mar Pérez I. Díaz, Jesús a la luz de la teología de Pablo, Mohr Siebeck, 2020.

[8]  Harm W. Hollander, “Las palabras de Jesús: de las tradiciones orales a los registros escritos en Paul y Q”, Novum Testamentum 42/4 (2000), 340-357.

[9]  John-Christian Eurell, “Pablo y la tradición de Jesús: reconsideración de la relación entre Pablo y los sinópticos”, Journal of Early Christian History, 2/12 (2022), 1-16.

[10]  David Oliver Smith, Mateo, Marcos, Lucas y Pablo: La influencia de las epístolas en los evangelios sinópticos, Resource, 2011.

[11]  Thomas Nelligan, La búsqueda de las fuentes de Marcos: una exploración del caso a favor del uso de Primera de Corintios por parte de Marcos, Pickwick, 2015

[12]  Richard Carrier, Jesús del espacio exterior: lo que los primeros cristianos realmente creían acerca de Cristo, Pitchstone, 2020.

[13]  David Madison, Adivinando acerca de Dios, 144-145, Insighting Growth Publications, 2023.

[14]  Madison, op. cit., 56-57.

[15]  Robert Conner, El culto a Jesús: 2000 años de los últimos días, 7-25, (2022)


Traducido del original:

https://www.debunking-christianity.com/2023/11/the-magic-self-authenticating-new.html

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Ver:

Antonio Piñero: "Jesús fue un rabino fracasado"

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Antonio Piñero, 

traductor del Nuevo Testamento: 

"Jesús fracasó sin paliativos"

 

Es uno de los mayores especialistas españoles en el cristianismo primitivo y publica ahora una traducción y comentario sin parangón de 'Los libros del Nuevo Testamento'

 

Por Daniel Arjona

18/11/2021 - 09:29

Hay pocos periodos históricos tan densos, tan cruciales, también tan equívocos, como el del nacimiento y constitución del cristianismo primitivo que comienza con la predicación y muerte de un artesano judío llamado Jesús, continua con la recreación del apóstol Pablo y la recopilación de los 27 libros que configurarán el Nuevo Testamento y culmina con la creación de las primeras iglesias. La necesidad de poner orden en semejante proceso desde un punto de vista puramente científico, histórico y filológico, no podía ser más urgente 2.000 años después y, por ello, la publicación de una nueva traducción al español comentada de los Evangelios que ha culminado el erudito Antonio Piñero junto a un equipo de colaboradores marca un punto y aparte, un cambio de paradigma que no debiera pasar desapercibido.

Licenciado en Filosofía y Filología Bíblica Trilingüe, Antonio Piñero (Chipiona, 1941) acaba de llevar a buen puerto 'Los libros del Nuevo Testamento. Traducción y comentario' (Trotta, 2021), un volumen de 1.600 páginas fruto de dos años y medio de trabajo y, como él dice, "la labor de toda una vida pensando y reflexionando sobre tales cuestiones. No hay nada semejante a esto en España ni en otros países, tan rígidamente histórico. Y con todo el respeto". En sus páginas asombran novedosas conclusiones como la retirada a Lucas de la autoría de los 'Hechos de los Apóstoles' o la tesis de que Pablo de Tarso reinventó el cristianismo haciéndolo atractivo tanto para los judíos sin necesidad de renunciar a su ley como para los gentiles que no tenían por qué cumplirla.

Nos encontramos con Piñero en un restaurante de Madrid a donde ha viajado para firmar los 750 ejemplares que asegura ya ha vendido en preventa de una tirada de 2.000.

 

PREGUNTA. Defiende en el prólogo que solo se puede estudiar al Jesús histórico, los Evangelios, el cristianismo primitivo y la cristalización de un dogma permanente desde un planteamiento histórico y literario, científico. ¿Habría que desconfiar por sistema de todo planteamiento confesional en este asunto?

RESPUESTA. Habría que desconfiar de todo planteamiento confesional en tanto en cuanto mantenga un dogma sobrenatural, pues eso ya no pertenecería a la historia. Debéis tener, queridos creyentes, la valentía de ateneros a lo que dice la historia si queréis fundamentar con solidez vuestro cristianismo. En 2021, siguen saliendo libros sobre los cuatro Evangelios que plantean cuestiones sobrenaturales como si fueran históricas, como la resurrección, o confiesan escribir "desde la fe". Es imposible tomarlos en serio.

 

P. Permítame hacer de abogado del diablo. Si me pongo en su lugar, entiendo que pueda molestarles semejante defensa de lo histórico y lo científico. Porque lo que se deduce entonces es que lo sobrenatural es imposible, la resurrección también y, en fin, Dios no existe. Eso resquebraja la fe y entiendo que les pueda molestar.

R. Mucho. Yo he mantenido discusiones al respecto en el pasado en televisión, por ejemplo, pero creo que la opinión pública entendía que el que daba razones era yo. Pero ahora ya no se enfrentan con nosotros, no, ahora lo que hacen es arrojar un espeso manto de silencio sobre nuestras investigaciones. Ya no hay, pues, oposición.

 

P. Pero se le podría responder aduciendo que no hay exégesis neutral, que usted tendrá también sus propios prejuicios.

R. Efectivamente, es posible que los tenga. Pero, si el contrario acepta que pertenece a una confesión, lo quiera o no, se ha metido en una jaula ideológica. Yo no estoy preso de ninguna, yo no veo la realidad desde unas rejas. Es cierto que puedo tener prejuicios, pero no obedezco a ninguna escuela filosófica, sociológica o teológica.

 

P. En la introducción afirma que negar la existencia del Jesús histórico “crea más problemas de los que resuelve”.

R. Infinitamente más.


Negar la existencia de Jesús crea infinitamente más problemas de los que resuelve


P. Y, sin embargo, al margen de las fuentes cristianas, más allá de las dudosas y escasas menciones de Flavio Josefo y de la de Tácito, que creo que usted defiende que es una interpolación cristiana posterior, no tenemos mucho más para afirmar su existencia. ¿Por qué lo hace entonces?

R. Pues porque tampoco tenemos un solo documento para afirmar la existencia del rabino Hilel o de Shamai y, sin embargo, son los fundadores del judaísmo farisaico y nadie los pone en duda. Pero su influencia es clara. En realidad, esa dificultad que usted menciona para aceptar la existencia de Jesús nace de una confusión entre Jesús de Nazaret y Jesucristo. El primero es una persona real, como Hilel, ¡es un zapatero! Un zapatero que le quitaba horas al sueño para dedicarse a predicar. ¿Por qué no puedes aceptar eso existiendo otro montón de figuras similares? Si alguien dice que Jesús no existió, lo que en realidad quiere decir es que Jesucristo, esa mezcla de hombre corriente —aunque con carisma— y de divinidad, no existió. Pero es que, además, si Jesús no existió, ¿todo el Nuevo Testamento es mentira? ¿Un buen número de judíos siguió a un mesías inventado, a una construcción mental? Es absolutamente imposible.

 

P. Si debiéramos redactar una biografía mínima de Jesús a tenor de lo que explica usted en el libro, describiría a un artesano galileo que adquirió fama de sanador y exorcista, fervientemente judío, que tal vez se creyó el Mesías y que, sobre todo, fracasó, como demuestra su ejecución en la cruz. ¿Es así?

R. Jesús fracasó sin paliativos, fracasó en todas sus empresas. Fracasó en Galilea donde comenzó a predicar, como prueba su recriminación a las ciudades que no se convertían pese a sus milagros. Lo recoge Mateo 11:20. "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! (...). En cuanto a ti, Cafarnaum, ¿vas a encumbrarte hasta el cielo? ¡Hasta el infierno vas a bajar! Porque si en Sodoma se hubieran obrado los milagros que se han obrado en ti, habría perdurado hasta hoy. Sí, os lo advierto: en el día del Juicio habrá más tolerancia para la tierra de Sodoma que para ti". Es así, fue un fracaso absoluto. También en Jerusalén donde, de hecho, lo mataron.


Jesús fracasó en todas sus empresas: en Galilea y en Jerusalén, donde lo mataron



P. Y, sin embargo, aquel fracaso acaba por dar lugar a la religión más exitosa, con más fieles, de todos los tiempos.

R. Sí, señor.

 

P. ¿Cómo es posible?

R. Como dice Husserl, hay personas y momentos axiales en la historia. Y el momento en el que Jesús muere y Pablo de Tarso se hace su gran mercader es uno de esos momentos axiales de la humanidad. La versión que Pablo vende de aquel fracasado transformado en un ser glorioso rellena las aspiraciones de inmensas minorías que harían cualquier cosa y darían cualquier dinero por asegurar salvarse de la rueda del destino y que su alma inmortal llegase a los campos elíseos. Pablo vende un producto que encaja perfectamente en el Mediterráneo de ese momento concreto. Jesús no hubiera sido nada sin la mercadotecnia de Pablo y sus seguidores. Fue una mercadotecnia espléndida.

 

P. ¿Quiénes son los cuatro evangelistas?

R. No lo sabemos. Debieron ser judíos de la diáspora convertidos al judeocristianismo. Tal vez su lengua materna fuera incluso el arameo, pero seguramente conocen el griego, lengua en la que, por cierto, están escritos todos los libros del Nuevo Testamento. Digamos que el detonante para la creación de los Evangelios es el retraso de la Segunda Venida de Cristo. Si tú esperas la Segunda Venida para dentro de 10 minutos, no te preocupas de nada. Pero se retrasaba, se retrasaba, se retrasaba, en fin, se ha retrasado hasta ahora. Y entonces hizo falta institucionalizar la cosa. Los Evangelios nacen así para ofrecer a los fieles una carne a esa teología paulina sencilla que giraba sobre la muerte y la resurrección. Y la carne son los dichos, las sentencias y las acciones de Jesús. Porque así consigues un héroe, alguien a quien imitar, una primicia de tu fe y de tu propia y futura resurrección.


Jesús no hubiera sido nada sin la mercadotecnia espléndida de Pablo y sus seguidores


P. Usted en un libro anterior recogía todos los Evangelios, también los no canónicos o apócrifos. ¿Se podría decir que, pasada la moda en su día por los apócrifos, su importancia histórica es menor?

R. Sí, yo los traduje para que la gente los pudiera leer... y descubrir que son, por una parte, una simpleza, una mezcla de historietas legendarias y tonterías. Y, por otra parte, una filosofía gnóstica tan complicada que no llevaba a ningún sitio. Los gnósticos fueron perseguidos, sí, pero no podían tener éxito.

 

P. Pero, si defiende, como lo hacía en 'Los cristianismos derrotados', que en el periodo de conformación del cristianismo en los dos o tres siglos posteriores a la muerte de Jesús hay una lucha despiadada entre diferentes versiones del dogma, que ganase la que ganó, ¿fue producto del azar o de algún ingrediente secreto que la hacía mucho más poderosa que sus oponentes?

R. Solo hubo tres ramas en realidad. La primera fue la judía, el judeocristiano, que era, en fin, demasiado judío. La segunda, la paulina, universal. Y, la tercera, un tipo de intérprete paulino que es el gnóstico. La rama gnóstica muere por muerte natural por ser, como religión, demasiado complicada y filosófica y por ser, como filosofía, demasiado religiosa. En el siglo V desaparecen. ¿Qué fue lo atractivo de la rama paulina, la triunfante? Que te aseguraba la salvación con unos retos que salían gratis siendo los mismos que costaban un montón de dinero en el Imperio romano. Bastaba con creer, con tener fe, lo que ya te absolvía momentáneamente, y luego con no pecar, con obrar bien.


Los gnósticos tenían una religión demasiado filosófica y una filosofía demasiado religiosa


P. ¿Sin Pablo el cristianismo no habría pasado de ser una secta minoritaria?

R. No habría triunfado sin Pablo.

 

P. Es curioso. Hay cuestiones que pensamos que están en el credo desde el origen y que usted señala que se inventan mucho después. Como la virginidad de María.

R. Claro. La virginidad de María se inventa a finales del siglo IV, 380 años después de Jesús. Hubo alguno antes que lo defendió, pero no la Iglesia primitiva. Porque a la Iglesia primitiva jamás le interesó la virginidad de María para nada. Por la sencilla razón de que solo le interesaba el nacimiento prodigioso del héroe Jesús, pero le importaba un comino lo que hiciera María después. Es evidente que Jesús, por ejemplo, tiene hermanos.

 

P. Publicó también un libro sobre Jesús y las mujeres. ¿Cuál es el papel de la otra mujer protagonista de esta historia, María Magdalena?

R. Solo hay un episodio en los Evangelios antes de la crucifixión de Jesús, y esa escena es absolutamente inverosímil, en el que se mencione a María Magdalena. En Lucas 8:2-3. Ahí aparece María Magdalena como una diaconisa junto a otras mujeres. No es una de los 12 apóstoles ni la envía Jesús a predicar ni está en la última cena. Las mujeres no pintaban nada... salvo una cosa importante. Imagine usted a aquellos muertos de hambre que andaban predicando por ahí. ¿Quién les lavaba la ropa o les hacía la comida? Necesitaban una intendencia y de ella se ocupaban las mujeres.

 

P. ¿Cómo ve el cristianismo actual amenazado por nuevas divisiones entre una facción más progresista y otra más conservadora?

R. Bueno, yo soy historiador y estudio el pasado. Lo único que puedo decir es que eso sería el principio del fin del cristianismo. Y, si logra vencer esas tensiones, aún no lo tiene fácil. La única salvación de la Iglesia consiste en liberarse del corsé dogmático interpretando los dogmas como símbolos. Y ya han empezado a hacerlo. Aunque no tengo claro que esté en eso el Papa actual.


Fuente:

https://www.elconfidencial.com/cultura/2021-11-18/antonio-pinero-nuevos-testamento-evangelios_3325778/

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¿Jesús, un maestro de 

la Ley/rabino fracasado?

 

- 6 de junio de 2016.

Carta y respuesta de Antonio Piñero

Dos preguntas muy similares como respuesta a una intervención mía en los medios en los que califiqué, por una razón determinada como se verá, a Jesús de Nazaret como un “maestro/rabino de la Ley fracasado.

 

Pregunta: - He visto con gran interés un video publicado en youtube sobre una conferencia impartida recientemente por usted en la asociación de estudios espíritas de Madrid.

Debo reconocer que aunque en general suelo leer sus libros y presenciar sus debates con interés y desde luego sintiéndome plenamente afín a la manera racional con la que usted expresa siempre sus argumentos, me chocó sin embargo la manera a mi juicio un tanto tajante con la que usted calificó a Jesús como un rabino fracasado. En esto muestro cierta disensión aun reconociendo, ciertamente, que la llegada del reino que Jesús predicó y vaticinó finalmente no llegó y que él mismo acabó ajusticiado en la cruz. Si nos ceñimos a estos hechos desnudos sin duda sólo puede calificarse de fracaso el resultado de su obra y predicación. Personalmente yo me siento más cómodo ampliando un poco más la perspectiva histórica de su figura sin necesidad de proclamarle "fundador de la Iglesia" ni nada por el estilo.

En fin, no deseo extenderme mucho sobre ello, porque más me ha llamado más la atención su afirmación según la cual, creo haber entendido, Jesús fracasó como rabino primeramente en Galilea y posteriormente, tras constatar dicho fracaso, dirigió sus pasos a Jerusalén para de nuevo y definitivamente fracasar y acabar colgado en una cruz.

Desde mi visión de mero aficionado a la historia del cristianismo primitivo, creo observar entre los especialistas un cierto consenso sobre algunos aspectos relacionados con galilea y sus pobladores durante la época en la que vivió Jesús y años posteriores.

Muy brevemente, se hace referencia a determinadas formas en los evangelios sinópticos que reflejan una tradición popular que parece circunscribirse a círculos de habitantes galileos seguidores de Jesús que no abandonaron sus formas tradicionales de vida. Adicionalmente, en el evangelio de Lucas parece traslucirse la presencia de gentes (¿mujeres?) que apoyaban su acción itinerante y predicadora. Y con cierto riesgo, me atrevería a añadir la presencia de misioneros itinerantes que parece detectarse tras la hipotética fuente Q, que durante la vida de Jesús y tras su muerte se dedican a predicar un mensaje que algunos consideran ubicado en el mismo contexto vital galileo de Jesús, y que parece prolongarse en el tiempo al menos hasta la época en la que se compuso la Didaché, documento este que parece advertir sobre su presencia.

Todo ello me lleva a inclinarme hacia la hipótesis de que fue más bien la percepción de éxito en su acción como predicador y sanador en Galilea lo que le llevó a dirigirse a Jerusalén, ciudad ésta en la que de manera evidente fracasó y fue crucificado.

Le quedaría muy agradecido y leería con mucho interés alguna opinión suya sobre por qué considera usted que Jesús fracasó en Galilea, donde da la sensación de que sí encontró cierto eco y apoyo entre la población rural durante su vida y posteriormente a ella.

 

He aquí la pregunta casi idéntica:

En una ocasión ya le escribí para hacerle una pregunta y alguna que otra reflexión, y esta vez me gustaría compartirle de nuevo otra de mis inquietudes, que me han surgido a raíz de ver y escuchar por Youtube uno de sus seminarios dando cátedra de manera magistral (como siempre).

El Jesús fracasado del que habla usted (Yahshua Hamashiaj) me pareció muy interesante en cuanto a la visión histórica que comparte del tema, pero me doy cuenta, que aunque usted dice que solo va a hacer pura historia, al final, ese personaje histórico lo presenta convirtiéndolo en algo que se acerca mas a una mentalidad o ideología greco-latina cristianismo puro y duro, que es fruto del sincretismo religioso.

Yo, incluso, históricamente hablando, no albergo la posibilidad de que un Jesús (Yahshua) en el madero sea un fracaso y que el juicio final no llegara en esa generación, en la que el verbo se hizo carne. Al igual Espartaco y su rebelión de esclavos, a pesar de tener un trágico final, Espartaco es en realidad un triunfador que ha inspirado a las generaciones posteriores, para luchar en contra de la injusticia en favor de los oprimidos. Lo que sembró Espartaco acabó por ser un ideal para la posteridad de las generaciones venideras.

Usted mismo ha señalado en innumerables ocasiones que Jesús (Yahshua) era un rabino Judío, que jamás quebrantó ninguna ley bajo el marco del Judaísmo.

Shemot-Éxodo capítulo 12: Nos encontramos con la pascua (pesaj) y las instrucciones que da Yahweh a su pueblo mediante Moshé rabenu.

"Este mes será el primero para vosotros, el día 10 apartaréis un cordero o un cabrito de un año sin defecto, el día 14 lo prepararéis, y el día 15 será la pascua..."

Pues bien, Yahshua reemplazó al cordero pascual cuando fue sacrificado en el madero, y según los evangelios canónicos, podemos encontrar pasajes con una interpretación muy clara, de que el Mashiaj, murió el día 14 de Aviv (día de la preparación) a la hora novena, siendo miércoles a las tres de la tarde, y resucitó tres días y tres noches después en Sábado a las tres de la tarde, faltando aún tres horas para acabar el Sábado. Y la última plaga que asola Egipto con la muerte de los primogénitos, acaba con la salida del pueblo Israelita de Mitzrayim (Egipto) con masa de pan pero sin levadura, y eso es un hecho circunstancial provocado por el Eterno, para señalar en la posteridad cuando el verbo se hizo carne, que la masa o el pan representa el cuerpo, y la levadura el pecado. Y puesto que la Pascua se celebra con pan sin levadura (Hag Hamatzá) se sacrifica el Mashiaj en cuerpo, pero sin levadura (sin pecado).

¿Donde está el fracaso? Y a lo ya dicho, podría añadir la festividad de Yom Kippur, que es el séptimo mes del calendario bíblico, en el décimo día. El sacrificio del becerro de oro por la desobediencia que hizo que Moshe rompiera las primeras tablas etc, etc... Y también con los textos bíblicos podemos encontrar, que la segunda venida del Mashiaj será un día de Yom Kippur, en el día décimo del séptimo mes del calendario bíblico. Usted sabe mejor que nadie sobre la simbología del número 7 y el número 10 que significa plenitud.

Alguien que estudia la biblia o se interesa por ella por el motivo que sea (estudio, investigación, religiosidad, espiritualidad) si no conoce un poco la mentalidad del antiguo pueblo Hebreo ¡jamás va a poder entender los escritos bíblicos! Ya que estos a día de hoy se nos ofrecen en una traducción greco-romana, y desde una escritura muy diferente a las lenguas semiticas como el Hebreo antiguo.

¿Como traduces al Griego el alfabeto Hebreo?

En la mayoría de naciones de Europa tenemos un alfabeto de vocales y consonantes, y al margen, tenemos otro alfabeto númerico para las matemáticas. Pero, es que, en el alfabeto litúrgico (Hebreo o Arameo si quieres) solo existe un único alfabeto haciendo las dos funciones.

Señor Don Antonio Piñero, en cuanto a conocimiento bíblico yo estoy a años luz respecto a usted, pero aún así, me doy cuenta, que ese personaje que presenta usted con el cual solo quiere hacer pura historia, siempre acaba dándole pinceladas, para al final convertirse en un Mesías Griego.

¿Como va a fracasar un Mashiaj que le manda a su pueblo a través de Moshé, que haga una réplica terrenal del santuario celestial para así representar el reino celestial y la profecía del Mashiaj, que en el futuro va a cumplir con el sacrificio pascual, y se rasgará el velo o la cortina que divide el tabernáculo en dos?

Ernesto Che Guevara acabó muy mal y no pudo completar todo lo que se proponía, pero al darle caza y matarlo, se convirtió en un mártir y un referente para las generaciones posteriores. Y obviamente no intento comparar a este mortal con el Adón Yahshua ¡ni mucho menos! pero tendrá usted que reconocer, que la gloria, la inmortalidad sobre todo de una idea, solo se consigue a través de un sacrificio.

Pues nada más. Espero no molestarle por haberle vuelto a escribir en una segunda ocasión. No le quiero ocupar espacio, porque sé que tiene cosas mucho más interesantes en qué emplear su tiempo, para poder seguir deleitando a la gente con su conocimiento a través de seminarios y medios de comunicación.

 

RESPUESTA:

 

Poco tengo que añadir a lo que Ustedes observan.

Solo argumentarles que el contexto en el que digo que Jesús fue un rabino fracasado es exclusivamente dialógico, contra los mitistas, los que niegan la existencia histórica de Jesús. Y no saben distinguir entre Jesús de Nazaret y Jesucristo.

Insisto en ese aspecto de fracaso... porque hay muchos casos en la historia de Israel en los que ocurre eso. Y ¿por qué entonces se niega que, con suficientes paralelos históricos, es inútil afirmar que Jesús de Nazaret nunca existió?

Si el contexto no fuere polémico, con gusto argumentaría – eliminadas algunas puntualizaciones que no creo tan pertinentes– tal como Usted lo hace.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

Universidad Complutense de Madrid


Fuente:

https://www.tendencias21.es/crist/Jesus-un-maestro-de-la-Ley-rabino-fracasado-Compartir-208-de-6-de-junio-de-2016-Preguntas-y-respuestas_a2054.html 

__________

 

Antonio Piñero

Licenciado en Filosofía Pura, Filología Clásica y Filología Bíblica Trilingüe, Doctor en Filología Clásica, Catedrático de Filología Griega, especialidad Lengua y Literatura del cristianismo primitivo, Antonio Piñero es asimismo autor de unos veinticinco libros y ensayos, entre ellos: “Orígenes del cristianismo”, “El Nuevo Testamento. Introducción al estudio de los primeros escritos cristianos”, “Biblia y Helenismos”, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, “Cristianismos derrotados”, “Jesús y las mujeres”. Es también editor de textos antiguos: Apócrifos del Antiguo Testamento, Biblioteca copto gnóstica de Nag Hammadi y Apócrifos del Nuevo Testamento.

___________

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Carta Abierta a los Creyentes 
(Colaboración)

Ver:
Buenas Razones para No Creer
(Colaboración)

Ver:
Los "Milagros" de Jesús 
(Colaboración)

El Misterio de la Trinidad 
(Colaboración)

Ver:
Ateísmo… ¿Eso qué es? 
(Colaboración)

Ver:
Quien es Dios?

Ver:
¿Existió Jesús? 
¡Claro, existieron muchos!

Ver:
Top 10 “Metidas de Pata” de la Biblia.

Ver:
Top 10 Características Indeseables de Dios


Los líderes de los Testigos de Jehová ocultan el abuso infantil bajo sus políticas internas

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Cómo los líderes de 

los Testigos de Jehová ocultan a toda costa 

los secretos del abuso infantil

 

Irresponsabilidad y abuso oculto bajo la Atalaya

Por Trey Bundy

10 de diciembre de 2016

 

Los líderes de los Testigos de Jehová han desafiado audazmente las órdenes judiciales de revelar los nombres y el paradero de presuntos abusadores sexuales de niños en todo Estados Unidos.

Desde 2014, los tribunales han abofeteado a la corporación matriz de los Testigos de Jehová, la Watchtower Bible and Tract Society de Nueva York, con sentencias y sanciones multimillonarias por violar órdenes de entregar documentos secretos.

Los documentos podrían servir como hoja de ruta para lo que probablemente sean miles de presuntos abusadores de niños que viven libremente en comunidades de todo el país y que aún podrían estar abusando de niños. Los archivos incluyen los nombres de perpetradores conocidos y presuntos, la ubicación de sus congregaciones y descripciones de sus presuntos crímenes.

“He ejercido la abogacía durante 37 años y nunca había visto nada parecido”, dijo el abogado Irwin Zalkin, que representa a víctimas de abuso sexual por parte de los testigos de Jehová. "Hacen todo lo posible para proteger la reputación de la organización por encima de la seguridad de los niños".

Zalkin dijo que cree que las agencias policiales estatales y federales tienen la obligación moral de investigar las políticas de abuso infantil de la Watchtower y confiscar sus archivos.

"Es una cuestión de seguridad pública", dijo."En este momento es necesario investigar esto".

Reveal del Centro de Reportajes de Investigación hizo repetidos intentos de entrevistar a funcionarios de organismos encargados de hacer cumplir la ley que potencialmente podrían obtener órdenes de registro para los documentos: los fiscales generales de Nueva York y California y el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Ninguna de las agencias aceptó hablar.

Durante más de 25 años, los funcionarios de los Testigos de Jehová han dado instrucciones a los líderes locales (conocidos como ancianos) en las 14.000 congregaciones de la religión en Estados Unidos para que oculten los abusos sexuales a las autoridades. En cambio, los abusadores debían ser tratados internamente.

Ese secreto es un principio de la religión. A los testigos de Jehová se les enseña a evitar el mundo exterior. No votan ni sirven en el ejército y, por lo general, no van a la universidad.

Los depredadores explotan intencionadamente ese aislamiento, dijo Kathleen Hallisey, una abogada de Londres que encabeza demandas civiles similares en Inglaterra.

"Creo que eligen ese tipo de entornos con mucho cuidado, donde saben que pueden operar con impunidad y, desafortunadamente, las políticas de la Watchtower les permiten continuar haciéndolo una y otra vez", dijo Hallisey .

En 1997, la Watchtower emitió una directiva pidiendo a los ancianos que denunciaran a los presuntos abusadores sexuales de niños en la sede de la religión en Brooklyn, Nueva York. El formulario debía enviarse por correo en un sobre azul especial.

Esa directiva es la base de una base de datos que la Watchtower ha recopilado y mantenido durante casi dos décadas, según documentos de la Watchtower.

“Política escrita, exigida y ordenada. Muy diferente. La Iglesia Católica no estaba escrita. Lo llamaron "viva voce", es decir, sólo con voz. No lo tenían escrito en ninguna parte, simplemente se entendía”, dijo Zalkin. “Aquí está por escrito. Quiero decir que no hay duda”.

Zalkin está bastante familiarizado con los detalles del escándalo de abuso sexual de la Iglesia Católica. En 2007, negoció un acuerdo de 200 millones de dólares para más de 100 víctimas de abuso clerical. Después de que ese caso fuera noticia, comenzó a recibir llamadas de víctimas de abuso en todo tipo de instituciones, incluidas universidades y los Boy Scouts of America.


Aproximadamente una docena de esas llamadas provinieron de ex testigos de Jehová. Varios de ellos nombraron al mismo abusador: Gonzalo Campos. Esos casos llevaron a Zalkin a los documentos secretos de la Watchtower.

Campos era un testigo de Jehová que abusó sexualmente de al menos siete niños en congregaciones de San Diego en los años 80 y 90. Durante ese tiempo, los líderes de la Watchtower sabían que Campos estaba abusando de niños pero no lo denunciaron a las autoridades, según el testimonio de los ancianos de la congregación. En cambio, lo ascendieron al puesto de anciano.

Campos preparaba a sus víctimas para abusar de ellas durante las sesiones de estudio bíblico, según registros judiciales. Una de esas víctimas fue José López, quien tenía 7 años cuando Campos abusó de él.

“Creo que la Watchtower o la organización deberían haber contactado a las autoridades y, ya sabes, haber tenido a este tipo tras las rejas”, dijo López.

Campos admitió haber abusado de niños testigos de Jehová en una declaración jurada.

En 2012, Zalkin presentó una demanda contra la Watchtower en nombre de López.

Durante el caso, Zalkin solicitó formalmente todas las cartas que la Watchtower había recibido en respuesta a la directiva de 1997. Quería demostrar un patrón, y los documentos mostrarían lo que la Watchtower sabía sobre el alcance del abuso infantil en la organización. 

En 2014, la jueza del Tribunal Superior de San Diego, Joan Lewis, ordenó a la Watchtower que entregara los documentos. La Corte Suprema de California confirmó la orden. La Atalaya se negó.

Lewis expulsó a la Watchtower de los tribunales y concedió a López 13,5 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. En su decisión, expresó su propia frustración con las tácticas de la Watchtower.

“Las acciones u omisiones de Watchtower fueron 'reprensibles'. Creo que 'vergonzoso' puede ser sinónimo de 'reprensible', pero creo que 'vergonzoso' no dice lo suficiente al respecto”, escribió.

"Es de esperar que la indemnización por daños punitivos en su contra envíe un mensaje a la Watchtower y sus agentes administrativos, el órgano rector de los Testigos de Jehová, de que su manejo de los casos de abuso sexual dentro de su congregación fue absolutamente imprudente".

La Watchtower no recibió ese mensaje. En el siguiente caso de Zalkin, volvió a solicitar los archivos de abuso infantil de la Watchtower. Una vez más, la Watchtower se negó. Esta vez, la jueza del Tribunal Superior del condado de Riverside, Raquel Márquez, desestimó la defensa del tribunal. El costo de retener los documentos: $4 millones.

Finalmente, en el siguiente caso de Zalkin, parecía que los testigos de Jehová habían accedido. Acordaron entregar los documentos. Pero con una salvedad: Zalkin no podía compartirlos con nadie.

El juez del Tribunal Superior de San Diego, Richard Strauss, estuvo de acuerdo y la Watchtower comenzó a enviar los documentos a Zalkin.

Pero cuando llegaron, notó que algo andaba mal. La Watchtower sólo había enviado archivos correspondientes a cuatro años, en lugar de los 19 años que había ordenado el tribunal. Y la Watchtower había redactado parte de la información más crucial de los documentos: los nombres de los perpetradores y las congregaciones.

En junio, Strauss ordenó a la Watchtower pagar 4.000 dólares por día hasta que cumpliera con la orden del tribunal. La Atalaya apeló.

"Han tomado la decisión comercial de no presentar estos documentos", dijo Zalkin.

Los líderes de los testigos de Jehová se han negado a discutir los casos. El año pasado, emitieron una declaración diciendo que aborrecen el abuso infantil y cumplen con todas las leyes de denuncia de abuso infantil.

La Watchtower apeló el fallo de $13,5 millones en el caso López. El tribunal de apelaciones dictaminó a principios de este año que el juez no debería haber expulsado a la Watchtower del tribunal antes de intentar medidas menos extremas, como multas diarias hasta que presente los documentos.

Pero el tribunal también confirmó la orden de que la Watchtower entregara todos sus archivos de abuso infantil, sin editar excepto los nombres de las víctimas. El caso está nuevamente en el tribunal inferior.

Mientras tanto, Zalkin tiene actualmente 18 demandas pendientes contra la Watchtower.

También tiene cuatro años de documentos redactados bajo llave en un archivador de su oficina. La orden de protección del juez le impide decir cuántos documentos recibió o describir qué revelan sobre el abuso infantil en las congregaciones de los Testigos de Jehová.

"Es muy frustrante haber visto lo que he visto y saber lo que está pasando en esta institución y esta organización", dijo. “Es muy frustrante cuando tengo una mordaza en la boca. Es bastante difícil. Estamos haciendo todo lo posible para exponer esta verdad y ellos están haciendo todo lo posible para interferir con ese esfuerzo, para bloquearlo”.


Para denunciar abusos de los testigos de Jehová puede comunicarse con Trey Bundy en tbundy@revealnews.org . Síguelo en Twitter: @TreyBundy


Traducido del original:

https://revealnews.org/article/how-jehovahs-witnesses-leaders-hide-child-abuse-secrets-at-all-costs/

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¿Cuáles son las políticas de 

los testigos de Jehová para abordar 

el abuso sexual infantil?

 

15 de septiembre de 2021

Por el bufete de abogados Zalkin, PC

 

La prevalencia del abuso sexual infantil en la comunidad de los testigos de Jehová

La organización de los Testigos de Jehová afirma que tienen el derecho legal de mantener en secreto los informes de abuso sexual infantil y no informarlos a las autoridades. El argumento es que cuando se denuncian acusaciones de abuso sexual infantil, se considera confidencial entre sus mayores y otros miembros y la congregación, similar a un feligrés que se confiesa a un sacerdote. He aquí por qué esto es un problema y deja a los niños en alto riesgo de sufrir abuso sexual infantil.

 

¿Qué es la regla de los “dos testigos”?

En la congregación de los Testigos de Jehová, una regla específica rige cómo se maneja el abuso sexual infantil . En resumen, la “regla de los dos testigos” implica que si el acusado no confiesa y no hay dos testigos del crimen, entonces se desaconseja que las víctimas denuncien el incidente a las autoridades y dejen el asunto en manos de “Jehová (la ley de Dios)."

 

Las consecuencias de la regla de los “dos testigos

Dado que la congregación de los Testigos de Jehová no apoya la denuncia de abuso sexual infantil a las autoridades sin dos testigos, muchas víctimas serán sometidas a abusos continuos. Además, los perpetradores tienen libertad para buscar nuevas víctimas y, en algunos casos, abusar de los niños durante muchos años. Esto es muy preocupante y los sobrevivientes de abuso sexual infantil soportarán toda una vida de cicatrices emocionales. Los sobrevivientes de abuso sexual infantil a menudo enfrentan los siguientes problemas a medida que llegan a la edad adulta:

- Problemas de relación

- Problemas de autoestima

- Problemas de confianza

- Ansiedad

- Depresión

 

Cómo pueden obtener ayuda los sobrevivientes de abuso sexual infantil.

El abuso sexual infantil es una de las experiencias más horribles y dolorosas que cualquiera haya podido soportar. El impacto emocional, físico y psicológico causa a los sobrevivientes muchos desafíos que pueden durar toda la vida. Si bien es común que los sobrevivientes repriman los recuerdos del abuso y el miedo que enfrentan a su abusador, muchos sobrevivientes que hablan a menudo sienten alivio al responsabilizar a su perpetrador por sus acciones atroces. Descubra cómo podemos ayudarle a seguir adelante con su vida.

 

Le creemos y estamos aquí para brindarle el apoyo que necesita. Comuníquese con The Zalkin Law Firm, PC hoy al (800) 477-2989 para conocer sus derechos.

 

Traducido del original:

https://www.zalkin.com/news/2021/september/what-are-jehovah-s-witnesses-policies-for-handli/

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¿Ocultaron los testigos de Jehová 

informes de abuso infantil?

 

18 de octubre de 2021

Por el bufete de abogados Zalkin, PC


Denuncias de encubrimiento de abuso sexual infantil en la congregación de los testigos de Jehová.

Numerosas acusaciones de abuso sexual infantil y encubrimiento de abuso sexual rodean a la congregación de los Testigos de Jehová. Los informes han demostrado que las denuncias de abuso sexual presentadas por miembros de la congregación han sido esencialmente ignoradas desde la década de 1950. Continúe leyendo para obtener más información sobre por qué los ex miembros de los Testigos de Jehová están hablando sobre los presuntos encubrimientos del abuso sexual infantil y las acciones que exigen.

 

Ex miembros de la congregación están hablando

La prensa de EE.UU. y de otros países como el Reino Unido ha entrevistado a numerosos ex miembros de los Testigos de Jehová sobre los supuestos abusos sexuales que sufrieron en su niñez y cómo los ancianos y otros líderes del grupo no los protegieron.

Un artículo de noticias de la BBC de febrero de 2020 informa que al menos 20 ex testigos de Jehová están demandando a la organización por “abuso sexual histórico” que sufrieron cuando eran niños. Otra publicación británica, The Guardian , publicó un artículo sobre dos ancianos antiguos testigos de Jehová que pedían que se denunciara obligatoriamente el abuso sexual infantil y que la organización cree que "sólo puede responder ante Dios". The Atlantic , una publicación estadounidense, cuenta la historia de un ex testigo de Jehová que robó una “base de datos” secreta de abusadores de niños para exponer acusaciones de abuso sexual infantil que la organización ocultó durante décadas.

Los sobrevivientes de abuso sexual infantil en las congregaciones cuentan una historia similar; Se recomienda que las acusaciones de abuso sexual se mantengan en secreto y se manejen dentro de la organización de los Testigos de Jehová; el asunto debe dejarse en “las manos de Jehová (Dios)”.

 

Por qué la “regla de los dos testigos es un problema”

Las políticas de los testigos de Jehová para manejar las acusaciones de abuso sexual infantil esencialmente bloquean la denuncia de estos actos a las autoridades. La regla de los “dos testigos”, que se basa en interpretaciones bíblicas, requiere que las acusaciones de abuso sexual estén respaldadas por un testigo secundario del abuso sexual. El problema con esta política es que los perpetradores no confiesan y normalmente no hay testigos del abuso sexual.

 

Si es sobreviviente de abuso sexual infantil, podemos ayudarlo.

Los sobrevivientes de abuso sexual infantil a menudo enfrentan consecuencias emocionales de por vida. Desde depresión y ansiedad hasta trastorno de estrés postraumático y problemas en las relaciones, el impacto psicológico puede ser grave.

No es raro que los sobrevivientes de abuso sexual infantil repriman los recuerdos y teman enfrentarse a su abusador. Sin embargo, muchos supervivientes que hablan encuentran un cierre y un alivio al responsabilizar a sus perpetradores por sus atroces acciones. Descubra cómo podemos ayudarle a seguir adelante con su vida. Le creemos y estamos aquí para apoyarle en cada paso del camino.

 

Cuando esté listo para hablar, comuníquese con The Zalkin Law Firm, PC hoy al (800) 477-2989 para conocer sus derechos.

 

Traducido del original:

https://www.zalkin.com/news/2021/october/did-the-jehovah-s-witnesses-hide-reports-of-chil/

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"La vida es sólo un vistazo momentáneo de las maravillas de este asombroso universo. Es triste que tantos estén malgastando su vida soñando con fantasías espirituales"

Carl Sagan




10 Hechos sobre los Ateos

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10 Hechos sobre los Ateos


Medir el ateísmo es complicado. Algunas personas que se describen a sí mismas como ateas también dicen que creen en algún tipo de poder superior o fuerza espiritual. Al mismo tiempo, algunos de quienes se identifican con una religión (por ejemplo, dicen ser católicos o judíos) dicen que no creen en Dios.

6 de Diciembre de 2019
Por Michael Lipka


Una cosa es segura: junto con el aumento de estadounidenses sin afiliación religiosa –muchos de los cuales creen en Dios– ha habido un aumento correspondiente en el número de ateos. Aquí hay algunos datos clave sobre los ateos en los Estados Unidos y en todo el mundo:


1)
La proporción de estadounidenses que se identifican como ateos ha aumentado modesta pero significativamente en la última década. 

Las encuestas telefónicas del Pew Research Center realizadas en 2018 y 2019 muestran que el 4% de los adultos estadounidenses dicen que son ateos cuando se les pregunta sobre su identidad religiosa, frente al 2% en 2009. Un 5% adicional de los estadounidenses se autodenominan agnósticos, frente al 3% anterior. hace una década.


2)
La definición literal de “ateo” es “una persona que no cree en la existencia de un dios o de ningún dios”, según Merriam-Webster. 

Y la gran mayoría de los ateos estadounidenses encajan en esta descripción: el 81% dice que no cree en Dios ni en un poder superior ni en una fuerza espiritual de ningún tipo. (En general, el 10% de los adultos estadounidenses comparte esta opinión). Al mismo tiempo, aproximadamente uno de cada cinco autodenominados ateos (18%) dice que sí cree en algún tipo de poder superior. Sin embargo, ninguno de los ateos que encuestamos dice creer en “Dios como se describe en la Biblia”.


3)
Los ateos constituyen una proporción mayor de la población en muchos países europeos que en los EE. UU.

 En Europa occidental, donde el Pew Research Center encuestó a 15 países en 2017, casi uno de cada cinco belgas (19%) se identifica como ateo, al igual que el 16% en Dinamarca, el 15% en Francia y el 14% en Países Bajos y Suecia. Pero el país europeo con quizás la mayor proporción de ateos es la República Checa, donde una cuarta parte de los adultos se identifican de esa manera. En la vecina Eslovaquia, el 15% se identifica como ateo, aunque en el resto de Europa central y oriental los ateos tienen una presencia menor, a pesar de la influencia histórica de la Unión Soviética oficialmente atea. Al igual que los estadounidenses, los europeos en muchos países tienen más probabilidades de decir que no creen en Dios que de identificarse como ateos, incluidos dos tercios de los checos y al menos la mitad de los suecos (60%), belgas (54%) y holandeses. adultos (53%) que dicen no creer en Dios. En otras regiones encuestadas por el Centro, incluidas América Latina y el África subsahariana, los ateos en general son mucho más raros.



4)
En Estados Unidos, los ateos son en su mayoría hombres y relativamente jóvenes, según el Estudio del panorama religioso de 2014. 

Aproximadamente siete de cada diez ateos estadounidenses son hombres (68%). La edad promedio de los ateos es 34 años, en comparación con 46 años para todos los adultos estadounidenses. Los ateos también tienen más probabilidades de ser blancos (78% frente a 66% del público en general) y tener un alto nivel educativo: alrededor de cuatro de cada diez ateos (43%) tienen un título universitario, en comparación con el 27% del público en general. Los ateos autoidentificados también tienden a estar alineados con el Partido Demócrata y con el liberalismo político.


5)
La gran mayoría de los ateos estadounidenses dicen que la religión no es demasiado o nada importante en sus vidas (93%) y que rara vez o nunca oran (97%). 

Al mismo tiempo, muchos no ven ninguna contradicción entre el ateísmo y la reflexión sobre su lugar en el mundo. Alrededor de un tercio de los ateos estadounidenses dicen que piensan en el significado y el propósito de la vida al menos semanalmente (35%) y que a menudo sienten una profunda sensación de paz espiritual y bienestar (31%). De hecho, el Estudio del Panorama Religioso muestra que los ateos son más propensos que los cristianos estadounidenses a decir que a menudo sienten asombro por el universo (54% frente a 45%).


6)
¿Dónde encuentran los ateos sentido a la vida?
 
Como la mayoría de los estadounidenses, la mayoría de los ateos mencionaron la “familia” como una fuente de significado cuando el Pew Research Center hizo una pregunta abierta sobre esto en una encuesta de 2017. Pero los ateos eran mucho más propensos que los cristianos a describir sus pasatiempos como significativos o satisfactorios (26% frente a 10%). Los ateos también eran más propensos que los estadounidenses en general a describir las finanzas y el dinero, las actividades creativas, los viajes y las actividades de ocio como significativas. No sorprende que muy pocos ateos estadounidenses (4%) dijeran que encontraban el significado de la vida en la espiritualidad.


7)
En muchos casos, ser ateo no se trata sólo de rechazar personalmente etiquetas y creencias religiosas; la mayoría de los ateos también expresan opiniones negativas cuando se les pregunta sobre el papel de la religión en la sociedad. 

Por ejemplo, siete de cada diez ateos estadounidenses dicen que la influencia de la religión está disminuyendo en la vida pública estadounidense, y que esto es algo bueno (71%), según una encuesta de 2019. Menos de uno de cada cinco adultos estadounidenses en general (17%) comparte esta opinión. Una mayoría de ateos (70%) también dice que las iglesias y otras organizaciones religiosas hacen más daño que bien en la sociedad, y una proporción aún mayor (93%) dice que las instituciones religiosas tienen demasiada influencia en la política estadounidense.


8)
Los ateos pueden no creer en las enseñanzas religiosas, pero están bastante informados sobre la religión. 

En la encuesta de conocimiento religioso de 2019 del Pew Research Center, los ateos se encontraban entre los grupos con mejor desempeño, respondiendo correctamente un promedio de alrededor de 18 de 32 preguntas basadas en hechos, mientras que los adultos estadounidenses en general respondieron correctamente un promedio de aproximadamente 14 preguntas. Los ateos tenían al menos tanto conocimiento como los cristianos sobre cuestiones relacionadas con el cristianismo (aproximadamente ocho de cada diez en ambos grupos, por ejemplo, saben que la Pascua conmemora la resurrección de Jesús) y también tenían el doble de probabilidades que los estadounidenses en general de saber que la Pascua de Resurrección conmemoraba la resurrección de Jesús. La Constitución de Estados Unidos dice que “no será necesaria ninguna prueba religiosa” para ocupar un cargo público.


9)
La mayoría de los estadounidenses (56%) dice que no es necesario creer en Dios para ser moral, mientras que el 42% dice que creer en Dios es necesario para tener buenos valores, según una encuesta de 2017. 

En otros países ricos, porcentajes más pequeños tienden a decir que creer en Dios es esencial para la buena moral, incluido solo el 15% en Francia. Pero en muchas otras partes del mundo, casi todo el mundo dice que una persona debe creer en Dios para ser moral, incluido el 99% en Indonesia y Ghana y el 98% en Pakistán, según una encuesta internacional del Pew Research Center de 2013.


10)
 Los estadounidenses sienten menos simpatía por los ateos que por los miembros de la mayoría de los principales grupos religiosos. 

Una encuesta del Pew Research Center de 2019 pidió a los estadounidenses que calificaran grupos en un “termómetro de sentimientos” de 0 (lo más frío y negativo posible) a 100 (la calificación más cálida y positiva posible). Los adultos estadounidenses dieron a los ateos una calificación promedio de 49, idéntica a la calificación que dieron a los musulmanes (49) y más fría que el promedio otorgado a judíos (63), católicos (60) y cristianos evangélicos (56).

Nota: Esta es una actualización de una publicación publicada originalmente el 5 de noviembre de 2015.


Traducido del original:
https://www.pewresearch.org/short-reads/2019/12/06/10-facts-about-atheists/

Ver:


Descontrolada Confusión en los Evangelios

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Descontrolada Confusión 

en los Evangelios


Los evangelios podrían haber sido mucho mejores.

Aquí hay una historia que ya se ha hablado antes, pero una investigación más profunda puede revelar más detalles.


Por David Madison

22/12/2023

Mateo, Marcos, Lucas y Juan habían presentado sus evangelios al Comité de Aprobación del Nuevo Testamento. Se les había ordenado que fueran a un bar cercano a esperar la decisión sobre cual evangelio se elegiría. Así que se sentaron en la misma mesa, bebiendo alcohol barato, y había mucha tensión: estos tipos no se caían nada bien. Marcos estaba furioso porque tanto Mateo como Lucas habían copiado la mayor parte de su evangelio, sin mencionarlo, sin darle ningún crédito. Marcos se preguntaba cuánto tiempo pasaría hasta que el plagio se considerara pecado. También le molestaba que hubieran cambiado su redacción cada vez que lo consideraban oportuno.

Marcos había presentado a Jesús como un profeta apocalíptico, que pronto descendería a través de las nubes para traer su reino a la tierra, por lo que omitió incluir muchas enseñanzas éticas. Mateo quería corregir este error, por lo que añadió el torpe mosaico de escritura de Jesús que ahora conocemos como el Sermón de la Montaña. Esto incluye instrucciones que muchos cristianos hoy encuentran imposibles y simplemente ignoran. Mateo estaba molesto con Lucas, quien acortó el sermón, cambió la redacción y dijo que tuvo lugar en una llanura, no en un monte. Lucas había añadido una historia del nacimiento de Jesús que contradecía la historia del nacimiento de Mateo. Mateo dijo que los seguidores de Jesús tenían que amar a Jesús más que a sus familias, pero Lucas pensó que eso era demasiado suave. Dijo que los seguidores de Jesús tenían que odiar a sus familias e incluso a la vida misma.

Juan pensó que Marcos había arruinado la historia desde el principio. Marcos había afirmado que Jesús enseñaba sólo en parábolas (y lo hacía para evitar que las personas se arrepintieran y fueran perdonadas), pero Juan describió a un Jesús que no usaba parábolas en absoluto. Juan incluyó monólogos de Jesús largos y bastante aburridos de los que los otros autores no sabían nada. Juan habló de milagros de los que los demás nunca habían oído hablar, por ejemplo, convertir el agua en vino, resucitar a Lázaro de entre los muertos. Juan no necesitaba la Eucaristía en la Última Cena; en cambio, en su versión, Jesús lavó los pies de los discípulos. Todos los eventos descritos en Marcos podrían haber sucedido en cuestión de semanas, Juan extendió todo a tres años.

Los otros escritores de los evangelios se sintieron disgustados por la grandilocuencia teológica de Juan. Parecía haber estado borracho de teología... ¿o estaba drogado? Añadió capas de palabrería desconocida para los otros escritores de los evangelios, incluso afirmando que el predicador galileo había estado presente en la creación. Por eso le horrorizó que Marcos informara que las últimas palabras de Jesús en la cruz fueron:"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?". ¡Qué blasfemia! Jesús y Dios eran uno, de ahí que las últimas palabras de Jesús, según Juan, fueran "Consumado es".

Entonces estos cuatro autores se sentaron allí, mirándose el uno al otro. Luego, todos sus teléfonos celulares sonaron al mismo tiempo, y era el mismo texto: “Felicitaciones, los cuatro evangelios presentados han sido elegidos y serán publicados uno al lado del otro al comienzo del Nuevo Testamento”.

Estalla una ronda de maldiciones. Qué desastre. ¡Cómo se atreven a hacer eso! "¡Solo uno de nosotros entendió bien la historia!"¿Cómo es posible que nadie en el comité de selección pudiera ver lo que sucedería? Si estos evangelios se publican juntos, habrá mucha confusión. Los lectores podrán ver las contradicciones y desacuerdos. La creencia en Jesús será ridiculizada.

Pero no te preocupes. Pasarían muchos siglos antes de que los laicos tuvieran acceso a la Biblia y, mientras tanto, los teólogos podían encontrar muchas excusas. E incluso cuando los laicos tuvieron acceso a la Biblia, la mayoría de ellos ni siquiera se molestaron en leerla. Bueno, no se molestarían en leerlo detenida y críticamente.

El estudio bíblico serio nunca se convirtió en un pasatiempo favorito: "Confiaremos en que nuestro clero nos dirá lo que necesitamos saber o creer acerca de la Biblia".

Sin embargo, los cuatro evangelios publicados juntos siguen siendo una vergüenza. Son la prueba “A” para cualquiera que busque pruebas contundentes de que la Biblia no pudo haber sido inspirada divinamente. Tenemos que preguntarnos por qué los evangelios no podrían haber sido mucho mejores. Podemos comprobar la gran calidad de las biografías modernas, basadas en investigaciones exhaustivas y en el uso de documentación contemporánea. ¿Es realmente posible que un dios omnisciente no hubiera previsto este desarrollo? ¿Y que historiadores con formación profesional se darían cuenta de que los evangelios no califican como fuentes confiables de información sobre Jesús?

Veamos algunas formas en las que los evangelios podrían haber sido mucho mejores .



- Podría haber sido mucho mejor: Uno.

¡Faltan tantas cosas en los evangelios! ¿Por qué Marcos no incluye un relato del nacimiento de Jesús? ¿Y por qué Juan omitiría uno? Y falta credibilidad en las narraciones del nacimiento en Mateo y Lucas, que califican plenamente como literatura fantástica. ¿Qué pasa con la vida de Jesús antes de que comenzara su ministerio? Lucas informa que cuando Jesús tenía doce años, durante el viaje de su familia a Jerusalén, se dirigió al templo para conversar con los líderes religiosos y permaneció allí durante días. María y José estaban de camino a casa cuando se dieron cuenta de que él no estaba “entre sus familiares y amigos”. Regresaron a Jerusalén, finalmente lo encontraron y lo reprendieron. Los historiadores no toman en serio este episodio: ¿Cómo sabría Lucas algo de esto? ¿Cuáles fueron sus fuentes? ¿Quién estaba allí tomando notas? Fuera de su imaginación, Lucas estaba interpretando a un héroe santo a los doce años.

Tim Sledge ha identificado aquí la cuestión central:

La visita al templo a los 12 años marca el comienzo de 18 años de silencio sobre la vida de la única persona que, según el cristianismo, alguna vez logró evitar cometer ni siquiera un pensamiento o acto pecaminoso. ¿Por qué no sabemos absolutamente nada acerca de la única vida perfecta del mundo entre las edades de 13 y 29 años?... Veo el silencio de la Biblia sobre estos años de la vida de Jesús como una omisión flagrante y preocupante”. (p. 55, Cuatro preguntas inquietantes con una respuesta simple: romper el hechizo de la fe cristiana )

Si tan solo tuviéramos más historias de los primeros años de Jesús que retrataran claramente ejemplos de la vida real de cómo es hacer lo correcto, en tantas situaciones como sea posible... ¿Y si tuviéramos los detalles de la vida de Jesús cuando tenía veinte años? ¿Cómo pasó de la adolescencia a la edad adulta? ¿Cómo construyó amistades fuertes y significativas? ¿Cómo lidió con las tentaciones sexuales? ... ¿No te preguntarías por qué el Dios que da poder a esta vida perfecta no se aseguró de que alguien escribiera sobre los acontecimientos de ella cada año?” (págs. 55, 56 y 57, cuatro preguntas inquietantes con una respuesta simple)

Tenemos los evangelios tal como son porque los autores no eran historiadores. Su agenda principal era promover la teología/mitología del culto a Jesús.


- Podría haber sido mucho mejor: Dos.

Y hablando de mitología, la resurrección de un héroe muerto califica plenamente. Qué vergüenza que una importante religión mundial siga comprometida con esta idea. Los cultos a salvadores moribundos o resucitados eran una característica del panorama religioso de la época, como lo ha demostrado muy bien Richard Carrier en su ensayo de 2018, “Dioses moribundos y resucitados: es pagano, muchachos. Superalo”. De alguna manera se hizo popular la idea de que Jesús pertenecía a este grupo de élite, pero los escritores de los evangelios hicieron un mal trabajo al incorporarla en sus historias de Jesús. Marcos escribió que Jesús predijo su resurrección a sus discípulos tres veces (8:31-33, 9:30-32, 10:32-34), pero no es de extrañar: " Pero ellos no entendían lo que decía y tenían miedo de preguntarle”. (9:32) Aun así, cuando mataron a Jesús, ¿cómo pudieron olvidar esta predicción repetida tres veces? ¡Sin embargo, no acamparon cerca de la tumba para presenciar el milagro y tener una celebración de bienvenida a Jesús! Como ha señalado Robert Conner: "Recuerden, en los evangelios canónicos nadie presencia realmente a Jesús resucitado salir de la tumba". (Kindle, loc 2568, “Apariciones de Jesús: La resurrección como historia de fantasmas”)

Los evangelios podrían haber sido mucho mejores si los cuatro relatos de los evangelios de la mañana de Pascua hubieran sido consistentes. La confusión se hace evidente para cualquiera que los lea, uno tras otro. Teólogos, clérigos y diversos apologistas han hecho un esfuerzo considerable para que parezcan compatibles, pero eso es una exageración. Es muy difícil tomar estos relatos en serio cuando Mateo agregó la historia de que personas que habían cobrado vida en sus tumbas en el momento en que Jesús murió, salieron y recorrieron Jerusalén en ese momento. Lucas tampoco ayudó con su historia de Jesús apareciéndose, sin ser reconocido, a sus discípulos “en el camino a Emaús”; entonces, ¡puf! —desapareció en el momento en que se dieron cuenta de quién era. Es muy útil leer el libro de Conner mencionado anteriormente: los autores del evangelio fueron influenciados por el folclore de fantasmas.


- Podría haber sido mucho mejor: Tres.

¿Por qué no ser honesto acerca de lo que realmente le sucedió a Jesús al final? En el primer capítulo de Hechos encontramos la historia de Jesús ascendiendo por encima de las nubes para unirse a Yahvé en el cielo. Esa historia sólo funciona si la visión antigua del cosmos es correcta. Ahora sabemos que a unos pocos kilómetros de altura se encuentra la radiación fría y letal del espacio (Y cómo llegó ahí).

Como lo expresó AN Wilson: “Para un observador moderno, cualquiera que sean sus creencias religiosas, es imposible no saber que un hombre que ascendiera verticalmente desde el Monte de los Olivos, por cualquier medio de propulsión milagrosa, entraría en órbita”. ( Jesús: Una Vida , p. 3)

Es posible que ahora los teólogos deseen leer la historia simbólicamente (por ejemplo, “Jesús ahora vive y reina con Dios”), pero no importa, nunca sucedió. Jesús nunca abandonó el planeta Tierra y, aunque creas que resucitó, volvió a morir. Pero la resurrección también es una fantasía, a menos que estés dispuesto a admitir que los otros dioses salvadores moribundos o resucitados realmente hicieron lo mismo.

Estamos atrapados preguntándonos qué pasó realmente con Jesús. Los evangelios podrían haber sido mucho mejores si hubieran contado la verdad, una historia precisa, basada en la historia, no en la teología.


- Podría haber sido mucho mejor: Cuatro.

En el evangelio de Marcos, 14:62, Jesús les dice a los asistentes a su juicio que lo verán “sentado a la diestra del poder, y viniendo entre las nubes del cielo”. Marcos quizás fue influenciado por la seguridad del apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 4 de que los cristianos muertos se levantarán de sus tumbas para unirse a los creyentes vivos (incluido él mismo) para encontrarse con Jesús en el aire, para estar con él para siempre. Sospecho que un alto porcentaje de cristianos hoy en día presta poca atención a estos fragmentos de las Escrituras, aunque muchos creyentes todavía mantienen un ojo en el cielo, esperando desesperadamente que Jesús llegue a rescatar al mundo.

Esta es una versión antigua del héroe del cómic Superman, que vendrá volando por el aire para realizar buenas obras. En la versión cristiana, basada en los evangelios y en Pablo, Jesús hará mucho más: expulsará a los odiados tiranos romanos, salvará al mundo. No hay nada que desmienta que esto sea simplemente una superstición más antigua, un nivel de tontería que no merece ningún respeto.

Los evangelios podrían haber sido mucho mejores si hubieran presentado a Jesús como un gran maestro moral. Pero los autores de los evangelios no quedaron satisfechos con eso; estaban promoviendo un culto que glorificaba a un héroe, cuya creencia garantizaba la vida eterna. Este truco religioso ha sido una constante durante milenios.

Una sana aceptación de la realidad puede romper el hechizo de este truco, y una sana aceptación del escepticismo y el pensamiento crítico puede atenuar el dominio que los evangelios descuidados tienen sobre la fe cristiana.



David Madison fue pastor de la Iglesia Metodista durante nueve años y tiene un doctorado en Estudios Bíblicos de la Universidad de Boston. Es autor de dos libros, Diez problemas difíciles en el pensamiento y las creencias cristianas: un ministro convertido en ateo muestra por qué debería abandonar la fe , que ahora se reedita en varios volúmenes, el primero de los cuales es Guessing About God (2023) y Diez cosas que los cristianos desearían que Jesús no hubiera enseñado: y otras razones para cuestionar sus palabras (2021). La traducción al español de este libro también está disponible.


Traducido del original:

https://www.debunking-christianity.com/2023/12/rampant-gospel-confusion.html

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“No hay sociedad en la historia humana que haya sufrido porque su gente se volvió demasiado razonable”


Sam Harris



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